03.10.2012 Views

Artaud antonin - heliogabalo o el anarquista coronado

Artaud antonin - heliogabalo o el anarquista coronado

Artaud antonin - heliogabalo o el anarquista coronado

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Librodot H<strong>el</strong>iogábalo o <strong>el</strong> <strong>anarquista</strong> <strong>coronado</strong> Antonin <strong>Artaud</strong><br />

son hombre y mujer, y <strong>el</strong> dios-mujer recubre la efigie masculina d<strong>el</strong> dios que es igual a él; e<br />

Ishtar, nombre de origen masculino, termina por significar la luna, y la luna en <strong>el</strong> mismo punto<br />

d<strong>el</strong> espacio y d<strong>el</strong> tiempo, entorpecida por un falo y un kt<strong>el</strong>s, que hace <strong>el</strong> amor consigo misma, y<br />

desparrama su rocío de niños-, si lo reubicamos en <strong>el</strong> tiempo, ese pataleo alrededor de los<br />

principios no empaña su validez inicial d<strong>el</strong> mismo modo que las masturbaciones de un idiota<br />

onanista no empañan <strong>el</strong> principio de la reproducción.<br />

Si los pueblos terminaron por considerar a los dioses como seres verdaderamente<br />

separados, si se equivocaron acerca d<strong>el</strong> significado de esos dioses, debemos observar que cada<br />

pueblo, tomado individualmente, y en <strong>el</strong> mismo punto d<strong>el</strong> espacio y <strong>el</strong> tiempo, siempre trató de<br />

organizar jerárquicamente sus poderes, y que allí donde un femenino recubrió un masculino e<br />

inversamente, en la cabeza y <strong>el</strong> corazón d<strong>el</strong> pueblo que por encima de él desplegaba esos dioses<br />

contradictorios por esencia, <strong>el</strong> masculino era <strong>el</strong> masculino, y <strong>el</strong> femenino <strong>el</strong> femenino sin<br />

inversión nominal posible; quiero decir que inmediatamente, <strong>el</strong> mismo nombre nunca servía a<br />

dos formas, si a uno le interesa considerar esas formas como entidades verdaderamente<br />

separadas, sino que <strong>el</strong> mismo nombre a menudo era la contracción de dos formas, hechas,<br />

aparentemente, para devorarse entre sí; y la Siria de la época de H<strong>el</strong>iogábalo poseía hasta un<br />

punto supremo la noción de esa misteriosa fusibilidad.<br />

Aqu<strong>el</strong>lo que diferencia los paganos de nosotros, es que en <strong>el</strong> origen de todas sus<br />

creencias hay un terrible esfuerzo para no pensar como hombres, para conservar <strong>el</strong> contacto con<br />

toda la creación, es decir con la divinidad.<br />

Bien sé que <strong>el</strong> más ínfimo impulso de amor verdadero nos acerca mucho más a Dios que<br />

toda la ciencia que podamos poseer de la creación y sus grados.<br />

Pero <strong>el</strong> Amor que es una fuerza no funciona sin voluntad. No se ama sin la voluntad, la<br />

cual pasa por la conciencia, es la conciencia de la separación consentida la que nos lleva a la<br />

separación de las cosas, la que nos conduce a la unidad de Dios. El amor se gana primero por la<br />

conciencia, y luego por la fuerza d<strong>el</strong> amor.<br />

No obstante, hay varias estancias en la casa de mi padre. Y aqu<strong>el</strong> que arrojado a la tierra<br />

con la conciencia d<strong>el</strong> idiota, después de sabrá Dios qué hazañas y qué faltas en otros estados u<br />

otros mundos que valieron su idiotez; pero exactamente con la conciencia necesaria para amar, y<br />

amar en un soltarse sin palabras, en un maravilloso impulso espontáneo; aqu<strong>el</strong> a quien se le<br />

escapa todo lo que es <strong>el</strong> mundo, que no conoce d<strong>el</strong> amor sino la llama, la llama sin la irradiación<br />

y la multitud d<strong>el</strong> hogar, tendrá menos que aqu<strong>el</strong> otro cuyo cerebro alcanza la creación entera, y<br />

para quien <strong>el</strong> amor es un minucioso y horrible desprendimiento.<br />

Pero –y es la eterna historia d<strong>el</strong> dedal- tendrá todo lo que puede absorber. Gozará de una<br />

f<strong>el</strong>icidad cerrada, pero que, cubriendo toda su medida, le dará también a él la sensación de la<br />

inmensidad.<br />

Hasta <strong>el</strong> día en que ese pobre de espíritu será barrido como las otras cosas. Le quitarán su<br />

inmensidad. Nos juzgarán a todos, grandes y pequeños, después de nuestro paraíso de d<strong>el</strong>icias,<br />

después de la f<strong>el</strong>icidad que no es todo, quiero decir que no es <strong>el</strong> Gran Todo, es decir nada. Nos<br />

confundirán, nos fusionarán hasta <strong>el</strong> Uno, Uno Solo, <strong>el</strong> gran Uno cósmico, que pronto será<br />

reemplazado por <strong>el</strong> Cero infinito de Dios.<br />

Dicho lo cual, vu<strong>el</strong>vo a los nombres contradictorios de los dioses. Y a esos dioses los<br />

llamo nombres; no los llamo dioses. Digo que esos nombres formaban fuerzas, maneras de ser,<br />

modalidades de la gran potencia de ser que se diversifica en principios, esencias, sustancias,<br />

<strong>el</strong>ementos. Las r<strong>el</strong>igiones antiguas desde sus orígenes quisieron echar una mirada sobre <strong>el</strong> Gran<br />

Todo. No separaron <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o d<strong>el</strong> hombre, <strong>el</strong> hombre de la creación entera, desde la génesis de los<br />

<strong>el</strong>ementos. Y puede decirse incluso que en sus orígenes no se engañaron respecto de la creación.<br />

El catolicismo cerró la puerta, como <strong>el</strong> budismo la había cerrado antes. Voluntariamente<br />

y a sabiendas cerraron la puerta, diciéndonos que no necesitábamos saber.<br />

21<br />

Librodot<br />

21

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!