Directorio

y doctorado– y la administración deescuelas. “Como directivo siempre tratéde mantener una organización dándoleorden a las escuelas, seriedad. Hace diezaños fui el primero que implementó eldescuento por retardos y ausencias; enun principio fue difícil, pero los propiosmaestros reconocieron que era benéficopara todos y luego ya no hubo descuentosporque entendieron que se estaba dandoun servicio responsable, de calidad, y unejemplo a los muchachos.”A esa experiencia se suman muchasotras con las que sistematizó y mejoró laadministración de las escuelas y de todasellas, nos dice, “la respuesta que tuve deesos maestros fue una lección de vida.El compromiso, la ética y dedicación deestos maestros, la conexión que comoequipo que logré con casi todos ellos, se vioreflejada en los niveles académicos que selograron”.PERDÍ A MI FAMILIADurante muchos años, Raúl vivió para laescuela: entendía que el vespertino era unturno poco aceptado socialmente, sabía porexperiencia que un edificio ocupado en dosturnos dura menos de la mitad que aquel deun solo turno y que su mantenimiento esmás del doble de lo normal. Sabía tambiéncómo llevar la administración y el controlescolar, sabía de teorías pedagógicas, perono sabía lo que ocurría en su casa, quéquerían y soñaban sus hijos, desconocía loque anhelaba su esposa, también maestra.“El tiempo en la escuela, con los alumnoses maravilloso”, dice reflexivo, pero “perdí ami familia por casi quince años. Me dediquéa trabajar la parte de afuera. Hasta que derepente un día, llorando, mi hija me diceque rompió con su novio. Entonces pensé:¡ay, caray!, esta niña ya creció ¿y yo dóndehe estado? En ese momento me di cuentaque durante años había vivido fuera dela vida de mis hijos, que no los veía y quedebía hacer algo para recuperarlos”.“Entonces yo quería que el día tuvieramil horas para poder atender los problemasde los muchachos, pero lamentablementehay muchas cosas que los maestros noles podemos dar” y recordando que susprimeros alumnos eran sus hijos –tambiénsu mayor compromiso como persona–sopesó sus limitaciones, reordenó susprioridades y le dio un giro a su vida pararecobrar a su familia, sin abandonar sutrabajo en la escuela.de viva vozQUÉ HAY EN EL HORIZONTEEDUCATIVOLa apacible mirada de Raúl Silva Perezchicaadquiere un brillo especial cuando hablade la situación del Magisterio. Desde supunto de vista la educación avanza amenor velocidad que los descubrimientoscientíficos y tecnológicos.55