No. 33 - Its Gran Canaria Magazine

EDICIÓN 33
GET TO KNOW GRAN CANARIA I CONOCE GRAN CANARIA
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Senderos de Valsequillo,
explorando un mundo de posibilidades al aire libre
Caminar por Valsequillo, un municipio en el corazón
de Gran Canaria, equivale a emprender un viaje
en el tiempo, una experiencia que te sumerge en
la rica historia de las islas. En esta zona peatonal,
los tesoros históricos aguardan a viajeros curiosos.
Uno de ellos es la majestuosa Iglesia de San Miguel,
una joya arquitectónica erigida entre 1903 y 1923 en
el mismo sitio que alguna vez fue un tranquilo cementerio
y que albergó una modesta ermita entre
1670 y 1672. Este rincón de la historia da vida a las
narrativas del pasado, conectando el presente con
el legado de Canarias.
El Cuartel de El Colmenar, que data de 1530, se alza
como un testigo silencioso de épocas pasadas, rodeado
de edificaciones que evocan la vida militar
de antaño. Además de su importancia histórica,
este lugar tuvo el honor de ser el punto de nacimiento
del padre del renombrado escritor canario,
Don Benito Pérez Galdós. Hoy en día, es un tesoro
histórico declarado Bien de Interés Cultural por el
Gobierno de Canarias, preservando así su legado
para las generaciones futuras.
No obstante, la verdadera esencia de Valsequillo se
encuentra en sus impresionantes paisajes naturales.
Desde la imponente cabecera de la Caldera de
Tenteniguada, con sus majestuosos roques, hasta
el serpenteante Barranco de los Cernícalos, que
abarca desde La Caldera de los Marteles hasta el
idílico barrio del Lomo Magullo. Valsequillo se anida
en un fértil valle, rodeado por montañas que se
alzan a más de 1600 metros sobre el nivel del mar.
La naturaleza volcánica de la isla se revela en las
formaciones rocosas que emergen abruptamente
y en los hundimientos del suelo que dan origen a
calderas. Cada rincón del municipio está marcado
por las asombrosas formas que la roca ha adquirido
a lo largo de incontables millones de años.
El clima relativamente húmedo y la generosidad
de las fuentes naturales pintan de verde los parajes
de Valsequillo, estallando en una paleta de colores
durante la floración que se extiende, dependiendo
de la especie, de diciembre a junio. La región alberga
cientos de variedades de plantas, muchas de las
cuales son endémicas de Canarias, exclusivas de
la isla o incluso de la zona. Entre todas, el tajinaste
azul deslumbra al visitante, destacando en contraste
con el amarillo de los bejeques, los códigos,
el blanco de las retamas blancas y los escobones, y
las delicadas flores de los árboles frutales, especialmente
en febrero cuando los almendros visten de
blanco y rosa.
Entre esta densa vegetación, aves, lagartos, anfibios,
pequeños mamíferos y una gran variedad de
invertebrados prosperan en armonía. En el reino
animal, las águilas y los cernícalos sobrevuelan con
majestuosidad, acompañando al visitante por las
cumbres y, a menudo, asomándose entre las idílicas
huertas y las pintorescas casas.
Valsequillo es un auténtico paraíso para los amantes
del senderismo y otros deportes al aire libre,
como las apasionantes carreras de montaña que
se disputan a lo largo del año, el ciclismo, la escalada,
las emocionantes excursiones a caballo y
una amplia gama de actividades en plena naturaleza.
Con diversas rutas para elegir, los aventureros
pueden combinarlas de múltiples maneras y
conectarse con las grandes rutas insulares, abarcando
el majestuoso arco de montañas que rodea
Valsequillo por tres de sus flancos.
Y después de un día de exploración, los visitantes
pueden sumergirse en la riqueza cultural de Valsequillo,
ya sea en su casco histórico o en localidades
como Tenteniguada, el Rincón, las Vegas y
San Roque, donde podrán deleitarse con productos
naturales de sabor excepcional, como el queso,
las fresas, la miel, el vino y las almendras, junto
con una gastronomía que satisface los sentidos en
cada bocado.
Los senderos de Valsequillo son un portal a un
mundo de posibilidades al aire libre, donde la
historia se entrelaza con la naturaleza, y donde
cada paso te acerca a la belleza de Gran Canaria
en todo su esplendor. En Valsequillo, la aventura y
la serenidad se encuentran en perfecta armonía,
esperando a ser exploradas por aquellos que buscan
una experiencia única en un rincón único del
mundo.