La Cancion de Clauda - La Leyenda de Golöel
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esperándome para ser encontrado?- Todo quedó en<br />
silencio. Ninguno <strong>de</strong> los tres pudo compren<strong>de</strong>r las<br />
palabras <strong>de</strong>l viejo.- Mi nombre es Antâgon, ya me<br />
avisaron <strong>de</strong> que vendríais buscando la Canción <strong>de</strong><br />
<strong>Clauda</strong>, aunque bien sé que el que me mandó encontrarla<br />
ató bien las cosas para que no lograrais vuestro cometido.<br />
He <strong>de</strong> ser yo, con un fin <strong>de</strong>masiado grandioso, quien <strong>de</strong>ba<br />
hallarla.- De nuevo el silencio...- Así pues os pido que os<br />
marchéis, aquí no está lo que andáis buscando...- Al<br />
<strong>de</strong>cir esto, Leire pudo apreciar un movimiento sospechoso<br />
en su mano izquierda, con la que el viejo aun se<br />
mantenía apoyado sobre unas hojas <strong>de</strong> papel escritas... Él<br />
la vio mirarlas y sonrió.- Niña, estas hojas son ahora<br />
mías, escucha mi consejo y márchate con los que te<br />
acompañan.<br />
Leire, intuyendo la importancia <strong>de</strong> las hojas, se<br />
llevó la flauta que su madre le hubo regalado a los labios<br />
y sopló enérgicamente una nota <strong>de</strong>terminada, con la que<br />
lanzó un hechizo que cruzó el aire hasta colarse bajo los<br />
<strong>de</strong>dos <strong>de</strong>l hechicero, haciendo resbalar a las hojas sobre la<br />
mesa y elevándose en vuelo, para llegar levitando hasta<br />
ella, aunque por el camino, antes <strong>de</strong> que aparentemente<br />
nadie hubiera reaccionado, las hojas escritas cayeron al<br />
suelo, como si la magia <strong>de</strong>l hechizo <strong>de</strong> Leire se hubiera<br />
disipado en el aire... El brujo rió con una carcajada<br />
prepotente, hasta ahogarse en su áspera voz...<br />
- Muchacha, tu magia aquí no sirve...- Tras<br />
<strong>de</strong>cir esto, sonrió complacido al ver como la cara <strong>de</strong> Leire<br />
se torcía en impotencia al saber que el viejo había<br />
disipado su hechizo sin siquiera moverse... En eso, Neya<br />
se anticipó a todos y saltó hacia el suelo, entre Antâgon y<br />
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