Ejemplar nº 14 - Museo Escolar de Pusol
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En La Torreta<br />
El Setiet<br />
C E N TR O D E C U LTU R A TR A D IC IO N A L<br />
En el Instituto todo iba a ser diferente, no se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que fuese mejor<br />
o peor, simplemente diferente.<br />
La noticia había salido en prensa. Las televisiones locales también habían<br />
emitido imágenes. En un programa <strong>de</strong> sobremesa, María y yo habíamos comentado<br />
los pormenores <strong>de</strong> este proyecto.<br />
Las llamadas <strong>de</strong> gente interesada en asistir a la siguiente representación<br />
habían sido numerosas, por eso <strong>de</strong>cidimos ampliar a dos el número <strong>de</strong> representaciones<br />
en el salón <strong>de</strong> actos; las previsiones eran muy buenas.<br />
Evi<strong>de</strong>ntemente, la exposición que se montó en el <strong>Museo</strong> no podía trasladarse<br />
por completo a La Torreta, así que se eligió una pequeña muestra <strong>de</strong><br />
cuatro vitrinas muy representativas. Las instalamos en el hall <strong>de</strong> la torre. Así<br />
acercábamos la exposición al alumnado, incluso la veían esperando la cola <strong>de</strong><br />
las fotocopias.<br />
Otra vez comienza la cuenta atrás.<br />
Sin saber cómo quedaría todo esta vez, pues el ensayo fue caótico, comenzó<br />
un nuevo viaje. El director <strong>de</strong> La Torreta nos <strong>de</strong>dicó unas palabras, con<br />
el tono elegante que le caracteriza.<br />
Sonó la música y accionamos la máquina <strong>de</strong> humo, que hizo más real la<br />
imagen estática <strong>de</strong> la locomotora. ¡Estábamos en marcha!<br />
El salón estaba lleno, muchos profesores, gente <strong>de</strong> la tercera edad, nuestros<br />
alumnos, sus familias y amigos, se notaba su calor y su cariño. Todo pasó muy<br />
rápido. En el que sería el último trayecto <strong>de</strong> nuestro viejo tren, volvimos a llenar.<br />
Cuando todos los mo<strong>de</strong>los subieron al escenario al final <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sfile, los<br />
aplausos no paraban, también ellos aplaudían al público que les había arropado.<br />
Subí al escenario ¡Apenas si conseguí no emocionarme!<br />
Quise que mi Familia Profesional estuviera conmigo arriba. Les di las gracias<br />
a todos ellos, en general a los que han hecho posible este sueño y en especial<br />
a tres profesores, ahora ya jefes <strong>de</strong> estación, que sin ser <strong>de</strong> Imagen Personal se<br />
han implicado tanto como si lo fueran: Antonio Ró<strong>de</strong>nas, Antonio Montesinos<br />
y Pedro Soriano.<br />
Quisimos que subiera María, nuestra conserje, el ramo <strong>de</strong> flores es para<br />
ella. ¡Se lo merece!<br />
Pedro nos hizo llegar, <strong>de</strong> manera especial, la felicitación <strong>de</strong>l Consejo <strong>Escolar</strong><br />
<strong>de</strong> La Torreta y cerró, como lo hace un buen jefe, su particular estación.