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LOS SUEÑOS SON VIDA<br />
D<br />
DESDE LA FRÁGIL BARCA<br />
esde la frágil barca vi ya las dos riberas.<br />
Respetaron las olas mi esquife de quimeras,<br />
como en el viejo circo las plegarias postreras<br />
del confesor cristiano respetaban las fieras.<br />
He estrechado en mi brazos fantasmas y mujeres;<br />
probé todas las copas de todos los placeres,<br />
y oí una voz que dijo:—¡Cuán dulcemente mueres!<br />
Y cuando me moría:—Puedes vivir, si quieres…<br />
La voz que en otros tiempos a mi oído decía:<br />
—En nombre de los hombres a Margarita, un día,<br />
la clave de las ciencias dio Fausto: —Gretchen mía,<br />
eres principio y término de la sabiduría.<br />
¡Pobre juez de la vida quien antes no fue reo!<br />
Crear…Amor y genio dicen al par: —Yo creo.<br />
¿Quién encendió en tus ojos la pasión y el deseo,<br />
oh Julieta divina? ¿Fue Shakespeare? ¿Fue Romeo?<br />
Toda visión, entonces, es realidad dormida.<br />
(Viejo ya Segismundo, con el alma abatida,<br />
quiere hallar en los sueños su fe desvanecida<br />
y amargamente sabe que los sueño son vida).<br />
Cuando el triste crepúsculo las viejas cimas dora<br />
tiende el alma sus alas como un ave a la aurora.<br />
¡Oh, la lejana aurora! ¡La daga blanca y fría<br />
con que hiere a las sombras visionarias el día!<br />
¡Mensaje obscuro y vago de la oculta armonía<br />
del cielo y de la tierra! ¡Otro día, alma mía!<br />
Otro día… ¡Quién sabe! Cuando la luz se encienda,<br />
si en medio de la vida clavo otra vez mi tienda,<br />
cuando ciña a mis ojos la va olvidada venda<br />
y bajo el sol sus alas mi pensamiento tienda,<br />
veré cómo, extinguidas las plegarias postreras,<br />
destrozan a su victima las garras de las fieras,<br />
y cubrirán de sombra mi esquife de quimeras<br />
los ojos de la Esfinge desde las dos riberas…<br />
Pero enterré en mi espíritu un rayo de sol; oro,<br />
como rezan los libros de un alquimista moro,<br />
cuando caiga la nieve gozaré mi tesoro.<br />
Y al margen de la vida descubriré el sendero<br />
bañado con la espuma del naufragio postrero.<br />
(Sobre un corcel jadeante va el pobre caballero,<br />
la vista en las estrellas y el gesto noble y fiero.)<br />
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