La Cancion de Clauda - La Leyenda de Golöel
La Cancion de Clauda - La Leyenda de Golöel
La Cancion de Clauda - La Leyenda de Golöel
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
caserón <strong>de</strong>rruido, esperaban encontrar indicios <strong>de</strong> a dón<strong>de</strong><br />
habría huido éste...<br />
Subieron por el camino que, remontando la falda<br />
<strong>de</strong> la colina, llegaba hasta el antiguo caserón ya medio<br />
<strong>de</strong>rruido. <strong>La</strong> torre aun se mantenía firme, aunque <strong>de</strong> la<br />
planta baja ya algunas <strong>de</strong> las habitaciones estaban<br />
completamente <strong>de</strong>rrumbadas, excepto las <strong>de</strong>l interior,<br />
don<strong>de</strong> incluso el techo aun permanecía en su sitio. Por<br />
don<strong>de</strong> se disponían a entrar, una cámara a modo <strong>de</strong><br />
recibidor, aun se apreciaba una gran puerta <strong>de</strong> antaño,<br />
parte <strong>de</strong>l arco ojival con que <strong>de</strong>bió haber recibido a los<br />
invitados aun se mantenía en pie, dándoles la bienvenida<br />
con gran estilo. Una vez cruzado y ya en el interior <strong>de</strong> lo<br />
que <strong>de</strong>bió haber sido aquel recibidor, aun parecían estar<br />
en la calle, pues el techo estaba completamente<br />
<strong>de</strong>rrumbado, ahora ya en el suelo en forma <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s<br />
rocas recubiertas <strong>de</strong> altos hierbajos que habían crecido<br />
libres, alimentados por el tiempo, las lluvias y la<br />
intemperie. Frente a ellos, otra puerta que ya daba al<br />
interior <strong>de</strong> la casa, pues tras ella el techo aun protegía el<br />
interior. <strong>La</strong> puerta que unía estas dos habitaciones era <strong>de</strong><br />
ma<strong>de</strong>ra, más humil<strong>de</strong> que la anterior, que habría servido<br />
<strong>de</strong> entrada, y que ahora había <strong>de</strong>jado ese papel a ésta, que<br />
se encontraba cerrada.<br />
- ¿Cómo vamos a abrirla?- Dijo Neya con voz<br />
tierna.<br />
- Mmm... Dejadme ver.- Leraen se acercó a la<br />
puerta a través <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s rocas que yacían en el<br />
suelo. Escuchó, juntando su oído a la ma<strong>de</strong>ra, tratando<br />
<strong>de</strong> asegurarse <strong>de</strong> que estaban solos.- No oigo nada...-<br />
Tomó el pomo, viejo y medio oxidado, y lo giró <strong>de</strong>spacio<br />
61