relatos mÃticos y prácticas rituales en pachacamac - Instituto Francés ...
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6 Peter EECKHOUT<br />
Calancha aporta informaciones complem<strong>en</strong>tarias a propósito de la deidad.<br />
Explica que los hombres creados por Pachacamac se morían de hambre y se vieron<br />
obligados a nutrirse de raíces y hierbas para continuar sobrevivi<strong>en</strong>do. Se lam<strong>en</strong>taron<br />
de ello ante el Sol, qui<strong>en</strong> —fecundando a una mujer con sus rayos— concibió un hijo<br />
para socorrerlos. Celoso por el hecho de que los seres humanos acudieran al Sol antes<br />
que a él, Pachacamac mató y desmembró a su medio hermano. De sus di<strong>en</strong>tes nació el<br />
maíz; de sus huesos y costillas, las diversas especies de yuca; de su carne, las demás<br />
plantas útiles y las frutas. Desde <strong>en</strong>tonces, los hombres no conocieron nunca más el<br />
hambre ni la necesidad. A Pachacamac se le deb<strong>en</strong> la salud y la abundancia, porque él<br />
continúa dotando a la tierra de fertilidad (Calancha 1975[1638], lib. I, cap. 22).<br />
Remarcamos así la insist<strong>en</strong>cia tanto <strong>en</strong> la prodigalidad de Pachacamac como <strong>en</strong><br />
la fertilidad que éste <strong>en</strong>g<strong>en</strong>dra a raíz de la matanza. Un paralelo interesante puede<br />
observarse <strong>en</strong>tre los <strong>relatos</strong> de Gómara y Calancha: <strong>en</strong> ambos <strong>relatos</strong> la abundancia, la<br />
fertilidad y la vida ideal son consecu<strong>en</strong>cias de la desaparición de un ser sobrehumano<br />
gracias a la interv<strong>en</strong>ción de Pachacamac.<br />
Pero regresemos a Calancha porque la historia no se deti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> este punto. La<br />
madre del semidios asesinado, desesperada, acude al Sol, qui<strong>en</strong> por segunda vez le da<br />
un hijo, Vichama (6). Aprovechando la aus<strong>en</strong>cia de Vichama, Pachacamac mata a su<br />
madre y la corta <strong>en</strong> pedazos, con los que da de comer a las aves. Posteriorm<strong>en</strong>te,<br />
esconde sus cabellos y sus huesos al borde del mar. De ellos nac<strong>en</strong> las primeras parejas,<br />
los curacas y los caciques.<br />
A su retorno, Vichama conoce la triste noticia y resucita a su madre. Decide<br />
v<strong>en</strong>garse y matar a Pachacamac. Este se arroja al mar, <strong>en</strong> el lugar donde se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el<br />
santuario dedicado a él.<br />
Vichama continúa furioso y acusa a los hombres de ser cómplices de la matanza<br />
de su madre. A manera de castigo, pide y obti<strong>en</strong>e del Sol la petrificación de los seres<br />
humanos. Posteriorm<strong>en</strong>te —también a raíz de un pedido de Vichama— el Sol crea una<br />
nueva humanidad a partir de tres huevos: uno de oro, uno de plata y otro de cobre. Es<br />
interesante resaltar que todavía <strong>en</strong> Calancha, los habitantes de la costa y los indios que<br />
viv<strong>en</strong> <strong>en</strong> Carabayllo —ci<strong>en</strong> leguas al norte de Lima—, los de Pachacamac —cinco<br />
leguas al sur— y los pueblos que se exti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a lo largo de la costa hasta Arica, atribuy<strong>en</strong><br />
a Pachacamac la creación de los hombres a partir de cuatro estrellas, dos machos y dos<br />
hembras (resum<strong>en</strong> de Calancha 1975[1638], lib. I, cap. 22).<br />
Según Duviols (1983), Calancha se inspira de una versión del mito recogida <strong>en</strong><br />
el año 1617 <strong>en</strong> La Barranca por el padre Teruel. La versión de Teruel (Duviols, 1983:<br />
389-390; Polia, 1999: 393-394) es más corta pero instructiva, ya que está m<strong>en</strong>os alejada<br />
del original indíg<strong>en</strong>a. La petrificación de los hombres es pres<strong>en</strong>tada como el acto de<br />
Vichama solam<strong>en</strong>te, qui<strong>en</strong> “(…) a los curacas principales convirtio <strong>en</strong> piedras que<br />
fuess<strong>en</strong> guacas adoradas como dioses y a los yndios plebeios <strong>en</strong> piedras ordinarias”<br />
(Duviols, 1983: 389-390; Polia, 1999: 393-394). La creación que sigue no se atribuye<br />
En su versión, se pres<strong>en</strong>ta a Pachacamac como el hijo de Kon, qui<strong>en</strong> resucita a los hombres y recrea todo<br />
lo que su padre había destruido. Estos autores no proporcionan ninguna refer<strong>en</strong>cia respecto a su fu<strong>en</strong>te.<br />
(6) Rostworowski (1983: 44) habla de resurección, alegando el hecho de que es a partir del<br />
ombligo del niño desmembrado que el Sol crea a Vichama.