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XXII. LA RELATIVIDAD DE TODO
77. Es que olvidamos lo más importante a tener en cuenta en este
caso, y es la relatividad de todo. Cuando hablas de un pensamiento o de una
actitud que se contradice en ti y no la aceptas, no la aceptas por supuesto para
ti, por lo tanto es relativo, por cuanto otro en tu lugar puede aceptarla de buen
gusto o de buen grado. Entonces ahí la relatividad es propia de este mundo de
manifestación, porque es imperfecto.
78. Aunque si tuviésemos que vivir una hora, únicamente en este
mundo, seguro, seguro, que aceptaríamos cualquier manifestación. Y en
cualquiera de ellas no nos importaría que fuese agradable o desagradable con
tal de vivirla. Por lo tanto, amiga, hermana, sí que en eso debes prevaler en la
idea de la relatividad.
79. Otro modelo sobre el relativismo sería ofrecer un panorama
múltiple o diverso, o multidiverso y, si en este caso extrapolásemos nuestro
pensamiento y nos hallásemos en la nave conscientemente, que sí lo estamos a
nivel inconsciente, observaríamos cómo todos los que ahora estamos en la nave
disfrutamos de las palabras, los pensamientos, incluso de la vibración musical,
sin deterioro de nuestra captación y de nuestra reflexión en ello.
80. Por lo tanto, aquí debemos marcar unos tiempos, es lógico.
Tiempo de música, tiempo de charla, tiempo de reflexión y, por qué no también,
tiempo de meditación. Aunque siempre es bueno la buena música, lo que no
sería tan bueno sería el imponerla.
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