el comercio de la tortura - Cátedra Unesco de Derechos Humanos
el comercio de la tortura - Cátedra Unesco de Derechos Humanos
el comercio de la tortura - Cátedra Unesco de Derechos Humanos
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
A continuación se reproducen algunos extractos <strong>de</strong> <strong>de</strong>c<strong>la</strong>raciones juradas realizadas<br />
por <strong>de</strong>tenidos que fueron tras<strong>la</strong>dados fuera d<strong>el</strong> Centro Penitenciario d<strong>el</strong> condado <strong>de</strong> Jackson<br />
(Marianna, Florida, Estados Unidos) por <strong>el</strong> Servicio <strong>de</strong> Inmigración y Naturalización<br />
(INS), tras recibirse <strong>de</strong>nuncias <strong>de</strong> <strong>tortura</strong>s y malos tratos en <strong>el</strong> centro en 1997 y 1998. 27<br />
Los <strong>de</strong>tenidos <strong>de</strong>scriben <strong>el</strong> uso <strong>de</strong> escudos paralizantes <strong>de</strong> <strong>el</strong>ectrochoque para infligir<br />
un dolor intenso a los internos.<br />
Los funcionarios vinieron hacia mí con un objeto <strong>de</strong> casi un metro <strong>de</strong> alto y medio<br />
metro <strong>de</strong> ancho atravesado por unas líneas ondu<strong>la</strong>das; era como un escudo. Lo empujaron<br />
contra mi cuerpo y cuando me golpearon con él, sólo sentí una corriente <strong>el</strong>éctrica<br />
que me recorrió entero. Hizo un ruido <strong>el</strong>éctrico. Me golpearon con él dos veces,<br />
<strong>la</strong> primera vez me doblé, <strong>la</strong> segunda vez caí al su<strong>el</strong>o. Grité sin parar pidiendo ayuda,<br />
pero nadie me ayudó.<br />
Me dijeron que me acostara en <strong>el</strong> bloque <strong>de</strong> cemento; es una cama <strong>de</strong> cemento.<br />
Hay cuatro anil<strong>la</strong>s en cada esquina [...]. Me dijeron que me pusiera boca abajo y cuando<br />
pregunté para qué, [un funcionario] me empujó, me puso <strong>el</strong> escudo encima y me<br />
<strong>el</strong>ectrocutó. No podía mover los músculos. Me esposaron a <strong>la</strong>s anil<strong>la</strong>s y me pusieron<br />
unos grilletes en los pies y <strong>de</strong>spués pusieron unas esposas en los grilletes para<br />
sujetar<strong>la</strong>s a <strong>la</strong>s anil<strong>la</strong>s. Me golpearon con <strong>el</strong> escudo una vez y lo <strong>de</strong>jaron conectado.<br />
Creí que me mataban. Después me <strong>de</strong>jaron allí unas 17 horas. Cuando les dije que<br />
necesitaba orinar me dijeron: «¿Nunca te orinaste encima cuando eras niño?». Y eso<br />
es lo que tuve que hacer.<br />
Las pisto<strong>la</strong>s taser <strong>la</strong>nza-dardos disparan, a una distancia <strong>de</strong> entre 4,5 y 9 metros, dos<br />
dardos sujetos a un cable y que terminan en un gancho. Como propulsión se empezó<br />
empleando una pólvora que ardía sin humo, pero hoy se usa aire comprimido. Cuando<br />
los ganchos se fijan en <strong>el</strong> cuerpo o en <strong>la</strong> ropa <strong>de</strong> <strong>la</strong> víctima, ésta recibe una <strong>de</strong>scarga<br />
incapacitante bien en <strong>el</strong> impacto o al apretarse <strong>el</strong> gatillo <strong>de</strong> <strong>la</strong> pisto<strong>la</strong>. Algunas autorida<strong>de</strong>s<br />
estadouni<strong>de</strong>nses han autorizado <strong>el</strong> uso <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pisto<strong>la</strong>s taser para funciones <strong>de</strong><br />
or<strong>de</strong>n público, pero no su uso por ciudadanos particu<strong>la</strong>res. Los reclusos <strong>de</strong> <strong>la</strong> prisión<br />
estatal <strong>de</strong> súper máxima seguridad <strong>de</strong> Red Onion en Pound (Virginia, Estados Unidos)<br />
han <strong>de</strong>nunciado que los guardias hacen un uso generalizado <strong>de</strong> fuerza excesiva, que incluye<br />
<strong>el</strong> empleo <strong>de</strong> armas <strong>de</strong> <strong>el</strong>ectrochoque como pisto<strong>la</strong>s y escudos paralizantes y pisto<strong>la</strong>s<br />
taser. Un interno recibió una <strong>de</strong>scarga <strong>de</strong> una pisto<strong>la</strong> taser cuando a su llegada a <strong>la</strong><br />
prisión, en septiembre <strong>de</strong> 1998, se mostró reacio a <strong>de</strong>snudarse y permitir un registro corporal<br />
visual en presencia <strong>de</strong> personal femenino. Según Human Rights Watch, <strong>el</strong> director<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> prisión reconoció que se había utilizado una pisto<strong>la</strong> taser porque <strong>el</strong> recluso vaciló<br />
al quitarse <strong>la</strong> ropa y, por tanto, «no estaba obe<strong>de</strong>ciendo <strong>la</strong>s instrucciones».<br />
Amnistía Internacional ha recibido informes que indican que algunas empresas estadouni<strong>de</strong>nses<br />
han transferido armas <strong>de</strong> <strong>el</strong>ectrochoque a Turquía (escudos <strong>de</strong> <strong>el</strong>ectrochoque)<br />
27 Cuando los centros d<strong>el</strong> INS están llenos, <strong>el</strong> Servicio envía a sus <strong>de</strong>tenidos, incluidos los solicitantes<br />
<strong>de</strong> asilo, a <strong>la</strong>s cárc<strong>el</strong>es <strong>de</strong> condado.<br />
AMNISTÍA INTERNACIONAL<br />
36