La Cancion de Clauda - La Leyenda de Golöel
La Cancion de Clauda - La Leyenda de Golöel
La Cancion de Clauda - La Leyenda de Golöel
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
- ¿Es por ese estúpido Dios vuestro? Mirad lo<br />
que hace ante todo lo que se avecina… Él lo sabe todo,<br />
¿y qué ha hecho? Ha mandado a dos inocentes chicas a<br />
salvar al Mundo…- Volvió a sonreír.- Yo estoy aquí en<br />
nombre <strong>de</strong> Legumes, nací para estar aquí ahora, para<br />
conseguir esa partitura y con ella invocarle y traerle al<br />
Mundo para que sea <strong>de</strong>vastado… Vosotras no tenéis i<strong>de</strong>a<br />
<strong>de</strong> lo que eso significa, <strong>de</strong> la gran<strong>de</strong>za que guarda ese<br />
manuscrito…- Calló por un momento y dio unos pasos<br />
hacia la muchacha elfa, hasta llegar frente a ella, don<strong>de</strong><br />
extendió la mano.- Dámelo.<br />
- Os repito que nunca os lo entregaré, y menos<br />
aun sabiendo lo que significa, lo que pretendéis…- Neya<br />
caminó hacia atrás, alejándose <strong>de</strong> él y acercándose al<br />
bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l precipicio.- Si te acercas más, me arrojo al<br />
fondo <strong>de</strong> este acantilado y me la llevo conmigo.<br />
Él, riendo, dijo:- No serás capaz.- Y se acercó<br />
aun más.<br />
Neya, nerviosa tras verse obligada a cumplir su<br />
amenaza, recurrió a la única manera <strong>de</strong> sobrevivir a la<br />
caída, su magia. Agarró el saquito que le hubo dado su<br />
madre y lo abrió rápidamente llevándoselo a la boca y<br />
engullendo todo su contenido, la última dosis. Sintió ese<br />
sabor asqueroso mientras Antâgon se acercaba<br />
velozmente, pues ya sabía perfectamente lo que<br />
significaba que Neya se tomara esos hongos… Ella dio<br />
un paso más hacia atrás, y se <strong>de</strong>jó caer al vacío mirando<br />
a Leire a modo <strong>de</strong> <strong>de</strong>spedida cariñosa. Antes <strong>de</strong> per<strong>de</strong>rse<br />
entre la espesa niebla, pudo ver la cara <strong>de</strong> Antâgon, que<br />
se torció en impotencia al ver que perdía el control <strong>de</strong> la<br />
situación, al ver que perdía la partitura… En un<br />
120