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de las avecillas cantaban sus loores á
Dios, y las venturas desu vocacion!
A. Soy un barbilampino, caballero,
y por lo mismo no alcancé tales hom
bres; pero por lo que he oido contar á
los que los han conocido, puedo asegu
rar áV.que 6 toda es unaficcion, é vivian
mucho mas felices que los del mundo.
Por mí puedo asegurar á V., que su
modo de vivir me parece que por nece
sidad habia de traerlos muy tranquilos
y contentos.
Y. ?Sabe V. algo, mi buen amigo,
del método de vida que llevaban esos
ermitanos?
A.- Si, senor; y si V. no lo recibe á
molestia, se lo contaré andando.
Y. ?Molestia ? qué disparate ! me
dará V. un buen rato. Pero veo aquí
una llanura, y creo que será muy del
caso sentarnos un ratito.
A. No laarémos tal, caballero : este
llano tiene el nombre de Pul DELS ES
CORSONS , que es lo mismo que llano de
las viboras , por cuanto aquí en los si
glos pasados hubo de estos bichos; y
así suplico á V. que se anime á andar