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V. Calle V. por Dios. ?Cansarme yo
de narraciones tan interesantes ? Siga
V., mi buen amigo, y solo cuando V. se
fatigue, podrá hacer punto redondo'.
A. Pues entonces seguiré con erper
misude V.
Los pastorcillos hicieron lo que era
natural ; contaron al dueno de sus reba
nos ( que dicen era el llamado Caballer
de lo que hoy es Monistrol , y que hasta
el presente siglo ha guardado las escu
dillas en qu'e comian tan afortunados
pastorcillos ) lo que les llamaba la aten
cion ; el dueno procuró que llegase oi-dos
del Obispo que era ó vivia en Man
resa ( pues estas cuestiones se reservan
para los sabios ) , y el Obispo deseando
proceder con aplomo, quiso personal
mente cerciorarse de lo que se le con
taba.
Vino -pues ; se colocó en lugar desde,
donde pudiese distinguir lo verdadero
de lo falso, lo real de lo imaginario, y
habiendo visto por sus propios ojos y
oido con sus propias orejas el sábado in
mediato lo mismo que le habian chonta
do los pastores, se convenció de que el.