La Cancion de Clauda - La Leyenda de Golöel
La Cancion de Clauda - La Leyenda de Golöel
La Cancion de Clauda - La Leyenda de Golöel
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
vestía, que <strong>de</strong>jaban intuir que había pasado largo tiempo<br />
ahí él solo, tocando el arpa dorada sin más ambiciones.<br />
Cuando las dos chicas se acercaron más, vieron que<br />
estaba llorando... En su rostro se apreciaba la pena <strong>de</strong> la<br />
impotencia, el ansia y el fracaso, el <strong>de</strong>seo y la añoranza,<br />
el <strong>de</strong>samor y el abandono... Él ni siquiera levantó la<br />
cabeza para mirarlas, continuó inmerso en sus notas y<br />
acor<strong>de</strong>s, hermosas pero tristes. Por momentos, su rostro<br />
cambiaba, como afligido por algún pensamiento o<br />
recuerdo, lo que solía <strong>de</strong>sembocar en más llantos y<br />
lamentos, lo cual transmitía a su música, que iba yendo y<br />
viniendo en velocidad e intensidad...<br />
- Buen hombre, ¿podríamos ayudaros <strong>de</strong> alguna<br />
manera?- <strong>La</strong> voz <strong>de</strong> Neya sonó esperanzada entre al<br />
niebla, pero él no pareció haberla escuchado, al menos no<br />
se inmutó.- ¿Qué razón os ha llevado a aguardar aquí al<br />
amparo <strong>de</strong> esta triste melodía, perdido en la inmensa<br />
niebla?- Nada, sólo el silencio encontró la bonita<br />
muchacha elfa como respuesta a sus preguntas <strong>de</strong> alivio.<br />
- Mi señor, hemos venido hasta aquí guiadas por<br />
la melodía que tocáis, <strong>de</strong>cidnos por favor, ¿qué ha<br />
ocurrido que os mantiene aquí, sin razón ni motivación,<br />
tan sólo bajo el consuelo <strong>de</strong> su canción?<br />
Leire tampoco obtuvo respuesta alguna. <strong>La</strong>s dos<br />
chicas quedaron en silencio, mirándole tocar el arpa <strong>de</strong><br />
oro, incluso disfrutando con la melodía, aunque tristes al<br />
ver a un hombre tan tan apenado... De pronto, la canción<br />
terminó. <strong>La</strong>s últimas notas sonaron débiles, frágiles en la<br />
tensa situación, y él quedó totalmente quieto, aun<br />
rozando con sus <strong>de</strong>dos las cuerdas <strong>de</strong> oro fino con las que<br />
había estado tocando, cabizbajo y llorando. Durante unos<br />
111