Descarga Manual del Curso (PDF) - Acción Juvenil

“Introducción a la JODCA”
LECTURAS DE APOYO
LAS PALABRAS QUE HAN CAMBIADO LA HISTORIA
“TENGO UN SUEÑO...”
Martín Luther King ante la manifestación más concurrida de la historia de los Estados
Unidos en aquélla época.
Washington, 23 de agosto de 1963
CONTEXTO
Hijo y nieto de predicadores bautistas, Martín Luther King ingresó a principios de los años
cincuenta en un seminario donde profundizó en los métodos de protesta pacífica formulados
por Gandhi en la India. En 1959 viajó a la India donde mantuvo intensas reuniones con los
seguidores del líder espiritual indio. En ese viaje comprendió que la resistencia pacífica era la
principal arma con la que contaban los defensores de los derechos de las minorías.
Cuando a principios de los años sesenta King se convirtió en el líder de los derechos civiles
de la minoría negra norteamericana sus seguidores habían comenzado a aplicar sus tácticas
de no violencia. Los resultados sin embargo parecían no llegar. King, gran orador, les
convencía con sus palabras de que siguieran la lucha pacífica. Cuando en 1963 pronunció
este discurso, el más elocuente y famoso de cuantos articulara, King había pronunciado ya
más de doscientos discursos en diferentes lugares de Estados Unidos como presidente del
movimiento negro contra la segregación racial. Como orador, King tenía la habilidad de
dirigirse a los fieles de una iglesia, a los líderes políticos, a las audiencias masivas o a la
audiencia más ilustrada.
En el Lincoln Memorial de Washington se congregaron más de doscientas cincuenta mil
personas, una cuarta parte de ellos blancos, reunidos en aquel lugar para presionar al
congreso a favor de la igualdad. Era la manifestación más concurrida de la historia de
Estados Unidos.
En las gradas del Lincoln Memorial, King extrajo las cuartillas donde tenia redactado su
discurso y comenzó a leer con voz segura y patriarcal. A medida que el discurso avanzaba,
dejó de leer y continuó el discurso de memoria con un tono profético y muy convincente. En él
mezcló los pasajes bíblicos con referencias a la Constitución americana, el himno nacional y
pasajes de las tragedias de Shakespeare.
Aquel discurso, retransmitido por televisión, supuso un gran avance para la lucha por los
derechos civiles. Al poco tiempo de pronunciar este histórico discurso, con treinta y nueve
años, King, el padre de la no violencia y la defensa de los derechos civiles, fue asesinado.
“Estoy feliz de reunirme con ustedes en un acontecimiento que la historia recordará como la
demostración más grande de libertad en la historia de nuestra nación.
Hace cien años, un gran americano, a cuya sombra hoy nos colocamos firmó la Proclama de
la Emancipación. Este importante decreto se convirtió en un luminoso faro de esperanza para
millones de esclavos negros que habían ardido en las llamas de la abrasadora injusticia. Fue
como un alegre amanecer al final de una larga noche de cautiverio.
Pero cien años más tarde, el negro no es libre todavía. Cien años después, la vida del negro
está todavía tristemente paralizada por las esposas de la segregación y las
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