La Cancion de Clauda - La Leyenda de Golöel
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movilidad <strong>de</strong> sus brazos y piernas, sintió como su<br />
corazón, amargado por los horrores vividos, latía más<br />
lento, costándole respirar y moverse. Sus brazos pesaban<br />
y en el interior <strong>de</strong> su pecho todo se paraba... Comenzó a<br />
gritar, y a ponerse nervioso, y sin darse cuenta perdió la<br />
concentración <strong>de</strong>l hechizo que mantenía presa a Neya.<br />
<strong>La</strong>s raíces se <strong>de</strong>svanecieron y cayeron al suelo muertas y<br />
secas, y ella pudo levantarse, aunque dolorida. A todo<br />
esto, Leire trataba <strong>de</strong> ayudar a su tío, que no podía<br />
moverse y parecía casi inconsciente, haciendo un gran<br />
esfuerzo llegó a <strong>de</strong>cir unas palabras...<br />
- Marchaos. Tenéis las hojas, ahí <strong>de</strong>be <strong>de</strong>cirse<br />
algo acerca <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> encontrar la canción. Ella es más<br />
importante que yo... ¡Marcharos! ¡Conmigo aquí<br />
ganareis tiempo para huir!<br />
- ¿Pero qué será <strong>de</strong> ti...?- Dijo su sobrina,<br />
comenzando a llorar.<br />
- No te preocupes por mí, preocuparte por lo que<br />
<strong>de</strong>bes hacer. Corre...<br />
Leire sintió como Neya le tomaba el brazo <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
atrás.- Debemos marcharnos...- Ella asintió y juntas<br />
corrieron, aunque antes, alcanzó a besar a su tío en la<br />
mejilla, al hacerlo, sintió su cara helada, como si hubiera<br />
rozado un trozo <strong>de</strong> hielo...<br />
<strong>La</strong>s dos muchachas corrieron cogidas <strong>de</strong> la mano<br />
escaleras abajo, cruzaron el gran salón y salieron <strong>de</strong>l<br />
caserón. A medida que se alejaban oían cada vez menos<br />
los gritos <strong>de</strong> Antâgon, hasta que ya no los oyeron más.<br />
Una vez fuera <strong>de</strong> la casa, montaron los caballos y<br />
huyeron hasta alejarse, aunque no lo suficiente para no<br />
escuchar un último grito exagerado seguido <strong>de</strong> una gran<br />
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