Untitled

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V. la iniciativa, tengo una especial com
placencia en secundar sus deseos. Átii-
mo, pues, caballero, y antes de un cuar
to de hora estamos á los piés de ese
GIGANTE que tenemos ahí al mediodía, y
se los besarémos sin degradarnos.
Vamos andando, caballero : dejemos
la ermita esta de Santa Ana á la izquier
da : vadearémos sin puente ni barca, y
sin necesidad de quitarnos el calzado, el
torrente este y seguirémos este cami
no que va hácia al mediodía, y que,
sea dicho aquí entre nosotros, no es tan
malo como lo han pintado: no es ver
dad, caballero ?
V. Efectivamente, es mas que bue
no, comparado con aquel de la bajada
de San Salvador, en que me ví preci
sado á que mis pantalones besasen la
tierra : ? se acuerda V., mi buen amigo,
que me faltaron las piernas, y di con
mis asentaderas en el suelo? Pero me
atrevo á suplicar á V., que guarde en
el seno de la amistad este incidente, por
que sentina que misenorase riese de mí.
A. Nada, como si ni tal cosa, caba
llero.
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