Heroes del Minimomundo_Manuel Jose Sierra Hernandez

segundos más tarde, una niña de piel morena y rasgos hindúes, y vestida con un sari, entró en el
compartimento a toda prisa.
- ¿Se puede?- Preguntó con timidez. Todos, excepto Esteban que miraba para otro lado,
afirmaron con la cabeza.
La recién llegada subió sus maletas a la parte de arriba, y se sentó en el único sitio que
quedaba. En ese instante, la puerta se abrió de nuevo, era el revisor que únicamente mirando una
pantalla que tenía en la mano dijo:
- Esteban García, Giancarlo Ruffini, Alan Sillitoe, Rafael Aguirre, Oliver Rousseau, Sandra
Guinand, Midori Kusanagi y Kareena Kapoor. Compartimento ciento veintiocho. Les corresponde el
dormitorio 31-A en el edificio Bach.
Dicho esto, de una ranura en la parte baja de la pantalla sacó ocho tarjetas que pasó a Kareena,
la última en llegar. Cuando el revisor se marchó, Kareena les fue dando a cada uno la que les
correspondía. Lo hizo sin levantarse de su puesto, arrojándoselas a cada cual con una precisión digna
de elogio. Incluso pareciera que las tarjetas se deslizaran en el aire. De este modo, el grupo del
dormitorio 31-A en el edificio Bach quedó delimitado. Todos sonrieron, ya que llegaban a un nuevo
mundo, al menos en éste no se encontrarían solos. Pronto la sala se sumió en un mar de
conversaciones y risas en el que participaban todos a excepción de Esteban que seguía mirando fuera,
la recién llegada Kareena que se trataba de una muchacha un poco tímida, y por una vez de Oliver que
había decidido aprovechar el tiempo preguntando al libro:
14. ¿Cuál es la historia de la nanomateria?
La nanotecnología surgió como idea a mediados del siglo XX. Dicha tecnología se basaba en
partículas muy pequeñas, del tamaño del orden de los átomos y moléculas, a partir de las cuales,
mediante el uso de millones de las mismas, se podrían producir efectos en el mundo macroscópico
donde los seres humanos habitaban.
No obstante, hasta el 2016 la nanotecnología sólo evolucionó como teoría, no
desarrollándose apenas nada en el campo práctico. En ese año, en los laboratorios de la empresa
sueca “Minimal Technology Corporation”, por casualidad, intentando desarrollar un nuevo tipo de
ordenador más rápido y potente, se dio lugar al mayor descubrimiento de todos los tiempos. En una
de las pruebas, se descubrió una clase de partículas de composición no definida las cuales podían
relacionarse entre ellas dando lugar a los efectos que la nanotecnología siempre había soñado. A este
tipo de partículas se le llamó nanomateria. Los científicos de todo el mundo se hicieron eco de este
hecho, y enseguida acordaron que se hallaban ante la “tecnología definitiva”, capaz de solucionar
todos los problemas del mundo: el cambio climático, los desastres naturales, la guerras, el hambre,…
Roger Blixen, director de los laboratorios de la empresa “Minimal Technology Corporation”, recibió
por ello el premio Nobel en el 2017.
Sin embargo, durante los quince años siguientes nada se avanzó en el tema de la
nanomateria. Ésta, a pesar de las cualidades que se le conferían, resultó ser muy inestable, y ningún
ingeniero y científico en el mundo pudo ser capaz de controlarla.
Hasta el año 2031, cuando la sede central de la empresa de Roger Blixen explotó en extrañas
circunstancias en su localización en el pequeño barrio de Helgist. Con este hecho la nanomateria se
expandió por todo el planeta, los científicos previeron consecuencias desastrosas debido a esta
circunstancia, pero en cambio sucedió lo inesperado: si ellos no habían logrado controlar la
nanomateria, a lo largo y ancho de la Tierra surgieron personas que con su solo pensamiento eran
capaces de hacerlo. A estas personas se les llamó “sintonizadoras”.
Por todo ello, los gobiernos de todo el planeta concordaron en el año 2033 la fundación de la
Academia Blixen, en recuerdo de Roger Blixen fallecido en la citada explosión. Dicha Academia
entró en funcionamiento cinco años más tarde, en el 2038, y su función consiste desde entonces en
educar y en formar a todas aquellas personas cuyas capacidades les hacen entrar en sintonía con la
nanomateria.
Oliver cerró el libro y observó a las personas que se encontraban a su alrededor. Por eso ellos estaban
allí, porque eran capaces de entrar en sintonía con la nanomateria. Dicho de otro modo, estaban allí
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