El Avisador Malagueño REVISTA HISTÓRICO-CULTURAL ONLINE

HISTORIAS M AL AGUEÑAS
CAFÉ DE CHINITAS
UN CAFÉ CON MUCHA HISTORIA
Sin duda, el nombre del popular “Café de Chinitas” nos suena
a todos.
Según se dice, fue el propio don Antonio María Álvarez
quien ordenó la construcción de un pequeño teatrillo, al que
él le daría un uso muy particular y exclusivo, es decir en ese
lugar, él celebraría sus fiestas con amigos exclusivos y así ganarse
sus favores. Para ello eligió uno de los locales de planta
baja, discreto y de fácil acceso, un lugar muy discreto que disimulara
las entradas y salidas de amigos y señoritas de dudosa
moral. Lo recóndito de este establecimiento se debía a que en
Málaga ya existían algunos cafés cantantes que prácticamente,
cada noche, protagonizaban escándalos nocturnos, hasta el
punto de hacer intervenir en muchas ocasiones a las autoridades.
Don Antonio María, deseaba que él y sus amistades pasasen
desapercibidos, de ahí el celo tomado para que este lugar
no estuviera muy a la vista. Según podemos leer:
Esto puede explicar la atípica situación de un local, primero
de los de su género que se constata en la arquitectura
doméstica de aquellos decenios, simulando su interior desde
la calle por unos huecos enrejados que parecían iluminar
alcobas y espacios familiares, cuando en realidad aireaban
la atmósfera cargada de un cafetín.
Por el interior y a través de un ojo de patio en el que la
vecindad ponía a orear su ropa entraba cenitalmente la luz
del día, alcanzando únicamente los balcones superiores. La
cubierta era de teja moruna y vertía pluviales hacia el mismo
ojo de patio por el lado interior y hacia la placita que
centra el pasaje por el exterior.
Era un local reducido. Y así como las tejas de la cubierta
Diego Ceano González
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