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reses 4 vuestro carino y cuidado... Y un
Alleluia y un Gloria in excelsis Deo, re
petido por miles y miles de ángeles, re
sonó en esta Cueva, y todos se proster
naron á los piés de Jesus, dándole ado
racion , honor y gloria; y levantándose
cantaron á Maria : Tú eres la gloria
de Jerusalen , á Virgen Jerosolimitana,
la alegría de Cataluna: tú el bálsamo
que ~mi todas sus llagas, y el tesoro
que remediará todas sus necesidades.
Pero no comprendió todas las palabras
ni todo el misterio el Obispo.
Y vió que Maria accedia á los deseos
de los ángeles, que extendia su manto,
y cobijaba debajo de él á los cata
lanes, y con la sonrisa en los labios di
jo : Todos sois mis hijos: amadme,y se
réis mispredilectos.., mas no seréis úni
cos: aquí me honrarán y me llamarán
bienaventurada todas las naciones y to
das las generaciones, y ellas os envidia
ránpor haberos asíprivilegiado.
El Obispo y su comitiva estaban con
templando atónitos y gozando anticipa
damente de las delicias del cielo, y el
buen prelado no se atrevia á llegarse