Lenka21Mag 2014/03/21 - Lenka21

TALENTO
RELATO COLABORATIVO
Siguen los viejos
rockeros
Cuatromanos 07/04/2014
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Y ahora me contemplan, me acercan un termo con
agua, me sonríen y me dicen suavemente, tranquilo,
te sacaremos de aquí, y no puedo creérmelo…Porque
esos ojos los daba por soñados, los daba por
perdidos…
Los daba por ausentes de mi vida, y ahora que creo en
la despedida, vienen para redimirme de mi trabajo de
guardián entre el maíz
Ahora, que la vida te había llevado a lomos de la
Harley, con tu chupa y tus tejanos. Ahora que una
acequia te había dejado rota la nariz y los maizales se
reían, la muchacha regresaba para llevarte a revivir
una noche de rock y besos.
Los ojos eran los mismos, la mirada tenia la misma
profundidad soñadora, pero algo me dijo que el tiempo
pasado para mí la había acompañado también a ella,
con más peso, me sentí trasportado a otra dimensión,
esa en la que los besos reavivan esperanzas.
Porque en el duermevela de ese desvarío, con el
sombrero de paja y sobre el campo, la realidad estaba
mezclada con los recuerdos. Recordaste la blusa
blanca bajo la cazadora tejana entre notas de guitarra
eléctrica, y ese gusto a ginebra y carmín.
esa ginebra nacional, sin pedigrí que le amparara, con
un carmín subido, repartido en dos bocas,
ensordecidos por el exceso de decibelios, que
ahogaban nuestros corazones desbocados, una noche
inolvidable, en la lejanía de los tiempos.
Aquellos en que no llegaron al parque, ni entraron en
sus vidas sin anunciarse…Como dos ciegos…Lucía
siguió su vida y tú el camino de los conciertos, como
bajista de Miguel Ríos. Eso es lo que tiene soñar y
quedar inconsciente, que no hay conciencia del
tiempo.
reposando mi cabeza en su regazo, sorbiendo
lentamente el agua ofrecida, recordando unos ojos,
que me hicieron seguir adelante a pesar de todo, con
todo un pasado por delante, dejo caer mi cabeza a un
lado, lentamente, mirando su reacción con el rabillo
del ojo.
Mientras ella, esa imagen, se desvanecía, ante la
llegada de la visión real de una joven que con la
cantimplora y tres piercings le decía…-eh,
despierte…está bien?. Y sí, lo estabas. Estabas bien,
recordando que la vida siempre sigue su ruta 66.
Con mi cara beatifica, fruto de la edad, me dejo
trasladar a la parte trasera de una Pik-up,
desvencijada como la moto, pero funcionando y se me
llevan lejos de los chicos del maíz.
Te confirmo que cuando pasé por esa carretera había
rodando aún una cantimplora abollada que caía de una
furgoneta pik-up blanca llena de abolladuras.:-)
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