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Los catedráticos entrevistados, afirman que el diálogo con las comunidades
nunca existió, ellos citan a Cesar Vallejo, un principal escritor peruano. Cesar Vallejo
en su obra literaria el Tungsteno publicada en Madrid de 1931, pone en manifiesto sus
inquietudes sociales, al referirse a la explotación de los indígenas en las minas de la
sierra peruana, como podemos apreciar en la frase a continuación:
“........La conciencia económica de los soras (indígenas) era muy simple:
mientras tuvieran donde y como trabajar, para obtener los justo y necesario para vivir, el
resto no les importaba. Solamente el día, en que faltase dónde y cómo trabajar para
subsistir, sólo entonces abrirían los ojos y opondrían a sus explotadores una resistencia
seguramente encarnizada. Su lucha con los mineros seria a vida o muerte ¿Llegaría ese
día? Por el momento los soras vivían una especie de permanente retirada, ante la
invasión, astuta e irresistible, de Marino y compañía.”
Lamentablemente ese día llegó, la resistencia a la inversión minera por parte de
las comunidades afectadas por la minería, trae consigo todo un proceso histórico
cultural, que debe ser entendido y, conocido para poder entablar una diálogo entre los
actores de la minería.
Los miembros del movimiento de defensa del distrito de Uchumayo, distrito
aledaño a SMCV enfatizan la disconformidad con las actividades mineras, por considerar
que no existe un diálogo abierto.
Un entrevistado de este frente afirmó:
“....nuestra ciudad es el campamento minero y no obtenemos ningún
beneficio; mi discordancia se manifiesta por el conocimiento de otras
minas, específicamente en Chile, donde las empresas juegan un
importante papel en el desarrollo de las comunidades y mantienen
diálogo transparente con la comunidad ”.
Podemos observar, que el diálogo, no se da en los casos estudiados, por los
intereses diferenciados de los entrevistados. Se debe hacer amplio uso de diálogo entre
los diversos actores, es necesario en todas las etapa del proyecto llegar a una
concertación. De no ser así, otros problemas mayores como bloqueo de carreteras,
rechazo a la presencia de personal de las minas y, finalmente rechazo absoluto a la
actividad minera pueden ser ocasionados. Es necesario entender los intereses de la
comunidad en forma clara y precisa.
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