2,70Mb - Lo Rat Penat

certamen del año en que se celebró la Exposición Regional de tan grato recuerdo
para los valencianos, cuya reina fue la Infanta María Teresa de Borbón, hermana
menor del Rey Alfonso XIII.
Y continua la relación de tan entrañable familia con Lo Rat Penat, porque
desde 2003 la sede de tan laureada sociedad se halla en el Palacio de los barones
de Alacuás, en la valenciana calle Trinquete de Caballeros, adquirida con la inestimable
ayuda de la Generalitat Valenciana y la decisiva intervención de nuestro
president, Francisco Camps, entonces conseller de Cultura; con el patrocinio de la
Diputación, y del Ayuntamiento de Valencia; y también con el generoso auxilio de
los hermanos Federico y Leonor Trénor, antiguos propietarios del palacio.
Y hoy, Amparo, culmina esa intensa relación con tu proclamación como
Reina de los Jocs Florals. Los Trénor y los Corell: dos sagas de importantes valencianos
que han engrandecido nuestra Comunidad Valenciana. Y de todos ellos,
esta noche quiero destacar a dos: a tu padre, Joaquín Corell Cortés, notabilísmo
empresario en diversos sectores de la producción y de las finanzas, cuyo espíritu
emprendedor y cosmopolita le llevó a divulgar por toda Europa las glorias de
nuestra Patria. Buen maestro tuviste en este sentimiento de amar lo propio. Y
a tu esposo, Federico Trénor Trénor, abogado del Estado y letrado de las Cortes
Generales, uno de los más destacados juristas valencianos de nuestro tiempo y con
mayor proyección en el ámbito nacional y también entusiasta difusor de nuestros
valores. Uno y otro, sobre todo, prohombres valencianos.
Hoy has sido proclamada Reina de los Jocs Florals, primera dama de los poetas
valencianos que dan gloria y lustre a nuestra tierra. Y por eso te han honrado
con lo que más podías desear: con la Flor Natural.
Las flores, que con tanto mimo tú cultivas, me llevan a adaptar, para ti, –yo
no soy poeta–, un bello poema con el que Luca de Tena cantó a una valenciana.
Y con él te digo:
“Mi reina y señora, Reina del Amor,
por engalanarte, Valencia está en flor.
Nadie sabe Reina, cómo ha sucedido:
de día, de noche, o cuando el albor,
–heraldo de luces– vibró estremecido
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