Untitled

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esa pena que veo frente de nosotros.
A. Sí, senor ; y allá irémos luego
que V. haya descansado.
Y. Está muy bien; y entretanto que
amparados por este paredon nos res
guardamos del aire, podrá y. contarme
la historia de los PP. ermitanos.
'
A. Con mucho gusto, caballero.
Tendrá V. presente que le dije en
Santa Ana, que estos santos varones
eran verdaderos monjes benedictinos,
(si bien por estatutos particulares les es
taba prohibido ascender al sacerdocio),
y que cumplian su ano de noviciado co
mo los demás monjes en el Monasterio.
En él se les instruiapara la vida eremí
tica, siendo entonces cenobitas, confor
me â la Regla de san Benito.
Pasaban unos cuantos anos instru
yéndose en la vida eremítica, y se de
dicaban á la oracion y al servicio de
la enfermería y otros semejantes; y
cuando habia algunavacante, y el Abad
los juzgaba aptos y dignos de ser en
viados al yermo, los despedia , y sena
laba ermita.
Colocado en ella el nuevo ermitano,