relatos mÃticos y prácticas rituales en pachacamac - Instituto Francés ...
relatos mÃticos y prácticas rituales en pachacamac - Instituto Francés ...
relatos mÃticos y prácticas rituales en pachacamac - Instituto Francés ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
38 Peter EECKHOUT<br />
Spalding, 1984: 98-101). Además, hay que remarcar que todas las fu<strong>en</strong>tes subrayan la<br />
popularidad de Pachacamac pero ninguna indica explícitam<strong>en</strong>te que dicha popularidad<br />
se tradujera <strong>en</strong> otras cosas que la reivindicación de la pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia de alguna huaca a la<br />
familia del gran dios creador: algo del prestigio de este último que uno se arrogaría<br />
t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do como huaca su hijo, su hermano, o su esposa (26), hasta su mismo doble.<br />
Sólo es <strong>en</strong> casos graves o excepcionales, como el relatado por Avila, es cuando se<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra m<strong>en</strong>ción de una delegación mandada a Pachacamac con regalos.<br />
Por lo que concierne al peregrinaje propiam<strong>en</strong>te dicho, los datos arqueológicos<br />
concuerdan con los dichos por Pizarro, <strong>en</strong>tre otros, para lo de las funciones de la serie<br />
de grandes patios del barrio A, designado como Plaza de los Peregrinos por Ühle (1903)<br />
(Fig. 11). Los elem<strong>en</strong>tos disponibles subrayan la int<strong>en</strong>sidad y ext<strong>en</strong>sión de la ocupación<br />
del Horizonte Tardío, una ocupación cuya índole y distribución concuerdan de manera<br />
muy plausible con el peregrinaje a gran escala. A la inversa, cuando uno compara este<br />
hecho con la situación <strong>en</strong> el periodo Intermedio Tardío, parece que el peregrinaje no<br />
puede estar atestiguado de manera tan clara antes de la incorporación de Pachacamac<br />
<strong>en</strong> el Imperio Inca (Eeckhout, 2004). En efecto, la argum<strong>en</strong>tación usada por los autores<br />
que sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> la idea de un peregrinaje masivo desde regiones lejanas durante el periodo<br />
Intermedio Tardío descansa es<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te sobre el modelo de las embajadas, según el<br />
cual cada pirámide con rampa del sitio es una especie de lugar para acoger a los<br />
peregrinos foráneos. Ahora bi<strong>en</strong>, el exám<strong>en</strong> cuidadoso de este modelo puso <strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia<br />
numerosas car<strong>en</strong>cias y contradicciones (Eeckhout, 1999a; 1999-2000). La idea misma<br />
Fig. 11 – Vista de la Plaza de los Peregrinos desde el Este.<br />
(26) La exist<strong>en</strong>cia de una par<strong>en</strong>tela mítica asociada a una divinidad r<strong>en</strong>ombrada es un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o<br />
común <strong>en</strong> los Andes tal como lo atestiguan, por ejemplo, las múltiples huacas pari<strong>en</strong>tes de Pariacaca,<br />
dios serrano de la sierra c<strong>en</strong>tral (cf. Avila, 1980[1608?] analizados <strong>en</strong>tre otros por Alaperrine-Bouyer,<br />
1987; Kemper Columbus, 1992; Salomon & Urioste 1991; Spalding, 1984; Taylor <strong>en</strong> Avila<br />
1980[1608?]; Trimborn, 1953).