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Reformas del Sector Salud América Latina
Luego siguió la generación de importantes
dispositivos pos constitucionales, tales como la
Ley Orgánica de Salud del año 1990, la
reestructuración de Concejos y Conferencias de
Salud –con estructura democrática y participación
de la población, en los que 50 % de los
miembros de esos Concejos son usuarios de los
servicios de salud y el restante 50 % son
prestadores del servicio: gobierno, médicos,
todos los hospitales–, los planes de salud y las
nuevas normas interministeriales.
Antes de 1998 se dio la primera ley que reglamentó
los planes de seguros privados que funcionaban
en Brasil de una manera totalmente desregulada.
Finalmente, creo que lo más importante
fue la introducción de la Norma Operacional de la
Asistencia en Salud en 2001, con la revisión de
2002, en la que me detendré más adelante.
Los principios constitucionales centrales en los
que se basa todo el Sistema de Salud Brasilero,
fueron un factor esencial para que resistiéramos
en este sector la avalancha de reformas neoliberales,
estimuladoras del mercado, permitiendo
que consiguiéramos concebir el fortalecimiento
de una base pública importante sobre el control
público. Igualmente importante fue el principio
constitucional de la seguridad social que coloca
juntos los sistemas de pensiones y otros
beneficios de seguridad social, la salud y la
asistencia social.
Cuadro III. MARCOS HISTÓRICOS RECIENTES
• 1986 VIIIª Conferencia Nacional de Salud
• 1988 Nueva Constitución Federal
• 1990 Ley Orgánica de la Salud (Ley 8080)
• 1990 Consejos y Conferencias de Salud (Ley 8142)
• 1993 Norma Operacional Básica
• 1996 Norma Operacional Básica
• 1998 Ley de los Planes y Seguros Privados de Salud (Ley 9656)
• 2001/2 Norma Operacional de la Asistencia de la Salud (NOAS)
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Además, se estableció un conjunto de principios
esenciales para la conformación de esos tres
sistemas: la universalidad, la cobertura y la
atención.
Desde el comienzo nosotros sabíamos las
dificultades de asegurar con una cobertura
universal, pero la universalidad es un principio
constitucional garantizado y no aceptamos que
la capacidad de pago sea el factor determinante
en la concesión del beneficio de salud o de
asistencia social. Creemos que el papel del
gobierno es encontrar los mecanismos para
disminuir las discriminaciones en la capacidad
diferenciada de pago de las personas en la
sociedad.
Como consecuencia de la universalidad, se
articuló otro principio, el de la uniformidad,
que hace equitativos los beneficios y los
servicios, tanto para la población urbana como
rural. Aquí los valores de los beneficios deben
Los principios constitucionales
centrales en que se basa todo el
Sistema de Salud Brasilero, fueron
un factor esencial para que
resistiéramos en este sector la
avalancha de reformas neoliberales,
estimuladoras del mercado.
La universalidad es un principio constitucional garantizado y no aceptamos
que la capacidad de pago sea el factor determinante en la concesión del
beneficio de salud o de asistencia social. Creemos que el papel del gobierno es
encontrar los mecanismos para disminuir las discriminaciones en la capacidad
diferenciada de pago de las personas en la sociedad.
ser irreducibles, cuidando la forma de
participación, los costos, la diversidad de la
parte de financiamiento y un carácter
democrático y descentralizado de la Administración
Nacional.
Específicamente sobre la salud, el artículo 196
de la Constitución de 1988 estableció lo que
continúa siendo nuestra guía. Esta definición es
el principio constitucional sobre el cual fue
estructurado el Sistema de Salud Brasilero y,
después de la onda neoliberal de los años 90,
con nuevos gobiernos, estos principios volvieron
a tener el énfasis que merecen.
El articulo 196 de la Constitución Nacional
dice: “La salud es derecho de todos y el deber
de garantizarlo es del Estado, a través de
políticas sociales y económicas que ayuden a la
reducción de los riesgos de enfermedad y otros
daños, por el acceso universal e igualitario a las
acciones y servicios para su promoción,
protección y recuperación”. Este artículo, lo
repetimos en todo momento y a toda hora; es
una guía en extremo importante para el diseño
de nuestras políticas públicas.
De estos principios, aparecen en la
Constitución del Brasil algunas directivas
organizacionales: el sistema tiene que ser único
en todo el territorio nacional, organizado a
través de una red regionalizada y jerarquizada,
con descentralización y dirección única a cada
nivel de gobierno. Brasil tiene 27 estados,
aproximadamente 5.600 municipios en los
cuales la atención debe ser integral, con
participación de la comunidad y su financiación
debe ser compartida en la Unión de los
Estados, del Distrito Federal y los municipios.
En 1990 se aprobaron las leyes federales 8080
y 8142 que definen la estructura de lo que
nosotros llamamos el Sistema Único de Salud –
SUS. Esas leyes establecen sus funciones,
atribuciones de los niveles federal, estatal y
municipal, determinan la creación de los
fondos de salud, definen los mecanismos de la
participación comunitaria: consejos y conferencias
de salud y el rol suplementario de los
planes de salud para la asistencia en salud.
En 1993 y 1996 se edita un conjunto de
normas en el ámbito del Ministerio de la Salud,
llamadas Normas Operacionales que van a
establecer con más detalle los mecanismos de
funcionamiento del SUS, con énfasis particular
en los procesos de descentralización. Esas
normas determinan la obligatoriedad de
creación de instancias gestoras especificas para
El articulo 196 de la Constitución
Nacional dice: “La salud es derecho
de todos y el deber de garantizarlo
es del Estado, a través de políticas
sociales y económicas que ayuden a
la reducción de los riesgos de
enfermedad y otros daños”.
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