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adecuadamente arreglada, podréis utilizarla para obtener permisos de acceso
en bandas adimensionales superiores.
XVIII. UNA NAVE PLASMÁTICA
Las naves plasmáticas, generalmente las que corresponden al nivel vibratorio
de los H2, son circulares. Con unas connotaciones determinadas al objeto de
favorecer el electromagnetismo.
La cuestión de plasma o ectoplasma es diferente. El ectoplasma es una
manifestación energética que, entendemos nosotros, corresponde a energías de
vibración de individuos desencarnados, que aplican un proceso en su
existencia aún no determinado a través de su cuerpo físico.
Efectivamente, esas naves plasmáticas permiten un reconocimiento importante
a través del propio universo holográfico.
Aunque me gustaría que quedase muy claro para vuestras mentes, que esas
naves no son para evacuar a personal, ni son para huir, ni son para marchar a
otros planetas de ese universo, ni nada de todo eso.
Esas naves interplanetarias, compuestas de plasma o plasmáticas, son para
favorecer el estudio y la investigación de vosotros mismos como individuos,
íntimamente. Y coadyuvados por vosotros mismos, y por nosotros, los de la
Confederación.
Y, a través y muy especialmente de nuestros superiores,
llegar a comprender rápida y eficazmente todo ese proceso de cambio que se va
a producir en un futuro.
En todo caso somos aptos para el amor porque somos amor.
XIX. LA ENERGÍA DEL PUNTO CERO
La energía que propulsa nuestras naves es debida al impulso del
electromagnetismo. Esto quiere decir que funcionan a través de unas órdenes
que aparecen en el punto cero del fractal. Y en ese preciso momento se plasman
en el mundo de la manifestación.
En ese mismo momento, justo después de la manifestación, se recogen
partículas atómicas de un gran contenido energético. Mucho más que cuando
esas partículas se multidividen a través de las informaciones dadas por el
propio fractal.
Y, en ese punto primero o primigenio, las partículas atómicas aún no han
desarrollado frecuencias para conformarse en determinados elementos. Este es
el punto en el que nosotros realizamos la transformació n adecuada para
propulsar nuestros elementos mecánicos.
XX. EN EL MUNDO ADIMENSIONAL LA MÚSICA SE CONOCE POR
VUESTRAS MENTES SUBLIMES
Claro, en este paréntesis físico tridimensional es lógico que no dominéis todas
las técnicas. Y que muchos de vosotros, tampoco las de la musicalidad. Pero
estamos hablando siempre del mundo adimensional y en él, la música se conoce
perfectamente por vuestras mentes sublimes, y es entonces cuando entonáis esa
musicalidad con acordes de la nota La.
Por supuesto. El universo holográfico es matemática pura.
Esta es una cuestión muy íntima, amigo mío. Tal vez correspondería comentarla
con mi compañero Silaucaar. De todas formas él habrá anotado tu pregunta y,
tal vez, pueda darte su opinión.
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