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Ahora es cuando ha de aplicarse en todo su esfuerzo, y su resistencia, y en su
voluntad participativa. Ahora es cuando el esfuerzo deberá ser mayúsculo para
extender sus alas. Libre hacia otros mundos dentro del multiverso.
Y nadie puede ayudar a esa gran ave que, cual ave Fénix, debe remontarse
por encima de sus cenizas. Hablo en parábola porque así creo que podemos
entendernos mucho mejor. Ahora, pues, es el momento de aunar esfuerzos a
través de la participación y de la coparticipación.
Imaginad un mundo en el que impere la sabiduría y el conocimiento, y en
el que las leyes que rigen el átomo sean muy sensibles a la fortaleza del
pensamiento humano, a su capacidad de transformación, que sus estructuras
atómicas sean cada vez más ligeras, ese ser humano atlante ya no tendrá que
vivir atrapado en el mundo tridimensional físico, con la densidad actual. Podrá
vivir, y puede vivir de hecho, en un mundo más ligero, más creativo, más
amoroso, pero no por ello menos dificultoso, claro está.
Ahora, ese humano atlante necesita hacer un gran esfuerzo porque de él
depende, de dicho esfuerzo, que vuelva a reconsiderar exactamente su
posicionamiento genuino. Porque a él le pertenecen las estrellas, porque él es
una estrella.
Figuraos también, que navegamos por el espacio, por ese macroespacio
de manifestación. Y yo preguntaría ¿Qué es lo que sobrevuela ese espacio? ¿Una
suma de átomos compuestos de una determinada densidad? Esto es lo que la
imaginación, la intelectualidad, el mundo determinista nos hace creer. En
realidad nada vuela ni sobrevuela el espacio. Todo está aquí, todo. Nada está
lejos, todo está aquí, como digo, y el más allá está aquí mismo. ¡Nada está lejos!
Esto quiere indicar también, mis palabras por supuesto, que en
momentos de situación delicada, en momentos en que pueda parecer que ese
mundo incierto, ese teatro creado específicamente para tal misión, pueda dar la
impresión de que se oscurece, de que se termina, de que todo se acaba, de que
todo parece perdido, en ese momento, el ser humano atlante, consiguiendo su
gran capacidad mental, y poniéndola al servicio del amor, se dará cuenta de que
en realidad nunca ha estado en este mundo tridimensional, sino que ha estado
en él mismo: creando y recreándose en el amor.
Y en un momento determinado sucederá eso que digo, se dará cuenta
definitivamente porque habrá despertado de un gran sueño de los sentidos. Del
cual ha creído fidedignamente en su escenificación, y en cambio ha estado
viviendo realmente a través de su auténtica réplica o réplicas infinitas, en un
mundo real. Todo esto viene a cuento precisamente porque cuando llegue ese
momento, que va a entrecruzarse a través del rayo sincronizador, va a
desaparecer toda esa escenificación y va a quedar únicamente la realidad.
Pero esa realidad solamente será constatable para aquellos que hayan
despertado la debida consciencia. Para los demás no habrá pasado
absolutamente nada. Vivirán en su mundo. Vivirán en este mundo tal y como
están viviendo ahora. Y vivirán su ilusión, incluso su gran dificultad por vivirlo.
Y esos otros hermanos atlantes que habréis despertado de ese sueño de
los sentidos, gracias a los despiertos, a los que como vosotros estáis trabajando
en el amor y en el despertar de vuestros hermanos, os daréis cuenta de que
estáis en el mundo real, de siempre, porque nunca lo habréis dejado. Porque
siempre habréis pertenecido a las estrellas, al mundo real, al mundo de la
réplica genuina.
PlataMagoGalactico:
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