Untitled

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do á la divina gracia, se lindan gran
des delante de Dios, aunque insignifi
cantes delante de aquellos hombres que
no saben apreciar las cosas, porque no
las comprenden.
Sencillos por conviecion , y por estar
fuera del imperio de las pasiones, en
los ratos de recreacion se divertian con
los pajarillos, que criados en el bosque
y hasta en las paredes de las ermitas,
con su instinto llegaban á comprender
que los PP. ermitanos no les eran enemi
gos, sino sus grandes bienhechores, y
de aquí que entrasen en las ermitas, se
familiarizasen con los Padres, se hicie
ran sus domésticos y sus comensales,
y les pagasen el tributo de su reconoci
miento con sus armoniosos conciertos y
sus festivos gestos.
A esto aluden aquellos tan sabidos
versos:
Los aucellets graciosos
Viuhen allí seas susto ni cuydado,
Puig veurás que amorosos
Se posan sobre P musele ab desenfado;
Y á excusas ti' un pin-yó quels provoca,
Mil vollas ab lo beeh besan la boca.