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vé V. ahí abajo en esa pena unas pa
redes? Pues son el punto avanzado que
tenian aquella canalla, que corno V.
puede comprender, por su posicion to
pográfica les servia para tener siempre
en él vigías, y así estar en disposicion
de salir ó retirar, de levantar el puente
ó dejarlo caer etc.
Y bajaban allá, por entre esas penas.
Se conserva ese punto como muy in
teresante para la historia de Cataluna,
y sobre todo de esta ermita.
Pero si no fuese abusar de la pacien
cia de V., caballero, le contarla ahora
y sobre esto iiiismo otra anecdotilla cu
riosa.
V. ! Abusar V. de mi paciencia! No
diga V. tal, mibuen amigo: si me in
teresa sobremanera cuanto V. me rela
ta. Siga V., querido.
A,. Ya que V. es tan amable, digo :
que el vul,qo ha dado en llamar esa
miranda la ERMITA. DEL DIABLO, dando
por sentado que en ella fingia tener su
vivienda en el siglo ix, cuando tomando
el mentido hábito de penitente, se fa
miliarizó corx el pobre JuAn. GARIN, (que