Descarga Manual del Curso (PDF) - Acción Juvenil

“Introducción a la JODCA”
discurso donde se les invite a conjuntar voluntades y eliminar
todo prejuicio para que la acción convenza a la razón.
RECOMENDACIONES
Regla de Oro: Hablar únicamente sobre los temas que se dominan.
Determinar el propósito del discurso: convencer, informar, mover a la acción o
entretener.
Analizar puntualmente las características del auditorio.
Abordar el interés común en los oyentes.
Pocas ideas, muchos detalles.
Coherencia y dirección en las ideas, no olvidar relacionar el exordio.
Aislar los argumentos rotundos, agrupar los débiles.
Optar por la imagen, no por los datos numéricos.
Ejemplificar, esto relaja la mente del público.
Si el discurso es memorizado, dejar espacios para el desarrollo de ideas donde fluya
la emoción.
Preferir el lenguaje común al rebuscado.
Desarrollar el mensaje relacionándolo con:
Desarrollo
o Causas, efectos, pasado, presente, futuro, quién, cuándo, dónde, cómo, por qué,
para qué,...
Es necesario que abordes el tema a partir de lo establecido en la introducción y plantear el
tema con cierto orden, puede ser de las siguientes formas:
De lo general a lo particular
De lo particular a lo general
Cronológico
Análisis lógico causa-efecto
Es importante ordenar lógicamente las ideas, definiendo no más de dos ideas centrales;
estas serán las tesis de tu discurso.
FINAL Ó CONCLUSIÓN
El final de un discurso, al igual que el inicio, tiene gran importancia en su estructura. Es más,
la exposición se juzga empezando por la manera en que se termina. Las últimas palabras
pronunciadas, generalmente, son las que por mayor tiempo perduran en la memoria de las
personas.
La mejor forma de evaluar el cierre de una pieza oratoria es, no únicamente por la intensidad
de los aplausos, sino –antes bien- por la premura con la que sean arrebatados. El excelente
inicio y desarrollo del discurso puede derrumbarse con un pésimo final; por consiguiente, para
garantizar el éxito, es necesaria la memorización de esta parte de la pieza oratoria, de la
misma manera que el exordio.
Es recomendable anticipar sutilmente al auditorio el momento en que se pronunciará el final
e, igualmente, dar lugar a una pausa y a una variación de la velocidad al empezar
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