Untitled

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Los fieles pedían noticias por todas
partes ; mas todos se hallaban en idén
ticas circunstancias : y faltándoles los
medios humanos, acudian al cielo con
continuas plegarias.
El cielo, que al parecer habla sido de
bronce por muchos anos, se compade
ció por fin de tantas lágrimas, y si
bien no entraba ya en los planes de la
divina Providencia el que Barcelona
poseyese de nuevo á la Jerosolimitana,
hizo sin embargo que los catalanes
recibiesen de nuevo el consuelo de po
derla adorar.
No quiso Maria , la madre de Dios,
tener ya mas su trono en Barcelona,
porque las circunstancias ya no eran
las de la época de san Pedro, y podría
se haber pensado que el regalo ó el tes
timonio de su amor lo habla concretado
la Madre de Dios únicamente á los bar
celoneses, y de aquí el que quisiese
fijarlo en punto , que por ser nacional,
pudiese ser de todos ó universal.
Llegado el ano de 880, y trascurridos
162 de su ocultacion , Maria dispuso co
mo consolar á sus devotos, y manifestar