Untitled

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iere de ese peso, atinque insignificante,
y tomemos un bocadito. ?Qué le parece
á V., mi buen amigo?
A. No tengo derecho á ser consul
tado, caballero ; V. está en el suyo,
disponiendo lo que estime mas á pro
pósito.
Aunque en este país hay el refran
Petit feix ab llarck cana creix, suplico
á V. que no consulte mas que sus nece
sidades.
V. Graciasranligo ; pero ?y agua?
A. No falta aquí, y muy buena, cla
ra y fresca; pero la fuente está mas
allá, casi á un tiro de escopeta, de la
capilla : mas no hay que apurarse por
esto, porque la casera de Santa Ce
cilia es mujer de bien á carta cabal, y
la distinguen unas maneras que resaltan
tanto mas cuanto es mayor su pobreza.
Estoy seguro, que se tendrá, por hon
rada con la presencia de V., y que V.
-quedará prendado de sus obsequios.
V. Entremos...
A. Deo gracias!! Vamos entrando...
N., mire le traigo un caballero, que
.desea descansar un rato, y luego ver la