estructura de vida de la mujer adulta joven que labora en la ...

que estaba en mi Batallón, Mm. entre tanto hombre, el siempre estuvo en el área,
cuando el ascendió a Sargento me tocó entregarle la tarjeta entonces me di cuenta cual
era el famoso Gonzo superhéroe que venía de Urabá entonces eh pausa, si lo conocí me
pareció un chico tímido me pareció un poquito tímido, demasiado eh entonces eh, bueno
lo conocí, yo no me acuerdo como comenzó, ah, porque yo me quedaba mirándolo, yo lo
miraba haber que tanto era lo que alardeaban, y pues yo lo veo como un soldado más y
eh no se me gustaba la forma de mandar de él que el cogía la tropa y la mandaba, de un
solo grito todos corrían yo todos formaban y se veía muy bonito eso o sea me gustaba
mucho eso. Después me di cuenta que cuando yo lo miraba a él que yo me quedaba era
mirando como esa parte militar, de milicia tan bonita, tan rica, el se ponía rojo, se
ponía a temblar, si estaba almorzando dejaba botada la comida y él se iba. El dejaba la
comida botada y el se iba pero ¿qué pasó acá? yo nunca había visto eso yo jamás había
visto un hombre que temblara al verme pues de esa forma. Una vez tenía un pantalón
blanco y regó todos los fríjoles había fríjoles. Y de los nervios regó los fríjoles ah no, no
ese hombre era torpe, torpe era timidísimo y a mí me gustaba jugar y yo jugaba, lo
miraba, lo achantaba, que fuera torpe, una vez me le senté en la misma mesa de él,
permiso me siento, no ese hombre peor si de lejos se ponía nervioso pues de cerquita
ese hombre no botó todo salió corriendo no almorzó no terrible pobrecito, y bueno
después el iba y un día asomó la cabeza como a mi oficina, se fue y yo de mala lo grité
yo mi Sargento en mis tiempos se saludaba, mi Sargento y el se devolvió rojito, rojito
todo hola, así todo tímido entonces me empezó a gustar pero como a manera de juego, y
si comenzamos a salir, que vamos a tomarnos una gaseosa y todavía temblaba terrible.
Igual los militares tiene para al quitarse el uniforme y vestirse ellos no sirven para
comprar ropa, para nada, la primera noche que me dijo vamos a Melgar a tomarnos algo