El Avisador Malagueño REVISTA HISTÓRICO-CULTURAL ONLINE

la civilización, porque es, sin duda, más fácil destruir que
levantar. Acaso “Las Chinitas” haya sido la última institución
de su género en España».
Como podrán observar, el texto, hace referencia al primer
cierre del establecimiento, por lo que no nos resulta difícil suponer
que sus escándalos alcanzaron los oídos inquisidores de
la opinión pública.
A partir de ahí, este establecimiento pasó a llamarse Salón
Royal, pero el cambio de denominación de nada sirvió. El
Chinitas, con su nuevo nombre, no dejó de ofrecer el mismo
servicio, dado que la clientela deseaba que el establecimiento
siguiera ofreciendo el mismo espectáculo de siempre.
Poco a poco aquellos picantes cuplés y actuaciones subidas
de tono, fueron dejando paso a intervenciones de flamenco,
pasando por aquellos escenarios algunas figuras de la época,
configurándose así otro modo de hacer espectáculo.
Nos queda alguna referencia de los últimos años de existencia
de este café, referencias que nos hacen ver cuáles eran los
precios de aquel establecimiento, que se mantuvieron hasta su
cierre en los años treinta:
“Café con espectáculo, 1,25 pesetas; media botella de machaco,
3 pesetas; una de vino fino, 7 pesetas”.
Para finalizar, quiero hacer referencia a su nombre, ahora
oficial, de “El Pasaje de Chinitas”. Al iniciarse la legislatura de
uno de los mejores alcaldes que Málaga ha conocido, don Francisco
García Grana, se llevó a cabo una iniciativa muy plausible
que mandaba publicar un edicto en los periódicos locales para
dar a conocer su decisión de bautizar oficialmente con el nombre
de Pasaje de Chinitas al hasta entonces Pasaje de Álvarez.
Para ello, previamente había convocado, en plazo y forma,
a las personas que tuvieran que hacer algún tipo de alegación
contra aquella iniciativa municipal. Como quiera que a nadie
le pareció mal tal iniciativa y a todos gustó, se cambió el rótulo
de cerámica del Pasaje de Álvarez por el definitivo de Pasaje de
Chinitas y es que aunque no le hubieran cambiado el nombre,
para los malagueños, aquel era el Pasaje de Chinitas.
A esta iniciativa de García Grana siguieron otras no menos
importantes, consistentes en dotar al pasaje de pavimento de
piedra de Sierra Elvira, además de colocarle en su centro una
fuente del siglo XIX donada por Fernando Barceló. Y como gran
Café con
espectáculo:
1,25 pesetas
Media botella
de Machaco:
3 pesetas
Una de
Vino Fino:
7 pesetas
E L A V I S A D O R M A L A G U E Ñ O | 7