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sus placeres allá en las playas del Áfri
ca!!! Sin duda se equivoca V., amigo, y
perdóneme la advertencia.
A. Agradezco su admiracion , caba
llero; pero si V. me lo permite, acaba
ré de referirle lo que he empezado.
V. Sientohaberlointerrumpido á V.,
amigo: siga V.
A. Pues bien : en aquellos anos un
ex-General de la órden de san Benito, y
abad que habla sido de Montserrat , al
concluir .sus honoríficos cargos, impe
lido por su fervor monástico, y no bas
tándole las penalidades y oracion de la
vida cenobítica, anhelaba su espíritu
respirar una atmósfera mas elevada,
cual era la vida eremítica : y para esto
fijó los ojos en el hueco de esa pena.
Un hermano carnal de este varon
santo ( que era Virrey ó Capitan ge
neral de Cataluna) se hallaba á la sazon
en Barcelona : y al saber la determina
-cion de su hermano, quiso complacerlo,
mandándole para la fábrica de esa er
mita una brigada de moros prisioneros.
V. Comprendo, mi querido : ya: así
se ajustan muy bien las cuentas y no