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La Cancion de Clauda - La Leyenda de Golöel

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extraño era que éste tenía complexión humana, el único<br />

en toda la taberna salvo por ellas. ¿Quién sería…? De<br />

pronto, el hombre encapuchado giró la cabeza, como<br />

mirando hacia otro sitio, parecía haberse dado cuenta <strong>de</strong><br />

que ellas también lo miraban a él. Justo en ese momento,<br />

comenzaron los vítores <strong>de</strong> los enanos, pues uno <strong>de</strong> ellos<br />

había subido al pequeño escenario y se disponía a tocar<br />

una canción con un pequeño laúd… Leire y Neya<br />

pasaron los próximos minutos escuchando la preciosa<br />

canción que el enano tocaba con su bonito instrumento, y<br />

a la vez, <strong>de</strong>batiendo si este músico sabría algo sobre la<br />

canción <strong>de</strong> <strong>Clauda</strong>, si la conocería… A<strong>de</strong>más, estaba<br />

aquel hombre encapuchado que parecía observarlas…<br />

¿Quién sería…? ¿El amante <strong>de</strong> <strong>Clauda</strong>…? Ya no<br />

podían estar lejos <strong>de</strong> él… Entre tantos pensamientos que<br />

tuvieron y compartieron, la canción <strong>de</strong>l enano <strong>de</strong>l laúd se<br />

terminó. Ellas habían quedado maravilladas… ¿Cómo<br />

un ser tan rudo podía producir algo tan bello y<br />

placentero? Al final se <strong>de</strong>cidieron por levantarse y<br />

preguntarle… Hicieron un intento <strong>de</strong> que su compañero<br />

enano las acompañase, pero seguía ignorándolas, exhorto<br />

en su bebida y su renovada borrachera. Aun así se<br />

arriesgaron a abandonarlo en la mesa, él ni se inmutó.<br />

<strong>La</strong>s dos se levantaron y andaron hasta el pie <strong>de</strong>l<br />

escenario, don<strong>de</strong> aquel enano aun recogía su laúd,<br />

guardándolo en un bonito estuche <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra bien tallado.<br />

Durante el camino, Neya se fijó en que aquel hombre<br />

encapuchado no les perdía <strong>de</strong> vista, mirando atentamente<br />

su movimiento hacia el pequeño escenario.<br />

- Hola, señor, ¿habla nuestra lengua?- Dijo<br />

Leire esperanzada.<br />

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