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energías que necesitamos todos cada día más.
4. Así pues, os brindo la oportunidad de establecer un turno de
preguntas y respuestas. Por lo que si lo creéis así podéis empezar en cuanto
gustéis.
II. EQUILIBRAMOS LA ENERGÍA MEDIA GRUPAL
5. Aquí vale la pena destacar dos aspectos claramente diferenciados.
El primero de ellos es que la reunión interdimensional que mantenemos, como
por ejemplo la de hoy, se basa en unos elementos que físicamente están unidos
en un espacio determinado, y otro aspecto, el de un grupo como el que estáis, a
través de vía electrónica unidos también, pero no a nivel físico sino tan solo
energético.
6. De la suma de estos dos componentes se extrae una media en la
que procuramos que todos vosotros participéis de un mismo diálogo
interdimensional. El esfuerzo radica en nosotros poder equilibrar esa media
para que equitativamente pueda beneficiarse ese inconsciente puramente.
7. Entonces es importante, como en otras ocasiones he señalado, que
la atención sea el máximo posible para facilitar la entrada de dicha información.
III. PEDIMOS MÁXIMA CONCENTRACIÓN
8. Esto es un hecho que funciona así en todas partes, en todo el
cosmos. Si los elementos reunidos, tanto física como virtualmente, están unidos
en un pensamiento de amor, están atentos al mensaje, automáticamente se
incorporan nuevos valores de apreciación. Que algunos, o un buen porcentaje,
se validarán a un nivel inconsciente pero formarán parte del bagaje de
conocimientos del individuo. Y este, tarde o temprano va a recuperar dicha
información, transmutarla, en este caso asimilarla y asumirla, y comprenderla
sin apenas darse cuenta de ello.
XIX. LA NAVE ES CONSCIENCIA
47. Por supuesto que lo es, y cada vez lo será con mucha más
vibración.
XX. NECESITAMOS UN MUNDO DE FORMAS
48. Claro, así es, más allá de la tridimensionalidad. Y, ¿qué puede
existir más allá de la tridimensionalidad?, pues el microcosmos, el mundo
invisible, pero abierto a las mismas reglas que el mundo tridimensional, al
mundo de las formas.
49. Por lo tanto, en el mundo adimensional, todo y no habiendo nada
en absoluto, crearemos en realidad nuestro propio mundo a través de las
formas. Porque aún en nuestro estado vibratorio necesitamos un mundo de
formas para conformarnos en nuestro hábitat, visible e invisible.
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