Untitled

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Estamos ya al pié, de la ermita de
Santiago.
Deseo que V. note aquí esos varios
caminos. Este que viene de la iz
quierda é inclinándose al oriente, y
que, como V. vé , sigue la falda de este
collado hácia al norte, es el de herra
dura, que tiene del Monasterio por San
Miguel , y pasando por entre esa mole
gigante empinado con ademan de espe
rar impávido que se desplomen las de
ahí arriba, é que al parecer está medi
tando como escalar esas fortalezas, lla
mado TRENCA-BARRALS por los naturales
del pais , va á salir al torrente mas arri
ba de Santa Ana, y empalma con el que
hemos llevado para ir al Tabor.
Y este es el que debe V. seguir mana
na, cuando acompane á su senora es
posa é hijas montadas en burros los
mas juiciosos que V. haya visto ja
más.
A uno y otro lado de esta pena hay
tambien sus caminos : el de la derecha,
que sube recto como ella, la cual á la iz
quierda le sirve de baranda é pasamano
y la otra pena le sirve de lo mismo á la