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relatos míticos y prácticas rituales en pachacamac - Instituto Francés ...

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RELATOS MÍTICOS Y PRÁCTICAS RITUALES EN PACHACAMAC<br />

39<br />

de un peregrinaje pan-regional arrastrando muchedumbres a Pachacamac debe ser<br />

cuestionada. En el marco de este amplio problema, lo es<strong>en</strong>cial es aclarar la confusión<br />

frecu<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre la importancia religiosa y simbólica innegable del Templo de<br />

Pachacamac por un lado, y el papel político-económico que se le ha querido atribuir<br />

por otro lado. En otros términos, exist<strong>en</strong> d<strong>en</strong>tro del sitio monum<strong>en</strong>tal de Pachacamac<br />

dos zonas funcionalm<strong>en</strong>te distintas: el Recinto Sagrado, c<strong>en</strong>tro del culto, y la Segunda<br />

Muralla, lugar de resid<strong>en</strong>cia de los jefes ychsma. La confusión m<strong>en</strong>cionada radica <strong>en</strong><br />

el hecho de que ambas zonas se consideraron estrecham<strong>en</strong>te ligadas a todos niveles,<br />

mi<strong>en</strong>tras que objetivam<strong>en</strong>te sólo les une su proximidad. Efectivam<strong>en</strong>te, desde el punto<br />

de vista arquitectónico, los edificios de una y otra zona no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> nada <strong>en</strong> común, ni la<br />

índole de las ocupaciones (religiosa y funeraria <strong>en</strong> la primera, doméstica y resid<strong>en</strong>cial<br />

<strong>en</strong> la segunda), ni las pinturas murales (omnipres<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la primera, totalm<strong>en</strong>te aus<strong>en</strong>tes<br />

<strong>en</strong> la segunda), los artefactos (objetos exóticos y lujosos abundantes <strong>en</strong> la primera,<br />

producción local corri<strong>en</strong>te predominando <strong>en</strong> la segunda), etc. Importa pues difer<strong>en</strong>ciar<br />

el poder político de los líderes ychsma y la influ<strong>en</strong>cia religiosa del culto. El marco<br />

sociopolítico y la estructura del poder Ychsma han sido descritos <strong>en</strong> otros lugares<br />

(Eeckhout, 1999a; 2003). El aura sagrada de la divinidad merece unas líneas, pues<br />

permite explicar de qué manera el c<strong>en</strong>tro ceremonial del Recinto Sagrado pudo constituir<br />

un foco de atracción regional para los “peregrinos” del periodo Intermedio Tardío.<br />

Constatamos que la mayoría de los santuarios dedicados a huacas pari<strong>en</strong>tes de Ychsma<br />

se ubican <strong>en</strong> la región cercana (la costa y la sierra c<strong>en</strong>tral), y que ningún dominio<br />

político o control económico parece asociarse a este vínculo de par<strong>en</strong>tela, tampoco la<br />

costumbres de “romerías” regulares hasta el sitio principal. No se trata aquí de negar la<br />

exist<strong>en</strong>cia de dicha costumbre —atestiguada por ejemplo <strong>en</strong> la variedad de los estilos<br />

importados pres<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> las tumbas del Cem<strong>en</strong>terio I del Recinto Sagrado (cf. Ühle, 1903,<br />

L. VI-X)—, sino más bi<strong>en</strong> devolverle su tamaño real. Pues todo indica que el peregrinaje<br />

pan-andino atestiguado <strong>en</strong> las crónicas participa de la estrategia imperial de dominación e<br />

integración de los diversos pueblos y etnias del Tahuantinsuyu. Ese cambio <strong>en</strong> las<br />

peregrinaciones desde el nivel local al inter-regional se aprecia <strong>en</strong> Pachacamac por el<br />

increm<strong>en</strong>to espectacular de las instalaciones de peregrinaje. Durante el periodo Intermedio<br />

Tardío, los peregrinos se juntaban probablem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la Sala n° 26, al final de la calle<br />

Norte-Sur que atraviesa el sitio. Durante el Horizonte Tardío, los incas construyeron la<br />

Plaza de los Peregrinos, un complejo de patios de 5 hectaréas con columnas, donde los<br />

peregrinos t<strong>en</strong>ían que esperar un año <strong>en</strong>tero antes de ingresar <strong>en</strong> el Recinto Sagrado y<br />

consultar al Oráculo. La Plaza de los Peregrinos es 20 veces más grande que la Sala n° 26.<br />

En suma, el “peregrinaje a Pachacamac”, si bi<strong>en</strong> existía <strong>en</strong> el periodo Intermedio<br />

Tardío, t<strong>en</strong>ía tal vez un carácter local y relativam<strong>en</strong>te restringido. No significa que<br />

nunca hubo peregrinos foráneos, pero estas visitas lejanas se hacían a una escala mucho<br />

más pequeña de lo que se observará más tarde.<br />

7. ADIVINACIÓN<br />

“Hay <strong>en</strong> esa mezquita [la de Pachacamac] un ídolo g<strong>en</strong>eral común a todos, y hay un sabio<br />

famoso que ti<strong>en</strong>e la carga de esa mezquita, y los indios cre<strong>en</strong> que él deti<strong>en</strong>e el conocimi<strong>en</strong>to<br />

de los ev<strong>en</strong>tos futuros, porque él habla con ese ídolo” (Jerez 1965[1534]: 67).<br />

Es <strong>en</strong> esos términos que el mismo Atahualpa, último emperador Inca <strong>en</strong> todo el<br />

s<strong>en</strong>tido de la palabra, explica a Hernando Pizarro, primer europeo que llegó a<br />

Pachacamac, la razón de la popularidad del dios.

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