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19. Primero, por supuesto, hallar la paz, la paz interior. Sin ella no es posible
darse cuenta exactamente del posicionamiento psicológico y mental dentro de
este mundo y de los multiversos. En los que evidentemente estamos todos
practicando, aprendiendo, asumiendo y transmutando.
XV. NO VAMOS A MORIR PORQUE NO MORIMOS NUNCA
20. Efectivamente, no vamos a morir porque no morimos nunca, en el sentido
de como lo entendemos aquí, en este mundo de manifestación.
21. Precisamente cuando se produce el don de la humanidad, el don de la
consciencia cósmica en el hombre, en este momento, el hombre ya no muere
jamás. Porque es. Porque es una chispa vibratoria que cual partícula se
extrapola por todos los universos y multiversos.
22. Aunque vale la pena recalcar que aquí en este mundo de manifestación, en
vuestra vibración concreta, habéis asumido un cuerpo perecedero. Pero eso es
transitorio porque el mismo podrá vivir eternamente en cuanto recupere el don
perdido, que en este caso son unas simples pero importantísimas capas del
ADN.
XVI. SERES DE LAS ESTRELLAS DEAMBULANDO POR ESTE MUNDO
LIMITADO
23. Claro, somos seres de las estrellas. Consciencia propia deambulando por
este mundo de manifestación, ex professo limitado por cuanto estamos
supeditados a un acto cognoscitivo constante para ir avanzando en este infinito
mundo de multiversos, en los que la razón impera únicamente cuando se acerca
a la humildad más absoluta.
XVII. NUESTRO CUERPO FÍSICO ES UN PARÉNTESIS EN LA ETERNIDAD
24. Podríamos decir que no somos inmortales, sino que el acto como tal de la
muerte no existe para nosotros. Nuestro cuerpo físico, en este caso el vuestro, es
un paréntesis en la eternidad, y en este paréntesis en la eternidad, por lo tanto
ficticio e ilusorio, sí que desaparece. Pero obviando ese paréntesis nuestro
conocimiento está en todas partes. Dentro, claro está, de nuestro nivel
vibracional.
XVIII. CONCEPTOS QUE NOS AYUDAN COMO MULETAS
25. Conceptos muy reflexionados, intelectualmente hablando. Muy válidos si
los mismos logran llegar a la sensibilidad suficiente como para embarcarse en
un mundo más abstracto, más imaginativo, más creativo. Y lo es, cuando se
abandona, entre comillas, la “intelectualidad” propia de unos conceptos que solo
sirven para ayudarnos, a modo de muletas, a intentar cultivar esa faceta
amorosa y espiritual. Que en todos es, digamos, una obligación cósmica el
procurarla.
26. Cuando llegues a este punto como digo, de imaginación, de abstracción, te
darás cuenta de que todo en este mundo de manifestación es nada. Por cuanto la
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