La Cancion de Clauda - La Leyenda de Golöel
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abrumada por alguna carga que Neya aun no alcanzaba a<br />
compren<strong>de</strong>r. Observó al brujo como la observaba a poca<br />
distancia sobre ella, e intentó reaccionar para huir en su<br />
vuelo, pero se vio incapaz… ¡No era su magia la que la<br />
mantenía levitando sobre el mar, si no la <strong>de</strong> Antâgon,<br />
que la había <strong>de</strong>tenido un segundo antes <strong>de</strong> morir<br />
aplastada contra el agua y ahora permanecía inmóvil!<br />
- Dame ahora la partitura o le <strong>de</strong>volveré a tu<br />
cuerpo la velocidad con que caía y morirás siquiera sin<br />
darte cuenta <strong>de</strong> que te he vencido.<br />
Ella no podía moverse, en absoluto, y él se dio<br />
cuenta, con lo que volvió a sonreír, sabiendo que había<br />
recuperado el control <strong>de</strong> la situación. Neya miró a su<br />
alre<strong>de</strong>dor, y vio a Leire, que al igual que ella, levitaba a<br />
tan sólo medio metro <strong>de</strong>l agua, sostenida por la magia <strong>de</strong>l<br />
brujo, aunque continuaba tocando esa melodía triste que<br />
inundaba todo el gran valle… Antâgon, volando, se<br />
acercó a ella y le quitó el manuscrito arrancándoselo <strong>de</strong><br />
la mano.<br />
- Gracias…- Dijo irónico, y se marchó<br />
liberándolas <strong>de</strong>l hechizo que las mantenía inmóviles, con<br />
lo que Leire calló al agua, aunque no con la velocidad con<br />
que había llegado hasta ahí… Neya, por el contrario,<br />
continuó levitando, aunque ahora sentía que era su<br />
magia, su energía, la que se lo concedía…<br />
Antâgon se había marchado con la partitura y ya<br />
sólo ella podía evitar que huyera, con lo que aprovechó el<br />
poco tiempo que su po<strong>de</strong>r le permitiera volar para<br />
perseguirle. Se lanzó en su busca, y éste se dio cuenta,<br />
que se <strong>de</strong>tuvo en el aire a esperarla, y ella, al llegar a él,<br />
también se <strong>de</strong>tuvo. Frente a frente se miraron. Él<br />
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