Edición a careo dc Jordi Amat Fusté, Blanca Bravo y Ana Díw-Plaja ...
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teñido por la nostalgia de un futuro que el estallido de la guerra<br />
convirtió en imposible. Es un texto escrito en clave generacional,<br />
pensando en aquel grupo de intelectuales que a principios de los<br />
años 30 se reunía en la sala Cervantes de la Biblioteca de Cata-<br />
lunya (entonces ubicada en la calle del Bisbe): Xavier de Salas,<br />
Carlos Clavería, Pere Grases, Juan Ramón Masoliver, Miquel<br />
BatUori, etc. L;i suya, dice, no fue una generaci6n afortunada,<br />
muy al contrario tuvo una instalación "patética" en la historia de<br />
Espaiia. Demasiado joven en 1936 para haberse desarrollado ya<br />
adecuadamente, de pronto, en 1939, se verá demasiado vieja<br />
para hacerlo, limitándose, en el interior, a sobrevivir, sin brújula<br />
y sin maestros. Ajena, hasta donde era posible, a la relamida li-<br />
teratura escurialense que se in~puso. En cuanto a los que se<br />
fueron (Pere Grases, por ejemplo), la vida les exigió, delibera-<br />
damente, empezar de nuevo.<br />
Es curioso, aunque nada sorprendente, observar cómo va-<br />
rían y evolucionan los afectos entre GDP y sus corresponsales.<br />
Así la furiosa carta de Pedro Lain, del 45, queda olvidada ya en<br />
el 52, restableciéndose la relación cordial entre ambos autores.<br />
Por el contrario, es de suponer que GDP no hubiera podido<br />
evitar el sobresalto de conocer las duras palabras que le dirige<br />
Max Aub en sus diarios -Diarios (1939-1972)-, porque la car-<br />
ta del novelista hispano francés, seleccionada por los editores,<br />
y fechada en 1965, no las sugiere en absoluto. En este sentido,<br />
la lectura de toda correspoiidencia es un ejercicio perturbador<br />
que pone a prueba la consistencia, o no, de las relaciones hu-<br />
manas a la luz de los hechos y las trayectorias sucesivas.<br />
Hay, en fin, cartas conmovedoras como la que le dirige<br />
Agusti Esclasans desde la cárcel Modelo de Barcelona, en agos-<br />
to de 1940. A pesar de la absurda situación en la que se<br />
encuentra el escritor y convencido creyente, acusado, sin em-<br />
bargo, de "poeta rojo-separatista" y habiéndose prohibido toda