Descarga Manual del Curso (PDF) - Acción Juvenil

“Introducción a la JODCA”
"Este concepto antropológico se basa en la tradición del
pensamiento judeo-cristiano, los conocimientos del humanismo
y la ilustración, así como en la ética social de la Iglesias
cristianas. Es la visión del hombre como criatura de Dios,
equipado con una dignidad intangible imperfecto y limitado en
sus posibilidades, finito y capaz de cargar culpas morales, pero
al mismo tiempo con vocación y capacidad para construir el
mundo sobre la base de la responsabilidad ética. Ello
configura precisamente la esencia de la pro gramática
demócrata cristiana
Josef Thesing.
En segundo lugar, postulamos el primado de las normas éticas en la acción política. La
política no debe ser entendida como un simple arte de conveniencias ajena a la moral.
Frente a esto cabe reflexionar y señalar que el imperativo de ser realista constituye un
gran desafío para todo político, pero para un democratacristiano su límite está en la
subordinación a las normas morales que rigen la conducta del hombre en sociedad.
En tercer término, creemos en la dignidad de la persona humana. El hombre es una
persona, "es lo más noble y lo más perfecto en toda la naturaleza", ser racional y libre,
sujeto de derechos inalienables que se inserta en un orden social que debe permitir el
desarrollo pleno de su personalidad.
Para permitir este desarrollo cabal de la persona, el orden social debe asegurar normas
de justicia que beneficien al conjunto de la población, normas que primen por sobre los
intereses individuales de cada miembro de la sociedad. Esto es lo que denominamos
primacía del bien común.
Por otra parte, sostenemos que la familia es el núcleo central de la sociedad que
aspiramos. Postulamos que es en ella donde es posible vivir los mejores valores de la
relación humana y que ésta debe ser apoyada en todas sus potencialidades.
Además de los anteriores, el principio de la subsidiariedad es uno de los característicos
basamentos cristianos. Concebimos el Estado como una parte de la sociedad política, que
actúa cuando los hombres y sus entes intermedios no pueden asumir una tarea o función.
Pero no se trata de cualquier subsidiariedad; esta requiere del elemento solidaridad que
es fundamental, pues en caso contrario, existe el peligro de aprovechar el principio para
utilizarlo en una línea neo - liberal o individualista.
De aquí se extrae nuestra vocación desconcentradora, descentralizadora y participativa;
queremos que las comunidades y las personas resuelvan sus problemas, porque los
conocen mejor, y a falta de estas, que actúe el Estado, pero con esquemas y estilos que
lo acerquen efectivamente a la gente.
Otro concepto clave es la idea de la perfectibilidad de la sociedad política. El hombre está
dotado de energías suficientes para decidir su propio destino, para transformar la realidad.
Si bien es cierto que se debe reconocer la importancia de variables naturales,
geográficas, económicas y culturales en la evolución de la sociedad, no creemos en la
llamada "fatalidad del destino". Por eso, pensamos que podemos transformar la sociedad
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