Untitled

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tengo el gusto de ofrecer á V. una co
pia, que es sacada de un croquis que
por fortuna se ha salvado entre tantas
pérdidas.
Si V. es poeta, y se siente inspirado,
podrá cantar una lamentacion , á imi
tacion de Jeremías junto á las ruinas
de Jerusalen. Y mientras V. se quita
el sudor debajo el entoldado que forma
esa pena para precaverse del aire, le
contaré lo que fué lo que ahora es un
monton de ruinas.
Doy por sentado que Y. no ignora,
que en estaMontana se ha profesado la
vida eremítica sin interrupcion desde el
siglo vn hasta el primercuarto del actual
inctusive, si bien bajo diversas formas.
Que desde el siglo xvx hasta el actual
habia adquirido una forma regular tan
marcada, y una fisonomía tan divina,
que era la admiracion de cuantos visi
taban este desierto.
Que los que vivian en estos edificios,
hoy ruinas, eran verdaderos Monjes
benedictinos no sacerdotes, profesos y
obligados, á mas de los tres votos solem
nes, con el cuarto de no salirjamás de la