conversandode limpieza, materiales que la escuelanecesita? Desafortunadamente, en el caminode aprender a vivir la escuela día adía “entre la espada y la pared” se aprendede manera colateral que todo en la escuela,aún la gratuidad, puede ser negociado almargen de las normas, aún las de mayorvalor. A la larga, el mensaje es que en laeducación todo se negocia. Y esto sí quetiene consecuencias éticas.Otro ejemplo: el Estado y el SectorEducativo tratan a las escuelas como sifueran instancias homogéneas y planteanregulaciones que implican para los directoresdesatender cotidianamente su trabajoprimordial, que es proteger la educación,asumiendo que es más importanteatender los continuos llamados de laautoridad para asistir a juntas. eventos,concursos, reuniones sindicales, etc., quecumplir el objetivo de que los niños aprendan.Eso, sumado a otras influencias,va produciendo agentes que socializancon patrones morales donde la pauta esnegociar y no proteger lo fundamental.Por eso creo que el papel de regulación delEstado es imprescindible para asegurarlos mínimos que hagan posible instituir laformación valoral en las escuelas.¿Si ese es el papel del Estado, qué lestoca a los directores, a los maestros,para que una Educación valoral,realmente llegue y se viva en lasescuelas?Si tú entras a un salón de clases a observar,verás que en el transcurso de una horainterrumpieron varias veces para vendercosas, dar un aviso, atender a un papáo a una mamá; el mensaje que todo ellocomunica es que ese espacio de la vidaescolar, el aula, inocuo, porque lo puedesinterrumpir en cualquier momento y nopasa nada. Si tú vas a las escuelas y visitasa un maestro una vez y no está porque fueal concurso, y otra vez fue a otro evento yfuiste 10 veces y de esas sólo lo encontrasteuna, el mensaje que reciben los niños y esaescuela es: todo lo que sucede fuera de laescuela es más importante que el trabajoen el aula con los niños.Son autoridades de diferente nivel,de proyectos diversos, los que le pidenausentarse del salón de clases, del plantel,para cubrir eventos de distinto tipo, ademásde las veces que lo hiciera por cuentapropia, entonces la prioridad educaciónno es un mensaje que llegue a las escuelas,ni a los directivos, ni a los supervisores, nia los maestros.El gran tema a propósito de educaciónvaloral, en mi opinión refiere a los niños:a su derecho a aprender y desarrollarsu inteligencia, su sensibilidad, sucuriosidad y el deseo de comprender elmundo en que vive; educación valorales fundamentalmente que la escuela,además de reconocer y hacerse cargo deese derecho, lo lleve a cabo asumiendo queademás, los niños y jóvenes merecen sertratados con aprecio y respecto.. No creotanto en campañas, o en valores por día osemana; el valor es la educación y el tratorespetuoso y considerado a los alumnos,todos y cada uno de los días. Ahí veo laprioridad.Entonces si esa es la prioridad, ¿cuálesson los mínimos para que esa prioridadpueda instituirse?Un maestro en disposición de compartircon los alumnos un espacio educativoagradable, en el que juntos puedanaprender, ese es el mínimo. Un maestrocon ganas de trabajar con los alumnos,28
con disposición de hacer algo, producemaravillas. Que el maestro esté dispuestoa evaluar su trabajo, a formarse, aactualizarse, a compartir con sus colegas,con quienes participa en la escuela unmomento de discusión al mes sobre temasde interés común. Eso es lo mínimo y a lavez lo máximo, para generar valores comosolidaridad, respeto, responsabilidad,trabajo, honestidad, porque en ese espacioconstruido pasan cosas que obligan atomar decisiones y ahí se va tejiendo lared de los valores en la vida cotidiana dela escuela. De los valores vividos, los quequedan en la piel y no en los “sermoncitos”recibidos que se desechan rápidamente.¿Crees que en México contamos conesos mínimos?Desde luego que sí. Yo creo que hayescuelas ejemplares en todo el país,escuelas indígenas que producen mejoresresultados que escuelas urbanas declase media, eso lo documentan distintosestudios: tenemos escuelas en condicionesde pobreza que tienen proyectos educativosextraordinarios. Tenemos tambiénesfuerzos increíbles, silenciosos enla práctica, a lo ancho y largo del país,que sobreviven gracias al compromisoindividual de muchos maestros, de muchosdirectores, de muchos supervisores queaún a contracorriente están dispuestosa jugársela por hacer algo mejor. Peroconstruir la educación nacional requiereque tales esfuerzos individuales tengan unrespaldo institucional. Creo que el sectoreducativo reúne gente con unos niveles decompromiso excepcional, pero el gran río,la gran corriente burocrática y corporativadel sistema educativo nacional no alientael compromiso, si lo entendemos como laconvicción sobre el valor de la educación.Por ello estas personas no se suman a esegran río, sino que van contracorriente yeso debilita el esfuerzo de tantas escuelasconversando29