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Pero también existe una poesía valenciana porque poseemos una cultura que
nos define y caracteriza como pueblo singular que convive en paz con otros.
¿Qué es la poesía valenciana?, se preguntaba el poeta Durán y Tortajada.
¿Es, sencillamente, la escrita en lengua valenciana?. ¿Es acaso la que aún escrita
en lengua castellana, o en una lengua extranjera, versa sobre temas de historia,
paisaje, de esencias valencianas, en suma?. ¿Es, quizás, la escrita por un poeta nato
en Valencia, sin tener en cuenta su lengua o temática?
No, para que la poesía sea valenciana, -nos decía-, necesita, tres aglutinantes
que la hagan vigorosa y perfecta para ser de calidad universal: ser escrita, y por
lo tanto sentida, por un poeta valenciano; cantar, enaltecer la historia, la vida, el
alma, las esencias, en suma, de nuestro pueblo; y sobre todo, ser escrita en nuestra
dulcísima lengua valenciana.
También hay poesía valenciana escrita en castellano. Pero ello no puede llevarnos
a pensar en que escribir en valenciano esconda un localismo funesto que
puede cortar las alas de la obra literaria y limitar campos de expansión a las producciones.
Se equivocan quienes afirman que escribiendo en lenguas de escasa área geográfica
de expansión se ponen trabas insalvables a la difusión de su obra. Si la
obra poética es profunda y emotiva; si conmueve y es sentida, superará todas las
fronteras lingüísticas y alcanzará su estimación universal. Los casos de Tagore o de
Frédéric Mistral, son ilustrativos al respecto, lo que quiere decir que no son las lenguas
las que dan gloria a los libros; son los libros lo que dan gloria a las lenguas.
Nosotros, los valencianos, contamos con grandes poetas que forman parte
de nuestro rico acervo cultural y dan importancia a nuestra lengua que debemos
recuperar y fomentar. La misma lengua en que fue escrito en 1474, el primer libro
impreso en España, “Les Troves en lahors de la Verge Maria”, florilegio poético en
honor de la Madre de Dios.
La lengua en que se expresaron los poetas del esplendoroso “cuatroccento”,
el Siglo de Oro valenciano, que dio nombres insignes: en lo lírico, Ausias March
y Roïç de Corella; en lo satírico, Jaume Roig; en lo dramático Guillem de Castro
y tantos otros; en lo épico, Joanot Martorell, con su colosal “Tirant lo Blanch”
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