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REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DEL NORTE N°s 58 y 59 1

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<strong>REVISTA</strong> <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>UNIVERSIDAD</strong><br />

N°s <strong>58</strong> y <strong>59</strong><br />

<strong>DE</strong>L <strong>NORTE</strong><br />

CONSEJO <strong>DE</strong> DIRECCIÓN<br />

JESÚS FERRO BAYONA -Director<br />

VILMA GU11ÉRREZ <strong>DE</strong> PIÑERES -Editora<br />

CONTENIDO<br />

2 TAMBORA y FESTIVAL. INFLUENCIAS <strong>DE</strong>L FESTIVAL REGIONAL<br />

EN <strong>LA</strong>S pRACTICAS <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> MOSICA TRADICIONAL.<br />

Guillermo Carb6 Ronderos<br />

CONSEJO <strong>DE</strong> REDACCIÓN<br />

15 DINÁMICA <strong>DE</strong>L CARNAVAL <strong>DE</strong> BARRANQUIL<strong>LA</strong>.<br />

Balseir Guzmán Baena<br />

ALFREDO MARcos M. -Editor<br />

RAMÓN IL<strong>LA</strong>N BACCA<br />

ALBERTO ROA V ARELO<br />

MARtA C<strong>LA</strong>RA EscoBAR<br />

RUBÉN MALDONADO ORTEGA<br />

PAME<strong>LA</strong> FLORES PRIETO<br />

ZoI<strong>LA</strong> SOTOMAYOR OLIVEROS<br />

MARtA AMARIs MAc!AS<br />

ALEKSEY HERRERA ROBLES<br />

JORGE VIL<strong>LA</strong>LÓN<br />

20 BARRANQUIL<strong>LA</strong> y LOS ORIGENES <strong>DE</strong> <strong>LA</strong>S EMPRESAS PÜBLICAS<br />

MUNICIPALES. Ever González Ch.<br />

32 CRn'ERIOS <strong>DE</strong>L CANON EN <strong>LA</strong> Ln"ERATURA COLOMBIANA<br />

<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> SEGUNDA MITAD <strong>DE</strong>L SIGLO XX.<br />

Patrlcia Aristizábal Montes<br />

37 EL HAIKÚ: FUENTE ORIENTAL <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> POESfA <strong>DE</strong> OCTAVIO PAZ.<br />

Juan Manuel Cuartas Restrepo<br />

45 <strong>DE</strong>SCARTES. <strong>LA</strong> CERTEZA CONTRA <strong>LA</strong> HISTORIA.<br />

Jean-Paul<br />

Margot<br />

51 FREUD: SUEÑOS. VIOLENCIA y EDUCACIÓN.<br />

Carmen Elisa Escobar María<br />

64 VISIÓN HUMORfS11CA (y OCIOSA)<br />

SOBRE LOS HOMBRES y EL TRABAJO.<br />

Henry Stein<br />

70 <strong>LA</strong> <strong>DE</strong>VOCIÓN POR <strong>LA</strong> BELLEZA EN <strong>LA</strong> POESIA<br />

<strong>DE</strong> MElRA <strong>DE</strong>LMAR. María Mercedes Jaramillo<br />

79 PoEStAS. Renata Pallottini<br />

81 REVIVE NoÉ LEÓN. Claudine Bancelin<br />

86 VEINTICINCO CUENTOS BARRANQUILLEROS: EsPEJO <strong>DE</strong> PASO<br />

AL PAfs <strong>DE</strong> <strong>LA</strong>S MARAVIL<strong>LA</strong>S. SUvio Martínez Palau<br />

89 RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS.<br />

Adolfo González Henríquez. Fabio Jurado Valencia.<br />

Adriana Lozano<br />

Ilustración de la portada:<br />

Paisaje tropical<br />

de NoÉ LEÓN<br />

(1977, óleo sobre madera 30 x 35 cm,<br />

colección partlcularl<br />

Todas las ilustraciones de Noé León<br />

que aparecen en esta edición fueron<br />

tomadas del libro Noé Le6n, edición<br />

auspiciada por Seguros Bolívar. Bogotá,<br />

El Sello Editorial, 1999.<br />

HUEL<strong>LA</strong>S es una publicación de la Universidad del Norte que pone al<br />

alcance de la comunidad nuevas perspectivas y potencialidades de la Costa<br />

Atlántica. Se autoriza la reproducción total o parcial de su contenido<br />

citando la fuente. La Universidad no se hace responsable por los conceptos<br />

emitidos por los colaboradores. Licencia del Ministerio de Gobierno N°<br />

001464. ISSN 0120-2537. Apartado Aéreo 1569. Barranquilla. Colombia.<br />

E. MaU: huellas@guayacan.uninorte.edu.co<br />

Impresión: Gráficas Lourdes Ltda.. Barranquilla.<br />

Meses de aparición: Abril (04) -Agosto (08) -Diciembre (12).<br />

Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Uninorte. Barranquilla<br />

pp. 1-92. 04-08/MM. ISSN 0120-2537<br />

1


T AMBORA y FESTIV AL<br />

Influencias del Festival regional<br />

en las prácticas de la música tradicional<br />

Guillermo<br />

Carbó Ronderos'<br />

La música es un fenómeno social y, como tal, está<br />

sujeta a los cambios ya las transformaciones de la<br />

sociedad en la cual se practica.1 Actualmente, para<br />

el actor -y el investigador- de las diferentes<br />

tradiciones musicales de Colombia, es casi inevitable<br />

encontrar un nuevo marco de presentación:<br />

el Festival,2 entidad relativamente reciente cuyo<br />

número parece incrementar cada día. Esta nueva<br />

institución cultural juega un papel muy importante<br />

en el proceso de cambio de la música y la danza<br />

tradicional, ya que reúne, conserva y difunde -y en<br />

algunos casos de manera exclusiva- las prácticas<br />

musicales del país. Entre los Festivales regionales<br />

de música existen numerosas similitudes; sin embargo,<br />

cada uno de ellos posee sus propias características,<br />

sus actores y protagonistas, su propia<br />

razón de ser, su historia. Además, las influencias<br />

de significativa envergadura que con frecuencia<br />

estos Festivales generan, y que muchas veces van<br />

más allá de las prácticas musicales mismas. no<br />

dejan de sentirse. Por ello. su estudio detallado y<br />

muchos otros aspectos del Festival favorece a una<br />

mejor comprensión sobre los elementos cambiantes<br />

de la música y la danza tradicional hoy en día.<br />

Así, el presente artículo sólo puede considerarse<br />

como los prolegómenos al estudio sobre las<br />

influencias que el Festival regional ejerce en las<br />

.Estúdió música en el Conservatorio Nacional. Bogotá. y<br />

composición en Berklee College of Music. Boston. Magister en<br />

musicologia y doctor en etnomusicología de la Universidad París<br />

IV -Sorbona. Este artículo fue cedido por su autor especialmente<br />

para Huellas.<br />

prácticas musicales, tomando exclusivamente como<br />

ejemplo dos Festivales de un mismo género musical<br />

proveniente de algunas poblaciones del curso<br />

medio del río Magdalena en la denominada deprestón<br />

momposina:3 la Tambora. Por eso, primero que<br />

todo se resumen los antecedentes que dieron lugar<br />

a la creación de estos Festivales de Tambora. resaltando<br />

el papel de sus protagonistas, sus criterios y<br />

formas de funcionamiento respectivos, para después<br />

tratar sobre las influencias más significativas<br />

de estos Festivales en las prácticas actuales, y concluir<br />

con una breve reflexión sobre la problemática<br />

expuesta.<br />

Pero antes. es indispensable esclarecer. así sea<br />

brevemente. las diferentes acepciones de Tambora,<br />

ya que, en el contexto sociocultural que nos concierne.<br />

es una palabra que posee distintos significados.<br />

lo que genera una polisemia que da lugar a<br />

cierta confusión. En efecto. para los pobladores de<br />

la depresión momposina. y en particular los de la<br />

subregión de Loba. la palabra Tambora se utiliza<br />

para designar indistintamente: una fiesta celebrada<br />

en la víspera de ciertas festividades religiosas en<br />

torno a la Navidad y al mes de diciembre. y que se<br />

ha venido secularizando; también. la música y la<br />

danza interpretada durante la celebración de esta<br />

fiesta; a la vez. el grupo instrumental u orquesta de<br />

percusión y voces que ejecuta esta música; además.<br />

el más común de los distintos ritmos que acompañan<br />

los bailes y cantos; y, finalmente. uno de los<br />

instrumentos de percusión de la orquesta (tambor<br />

cilíndrico de doble membrana. igualmente de uso<br />

en otros géneros musicales y regiones de Colom-<br />

2 Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Uninorte. Barranquilla<br />

00.2-14. 04-08/MM. ISSN 0120-2537


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Tambora de Santa Rosa de Arenal (Bolívar). San Martín de Loba. 12 de noviembre de 1994,<br />

bia) que muy probablemente ha dado origen a las<br />

demás acepciones de ella: la tambora.4<br />

Fiesta, música. danza. orquesta. ritmo. e instrumento...,<br />

la Tambora hace hoy parte del legado cultural<br />

de los momposinos. pero. como muchos otras<br />

tradiciones del Caribe colombiano, fue víctima de<br />

los profundos cambios y transformaciones sociales<br />

que afectaron la región. particularmente a través<br />

de los avances tecnológicos como la radio. la televisión<br />

y las diferentes formas de reproducción de<br />

música. como el pic6,5 el cual afectó notoriamente<br />

las costumbres musicales de los pueblos costeños.6<br />

Los bailes de Tambora también fueron remplazados<br />

por los bailes de pic6, y las fiestas tradicionales con<br />

cierto fervor religioso fueron siendo poco a poco<br />

ignoradas, menospreciadas y olvidadas por las nuevas<br />

generaciones. que asimilaban otra cultura musical,<br />

ajena a sus raíces históricas. Es precisamente<br />

en este contexto y hacia finales de los años sesenta<br />

cuando comienzan a aparecer en la región caribe<br />

numerosos Festivales de música tradicional: en<br />

1968 el Festival Vallenato en Valledupar,7 en 1970<br />

el Festival de la Cumbia en El Bancos o. algunos<br />

años más tarde, en 1977 el Festival del Porro en<br />

San Pelayo,9 entre los más conocidos.<br />

I. FESTIVALES <strong>DE</strong> TAMBORA<br />

Los dos Festivales deTambora más importantes<br />

fueron creados en circunstancias similares, sin que<br />

inicialmente el uno supiera de la existencia del otro.<br />

Ambos se produjeron por primera vez casi al mismo<br />

tiempo (finales de los años setenta, principios de<br />

los ochenta), prácticamente por las mismas razones<br />

( con el fin de preservar una tradición que parecía<br />

encontrarse en el ocaso), y gracias a la iniciativa y<br />

el entusiasmo de dos jóvenes personajes que, sin<br />

conocerse, tenían ciertos aspectos en común: Alvaro<br />

Mier y Diógenes Armando Pino Avila, oriundos de<br />

San Martín de Loba (Bolívar) y de Tamalameque<br />

(Cesar), respectivamente, lugares que se distancian<br />

unos cuarenta kilómetros, y donde se celebran los<br />

dos Festivales de los cuales se tratará en adelante.<br />

Estos personajes son muy importantes para la<br />

Tambora, sin que ninguno haya acostumbrado participar<br />

en ella. Sin embargo, los actores de todos<br />

los pueblos aledaños reconocen su importancia y<br />

les están abiertamente agradecidos por ello. De<br />

cierta manera, Alvaro Mier y Diógenes A. Pino son<br />

quienes en los últimos años, ya través del Festival,<br />

han jugado el papel de «cabeza de Tambora. de otros<br />

tiempos,10 ya que a ellos se les debe la existencia<br />

del Festival. Por eso, para hablar de la historia de<br />

los Festivales de Tambora es indispensable también<br />

3


hablar de estos dos personajes. precursores de este<br />

evento en sus pueblos respectivos.<br />

a. SAN MARTÍN <strong>DE</strong> LoBA<br />

Alvaro Mier nació en San Martín de Loba en 1948.<br />

Ni sus padres (múSicoS aficionados en la banda del<br />

pueblo y en el Coro de la iglesia) ni tampoco sus<br />

antepaSadoS fueron actores de la Tambora. A loS<br />

veinte años de edad. y ya de bachiller. se fue a trabajar<br />

a El Banco. donde permaneció por cerca de<br />

diez años. y llegó a ser jefe de redacción del «Noticiero<br />

Regional» de la estación de radio «La VoZ de El<br />

Banco». Al mismo tiempo. trabajaba como profesor<br />

en el Colegio Nacional Mixto. y mantenía relaciones<br />

e intercambioS con el Colegio Cooperativo de San<br />

Martín de Loba. institución donde a partir de 1978<br />

ejercería como profesor. Sus permanentes contactos<br />

con el mundo exterior. a través del ejercicio del<br />

periodismo y de loS innumerables viajes entre El<br />

Banco y San Martín de Loba. le hicieron constatar<br />

ciertos cambios en las distintas tradiciones de su<br />

pueblo. Así es como lo cuenta :<br />

(...) noté que (...) se estaban perdiendo algunas<br />

tradiciones que hacían parte de la cultura del<br />

pueblo. (...) Por ejemplo, lo de las Tamboras (...),<br />

porque comenzaron a llegar entonces los picós y<br />

la influencia de. ..otro tipo de música. la música<br />

foránea. (...) En la década del setenta comencé a<br />

notar eso. De pronto, antes ya se venía dando.<br />

pero tal vez fui consciente en ese momento (...) A<br />

partir de entonces comenzamos un trabajo de<br />

rescate, de recuperación de esas tradiciones (. ..)11<br />

Alvaro Mier y otros educadores. con el acuerdo<br />

de la municipalidad. promovieron algunas<br />

tradiciones del pueblo durante la «semana cultural»<br />

del Colegio Cooperativo. contratando algunos músicos<br />

y bailarines como Vicente Serpa. Nicanor<br />

Agudelo y Casildo Gil. para que transmitieran sus<br />

conocimientos a las nuevas generaciones.12 Esta<br />

iniciativa no duró mucho tiempo, pero permitió a<br />

actores y aprendices presentar diferentes danzas<br />

en la «semana cultural», como también en el Festival<br />

de la Cumbia de El Banco. evento que hizo pensar<br />

a Alvaro Mier en realizar en San Martín de Loba<br />

un Festival similar. únicamente con Tambora. No<br />

obstante, entraron en juego otros factores, y no fue<br />

sino hasta 1984 cuando Oscar Centeno (presidente<br />

en ese momento del comité organizador de las fiestas<br />

de San Martín y futuro alcalde) le pidió a Délmides<br />

Navarro (antiguo colega de Alvaro Mier en El<br />

Banco) transmitir para «Radio Sutatenza» de<br />

Barranquilla. y en directo. las fiestas del 11 de No-<br />

viembre. día de San Martín. patrono del pueblo.<br />

Sin embargo. Délmides Navarro consideraba sin<br />

interés para la emisora la música de picó. los bailes<br />

de caseta y las corralejas. principales acontecimientos<br />

de estas fiestas. y propuso acoger la propuesta<br />

de Alvaro Mier: realizar un Festival de Tambora. lo<br />

que sí valdría lq pena transmitir por radio. ya que<br />

la Tambora hacía parte de las tradiciones del pueblo.<br />

De esta maner~. con muchas dificultades pero<br />

con el apoyo del comité organizador y la colaboración<br />

de amigos y colegas. Alvaro Mier organizó el<br />

primer Festival de Tambora de su pueblo. que se<br />

llevó a cabo el11 de noviembre de 1984.<br />

El<br />

Festival<br />

Desde sus inicios. este Festival es celebrado anualmente<br />

durante las fiestas de San Martín para evitar<br />

confundirlo. según Alvaro Mier. con las tradicionales<br />

Tamboras del mes de diciembre. El Festival se<br />

realiza en torno a un cierto número de concursos<br />

que le dan un carácter competitivo. En los tres primeros<br />

Festivales se presentaron dos concursos -<br />

baile y canto tradicional-. en dos categorías diferentes:<br />

«veteranos» para los más antiguos e «iniciados»<br />

para los demás. A partir de11lIer Festival en<br />

1986. apareció la categoría «infantil» para el concurso<br />

de baile. y en ellV..o Festival. en 1988. tres<br />

nuevos concursos se crearon: «canto inédito». «riqueza<br />

folclórica» y «piqueria»,13 Dos años más tarde<br />

apareció la categoría «juvenil» y a partir del VIIIo<br />

Festival. en 1992. otros dos concursos se sumaron<br />

a la lista: «mejor intérprete de currulao"14 y «mejor<br />

intérprete de tambora». Si año tras año el número<br />

de concursos iba en aumento. en parte se debía al<br />

número creciente de participantes.<br />

En el primer Festival participaron los mismos<br />

actores del pueblo, quienes acostumbraban reunirse<br />

en las calles durante las tradicionales Tamboras<br />

de diciembre, las cuales contaban con una<br />

importante participación -indefinida e ilimitada- de<br />

la comunidad en general. Como consecuencia del<br />

primer Festival, se formaron poco a poco lo que<br />

pronto se llamó «grupOS» de Tambora, concepto que<br />

desde entonces se ha difundido en la zona. Según<br />

Alvaro Mier, esta noción de «grupo» surgió con el<br />

Festival, ya que las tradicionales orquestas de Tambora<br />

debían ahora contar con un número definido<br />

y limitado de personas para poder participar. En<br />

San Martín de Loba se conformaron cuatro grupos<br />

principales: el de la calle del Mango, con Petrona<br />

Centeno (una de las más antiguas cantadoras), sus<br />

hijas y el compositor y cantador Alberto González,<br />

grupo que tomaría el nombre «16de Diciembre»15;<br />

4


el de la calle de Bolívar, con diferentes miembros<br />

de la familia Ardila, que se llamaría «Dinastía y folclor»;16<br />

el de la familia de Cayetano Camargo,<br />

antiguo cantador y actual compositor de los cantos<br />

que hacen parte de su repertorio (mayormente interpretado<br />

por su hija Martina Teresa Camargo), y que<br />

se llamaría «Aires de San Martín», y , finalmente, el<br />

de Casildo Gil (compositor e intérprete del currulao),<br />

que se conocería como «Riquezas de San Martín».<br />

También, es importante resaltar el protagonismo<br />

de Nicanor Agudelo y Vicente Serpa, quienes, el<br />

primero con el currulao y el segundo con la tambora,<br />

han acompañado en múltiples ocasiones a la mayoría<br />

de los grupos, cantadores y bailarines del pueblo.<br />

A partir del segundo Festival, algunas poblaciones<br />

vecinas se adhirieron, y entre la séptima y<br />

octava edición (1991 y 1992), ya eran varios los pueblos<br />

representados en este evento: Hatillo de Loba,<br />

Barranco de Loba, Chimí, La Victoria, El Peñón y<br />

Tamalameque.<br />

Los ganadores de los diferentes concursos son<br />

seleccionados por un jurado compuesto de tres personas.<br />

Generalmente, los miembros del jurado ejercen<br />

profesiones relacionadas con diferentes aspectos<br />

de la música y de la danza tradicional del caribe<br />

colombiano, pero ninguno ha sido actor propiamente<br />

dicho de la Tambora. 17 Entre los miembros<br />

del jurado se pueden entonces encontrar sociólogos,<br />

historiadores o antropólogos, profesores, escritores<br />

o poetas, compositores, bailarines y coreógrafos,<br />

músicos o folclorólogos, como lo han sido por ejemplo<br />

Orlando Fals Borda, Edgar Rey Sinning, Miguel<br />

Chajín, Teobaldo Cervantes, Trino Flórez, Alvaro<br />

Padilla Torres, José Benito Barros, Carlos Franco,<br />

Fernel Matute o Jaime E. Rojas, entre muchos otros.<br />

Los concursos se realizan durante tres días,<br />

aproximadamente, sobre un escenario de madera<br />

desmontable, ubicado generalmente en un extremo<br />

de la calle de Bolívar. Los concursantes suben al<br />

escenario mientras los miembros del jurado observan,<br />

anotan y escogen a los futuros ganadores. En<br />

el fragmento del «Acta de Jurado N° 008. del VIIIo<br />

Festival ( 1992) presentado a continuación,IB se pueden<br />

observar algunos de los criterios básicos para<br />

la repartición de todos los premios (principalmente<br />

en forma de trofeos), y según los cuales se designa<br />

a los futuros ganadores :<br />

Baile tradicional: 1) Expreswn de los movimientos.<br />

2) Autenticidad folclórica. 3) Presentación de<br />

uniformes<br />

típicos.<br />

Canto tradicional: 1) La tradicionalidad del canto.<br />

2) Afinación y vocalización. 3) Autenticidad<br />

folclórica. 4) Melodía musical.<br />

Canto inédito: 1) Melodía. 2) Tema. 3) Letra. 4)<br />

Poesía. 5) Verso. 6) Autenticidad folcl6rica.<br />

fi'lueria: 1) Rima de los versos. 2) Secuencia del<br />

tema.19<br />

Riqueza-folclórica: 1) Autenticidadfolclórica. 2)<br />

Intelpretación del mayor número de aires. 3) Tema<br />

del canto. 4) Melodía musical. 5) Afinación y<br />

vocalización. 6) Letra. 7) Presentación del grupo<br />

y destreza en el baile de cada uno de los aires. 8)<br />

El grupo debe intelpretar el canto y bailar cada<br />

uno de los cuatro ritmos estipulados (tambora,<br />

berroche, guacherna y chandé ). 9) Antes de<br />

comenzar la intelpretación de cada ritmo en grupo.<br />

el currulao y la tambora deben separadamente<br />

hacer una breve demostración de la ejecución del<br />

aire mencionado.20<br />

M~ior currulao y m~ior tambora: 1) Intelpretación<br />

de la mayor cantidad de ritmos. 2) Habilidad en<br />

la ejecución<br />

del instrumento.<br />

Rosalía Urrutia y Dagoberto Deal de Altos del Rosario en<br />

tarima. San Martín de Loba. 12 de noviembre de 1995.<br />

Como se podrá observar más adelante, los concursos<br />

«canto inédito», «riqueza folcl6rica» y<br />

5


«piquerta» van a influenciar notablemente alos participantes<br />

en las prácticas musicales y en su manera<br />

de percibir esta tradición.<br />

b. TAMA<strong>LA</strong>MEQUE<br />

Diógenes Armando Pino Avila nació en Tamalameque,<br />

en 1953. en el seno de una familia sin nexos<br />

directos aparentes con la Tambora. Vivió la mayor<br />

parte de su vida en su pueblo, excepto seis años<br />

mientras preparaba el bachillerato en Cartagena y<br />

trabajaba en Valledupar. Desde su regreso a Tamalameque<br />

obtuvo un puesto como profesor al tiempo<br />

que incursionaba en la polít1ca: en 1978 fue elegido<br />

al concejo municipal. y en 1982 y 1993 fue nombrado<br />

alcalde, la primera vez por decreto, la segunda<br />

por elección popular. Ha publicado varios libros,<br />

entre los cuales uno sobre la historia de Tamalameque21<br />

y otro. La Tambora: universo mágtco,22 el<br />

único editado y consagrado exclusivamente a esta<br />

tradición.<br />

Para Diógenes A. Pino emigrar algunos años de<br />

Tamalameque significó tomar conciencia de la<br />

pérdida de valores tradicionales y de cambios en<br />

las costumbres de su pueblo:<br />

(...) Noté quefaltaba algo muy nuestro. (...) Ya<br />

desde ese entonces, se estaba manejando la<br />

carreta de la búsqueda de la propia identidad de<br />

los pueblos y venía afectado por una corriente<br />

cultural del momento (...) Los jóvenes (...) le<br />

perdieron el interés a lo que hacían los abuelos<br />

(...) bailaban otra música, cantaban otras cosas ...<br />

incluso, en la misma tradición oral hubo una<br />

pérdida enorme, ya los cuenteros empezaron a<br />

desaparecer; (...) Ya no erafáctljugar en la calle<br />

al «cacho«, a la «libertad- (...), a los juegos que se<br />

hacían en la infancia (...) La televisión llegó en<br />

los años... sesenta Y... cinco, más o menos (...).<br />

Yo recuerdo... había un programa de Los Monkeys<br />

(...) y otro programa que nos gustaba mucho<br />

en ese entonces y era Perdidos en el espacio (...).<br />

Y bueno, entonces pues le perdimos casi que el<br />

sabor a las historias del «110 conejo-, «1Yo tigre-, a<br />

los cuentos de tradición ya las noches de<br />

adivinanza que se hacían cuando niños, que los<br />

viejos se ponían a contar (...) y uno a tratar de<br />

interpretarlas (...) Era una diversión sanísima iY<br />

se perdió! (...) Y después nos invadieron con<br />

paquitos de Tarzán, de Batman, de Supermán Y<br />

empezamos a cambiar (...) Y llegó un momento<br />

en que los ídolos nuestros, locales, pues,<br />

perdieron un valor frente a esa cantidad de<br />

simbología que nos trajeron de afuera (...)23<br />

Foto de Manuel Mler<br />

Esta toma de conciencia acentuó el deseo de<br />

Diógenes A. Pino por ir en busca de la propia<br />

identidad de su pueblo. por lo que participó como<br />

miembro del comité organizador de las fiestas del<br />

14 de septiembre. día del Santísimo Cristo. En<br />

Valledupar ya había conocido el Festival Vallenato,<br />

y por la proximidad de Tamalameque a El Banco<br />

también el Festival de la Cumbia. Entonces, para<br />

la edición de 1979. y aparte de las tradicionales<br />

fiestas de corraleja del 14 de septiembre. Diógenes<br />

A. Pino propuso un encuentro entre los tamboreros<br />

y cantadoras del pueblo, y creó así una especie de<br />

Festival de Tambora. De esta manera, miembros de<br />

las familias Ramírez y Carmona. con un grupo de<br />

jóvenes encabezados por Luis Eugenio Imbtechts<br />

(nacido en 1962), participaron en lo que se llamó el<br />

«Primer Festival de la Tambora¡¡ de Tamalameque,<br />

que posteriormente sería considerado un fracaso y<br />

recibiría severas críticas en su contra por las deudas<br />

que dejó. Además, con la Tambora las acostumbradas<br />

corralejas perdieron importancia. lo que<br />

desagradó a muchos lugareños. Por esto, habría<br />

que esperar siete años más para realizar un nuevo<br />

Festival. Esta vez -según Diógenes A. Pino- para<br />

dejar Tamboras por "¡cien años más!"<br />

El<br />

Festival<br />

El primer Festival de Tambora de Tamalameque fue<br />

entonces un encuentro entre loS diferentes actores<br />

del pueblo. tal y como lo fue en San Martín de Loba.<br />

6


(I) Pareja de baile del grupo<br />

"Vacambú". Canta Gumercindo<br />

Palencia, San Martín de Loba, 12 de<br />

noviembre de 1995.<br />

(D) Tambora "Los Chimilas" en la<br />

tarima "Pacha Gamboa". Canta<br />

Mariano Caro. Tamalameque,<br />

diciembre de 1991.<br />

FC;t;:;dC;G;;¡¡íC;rmC;Ca~bó'R;:;~dC;;:C;;;<br />

Pero si en este último pueblo la Tambora se mantenía<br />

viva, en Tamalameque por el contrario prácticamente<br />

había desaparecido, ya que los pocos<br />

cantadores y tamboreros abandonaron casi por<br />

completo su práctica. Luis Eugenio Imbrechts,<br />

llamado «Geño)l, dice jamás haber vivido en ese<br />

entonces una Tambora como aquellas de otra época,<br />

y haber aprendido a interpretar esta música<br />

principalmente a través del mismo Festival. Por esta<br />

razón, en la primera edición del Festival, Geño no<br />

participó con música de Tambora sino con un grupo<br />

de música vallenata, ganando inclusive el concurso<br />

«canto inédito)l con una canción vallenata.<br />

Después del fracaso del primer Festival. las<br />

Tamboras de Tamalameque desaparecieron muchos<br />

años. Geño y un grupo de jóvenes crearon el<br />

«Club Juvenil» con el propósito de interpretar mÚsica<br />

y danza tradicional, pero sin Tambora. Entre<br />

tanto, Diógenes A. Pino, que se había convertido en<br />

una importante personalidad en la vida política y<br />

cultural de Tamalameque, le exigió a este grupo de<br />

jóvenes trabajar en torno a la Tambora, condición<br />

sin la cual el Club Juvenil no recibiría apoyo de la<br />

municipalidad. que consideraba imperativo hacer<br />

revivir entre los jóvenes esta vieja tradición. prácticamente<br />

desaparecida en su pueblo. De la misma<br />

manera, en las diferentes manifestaciones culturales<br />

que se organizaban en la región (Aguachica,<br />

Chimichagua. La Gloria. Barrancabermeja...), el<br />

Club Juvenil recibía a menudo la crítica de no<br />

interpretar música de Tamalameque. Por ello. estos<br />

jóvenes tuvieron que cambiar radicalmente la<br />

orientación del grupo, como lo expresa Geño:<br />

( ...) vimos la necesidad de llevar algo que Juera<br />

nuestro. que nos diera una identidad cultural.<br />

Entonces ( ...) en compañía de Diógenes<br />

prácticamente acordamos hacer un «pare» en lo<br />

que veníamos haciendo para dedicarnos de lleno<br />

a la Tambora. Nosotros tuvimos un receso de<br />

dos o tres meses (...) para aprender bien lo que<br />

es Tambora: primero, antes de bailar; investigamos<br />

cómo se bailaba, cómo eran los cantos,<br />

quiénes fueron los máximos exponentes ( ...), el<br />

porqué se bailó, la coriformación de la Tambora,<br />

el vestuario, sus ritmos, sus aires, en fin todo<br />

eso (...)24<br />

En 1986 Geño tuvo un encuentro decisivo en<br />

Chimichagua con Venancia Barriosnuevo, de Hatillo<br />

de Loba (1924-1995), una de las cantadoras más<br />

importantes y conocidas de toda la región. Este encuentro<br />

fue igualmente una de las primeras veces<br />

que él recuerde haber sido testigo de una Tambora<br />

de verdad. Ese mismo año, Diógenes A. Pino era el<br />

director de la Casa de la Cultura de Tamalameque<br />

y aprovechando ese contexto, más el apoyo de personas<br />

que colaboraron en el primer Festival, se realizó<br />

la segunda edición del Festival de Tambora con<br />

la participación de Hatillo de Loba, Río Viejo y Talaigua<br />

Viejo. Desde entonces, este Festival se realiza<br />

todos los años generalmente en el mes de diciembre,25<br />

igual a cuando originalmente se festejaba la<br />

Navidad con Tambora, aunque en un contexto completamente<br />

diferente.<br />

Contrariamente al de San Martín de Loba. el Festival<br />

de Tambora de Tamalameque conoció rápidamente<br />

un éxito inesperado. y se consideró posteriormente<br />

como un Festival nacional. mientras que<br />

el primero ha mantenido un carácter regional. Esto<br />

se debe principalmente a su localidad de mayor<br />

facilidad de acceso ( 15 kilómetros de la carretera<br />

7


entre Bucaramanga y la Costa), y por acoger participantes<br />

procedentes de lugares donde esta música<br />

se practica desde hace relativamente poco tiempo,<br />

como Barrancabermeja (donde existe una importante<br />

comunidad oriunda de esta zona), y algunas<br />

ciudades con instituciones que promueven el estudio<br />

de las tradiciones populares, como la Universidad<br />

Tecnológica del Magdalena, en Santa Marta,<br />

y la Universidad Industrial de Santander, en Bucaramanga.<br />

De esta manera, el número de participantes<br />

en este Festival creció considerablemente y<br />

su popularidad alcanzó un nivel sin precedentes:<br />

por primera vez asistió el Estado con representantes<br />

de Colcultura, apareció en el libro Las ftestas y el<br />

folclor de Colombia26 y finalmente la televisión belga<br />

-en coproducción con Audiovisuales- realizó un<br />

documental sobre Tamalameque, que resalta su<br />

Festival.27 La gran afluencia a este Festival se puede<br />

observar con la lista de los grupos que participaron<br />

en el IXo Festival en 1994, y la lista de los grupos<br />

igualmente invitados pero ausentes ese mismo año:<br />

IX Festival de Tambora de Tamalameque<br />

Nombre<br />

1. Alegres de Brisas<br />

2. Colonia de Tamalameque<br />

3. Denls María y su grupo<br />

4. El Chandé<br />

5. El Retén<br />

6. Korron Kalro<br />

7. La Llorona<br />

8. La Original<br />

9. Los Chlmllas<br />

10. Los HIJos de Chaulo<br />

11. Los Mallbúes<br />

12. Marchegua<br />

13. Paleolo Carabalí<br />

14. Roca<br />

15. 13 de Junio<br />

16. Yacambú<br />

Nombre<br />

Grupos participantes<br />

Grupos ausentes<br />

Lugar de origen<br />

Brisas (Cesar)<br />

Barrancabermeja (Santander)<br />

Hatillo de Loba (Bolivar)<br />

Gamarra (Cesar)<br />

El Retén (Magdalena)<br />

Curumani (Cesar)<br />

Tamalameque (Cesar)<br />

San Bernardo (Cesar)<br />

Chimi (Bolívar)<br />

Tamalameque (Cesar)<br />

Chimi (Bolívar)<br />

Hatillo de Loba (Bolívar)<br />

El Paso (Cesar)<br />

Chimichagua (Cesar)<br />

El Peñón (Bolívar)<br />

Hatillo de Loba (Bolívar)<br />

Lugar de origen<br />

1. Santa Rosa de Arenal Arenal (Bolívar)<br />

2. La Candelaria Río Viejo (Bolívar)<br />

3. Tam-bam Barranco de Loba (Bolívar)<br />

4. Sí se puede Alto del Rosario (Bolívar)<br />

5. Tambora de la Slerrita Chlriguaná (Cesar)<br />

6. Grupo Folclórico de La Gloria La Gloria (Cesar)<br />

7. Colonia de Tamalameque N° 2 Barrancabermeja (Santand.)<br />

8. Tambora de la U.I.S. Bucaramanga (Santander)<br />

9. Slpote Vaina Costillas (Cesar)<br />

10. Dinastía y Folclor San Martín de Loba (Bolívar)<br />

El Festival de Tambora de Tamalameque se organiza<br />

en torno a un cierto número de concursos.<br />

que le dan, como al de San Martín de Loba. un<br />

carácter competitivo. La fase final de los concursos<br />

se lleva a cabo en una gran tarima de concreto,<br />

situada en la plaza enfrente de la iglesia. y llamada<br />

«Facha Gamboall. célebre bailadora. Los jurados se<br />

alternan para escoger los ganadores de todos los<br />

concursos. y las reglas de participación y los<br />

criterios de selección son muy similares a los de<br />

San Martín de Loba, como se observa en el fragmento<br />

de la carta de invitación al IXo Festival de<br />

Tambora de Tamalameque presentado a continuación:28<br />

Modalidades<br />

Grupo de Tambora<br />

Parejas de baile<br />

Cantos inéditos<br />

Voz intélprete<br />

Percusión<br />

Categorías<br />

Mayores. juveniles. tnjanttles.<br />

Mayores. juveniles. tnjantUes.<br />

Mayores. juveniles.<br />

Mayores. juveniles.<br />

Mayores. juveniles.<br />

Bases del Concurso<br />

1. Todas las modalidades participarán Únicamente<br />

en aires de Tambora ( chandé, guacherna,<br />

berroche y tambora tambora).<br />

2. Los instrumentos que usarán los participantes<br />

deben ser los típicos: tambora de dos parches<br />

(hembra), (...) currulao (macho) (...) y las palmas de<br />

las manos.<br />

3. Cada grupo estará integrado por catorce (14)<br />

personas, máximo.<br />

4. Los grupos se ataviarán con vestidos típicos<br />

de su región, o de la Costa Atlántica, en el momento<br />

de actual:<br />

5. Canción inédita (...)<br />

6. Tiempo para las diferentes modalidades:<br />

-Grupo de Tambora: 10 minutos<br />

-Pareja individual (...): 5 minutos<br />

-Canto inédito: 4 minutos<br />

7. (...)<br />

8. Los participantes en todas las modalidades<br />

deben dominar mínimo tres (3) de los cuatro aires de<br />

la tambora exigidos. (...)<br />

II. Tambora<br />

y Festival<br />

Anteriormente se expuso cómo estos Festivales fueron<br />

en gran parte creados con el fin de rescatar las<br />

tradiciones que poco a poco caían en el olvido. En<br />

este sentido, dicha iniciativa fue un verdadero acierto,<br />

ya que en Tamalameque, por ejemplo, los jóvenes,<br />

que en un principio menospreciaban la Tam-<br />

8


ora. a través del Festival la revaloraron. y los viejos<br />

actores encontraron un reconocimiento casi inmediato.<br />

No obstante, simultaneamente aparecía un<br />

nuevo contexto, tomando por sorpresa a los mismos<br />

organizadores, quienes no se daban cuenta de este<br />

hecho, como lo expresa Diógenes A. Pino:<br />

(...) la organización del FestivallO-hizo gente que<br />

nunca había tocado Tambora (...) Nosotros<br />

mirábamos las cosas bajo otro lente yeso fue lo<br />

que nos llevó (...) a que nos estrelláramos con<br />

una cantidad de cosas (...), los tamboreros lo<br />

están diciendo: «no, eso no lo hacemos, eso no lo<br />

sabemos hacel; nunca lo hemos hecho, ilos viejos<br />

nunca han hecho esto...!. Nosotros de pronto<br />

quisimos estereotipar un poco la cosa (...) Errores<br />

que yo reconozco, habrá otros que no los recuerdo<br />

o no soy consciente de ellos (...)29<br />

Actualmente, la mayoría de los actores, y en particular<br />

aquellos nacidos después de 1950, asocian<br />

la Tambora al escenario, a los concursos, a los trofeos,<br />

en fin, al Festival. Evocar la Tambora en su<br />

contexto de origen significa casi siempre evocar el<br />

pasado, aunque en algunos lugares ella aún subsista<br />

en un entorno similar al de sus orígenes. Así,<br />

músicos y bailarines consideran hoy el Festival<br />

como un acontecimiento importante, tanto para la<br />

Tambora como para ellos mismos,3o ya que les permite<br />

volver a ver viejos amigos, conocer gente y actores<br />

de otros pueblos, compartir el placer de revivir<br />

sus tradiciones, demostrar sus capacidades artísticas,<br />

y hasta competir para ganar reconocimiento,<br />

trofeos y dinero. Aún, subir al escenario y cantar<br />

con un micrófono frente al público es para ellos<br />

una referencia más cercana a la cultura «televisiva»<br />

de hoy y en la cual viven, que a aquella inspirada<br />

en festejar en la calle el nacimiento del Niño Dios, o<br />

en una ofrenda a algún santo de la iglesia, según<br />

era la costumbre en otros tiempos.<br />

Es así como el renacer de la Tambora en forma<br />

de Festival introdujo características propias a otro<br />

tipo de contexto. y generó cambios en el medio -o<br />

marco de presentación- como también en las prácticas<br />

mismas de esta tradición. En cuanto a los<br />

cambios en el medio se pueden señalar los siguientes<br />

aspectos: la Tambora ha sido transplantada de<br />

la calle. donde normalmente se producía. al escenario<br />

en forma de espectáculo; también. dejó de<br />

interpretarse principalmente durante la noche como<br />

era la costumbre. para serIo. sobre todo. en el día.<br />

debido a la cantidad de concursos y participantes;<br />

además. la asistencia pasó de jugar un papel activo<br />

y de primer orden. a uno pasivo y como espectadora;<br />

por consiguiente, el número de actores en la Tambora<br />

se redujo en favor a la formación de «grupos»<br />

limitados.<br />

En cuanto a los cambios en las prácticas de la<br />

Tambora se pueden resaltar: la «oficialización. de<br />

cuatro modalidades o variantes rítmicas; la<br />

instauración de conceptos como «solo. y «piqueria.,<br />

y finalmente el «canto inédito.. En primer lugar. los<br />

dos Festivales «oficializaron. cuatro ritmos en la<br />

Tambora: tambora, berroche, guacherna y chandé.31<br />

Sin embargo. no todos estos ritmos eran conocidos<br />

en los pueblos. Por ejemplo, los actores más viejos<br />

de Hatillo de Loba interpretaban el berroche, la<br />

tambora y el chandé, mientras que en San Martín<br />

de Loba, principalmente, la tambora y la guacherna.32<br />

De igual forma. los actores más jóvenes ignoraban<br />

algunos de estos ritmos ya que, no habiéndolos<br />

heredado de sus padres ni abuelos. no hacían<br />

parte de su tradición. Así lo manifiesta -entre muchos<br />

otros testimonios- Alejandro Villalobos (nacido<br />

en Hatillo de Loba en 1975), nieto de Venancia Barriosnuevo<br />

e hijo de Delmina Muñoz. quien afirma<br />

haber conocido la guacherna a través del Festival<br />

de Tamalameque:<br />

(...)fuimos a unfesttval allá en Tamalameque. y<br />

dijeron; «(...) tienen que tocá la guacherna».<br />

Primero subió e[ grupo de Tamalameque y ( ...) le<br />

pusimos cuidado (...) Nosotros en seguida<br />

ensayamos (...) lo que estaban tocando ellos (...)<br />

y de ahí le cogimos el son.33<br />

Los actores desconocían algunos ritmos exigidos<br />

tanto en uno como en otro Festival, como también<br />

se puede observar en el fragmento presentado a<br />

continuación de la entrevista entre Alberto González<br />

-nacido en San Martín de Loba en 1955- y<br />

Guillermo Carbó -autor de este escrito- sobre el<br />

berroche y el chandé:<br />

Guillermo Carbó (G): ¿Yel berroche. lo tocaban?<br />

Alberto González (A): No.<br />

G: ¿A partir de cuándo ( ...) empezaste a escuchar<br />

berroche (...)?<br />

A: Berroche... vea, yo lo escuché (...) aquí en<br />

Loba. pues. ( ...) porque pusieron que participar con<br />

tambora. guacherna y berroche. ..Y en Tamala -<br />

meque que también son tambora. guacherna,<br />

berroche y chandé. ..<br />

G: ¿Tú antes no habías oído hablar del berroche?<br />

A: No. yo no había oído hablar del... [berrochel.<br />

G: ¿Y dónde lo oíste tocar...?<br />

A: Ah. el berroche pues. ..lo escuché una vez ahí<br />

que (...) dijeron que era berroche los de Tama-<br />

9


Pareja de veteranos (Venancia Barriosnuevo y<br />

Félix Barriosnuevo) de Hatillo de Loba. San<br />

Martín de Loba. 12 de noviembre de 1994.<br />

lameque y. ..ahí en el Festival fue que lo escuché.<br />

G: ¿Fue a raíz del festival?<br />

A: Sí, fue a raíz del Festival, (...) porque... llegó<br />

la invitación de Tamalameque (...) entonces decían<br />

que teníamos que... cuatro temas: tambora,<br />

guacherna, berroche y chandé. Pues entonces yo<br />

averiguando con personas por ahí cómo era el golpe<br />

del chandé(...) y ahí le pusimos el ritmo de chandé<br />

.y también vi una grabación que había de «Joselito»<br />

y dice «Chandé», entonces me puse a escuchar esa<br />

grabación.<br />

G: ¿En dónde?<br />

A: En un disco... bueno, entonces decía esto<br />

«Chandé»;«Joselito el borrachón l...], Joselito el<br />

borrachón...» jAhí dice qu'es chandé!<br />

G: ¿(...) antes de ir al Festival, no sabían qué era<br />

chandé?<br />

A: No (...). Cuando llegó la invitación de Tamalameque,<br />

yo me puse a investigar, no te digO.., un<br />

chandé , sí. y me puse a averiguar y tal y. ..encontré<br />

ese long-play allá donde Nelba y... «vea, aquí está<br />

un chandé», y lo escuchamos(...)34 (Fin del<br />

fragmento.)35<br />

En segundo lugar y en cuanto a los «solos» se<br />

refiere, los tamboreros deben demostrar sus<br />

capacidades de interpretación instrumentales. Es<br />

importante tener en cuenta que si las prácticas de<br />

improvisación y de ornamentación -tanto en la<br />

interpretación de la tambora como principalmente<br />

en la del currulao- siempre han existido en esta<br />

música, sin embargo esto no sucedía en el marco<br />

de un «solo», sino dentro del conjunto orquestal mismo.<br />

Es decir, en la Tambora po se acostumbraba<br />

interpretar, solo, ningún instrumento para demostrar<br />

capacidad alguna, aun cuando por supuesto<br />

ésta podía resaltar del talento innato del intérprete,<br />

pero sin disociarse de la sonoridad del conjunto.<br />

Tal es el caso por ejemplo del legendario tamborero<br />

David Escobar (1895-1992) de San Martín de Loba,<br />

reconocido por los nativos de este pueblo como un<br />

verdadero «maestro» del currulao.<br />

A su vez. la piqueria es muy probablemente una<br />

influencia reciente de la música vallenata. Al menos<br />

así piensan algunos cantadores de Tambora, como<br />

Foto de Manuel Mler<br />

Ismael Ardila. para quien: I« ...) la piqueria es<br />

vallenata. "36 En el vallenato la piqueria es un duelo<br />

entre dos o más cantantes solistas quienes demuestran<br />

su habilidad para improvisar versos en forma<br />

de justa poética, alternando y respondiendo varias<br />

veces a las pullas de su adversario. Según Consuelo<br />

Araújo esta práctica «(...) ha constituído una de las<br />

características más típicas y destacadas (...)II de la<br />

música vallenata.37 Sin embargo. y aunque en la<br />

Tambora también puedan alternar diferentes voces<br />

solistas en el curso de un mismo canto. esto no se<br />

efectúa con la misma intención que en la piqueria<br />

vallenata.ya que en la Tambora no hay adversarios.<br />

En efecto. más bien existe lo que Eleuterio Ardila38<br />

describiría con sus propias palabras como «contrapunto»:<br />

después de cantar varias estrofas y durante<br />

un tiempo relativamente largo, los cantadores<br />

pueden eventualmente remplazarse entre sí, con el<br />

fin de descansar, o simplemente porque uno u otro<br />

desea interpretar el mismo canto. Por supuesto, esto<br />

no implica que de vez en cuando en la Tambora<br />

existan sátiras entre los mismos actores. pero curiosamente<br />

éstas son mucho más frecuentes en relaciÓn<br />

a la pareja de baile que entre cantadores. La<br />

Tambora es efectivamente un I


Pareja de baile<br />

(Efraín Hernández<br />

y Adelaida Trespalacios)<br />

de Altos del Rosario, San Martír<br />

Loba, 12 de noviembre de 1994<br />

de<br />

de San Martín de Loba, y Dagoberto Deal. de Altos<br />

del Rosario- se pueden contar alrededor de treinta<br />

«cantos inéditos-. siendo posible suponer la<br />

existencia de más de doscientos nuevos cantos de<br />

Tambora, productos del Festival. Pero las consecuencias<br />

de este concurso van más allá de la renovaciÓn<br />

del repertorio en esta música, renovación que<br />

surge a partir de un principio muy distinto al de la<br />

inspiración de la Tambora de otros tiempos. donde<br />

el concepto mismo de «autoría- no existía. aun<br />

cuando muy probablemente algunos de los hoy llamados<br />

«cantos tradicionales» hayan sido el fruto de<br />

la inspiración de una sola persona.4o Estos cantos<br />

tradicionales nacían en circunstancias completamente<br />

distintas a los «inéditos- de hoy en día. y<br />

eran los mismos actores quienes inconscientemente<br />

transmitían de padres a hijos aquellos que iban a<br />

quedar en la memoria colectiva de la comunidad.<br />

La noción de «propiedad intelectual- ha generado<br />

conflictos en este medio, como aquel de atribuirse<br />

la autoría de una copla o canto que hace parte del<br />

«(...) reino comunal de la tradición oral (...).. como lo<br />

expresa García Usta.41 Analizar esa problemática<br />

se sale de los objetivos de este artículo. Sin embargo,<br />

es importante señalar que, curiosamente,<br />

muchos «cantos inéditos» ya se han incorporado a<br />

las costumbres musicales de estos pueblos, como<br />

algunas composiciones de Cayetano Camargo y<br />

Casildo Gil, entre otros, escuchadas con frecuencia<br />

en las calles de San Martín de Loba durante las<br />

Tamboras decembrinas. Como era de esperarse.<br />

con el concurso «canto inédito- se han infiltrado<br />

igualmente criterios estilísticos en la composición<br />

poética del texto que no dejan de influenciar y limitar<br />

a los nuevos compositores. Así, se recomienda que<br />

el número de estrofas se limite a seis o siete por<br />

canto, de manera que éste dure alrededor de tres<br />

minutos, o también que el texto tenga relación temática<br />

entre las estrofas y el estribillo. por ejemplo.<br />

Sin embargo, algunas consignas no serán siempre<br />

acatadas por los nuevos compositores, quienes con<br />

mucha sutileza contornan obstáculos composicionales,<br />

ya que no siempre comprenden tales exigencias<br />

técnicas, como métrica, rima, temática. ..,<br />

y en muchos casos, los más prolíficos compositores<br />

son iletrados y deben recurrir a terceras personas<br />

para escribir sus cantos y poder así participar en el<br />

Festival.<br />

Para finalizar, es muy importante resaltar el papel<br />

que hajugado el jurado en este nuevo marco de<br />

presentación de la Tambora en el Festival. Compuesto<br />

generalmente por intelectuales exógenos de<br />

esta tradición, a los diferentes miembros del jurado<br />

se les deben algunos de los criterios de calificación<br />

en los concursos del Festival, como lo expresa Alvaro<br />

Mier:<br />

( ...) esas pautas se fueron estableciendo por<br />

sugerencia de los mismos jurados. La verdad fue<br />

que cuando nosotros armamos el Festival, dijimos<br />

simplemente: «bueno, vamos a califICar ( ...) el que<br />

mejor cante y el que mejor baile., pero sin tener<br />

en cuenta ( ...) qué es lo que pueda ser posible en<br />

esa ( ...) clas.iflcacwn. Entonces ya en la práctica<br />

pues los mismos jurados fueron haciendo sus<br />

anotaciones (...) De ahí en adelante (...) hemos<br />

mantenido eso, que se respeten esos criterios<br />

(...)42<br />

La opinión de los miembros del jurado ha tenido<br />

una influencia significativa en las prácticas de la<br />

Tambora. Un ejemplo concreto de esto se puede<br />

observar con el hoy famoso canto «La Pava», originalmente<br />

unjuego coreográfico en ronda ejecutado<br />

durante los velorios de niños. En un Festival de<br />

danza en Chimichagua,43 los miembros del jurado<br />

sugirieron a los participantes ejecutar danzas a las<br />

que se les pudiera demostrar su origen y sus «fundamentos»,<br />

según la expresión de Delmina Muñoz<br />

(nacida en 1944), bailadora del grupo «Marchegua».<br />

Por ello, y para esa ocasión, Delmina Muñoz y Gumercindo<br />

Palencia (cantador y compositor del grupo)


adaptaron el canto de este antiguo juego, «La Pava»,<br />

acompañándolo con una variante rítmica de la Tambora<br />

en Hatillo de Loba !1amada tambora alegre-44<br />

En el momento de la presentación, pusieron en medio<br />

del escenario un nido hecho con hojas secas de<br />

plátano y cabuya. Así, Delmina Muñoz bailó con<br />

Juan Arias quien la seguía de muy cerca, ambos<br />

imitando el acoplamiento entre la pava y el pavo,<br />

culminando con la puesta de huevos en el nido que<br />

se encontraba en la tarima. Esta danza tuvo así un<br />

éxito inmediato, que le permitió al grupo «Marchegua»<br />

ganar veinticinco mil pesos y un trofeo.<br />

La simple sugerencia de un jurado puede entonces<br />

influir de manera signiflcativa en las prácticas<br />

de una tradición, incitando en este caso a una bailarina<br />

de Tambora expresar: ii( ...) vamos a montar<br />

esta noche el baile de «La Pavall pa' ver si nosotros<br />

con ese baile ganamos ( ...) ", 45 motivada por el ánimo<br />

de competir y de ganar. Este canto y su danza<br />

respectiva son actualmente uno de los más conocidos<br />

e interpretados en<br />

todos los pueblos circunvecinos<br />

de la región.<br />

***<br />

Las influencias de los<br />

Festivales en la Tambora<br />

son muy significativas y<br />

van más allá de los diferentes<br />

aspectos aquí señalados,<br />

los cuales apenas<br />

alcanzan a esbozar la<br />

problemática del proceso<br />

de cambio en las tradiciones<br />

regionales. En efecto,<br />

los Festivales de Tambora<br />

ocupan un lugar preponderante<br />

en las prácticas musicales actuales, y para<br />

muchas poblaciones son su único marco de<br />

presentación, sustituyendo progresivamente el<br />

contexto en el cual se perpetuaba originalmente esta<br />

tradición, generación tras generación. Además, la<br />

importancia de estos Festivales es tal, que muy<br />

posiblemente sin su apoyo la Tambora hubiese caído<br />

en el olvido, y hoy se ignoraría la existencia de esta<br />

riqueza musical de los pueblos momposinos.<br />

No obstante, ya través del Festival, se han<br />

operado cambios importantes. En ocasiones son los<br />

mismos actores quienes manifiestan de algún modo<br />

su inconformismo respecto a ciertas pautas de participación<br />

en el Festival. señalando entre otras cosas<br />

lo arbitrario que es sugerirles -o exigirles- a can-<br />

12<br />

Pareja de baile de San Martín de Loba. Tamalameque<br />

diciembre de 1991. (G.C.R.)<br />

tadoras, tamboreros o bailarínes, cómo interpretar<br />

sus cantos. sus ritmos, su danza, aquello que espontáneamente<br />

aprendieron de sus antepasados.<br />

De esta manera, la estética que --consiente o inconscientemente,<br />

directa o indirectamente- el jurado y<br />

el Festival transmiten a los participantes de este<br />

evento. dentro de un contexto de «concurso», de<br />

«premio» y de «ganador», no siempre está en acuerdo<br />

con los deseos más profundos de quienes son los<br />

actores legítimos, herederos de esta tradición. Es<br />

fácil constatar la frecuencia cada vez menos importante<br />

de Tamboras callejeras y espontáneas -realizadas<br />

con el propósito de pasar un buen momento<br />

y de divertirse. y aún en ciertos casos con sentido<br />

devocional- en favor de una participación masiva<br />

en los concursos del Festival, con el ánimo de competir<br />

y de ganar. A su vez, no es raro que los mismos<br />

actores manifiesten desear un Festival en forma de<br />

«encuentro». donde entren en juego otros factores y<br />

conceptos más en común acuerdo con las propias<br />

costuwbres de sus pueblos.<br />

Transponer las prácticas<br />

de la música tradicional<br />

hacia otros planos.<br />

sin considerar su<br />

contexto de origen. puede<br />

ser nocivo para su<br />

preservación. Por elcontrario.<br />

si se tiene inicialmente<br />

en cuenta la culturaen<br />

la cual la música<br />

: se practica. siendo fiel a<br />

¡ la realidad misma del<br />

actor. de su entorno y de<br />

sus costumbres. es posi-<br />

-~- -," ble preservar la conti-<br />

--~-~, nuidad de una tradición<br />

musical, vehiculando al<br />

mismo tiempo los profundos cambios de nuestra<br />

sociedad contemporánea. Un ejemplo de ello es lo<br />

que aconteció en 1940 en San Martín de Loba,46<br />

cuando a la celebración de la Tambora callejera -<br />

COQtodo y su carácter devocional- se adjuntó la<br />

novena de Navidad. lo que permitió que la Tambora<br />

se mantuviera viva dentro de un contexto muy<br />

próximq al de sus orígenes, arraigándose aún más<br />

en las costumbres de este pueblo.47 Entre tanto. en<br />

otros lugares. la Tambora ha dejado poco a poco de<br />

existir. surgiendo la necesidad de rescatarla con un<br />

Festival y haciéndola renacer dentro de un nuevo<br />

contexto, ajeno de su propia tradición.<br />

El festival constituye así un paso necesario para<br />

el estudio de los elementos cambiantes tanto del


medio como de las prácticas mismas de esta música<br />

tradicional. e igualmente para llegar a una comprensión<br />

más profurida de la cultur~ anfibia del<br />

hombre ribereño. a través de lo que acertadamente<br />

Diógenes A. Pino llamó el «Universo Mágico» de la<br />

Tambora.<br />

NOTAS<br />

lSILBERMANN (Alphons): Les príncipes de la sociologie de la<br />

mus!que, Ginebra, Llbrairie Droz, 1968, p. 87.<br />

2Con mayúscula, ya que se usa como nombre propio de un<br />

evento dado.<br />

3Cf. PINO AVI<strong>LA</strong> (Diógenes Armando): Lc). Tambora: Universo<br />

Mágico, Tamalameque, Casa de la Cultura. 1990,44 p.<br />

4Tambora se escribe con mayúscula cuando se utilIza en<br />

un sentido amplio, refiriéndose principalmente a las cuatro<br />

primeras definiciones enunciadas arriba; tambora se escribe<br />

con minúscula cuando se refiere a algo en particular: al ritmo o<br />

al instrumento. Cf. CARf!Ó RON<strong>DE</strong>ROS (Guillermo): Lc). Tambora :<br />

musique de tradition orale en Colombie, Tesis de Doctorado. UniversIdad<br />

de La Sorbona (París- IV). 1998, p. 111 a 115.<br />

5Del inglés «pick-up». Ver LIST (George): MúSica y poesía en<br />

un pueblo colombiano, Santafé de Bogotá., Patronato Colombiano<br />

de Artes y Ciencias, 1994, p. 142.<br />

6Ver testimonio de Euseblo Feria sobre el fandango en<br />

CANTERO PÉREZ (Margarita) y DiAZ BRAVO (Carlos E.): Elfandango<br />

sinuano, Montería, Gráficas Corsa. 1988. p. 12; también, el de<br />

Edelmira Pérez sobre el chandé en CARBÓ RON<strong>DE</strong>ROS (Guillermo):<br />

op.cit., p. 166-167.<br />

7 GUTIÉRREZ HINAJOSA (Tomá.s D.): CUltura vallenata: Origen,<br />

teoría y pruebas, Santafé de Bogotá., Plaza & Janés, 1992, p.<br />

564.<br />

8pÉREZ COGOLLO (Nlcanor) y CAAMAÑO B<strong>LA</strong>NQUICET (Miguel):<br />

Breves Notas Hist6ricas de El Banco, Bucaramanga, Multlpapeles.<br />

1994, p. 96.<br />

9Este evento tuvo como antecedente el Festival del Río, creado<br />

en 1970. Ver FORTICH DiAZ (Willlam): Con bombos y platillos, Montería,<br />

Domus Llbrl, 1994, p. 147-148.<br />

10La «cabeza de Tambora « (o «jefe», por lo general, mujer y<br />

actriz de esta tradición) es quien organiza y pone una Tambora,<br />

a menudo con á.nimo devocional. Pino Avila también describe<br />

«cabezas» de cierto poder económico y sin á.nlmo devoclonal. Cf.<br />

PINoAVI<strong>LA</strong> (Diógenes Armando) : op. cit., p. 20 a 21; CARBÓ RON<strong>DE</strong>ROS<br />

(Gulllermo): op. cit., p. 131 a 135.<br />

llAlvaro Mler, San Martin de Loba, 20 de enero de 1995.<br />

12Ver el video YURUPARi: PUanderas.farotas y tamboras (textos<br />

de Gloria Trlana), Bogotá., Audlovisuales, 1986. en donde se pueden<br />

observar algunos fragmentos de este aprendIzaje.<br />

13En 1987 no hubo Festival por falta de recursos.<br />

14EI currulao es un tambor cónico interpretado con las palmas<br />

de las manos. Algunas veces se le llama «macho» o sImplemente<br />

«tambor». Cf. CARBÓ RON<strong>DE</strong>ROS (Guillermo ): Al ritmo de...<br />

tambora-tambora, en Huellas, N" 39. Barranquilla, Universidad<br />

del Norte, 1993, p. 29.<br />

15y que hace alusión al día que le corresponde celebrar la<br />

novena de Navidad a esta calle.<br />

16y que hace alusión a la rica tradición musical de sus mIembros.<br />

17Existe una sola excepción: la partlclpaelón como jurado<br />

de Aminta Marín, la «Reina de la Tambora» de San Martín de<br />

Loba, en el II" Festival de Tambora en 1985.<br />

1 By que se encuentran en los archivos de la Biblioteca Mu-<br />

Tarima y pancarta del "Festival de Tambora" en la calle de<br />

Bolívar, San Martín de Loba, 13 de noviembre de 1994. (M.M<br />

nici~al de San Martín de Loba.<br />

9El tema central en este Festival era: .Octavo Festival de la<br />

Tambora y la violencia..<br />

2°Los puntos 8 y 9 se encuentran en la hoja de inscripción<br />

para este concurso en los años subsiguientes. Alvaro Mler afirma<br />

que los grupos participantes sólo están en la obligación de interpretar<br />

tres de los cuatro ritmos mencionados.<br />

21 PINO AVI<strong>LA</strong> (Diógenes A. ): Tamalameque. htstolia y leyenda.<br />

Bucaramanga. Funprocep. 1991. 179 p.<br />

22PINO AVI<strong>LA</strong> (Diógenes A.): La Tambora: Universo Mágico.<br />

Tamalameque. Casa de la Cultura. 1990.44 p.<br />

23Dlógenes Armando Pino. Tamalameque. 18 de diciembre<br />

de 1995.<br />

24LuIS Eugenlo Imbrechts. Tamalameque.12 de diciembre<br />

de 1995.<br />

25Excepto en el año 1995. cuando se realizó en torno a las<br />

fiestas del Santísimo Cristo.<br />

26OCAMPO LóPEZ (Javier): Lasjlestas y elJoiclor en ColombIa.<br />

Bogotá. El Áncora. 1985. p. 210.<br />

27RENDÓN (Carlos): Tamalameque. Audlovisuales. 1991. 20<br />

min.<br />

28Anexo de la invitación al .IXo Festival de la Tambora y la<br />

Guacherna.. enviada al grupo .Marchegua. de Hatillo de Loba<br />

por la .Casa de la Cultura de Tamalameque. el 6 de octubre de<br />

1994.<br />

29Diógenes Armando Pino. Tamalameque. 18 de diciembre<br />

de 1995.<br />

30Según las respuestas afirmativas de todos los actores 1nterrogados<br />

(un total de 48 personas. nacidas entre 1908 y 1975.<br />

provenientes de Altos del Rosario. Hatillo de Loba. San Martin<br />

de Loba y Tamalameque) a las preguntas siguientes: r¿Considera<br />

el Festival de Tambora importante para la Tambora en general?,.<br />

y r¿Considera el Festival de Tambora importante para usted<br />

mIsmo en particular?,<br />

31 En Tamalameque al ritmo de tambora también se le llama<br />

.tambora-tambora ..Cf. CARBÓ RoN<strong>DE</strong>Ros (Guillermo) : "Al ritmo<br />

de ...tambora-tambora". op. cit.. p. 27.<br />

32CARBÓ RoN<strong>DE</strong>Ros (Guillermo): "La Tambora: muslque de<br />

tradition orale en Colombte". op. cit.. p. 405.<br />

33 Alejandro Villalobos. Hatillo de Loba. 9 de enero de 1996.<br />

34Desafortunadamente no nos fue posible encontrar el<br />

mencionado disco en la casa de Nelba Centeno. Es importante.<br />

sin embargo. señalar que no es raro encontrar informac16n<br />

13


equivocada en las carátulas de los discos de música costeña.<br />

Por ejemplo. la célebre composición de Antonio María Peñaloza<br />

«Tc o)Yidé». himno del Carnaval de Barranquilla. es conocido<br />

como un chandé (ver CAMARGO FRANco (Jaime Eduardo): "Chandé.<br />

Ritmo de carnavales". en MúsIca TropIcal !I Salsa en Colombia.<br />

Medellín. Ediciones Fuentes. 1992. p. 147 a 171). No obstante.<br />

el ritmo de esta composición proviene de la danza del garabato<br />

(cf. CAN<strong>DE</strong><strong>LA</strong> (Mariano): Tertulias musIcales del Caribe colombiano.<br />

Barranquilla. Universidad del Atlántico. 1998. p. 50). y rítmicamente<br />

hablando no se asemeja con el chandé de la región de<br />

la depresión momposina. y en particular de poblaciones como<br />

Talaigua Viejo. En efecto. si el primero es un ritmo esencialmente<br />

binario. el segundo tiende a ser ternario. Además. según<br />

mi conocimiento. grabaciones comerciales en disco de vinilo de<br />

chandé ribereño. eran inexistentes en la época. Por ello. el chandé<br />

«Joselito el borrachón» tomado como referencia por Alberto<br />

González. es muy probablemente distinto de aquel interpretado<br />

por sus propios vecinos momposinos.<br />

35San Martín de Loba. 23 de enero de 1995.<br />

36Ismael Ardila. nacido en 1951. es uno de los más importantes<br />

cantadores de San Martín de Loba y del grupo «Dinastía<br />

y Folclor». Él ha hecho mezclas entre la música vallenata y Tambora.<br />

dando lugar a lo que él llama «Tambora vaUenata».<br />

37 ARAOJO (Consuelo): Vallenatología. Orígenes !lfundamentos<br />

de la músIca vaUenata. Bogotá. Tercer Mundo. 1973. p. 84.<br />

38Bailarín. tamborero y artesano. constructor de instrumentos<br />

de percusión. nacido en San Martín de Loba en 1928.<br />

39FRANco MEDINA (Carlos Arturo): "Bailes cantados en la Costa<br />

Atlántica". en Nueva Revista Colombiana de Folclor. Vol. 1. N° 2.<br />

Bogotá. 1987. p. 53 a 72.<br />

40Cf. MYERS (Helen): "Mustque traditlonnelle". en Dictlonnaire<br />

Enc!lclopédtque de la Mustque. Universidad de Oxford. Traducción<br />

francesa. Éditions Robert Laffont. París. 1988. p. 231.<br />

41GARCIA USTA (Jorge): "Toño Fernández. un hombre que era<br />

más que todo el mundo". en Diezjuglares en su patio. Bogotá.<br />

Litofrafia Hermedin. 1991. p. 131.<br />

2Alvaro Mier. San Martín de Loba. 20 de enero de 1995.<br />

43Durante las fiestas de san Pedro y san Pablo. el 29 de<br />

junio hacia el año de 1988.<br />

44Igualmente conocida como tambora corrida .<br />

45Dilmina Muñoz. Hatillo de Loba. 9 de enero de 1996.<br />

46y gracias a la iniciativa del padre javeriano Luis<br />

Eduardo García .<br />

47 CARBÓ RON<strong>DE</strong>ROS (Guillermo): op. cit.. p. 177.<br />

48-rodos los testimonios aquí presentados han sido reunidos<br />

por el autor durante trabajos de campo realizados entre 1990 y<br />

1996.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

ARAúJO (Consuelo): Vallenatología. Orígenes yjundamentos de la<br />

músIca vallenata. Bogotá. Ediciones Tercer Mundo, 1973.<br />

162p.<br />

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en MúsIca tropIcal y salsa en Colombia. Medellín, EdIcIones<br />

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CARBÓ RON<strong>DE</strong>ROS (Guillermo ): "Al ritmo de... tambora-tambora",<br />

en Huellas. N° 39, Barranquilla, Universidad del Norte, 1993,<br />

p. 27 a <strong>58</strong>.<br />

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orale en Colombie, Tesis de Doctorado. Universidad de La<br />

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FRANCO MEDINA (Carlos Arturo): "Bailes cantados en la Costa<br />

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que todo el mundo", en Diezjuglares en su patlo, Bogotá,<br />

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y pruebas. Santafé de Bogotá, Plaza & Janés, 1992, 608 p.<br />

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600p.<br />

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de la Musique. Universidad de Oxford. Traducción<br />

francesa, Édltlons Robert Laffont, París. 1988. p. 231.<br />

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SILBERMANN (Alphons): Les prtnctpes de la soclologie de la musique,<br />

Ginebra, Llbralrle Droz, 1968, p. 87.<br />

YuRuPAR1: PUanderas,jarotas y tamboras (textos de Gloria<br />

Trlana), Bogotá. Audlovisuales, 1986.<br />

14


Dinámica del carnaval de Barranquilla<br />

Balseir Guzmán<br />

Baena*<br />

Viva CecUia 1 a de Noé León (óleo sobre madera 60 x 90 cm. colección particular. Bogotá).<br />

El carnaval de Barranquilla es un proceso dinámico.<br />

lo que permite su análisis desde diferentes disciplinas.<br />

tales como la historia. la antropología. la<br />

sociología. la economía. la sicología y otras más.<br />

considerándolo en todo su movimiento. esto es.<br />

desde sus orígenes hasta el momento actual. y mostrando<br />

las diversas interrelaciones que se dan entre<br />

los actores. las instituciones y la sociedad en<br />

general.<br />

Para referirnos al origen del carnaval dé Barranquilla,<br />

debemos remontarnos a las festividadesrea-<br />

.Magíster en Clepclas, especialidad en Matemáticas, del Instltuto<br />

Politécnico Nacional de México, IPN, Ha sido catedrático<br />

de la Universidad del Norte, Profesor de la Universidad del<br />

Atlántico,<br />

lizadas en la Grecia Antigua, con motivo de agradecer<br />

al dios Cronos los buenos resultados de las cosechas<br />

y la fecundidad de hombres y mujeres.<br />

Luego, al decaer el imperio griego y ser sustituido<br />

por el romano, también se transforman, o mejor,<br />

se asimilan, los dioses griegos por parte del<br />

pueblo de Roma -Cronos es ahora Saturno-, y se<br />

establecen o continúan tales festividades, en este<br />

caso la denominadas Satumales, con el mismo objeto<br />

que las griegas.<br />

Además, a la par de estas festiVidades, coeXistían<br />

otras que se relacionaban de alguna manera<br />

con las anteriores, tales como las bacanales en honor<br />

de Baco, el dios del Vino.<br />

Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Unlnorte. Barranquilla<br />

pp. 15-19. 04-08/MM. ISSN 0120-2537<br />

15


A la caída del Imperio Romano y Su sustitución<br />

por el cristianismo. la Iglesia en su lucha por cambiar<br />

la ideología de los pueblos y en particular desterrar<br />

el paganismo de las mentes de los hombres<br />

dominados por la nueva ideología. intentó en vano.<br />

y con todo su poder. evitar y terminar con este tipo<br />

de festividades. Pero pudo más el deseo y el poder<br />

del pueblo. teniendo que renunciar los santos pa-<br />

-dres a sus pretensiones. para terminar dándole su<br />

bendición a la fiesta carnestoléndica. no sin antes<br />

haber buscado una justificación ideológica. relacionándola<br />

con sus prácticas religiosas.<br />

Lo anterior condujo a que en el concilio de Benevento,<br />

en el siglo XII, se oficializara el carnaval fijando<br />

como día último de la fiesta el miércoles de<br />

ceniza.<br />

Una vez terminadas las festividades. el pueblo<br />

debería someterse a un proceso de penitencia. consistente<br />

en abstinencias de todo tipo durante 40<br />

días. período que denominaron cuaresma. para inmediatamente<br />

después entrar a celebrar la semana<br />

santa.<br />

Parece ser que la cuaresma tuvo su origen en la<br />

recordación de los cuarenta días que según los evangelios<br />

pasó Jesús en el desierto luchando contra<br />

Satanás. símbolo del mundo y la carne.<br />

El carnaval más famoso en la Europa cristiana<br />

fue y sigue siendo el de Venecia, en Italia. Durante<br />

su celebración se nombra un rey que reinará Únicamente<br />

en esas festividades. De manera similar,<br />

pero de diferente sexo, en el de Barranquilla se elige<br />

reina del carnaval, acompañada por el rey Momo.<br />

A propósito de lo mencionado, esas fusiones de<br />

dioses, santos e ídolos es una constante en todo<br />

proceso de dominación d~ un pueblo por otro. De<br />

esta manera, por ejemplo, los españoles construyeron<br />

sus templos cristianos sobre los altares de<br />

sacrificio y de prácticas religiosas de los mayas y<br />

de los aztecas en México, así como sobre las de los<br />

incas en el Perú. Por otra parte, los negros africanos<br />

traídos a América, en la época de la colonización,<br />

asimilaron sus dioses a los santos cristianos,<br />

logrando de esta forma preservar sus cultos y festividades,<br />

dando como resultado fenómenos tan interesantes<br />

como la "santería" en varios países del<br />

Caribe y en el Brasil.<br />

Con relación a la carne, esto es, a la sensualidad.<br />

la sexualidad y el erotismo, el carnaval, en<br />

italiano carnevale. significa licencia concedida para<br />

que el hombre desarrolle toda su capacidad amatoria<br />

sin cortapisas o, como expresa Javier COVO.<br />

"el gozo sabroso en el placer de los sentidos."<br />

Los participantes en el carnaval. optaron por disfrazarse.<br />

como una manera de extrovertir sus deseos<br />

de ser alguien distinto a su vida común y. en<br />

buena parte. para no ser identificados por sus conocidos<br />

y por sus amantes de ocasión. una vez terminara<br />

el carnaval. De esta manera el carnaval pudo<br />

continuar en Europa durante el dominio del cristianismo.<br />

Con el "descubrimiento y conquista", nos llegó a<br />

América en las barcas de los españoles. En España<br />

estas celebraciones se caracterizaban, en el siglo<br />

XVII, por dos tipos de fiestas: una, la de los ricos,<br />

muy parecida al carnaval de Venecia, con desfiles<br />

pomposos, cabalgatas fastuosas y farras interminables,<br />

muestra de su poderío económico, y otra,<br />

la de los pobres en el campo, marcada por sus símbolos<br />

religiosos tradicionales, utilizando máscaras,<br />

harina, agua y hasta el entierro de un muñeco, origen<br />

de Joselito Carnaval, para indicar el final de la<br />

sagrada ceremonia.<br />

En cada pueblo que fundaron los españoles en<br />

América, y que no fueron pocos, ellos introdujeron<br />

esos dos tipos de fiestas.<br />

En las ciudades coloniales del Caribe colombia -<br />

no, lagente se agasajaba con unos festejos que tenían<br />

mucho del carnaval tradicional europeo: entre<br />

máscaras y harina se gozaba del arrumaco a los<br />

sones del minué y la contradanza.<br />

En las zonas rurales. las fiestas tenían que ver<br />

con los ritos de los indígenas y de los negros esclavos.<br />

ritos y dioses que se fueron colando entre el<br />

fragor de las solemnes festividades cristianas.<br />

Durante la colonia, en ciudades como Cartagena,<br />

los españoles establecieron las fiestas religiosas de<br />

san Sebastián y de la Virgen de la Candelaria, los<br />

días 20 de enero y 2 de febrero, respectivamente,<br />

con el objeto de que los esclavos se "liberaran" de<br />

la opresión a la cual se hallaban sometidos, lo que<br />

ala postre terminó en que los españoles compartieron<br />

con ellos, y se prolongaran estas festividades<br />

hasta el carnaval.<br />

Esta situación o complicidad entre españoles y<br />

negros, llegó a tal punto que el cabildo de Cartagena<br />

le dirigió una carta al virrey Ezpeleta en 1791. en<br />

forma de queja. en la que, entre otras cosas, mani-<br />

16


festaba que el carnaval constituía una<br />

ofensa a Dios. La moral y las buenas costumbres<br />

se hallaban en peligro debido a<br />

la participación de los jóvenes y mujeres<br />

españolas en los eventos relacionados con<br />

estas fiestas, junto con los esclavos negros,<br />

llegando al extremo de abandonar<br />

sus trabajos y obligaciones.<br />

En América los carnavales de más renombre<br />

son: el de Nueva Orleans en Estados<br />

Unidos, el de Río de Janeiro en Brasil,<br />

caracterizados ambos por la fuerte<br />

influencia negra, y el Carnaval de Barranquilla,<br />

que como veremos un poco más<br />

adelante, se caracteriza por un sincretismo<br />

triétnico de blancos, negros e indígenas.<br />

En 1851 Barranquilla contaba con<br />

aproximadamente 6.000 habitantes yestaba<br />

constituida como la Villa Capital del<br />

Cantón de la Provincia de Sabanilla, ubicada<br />

sobre la ribera del río Magdalena y<br />

cercana al puerto marítimo de Sabanilla,<br />

por donde entraron los inmigrantes de<br />

Europa, Asia y M rica, trayendo mercancías<br />

para la venta.<br />

Gracias a estos inmigrantes. Barranquilla<br />

logró un rápido crecimiento. convirtiéndose<br />

en 1869 en el puerto más importante<br />

del Caribe colombiano.<br />

En la década de 1870, Barranquilla ya<br />

contaba con cerca de 18.000 habitantes,<br />

habiéndose triplicado su población en un<br />

período inferior a tres décadas. Su importante<br />

desarrollo comercial trajo consigo<br />

los primeros tranvías tirados por caballos'<br />

el primer teatro, el primer club de<br />

danza y, en 1876, el primer bando que<br />

dio inicio oficial a las fiestas de carnaval<br />

de Barranquilla.<br />

Desde el comienzo del carnaval. hubo una confluencia<br />

triétnica. Por el río de la Magdalena bajaron<br />

los pobladores rurales de sus riberas cargados<br />

de disfraces autóctonos de tradiciones indígenas. y<br />

por los caminos llegaron los negros de los palenques<br />

con sus tradiciones musicales y sus danzas.<br />

para encontrarse con los pobladores de Barranquilla<br />

y de esta forma hacer de este carnaval uno de<br />

los más importantes en el nivel nacional e internacional.<br />

Fotos de<br />

Dtego Samper Martlnez:<br />

Carnaval Caribe. 1994.<br />

Lo anterior ha permitido que el carnaval<br />

de Barranquilla se halla constituido<br />

en un fenómeno tan complejo, para cuya<br />

total comprensión y desarrollo, se precisa<br />

de los esfuerzos y de la participación<br />

de antropólogos. sociólogos. historiadores,<br />

artistas de todas las expresiones culturales,<br />

sicólogos, economistas y planificadores.<br />

En las primeras décadas del siglo XX,<br />

el carnaval fue el tinglado donde los sectores<br />

pudientes reafirmaban su papel en<br />

la sociedad. La gente se conocía y se relacionaba<br />

a ritmo de cumbia. participando<br />

en las comparsas de los clubes como el<br />

Barranquilla, el Carib. el ABC o el Alemán.<br />

Eran unos carnavales acaparados por<br />

los grupos sociales que manejaban la actividad<br />

comercial, financiaban las carrozas<br />

y colocaban las reinas. No había desfiles,<br />

ni "gran parada" y mucho menos<br />

cumbiambas en las calles.<br />

Sin embargo. a la par de esta aristocracia<br />

que hacia el carnaval en los clubes<br />

sociales. el pueblo raso barranquillero desarrollaba<br />

sus actividades en los llamados<br />

"salones burreros". que eran lmprovisadas<br />

pistas de baile. donde las gentes<br />

de Galapa. Soledad y La Playa llegaban<br />

disfrazados de tigres. toritos y diablos<br />

para involucrarse en la paranoia colectiva<br />

y bailar sus ritmos africanos y aborígenes<br />

al sonido de tamboras y papayeras.<br />

Al paso del tiempo. las cosas fueron<br />

cambiando hasta que se democratizó el<br />

Carnaval. Es así como empezaron a<br />

bailarse en los clubes soCiales la cumbia<br />

y la danza del garabato con disfraces de<br />

tigres y de diablos sacados de la más exquisita<br />

inspiración popular.<br />

En este proceso, jugó papel fundamental el barrio<br />

de Rebolo, en donde nacieron las danzas del<br />

Toro Grande, el Torito, los Páj'aros, la Danza de<br />

Barranquilla y el Garabato. Gracias a este barrio,<br />

el carnaval es lo que es hoy en día, como dice Covo,<br />

un tremendo parrandón popular.<br />

En 1943, la Asamblea Departamental es la encargada<br />

de elegir a la junta organizadora del car-<br />

17


naval. habiendo éste adquirido status en el esta<br />

blecimiento.<br />

Gracias a la gestión del escritor Alfredo de la<br />

Espriella, se creó el reinado popular en los barrios,<br />

lo cual le dio un gran impulso a las festividades<br />

carnestoléndicas.<br />

El barranquilllero no tiene una tipología definida.<br />

como otros pobladores de nuestro país. tales<br />

como elcundinamarqués. el boyacense. el paisa. el<br />

llanero o el tolimense. Sin embargo. se caracteriza<br />

por otras virtudes diferentes a la raza o al abolengo.<br />

lo cual lo hace diferente del resto de colombianos.<br />

y aun de otros pobladores del Caribe colombiano<br />

tales como el cartagenero y el samario. Los<br />

inmigrantes que se quedan en Barranquilla. una<br />

vez asimilan el modo de ser de sus habitantes. terminan<br />

anteponiendo a su propio gentilicio el de<br />

barranquillero.<br />

Lo anterior se debe en gran parte a que Barranquillano<br />

fue fundada por los espafioles, como bien<br />

lo expresaba Alvaro Cepeda Samudio, cuando afirmaba<br />

que "... ni tuvo la fortuna de que sus arenales<br />

fueran hollados por las gastadas botas de un<br />

barbudo conquistador espafiol", ni tampoco por los<br />

paisas que a ritmo de tiple, machete y hacha. fundaron<br />

pueblos y colonizaron casi medio país.<br />

Nuestra ciudad surgió como mezcla de inmtgrantes<br />

europeos y asiáticos. de negros palenqueros. de<br />

indígenas de las riberas del río de la Magdalena. y<br />

de exiliados de diferentes partes del país. En últimas,<br />

nuestra ciudad es producto de una mezcla<br />

muy variada de gentes diversas.<br />

Esta última observación ha hecho del barranquillero<br />

un ser receptivo, abierto, extrovertido y<br />

hedonista por excelencia, muchas veces irreverente,<br />

pero con un magnífico buen humor, característica<br />

esta última que se conoce como magallismo en<br />

el argot popular.<br />

En gran medida el carnaval es responsable de<br />

esta forma de ser del barranquillero: la violencia<br />

que ha sido una cruel constante en nuestro país.<br />

no ha podido enseñorearse de la ciudad.<br />

Gloria Triana, antropóloga de la Universidad<br />

Nacional de Colombia y una de las investigadoras<br />

más conocedora del fenómeno del carnaval, opina<br />

que éste constituye una terapia colectiva.<br />

En el carnaval han existido intervenciones tanto<br />

positivas como negativas, y siempre se podrá<br />

intervenir positivamente en el proceso.<br />

Una de las intervenciones negativas consiste en<br />

tratar de entrometer la politiquería en el evento, tal<br />

como ocurrió en la década del 60, cuando se<br />

implementó la compra de votos en la elección de<br />

las reinas populares. los auxilios parlamentarios y<br />

los premios de disfraces y danzas. realizados por<br />

los políticos regionales.<br />

Entre las intervenciones positivas. está la conformación<br />

de la Corporación Autónoma del Carnaval'<br />

que lo organizó a mediados de la década de los<br />

70, con métodos distintos a los oficiales. Otra, ha<br />

sido el impulso dado al carnaval por parte de algunos<br />

intelectuales barranquilleros que decidieron,<br />

además de investigar acerca del carnaval, rescatar<br />

disfraces y danzas tradicionales que estaban desapareciendo<br />

del evento. como el maestro Carlos<br />

Franco. ya desaparecido. con su escuela de danzas<br />

folclóricas. y como todos aquellos que con un fin<br />

similar. que incluye el gozo del carnaval. conformaron<br />

la comparsa "Disfrázate como quieras", la<br />

cual es ya tradicional en el desfile de la Batalla de<br />

Flores.<br />

Los actores fundamentales del carnaval son los<br />

pobladores de Barranquilla. Es en realidad una fiesta<br />

popular donde toda la población se integra sin<br />

distingo de clases sociales. ni de razas, ni de ideologías.<br />

como se enuncia en el bando leído por la<br />

reina del Carnaval. el día 20 de enero de ca:da año.<br />

La única licencia que tiene el barranquillero es<br />

la de rumbear durante cuatro días sin parar. que<br />

empiezan el sábado de la batalla de flores y terminan<br />

el martes anterior al miércoles de ceniza. con<br />

el entierro de Joselito Carnaval. que renacerá. cual<br />

ave fénix. en el siguiente carnaval. ,<br />

Desde el punto de vista socioeconómico, el carnaval<br />

mueve a la sociedad al incremento ya la producción<br />

de bienes y servicios, tanto económicos<br />

como culturales. tales como aquellos relacionados<br />

con el turismo. la producción de disfraces y carrozas.<br />

el mantenimiento y creación de grupos de danzasy<br />

comparsas. la producción musical, etc.. además<br />

del aumento en el consumo de licores y ciga -<br />

rrillos, renta funda~enta1 del departamento.<br />

La duración del carnaval es una incógnita dificil<br />

de despejar. Algunos piensan que comienza donde<br />

termina el anterior, otros que empieza con los en-<br />

18


~<br />

sayos de las cumbiambas y<br />

grupos de danzas folclóricas<br />

antes de la lectura del bando<br />

el 20 de enero, otros consideran<br />

que este día es el inicio<br />

del Carnaval, otros que<br />

empieza en la noche de Guacherna<br />

una semana antes de<br />

la batalla de flores, mientras<br />

que otros consideran que<br />

consiste en los cuatro días<br />

oficiales que van del sábado<br />

de la Batalla de Flores pasando<br />

por el domingo, con el majestuoso<br />

desfile de la Gran<br />

Parada, hasta el martes con<br />

el entierro de Joselito. Personalmente,<br />

creo que todos tlenen<br />

la razón.<br />

Aunque el Carnaval se sigue<br />

por una regla general,<br />

que es precisamente la "carencia<br />

total de reglas", es un<br />

desorden organizado.<br />

Los espectadores son actores<br />

y viceversa, el índice de<br />

criminalidad durante el evento,<br />

disminuye considerablemente<br />

en relación con lo "normal". La unidad del<br />

pueblo barranquillero durante estos días de<br />

sabrosura, es realmente admirable. Es interesante<br />

mencionar que aunque todos estén disfrutando de<br />

las fiestas carnestoléndicas, el pueblo no pierde<br />

oportunidad para realizar la crítica social y aprovecha<br />

las festividades para representar y caricaturizar<br />

los hechos más relevantes de la actividad de los<br />

dirigentes del país, la región y la ciudad, mediante<br />

la conformación de comparsas con motivos políticos<br />

y la recitación de letanías.<br />

De lo antes expuesto. se puede concluir que el<br />

Entierro de Joselito.<br />

carnaval de Barranquilla es<br />

de gran importancia no<br />

sólo para los pobladores de<br />

esta mágica ciudad. sino<br />

para todo el país, para el<br />

Caribe latinoamericano y.<br />

en general, para el mundo<br />

cristiano u occidental. En<br />

él se conservan las antiguas<br />

tradiciones griegas.<br />

romanas y cristianas. se<br />

recogen las manifestaciones<br />

culturales y folclóricas<br />

de los primeros pobladores<br />

de América, y de los pueblos<br />

africanos que fueron<br />

sacados de sus territorios.<br />

ultrajados, maltratados y<br />

vendidos a los colonizadores<br />

de nuestro continente.<br />

Además de constituir un<br />

paliativo terapéutico, aunque<br />

mínimo, para el cáncer<br />

social de la violencia que<br />

nos está corroyendo incansablemente.<br />

producto de<br />

los odios engendrados por<br />

la injusticia y la intolerancia<br />

en nuestro país.<br />

BmLIOGRAFÍA<br />

Covo. Javier. Carnaval de Barranquilla. Texto Ilustrado.<br />

Asociación Carbocol- Intercor. 1988.<br />

ABELW. Margarita; BUELVAS. Mirta y CABALLERO. Antonio. "Carnaval<br />

de Barranquilla; Gajos de Corozo. Flores de La Habana".<br />

Suplemento del Caribe. Febrero 18 de 1979.<br />

CEPEDA S.. Alvaro. "Barranquilla y la historia". Huellas 51-52-<br />

53. Uninorte. 1998.<br />

SAMPER. Diego; BUELVAS. Mirta. Carnaval Caribe. Andes Editores.<br />

Bogotá. 1994.<br />

<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> ESPRIEL<strong>LA</strong>. Alfredo. "Así era nuestro Carnaval". Revista<br />

Carnaval de BarranquUla. 1967.<br />

MALDONADO. Luis. Religiosidad popular: Nostalgia de lo mágico.<br />

Ediciones Cristiandad. Madrid. 1975.<br />

19


Extranjeros ilegales en el siglo XVII:<br />

LOS CRISTIANOS NUEVOS <strong>DE</strong> CARTAGENA<br />

María Cristina<br />

Navarrete*<br />

En las últimas décadas del siglo XVI y la primera<br />

mitad del siglo XVII habitó en Cartagena un número<br />

significativo de cristianos nuevosl portugueses situados<br />

en distintos estamentos de la sociedad. Algunos<br />

de ellos. sobresalieron por su fortuna. posición<br />

social y poder político; otros. se desempeñaron en<br />

distintas ramas de la actividad artesanal. Sin embargo.<br />

a pesar de su aparente estabilidadresidencial.<br />

el status de extranjeros y sobre todo la sospecha<br />

de ser descendientes de judíos conversos. es<br />

decir. cristianos nuevos. los puso en la mira de las<br />

autoridades civiles y eclesiásticas.<br />

ILEGALES EN <strong>LA</strong>S INDIAS<br />

Cuando Cristóbal Colón realizó su hazaña. la hizo<br />

a nombre de Castilla. Desde ese entonces, la entrada<br />

de ciudadanos a los territorios de las Indias procedentes<br />

de otros reinos, aun los unidos a CasUlla.<br />

estuvo vedada. Si bien la prohibición existía, ésta<br />

no fue óbice para que muchos extranjeros con<br />

deseos de establecerse en el Nuevo Mundo lo lograran.<br />

Para ello, había algunas posibilidades de legalizar<br />

la situación.<br />

Por una parte. estaban las "cartas de naturaleza"<br />

que consistían en permisos concedidos por la Corona<br />

para residir en las Indias, bajo ciertas condiciones<br />

como estar casado con mujer natural del<br />

reino de Castllla, la posesión de bienes raíces y la<br />

residencia previa en las Indias españolas por un<br />

determinado número de años.<br />

Además de las naturalizaciones. hubo otros procedimientos<br />

que habilitaron a los extranjeros la permanencia<br />

en la América española como las "licen-<br />

* Historiadora de la Universidad del Valle.<br />

cias" y las "composiciones". Las licencias eran permisos<br />

individuales concedidos a personas con cualidades<br />

especiales como ciertos oficios o profesiones.<br />

por ejemplo, Manuel Pérez, de nacionalidad portuguesa,<br />

casado con María Pérez. nacida en Pasto. se<br />

encontraba viviendo en Cartagena, en 1630, en virtud<br />

de la licencia que tenía de su majestad para<br />

residir en estas partes y ejercer el oficio de panadero,<br />

con la condición de no tratar ni contratar en otras<br />

cosas que no fuesen del oficio de panadero.2<br />

Las composiciones consistían en el pago de cierta<br />

cantidad de dinero a cambio de la legitimación de<br />

la situación de hecho. Para acceder a la composición<br />

y obtener carta de naturaleza se debía ser persona<br />

prestante y de caudal. Algunos oficios. como el de<br />

labrador, boticario o cirujano, eran particularmente<br />

"útiles a la república" y ameritaban la composición<br />

de quienes los desempeñaban como personas de<br />

bien.<br />

Con el propósito de hacer relación y de componer<br />

a los extranjeros habilitados para ello, llegó a la<br />

ciudad de Cartagena. en 1630. el doctor Antonio<br />

Rodríguez de San Isidro Manrique, visitador general<br />

del Nuevo Reino de Granada. Este funcionario<br />

real inició labores después de mandar a hacer pregones<br />

en diferentes "tiempos", invitando a los extranjeros<br />

para que se presentasen, tomándoles<br />

declaraciones individuales, averiguando la fecha de<br />

entrada en las Indias, el tipo de licencia con que se<br />

encontraban, los negocios que habían realizado y<br />

el monto de sus caudales.3<br />

La Corona estableció prohibiciones para la<br />

entrada a las Indias no sólo de extranjeros sino de<br />

otros personajes nacionales que consideraba<br />

perniciosos para el bienestar de los habitantes de<br />

20 Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Unlnorte. Barranquilla<br />

DD. 20-25. 04-08/MM. lSSN 0120-2537


los territorios recién poblados. Fue así como el<br />

emperador Carlos Vordenó en 1522 que ningún<br />

moro. judío. ni sus hijos. recién convertidos a la fe<br />

cristiana pudieran pasar a las Indias sin licencia<br />

expresa. En 1539. la prohibición fue reiterada y<br />

ningún reconciliado por la Inquisición ni sus<br />

descendientes podían trasladarse al Nuevo Mundo.<br />

La ineficacia de estas disposiciones fue limitada<br />

puesto que todos los que se impusieron atravesar<br />

el océano lo consiguieron por diversos medios :<br />

falsificando pruebas de limpieza de sangre.<br />

sobornando a las autoridades de la Casa de<br />

Contratación o comprando permisos falsificados de<br />

embarque. que solían venderse en Sevilla a precios<br />

asequibles. Los escasos de fortuna optaron por otros<br />

procedimientos como enrolarse de marineros y<br />

soldados. y una vez llegados a América. desertar o<br />

perderse; o buscar en Sevilla un caballero que quisiese<br />

traerlos como pajes o criados personales.<br />

Para la corona española. los portugueses siempre<br />

tuvieron el carácter de extranjeros, incluso durante<br />

el tiempo en que las monarquías estuvieron unidas<br />

(1<strong>58</strong>0-1640). Como un número elevado de los portugueses<br />

que se trasladó a las Indias españolas era<br />

descendiente de judíos conversos, muchos de ellos<br />

procesados por la Inquisición, el término portugués<br />

se consideró sinónimo de judaizante, por aquella<br />

época en el Nuevo Mundo.<br />

A pesar de la doble ilegalidad, gran número de<br />

cristianos nuevos portugueses pasó a las Indias,<br />

especialmente, en el período de unión de las coronas;<br />

algunos. con autorizaciones legalmente obtenidas.<br />

pero la gran mayoría por medio de la inrnigración<br />

clandestina; amparados en el comercio de<br />

negros que estaba en manos de asentistas portugueses.<br />

muchos de ellos cristianos nuevos judaizantes.<br />

Cristianos nuevos portugueses<br />

en el tráfico de esclavos<br />

El puerto de Cartagena fue uno de los puntos claves<br />

de inmigración portuguesa, por ser una de las<br />

paradas obligadas de la flota de Tierra Firme en<br />

sus viajes de ida y regreso a la Península, y centro<br />

autorizado para la recepción de los navíos negreros.<br />

Por este motivo, allí se organizaban ferias a las que<br />

afluían mercaderes de la región y del Nuevo Reino<br />

para la compra y recibimiento de mercancías de la<br />

metrópoli y de los negros de África. En las últimas<br />

décadas del siglo XVI y primeras del siglo XVII,<br />

Cartagena tenía una gran población flotante y unos<br />

mil quinientos vecinos. Hacia 1630, los portugueses<br />

constituían aproxjmadamente el diez por ciento de<br />

la población peninsular.<br />

Los barcos de negros. es decir. las armazones<br />

del registro de esclavos procedentes de África, espe-<br />

21


cíficamente, de los ríos de Guinea,. Angola, San<br />

Tomé, las islas de Cabo Verde. fueron la forma más<br />

expedita para el traslado de portugueses a las Indias<br />

españolas. Algunos venían como pajes. marineros,<br />

grumetes. escribanos de servicio, médicos, cirujanos.<br />

boticarios. incluidos en el registro de la nave,<br />

lo que les habilitaba para trasladarse en forma legítima.<br />

Esto no quería decir que estuvieran habilitados<br />

para establecerse en forma definitiva en los<br />

puertos a donde arribaban; pero muchos de ellos<br />

se quedaban sin licencia como pobladores regulares.<br />

Otros. sencillamente, venían como pasajeros<br />

a quienes los capitanes de los barcos traían con o<br />

sin licencia de las autoridades peninsulares.<br />

La opción de ejercer el tráfico de negros como<br />

representantes de los grandes propietarios o<br />

acompañantes de un lote de esclavos. les permitió<br />

la posibilidad de trasladarse en estos barcos yafincarse<br />

en el Nuevo Mundo. La carga de una armazón<br />

no pertenecía a un solo propietario. Los capitanes.<br />

pilotos. marineros. escribanos. cirujanos al servicio<br />

de la nave y los pasajeros traían por cuenta propia.<br />

o de otros. varios esclavos como parte de la<br />

armazón.<br />

En carta del 30 de agosto de 1630, escrita por el<br />

visitador real doctor Antonio Rodríguez de San<br />

Isidro, dirigida a su majestad, se explicaban las<br />

causas por las cuales había tantos portugueses sin<br />

licencia, particularmente en la ciudad de Carta -<br />

gena. Según él, se debía a que se trasladaban en<br />

los navíos que venían con registro de negros de los<br />

ríos de Guinea, despachados por la Casa de contrataciÓn<br />

de Sevilla o de Lisboa. A pesar de que la<br />

gente de mar y otras personas que viajaban en tales<br />

barcos debían volver a los puertos desde donde<br />

salían, gran parte de estos navíos se quedaba en<br />

las Indias. o era vendida. Asimismo, era raro que<br />

alguno de los marineros y personas que arribaban<br />

en las naves regresasen a su lugar de origen.<br />

Según las ordenanzas del asiento para el tráfico<br />

de negros. ningún navío podía traer más de dos<br />

personas para el beneficio y venta de los esclavos;<br />

sin embargo. eran muchos los que venían bajo este<br />

título. Por otra parte. además de los anteriores y<br />

de la gente de mar. llegaban en las naves más de<br />

veinte personas que argumentaban traer negros de<br />

registro y pretendían tener derecho para permanecer<br />

en estos territorios por tres años. conforme a<br />

las reglas del asiento: "Con que parece que esta<br />

tierra brota a montones portugueses y de aquí se<br />

esparcen a otras muchas partes sin que parezca<br />

hay remedio para estorbarlo...", como<br />

textualmente el visitador en su carta.<br />

decía<br />

Un buen número de cristianos nuevos portugueses,<br />

radicados en Cartagena, tuvo que ver de una<br />

manera u otra con el tráfico de esclavos. Algunos.<br />

eran representantes directos de los asientos o<br />

contratos firmados por el rey con el asentista o propietario<br />

del asiento, es decir, con el gran comerciante<br />

de esclavos que monopolizaba la trata por un tiempo<br />

determinado.<br />

En la relación de extranjeros realizada en Cartagena<br />

en 1630. figuraba Francisco Rodríguez de Solís.<br />

nacido en Lisboa, por esa época de cuarenta años<br />

de edad, quien había pasado a Cartagena hacía ocho<br />

años con el cargo de administrador del asiento de<br />

negros, que su cuñado Antonio Fernández Delvás<br />

había firmado con su majestad. Gracias a que su<br />

caudal era de seis mil pesos y de que se comprobó<br />

persona quieta y pacífica fue admitido a composición<br />

y se le otorgó carta de naturaleza. después de pagar<br />

mil pesos para conseguirla.<br />

En circunstancias parecidas residía en Cartagena<br />

Fernando López de Acosta. originario de Lisboa, con<br />

cincuenta años de edad. quien se desempeñaba<br />

como factor del asiento de Manuel Rodríguez Lamego.<br />

En 1624. la Corona le había expedido licencia<br />

para permanecer en las Indias.5<br />

Uno de los cristianos nuevos portugueses a quien<br />

se le concedió el favor de la composición y se le<br />

otorgó carta de naturaleza en virtud del "oficio<br />

menesteroso" que practicaba en favor de la<br />

ciudadanía cartagenera, fue BIas de Paz Pinto. Este<br />

cirujano natural de Evora llegó de Angola en los<br />

años veinte de 1600 en un barco que traía registro<br />

de esclavos; en el navío se desempeñaba como cirujano.<br />

Asimismo, traía algunos negros de cuenta<br />

propia y de cuenta de otras personas. Por habérsele<br />

muerto la mayoría de los esclavos, se empobreció y<br />

tuvo que quedarse en Cartagena. En esta ciudad se<br />

dedicaba al ejercicio de la cirugía ya "comprar<br />

negros enfermos y de deshecho... que sanando los<br />

volvía a vender..."6<br />

En conclusión, puede afirmarse que uno de los<br />

grandes ramos de la actividad comercial de la<br />

provincia de Cartagena fue la trata negrera. Durante<br />

el siglo XVII, Cartagena fue junto con Veracruz<br />

uno de los principales puertos habilitados para el<br />

desembarque y distribución de esclavos. Portugal<br />

se había constituido en la dueña de los mares de<br />

22


África occidental y por lo tanto del tráfico de esclavos<br />

negros. Involucrados en este negocio estaban los<br />

judíos conversos portugueses residenciados en<br />

Sevilla, Lisboa y sus agentes en la costa africana y<br />

en Cartagena.<br />

"Es indudable -dice Enriqueta Vila Vilar- que<br />

muchos mercaderes portugueses aparecen en<br />

América en relación directa con el tráfico de<br />

esclavos... muchos de ellos se enriquecieron precisamente<br />

con este comercio..."7<br />

Los<br />

CRISTIANOS NUEVOS<br />

EN <strong>LA</strong> SOCIEDAD<br />

CARTAGENERA<br />

~ntrado el siglo XVII, la<br />

población de la ciudad de<br />

Cartagena y en general de<br />

la provincia de este nombre,<br />

estaba constituida<br />

por un conglomerado heterogéneo<br />

en el aspecto<br />

étnico. Había españoles<br />

peninsulares y criollos, de<br />

alto y bajo rango; un número<br />

considerable de negros,<br />

esclavos y libres;<br />

una cifra reducida de indígenas<br />

en el área urbana y<br />

diversas poblaciones de<br />

indios en el área rural, y<br />

una gama en ascenso de<br />

gente de castas de color<br />

variopinto, entre los que<br />

sobresalían mulatos, mestizos<br />

y zambos. Entre los<br />

mil quinientos vecinos<br />

peninsulares, habitantes<br />

de la ciudad, un diez por<br />

ciento era portugués, como<br />

ya se dijo previamente.<br />

estuvieran pendientes de sus acciones debido a las<br />

pérdidas que ocasionaban a las arcas reales.<br />

La magnitud del problema quedó reflejada en<br />

un informe enviado por la Casa de Contratación de<br />

Sevilla al Consejo de las Indias. el 15 de junio de<br />

1610. Entre los datos que incluye hacía énfasis en<br />

el gran número de portugueses ricos y poderosos<br />

que había en Cartagena y en las Indias; de cómo<br />

dominaban las voluntades de los gobernadores y<br />

ministros y de las pérdidas que causaban a los<br />

vasallos de la corona de<br />

Castilla. al comercio ya<br />

la hacienda real. Según<br />

el informe. mandaban<br />

con absoluto poder y<br />

particularmente en Cartagena<br />

eran regidores.<br />

alcaldes ordinarios.<br />

alguaciles mayores y<br />

menores y depositarios.<br />

Venían en navíos de negros<br />

o directamente de<br />

Portugal y volvían a este<br />

reino llevando avisos de<br />

todo cuanto ocurría en<br />

España y en las Indias.<br />

Los portugueses. además<br />

de tener en sus manos<br />

el comercio de negros.<br />

poseían el de todas<br />

las granjerías sin escapárseles<br />

ninguna y sin<br />

pagar derechos en muchos<br />

casos; situación<br />

que se agravaba al sacar<br />

todo el dinero en navíos<br />

particulares y llevarlo a<br />

Portugal. 8<br />

Había entre los cristianos<br />

nuevos portugueses<br />

algunos muy ricos,<br />

Los portugueses de<br />

Foto de Andrés Lejona: As{ es Carlagena; 1998. dueños de tierras que<br />

Cartagena eran gente de<br />

tenían en su poder la<br />

diverso orden social y<br />

masa de los negocios,<br />

económico. Sobresalían por su importancia los sin que hubiese contratación y granjería de<br />

comerciantes de negros y de variados productos, importancia que no corriese por sus manos; poseían<br />

que a su vez eran dueños de estancias. El hecho de fragatas que navegaban a todos los puertos de las<br />

poseer fortuna, de ser sospechosos de profesar el costas de la región y las de México y España llevando<br />

judaísmo, de haber llegado clandestina e ilegalmente,<br />

en muchos casos, pero, sobre todo, por mercaderías. Entre ellos. los había que<br />

y trayendo todo género de frutos de la tierra y<br />

poseían<br />

dedicarse a las actividades fraudulentas del<br />

contrabando, hizo que las autoridades peninsulares<br />

carta de naturaleza para permanecer en las Indias,<br />

concedida por la Corona.9<br />

23


A finales del siglo XVI y comienzos del XVII,<br />

descolló por su caudal y su participación en la<br />

sociedad cartagenera Antonio Núñez Gramajo.<br />

quien debió llegar a Cartagena a raíz de la unión<br />

dinástica; al poco tiempo tenía acaparado el comercio<br />

de esclavos y se envolvía en toda suerte de negocios<br />

como el envío de tabaco y plata. Poseía varias<br />

estancias en las afueras de la ciudad y fue factor<br />

de Pedro Gómez Reynel y de los Coutiños, como<br />

quien dice, hacía las veces de agente y representante<br />

legal en las transacciones del asiento de negros en<br />

Cartagena. Mantenía negocios con Lisboa, Flandes,<br />

España y puertos africanos. Actuó como un verdadero<br />

benefactor en las urgencias y necesidades de<br />

la provincia: ayudó en la defensa cuando el ataque<br />

de Drake; sostuvo hospitales y conventos instituyendo<br />

capellanías; activó la construcción de edificios.<br />

Fue amigo personal del presidente de la Audiencia<br />

de Santa Fe y de los obispos de Cartagena<br />

y Popayán. Dejó como heredero de sus bienes a su<br />

sobrino Antonio Núñez Gramajo. Su testamento evidenció<br />

su gran fortuna, basada en los tres elementos<br />

que constituían la riqueza del momento: tierras,<br />

casas yesclavos.l0<br />

Sin embargo, no todos los portugueses gozaban<br />

de los mismos bienes de fortuna; los había de<br />

mediano caudal, entretenidos en los oficios profesionales<br />

como la medicina, la cirugía y la farmacia<br />

y en algunas actividades artes anales de alto rango<br />

como la platería. Los más eran "de poco fruto y substancia<br />

en cuanto a caudal." Al respecto, decía el<br />

visitador Antonio Rodríguez de San Isidro Manrique:<br />

"aunque ay algunos con razonable hacienda y caudal'<br />

los pobres y miserables son muchos..." La<br />

mayor parte era gente miserable -afirmaba en otra<br />

misiva el visitador- de oficio pulperos, arráez, marineros,<br />

zapateros o sastres y, otros, sin más ocupación<br />

que vagar de una parte a otra careciendo de<br />

lugar y morada cierta.11<br />

Un personaje de capital importancia en la<br />

comunidad de cristianos nuevos de Cartagena fue<br />

el cirujano BIas de Paz Pinto, quien servía con su<br />

oficio a la sociedad cartagenera y curaba negros<br />

para venderlos. Era tenido por sus cofrades como<br />

hombre docto y entendido en la fe de Moisés, cumplía<br />

las veces de maestro de ceremonias en las reuniones<br />

de sinagoga que se celebraban en su casa.<br />

La Inquisición lo acusó de haber realizado las funciones<br />

de rabino y profesor de la ley de Moisés. A<br />

las juntas que se realizaban en su casa asistía buen<br />

número de cristianos nuevos portugueses para<br />

celebrar ritos mosaicos.<br />

Foto de Andrés LeJona: As( es Cartagena. 1998.<br />

Este dirigente natural de la comunidad criptojudía<br />

12 de Cartagena compartía sus conocimientos<br />

con sus correligionarios menos entendidos en<br />

asuntos de fe o menos dedicados a la observancia y<br />

conservación de las creencias y rituales pero<br />

deseosos de mantenerse en la fe y la práctica del<br />

judaísmo. Tenía entre sus pertenencias libros<br />

impresos, entre ellos una Biblia y un libro de oraciones<br />

de los cuales leía en las reuniones que celebraba<br />

en su casa.<br />

En las juntas de sipagoga, se explicaba cómo se<br />

debía ayunar los viernes y guardar los sábados como<br />

fiesta religiosa. Unas veces. antes de la oración, los<br />

asistentes jugaban a las cartas y después del juego<br />

hablaban sobre el cumplimiento del judaísmo y sus<br />

bondades. Uno de los asistentes, entre los más<br />

doctos. hacía algunas pláticas sobre la observancia<br />

de la fe mosaica.<br />

Un buen número de cristianos nuevos judaizantes<br />

de la región cayeron en manos de la Inqui-<br />

24


consecuencia de los tormentos y la mayoría sufrió<br />

la pérdida de sus bienes y el destierro de las Indias<br />

españolas.<br />

NOTAS<br />

Foto de Andrés LeJona: Así es Cartagena. 1998.<br />

sición. instalada en Cartagena. especialmente en<br />

la década de 1630. Se los acusó de participar en<br />

una gran conjuración contra el monarca español y<br />

la fe cristiana y de estar relacionados con una<br />

conjuración semejante que tuvo lugar en Lima. por<br />

esa misma época. Para la Inquisición eran falsos<br />

conversos que habían caído en el delito de herejía.<br />

Sufrieron los tormentos y castigos infringidos por<br />

el tribunal del Santo Oficio. algunos murieron a<br />

I El término cristiano nuevo es equivalente a converso. Designa<br />

a los judíos de origen peninsular ya sus descendientes<br />

que adoptaron la religión cristiana por la razón o la fuerza. Los<br />

documentos coloniales usan preferentemente el término cristIano<br />

nuevo para referirse a los portugueses descendientes de<br />

judíos conversos.<br />

2 Archivo General de Indias. En adelante AGI. Relación de<br />

los extranjeros que se hallaron en la ciudad de Cartagena en<br />

1630. Santa Fe 568.<br />

3AGI. Carta del doctor Antonio Rodríguez de San Isidro<br />

Manrique a la Corona. Santa Fe 568, N° 67.<br />

4 AG1. Carta del doctor Antonio Rodríguez de San Isidro<br />

Manrique a la Corona. Santa Fe 568, N° 66.<br />

5 AGI. Relación de los extranjeros que se hallaron en la ciudad<br />

de Cartagena en 1630. Santa Fe 568. Folios 24 y 31.<br />

6 Ibid. Folios 15-16.<br />

7 Enriqueta V!1a V!1ar. HtspalWamélica y el Comercio de Esclavos.<br />

Sevilla: Escuela de Estudios Hispano-americanos, p. 99.<br />

8 Huguette y Pierre Chaunu. SevUle et l'Atlanttque (1504-<br />

1650). T IV. París: Librairie Armand Colin. 1956. p. 314-315.<br />

9 AGI. Carta del doctor Antonio Rodríguez de San Isidro<br />

Manrique. Santa Fe 568, N° 67.<br />

lO Enriqueta V!1a V!1ar. Htspanoamélica y el Comercio de<br />

Esclavos, p. 121-122.<br />

11 AGI. Cartas del doctor Antonio Rodríguez de San Isidro<br />

Manrique. Santa Fe 568, N°S 66 y 67.<br />

12 El término criptojudío hace referencia a los bautizados<br />

como católicos que vivían socialmente como tales, pero secretamente<br />

practicaban ritos y costumbres judías.<br />

25


Ever González Ch.*<br />

La crisis mundial que llegaría a su mayor nivel ep<br />

1930, estaba en realidad gestándose desde muchos<br />

años atrás. En efecto, a partir de 1925, el precio<br />

del café empezó a experimentar un incontrolable<br />

descenso, 1 lo cual se refleja en algunos sectores de<br />

la economía colombiana, muy especialmente en la<br />

agricultura, el comercio y la industria. A este factor<br />

se suma la suspensión de los empréstitos extranjeros<br />

que paralizó las obras públicas y provocó el<br />

estrechamiento del mer


les, por la vía de sustitución de importaciones. En<br />

efecto, la tasa de crecimiento anual del producto<br />

industrial entre 1931 y 1939 fue en promedio del<br />

12.4%. siendo no sólo "la más alta de América Latina<br />

en la década de los treinta, sino también la más<br />

elevada de la historia industrial colombiana. "8 Evidentemente.<br />

esto provocó un crecimiento en sus<br />

cascos urbanos, que demandó una variedad de<br />

transformaciones en los servicios públicos.<br />

Bajo este panorama universal, se crearon ciertas<br />

condiciones políticas y socio-económicas que<br />

permitieron el surgimiento de las Empresas<br />

Públicas Municipales<br />

de Barranquilla, las r<br />

que a su vez se encuentran<br />

estrechamente<br />

ligadas con el<br />

inicio de la construcciÓn<br />

de la primera<br />

planta moderna de<br />

tratamiento de agua.<br />

La entidad fue organizada<br />

a partir de<br />

1925 mediante los<br />

acuerdos N° 14, 16,<br />

44 y 46. La ampliaciÓn<br />

de la empresa se<br />

realizó a través de los<br />

convenios N° 1 de<br />

1927 y N° 2 de 1928.<br />

La implementación de<br />

nuevas técnicas de<br />

filtración se realizó<br />

mediante los acuerdos N° 28 de 1929, N° 8 de 1930,<br />

N° 48 de 1932, N° lO de 1933 y N° 18 de 1939,<br />

constituida como una "empresa autónoma, descentralizada,<br />

con personería jurídica y patrimonio<br />

propio. "9<br />

El carácter de ciudad que adquiere Barranquilla<br />

en los años veinte se encuentra estrechamente<br />

ligado con el esquema auspiciado por la escuela de<br />

Howard (ciudad Jardín) encabezado por Robert<br />

Park. Dicho esquema se caracterizaba por analizar<br />

la estructura urbana desde el punto de vista de la<br />

evolución. Según esta teoría. el aumento de la<br />

densidad de población conduce inevitablemente al<br />

surgimiento de nuevas necesidades sociales. Se<br />

infiere entonces que no es casual que el estadounidense<br />

Karl Parrish y un equipo de constructores<br />

privados y públicos, hayan sido quienes lideraron<br />

el empréstito ante los banqueros de Chicago con el<br />

propósito de modernizar la ciudad para el futuro<br />

bajo aquel modelo. En efecto. para garantizar el<br />

buen manejo financiero. la Central Trust Company<br />

de l1linois exigió como garantía para la administraciÓn<br />

de la empresa que se nombrara al ingeniero<br />

civil Samuel Hollopeter.1o Barranquilla era el<br />

símbolo de todo un mundo. Era el punto de partida<br />

de todo lo que tuviera que ver con la civilización. La<br />

miscelánea cultural de la que fue objeto no la<br />

experimentaron las demás ciudades de Colombia.<br />

Ciudad Alejandrina. la llamaría el filósofo Julio<br />

Enrique Blanco años después.<br />

Acueducto de Barranquilla<br />

Es bajo estas parodias de progreso y aires de<br />

modernidad que el sueño de los barranquilleros se<br />

convirtiera en realidad:<br />

la inauguración<br />

del moderno acueducto.<br />

Este servicio<br />

"vio la luz" el 20 de<br />

julio de 1929. La construcción<br />

de la planta<br />

fue diseñada en 1926<br />

por la firma norteamericana<br />

Greeley<br />

Hanssen de Chicago.<br />

En una entrevista,<br />

el controvertido político<br />

y ex-gobernador<br />

del Atlántico, general<br />

I Eparquio González,<br />

! manifestaba que "la<br />

nueva planta impedía<br />

al pueblo de Barranquilla<br />

ingurgitar el<br />

veneno que le suministraba el viejo acueducto,"ll<br />

La ciudad a partir de estos momentos se congratulaba<br />

con ser, "cuna" de los servicios públicos en<br />

Colombia y tener uno de los mejores de Latinoamérica.<br />

Inclusive, según informes realizados por<br />

los periódicos de la época, el agua clorinizada por<br />

este servicio no envidiaba el líquido que consumían<br />

los habitantes del estado de Nueva York. El dicho<br />

de que la ciudad es el punto de partida de lo que<br />

denominamos civilización, se cumplía.<br />

La población barranquillera, a los pocos años<br />

de puesta en marcha el nuevo acueducto sentía el<br />

cambio hacia una era de prosperidad. "Los<br />

ciudadanos en las calles, en las esquinas, en las<br />

tiendas y almacenes, solían hablar sólo del buen<br />

servicio que prestaba las Empresas Públicas<br />

Municipales, ...en los colegios se hacían poemas.<br />

canciones y otros actos culturales, referentes al<br />

novedoso suceso."12 Por supuesto, este hecho fue<br />

dándole a la ciudad una nueva imagen, no sola-<br />

27


mente a nivel local. regional y nacional. sino también.<br />

internacional. En los inicios "su capacidad<br />

diaria era de unos 8 millones de galones (0.35<br />

metros cúbicos poor segundo"13 insuficientes para<br />

satisfacer las demandas de toda la población.<br />

En efecto, el crecimiento demográfico y la<br />

expansión urbana de Barranquilla, desbordaron<br />

cualquier pronóstico proyectado por las Empresas<br />

Públicas Municipales. Para los años 30 la ciudad<br />

contaba con una infraestructura urbana considerablemente<br />

compleja y diferenciada. La planta N°<br />

1, cuya construcción se había iniciado en 1928 y<br />

que fue diseñada para 30.300 metros cúbicos/ días.<br />

tuvo que ser ampliada y mejorada a 60.600 metros<br />

cúbicos/días en 1940.14<br />

Antes de su inauguración, la planta contaba<br />

sólo con aireadores del tipo de boquilla aspersora,<br />

colocados sobre unidades de sedimentación con el<br />

propósito de mantener salobre el líquido. Presentaba<br />

facilidades para la aplicación del alhumbre. cal y<br />

cloro por medio de dosificadores volumétricos y<br />

gravimétricos, aplicación del cloruro férrico. a través<br />

de dosificadores volumétricos en solución y aplicación<br />

del cloro (postcloración) con dosificadores<br />

en solución.15<br />

CUADRO I<br />

Mortalidad infantil por sexo en Barranquilla<br />

1929-1930<br />

Meses 1929<br />

Hom,<br />

Muj. ~om. Muj.<br />

1930 1929-1930<br />

TOTALES<br />

Hom.-Muj.<br />

Enero 32 24 14 15 46 39<br />

Febrero 24 22 10 18 34 40<br />

Marzo 30 37 28 19 <strong>58</strong> 56<br />

Abril 31 30 42 28 73 <strong>58</strong><br />

Mayo 46 60 35 26 81 86<br />

Junio 61 35 50 25 111 60<br />

Julio 60 26 <strong>59</strong> 39 119 65<br />

Agosto 46 32 29 19 75 51<br />

Septiembre 26 33 27 20 55 53<br />

Octubre 50 28 31 39 81 67<br />

Noviembre 48 55 39 37 87 92<br />

Diciembre 41 29 15 26 56 55<br />

TOTALES 497 411 379 311 876 722<br />

Fuente: Boletln de Estadística Mun1ctpal. Barranquilla. febrero 20 de 1931. N° 2.<br />

Como puede apreciarse en el cuadro I. hay una dismtnución<br />

considerable de la mortalidad infantil producto de la depuración<br />

del agua por la moderna tnstalación del acueducto. También se<br />

observa que en julio hubo 1 19 defunciones y ya en los meses<br />

subsiguientes. este número bajó considerablemente hasta llegar<br />

a 75 en agosto y 55 en septiembre.<br />

El sistema mediante el cual se procesaba el<br />

cloruro férrico. era a través de un tanque de disolución<br />

que se encontraba en pésimas condiciones. 16<br />

una bomba de transferencia a dos tanques de<br />

cabeza constante y dos dosificadores de tipo<br />

volumétrico con capacidad cada uno para 1.800<br />

galones por hora de solución. Igualmente. se<br />

contaba con unidades de floculación convencionales<br />

de agitación mecánica y vertical.<br />

En el balance estadístico que realizó las<br />

Empresas Públicas Municipales, las características<br />

que presentaban los tanquesl7 son como sigue:<br />

Número de unidades. 2<br />

Compartimientos por unidad, 2<br />

Volumen útil por unidad, 500 m3<br />

Volumen útil por compartimiento. 2503<br />

Ancho. 7.01 m<br />

Largo. 7.19 m<br />

Profundidad total, 5.26 m<br />

Profundidad útil, 4.96 m<br />

Estos aires de prosperidad se reflejaban en cada<br />

uno de los sectores de la vida social y política de<br />

Barranquilla. Muestra de ello fue la disminución<br />

del índice de mortalidad de la población infantil.<br />

CUADRO II<br />

Mortalidad infantil en Barranquilla<br />

1928-1932<br />

MESES 1928 1929 1930 1931 1932<br />

Enero 56 46 39<br />

Febrero 43 34 40<br />

Marzo 56 <strong>58</strong> 56<br />

Abril 63 73 <strong>58</strong><br />

Mayo 65 81 86<br />

Junio 114 111 60<br />

Julio 64 119 65<br />

Agosto 48 75 51<br />

Septiembre 48 55 53<br />

Octubre 55 81 67<br />

Noviembre 67 87 92<br />

Diciembre 50 56 55<br />

TOTAL 729 876 722<br />

Fuente: Boletín de Estadística Municipal. Barranqullla. 1 'Yo 20 de 19:<br />

46<br />

48<br />

65<br />

78<br />

89<br />

81<br />

67<br />

62<br />

56<br />

55<br />

42<br />

38<br />

727<br />

39<br />

26<br />

62<br />

49<br />

72<br />

<strong>59</strong><br />

41<br />

36<br />

26<br />

44<br />

53<br />

45<br />

552<br />

N' II.<br />

El cuadro II permite apreciar las variaciones de la mortalidad<br />

infantil en los años de 1928 y 1932. Es indudable que el nuevo<br />

acueducto redujo grandemente la mortalidad infantil si la<br />

comparamos con los años anteriores a su inauguración. El<br />

análisis de las curvas permite establecer que existen dos períodos<br />

culminantes. uno en junio y otro en noviembre de 1928. así<br />

como también se observa una declinación en los meses de febrero<br />

y septiembre de ambos años. La mortalidad infantil en 1928<br />

subió a 729 r la de 1932. ape~as a 552 niños.<br />

28


El nuevo acueducto, considerado el más potente<br />

y moderno de Colombia. cuyo costo ascendía a los<br />

$3'500.000, garantizaba un eficiente e higiénico<br />

servicio.1B La moderna planta purificadora tenía una<br />

capacidad de 8 millones de galones diarios (5.555<br />

por minuto), determinada para que a cada hora se<br />

hicieran los respectivos análisis químicos y<br />

bacteriológicos del agua. Se contaba, asimismo, con<br />

una planta de filtración que cubría un área de<br />

41.000 pies cuadrados, un tanque de aireación de<br />

110 pies de largo por 38 pies de ancho; dos tanques<br />

de sedimentación con 285.500 pies cúbicos de<br />

capacidad. El reservorio era de 3 millones de galones<br />

de agua. que se distribuían por medio de 320.000<br />

pies de tubería de hierro fundido, después de haber<br />

sido filtrada y clorinizada.1g Los dirigentes locales<br />

manifestaban que en "Barranquilla. pueden estar<br />

absolutamente seguros de consumir el líquido más<br />

puro de Colombia, que sólo puede ser superado por<br />

la que consumen los 7 millones de habitantes de la<br />

ciudad de New York."<br />

Defmitivamente. hacia la década de los treinta,<br />

se tenía la sensación de que Barranquilla era la<br />

ciudad del futuro: modernización de los servicios<br />

públicos. principal puerto marítimo. fluvial y aéreo.<br />

y liderazgo de las e~ortaciones e importaciones.<br />

Sin embargo, el acueducto no alcanzó a cubrir<br />

todo el casco urbano y, por lo tanto, no satisfacía<br />

todas las necesidades que realmente demandaban<br />

sus habitantes. Para entonces. el área aproximada<br />

era de 1.550 hectáreas que comprendía 80 calles y<br />

50 carreras, sin incluir las nuevas<br />

urbanizaciones y vías que alcanza- ,~v);c; ;;;!i::",<br />

ban una longitud de 278 kilóme:. J<br />

tros.2o<br />

En lo referente a la distribución<br />

social del líquido, el servicio se<br />

centraba principalmente hacia los<br />

barrios residenciales de la élite barranquillera,<br />

que debido al vertiginoso<br />

crecimiento que experimentaba<br />

la ciudad, se fue movilizando<br />

hacia la parte norte. Mientras, hacia<br />

el sur, el sur-occidente y el suroriente,<br />

el servicio era muy deficiente,<br />

e, incluso, en muchos sectores<br />

brillaba por su ausencia.21<br />

Esta problemática, que se ha<br />

convertido en un asunto común en<br />

toda la historia, tiene sus razones<br />

en el divorcio que ha existido entre<br />

el sector público y privado. El presupuesto municipal<br />

era tan bajo que impedía a la administración<br />

comprometerse de manera aislada de la inversión<br />

privada. Era una necesidad que Barranquilla<br />

recurriera a los recursos financieros externos para<br />

poder acometer una obra de tal magnitud. No obstante.<br />

hay que abonarle a la dirección municipal el<br />

esfuerzo que hicieron para aumentar el presupuesto<br />

antes de la modernización del acueducto. Pero eran<br />

esfuerzos inútiles. Los últimos cuatro presupuestos<br />

anuales del municipio, que se presentan a continuación,<br />

reflejan su pauperización.<br />

Para finales de la tercera y cuarta décadas. dos<br />

hechos globalizantes afectarán la economía mundial:<br />

la crisis de la bolsa de Nueva York y la segunda<br />

Presupuesto de Barranquilla<br />

1925-1928<br />

Años*<br />

1925<br />

1926<br />

1927<br />

1928<br />

.De 1° de enero a 31 de diciembre.<br />

Fuente: A.F.R., op. clt., p. 191.<br />

$<br />

Valor<br />

total<br />

819.704.44<br />

868.730.00<br />

1'471.857.50<br />

1'731.<strong>59</strong>0.00<br />

confrontación mundial. Todo este desequilibrio<br />

económico internacional se reflejó en la gran mayoría<br />

de las ciudades del país y, por supuesto,<br />

Barranquilla no fue ajena a este proceso. A fines de<br />

los cuarenta, nuestra urbe empieza<br />

a perder su liderazgo portuario<br />

con respecto a Buenaventura,22 lo<br />

que se reflejó en su estancamiento<br />

industrial y comercial.<br />

Instalaci6n de tubería madre del<br />

Acueducto de barraquilla<br />

Analistas de reconocida trayectoria<br />

de la historia local y regionalcoinciden<br />

en que. en los albores<br />

de la segunda guerra mundial,<br />

se nota ya un eminente descenso<br />

de la actividad comercial en<br />

la ciudad. producto que. a diferencia<br />

de otras capitales de Colombia,<br />

no contaba con un amplio<br />

mercado regional. siendo más vulnerable<br />

a los ciclos de la economía<br />

mundial.<br />

Es así como "comenzó a<br />

decaer en forma sostenida hasta<br />

el día de hoy debido princi-<br />

~~


CUADRO III<br />

Exportación total por aduana de Barranquilla<br />

1923-1932<br />

(Toneladas métricas)<br />

Años Exp. total Exp. BAQ<br />

% de BAQ.<br />

Exp.<br />

total<br />

1923<br />

1924<br />

1925<br />

1926<br />

1927<br />

1928<br />

1929<br />

1930<br />

1931<br />

1932<br />

1<strong>59</strong>.521<br />

168.448<br />

151.641<br />

169.851<br />

166.383<br />

181.223<br />

194.961<br />

212.246<br />

197.306<br />

79.794<br />

78.085<br />

69.631<br />

82.106<br />

80.997<br />

74.407<br />

69.984<br />

80.402<br />

77.915<br />

72.275<br />

50. 02<br />

46. 36<br />

45. 90<br />

48. 40<br />

48. 68<br />

41. 06<br />

35. 90<br />

37. 90<br />

30. 49<br />

FuenteLiga del Comercio de Barranqullla, Barranqullla, mayo de 1933. N° 13, Vol.<br />

II; y marzo 31 de 1938 N° 72. Vol. VlII. Boletln de Estadística Municipal, varios números<br />

a partIr de 1932. González, Ever: "La aduana de Barranqullla: Su orIgen e Importancia<br />

en el progreso de Colombia 1878-1930", en Revista Amauta, N° 10, Barranqullla,<br />

octubre, 1996. pp. 48-49.<br />

Una particularidad que se nota en este cuadro. es el descenso<br />

en las exportaciones que se realizaron por el puerto de<br />

Barranqu1lla: mientras que en 1923 representaba el 50%; al<br />

final del período tan sólo llegó al 30.40%.<br />

palmente a que nació como un enclave sin vincu -<br />

laciones con la economía de su entorno natural. "23<br />

El descuido oficial fue también responsable de la<br />

crisis, pues, no estimuló suficientemente el cultivo<br />

del algodón por favorecer su importación, y no<br />

prestó adecuado mantenimiento al río ya las dotaciones<br />

portuarias."24<br />

Paradójicamente. Barranquilla era la modelo de<br />

los servicios públicos. Según un boletín de la época.25<br />

presentaba el menor índice de mortalidad<br />

infantil un alto índice de higiene pública y de higiene<br />

pública. Igualmente. las exportaciones e importaciones<br />

que se realizaban por este puerto del Caribe<br />

colombiano se mantuvieron a pesar de la crisis,<br />

incluso el porcentaje que le correspondió a la ciudad<br />

sobre el total de las exportaciones, no fue tan distante<br />

con respecto a los de otros puertos de Colombia.<br />

Además. los derechos que la nación debía cobrar<br />

por razón de tales importaciones y los recaudos<br />

de la Caja de Aduana. seguían siendo una de los<br />

principales sistemas rentísticos del país.26 (Ver<br />

cuadro III).<br />

Lastimosamente y para mal de la ciudad, los<br />

encargados de planificar el futuro de la urbe no<br />

estuvieron a la altura de las exigencias de su<br />

dinámica comercial y demográfica. Hoy solamente<br />

quedan los recuerdos de haber tenido el más<br />

Acueducto de Barranqullla<br />

completo y moderno acueducto. Como en Macondo,<br />

Melquíades aún espera un milagro.<br />

NOTAS<br />

1 Un Informe más amplio sobre la crisis cafetera, véase en<br />

José A. OCAMPO y Santiago MONI'ENEGRO: CrisIs Mundial, ProteccIón<br />

e IndustrializacIón. Bogotá. 1984. Cerec. Caps. I y II. Sobre el<br />

comportamiento de los precios cafeteros para el período, ver<br />

Marco PA<strong>LA</strong>CIOS. El Café en Colombia: Una hIstoria económica y<br />

social. Bogotá. Presencia, 1979.<br />

2 Los flujos de capital externo para la época son analizados<br />

por Alfonso PA11&O ROSSELI. La prosperidad a depe y la Gmn crlsls,<br />

1925-1935. Banrepública. Bogotá. 1981.<br />

3 OSPINA VAsgUEZ. Industria y ProteccIón en Colombia. Faes.<br />

Medellín. 1955. También, véase el trabajo de OCAMPO y<br />

MONTENEGRO, "Historia Económica de Colombia", en: Nueva<br />

HIstoria de Colombia. Procultura. Bogotá. 1984.<br />

4 BEJARANo, Jesús. "La economía en el siglo XX". en: Nueva<br />

HIstoria de Colombia. 2a ed. Tomo III. Procultura. Bogotá, 1982.<br />

Para Halperin Donghui, después de la segunda guerra mundial,<br />

este modelo se estancó en la gran mayoría de los países de<br />

América Latina, exceptuando a México y Brasil. Ver, Halperin<br />

DONGHUI. HIstoria Contemporánea de América Latina. Alianza<br />

Editorial. 13a ed., Madrid. 1990. pp. 371-439.<br />

5 TovAR. Bernardo. La economía colombtana. 1866-1922. p.<br />

61.<br />

6 Un informe más detallado, véase en PA11~O ROSSELLI, op.<br />

ctt. Fluharty Vemon LEE. op. ctt. OCAMPO y MONTENEGRO, Op. ctt. p.<br />

78; y Oscar RODR1GUEZ. Op. cit.<br />

7 ARANGo, Silvia. Historia de la Arquitectura en Colombia.<br />

Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, 1990, p. 177.<br />

6 OCAMPO y MONTENEGRO. "La crisis mundial de los años treinta<br />

en Colombia", en Desarrollo y Sociedad. N° 7. Bogotá. Uniandes.<br />

Cede, 1982. p. 76. EcHAvARR1A. Juan: "Los factores determinantes<br />

de la industrialización colombiana entre 1920-1950", en<br />

Coyuntura Económica, Fedesarrollo. Vol. XIV. N° 1. Bogotá, 1984.<br />

POVEDA RAMOS, Políticas econ6micas, desarrollo industrial y<br />

tecnolog{a en Colombia 1925-1975. Bogotá. Colciencias, 1976.<br />

9 A.C.M.B.. Folios sin numerar. Barranquilla. mayo 23 de<br />

1960. Archivo de la Familia Roca. Barranquilla. 1928, p. 188.<br />

10 Archivo de la Familia Roca. Barranquilla. Memorias 1920-<br />

1928. Plan socto-económico para el Atlántico. Lauchlin CURRJE.<br />

Imprenta Nacional, 1995, p. 131-132. A.F.R. p. 188.<br />

II La Prensa, Barranquilla. enero 14 de 1931.<br />

12 Entrevista al señor Eduardo Mejía, quien laboró durante<br />

30


la adm1n1stracI6n de Hollopeter como trabajador del Acueducto<br />

en la seccI6n de hIgIene. Barranqui1la. noviembre 12 de 1995.<br />

13 BERNAL, Pedro. "La crtsIs de los servicIos de acueducto y<br />

alcantarillado de Barranqui1la". en: Agua: pasado y presente.<br />

EdItorial Antropos. Bogotá. abril, 1991. N° 164 y 165. pp. 41-<br />

45.<br />

14 E.P.M.B., Ampliación del Acueducto y Alcantarillado de<br />

Barranquilla. Informe 6c-139.20.20.82. Barranquilla, noviembre<br />

de 1975.<br />

15 Ib!d., p. 4.<br />

16 Informe del Sr. Eduardo Mejía.<br />

17 E.P.M.B.. op. ctt. p. 7.<br />

16 Liga del Comercio de Barranquilla. Barranquilla, mayo<br />

13 de 1933. N° 13. Vol. II.<br />

19 E.P.M.B.. folios sin numerar. Barranquilla, 1933. Liga<br />

del Comercio de Barranquilla. Barranquilla. 1933. Vol. II. B.E.M.<br />

Barranquilla. mayo 20 de 1933. N° 11.<br />

20 E.P.M.B., op. clt. Liga del Comercio de Barranquilla.<br />

Barranquilla. mayo de 1933. N° 13. Vol. II.<br />

21 ARCHll.A, Maurtc1o. Cultume identtdadobrera: 1910-1945.<br />

Cinep. Bogotá, sf. p. 64.<br />

22 Jlménez, Margarita y SI<strong>DE</strong>RI, Sandro. HIstoria del desamJUo<br />

regtonalenColombla. Cerec-Cider. Bogotá, 1985. p. 194. Posada,<br />

Eduardo. "Progreso y estancamiento, 1850-1950", en: HIstoria<br />

Econ6mú:a y Social del Caribe ColombIano. Adolfo Meisel (editor),<br />

Barranqu1lla, Uninorte, 1994, p. 246.<br />

23 Bell, Lemus y Villalón, Jorge. "El período del Frente<br />

nacional y la crisis de los años setenta (1955/<strong>58</strong>- 1974/75)",<br />

en: Ensayos de Economía, Universidad del Atlántico.<br />

Barranqu1lla. 1993. Vol. III. p. 76. POSADA, Eduardo, op. ctt pp.<br />

248-263.<br />

24 Meisel, Adolfo. "¿Por qué se disipó el dinamismo industrtal<br />

de Barranqu1lla?", en: Lecturas de Economfa. N° 23. 1987.<br />

pp. 71-73. NICHOLS, Theodore. Tres Puertos de Colombia.<br />

Banpopular. Bogotá, 1973.<br />

25 La Prensa, Barranqu1lla, enero, sf., 1931.<br />

26 GoNzALEz, Ever. "La aduana de Barranqu1lla: su origen e<br />

Importancia en el progreso de Colombia, 1878-1939", en: RevIsta<br />

Amauta. N° 10. Barranquilla, octubre 1996, p. 49,<br />

31


Criterios del canon en la literatura colombiana<br />

de la segunda<br />

mitad del siglo XX<br />

Patricia Aristizábal Montes'<br />

La preocupación por el canon ha sido tema de<br />

discusión en diversas disciplinas. En el caso de la<br />

literatura. los estudiosos se preguntan: ¿cuál o<br />

cuáles han sido los cánones desde los cuales se<br />

deben considerar las obras literarias? , ¿o si por el<br />

contrario se deben mirar independientemente?;<br />

ambas posiciones han tenido fervientes seguidores.<br />

El presente ensayo no pretende, en uno o en otro<br />

sentido. hacer una presentación detallada sobre el<br />

canon. sino mostrar brevemente lo que algunos<br />

críticos han considerado al respecto, así como lo<br />

que ha sido propiamente el canon para algunos<br />

escritores colombianos de las últimas décadas del<br />

siglo XX.<br />

El término "canon" procede del latín canonem,<br />

que significa "regla, precepto o norma ", indicando<br />

en este sentido el catálogo o lista de libros que las<br />

distintas religiones consideran como 'sagrados'.<br />

Visto en estos términos, el canon es normativo y<br />

cerrado, acercándose a lo que algunos críticos han<br />

considerado como: "una preceptiva"; en El canon<br />

occidental, la escuela y los libros de todas las épocas,<br />

Harold Bloom entiende el 'canon' como: "Una elección<br />

entre textos que compiten para sobrevivir; ya se<br />

interprete esa elección como realizada por grupos Sociales<br />

dominantes, instituciones educativas, tradtciones<br />

críticas o, como hago yo, por autores de apa -<br />

rtción posterior que se sienten elegidos por figuras<br />

anteriores concretas. "1 Como lo expone Bloom, el<br />

* Magíster en literatura hispanoamericana del Instituto Caro<br />

y Cuervo. Candldata al doctorado en literatura hispanoamericana<br />

de la Universidad de Salamanca. Profesora de la Universidad<br />

del Valle. y de la maestría en filosofia. Universidad del Norte -<br />

UnIversIdad del Valle.<br />

canon es abierto y está determinado por los artistas<br />

de las distintas épocas que se convierten en modelos<br />

para las generaciones subsecuentes; para Bloom,<br />

si se le permitiese elegir un canon universal en<br />

literatura, éste sería la obra de William Shakespeare.<br />

por ser multicultural (representada y leída en todas<br />

las culturas).<br />

El canon literario que establece Harold Bloom<br />

tiene su fundamento en la lectura, pues las obras<br />

literarias nacen como respuesta a otras obras<br />

anteriores (poemas, novelas, relatos, piezas de teatroj;<br />

tal respuesta surge del acto conjunto de la lectura<br />

y la interpretación, sin importar el lugar ni la<br />

condición de los escritores posteriores. Visto de este<br />

modo, la polémica en torno a las influencias literarias<br />

de autores canónicos, constituye sin duda un<br />

proceso necesario e innegable para la formación de<br />

escritores nuevos. Otro elemento importante en la<br />

existencia del canon es la "memoria", la cual juega<br />

un papel en el acto mismo de cognición despertado<br />

por el ejercicio de la lectura; es con base en la memoria<br />

que se puede hablar precisamente de un pensamiento<br />

cultural, al mismo tiempo que se puede,<br />

como lo hace Bloom, dar orden y legitimidad al<br />

canon.<br />

En el criterio de Bloom acerca del canon, debe<br />

incluirse a los mejores escritores, sin tener en cuenta<br />

que sean europeos, americanos, chicanos, hispanos,<br />

asiáticos, negros, judíos, hombres, mujeres,<br />

etc. ; Bloom se manifiesta así en contra de lo que<br />

llama "las seis normas de la Escuela del Resentimiento":<br />

feministas, marxistas, lacanianos, de<br />

construccionistas, neohistoricistas y semióticos,<br />

privilegiando, por encima de estos movimientos, el<br />

32 Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Unlnorte. Barranqul11a<br />

pp. 32-36. 04-08/MM. ISSN 0120-2537


Pietro Crespi<br />

lee mientras<br />

Amaranta borda<br />

de Luis Fonseca,<br />

valor estético de las<br />

obras literarias de no<br />

importa qué época, ni<br />

qué características,<br />

pues es el resultado<br />

estético y su vincula -<br />

ción con una descripción<br />

particular de la<br />

vida humana, el que<br />

perdura en el tiempo.<br />

Para Bloom, los escritores<br />

canónicos son<br />

entonces influencias<br />

ineludibles, y dentro<br />

de estos cita a escritores<br />

latinoamericanos<br />

como: Jorge<br />

Luis Borges, Alejo<br />

Carpentier, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez,<br />

Carlos Fuentes, quienes han ejercido gran influencia<br />

entre los escritores colombianos y latinoamericanos<br />

de la segunda mitad del siglo XX.<br />

Desde otro punto de vista, Alvaro Pineda Botero<br />

en la introducción a su libro LaJábula y el desastre,<br />

estudios críticos sobre la novela colombiana 1650-<br />

1931, entiende el canon como: "Una gran estructura<br />

racionaljerarquizada, generalmente impuesta por un<br />

centro de poder; en la que todas las categoríasJuncionan<br />

bajo una lógica rigurosa. Dentro de esta estructura,<br />

cada obra ocupa una posición rígida e<br />

inmodiflCable. El objeto es probar una "verdad" a la<br />

cual se le otorgan pretensiones cientiflCas, de objetividad.<br />

Además, el canon moderno lleva implícitos<br />

los valores morales que se quieren imponer en la sociedad,<br />

y las obras que se seleccionan no tienen otra<br />

razón que la de respaldar y ejemplificar el canon. "2<br />

Pineda renuncia a las clasificaciones de las obras<br />

literarias de acuerdo a escuelas, generaciones, o<br />

movimientos como el costumbrismo, el indigenismo,<br />

el romanticismo, el realismo, etc., y prefiere hablar<br />

de "cánones sueltos" que serían elaborados por los<br />

lectores o los críticos,<br />

sin que les sean<br />

dados como una imposición.<br />

Pineda se<br />

acerca, finalmente,<br />

a la posición de<br />

Harold Bloom cuando<br />

privilegia el gusto<br />

estético de la obra,<br />

y anota que el lector<br />

tiene la oportunidad<br />

de elegir el<br />

punto de vista desde<br />

el cual considerará<br />

la obra literaria a la<br />

cual se enfrenta.<br />

En el presente<br />

ensayo seguiré, sin incurrir en polémicas en torno<br />

a la pertinencia o impertinencia de la noción de<br />

"canon", los lineamientos que da Harold Bloom con<br />

respecto a éste, entendido como la precedencia en<br />

términos de autoridad literaria y estética de unos<br />

autores en relación con otros; ya por influencias<br />

directas, ya por el universo literario de determinados<br />

autores abonado por la lectura y la crítica de generaciÓn<br />

en generación.<br />

En los anteriores términos. podemos pensar que<br />

algunos criterios del canon que participan en la<br />

literatura colombiana de la segunda mitad del siglo<br />

XX estarían fundados en escritores como: William<br />

Faulkner y Franz Kafka, de quienes se ve una clara<br />

influencia en novelistas como Gabriel García Márquez<br />

y Alvaro Cepeda Samudio; la crítica ha considerado<br />

particularmente La hojarasca ( 1955) de García<br />

Márquez como su novela de más clara influencia<br />

faulkneriana. por la cercana semejanza que guarda<br />

en el tratamiento del tema de la muerte con la novela<br />

Mientras agonizo ( 1930). de William Faulkner;<br />

asimismo en Cien años de soledad ( 1967) y en otros<br />

textos de García Márquez, la aldea de Macondo<br />

33


equivaldría al condado de Yoknapatawj>ha,presente<br />

en distintos textos de Faulkner.<br />

Raymond Williams en su libro Postmodernidades<br />

latinoamericanas, la novela postmoderna en Colom -<br />

bia. Venezuela, Ecuador; Perú y Bolivia, asegura que<br />

Jorge Luis Borges y Julio Cortázar se constituyen<br />

en los antecedentes para la narrativa postmoderna<br />

en Colombia, situando la aparición de ésta en 1968.<br />

cuando el escritor Alberto Duque López publica su<br />

obra Mateo eljlautista. dedicada al Rocamadour de<br />

Rayuela. y utilizando el seudónimo de Horacio Oliveira.<br />

todo esto en un claro homenaje a Julio Cortázar.<br />

De otro lado, aún antes de cualquier localización<br />

"postmoderna", autores como Manuel Mejía Vallejo<br />

dejaban entrever en sus relatos grandes afinidades<br />

con el uso del lenguaje y las atmósferas de la obra<br />

de Jorge Luis Borges; en este sentido, el escritor<br />

Rafael Humberto Moreno Durán. contando entre<br />

sus predecesores canónicos a Miguel de Cervantes<br />

Saavedra, Robert Musil, Pierre Klossowsky, Jorge<br />

Luis Borges y Julio Cortázar, ha anotado que: "Para<br />

un escritor; su memoria es la múltiple voz de quienes<br />

lo han precedido en la escritura. "3<br />

Gabriel García Márquez se convirtió a su vez en<br />

canon para algunos escritores de generaciones<br />

posteriores a él; los escritores de las décadas de los<br />

70s y los 80s fueron en Colombia los lectores de la<br />

literatura del 'boom', y por ende de la obra de García<br />

Márquez; entre 1970 y 1975 aparecieron novelas<br />

que demostraban claramente haber sido escritas a<br />

partir de su influencia, como Los cortejos del Diablo<br />

( 1970 ), de Germán Espinosa;<br />

,<br />

El bazar<br />

,<br />

de los idiotas<br />

(1974), de Gustavo Alvarez Gardeazabal, y Breve<br />

historia de todas las cosas (1975), de Marco Tulio<br />

Aguilera Garramuño; el éxito de estas obras radicaba<br />

fundamentalmente en la avidez de los lectores<br />

por recrearse en el lenguaje y en las imágenes que<br />

reflejaban en prospectiva el gran triunfo de Latinoamérica<br />

en su literatura. Es innegable entonces el<br />

hecho de que la narrativa de Gabriel García Márquez<br />

constituye un hito en la literatura colombiana desde<br />

mediados de los años 70s, fenómeno que para algunos<br />

significó una ventaja, pues vieron en el neoregionalismo<br />

o en el neo-colonialismo la clave que<br />

garantizaba el futuro de sus obras; pero para otros<br />

García Márquez significó más un obstáculo que una<br />

ventaja, pues debieron buscar otros caminos expresivos<br />

que los alejaran de su influjo.<br />

La precedencia de García Márquez. como la de<br />

Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Pablo Neruda y<br />

Juan Rulfo, entre otros. trascendió con creces los<br />

límites nacionales y continentales. como anota<br />

Carlos Rincón: "Es innegable que los textos de García<br />

Márquez han cambiado el mapa de la literatura<br />

en el mundo "4 ; el mismo Rincón cita al profesor indio<br />

Homi Bhabha, quien en el tiempo en que adelantaba<br />

estudios sobre el período colonial latinoamericano,<br />

comentaba: "El modelo de escritura introducido por<br />

los textos de García Márquez y designado como<br />

"realismo mágico" es el estilo de la literatura del mun -<br />

do post-colonial emergente. "5 El concierto de voces<br />

que desde un punto de vista u otro reconoce el mérito<br />

universalista de García Márquez. es asimismo<br />

universal. y va desde las facultades de literatura<br />

en los Estados Unidos hasta las conversaciones de<br />

café en las ciudades de los países orientales; es en<br />

este sentido en el que anotaba Raymond Federman<br />

hacia 1983. que hay escritores como Gabriel García<br />

Márquez "que han renovado para nosotros el mundo,<br />

dotándonos de nuevas posibilidades, que cada quien<br />

puede emplear: "<br />

Carlos Rincón afirma a su vez que, en términos<br />

concretos, la influencia de García Márquez en escritores<br />

postmodernistas como Robert Coover, John<br />

Delillo, John Burth, es decisiva, y ¿qué no tendríamos<br />

para acotar al respecto en relación con escritores<br />

latinoamericanos de los 80s como Manuel<br />

Scorza, Flor Romero e Isabel Allende, para citar sola -<br />

mente tres de los más ajustados al modelo garciamarquiano?<br />

Desde el concepto de "canon", como hemos apuntado,<br />

la obra del escritor consagrado toca a la universalidad<br />

y va mucho más allá de los límites de la<br />

lengua en que escribe: "Nadie, por ejemplo, -anota<br />

Carlos Fuentes- lee a García Márquez o a Kundera<br />

en virtud de sus nacionalidades, sino en razón de la<br />

comunicabilidad de sus lenguajes y de la calidad<br />

de sus imaginaciones. "6 Luego el escritor joven crea<br />

su propio lenguaje a partir de su auto-representación<br />

de otros lenguajes que le operan de canon.<br />

En este sentido, los escritores jóvenes advirtieron<br />

que en la obra de García Márquez la realidad se<br />

mitifica, que es un mundo construido a partir de<br />

las historias narradas por el abuelo en una casa en<br />

la que "en cada rincón vivía un espanto"; o para<br />

decirlo brevemente, que la literatura de García Márquez<br />

es, como el mestizaje de su tierra, el reencuentro<br />

con la historia en las tierras caribeñas,<br />

cuando cada raza dio de sí para formar un mundo<br />

nuevo.<br />

La realidad multicultural está entonces. como<br />

afirma Harold Bloom. presente en la obra de todo<br />

autor canónico. inmersa en su lenguaje. en la situación<br />

de sus personajes. en su estética. que para el<br />

34


caso de García Márquez realiza la 'conversión de un<br />

mundo mestizo en una multiplicidad de metáforas<br />

que han dado )ugar a ~na nueva literatura para el<br />

m~ndo; literatura que procede asu vez de la creación<br />

de un lenguaje nuevo y de una nueva manera<br />

de narrar que abrió a )os lectores del mundo entero<br />

una realidad desconocida y oculta.<br />

La publicación de Cien años de soledad en 1967<br />

significó para la literatura colombiana el surgimiento<br />

de una nueva manera de narrar "en la que<br />

el remo de la oralidad sesupe1pone ál de la escritura<br />

y construye un universo épico que está en íntima<br />

relación con las sociedades populares"7; y así, a<br />

partir de esta obra puede decirse que se da inicio<br />

en Colombia al canon garciamarquiano que<br />

privilegia la estructura de nivel oral y mítico. Pero<br />

la historia de la literatura colombiana de la segunda<br />

mitad del siglo XX. aunque dividida en dos a partir<br />

de la publicación de Cien años de soledad, cuenta<br />

sin embargo con un buen número de escritores de<br />

reconocida trayectoria como: Alvaro Mutis. Germán<br />

Espinosa. Héctor Rojas Herazo. Manuel Mejía<br />

Vallejo. Pedro Gómez Valderrama. Alvaro Cepeda<br />

Samudio. Manuel Zapata Olivella. Elisa Mujica,<br />

Gustavo Alvarez Gardeazábal.Fanny Buitrago, etc. .<br />

poseedores de una personalidad literaria propia;<br />

unos atentos y otros ajenos al influjo literario del<br />

naciente canon de Gabriel García Márquez.<br />

De manera particular, para la crítica colombiana<br />

Helena Araújo, la influen cia de García Márquez en<br />

un grupo de escritoras latinoamericanas es evi-<br />

dente; entre ellas:<br />

Isabel Allende,<br />

Ángeles Mastreta,<br />

Laura Esquivel y<br />

Laura Restrepo,<br />

dejando aparte a<br />

la Márvel Moreno<br />

de los últimos relatos,<br />

donde la escritora<br />

barranquillera<br />

logra un<br />

trabajo de expresiÓn<br />

muy personal.<br />

A estas escritoras<br />

Araújo las<br />

llama "las Gabistas"<br />

y las acusa de<br />

copiarse la fÓrmula<br />

de la "alquimia<br />

macondiana",<br />

que consistiría<br />

en: "Primero que<br />

todo süuar la narración,entre la ,¿alidad y lafantasía.<br />

haciendo de lo insólito centro de la semántica<br />

textual. Luego. concentrarse en el regionalismo novelesco<br />

de un caserío. una aldea. una provincia donde<br />

dos grupos de familia se pelean por el poder durante<br />

una o varias generaciones. "8 La exposición de Araújo<br />

agrega otros elementos como: mujeres deslumbrantes.<br />

jefes necesitados de amor y condenados a<br />

la soledad.<br />

A$i planteado. la fórmula parece acomodarse a<br />

la novela de Laura Restrepo El leopardo al sol ( 1993 ).<br />

donde se narra la historia de dos familias; los Monsalve<br />

y los Barragán. que se dedican al tráfico de<br />

drogas. y que se enfrentan a muerte a pesar de sus<br />

lazos de consanguinidad. La mujer deslumbrante<br />

sería Alina Jericó. exvirreina de belleza. esposa del<br />

Mani Monsalve. quien pretende lograr que su esposo<br />

deje la vida que lleva por amor a ella. El per-<br />

$onaje condenado ala soledad sería Nando Barragán.<br />

jefe de la familia. quien sentado a la puerta de<br />

su casa ve pasar a la muerte en un desfile de carnaval<br />

(y los hermanos Monsalve. disfrazados de esqueletos<br />

como una comparsa más del desfile. son<br />

la muerte); y precisamente la muerte del carnaval<br />

se lo lleva mientras tiene en mente la imagen de<br />

"un desierto amarillo. manchado por la sombra de<br />

las piedras. sobre el cual y~e la muerte como un<br />

leopardo al sol. "9 Esa fue su vida. una eterna preocupación<br />

por la muerte.<br />

Jorge Isaacs escribiendo la María de Marco Tulio Villalobos.<br />

Al final de la novela El leopardo al sol hay una<br />

página de agradecimientos donde la autora nombra<br />

a todas las personasquecontribuyeron<br />

a la escritura<br />

de la obra; el último<br />

que aparece en la<br />

lista es Gabriel García<br />

Márquez. de<br />

quien Laura Restrepo<br />

dice tener "viejos<br />

motivos de gratitud"<br />

porque "su genio<br />

medio nos aplasta.<br />

medio nos ilumina.<br />

"10 Restrepo reconoce<br />

entonces la<br />

influencia del canon<br />

garciamarquiano<br />

que se hace evidente<br />

en esta obra.<br />

influencia que no<br />

será sin embargo<br />

tan ostensible en<br />

35


sus siguientes novelas. DulcecompañíQ (1996) y La<br />

novia oscura (1999).<br />

Otra escritora colombiana en quien encontramos<br />

un ascendiente del canon garciamarquiano, es la<br />

cundinamarquesa Flor Romero. fundamentalmente<br />

en su novela TJiquttraques del trópico (1972), donde<br />

presenta un pueblo de veinte casas llamado Calamoima,<br />

que nos recuerda al Macondo de García<br />

Márquez, y una pareja conformada por Sandalio y<br />

Lastenia Conejero. que participan en la fundación<br />

del pueblo. La novela abarca la historia de por lo<br />

menos tres generaciones, pero el lector se confunde<br />

al tratar de establecer la genealogía y los miembros<br />

de cada familia. rasgo que la hace similar a la familla<br />

Buendía de Cien años de soledad. No obstante,<br />

como en el caso de Laura Restrepo, en las dos últimas<br />

novelas de Flor Romero. ambas de corte histórico,<br />

Yo Policalpa (1995), y Maltntztn. laprtncesa<br />

regalada (1999), no es tan evidente la influencia<br />

del nobel colombiano.<br />

Considerada desde el punto de vista del canon.<br />

la influencia de Gabriel García Márquez en escritores<br />

y escritoras colombianos de la segunda mitad<br />

del siglo XX. se puede admitir en sí misma como<br />

un fenómeno válido en las primeras obras de algunos<br />

escritores. pero va siendo asimilada de manera<br />

diferente en obras posteriores. que demuestran ya<br />

la madurez y libertad literaria de los autores en<br />

relación con este canon. Este comentario ilustra<br />

como colofón nuestra propia consideración del<br />

canon literario, más como un fenómeno dependiente<br />

de la efectiva lectura de la literatura clásica o<br />

contemporánea, cualquiera que ella sea, que como<br />

tributo automático y continuado de una generación<br />

en relación con sus maestros.<br />

NOTAS<br />

1 BLOOM, Harold. El canon occidental, la escuela y los libros<br />

de todas las épocas. Edltortal Anagrama, Barcelona. 1995, pág.<br />

30.<br />

2 PINEDA BOTERO. Alvaro. LaJábula y el desastre. estudios<br />

críticos sobre la novela colomblana 1650-1931 .Fondo Editorial<br />

Universidad Eaflt. Medellín. 1999. pág. 15.<br />

3 Citado por Raymond Wllllams. Postmoderntdades lattnoamelicanas.<br />

la novela postmoderna en Colombla. Venezuela. Ecua -<br />

dol; Penl y Bolivia. Ediciones Fundación Universidad Central.<br />

Santafé de Bogotá. 1998. pág. 57.<br />

4 RJNCÓN. Carlos. Revista Dominical El Espectador. 18 de ju-<br />

110 de 1993.<br />

5 lb Id.<br />

6 FUENTES. Carlos. Geogrl:!fia de la novela. Fondo de Cultura<br />

Económica. México. 1993. pág. 19.<br />

7 GlRALDO B.. Luz Mery. "Prólogo". en VARIOS AUTORES. La novela<br />

colombiana ante la crítica. 1975-1990. Editorial Facultad de<br />

Humanidades. Universidad del Valle -Centro Editorial Javeriano.<br />

Santiago de Call. 1994. pág. II.<br />

8 ARAOJo. Helena. "El «Gablsmo> en femenino. ¿contagio saludable?".<br />

en Magazín Dominical El Espectador. N° 696. 15 de<br />

septiembre de 1996. Santafé de Bogotá.<br />

9 RESTREPO. Laura. El leopardo al sol. Editorial Planeta.<br />

Santafé de Bogotá. 1993. pág. 390.<br />

lO lb Id.. pág. 392.<br />

36


, fuente oriental de la poesía<br />

de Octavio Paz<br />

Juan Manuel Cuartas Restrepo'<br />

La fascinación de Octavio Paz por la cultura japonesa<br />

puede decirse que fue a un tiempo espiritual<br />

y estética, dirigida al estudio de la tradición e<br />

influencia ffioSófico-religioSa del budismo zen1, cuya<br />

práctica propició en el Japón gran parte de la fuerte<br />

identidad cultural que ConoCemoS hoy. El budismo,<br />

que procedía de la India; se<br />

proyectó hacia la China, donde<br />

la corriente filosófica más<br />

cercana que halló fue el taoísmo<br />

(o 'doctrina sin palabras'), que<br />

hacía hincapié en la armoniza -<br />

ción del tao (o camino de la vida).<br />

De claves estéticas taoístas<br />

como la empatía, la resonancia<br />

y la armonía, el ritmo vital, la<br />

reticencia, la sugestión y la<br />

soledad sonora, en sincretismo<br />

con el budismo hindú, nació el<br />

budismo zen, que cultivó durante<br />

sigloS la integración de la<br />

experiencia humana a las inefables<br />

verdades y designios de<br />

la naturaleza. Bajo estos presupuestos<br />

la esencia del zen se<br />

capta con toda claridad en el<br />

mensaje de Bodhidharma (siglo<br />

IV), patriarca y fundador en la<br />

China de la secta Chan (o zen),<br />

que dice:<br />

* Profesor del Departamento de Filosofia de la Facultad de<br />

Humanidades de la Universidad del Valle. Profesor Invitado de<br />

la maestría en filosofia de la Universidad del Norte -Universidad<br />

del Valle.<br />

Quetzalcóatl<br />

Transmisión de corazón a corazónjuera de las<br />

escrituras.<br />

Independencia de palabra y letras.<br />

Indicación directa del espíritu -corazón del hombre.<br />

Intuición de la propia naturaleza y logro del estado<br />

búdico.2<br />

El zen desconfía de la razón<br />

humana, posición que supone<br />

un contraste con la filosofía<br />

griega; mientras en el dintel de<br />

la Academia de Platón se<br />

advertía: "No entre aquí quien<br />

no sepa geometría ", en el dintel<br />

de algunos templos zen se advierte:<br />

"No entre quIen no abandone<br />

la razón. " El zen no predica<br />

entonces doctrina alguna,<br />

y considera paradójicamente<br />

que en ello radica la predicación<br />

efectiva de la verdadera<br />

doctrina; lo único que importa<br />

es conocer 'directamente' y por<br />

el propio esfuerzo la auténtica<br />

naturaleza de sí mismo, conocimiento<br />

para el que no sirven<br />

ni la erudición ni la lógica, y<br />

menos aún las doctrinas.<br />

Desde la pintura y la poesía<br />

hasta el teatro y la música, las expresiones estéticas<br />

del zen dejan sintomáticamente espacios en blanco<br />

para que la mente los ocupe. En efecto, el precepto<br />

estético zen implicado en la máxima: "Mínima representaciÓn<br />

con un máximo de sugerencia ", puede<br />

~<br />

Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Unlnorte. Barranqullla<br />

pp. 37-44. 04-08/MM. ISSN 0120-2537<br />

37


apreciarse no sólo en el haikú, que consagra en poesía<br />

la exaltación de lo súbito y breve de la naturaleza<br />

como representación de la complejidad espiritual<br />

del hombre, sino también en la decoración con unas<br />

pocas flores y en la pintura trazada con mínimas<br />

pinceladas, siguiendo los movimientos libres y e-<br />

pontáneos de la mano.<br />

<strong>LA</strong> SUSPENSIÓN <strong>DE</strong>L HAIKÚ<br />

Un camino expedito para aproximarnos a la<br />

valoración que Octavio Paz realizó del haikú japonés<br />

puede consistir en observar cómo interpretó la persona<br />

y la obra de Matsuo Munefusa Bashó. Paz<br />

había conocido el haikú a través de su compatriota<br />

José Juan Tablada, pero su verdadera pasión por<br />

la poesía minimalista japonesa se revelaría en la<br />

admiración que profesaría por aquel monje budista<br />

del siglo XVII, a quien consagraría varios ensayos y<br />

de cuya obra realizaría, en compañía del hispanista<br />

Eikichi Hayashiya, la bien conocida traducción al<br />

español del diario de viaje "Oku-No-Hosomtchi", bajo<br />

el título Sendas de Oku, (Editorial Universidad<br />

Autónoma de México, 1957). La reconstrucción del<br />

aprendizaje de Octavio Paz en su peregrinación intelectual<br />

por el Japón, podría iniciarse entonces a<br />

partir del recuerdo de su visita a BashO An (la choza<br />

del maestro Bashó);<br />

Los tres minutos de recogimiento en Basho An, la<br />

diminuta choza sobre la colina de pinos y rocas<br />

en las inmediaciones del templo Kampuji, cerca<br />

de Kioto, en donde vivió Basho una temporada,<br />

reconstruida un siglo después por Buson -al verla<br />

me dije: "no es más grande que un haikú" y<br />

compuse estas líneas que clavé mentalmente en<br />

uno de los pilares:<br />

El mundo cabe<br />

En diecisiete sl1abas,<br />

Tú en esta choza.3<br />

Una versión ampliada de este poema aparecerá<br />

recogida posteriormente en el poemario Árbol adentro<br />

(1987), pero en esta ocasión, como podremos<br />

observar, cada tríptico (a su turno un haikú) quiere<br />

recrear la misma fascinación que le produjo a Paz<br />

imaginar a un gran poeta recogido en el espacio<br />

mínimo de su choza, como si habitara simultáneamente<br />

en el nicho de los tres versos de un haikú:<br />

El mundo cabe<br />

Endiectsiete sl1abas,<br />

1Ü en esta choza.<br />

Basho<br />

Troncos y paja:<br />

Por las rendijas entran<br />

Budas e insectos.<br />

Hecho de aire<br />

Entre pinos y rocas<br />

Brota el poema.<br />

An<br />

Entretejidas<br />

vocales. consonantes,<br />

Casa del mundo.<br />

Huesos de siglos,<br />

penas ya pañas, montes,<br />

Aquí no pesan.<br />

Esto que digo<br />

son apenas tres líneas ,<br />

Choza de saabas .4<br />

El verso japonés. carente de acento tónico. prácticamente<br />

no tiene rimas. lo que exige que las diferentes<br />

formas poéticas se distingan normalmente<br />

por el cómputo de las sílabas. El antiguo poema<br />

clásico tanka. compuesto de cinco versos divididos<br />

en dos estrofas. una de tres y otra de dos versos de<br />

5/7/5 / 7/7 sílabas. presentaba ya el esquema<br />

dentro del cual se hallarán las variantes de casi<br />

todo lo que los japoneses consideran como poesía.<br />

Aproximadamente a mediados del siglo XII. en la<br />

poesía cortesana japonesa primaba el uso del tanka.<br />

que. como pasatiempo favorito de la corte. empezó<br />

a evolucionar hacia usos encadenados de versos<br />

de dos o más autores. En adelante. la estrofa encadenada<br />

(renga. o tanka compuesto entre dos personas).<br />

pasará a ser la forma más sencilla. Sin embargo.<br />

el paso más importante en la evolución de<br />

las estrofas encadenadas lo constituyó la adición<br />

de un tercer grupo de versos de 5/7/5 sílabas. procedimiento<br />

que dio la posibilidad de implementar<br />

otras formas poéticas. y que puso fin a las limitaciones<br />

impuestas por la forma tradicional de cinco<br />

versos. Con el tiempo. en la composición del renga<br />

se prescribieron gran número de complicadas reglas<br />

que dieron paso a la creación de otras modalidades<br />

de versificación más sencillas; una de esas formas<br />

nuevas fue el haikai no renga. oestrofa encadenada<br />

libre de los siglos XV y XVI. propiciadora a su vez<br />

de la libertad de temas. de los apuntes humorísticos.<br />

ingeniosos. satíricos y coloquiales.<br />

A la estrofa inicial del haikai no renga. compuesta<br />

por tres versos de 5/7/5 sílabas. se le dio el nombre<br />

de hokku. que ante la falta de normatividad de la<br />

38


antigua forma encadenada.<br />

se convirtió paulatinamente<br />

en una nueva forma poética<br />

con unidad e independencia.<br />

Finalmente. hacia finales del<br />

siglo XIX. el poema suelto<br />

desprendido del haikai no<br />

renga empezó a llamarse<br />

haikú (palabra compuesta<br />

derivada de haikai y hokku).<br />

Hoy en día los tres términos:<br />

haikai. hokku y haikú suelen<br />

confundirse y son utilizados<br />

indistintamente para denominar<br />

el p~queño poema<br />

japonés de tres versos de 51<br />

7/5 sílabas.<br />

Entresacadas de la estética<br />

japonesa, ya su vez<br />

características del budismo<br />

zen, las dos lecciones que<br />

Octavio Paz resalta del haikú<br />

son: 'concentración' e 'imperfección'.<br />

De la crítica allenguaje,<br />

de la economía verbal<br />

y de la tentativa de silencio<br />

recogidas del zen, nacieron<br />

las dos creaciones verbales<br />

más altas de la cultura japonesa: el teatro No y el<br />

haikú. La poesía zen, de manera particular, residirá<br />

así no sólo en las palabras, sino también en los<br />

espacios dejados para que los complemente ellector,<br />

espacios de silencio que ayudarán a la mente a<br />

no pensar en el poema sino a sentir y evocar su<br />

resonancia. La originalidad del haikú se halla, precisamente,<br />

en su función de precursor de una explosiÓn<br />

infinita de sugerencias y emociones. Al respecto<br />

anota Paz:<br />

El haikú no sólo es poesía escrita -o. más exacta -<br />

mente. dibujada- sino poesía vivida. experiencia<br />

poética recreada. Con inmensa cortesía. Basho<br />

no nos dice todo: se limita a entregarnos unos<br />

cuantos elementos. los suflCientes para encender<br />

la chispa.5<br />

Este ideal de 'concentración' resulta supremamente<br />

significativo a los ojos de Paz, porque la tradición<br />

latina y española conoce. en general. la idea<br />

opuesta: la 'ampliación'. Además de la .concentración',<br />

existe en el haikú otra característica definitiva:<br />

la 'imperfección'.6 La estética japonesa juega<br />

en general con la idea de lo inacabado y ligeramente<br />

imperfecto. dejando siempre algo sin agregar, incon-<br />

Divinidad budista del rayo.<br />

C1USO. que en el caso de la<br />

poesía. se puede concebir<br />

retirando loS doS últimos versoS<br />

de loS cinco Con que contaba<br />

el tanka clásico. lo que<br />

dará como resultado tres<br />

verSoS. es decir. lo que corresponde<br />

a un haikú. lo que significa<br />

que el haikú es ya la forma<br />

inacabada de un tanka.<br />

Durante la época Muromachi<br />

del Japón, siglos XV y<br />

XVI, los poetas Arakida Moridake<br />

(1473-1549) y Yamazaki<br />

Sokán (1465-1553) promovieron<br />

la nueva corriente<br />

del haikai no renga popular y<br />

libre, que contrastaría con el<br />

renga tradicional regido por<br />

una preceptiva severa y<br />

aristocrática. El primero de<br />

ellos era sacerdote shintoísta,<br />

y el segundo samurai en su<br />

juventud y luego monje budista.<br />

Un haikú de Moridake será<br />

citado por el poeta norteamericano<br />

Ezra Pound al referirse<br />

a la poética de la superposiciÓn<br />

de imágenes en el haikú japonés:<br />

Rak-ka eda ni<br />

Kaeru to mireba<br />

Kochoo kana<br />

¿Unaflor caída<br />

volviendo a la rama?<br />

Era una mariposa.7<br />

La rama del budismo zen, particularmente, fue<br />

la que dominó la Vida cultural del período Muromachi,<br />

período en el que surgieron casi todas las<br />

manifestaciones culturales características del<br />

Japón; Paz comenta al respecto:<br />

El período Muromachi está impregnado de zen.<br />

Para los müitares. zen era el otro platülo de la<br />

balanza. En un extremo. el estilo de vida bushido.<br />

es decir; del guerrero vertido hacia el exterior; en<br />

elotro. la ceremonia del té. la decoraciánjloral.<br />

el teatro No y. sustento al mismo tiempo que cima<br />

de toda esta vida estética. cara al interior; la<br />

meditación zen.8<br />

Como otras formas búdicas. en su compenetración<br />

con la naturaleza el zen persigue la iluminación<br />

o despertar a la propia naturaleza real de lo uno. y<br />

a la realización de la naturaleza buddha (o satoli).<br />

"El estado satoli -argumenta Paz- implica no tanto<br />

39


un saber la verdad como un estar en ella y. en los<br />

casos supremos, un ser la verdad."9 Dicho estado<br />

puede resumirse según ocho epígrafes (o preceptos)<br />

que llevan, en su natural desenvolvimiento, al<br />

estado de profunda libertad interior (o ntrvdna); ellos<br />

son:<br />

irracionalidad<br />

penetraci6n intuitiva<br />

autoridad<br />

a.firmaci6n<br />

trascendencia<br />

impersonalidad<br />

exaltact6n<br />

momentaneidad<br />

Posteriormente, en la época de Edo<br />

(1600-1867) florecerá el haikú gracias<br />

a dos maestros: Matsunaga Teidoku<br />

(1571-1653), de la escuela Deimon, y<br />

Nishiyama Soin (1605-1682), de la<br />

escuela Danlin. En esta última escuela<br />

se formará como poeta Matsuo Munefusa<br />

Bashó (1644-1694), a quien se le<br />

considera el poeta más grande del<br />

Japón; con Bashó el haikú alcanzó el<br />

nivel artístico más alto, toda vez que<br />

su poesía capta el instante poético en<br />

el momento privilegiado de la unidad<br />

de los contrarios.<br />

Matsuo Munefusa Bashó había<br />

nacido en 1644 en Veno; 'bashó'. que significa<br />

~látano. fue su nombre literario. El padre de Bashó<br />

fue un samurai al servicio de las familias Todo y<br />

Kinkasu; a los nueve años Bashó fue paje del heredero<br />

de los Todo, en cuya casa estudió el arte de la<br />

poesía de Kitamura Kigin. discípulo de Matsunaga<br />

Teidoku. Cuando. a sus veinticuatro años. murió<br />

su señor. Bashó se dirigió a Kioto. capital de las<br />

artes en Japón. para seguir los pasos del poeta, y<br />

años después marchó a Edo (actual Tokio). donde<br />

conoció a Nishiyama Soin, con quien estudió en la<br />

escuela Danlin. Poco a poco el lenguaje de Bashó<br />

se afina. y con el estudio del budismo zen, bajo la<br />

dirección de su maestro Buccho (1643-1715). su<br />

poesía se compenetra del sabor y la sabiduría zen.<br />

En 1680 se instaló en Bashó-An (literalmente ennita<br />

del plátano). de donde recibió su nombre. En los<br />

siguientes años Bashó emprendió viajes y peregrinaciones<br />

como monje por el centro y norte del<br />

país. hasta que en un último viaje a Nara y Osaka<br />

cayó enfermo y murió el 12 de octubre de 1694.<br />

Lo que separa el hatkú de Bashó del hatkai-no.<br />

renga, la forma popular de su época en la que la<br />

versificación era casi una especie de juego y pasatiempo,<br />

es que Bashó transforma el sentido del haikú<br />

implicando en él la experiencia interior, pues<br />

como él mismo asegura: "No sigo el camino de los<br />

antiguos; busco lo que ellos buscaron. " Octavio Paz<br />

expone con claridad los móviles del cambio operado<br />

por Bashó en el haikú:<br />

A Basho le tocó convertir estos ejercicios de<br />

estética ingeniosa en experiencias espirituales.<br />

Al leer a Teitoku. sonreímos la sorprendente<br />

invención verbal; al leer a BashO. nuestra sonrisa<br />

es de comprensión y. no hay que tenerle miedo a<br />

la palabra. piedad. No la piedad cristiana sino<br />

ese sentimiento de universal simpática<br />

con todo lo que existe. esajraternidad<br />

en la impermanencia con hombres.<br />

animales y plantas. que es lo mejor que<br />

nos ha dado el budismo. Para Basho la<br />

poesía es un camino hacia una suerte<br />

de beatitud instantánea y que no<br />

excluye la ironía ni significa cerrar los<br />

ojos ante el mundo y sus horrores.1o<br />

Furo ike ya<br />

Kawazu tobi komu<br />

Mizu no oto.<br />

El sabor espiritual y la frescura del<br />

haikú de Basho son fruto de su comprensión<br />

de la 'otredad'; sus haikús son<br />

anotaciones de momentos privilegiados<br />

cargados de iluminación, momentos<br />

que pueden contener en sí todo el universo.<br />

El conocido haikú<br />

Un viejo estanque<br />

salta una rana<br />

Ruido de agua.<br />

expone con claridad uno de esos momentos<br />

excepcionales. Octavio Paz nos recrea su sentido:<br />

En la primera línea encontramos el elemento<br />

pasivo: el viejo estanque y su sUencio. En la segunda,<br />

la sorpresa del salto de la rana que rompe<br />

la quietud. Del encuentro de estos dos elementos<br />

debe brotar la iluminación poética. y esta<br />

iluminación consiste en volver al sUencio del que<br />

partió el poema, sólo que ahora cargado de significación.<br />

A la manera del agua que se extiende<br />

en círculos concéntricos, nuestra conciencia debe<br />

e-xtenderse en oleadas sucesivas de asociaciones.<br />

El pequeño haikú es un mundo de resonancias,<br />

ecos y correspondencias."]]<br />

La poética del haikú transmitida por Bashó puede<br />

interpretarse así según dos principios: el 'cam-<br />

40


io' y la 'permanencia'; el efecto "brota cuando se<br />

mezclan en el poema elementos alusivos tanto a lo<br />

momentáneo como a lo constante, de manera que<br />

la percepción poética corresponde a lo que podríamos<br />

llamar una 'iluminación súbita'. Como las anteriores,<br />

otras dos características del haikú: la 'brevedad'<br />

y la 'imperfección' son producto, en el fondo,<br />

de la influencia del budismo zen. Los siguientes<br />

son algunos ejemplos entresacados de la obra<br />

de Basho:<br />

Yoku mireba<br />

Nazuna hana saku<br />

Kakine kana<br />

Okiyo okiyo<br />

Waga tomoni sen<br />

N aro Kochó<br />

Semidare ni<br />

Kakureno mono ai<br />

Seta no jashi.<br />

A cada<br />

brisa<br />

La mariposa<br />

Se posa sin cesar en el sauce.<br />

piezas de haikú<br />

En el marco del budismo zen se considera que<br />

todos los problemas de la vida residen en nuestro<br />

kokoro, y que sólo podemos alcanzar el estado<br />

búdico si nos liberamos de la ignorancia (el placer)<br />

y de su producto (el dolor); algunas frases usadas<br />

como aforismos en las escuela zen, así lo conceden:<br />

"todo es un juego del kokoro", o "todos los sutras13<br />

son apenas notas alIado del kokoro. " Un episodio<br />

de la vida de Hui-neng (638-713), sexto patriarca<br />

zen, revela su importancia:<br />

Si miro con cuidado,<br />

en el seto veo<br />

jlorecer la nazuna.12 Fue en el Sur donde un día Hui-neng escuchó a<br />

Despierta, despierta<br />

y sé mi compañera<br />

mariposa que sueña.<br />

Lluvias de mayo. ..<br />

todo lo ocultan. menos<br />

El Puente Seta.<br />

Ando y ando<br />

Si he de caer; que sea<br />

Entre los tréboles.<br />

algunos monjes que discutían acerca de un<br />

gaUardete para establecer: a) si el viento lo hacía<br />

flamear; b) si realmente noflameaba, porque tanto<br />

el viento como el gaUardete son, en realidad, cosas<br />

inaminadas, c) si el flamear se debe a una combinación<br />

de todos los factores, o d) si es sólo el<br />

viento el que se mueve, Entonces Hui-neng dijo<br />

que no era el viento ni el gallardete, sino sus<br />

propias mentes (kokoros) las quejlameaban.14<br />

Leyendo -como anotamos-los haikús de Bashó,<br />

advertimos que en el fondo su poesía apunta a la<br />

descripción del kokoro humano. Veamos el siguiente<br />

haikú:<br />

Yase nagara<br />

Wari naki kiku no<br />

Tsubomi kana<br />

El crisantemo<br />

delgado y débil.<br />

ya tiene su capullo.<br />

Tristeza en el corazón.<br />

Cuando te oigo. cucú.<br />

Mi soledad es más profunda. Si yuxtaponemos la versión zen de kokoro.<br />

En sus reflexiones acerca de la lengua japonesa,<br />

Octavio Paz admira el singular contraste entre las<br />

acepciones de una misma palabra; una de ellas, la<br />

palabra kokoro, nombra el 'corazón', pero también<br />

la 'mente' y el 'espíritu', pues para el hombre japonés<br />

las vivencias de la inteligencia lo son también del<br />

sentimiento, y viceversa. En el espíritu-corazón<br />

(kokoro), está toda la verdad que necesitamos<br />

saber, y la revelación de un haikú,<br />

especialmente de Basho, consistirá en ver<br />

cara a cara nuestro espíritu-corazón. Paz<br />

reconoce que la poética de Basho está, en<br />

este sentido, orientada hacia la exaltación<br />

/ (I<br />

del kokoro, y, efectivamente, si leemos con<br />

atención sus haikús podemos sentir que ~ ~ .<br />

todo apunta en ellos a la conjunción del<br />

e-spíritu-corazón (kokoro), desde el cual el<br />

espíritu sensitivo se representa solidario con las<br />

cosas del mundo: una flor, un viejo estanque, una<br />

cigarra, etc., elementos propiciatorios de admirables<br />

identificándolo con uno u otro elemento nombrado<br />

en el haikú. tenemos:<br />

El crisantemo (mi kokoro)<br />

Delgado y débil,<br />

Ya tiene su capullo.<br />

El crisantemo<br />

Delgado y débil,<br />

Ya tiene su capullo (su kokoro),<br />

El efecto poético que produce este haikú<br />

\ está teñido de sabor zen; mostrándonos<br />

) un momento de percepción de la natura-<br />

)J leza captado directamente a través del ko-<br />

, ~ k oro del poeta, instante que revela su compenetración<br />

con las cosas de la naturaleza,<br />

instante de la plena identificación entre<br />

el movimiento interior del'espíritu-corazón' y el exterior<br />

(crisantemo-capullo). El haikú es así fruto de<br />

la observación, como objetivación de las cosas sin<br />

41


la intervención del 'yo', porque por regla general en<br />

los hatkús no aparece nunca la palabra 'yo', aunque<br />

apunten, sin embargo, a un 'yo' inadvertido o, más<br />

concretamente, hacia su 'espíritu-corazón' (kokoro).<br />

'CoMUNIÓN'<br />

<strong>DE</strong> PAZ CON EL HMKÚ<br />

En el breve juicio -léase 'análisis'- estético que<br />

hemos realizado acerca del hatkú japonés encontramos<br />

a su vez, y sin mayores sobresaltos, tres de<br />

las características de la poética del propio Octavio<br />

Paz: la disposición 'crítica' del lenguaje, la 'analogía'<br />

entre la naturaleza y el hombre, y la 'comunión'<br />

espiritual del signo poético. En este sentido, la intepretación<br />

que Paz hace de la poesía de Bashó, puede<br />

reducirse a lo siguiente: "el hatkú es poesía de<br />

comunión. " El hatkú de Bashó es entonces uno de<br />

esos sistemas poéticos que buscó Paz; poética que<br />

logra penetrar en el mundo con un mínimo de lenguaje;<br />

poesía que fija momentáneamente la temporalidad<br />

de la existencia, que es conocimiento de<br />

la verdadera realidad, que regresa al origen indicando<br />

el instante primordial; poesía que rompe cualquier<br />

forma de eternidad, exhibiendo a cambio el<br />

momento en que nacen el movimiento, la forma, el<br />

color, la vida, el reflejo; poesía que proclama la experiencia<br />

que sacude al alma, que dice que todo es<br />

único y que acaece por primera y última vez. En el<br />

hatkú cada momento es alba de la creación, y la<br />

poesía capta esos momentos en los que concilian<br />

los contrarios y se realiza la plena unidad del sujeto<br />

y el objeto.<br />

Octavio Paz dirá en una ocasión con respecto al<br />

haikú: "me cautivó la economía de las formas:<br />

mínimas y precisas construcciones hechas de unas<br />

pocas sílabas y capaces de contener un universo."<br />

No obstante, aunque Paz aprendió varias lecciones<br />

del haikú. él mismo escribió pocos poemas bajo esta<br />

modalidad; su fascinación fue entonces más intelectual<br />

que formal. y la influencia del haikú en su<br />

escritura no debe verse sólo en unos cuantos poemas<br />

cortos. sino en su reconocimiento de la importancia<br />

del uso de imágenes y de economías verbales.<br />

En su obra poética Paz cuenta con una serie de<br />

poemas que podríamos considerar efectivamente<br />

como haikus; Condición de nube (1944) recoge<br />

algunos poemas cortos que constituyen los primeros<br />

testimonios de su acercamiento al haikú, probablemente<br />

motivado por la lectura de su compatriota<br />

José Juan Tablada; el aparte "Apuntes del insomnio"<br />

presenta cuatro composiciones, de las que<br />

la primera y la tercera son aproximaciones al haikú;<br />

fueron escritos exactamente en la misma época del<br />

descubrimiento de la obra de Tablada, en Nueva<br />

York en 1944, aunque la forma y los temas coinciden<br />

también con Suite del insomnio de Xavier Villaurrutia.<br />

La primera de las cuatro composiciones expone<br />

el transcurrir del tiempo captado a partir de una<br />

gama de imágenes concisas e intensas:<br />

Roe el reloj<br />

Mi corazón,<br />

Buitre no, sino ratón.1s<br />

En este poema la sombra del Tablada de Eljarro<br />

dejlores (1922) es realmente próxima:<br />

Parece<br />

La medianoche<br />

El minutero<br />

roer el reZó<br />

y ser su eco<br />

del rat6n.16<br />

Después de Condición de nube los poemas cortos<br />

casi desaparecen de la poesía de Octavio Paz, y hay<br />

que esperar hasta el otoño de 1955, cuando inició<br />

su traducción de Sendas de Oku, para encontrar<br />

un epígrafe en Semillas para un himno ( 1950-1954 ),<br />

donde aparecerá uno de sus mejores haikús:<br />

El día abre la mano<br />

Tres nubes<br />

Y estas pocas palabras. 17<br />

Más adelante, en Piedras sueltas (1955), Paz<br />

reunirá varios poemas cortos en tres grupos:<br />

"Lección de las cosas", "Uxmal" y "Piedras sueltas",<br />

donde uno de sus temas más recurrentes, el mediodía<br />

será tratado magistralmente en un haikú:<br />

Mediodía<br />

La luz no parpadea,<br />

El tiempo se vacía de minutos,<br />

Se ha detenido un pájaro en el aire. 18<br />

El diagnóstico que hemos adelantado responde<br />

a la elección intertextual y canónica que en un<br />

42


momento determinado motivara el halkú japonés<br />

en la poesía de Octavio Paz. Las tres secuencias del<br />

poema "Mediodía" comportan una plenitud poética<br />

y una resolución de imágenes que las Vincula y<br />

diferencia entre sí; en cada una de ellas una palabra<br />

en particular participa, obedeciendo a los presupuestos<br />

del haikú, como intensificación de la experiencia<br />

estética de la escritura; ellas son: 'parpadea "<br />

'vacía', 'detenido'. Por supuesto, la Vinculación de<br />

sentido entre estas palabras, y entre otras no menos<br />

importantes del poema, como: 'luz', 'pájaro', 'tiempo',<br />

puede ser restituida de múltiples maneras, persiguiendo<br />

siempre la aspiración literaria de representar<br />

el 'mediodía'. La alusión final a 'un pájaro',<br />

trae a su turno la filiación del poema con la realidad<br />

natural, donde la detención de un elemento móvil,<br />

el pájaro, equivale a la diferencia entre la flecha<br />

detenida y la flecha en movimiento. Esta contradicción<br />

agrega la intuición que Vincula la idea de la<br />

suspensión del vuelo, o su equivalente, la 'serenidad<br />

en movimiento'; intuiciones propias del haikú, que<br />

resuelven en el poema de Paz los límites<br />

entre lo paradójico y efímero.<br />

En este hatkú. como en el no menos<br />

conocido de Jorge Luis Borges<br />

en el que se equipara una luciémaga<br />

a un imperio. el éxito poético de la<br />

paradoja propuesta va más allá de<br />

la efectiva apropiación de una manera<br />

de sentir oriental y propiamente<br />

zenista; ambos casos ilustran con<br />

claridad el tipo de apropiación de<br />

que ha sido objeto el haikú en<br />

Occidente, más como ejecución<br />

racionallógico-semántica vinculada<br />

con la escritura. o con lo que el maestro<br />

Bashó denominaba: "hatkús por<br />

la letra ", primer y dificil paso en la<br />

larga carrera por conseguir la<br />

espontaneidad y la naturalidad que exige la efectiva<br />

consecución de "hatkús por el espíritu ", en los que<br />

no prosperan las imágenes como analogías de<br />

profundos problemas de la historia y del hombre,<br />

sino como impresiones o emociones que enriquecen<br />

el momento mismo de la escritura.<br />

Exponer en estos términos los resultados del<br />

canon oriental en la poesía de Octavio Paz no<br />

significa desvirtuar, desarticular, o deconstruir su<br />

poesía, lo que exigiría por parte de la crítica mayor<br />

aplicación al tratamiento de otros tantos asuntos<br />

estéticos presentes a lo largo de una obra que expone<br />

directrices y señales que la vinculan con la mexicanidad,<br />

con los clásicos, la India, el erotismo, etc.,<br />

aspectos que recrean y amplían los intereses<br />

intertextuales que hemos intentado rastrear en<br />

estas páginas.<br />

NOTAS<br />

I Escuela budista de meditación introducida en el Japón<br />

hacia el Siglo XII. Basado en una vida sencilla vivida en estrecha<br />

relación con la naturaleza, el zen se propone acentuar la<br />

experiencia personal de la iluminación como proceso gradual y<br />

espontáneo.<br />

2 Cfr. WOOD, Ernest. Diccionario zen. Ediciones Paidós. Barcelona.<br />

1980, p. 27.<br />

3 PAZ, Octavio. Los prtvUegios de la vista, p. 30.<br />

4 PAZ, Octavio. Árbol adentro. Se ix Barral. Barcelona. 1989,<br />

p. 14-15.<br />

5 PAZ, Octavio. "La poesía de Matsuo Bashó". En BASHO,<br />

Matsuo. Sendas de Oku. Bernido. Kioto. 1992, p. 34.<br />

6 Para el taoísmo, sistema filosófico con el que entroncará el<br />

budismo a su llegada a la China, la 'perfección' significaba la<br />

llegada a la muerte, cuando las cosas degeneran después de su<br />

madurez, como quien alcanza la cima de la montaña y procede<br />

a descender.<br />

7 Cfr. MINER, Earl. The Japanese tradition in Brtttsh and<br />

Amertcan ltterature. Prtnceton University Press. Prtnceton. 19<strong>58</strong>,<br />

p.113.<br />

8 PAZ, Octavio. Las peras del olmo. Editorial<br />

La Oveja Negra. Bogotá. 1984, p. 112.<br />

9Ibid.,p.lll.<br />

lO PAZ, Octavio. ~La tradición del haikú".<br />

En BASHO, Matsuo. Sendas de Oku. Ed. cit., p.<br />

13. 11 PAZ, Octavio. "La poesía de Matsuo<br />

Bashó". En BASHO, Matsuo. Sendas de Oku.<br />

Ed. cit., pág. 32.<br />

12 Traducción de Javier Tafur González y<br />

Rodrtgo Escobar Holguín. "Para el corazón que<br />

no duda, antología bilingüe del haikú<br />

japonnés", en Revista Hispanoamertcana, N°<br />

22. Santiago de Cali. 1997.<br />

13 Textos sagrados de la tradición budista<br />

14 Cfr. WOOD, Emest. Diccionario zen. Ed.<br />

cit., pág. 69<br />

15 PAZ, Octavio. "Apuntes de insomnio I ",<br />

en Condict6n de nube [1944J, recogido en U-<br />

bertadbajo palabra, Obrapoética {1935-1957).<br />

Fondo de Cultura Económica. México. 1995,<br />

p.47. 16 TAB<strong>LA</strong>DA, José Juan. Obras I -Poesías. Centro de estudios<br />

literarios, UNAM. México. 1971, p. 240.<br />

17 PAZ, Octavio. Semillas para un húnno [950-19541. recogido<br />

en Libertad bajo palabra. Obra poética (1935-1957). Ed. cit..<br />

p.125.<br />

18 PAZ, Octavio. Piedras sueltas [1955]. Ibid., p. 143. Un<br />

excelente estudio sobre el motivo del mediodía en la poesía de<br />

Octavio Paz puede encontrarse en: BALMER, Pierre Maurice. "El<br />

mediodía en la poesía de Octavio Paz", en Thesavros. Boletín del<br />

Instituto Caro y Cuervo. Tomo XLVI. mayo-agosto de 1991. N°<br />

2. Bogotá. p. 245-289.<br />

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WOOD. Ernest. DiccIonario Zen. Ediciones Paldós. Barcelona.<br />

1980.<br />

44


La certeza contra la historia<br />

Jean-Paul<br />

Margot*<br />

Por historia entiendo todo lo que ya ha sido descubierto<br />

y se encuentra en los libros. Pero por ciencia entiendo<br />

la habilidad para resolver todas las cuestiones y, así.<br />

descublir por su propia industria todo lo que. en esta<br />

ciencia, puede ser descubierto; y quien tiene esta<br />

ciencia, no desea en verdad nada más de los demás y.<br />

por tanto. puede ser propiamente llamado autarches.<br />

R. Descartes<br />

ta las opiniones de sus predeceso-<br />

res.7 Excepto en el caso del Organon.<br />

uno de los pensamientos que se le<br />

ocurrieron a Descartes durante el invierno 1619-<br />

1620 fue el de "considerar que no suele haber tanta<br />

perfección en las obras compuestas de muchas piezas.<br />

y hechas por las manos de diversos 'maestros,<br />

como en aquellas en las que ha trabajado uno solo."8<br />

Más vale un solo arquitecto. un solo urbanista, y<br />

un solo Dios que varios. "Y así pensaba -escribeque<br />

las ciencias de los libros. al menos aquellas<br />

cuyas razones no son sino probables y no tienen<br />

Ciertamente, la fuosofia cartesiana no es una '~roles<br />

sine matre creata "1 y podemos aplicarle lo que<br />

Kipling decía sobre Francia: "la primera en promover<br />

las verdades nuevas, la última en abandonar las<br />

viejas verdades." Descartes, sin embargo, está íntimamente<br />

convencido de haber descubierto<br />

algo nuevo, si bien es cierto que<br />

procede con extrema precaución. Prescribe,<br />

como primera regla de su moral<br />

de provisión {morale par provision),<br />

obedecer "las leyes y costumbres de<br />

mi país",2 y adoptar una actitud conformista<br />

-desde el punto de vista práctico-<br />

en política, y prudente en la empresa<br />

de reformar sus propios pensamientos.3<br />

Por tanto, podríamos esperar<br />

encontrar en él una aproximación<br />

histórica a la filosofía, que permita<br />

escoger entre varias opiniones las más<br />

moderadas y evitar de este modo<br />

cualquier exceso. Pero no es así. Con<br />

el fin de tratar las principales cues- ,' ;- René Descartes<br />

por Franz Hals.<br />

tiones -Dios y el alma- que deben ser<br />

demostradas por medio de las razones<br />

de la ffiosofia, dice no haber "reunido ( en las Meditaciones<br />

metafísicas) todas las diversas razones que<br />

podrían alegarse para servirle de prueba a nuestro<br />

* Licenciado y magíster en filosofia de la Universidad París I<br />

-Sorbona. se doctoró en la Universidad de Otawa. Director de la<br />

Escuela de Filosofia de la Universidad del Valle. Profesor de la<br />

maestría en mosofia de la Universidad del Norte -Universidad<br />

del Valle.<br />

asunto: pues nunca he creído que tal proceder fuese<br />

necesario. salvo cuando ninguna de las razones es<br />

cierta; ..."4 Si se tratara de actuar yo debería "ser lo<br />

más firme y lo más resuelto que pudiera en mis<br />

acciones y no seguir con menos constancia las<br />

opiniones más dudosas. una vez qpe<br />

me hubiera determinado a ellas, que<br />

si hubiesen sido muy seguras."5<br />

Pero, "puesto que ahora no se trata<br />

de actuar. sino sólo de meditar y<br />

conocer",6 la urgencia teórica no elegirá<br />

sino la certeza. la cual, según<br />

Descartes, excluye toda recuperación<br />

del pasado y de la autoridad. es decir,<br />

de la tradición. Certeza e historia<br />

nunca pudieron convivir en elfUósoJo<br />

de Touraine.<br />

En tanto que, para Aristóteles.<br />

quien quiera desbrozar un nuevo<br />

campo del saber debe tomar en cuen-<br />

~<br />

Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Uninorte. Barranquilla<br />

pp. 45-50. 04-08/MM. ISSN 0120-2537<br />

45


ninguna demostración, al haberse compuesto y<br />

aumentado poco a poco con las opiniones de muy<br />

diversas personas, no se acercan tanto a la verdad<br />

como los simples razonamientos que puede hacer<br />

naturalmente un hombre de buen sentido con respecto<br />

a las cosas que se le presentan. "9 Si poseyéramos<br />

desde nuestro nacimiento el uso entero de<br />

nuestra razón, nuestros juicios hubieran sido, y todavía<br />

serían, puros y sólidos. Pero no es así y el<br />

método es necesario. Allí donde Descartes busca<br />

"la roca o la arcilla", no encuentra sino "la tierra<br />

movediza y la arena", responsabilizando de esta situaciÓn<br />

a quienes creen, erróneamente, que hay<br />

más verdad en las opiniones de varios autores que<br />

en la opinión de uno solo. Ya en las Reglas para la<br />

dtrecci6n del espíritu escribía: "Y de nada serviría<br />

contar los votos para seguir la opinión que tuviera<br />

mayor número de partidarios entre los autores: pues<br />

si se trata de una cuestión difícil, es más verosímil<br />

que su verdad haya podido ser descubierta por<br />

pocos que por muchos. Pero aun cuando todos estuviesen<br />

de acuerdo entre sí, no por eso su doctrina<br />

nos bastaría:..."l o De cara a la autoridad, Descartes<br />

caracteriza al nuevo método por su capacidad de<br />

construir por sí mismo la verdad: "...nunca llegaremos<br />

a ser filósofos, aunque hayamos leído todos<br />

los razonamientos de Platón y Aristóteles, si no<br />

podemos emitir un juicio firme sobre las cuestiones<br />

propuestas: pues de este modo parecería que hemos<br />

aprendido no ciencias, sino historias (tta entm, non<br />

sctenttas videremur didtctsse, sed htstOrtas)".ll<br />

Al narrar, en la primera parte del Discurso del<br />

método, su biografia intelectual, Descartes nos dice<br />

que para convertirse en filósofo es necesario tomar<br />

un camino metodológico radicalm~nte diferente al<br />

camino tradicional. Aunque reconozca el valor educativo<br />

de la lectura de los "libros de los antiguos",<br />

señala, de todos modos, el gran peligro que supone<br />

una "lectura demasiado atenta de ellos".12 Veamos<br />

el alcance de sus consideraciones en la perspectiva<br />

de la sexta parte del Discurso del método y, más<br />

precisamente, del pasaje en el cual el filósofo del<br />

PoItou da las razones que lo llevaron a no publicar<br />

su Tratado del mundo y que nos informa sobre el<br />

orden que siguió en su búsqueda de los "principios,<br />

o primeras causas" de su Física. Ante la posibilidad<br />

de que se alegue que la publicación de ese Tratado<br />

podría suscItar objeciones tan útiles para su autor<br />

como para sus lectores, Descartes contesta que no<br />

hay mejor censor de sus opiniones que él mismo.1 3<br />

Teniendo como telón de fondo las objeciones de los<br />

peripatéticos de la época, aprovecha la ocasión para<br />

retomar sus ataques contra la manera de razonar<br />

de los escolásticos: "Y jamás he notado tampoco -<br />

escribe- que por medio de las disputas que se practican<br />

en las escuelas se haya descubierto alguna<br />

verdad que antes se ignorara; pues mientras cada<br />

uno trata de vencer, se ejercita más en hacer valer<br />

la verosimilitud que en sopesar las razones de una<br />

y otra parte; y los que durante mucho tiempo han<br />

sido buenos abogados no por esto son después jueces<br />

mejores ".14 Por otro lado, la publicación de su<br />

Tratado del mundo no sería más útil para los demás,<br />

pues "...no se podría concebir tan bien una cosa y<br />

apropiársela cuando se la aprende de otro que cuando<br />

uno mismo la descubre." El texto que sigue inmediatamente<br />

ofrece la ventaja de presentarnos una<br />

de las pocas referencias de Descartes a la htstorta<br />

de lafllosqfía. En primer lugar, no juzga que los<br />

pensamientos de los antiguos filósofos fueran muy<br />

insensatos, "sino sólo que se los transmitió mal".15<br />

En segundo lugar, le sorprende que sus secuaces<br />

nunca los hayan superado y que "Ios más apasionados<br />

entre quienes siguen hoya Aristóteles se<br />

creerían felices si tuvieran tanto conocimiento de<br />

la naturaleza como lo tuvo él, aun cuando fuera<br />

con la condición de que nunca llegaran a tener más.<br />

Son como la hiedra que tiende a trepar más alto<br />

que los árboles que la sostienen, e incluso vuelve a<br />

menudo a descender una vez llegada ala copa;..."<br />

En otros términos, los secuaces modernos del<br />

estagirita no hacen nada más que entregarse a una<br />

exégesis la cual, por una parte, no le agrega nada a<br />

lo que Aristóteles dijo y, por otra, implica la negación<br />

de los conocimientos de la modernidad en fisica:<br />

una ceguera tal sólo puede deberse a la ausencia<br />

de un método adecuado. Los peripatéticos modernos<br />

sólo se limitan a exponer ya explicar y, además, lo<br />

hacen mal porque "no contentos con saber todo lo<br />

que está inteligiblemente explicado en su autor,<br />

quieren, además de esto, encontrar allí la solución<br />

de muchas dificultades sobre las cuales no dice<br />

nada y en las cuales nunca pensó..."16<br />

¿Habría que decir, entonces, que Descartes se<br />

cuida de emitir juicios directamente negativos sobre<br />

la illosofia de Aristóteles y que sus críticas sólo<br />

recaen sobre los filósofos de la Escuela, quienes se<br />

han vuelto simios y loros? Algunos textos parecerían<br />

orientados hacia una respuesta afirmativa, No es<br />

Descartes quien escribe respecto a los Principios de<br />

lafllosoJía que no hay allí nada nuevo: "Pero deseo<br />

también hacer constar que, aunque haya intentado<br />

dar razón de todas las cosas materiales, sin embargo<br />

no me he servido de principio alguno que no haya<br />

sido aceptado y aprobado por Aristóteles y por cuantos<br />

fIlósofos han existido; de suerte que esta fIlosofia<br />

no es una filosofia nueva, sino la más antigua y la<br />

más común (vulgaire) que cabe recordar",17 En<br />

46


ealidad, esta declaración no puede sorprendernos<br />

para nada pues se ve en ella más habilidad que<br />

verdad. ¿Es lícito escribir con Alquié que "Descartes<br />

está convencido de que sus innovaciones. en fisica,<br />

consistieron en suprimir. de la escolástica. los principios<br />

inútiles, más que en descubrir nuevos"?18<br />

No lo creemos. Poseer, hoy en día, el saber que tenía<br />

Aristóteles de la naturaleza (physts) sólo serviría.<br />

en el mejor de los casos, para exponer la fisica aristotélica<br />

y, en el peor, para exponerla<br />

en detrimento de los descubrimientos<br />

científicos de la<br />

época moderna. "Filosofar" hoy<br />

en día como Aristóteles, o como<br />

cualquier otro antiguo, sería ser<br />

de nuevo Aristóteles; pero el<br />

estado actual del saber -el de<br />

Descartes- nos lo impide. En (<br />

este sentido, el presente excluye \ ~¡;~JI<br />

el pasado. el cual ofrece. a lo<br />

sumo, un campo teórico caduco<br />

para ejercitar el espíritu. Sin embargo,<br />

I<br />

como esta manera de \<br />

, \<br />

"mosofar" es muy cómoda para<br />

quienes tienen una inteligencia ,--- "<br />

París. 1ltografia.<br />

mediocre y porque sabe que<br />

puede correr la misma suerte<br />

que Galileo, Descartes prefiere<br />

abstenerse de publicar su Tratado del mundo. Por<br />

otra parte, esta autocensura no privará a los mejores<br />

espíritus. pues a falta de haber buscado la verdad<br />

en ellos mismos, no obtendrían nada más que la<br />

"verosimilitud". y no la certeza, que es el producto<br />

de lo que cada quien examina "con orden... buscando<br />

primero cosas fáciles y pasando poco a poco<br />

por grados a otras más dificiles. ..."19 Certeza e<br />

historia. decíamos. nunca pudieron convivir en Descartes.<br />

Y, de hecho. no lo podrían hacer porque la<br />

historia pertenece al campo de lo verosímil, de lo<br />

probable. Pero. afirmar que la verdad "sólo se descubre<br />

poco a poco" también quiere decir que no es<br />

suficiente querer liberarse de la autoridad del pasado;<br />

para que la liberación sea efectiva y produzca<br />

frutos nuevos. es indispensable seguir un orden.<br />

es decir, estar en posesión de un método que, gracias<br />

a sus reglas. nos permita descubrir nosotros mismos<br />

la verdad (inventre veritatem). Romper con la<br />

tradición mostrando que no nos ayuda en nada para<br />

"...dirigir el espíritu para que emita juicios sólidos<br />

y verdaderos sobre todo lo que se le presente"2 o es<br />

una etapa necesaria en el método. Pero es una etapa<br />

negativa que solamente consiste en identificar lo<br />

que no debe ser el método. Ahora hay que substituir<br />

el/los método(s) utilizado(s) en esa época por el método<br />

cartesiano. es decir. pasar del método de expo-~<br />

\ ,;:~~"\ '¿ I\ /<br />

'{./ -v<br />

~ -'i'tI\ J.~/' - ~<<br />

sición de la Escuela, al método del "descubrimiento"<br />

de la verdad en cada uno,21 Esto es realmente lo<br />

que Descartes pretende haber hecho: "Como estoy<br />

persuadido, por mi parte, de que si me hubieran<br />

enseñado desde mi juventud todas las verdades<br />

cuyas demostraciones he buscado después y no me<br />

hubiera costado ningún trabajo aprenderlas, tal vez<br />

no sabría hoy ninguna otra y por lo menos nunca<br />

hubiera adquirido la costumbre y la facilidad, que<br />

pienso tener, para encontrar<br />

siempre nuevas, a medida que<br />

"<br />

me aplico a buscarlarlas",22<br />

Los años que siguen al<br />

encuentro con Isaac Beeckman<br />

son extremadamente ricos para<br />

el joven Descartes. Su ociosidad<br />

y su pereza, las cuales, según<br />

'),<br />

su decir, parecen ser habituales,<br />

encuentran en su amigo<br />

I una reprobación que el filósofo<br />

.I de Poitou acepta de buen grado,<br />

puesto que lo empuja a dejar<br />

las cosas a las cuales se dedica<br />

T 1 L tr El ode . icto de en ese entonces, la pintura, la<br />

ou ouse- au ec: m rnoJu .<br />

arquitectura militar y el estudio<br />

del flamenco, ya ocuparse de<br />

"temas más elevados".23 Así,<br />

desde Breda, le puede escribir a su mentor el 26 de<br />

marzo de 1619: "Regresé aquí hace seis días, y he<br />

cultivado mis musas con más cuidado que nunca.<br />

En efecto, he encontrado, en este tiempo tan corto,<br />

cuatro notables demostraciones y enteramente<br />

nuevas, gracias a mi compás".24 Helo aquí lanzado<br />

en demostraciones que, así lo espera, pondrán un<br />

punto final a todos los descubrimientos en geometría.25<br />

y el Destino, al que Descartes pedía en<br />

esta misma carta concederle "el favor de una vida<br />

libre", los azares de la guerra, o su deseo de tranquilidad,<br />

le ofrecieron en los primeros días del mes<br />

de noviembre de 1619 la ocasión de concebir en<br />

sueños, que rápidamente interpretará,26 la unidad<br />

de la ciencia y el sentimiento de su misión. El ..proyecto<br />

increíblemente ambicioso" de construir, por<br />

medio de un solo y mismo método, el edificio entero<br />

de la geometría se ve ahora superado por la posibilidad<br />

de construir todas las ciencias por medio<br />

de este mismo método geométrico. "Las ciencias están<br />

ahora enmascaradas; quitadas las máscaras<br />

aparecerían hermosísimas. Al que vea íntegramente<br />

la cadena de las ciencias no le parecerá más dificil<br />

retenerlas en su espíritu que retener la serie de los<br />

números".27 La clave del saber es el orden que constituye<br />

el corazón del método.<br />

47


Pero, antes de seguir a Descartes en su descubrimiento<br />

del orden, debemos preguntarnos en qué<br />

se diferencia la universalidad del método cartesiano<br />

del "Arte supremo" o de la "Ciencia universal" con<br />

la cual soñaba la época. Nadie dudará de que Descartes<br />

haya albergado un proyecto tal, pero es dificil<br />

creer, junto a Rodis-Lewis, que quizá no estaba totalmente<br />

convencido, como ya lo estaba Beeckman,<br />

de la jactancia de los lulistas.28 Si bien es cierto<br />

que después de su encuentro con "un hombre sabio",<br />

que se vanagloriaba de poder discutir interminablemente<br />

sobre cualquier tema gracias a las<br />

reglas del Ars brevis, Descartes le pidió a su amigo<br />

que le escribiera, en el caso de que encontrara "algo<br />

ingenioso en ese famoso arte", también es cierto<br />

que se puede leer en esa misma carta el siguiente<br />

comentario: "Pero yo le pedía -al hombre sabio con<br />

quien conversó Descartes- que me dijera, con más<br />

exactitud, si ese arte no consistía en una especie<br />

de puesta en orden de las partes de la dialéctica de<br />

las cuales se sacan los argumentos. Lo reconoció,<br />

agregando sin embargo que ni Lulio ni Agrippa había<br />

entregado en sus obras algunas claves necesarias,<br />

a su parecer, para abrir los secretos de este arte. Y,<br />

seguramente, sospecho que haya dicho eso para<br />

atraerse la admiración de un ignorante más que<br />

para expresarse con verdad (Quod Ulum certe di.xisse<br />

suspicor; ut admirationem captaret ignorantis, poüus<br />

quam ut vere loqueretur)".29 De<br />

hecho, sería sorprendente que<br />

Descartes tampoco estuviera en<br />

busca de la clave que permite<br />

" ~J?;<br />

descifrar "la escritura del \ -<br />

universo". Sin embargo, no -"---.¡=<br />

---~<br />

encuentra esta clave en la gene- --.,, -,."':!; ---<br />

ralidad de la lógica, en "una ~ /<br />

especie de puesta en orden de --,<br />

la dialéctica", ni siquiera en la ~~<br />

fisica de Galileo o de Beeckman,<br />

pues le reprocha al primero lo ,- =:;-<br />

,..-,<br />

-,<br />

~~,<br />

'~,<br />

cantidad, tanto continua como discontinua. pero<br />

cada una según su naturaleza".31<br />

NOTAS<br />

I H. Bergson. "Laphtlosophie", enLasciencefrant;atse, París.<br />

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2 Discurso del método, 111, A. T. VI, 22-23. Todas las citas de<br />

Descartes se refieren a la edición: (Euvres de Descartes publicadas<br />

por Charles Adam & Paul Tannery ( 12 volúmenes. París,<br />

1897-1909). nueva edición. 13 volúmenes. París, Vrin. 1974-<br />

1983. Usamos las iniciales A.T. y señalamos el número del volumen<br />

(en caracteres romanos), seguido del número de la página<br />

y del número de la primera y la última línea (en caracteres<br />

arábigos). Utilizamos, a veces, la edición de Ferdinand Alquié.<br />

Descartes. (Euvres phtlosophiques. París. Garnier Freres, 1963-<br />

1973. 3 volúmenes. Usamos las iniciales F.A, y señalamos el<br />

número del volumen (en caracteres romanos), seguido del nÚmero<br />

de la página (en caracteres arábigos).<br />

3 Ibtd.. VI, A.T. VI. 61. 10-16: "Porque. en lo que atañe a las<br />

costumbres. cada cual está tan seguro en su modo de pensar<br />

que podrían encontrarse tantos reformadores como cabezas. si<br />

se les permitiera intentar cambiar algo en ellas a otros que aquellos<br />

a quienes Dios estableció como soberanos en sus pueblos, o<br />

bien aquellos a quienes les ha otorgado gracia y celo para ser<br />

profetas;..." Con respecto a las costumbres en política. véase la<br />

Carta a Elizabeth de septiembre de 1646: "Pero. sobre todo, (el<br />

príncipe) debe evitar el odio y el desprecio de sus otros súbditos;<br />

creo que puede conseguirlo siempre con tal de que haga exactamente<br />

justicia al modo de ellos (es decir. conforme a las leyes a<br />

las que están acostumbrados)...". A.T, IV, 489. 18-22. y la Carta<br />

a Elizabeth de noviembre de 1646, A. T, IV. 528-532. Este conformismo<br />

práctico no compromete<br />

para nada la adhesión del pensamiento<br />

a las costumbres recibidas y<br />

deja intacto el problema teórico de<br />

la verdad que le corresponde. Véase<br />

también Charron, De la sagesse.<br />

1601-1604, París, LibrairieArtheme<br />

,c'"j<br />

-' r' '"' .I phtlosophie Fayard. 1986. en ColpUS languefranfatse. des reuvres Li- de<br />

¡ " : f{-<br />

O'-.." ~' ., ' \ l<br />

~, c'<br />

,~-\ "',,'-"-, ,. ~<br />

""<br />

:::-:0-.<br />

~<br />

que podría reprocharle al.¡<br />

r;¡¡¡<br />

;;,;.~,<br />

segundo, a saber, haber )<br />

"construido sin fundamento",3o<br />

es decir, sin orden. La clave del ,- ~~ .-"<br />

universo es la noci6n de orden,<br />

., Toulouse-Lautrec: La borracha.<br />

la espma dorsal del metodo, y tinta. pluma. pincel y pastel.<br />

Descartes la busca en las<br />

matemáticas. En el entusiasmo<br />

de sus primeros descubrimientos matemáticos le<br />

escribía a Beeckman: "Y ciertamente, para revelarle<br />

simplemente el objeto de mi empresa, deseo darle<br />

al público no un Ars brevis de Lulio, sino una ciencia<br />

con fundamentos nuevos (scientiam penitus novam),<br />

que permita resolver en general todas las cuestiones<br />

que uno puede proponer en cualquier género de<br />

48<br />

) bro segundo, cap. 8, p. 496-501.<br />

1 Contrariamente a lo que afirma E.<br />

GUson, la religión -"...conservando<br />

constantemente la religión en la que<br />

Dios me concedió la gracia de ser ins-<br />

-.-c ~ truido desde mi infancia,...", A.T, VI,<br />

:.. --~<br />

23, 1-3- no es un caso particular del<br />

conformismo. ya que Descartes considera<br />

su religión como verdadera in-<br />

I ~<br />

f, .dependientemente<br />

de cualquier mo-<br />

tivación geográfica; el texto latino del<br />

Discurso del método añade: "quam<br />

optii1amjudicabam...". A.T, VI, 552.<br />

A los señores decano y doctores<br />

de la sagradafacultad de teolo-<br />

gía de París, A.T, IX-I, 6.<br />

5 DIscurso del método, 111, A.T, VI, 24, 18-22. Ver también<br />

lb Id., IV, A.T, VI, 31, 20-30: "Desde mucho antes había advertido<br />

que, en cuanto a las costumbres, era necesario seguir a veces<br />

opiniones que sabemos son muy inciertas, como si fueran<br />

indudables, tal como se dijo anteriormente -véase la segunda<br />

máXima de la moral de provisión-; pero como en aquel momento<br />

deseaba dedicarme solamente a la investigación de la verdad,<br />

pensaba que debía hacer todo lo contrario y rechazar como ab-


solutamente falso todo aquello en lo cu"aI pudiera imaginar la<br />

menor duda, con el propósito de ver si después de ello no quedaba<br />

algo en mi creencia que fuese enteramente indudable."<br />

6Medttaclónprlmera, A.T, IX-I, 17.<br />

7 Según Aristóteles la ffiosofia es una obra del tiempo y<br />

toda introducción a ella es inseparable de su historia. Arte de<br />

dialogar, es decir. arte del preguntar y del contestar. la dialéctica<br />

es el camino obligado para descubrir la verdad. Su empleo<br />

sistemático por parte del Estag1rita es una prueba<br />

suficiente de la Importancia que le atribuye:<br />

véanse, por ejemplo, Ffstca, I; Metaftstca, I, VII;<br />

Acerca de la generación y la corrupcIón. I, I y 2;<br />

Acerca del alma, I. 2-4; La política. II y Ética<br />

Nlcomaquea. VII. 1. 1145b2 y ss. Esta última<br />

obra muestra claramente el alcance de la dialéctica;<br />

ahí se lee. en efecto: "Pues decimos que<br />

una cosa es lo que le parece a todo el mundo...",<br />

x. 2, 1173al (trad. R.A. Gauthter y J.Y.<br />

Jolyf). Lo que a todos les parece es entonces la<br />

medida del Ser. No creemos que se pueda afIrmar<br />

con E. Gilson -quien remite explícltamente<br />

a la aproximación aristotélica de la verdad<br />

por medio de la historia en el libro A de la Meta]ísica-<br />

que "The historical approach to<br />

philosophy uses the history o] philosophy as a<br />

handmaid to philosophy", God andphilosophy,<br />

Yale University Press. 1979, p. X. Suscribimos<br />

más bien a lo que escribe P. Ricreur: "El mismo<br />

plan de Aristóteles en el libro A (de la Metqfisical<br />

es signtflcativo. Aristóteles no se dedica a la<br />

historia de la ffiosofia sin antes haber justIfIcado<br />

su destino. Su historia de la filosofia no es<br />

la de un puro historiador: la historia de la ffiosofia<br />

es inseparable de su proyecto mismo. Es un problema que<br />

se plantea primero en su madurez y recupera luego su propia<br />

Infancia. (Esto plantea. notémoslo de paso. todo el sentido de la<br />

historia de la ffiosofia que sólo puede ser una obra de ffiosofial".<br />

P;tre, essence et substance chez Platon et Aristote, París, Centre<br />

de documentation universltalre. pollcopiado de un curso dado<br />

en Strasbourg en 1953-1954. p. 91. En cuanto a la apreciación<br />

del valor de las opiniones en el campo de la verdad especulativa,<br />

Aristóteles y Descartes están muy alejados el uno del otro. No<br />

obstante, no hay que creer que el primero hace un buen uso y el<br />

segundo un mal uso de las opiniones. Explícita en Aristóteles,<br />

Implícita en Descartes, la historia de la ffiosofia no está por eso<br />

menos presente allí. Véase, Jean-Paul Margot, "Dialéctica<br />

aristotéllca e historia de la filosofia" en, Estudios de historia de<br />

laftlosofta, Cali. Ediciones de la Fundación para la promoción<br />

de la ffiosofia en Colombia. 1982, pp. 33-49.<br />

8 Discurso del método, II. A. T. VI. 11, 14-17. Notemos cómo<br />

la continuación de este texto insiste en las obras humanas que<br />

competen más directamente a la inserción social del hombre:<br />

arquitectura, urbanismo, legtslaclón, etc.<br />

9 Ibid., A.T. VI. 12, 25-13. 1. Muy temprano Descartes escribía:<br />

"Cuando era joven y ante descubrimientos ingeniosos<br />

me preguntaba si no podía descubrirlos por mí mismo, Incluso<br />

sin haberlos leído en un autor (quaerebam tpse per mi possemne<br />

lnvenlre. etlam non lecto auctore). A partir de aquí me dl cuenta<br />

poco a poco de que yo me servía de reglas determinadas (me<br />

certls regulis utl)... Cuando se han leído algunas líneas y mirado<br />

algunas figuras de la mayoría de los libros. se los conoce por<br />

completo; el resto sólo está allí para llenar el papel". Cogttattones<br />

prlvatre, A.T. 214. 1-3 y 6-8; véase también InvestigacIón de la<br />

verdad por la luz natural, A. T. X. 497, 22-498. 5. Con réspecto<br />

al "me certls regulis uti" notemos que a medida que Descartes<br />

va "descubriendo" por sí mismo. se da cuenta de que ciertas<br />

reglas rigen su espíritu (Úlgenluml o pensamiento y que. por lo<br />

tanto, el método cartesiano tiene una historia. a la que remite el<br />

principio de la Regla X de las Reglas para la dtrecci6n del espírttu.<br />

G. Rodis-LeWis observa. sIn embargo. que "Si leía poco después.<br />

reconoce en las Regulre. que cuando comenzaba a dedicarse<br />

al estudio de las matemáticas. primero leyó a casi todos<br />

los autores tradicionales en la materia". L 'reuvre de Descartes.<br />

París, Vrin, 1971. vol. I. p. 22.<br />

lO Regla III. A.T, X. 367, 10-16.<br />

11 Ibid., 16-23. Menos de un siglo después. N. Malebranche<br />

no dIrá otra cosa cuando Incluye a Descartes<br />

en las "Wstorlas". Criticando a quienes<br />

envejecen con los libros de Platón y<br />

Artstóteles. y no hacen mucho uso de su espírItu,<br />

escribe: "Así la ciencia y la ffiosofia<br />

que aprenden es propiamente una ciencia<br />

de espíritu (une sctence d'esprtt). No saben<br />

más que historias y hechos (des hlstoires et<br />

desJaits), y no verdades evidentes; y son más<br />

bien historiadores que verdaderos ffiósofos,<br />

hombres que no piensan. pero que pueden<br />

contar (raconter) los pensamientos de los demás".<br />

De la recherche de la vértté. París.<br />

Gallimard-La pléiade, 1979, Libro II, Ila parte,<br />

cap. IV, p. 215. Véase también el Libro<br />

VI. la parte. cap. I, p. <strong>59</strong>0: "...no basta para<br />

ser sabio filósofo haber leído a Platón,<br />

Artstóteles. Descartes. y saber de memoria<br />

todos sus sentimientos acerca de las cuestIones<br />

de ffiosofia. El conoc1miento de todas<br />

las opIniones y de todos los juicios de los<br />

demás hombres. filósofos o geómetras, no es<br />

tanto una ciencia como una historia:..."<br />

12 Regla III, A.T, X, 366, 21. Véase también<br />

Discurso del método, I, A.T, VI. 6, 17-<br />

19: "Pero creía haber dedicado ya suficiente tiempo a las lenguas<br />

e Incluso también a la lectura de los libros antiguos. ya<br />

sus historias, ya sus fábulas." "Que no se busque demasiado la<br />

palabra "historia" en Descartes donde guarda sobre todo, dice<br />

Y. Belaval, el sentido baconiano: descripción, colección de hechos<br />

pasados, presentes. o Incluso atemporales...", Leibntz crtttque<br />

de Descartes. París. Gallimard- Tel, 1978, p. 88. En la Carta<br />

a Beeckman del 17 de noviembre de 1630. Descartes se defiende<br />

de un Beeckman quien lo acusa de haber aprendido por medio<br />

de la enseñ.anza -por medio de otros, y concretamente por la<br />

lectura de sus propios trabajos-lo que sabe. Hay aquí una oposición<br />

muy marcada entre "la autoridad" y las "razones" personales<br />

de saber. las cuales son el producto del trabajo de un<br />

hombre solo. Respecto a ese problema. véase M. Gueroult,<br />

Hlstotre de l'hlstotre de la phUosophte. "L. excomunicatlon<br />

majeure: Descartes et le cartésianisme", París, Aubier. 1984.,<br />

pp.171-193.<br />

13 A. T. VI, 68-69. Es Interesante observar aquí que Descartes<br />

pretende "no esperar ningún beneficio" de las objeciones<br />

que se le puedan hacer. Será muy diferente en el "Prefacio al<br />

lector" (en latín) de las Meditaciones metqfistcas. A.T, VII. 10,<br />

14-23' donde ruega "encarecidamente a los lectores que no se<br />

formen ningún juicio de estas meditaciones. hasta no haber<br />

leído con atención todas esas objeciones y las correspondientes<br />

respuestas."<br />

14 En las Respuestas a las segundas objeciones, A.T, IX-I.<br />

123, escribe: "Pues, por el solo hecho de que alguien se prepare<br />

para impugnar la verdad, se vuelve menos apto para comprenderla.<br />

tanto más cuanto que aparta su espíritu de la consideraci6n<br />

de las razones que la persuaden, para aplicarlo a la búsqueda<br />

de aquéllas que la destruyen."<br />

15 "...pues no creo que lo que se nos refiere de ese anciano<br />

(Dem6crlto), quien probablemente fue un hombre de muy buen<br />

espíritu. sea verdadero, ni que haya tenido opiniones tan poco<br />

razonables como las que se le atribuyen;...". Carta de marzo de<br />

49


1638 a Huygens, A.T, II, 51, 18-22. .<br />

16 "Por tanto no conviene -escribe Alqu1é- buscar en<br />

Arlstóteles la soluc1ón de los problemas planteados por la c1enc1a<br />

moderna. Descartes quIzá rec1b1ó esa idea de algunos de<br />

sus maestros jesu1tas", F.A, I, 642, nota 1.<br />

17 PrtncipiosdelajUosojía, IV, art. 200,A.T,IX-2, 318: "Este<br />

tratado sólo contiene prlnc1p1os que, desde s1empre, han sido<br />

asumidos por todos; así pues, ésta no es una filosofia nueva,<br />

sino la más antigua y la más común". En el texto latino "hancque<br />

Philosophiam non esse novam. sed maxime antiquam et<br />

vulgarem", A.T, VI 11-1. 323.<br />

18 F.A, 111, 515, nota 1. En contra de la interpretac1ón de<br />

Alqu1é, quien parece decir que la fis1ca de Descartes sólo ha<br />

s1do, en lo que concierne a la escogenc1a de los prlnc1p1os, ante<br />

todo, una obra de "s1mpllficac1ón", conviene recordar que los<br />

prlnc1p1os de la metafis1ca son también los prlncip1os de la fisica.<br />

Es así como la distinción -metafis1ca- real del alma y del<br />

cuerpo tiene por efecto liberar la fisica de las iluSiones que la<br />

estorbaban (en cuanto a la acción recíproca de la metafisica y<br />

de la fisica, véase E. Gilson, Etudes sur le róle de la pensée<br />

médlévale dans laformation du systeme cartésten, París, Vrln,<br />

1975. pp. 143-168). Pero, dejémosle lapalabra a Descartes: "...y<br />

les diré, entre nosotros, que estas seis Meditaciones contienen<br />

todo el fundamento de mi fis1ca. Pero les ruego no menc1onarlo,<br />

pues quienes favorecen a Arlstóteles pondrían tal vez más dificultades<br />

en aprobarlas; y espero que quienes las lean, se acostumbren<br />

paulatinamente a mis prlnc1p1os y reconozcan su verdad<br />

antes de darse cuenta de que destruyen los de Arlstóteles",<br />

Carta a Mersenne del 28 de enero de 1641, A.T, 111, 297, 31-<br />

298,7.<br />

19 Discurso del método, VI, A. T, VI, 71, 30- 72, 6. Descartes<br />

piensa aquí en el tercer precepto tal como es enunciado en la<br />

se~nda parte del Discurso del método.<br />

20 Regla I. A.T, X, 3<strong>59</strong>, 5-7.<br />

21 La historla expone lo que ha sido encontrado; la ciencia<br />

busca encontrar: "Per Hlstoriam inteUtgo aLud omne quodjam<br />

inventum est, atque in Ubrls continetul: Per SciEntiam vero, perttiam<br />

qurestiones omnes resolvendt, atque adeo inveniEndi propria industria<br />

aLud omne quod ab humano ingenio in ea sciEntia potest<br />

inveniri; quam qui habet, non sane multum altena desiderat, atque<br />

vaide proprie autarches appeUatur", Carta a Hogelande del 8 de<br />

febrero de 1640, A.T, III. Supplément, 1-4, 722-723: véase la<br />

traducción en el epígrafe de este estudio. El uso constante del<br />

verbo "invenire", que traducimos por "descubrir" caracteriza al<br />

nuevo método por la capacidad que tiene el espíritu de construir<br />

o producir por sí mismo la verdad.<br />

22 DIscurso del método, VI. A.T, VI, 72, 8-15.<br />

23 Ver la Carta a Beeckmandel 24 de enero de 1619, A.T, X,<br />

151, 13-152, 1; también la del 23 de abril de 1619: "Pues usted<br />

es el único verdaderamente en haber sacudido m1tndolenc1a; ...<br />

81 entonces, por azar, sale de mí algo que no sea de despreciar<br />

podrá con todo derecho reclamarlo enteramente para usted",<br />

A.T, X, 162, 18-163, 5. Desde 1629, Descartes va a malquistarse<br />

con Beeckman; este último será entonces uno de aquellos<br />

que "tratan de adqu1r1r alguna reputac1ón con falsa stncerldad",<br />

Carta a Mersenne del 25 de mayo de 1637, A.T, I, 375, 21-22.<br />

24 Carta a Beeckmandel26 de marzo de 1619, A.T, x. 154,<br />

4-6.<br />

25 Ibid.. 157.<br />

26 Mucha tinta ha corrido con el fin de explicar los diversos<br />

textos de 1619 y 1620 que se refieren a "la ciencia admirable":<br />

uno en margen de los Olymplca (A.T. K. Inventatre. 7: "XI<br />

Novemblis crept tnteUtgere jimdamentum tnventt mtrabUts " el cual.<br />

según Baillet (A. T. K. 179). es "de la misma mano del autor"), el<br />

otro. en el margen del texto: "En el año de 1620 comencé a<br />

entender el fundamento de la invención admirable" de los Experimenta<br />

(A.T, K, Cogttationes prtvatre, 216: "Olymptca, X Nov.<br />

crept tntelllgere.fundamentum inventt mtrabilts") con una referencia<br />

al sueño de noviembre de 1619. Siguiendo en esto a A.T.<br />

K. 175. nos mantendremos en la primera fecha que aparece al<br />

comienzo de los Olymptca: "x. Novembrts 1619. cumplenusforem<br />

Enthoustasmo, et mirabilts sctenttrefUl1damentum repertrem etc. ",<br />

y haremos nuestra la interpretación de Gilson. Descartes.<br />

Dtscours de la méthode. Texte et commentatre, París, Vrin. 1976.<br />

p. 1<strong>58</strong> del texto paralelo del Discurso, II. ab initio: "Durante la<br />

noche del lO al II de noviembre, Descartes. quien se sentía<br />

lleno de entusiasmo porque estaba descubriendo (cum repertrem)<br />

los fundamentos de una ciencia admirable..." Parece, en efecto,<br />

que el texto de base señala inicialmente la fecha del 10 de noviembre<br />

de 1619 y que los demás textos son añadidos posteriores<br />

(respecto a la invención de 1620. véase. por ejemplo, Alquié,<br />

F.A, I, 49. nota 3). De hecho. las diferentes cartas a Beeckman<br />

de 1619 y el clima intelectual que denotan, nos inclinan a pensar<br />

que el entusiasmo de esa noche excepcional debe estar relacionado<br />

con el "proyecto increíblemente ambicioso" del cual informaba<br />

a su amigo el 26 de marzo de 1619. Los sueños de<br />

Descartes expresarían entonces la esperanza de ver todas las<br />

cosas entrelazarse al modo matemático: " Así, como lo escribe G .<br />

Rodis-Lewis, la clave del saber es el orden, el cual constituye el<br />

corazón del método: unidad de la ciencia, método. matemática<br />

universal. no son aquí invenciones particulares entre las cuales<br />

habría que escoger. Es la percepción de su correlación lo que es<br />

verdaderamente fundamental: ante 'el fundamento de la ciencia..<br />

Descartes se maravilla". op. ctt., vol. I. p. 47. Notemos, fInalmente,<br />

sin querer de ningún modo minimizar la importancia<br />

de los tres sueños, que estos fueron, según el relato de Baillet,<br />

posteriores al descubrimiento de la "ciencia admirable". Lo que<br />

importa es entonces la interpretación que hizo Descartes de sus<br />

sueños. Ahora bien, el descubrimiento de "la admirable ciencia"<br />

ciertamente no es el producto de la jornada de trabajo del 10 de<br />

noviembre de 1619, por intensa que hubiera sido, sino el resultado,<br />

todavía provisional, del camino seguido por Descartes y<br />

cuyos pasos están claramente enunciados en la correspondencia<br />

de 1619 con Beeckman.<br />

27"Lavartre nunc sctenttre sunt: qure, larvts sublatts,<br />

pulcherrimre apparerent. Catenam sctenttarum pervidentt. non<br />

d!fficiltus videbttur; eas animo rettnere, quam sertem numerorum "<br />

A. T, K, 215.1-4. Cogttationes prtvatre .Como bien lo señala Alquié,<br />

F.A, I, 46, nota 6. tenemos ahí la primera alusión al tema de la<br />

unidad de la ciencia.<br />

28 G. Rodis-Lewis. op. ctt., pp. 48-49.<br />

29 Carta a Beeckman del 29 de abril de 1619, A.T. K. 165,<br />

7-14. Sobre la respuesta de éste del 6 de mayo de 1619, véase<br />

A.T, K. 167-169. No se sabe si esta carta llegó a su destinatario.<br />

La interpretación de Rodis-Lewis es poco probable; Descartes,<br />

quien no tiene entre las manos el Ars brevts. simplemente le<br />

pide a Beeckman ir a "examinar ese punto". No obstante, y sin<br />

haberlo leído, el comentario que le hace a su amigo en la Carta<br />

del 26 de marzo de 1619 muestra que ya se ha formado de él<br />

una idea definitiva y negativa.<br />

30 Carta a Mersenne del11 de octubre de 1638. A. T. II. 380.<br />

16. Véase también E. Gilson, "Etudes", op. ctt.. pp. 176-177.<br />

31 Carta a Beeckmandel 26 de marzo de 1619, A.T. K, 156.<br />

7-157. 4. La traducción puede ser "una ciencia enteramente<br />

nueva". Pero creemos que se debe conservar aquí al adverbio<br />

penttus su sentido de "profundamente, hasta el fondo", es decir,<br />

hasta los fundamentos.<br />

50


FREUD<br />

Sueños, violencia y educación<br />

Carmen Elisa Escobar María*<br />

Cien años de La interpretación de los sueños:<br />

EL SUEÑO FLORECIENTE <strong>DE</strong> FREUD:<br />

UN RATÓN <strong>DE</strong> BIBLIOTECA<br />

Freud tuvo una suerte de arrepentimiento de haber<br />

tomado material sobre sí mismo para explicar,<br />

divulgar y transmitir sus descubrimientos<br />

sobre el inconsciente. En el<br />

período de máxima creación "leía" sue- /<br />

ños, lapsus, olvidos, chistes, síntomas,<br />

todo lo que se evidenciaba como tropiezo,<br />

y no sólo de sus pacientes, sino<br />

de familiares, amigos, textos literarios<br />

y por supuesto de sí mismo. Lo guiaba<br />

la búsqueda de un sentido para estas<br />

formaciones humanas tan insensatas<br />

y necias a los ojos de otros. A partir de<br />

1895, el sueño en general y sus sueños<br />

en particular, ocuparon un lugar<br />

central como vía regia de acceso al inconsciente.<br />

Uno de los pocos consejos que<br />

formuló dice no recomendarle a nadie poner a cielo<br />

abierto algo del terreno de su intimidad, porque de<br />

eso no se sale indemne, como efectivamente ocurrió.<br />

A partir de sus ejemplos personales en La intelpre-<br />

.Psicóloga clínica. Psicoanalista. Miembro fundador del Círculo<br />

de Estudios Pslcoanalítlcos del Litoral Caribe (1991), cuya<br />

presidencia ocupó en 1997-1999. Docente de Psicoanálisis de<br />

la Universidad Metropolitana (Barranqullla) desde 1986, y de la<br />

Fundación Psyché de Cartagena de Indias. Directora del Departamento<br />

de Psicoanálisis de la Universidad Metropolitana.<br />

tación de los sueños y en Psicopatología<br />

cotidiana. se ha dicho cualquier cosa.<br />

de la vida<br />

La interpretación de los sueños<br />

(terminada en 1899 y al parecer<br />

publicada en noviembre de ese año,<br />

pero con el deseo de "que pareciese del<br />

nuevo siglo ") tenía para Freud una<br />

significación especial: "Es que para mí<br />

elltbro posee otro stgn.iflcado, subjetivo,<br />

que sólo después de terminarlo pude<br />

comprender: Advertí que era parte de<br />

mi autoanáltsts, que era la reacción<br />

frente a la muerte de mi padre, vale<br />

decir; frente al acontecimiento más<br />

De Javier Covo Torres: sign.iftcativo y la pérdida más terrt<br />

Freud para inconscientes, ble en la vida de un hombre. Después<br />

1987. que lo hube reconocido, me sentf<br />

incapaz de borrar las buellas de esa<br />

1ntIuencla. "1 ( 1908) .<br />

Allí. en ese "ser incapaz de borrar las huellas de<br />

esa influencia" se amarra la estructura subjetiva<br />

de la formación de un analista: No borrar las huellas<br />

del sujeto. de su deseo. de sus impasses. de su verdad.<br />

El valor de Freud. nos permitió recibir una<br />

herencia incalculable. No sólo porque es a partir de<br />

esa valentía que se hizo posible el psicoanálisis. y<br />

la formación de los analistas. que cumplen una función<br />

importante en el mundo de hoy. sino que en<br />

Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Uninorte. Barranquilla<br />

pp. 51-63. 04-08/MM. ISSN 0120-253i<br />

51


general quien no se atreve ante sí ya pesar de sí. a<br />

hacerle frente y admitir lo enigmático. lo aparentemente<br />

absurdo. lo desagradable. lo doloroso. en últlmas<br />

algo de la verdad. pierde una oportunidad de<br />

poder hacer algo con eso. en vez de simplemente<br />

padecerlo.<br />

Pero también hay que escuchar el consejo, de la<br />

poca ganancia, de "tomarse uno mismo" como objeto<br />

y sujeto de investigación. Freud tuvo como interlocutor<br />

(con funciones de analista) a Wilhem Fliess,<br />

lo que lo libró, en parte, de callejones sin salida.<br />

Pero su imperiosa necesidad de dar a conocer sus<br />

descubrimientos hicieron que desestimara medidas<br />

de protección para su prestigio, y tomara la decisión<br />

de dar a la luz, además de los de sus pacientes,<br />

familiares, amigos, sus propios sueños. De nuestra<br />

parte le agradecemos este acto enormemente, y<br />

como muestra de ello recordamos uno de sus sueños<br />

al que llamó: "el sueño de la monografía botánica.<br />

"<br />

A<strong>LA</strong><br />

MANERA<br />

<strong>DE</strong> UN <strong>DE</strong>SCIFRAMIENTO FREUDIANO<br />

Fue soñado por Freud entre el 8 y 9 de marzo de<br />

1898; nos permitirá aproximarnos a su labor de<br />

interpretación, de desciframiento, o. si preferimos,<br />

de "lectura" y pescar algo del sujeto Freud implicado<br />

en el sueño:<br />

Tengo escrita una monografla sobre una cierta<br />

planta. El libro yace frente a mí. y estoy hojean -<br />

do una lámina en colores doblada. Acompaña a<br />

cada ejemplar un espécimen desecado<br />

de la planta. a la manera<br />

de un herbario.<br />

Ante este sueño Freud procede<br />

como con tantos otros: ¿Por qué "soñar"<br />

este sueño? y allí comienzan las<br />

asociaciones:<br />

Ese mismo día había visto en la<br />

mañana, en una librería, una monografia<br />

sobre el género ciclamen. Las<br />

ideas que afluyen lo llevan a relacionar<br />

que ciclamen es la "flor preferida"<br />

de su mujer, y se reprocha no<br />

llevarle flores con la frecuencia que<br />

ella desearía. Recuerda una pareja<br />

conocida en la que el marido olvida<br />

llevarle "un ramo de flores" a su mujer<br />

en el cumpleaños. Ella llora y no<br />

se deja consolar porque sabe que hay<br />

Mandragorajemina<br />

una intención secreta en el olvidadizo.<br />

Por otro lado. Freud relaciona "monografia" con<br />

la monografia que alguna vez hizo de la planta de<br />

la coca ( 1884 ). El conocido suceso de la cocaína. en<br />

el que faltó un "pelo" (el pelo lo puso Marta, novia<br />

de Freud, que lo requirió por esa fecha) para que<br />

fuese considerado el descubridor de los poderes<br />

anestésicos de la cocaína. En los días previos al<br />

sueño había tenido contacto con un libro conmemorativo<br />

en donde se mencionaba a Koller como<br />

quien había descubierto esta propiedad anestésica.<br />

Freud no se repuso fácilmente de la pérdida de este<br />

reconocimiento.<br />

Pero llega a esta asociación de su rivalidad enardecida.<br />

a partir del recuerdo de una conversación<br />

del día anterior con un amigo médico. en donde<br />

aparece el nombre de una paciente llamada Flora.<br />

Durante la conversación el profesor Gdrtner (jardinero.<br />

en alemán) llega con su joven mujer y Freud<br />

los encuentrajlorecientes. Es decir. seguimos en el<br />

terreno de metáforas botánicas (disciplina que nunca<br />

interesó especialmente a Freud. aunque una de<br />

sus aficiones favoritas eran las caminatas para recoger<br />

florecillas alpinas).<br />

El hecho de que apareciera en el sueño un espécimen<br />

desecado de la planta lo reconducirá a un<br />

herbario. Un recuerdo adolescente surge: revisión<br />

y limpieza del herbario del colegio, pues se habían<br />

descubierto polUlas (en alemán, «Wurm», «gusano»,<br />

y «Bücherwum», «polilla», pero también «gusano de<br />

biblioteca» ).2 La expresión equivalente para nosotros<br />

sería "ratón de biblioteca". Recuerda<br />

entonces suflor preJertda: "la<br />

\c;'<br />

alcachofa", con lo que se bromeaba<br />

) en familia.<br />

También en la cadena de pensamientos<br />

surge el deseo de ver terminada<br />

ante sí La interpretact6n de los<br />

sueños. y las láminas en colores. plegadas.<br />

lo retrotraen a ciertas burlas<br />

de compañeros del colegio por sus dibujos<br />

y una experiencia bellísima, vivida<br />

con relación a su padre, que<br />

marcará una de sus más profundas<br />

pasiones:<br />

Mi padre se divirtió cierta vez. dejándonos<br />

a mí ya la mayor de mis<br />

hermanas un libro con láminas en<br />

colores (descripción de un viaje a<br />

Persia) para que lo destrozáramos.


Pedagógicamentefue algo apenasjUStiflCable. Yo tenía<br />

entonces cinco años, y mi hermana. menos de<br />

tres; y la imagen que tengo de nosotros, niños, deshojando<br />

dichosos ese libro (hoja por hoja, como un<br />

alcaucil [alcachofa]. no puedo menos que decir) es<br />

casi la única que me ha quedado como recuerdo plástico<br />

de esa época de mi vida. Después, siendo estudiante.<br />

se desarrolló en mí una predilección franca<br />

por coleccionar y poseer libros (que. análogamente<br />

la tendencia a estudiar<br />

en monografías.<br />

era una cifición. como<br />

ocurre en los pensamientos<br />

del sueño<br />

con respecto al I.<br />

ciclamen y al alcaucil).<br />

Me convertí en un<br />

Desde<br />

gusano<br />

que<br />

de biblioteca.<br />

comencé a "--.<br />

¡ ~~-<br />

reflexionar sobre mí<br />

mismo. he reconducido<br />

siempre esa pri- 6<br />

--<br />

mera pasión de mi<br />

r~~<br />

vida a aquella impresión<br />

infantil; mejor<br />

dicho: he reconocido que esa escena infantil es un<br />

«recuerdo encubridor» de mi posterior bibliofilia.<br />

Esta pasión en la juventud lo lleva a contraer<br />

una deuda considerable a la que su padre responde<br />

sin grandes enojos. por tratarse precisamente<br />

de libros. que sabe ocupan para su hijo un lugar<br />

especial en su ambición de saber.<br />

Desecado lo invita a hacer la analogía con un<br />

campo de lucha, en donde yacen los cadáveres pero<br />

ya no hay el fragor de la batalla. Es decir, lo opuesto<br />

a los deseos que hierven tras este sueño.<br />

«Botánica», «monografía», «láminas de colores»,<br />

son para Freud puntos nodales en donde convergen<br />

numerosas ilaciones, que ilustran uno de los<br />

mecanismos básicos de la formación del sueño y el<br />

síntoma: la condensación:<br />

Nos encontramos aquí en medio de una Jáblica<br />

de pensamientos en la cual, como en la obra maestra<br />

del tejedor;<br />

« ...un golpe del pie mil hilos mueve,<br />

mientras vienen y van las lanzaderas<br />

y mil hilos discurren invisibles<br />

ya un solo golpe se entrelazan mUes.»3<br />

Todas estas ilaciones de pensamiento se producen<br />

a partir de la experiencia diurna de la librería y<br />

,<br />

,<br />

)<br />

---~~/I<br />

(<br />

de la charla con el Dr. Konigstein. oftalmólogo.<br />

amigo de Freud, quien operó a su padre. Pero a su<br />

comprensión sólo pudo acceder cuando hubo recorrido<br />

la madeja de hilos: la "flor" favorita de su<br />

mujer, que él no le da (¿un posible desamor? , ¿por<br />

culparla del descuido que le impidió ser reconocido<br />

con anticipación?); el señor Gartner Uardinero). su<br />

mujer "floreciente", la rivalidad entre colegas, su<br />

a pasión por los libros (gusano de biblioteca). Todos<br />

'c<br />

~"C,"c¿<br />

le muestran que este<br />

- ti 1<br />

sueno ene e caracter<br />

,<br />

~<br />

de una justifica-<br />

~ .~A~<strong>LA</strong> re<br />

ción, "de un alegato<br />

UNA vf..1. !<br />

hecho en mi dejensa<br />

"4 ". ..Hasta lajorma<br />

de expresión del<br />

~<br />

" "<br />

sueño.<br />

apariencia.<br />

indiferente<br />

cobra<br />

en<br />

cierto acento. Ahora<br />

.., :: I' J quiero declT ...«Soy el<br />

/; ./ hombre que tiene es-<br />

~ -~ -crito el valioso y exitoso<br />

tratado (sobre la<br />

cocaína»>. así como<br />

De Javier Covo TolTes: Freud para inconscIentes. 1987. entonces aduje para<br />

justificarme: «Soy un universitario capaz y apltcado»;<br />

en ambos casos. por tanto: «Tengo derecho a<br />

permitirme eso.»"5<br />

Freud no avanza en el trasfondo. Sin embargo<br />

da más puntadas en otro texto (Los recuerdos encubridores),<br />

en el que revela un recuerdo anterior, parapetado.<br />

tras estos otros. ajlora: Pauline. niña a la<br />

que Freud y otro niño le arrebatan un ramo de flores<br />

amarillas. Gisella Fluss. vestida de amarillo.<br />

amor de adolescencia. A Freud no se le escapa que<br />

arrebatar flores. es "desflorar". y sabemos lo que<br />

quiere decir desflorar a una mujer. Pauline y Gisella<br />

representan el deseo de desflorar. A Marta, su mujer,<br />

la deja sin las flores que tanto le gustan.<br />

Nos encontramos con dos enigmas freudianos,<br />

que en su magnífica obra, a pesar de dejar marcado<br />

el camino, quedaron rezagados por otras preguntas<br />

suyas. Podríamos decir, dos enigmas para<br />

descifrar: ¿Qué quiere una mujer? y ¿qué es un<br />

padre? Preguntas que, entre otras, han sido el motor<br />

del psicoanálisis después de Freud.<br />

Es una muestra del inconsciente freudiano. uNo<br />

es en absoluto el inconsciente romántico de la crea -<br />

ci6n imaginativa. No es el lugar de las divinidades<br />

de la noche"6 Esto nos indica que cierto deseo fue<br />

suspendido durante ese día (el del sueño), y cierta<br />

palabra no fue pronunciada, no podía ser pronun-<br />

53


ciada, palabra que llegaba al fondo de la confesión<br />

al fondo del ser, un ser que espera revelarse.7<br />

Podemos considerar este sueño como un testimonio<br />

de la ambición de Freud en el origen, una<br />

lucha por el reconocimiento, una pasión que se<br />

antepone a todo y tal vez el desamor; pero puestos<br />

sobre el tapete pueden ser leídos yeso hace una<br />

radical diferencia. Es volver a abrir el inconsciente<br />

que tiende a cerrarse tras su mensaje. Un deseo<br />

busca ser reconocido, este es el sentido de un sueño.<br />

Darle lugar: He ahí la valentía.<br />

NOTAS<br />

1 FREUD, Slgmund. Prólogo a la segunda edición de "La 1nterpretaclÓn<br />

de los sueños". Obras completas. Buenos AIres.<br />

Amorrortu Editores, 1979. Tomo IV, pág. 20.<br />

2 Ibtd.. pág. 188<br />

3 La cita es extraída por el mismo Freud del Fausto de<br />

Goethe. Parte I. escena IV.<br />

4 FREUD, op. cü.<br />

5 Ibtd., pág. 190.<br />

6 <strong>LA</strong>CAN, Jacques. Los cuatro conceptosjundamentales del<br />

PsIcoanálisis. Paldós. 1993. pág. 32.<br />

7 <strong>LA</strong>CAN, Jacques. Seminario 1. Los escritos técnicos de ¡¡)-eud.<br />

Paldós. 1953.<br />

***<br />

La violencia<br />

¿ QuÉ PUE<strong>DE</strong> <strong>DE</strong>CIRSE <strong>DE</strong>S<strong>DE</strong> EL PSICOANALISIS?<br />

Sigmund Freud, creador del psicoanálisis, y<br />

Jacques Lacan, su discípulo más importante -aunque<br />

no directo-, vivieron las dos cruentas guerras<br />

mundiales. Freud mur1ó en 1939, pero ya había<br />

vivido en carne propia los prolegómenos de la segunda<br />

guerra mundial, que concluyen con su exilio<br />

y muerte en Inglaterra a la edad de 83 años.<br />

El Interés de Freud por la agresividad y violencia<br />

humanas es anterior a las guerras. si bien en<br />

ellas tuvo ocasión de comprobar lo que por otras<br />

vías descubría acerca del hombre. y presenciar cómo<br />

caían ante sí mismo las ilusiones respecto a la fuerza<br />

integradora de la civilización. Su correspondencia<br />

con Einstein da cuenta de esto.<br />

Lacan, aún psiquiatra, se anexa al psicoanálisis<br />

a partir del enigma de la psicosis y la<br />

locura, pero con relación al crimen<br />

paranoico, a los intentos de crímenes<br />

ya crímenes escandalosos en la Fran- ¡<br />

cia de los años 30's, que tanto habían<br />

interesado también a los surrealistas.<br />

Su aporte primordial es que no se trata<br />

de "constitución biológica"; tanto la<br />

psicosis como el acto criminal están<br />

en el lenguaje, en el universo simbólico<br />

común a todos los hombres.<br />

se haya dicho? ¿Se trata acaso de decir algo nunca<br />

dicho?<br />

Hay que partir del hecho de que remitir cualquier<br />

manifestación violenta a la existencia de una<br />

pulsión de muerte no es lo único que el psicoanálisis<br />

puede decir. El psicoanalista colombiano Pío<br />

Sanmiguel dice: " ...Si el psicoanálisis no tuviera<br />

más que eso para decir (en el caso de quefuera eso<br />

lo que realmente dijera) no avanzaría mucho más<br />

que quien, no conociendo la explicaci6n de un<br />

fen6meno, convoca las fuerzas de la naturaleza. "I<br />

Es decir, estaríamos en la misma posición del que<br />

dice: -Eso es gen ético -queriendo decir inamovible,<br />

y cierra cualquier discusión.<br />

Nuestra inscripción en lo simbólico. en la cultu-<br />

Ubicándonos en el horror de lo que<br />

nos ocurre en Colombia, es inevitable<br />

preguntarse qué efectos puede tener<br />

decir algo desde el psicoanálisis sobre<br />

todo esto. ¿Acaso no se ha dicho suficiente?<br />

¿Podríamos decir algo que no La cosecha de los violentos de Alfonso Quljano.<br />

54


a. es violenta. en cuanto nos es impuesta. En ese<br />

sentido, la violencia es estructural y. por tanto, tal<br />

como lo dice Pío Sanmiguel, no es erradicable. Somos<br />

introducidos a la vida. Nos pusieron nombres.<br />

nacimos en una familia que no elegimos pero que<br />

debemos adoptar. nos bautizan en religiones. nos<br />

otorgan nacionalidades, etc. Quiere decir que nuestro<br />

origen está marcado por la violencia.<br />

sea la violencia de la palabra. y de lo que<br />

el Otro hace en nombre de "tu propio bien. "<br />

El múltiple e intenso interés por la violencia,<br />

expresado en el arte, la literatura,<br />

la filosofía, no siempre es movido por el<br />

amor al prójimo, que generalmente es lo<br />

que más se odia, sino porque a cada uno<br />

nos concierne, y no precisamente por haber<br />

sido "víctimas": torturados, violados;<br />

es decir, sometidos a lo que generalmente<br />

consideramos violento, sino porque nuestra<br />

constitución ha sido posible a partir<br />

de la palabra y el deseo del Otro, cuya imposición<br />

original es un acto violento, de donde nuestro advenimiento<br />

como sujetos, en el sentido de dejar de<br />

ser objeto para el Otro, no es sin dolor:<br />

Ahora bien. si decimos que la violencia es estructural.<br />

al mismo tiempo afirmamos que no es erradicable.<br />

Pero, ¿por qué la imposibilidad de erradicarIa?<br />

, ¿es que acaso la teoría psicoanalítica es una<br />

apología a la violencia o un culto al pesimismo?<br />

Ciertamente, no es una posición cómoda ir en<br />

contraposición con las teorías en boga del «optimismo»<br />

y del «todo se puede».<br />

Sobre todo tratándose de estos temas, es inevitable<br />

que nos cueste poner los pies en la tierra. El<br />

recurso a la idealización, tan propiamente humano,<br />

puede convertirse en obstáculo, nos aleja de actos<br />

consistentes. Recordemos las palabras de Freud<br />

cuando dice:<br />

Las Uusiones nos son gratas porque nos ahorran<br />

sentimientos displacientes y nos dejan, en<br />

cambio, gozar de satisfacciones. Pero entonces<br />

habremos de aceptar sin lamentarnos que alguna<br />

vez choquen con un trozo de realidad y se hagan<br />

pedazos. »2<br />

La violencia atraviesa los actos y decires humanos,<br />

y hasta puede ser pactada como en las guerras.<br />

Incluye las luchas fratricidas, bajo el pretexto de<br />

unas diferencias que a ojos ajenos no son tales,<br />

como pasa en las guerras étnicas y religiosas. Freud<br />

habló en varias ocasiones, precisamente, del<br />

"narcisismo de las pequeñas diferencias.<br />

Freud:<br />

" Dice<br />

En una ocasión me ocupé del fenómeno [en<br />

'Psicología de las masas y análisis del yo'] de que<br />

justamente comunidades vecinas, y aun muy<br />

próximas en todos los aspectos, se hostilizan y<br />

escarnecen: así, españoles y portugueses,<br />

alemanes del norte y del sur; ingleses y<br />

escoceses, etc. Le di el nombre de «narcisismo<br />

de las pequeñas diferencias», que<br />

no aclara mucho las cosas. Pues bien: ahí<br />

se discierne una satisfacción relativamente<br />

cómoda e inofensiva de la inclinación<br />

agresiva, por cuyo intermedio se<br />

facUita la cohesión de los miembros de la<br />

comunidad. "3<br />

Esta inofensiva inclinación agresiva,<br />

necesaria para la formación de grupos,<br />

Freud<br />

sabemos que puede derivar en el odio<br />

aniquilador más intenso.<br />

En psicoanálisis no nos sirve la teoría de un<br />

instinto criminal y menos aún animal. La violencia<br />

es muy humana, es difícil encontrar actos de<br />

carácter tan horroroso en un animal como los que<br />

un hombre puede llegar a hacer. Tampoco satisface<br />

la explicación de una lucha por la vida o de una<br />

respuesta a la frustración.<br />

La familia es una de nuestras instituciones.<br />

donde hemos centrado el recurso de una posible<br />

salvación. Esta estructura soporta una transmisión<br />

primordial de la cultura. Sería un error reducirla a<br />

una dimensión de lazo natural. biológico. La familia<br />

de hoy se ha reducido pero muestra una estructura<br />

sumamente compleja. marcada por los lazos imaginarios<br />

que la organizan. Es el lugar de donde<br />

adviene un sujeto. y es el lugar donde germina la<br />

violencia. El complejo de "intrusión "4 del que nos<br />

habla Lacan permite entender que desde el origen<br />

del yo hay en la relación con el otro una tensión<br />

agresiva inherente.<br />

Específicamente en Lafamilia, Lacan le otorga<br />

un lugar fundamental en la estructuración psíquica<br />

a los celos fraternos. En Las confesiones, san<br />

Agustín lo dice de una manera conmovedora:<br />

Vi con mis propios ojos y conocí bien a un<br />

pequeñuelo presa de los celos. No hablaba todavía<br />

y ya contemplaba todo pálido y con una mirada<br />

envenenada a su hermano de leche."5<br />

55


Luis<br />

Caballero:<br />

Sin<br />

título<br />

(1976, técnica mixta<br />

sobre papel, 55 x 75 cm,<br />

colección<br />

particular.<br />

Tomada de Luis Caballero,<br />

Bogotá,<br />

El Sello Editorial,<br />

1995.)<br />

Es en el otro en donde capto mi deseo, y es a<br />

partir del Otro que puedo captar mi propia imagen,<br />

al punto del transitivismo, donde no sé si es él o yo,<br />

ya veces es así: -o él o yo.<br />

Pero esta noción de agresividad como intención<br />

y como tendencia inherente a la relación con el otro,<br />

no nos basta para entender todo acto violento, pero<br />

no se puede dejar de lado. pues nos remite a la<br />

identificación como función psíquica fundamental,<br />

que determina el carácter pasional del yo humano<br />

que "no viene ni de la i~agen ni del individuo sino<br />

de la tensión instalada: entre los dos por la identificación.<br />

"6<br />

El hombre quedará marcado por una profunda<br />

pasión: la pasión narcisista de ser un hombre, a la<br />

que Lacan llamó la locura general del ser humano. 7<br />

Es decir, engañado por las imágenes con las que se<br />

identificó, y que lo dejan en una relación de ignorancia<br />

con su propio inconsciente: él cree que es lo<br />

que dice ser. Será necesaria la "apaciguante" inscripción<br />

simbólica (Edipo y castración), para que su<br />

"motor" no sea sólo la competencia y la rivalidad,<br />

sino algo de la realización de un deseo propio. Aún<br />

así, un cierto grado de agresividad, odio y narcisismo<br />

nos acompañará toda la vida; el acto altruista<br />

(cuando decimos que lo hacemos por el otro) es una<br />

muestra paradógica de esto.<br />

El sujeto siempre está en relación con una alteridad,<br />

pero cuando hablamos de "masa" o muchedumbre,<br />

son otras coordenadas las que entran en<br />

juego. No estamos hablando de una simple suma<br />

de sujetos. Freud dedica su texto de 1921 Psicología<br />

de las masas y análisis del yo, a abordar las raíces<br />

inconscientes de los lazos sociales. En este artículo<br />

indaga profundamente sobre el mecanismo sobre<br />

el cual se forman "masas", la función del líder, del<br />

Ideal del Yo, la identificación al rasgo.<br />

Aunque sobre esos fenómenos de masas el psicoanálisis<br />

arroja luz para su tratamiento, el método<br />

psicoanalítico, en sí mismo, no sirve. "También sería<br />

excesivo afirmar que todos los hechos sociales<br />

requieren la hipótesis del inconsciente para ser<br />

explicados "8 , pero no debe suceder que, porque no<br />

dé respuestas masivas, sea dejado de lado el psicoanálisis,<br />

puesto que éste toma como objeto lo que<br />

teorías sociológicas han desechado como un resto,<br />

y este resto es lo que "retorna para alimentar nuestra<br />

oscura pasión. 9 " Este es un punto importante. El<br />

psicoanálisis intenta restituir lo que en el hombre<br />

es un desecho, basura, nada, porque cuando esto<br />

es negado o rechazado las consecuencias se hacen<br />

sentir muchas v~ces de manera nefasta.<br />

Cuando nos enfrentamos a actos de horror, a la<br />

barbarie, a las masacres ¿No nos parece insuficiente<br />

lo que teorías sociales, económicas podrían explicar?<br />

¿No quedamos con la certeza de que hay algo<br />

que se escapa a ese ya todo razonamiento? Se preguntaba<br />

lo mismo Jacques Lacan, en su seminario<br />

de 1964: " ¿Qué teoría de la historia puede explicar<br />

el desencadenamiento de una barbarie por la promoción<br />

del odio racista tal como se present6 en el<br />

nazismo?"10 ¿Cómo explicar el horror de lo que nos<br />

ocurre? "Se trata de algo profundamente enmascarado<br />

en la críttca de la historia que hemos vivido.<br />

Se trata, presentificando las formas más monstruosas<br />

y pretendidamente superadas del holocausto,<br />

del drama del nazismo... Sostengo que<br />

ningún sentido de la historia, basado en las premisas<br />

hegeliano-marxtstas, es capaz de dar cuenta de ese<br />

56


"II<br />

resurgimiento . explicar ciertos fenómenos como, por ejemplo, el<br />

M. Zafiropoulos y P.L. Assoun (1995) retornan<br />

los efectos de lo que podríamos llamar, siguiendo a<br />

Lacan: oscura pasión del odio. ofrecimiento de un<br />

sacrificio a un dios oscuro. a través de interesantes<br />

trabajos de investigación acerca de lo social sin dejar<br />

de lado la hipótesis del inconsciente.<br />

Uno de los grandes mitos de la historia del odio<br />

es el mito bíblico, por el cual nacimos de un asesinato:<br />

el de Caín sobre su hermano Abel, provocado<br />

por la mirada preferente de Dios. Es casi siempre<br />

ante la mirada de un tercero,(por ejemplo, lafigura<br />

paterna de un colonizador} 'que esta separación<br />

entre dos fratrías encuentra el momento del desencadenamientoasesino.<br />

[Una muestra son los Tutsi<br />

y los Hutu en Rwanda, donde una ínfima diferencia<br />

se constituyó en la "novela nacional" que justificÓ<br />

el desencadenamiento del odio asesino]. La otra<br />

historia del odio es el de los hijos a un padre tiránico<br />

[el mito freudiano de Tótem y tabú, del parricidio<br />

primordial]. Esto demuestra que "el horror no escapa<br />

enteramente a la producción discursiva, al registro<br />

de la producción imaginario-simbólica que rige la<br />

formación de un grupo humano en comunidad nacional.<br />

"12 En donde Freud hablaba de "novela familiar<br />

del neurótico", podríamos hablar de "novela nacional".<br />

Es decir que además de los<br />

conceptos centrales para una<br />

investigación psicoanalítica que<br />

serían: la teoría del narcisismo<br />

(el narcisismo de las pequeñas<br />

diferencias), la teoría de las formaciones<br />

grupales: rasgo identificatorio<br />

en torno al que se agrupan<br />

las comunidades, rasgo diferencial<br />

con el que se marca al<br />

otro como extranjero que se debe<br />

excluir, estaría uno de los puntos<br />

esenciales para una investigación<br />

psicoanalítica sobre violencia:<br />

el complejo paterno, incluido<br />

su declinamiento, el desfallecimiento<br />

de la función paterna<br />

en la Modernidad, pero<br />

también los estragos de un padre<br />

idealizado (tema muy interesante,<br />

que escapa a la intenciÓn<br />

de este artículo. )<br />

El "narcisismo de las pequeñas<br />

diferencias" no basta para<br />

racismo. La psicoanalista francesa Colette Soler,<br />

refiriéndose al problema del racismo, una de las<br />

violencias ejercidas sobre el otro, lo dice así: "me<br />

parece que definir el raciSmo simplemente como el<br />

rechQZo de la d-iferencta no basta, el ráCiSmo de lbS<br />

diScursos en acción no se reduce a un puro problema<br />

de identificación, sino que conciertle a la que en el<br />

diScurso no es lenguaje: es decil; al goce..."13 ,<br />

El goce tiene que ver con el odio, esa pasión indestructible<br />

en el inconsciente. Odio productor de<br />

una satisfacción, pero de una satisfacción nociva,<br />

que puede llevar a la aniquilaciói1 del propio sujeto<br />

en esa pasión. Esta pasión del odio está estrechamente<br />

relacionada con formaciones yoicas y<br />

narcisistas, que son las que determinan 10 que es<br />

"propio y ajeno".<br />

En el hombre hay pulsiones, y estas pulsiones<br />

muchas veces encuentran satisfacción propinando<br />

daño al otro. Ya Freud. en su libro Malestar en la<br />

cultura. lo comenta del siguiente modo: "La verdad<br />

oculta tras de tOdo esto. que negaríamos de buen<br />

grado. es la de que el hombre no es una criatura<br />

tierna y necesitada de amor; que s6lo osaría dejen -<br />

derse si se le atacara. sino por el contrario. un ser<br />

entre cuyas disposiciones instintivas también debe<br />

incluirse una buena porci6n de<br />

agresividad. Por consiguiente, el<br />

pr6jimo no le representa<br />

únicamente un posible<br />

colaborador y objeto sexual. sino<br />

también un motivo de tentaci6n<br />

para satisfacer en él su<br />

agresividad. para explotar su<br />

capacidad de trabajo sin<br />

retribuirla. para aprovecharlo<br />

sexualmente sin su consentimiento,<br />

para apoderarse de<br />

sus bienes. para humillarlo,<br />

para ocasionarle sufrimientos,<br />

martirizarlo y matarlo.» El odio<br />

encuentra su objeto precisamente<br />

en lo más próximo. en el<br />

prójimo. en lo más semejante.<br />

Aquí tendríamos que decir que<br />

gran parte del odio al Otro es<br />

odio a uno mismo.<br />

Luis Caballero: SIn título ( 1977 ,litografia 44<br />

X 30 cm, colección particular. Tomada de Luis<br />

CabaUero, Bogotá, El Sello Editorial, 1995.)<br />

Por supuesto. también está<br />

el amor. esa otra pasión hu -<br />

mana. la otra cara de la misma<br />

moneda con su tendencia unificadora.<br />

en donde el prójimo se<br />

57


presenta como una de las puntadas con las que<br />

anudamos nuestra estructura. con la que soportamos<br />

la vida. pero a veces. tal vez muchas veces.<br />

es insuficiente para contraponerse al odio.<br />

Nuestra modernidad es portadora de paradojas:<br />

la expansión del discurso de la ciencia aparejada<br />

con un resurgimiento fuerte de las religiones: "La<br />

religión restaura el sentimiento de dignidad del hombre,<br />

estropeado por la conciencia de su impotencia<br />

frente a la naturaleza yjrente a su destino. "14 Pero<br />

su potencia también es insuficiente. La cultura con<br />

sus ideales y exigencias también empuja al desencadenamiento<br />

típico de las patologías de hoy: patologías<br />

depresivas. todo tipo de estrategias narcisistas<br />

para suplir las fallas que se soportan menos<br />

cada vez sin recurrir, por ejemplo. a los tóxicos.<br />

Lo anterior podría abrirnos una vía para construir<br />

palabras sobre la violencia, sin caer en facilismos<br />

engañosos, lo que es muy difícil en un país<br />

donde tanto se dice, sin que se pueda salir de ciertas<br />

expresiones estereotipadas [ de las que escapan<br />

como siempre una minoría) entre ellas las de la conmiseración,<br />

en donde se establece un culto por las<br />

víctimas, "víctimizando" a todos los «actores del conflicto»,<br />

lo que puede traer como consecuencia la noresponsabilización<br />

de los sujetos. Aquí cabe recordar<br />

el pedido de Althusser de no ser declarado inimputable<br />

(en este caso por enfermedad psiquiátrica)<br />

por el asesinato de su mujer, sino de ser juzgado<br />

como cualquiera. Es decir, es un alivio para el sujeto<br />

reponsabilizarse de sus actos.<br />

En todas las manifestaciones de la violencia. lo<br />

que es innegable es que hay un goce que tiende a<br />

perpetuarlas. Goce que no es sólo del que agrede<br />

sino del agredido. pero esto sólo puede ser esclarecido<br />

en el caso por caso. No todo lo relacionado<br />

con la violencia puede ser puesto en el mismo saco.<br />

Hay diferencias en la posición subjetiva. por<br />

ejemplo entre un torturado y un maltratado. El psicoanalista<br />

antioqueño Héctor Gallo. en su libro Usos<br />

y abusos del maltrato (1999). plantea estas diferencias.<br />

En la tortura. el torturado no tiene opción.<br />

en cambio en el maltrato sí; en el maltrato no existe<br />

esa obligación de confesar una «verdad». y en su<br />

misma condición podría oponerse al maltratante:<br />

«Si el maltratado no es un niño completamente desamparado<br />

o un anciano completamente indefenso.<br />

tiene oportunidad de oponerse a su condición de<br />

víctima. poniendo en cuestión su vínculo y haciendo<br />

valer sus derechos. "15<br />

"De nuestra posición de sl{jetos somos stem¡.;1 i:<br />

responsables. "16 y en esto el psic'..'~nálisis puede<br />

aportar mucho para una investigación sobre la violencia:<br />

"allí donde es llamado para poder decir algo<br />

sobre el sujeto, aquel que casi todos excluyen en<br />

defensa de los derechos individuales. en la protección<br />

del menor; en los de la mujer; en lo de los pobres.<br />

etc.17<br />

El discurso analítico opera sobre las construcciones<br />

fantasmáticas, imaginarias, lo que llamó<br />

Freud "novela familiar del neurótico": apunta a su<br />

atravesamtento, podríamos decir, a su caída. Esto<br />

es, está en condiciones de proponer alternativas<br />

(por sus efectos, más que por sus objetivos) a los<br />

aparentes callejones sin salida de los sujetos. Eso<br />

sí, uno por uno: ésa es su eficacia. No actúa sobre<br />

lo colectivo, no ofrece una alternativa política. Pero<br />

con su acción puede dar cabida a nuevas invenciones,<br />

contribuir para sacar a la luz el no querer<br />

saber de las estructuras colectivas estructuradas<br />

en las fantasmagorías neuróticas (a veces perversas<br />

y paranoicas),lB verdaderas "novelas nacionales."<br />

Aunque no tenemos respuesta para todo, como<br />

no las tuvo Freud, ni Lacan, estamos abocados a<br />

"bordear" ese real silencioso de la violencia, que no<br />

se puede sImbolizar ni imaginarizar completamente.<br />

"Bordear", también es un concepto pilar en el psicoanálisis.<br />

Es tomado de la topología. Alude a un rodeo<br />

necesario para lo que se presenta como incomprensible,<br />

inasible, inabordable; rodeo que es insuftciente<br />

pero deseamos que no sea impotente. Nuevamente,<br />

Sanmiguello dice de esta manera: «La violencia<br />

no nos interesa hoy en el vacío, sino en la<br />

medida en que nos acompaña aquí mismo, en todo<br />

momento, sentada a la mesa o en la menor correría.<br />

Es un amigo fiel, una sombra, es lo que intentamos<br />

bordear; abordar sin lograrlo hoy. A eso le llamaré lo<br />

real de la violencia, lo inabordable, lo que se nos<br />

queda en el tintero a pesar de tanta palabrería..19<br />

NOTAS<br />

1 SANMIGUEL, Pío. "Consideraciones previas al estudio de la<br />

violencia", en Revtsta Colombtanade Psicología, N° 2, 1993. Universidad<br />

Nacional de Colombia, p. 83.<br />

2 FREUD, Stgmund. "De guerra y muerte. Temas de actualidad."<br />

Obras Completas. Amorrortu Editores. Tomo XIV.<br />

s FREUD, Sigmund. El malestar en la cultura. Amorrortu Editores.<br />

Tomo XXI.<br />

4<strong>LA</strong>CAN, Jacques. LajamUta. Horno Sapiens. 1964.<br />

5 Cita traducida por José Diego Salazar, que difiere de las<br />

versiones castellana y francesa de LajamUta.<br />

6 SA<strong>LA</strong>ZAR, José Diego. Para una lectura de Jacques Lacan<br />

(documento interno), 1999, p. 83-84.<br />

<strong>58</strong>


7 <strong>LA</strong>CAN .Jacques. .Acerca de la causalidad psíquica. " Escri -<br />

tos 1. México. Siglo XXI. 1989. p. 177 -178.<br />

8 CEVASCO, Rithée; ZAFIROPOULOS, M. Odio y segregaci6n en<br />

«Freudlanw. Paidós. 1996. Escuela Europea de Psicoanálisis. po<br />

63. Investigadores del CNRS/Unlversldad de Picar die.<br />

9 Ibíd.. p. 70.<br />

1°ldem.<br />

11 <strong>LA</strong>CAN. Jacques. Cuatro conceptos fundamentales del pstcoanáltsts.<br />

Buenos Aires. Paidós. 1993. p. 282.<br />

12 CEVASCO y ZAFIROPOULOS, op. cit.. p. 66.<br />

13 SOLER, Colette. en Freudlana.<br />

14 MILLOT .Cathertne. Freud anttpedagogo. Paidós. 1982. p.<br />

130-31.<br />

15 GALLO. Héctor. Usos y abusos del maltrato: Una perspectiva<br />

psicoanalítica. Universidad de Antloquia. Departamento de<br />

Psicoanálisis. 1999.<br />

16 <strong>LA</strong>CAN .Jacques. "La Ciencia y la Verdad". Escritos II. Siglo<br />

XXI Editores.<br />

17 GALLO. Héctor. op. ctt.<br />

18 CEVASCO y ZAFIROPOULOS. op. cit.<br />

IgSANMIGUEL. Pío. Ibíd. p. 84.<br />

¿QuÉ<br />

Psicoanálisis<br />

y educación<br />

HAY <strong>DE</strong>(L) PSICOANÁLISIS EN <strong>LA</strong> EDUCACIÓN?<br />

Es explicable que se quisiera<br />

"hacer algo" en el<br />

sentido de la educación,<br />

con todo lo que el psicoanálisis<br />

descubría y ponía<br />

sobre el tapete en los<br />

comienzos del siglo XX.<br />

El planteamiento de<br />

Freud sobre la sexualidad<br />

infantil y su relación<br />

con el inconsciente, la<br />

importancia del esclarecimiento<br />

sexual del niño,<br />

lo traumático de 10 real<br />

del sexo, conllevaba a la<br />

siguiente pregunta: ¿cómo<br />

serían los adultos en<br />

los que de niños, en su<br />

educación, se hubiese tenido<br />

en cuenta su sexualidad,<br />

su curiosidad sexual?<br />

En últimas, ¿cómo<br />

sería un sujeto con menor represión? ¿Implicaría<br />

menor sufrimiento psíquico?<br />

Hubo intentos de muchos analistas, por ejemplo<br />

los del pastor protestante Pfister, hombre profundamente<br />

convencido de la importancia del psicoanálisis<br />

en la educación, y los de la propia hija<br />

de Freud, Ana, quien intentó un acercamiento del<br />

psicoanálisis a la pedagogía. El mismo Freud,<br />

experimentó al comienzo un entusiasmo por estas<br />

ideas. Reconoció en un comienzo "el mal" del niño,<br />

contrariamente a las teorías que proponían su ..bondad"<br />

natural, pero lejos de proponer una extirpación<br />

de las malas inclinaciones (indestructibles, de todas<br />

formas, puesto que "forzar" no conduce ni a su elimi-<br />

nación ni a su dominio ),<br />

propone dejarlas derivar<br />

hacia salidas socialmente<br />

aceptables, que es a lo<br />

que él llamó sublimación,<br />

pero sobre la que, sin embargo,<br />

no se puede poner<br />

demasiado optimismo,<br />

porque en ella no se<br />

puede mandar, ya que no<br />

es una cuestión de voluntad.<br />

En esta época ( 1907)<br />

ubica entre los factores<br />

que favorecen las neurosis<br />

una "severidad inoportuna<br />

e indiscrimina -<br />

da" sobre todo en lo con-<br />

Jean-Baptlste-Siméon<br />

maestra de escuela.<br />

Chardin<br />

Natlonal<br />

( 1699-1779):<br />

Gallery, Londres.<br />

Lajoven cerniente<br />

,<br />

a la sexualidad<br />

.<br />

que trata como consecuencia<br />

una pérdida de<br />

eficacia en el proceso de educación y en la capacidad<br />

de placer. Con ocasión del suicidio de un adolescente<br />

en la Viena de 1912, emprende una crítica<br />

severa a la escuela media: "La escuela media tiene<br />

que conseguir algo más que no empujar a sus<br />

alumnos al suicidio; debe instüarles el goce de vivir<br />

y proporcionarles apoyo, en una edad en que por<br />

las condiciones de su desarrollo se ven precisados a<br />

aflojar sus lazos con la casa paterna y lafamUia.<br />

Me parece indiscutible que no lo hace y que en mu -<br />

chos puntos no está a la altura de su misión de<br />

brindar un sustituto de lafamUia y despertar interés<br />

por la vida de afuera del mundo. No es este el lugar<br />

para emprender una critica de la escuela media en<br />

su conformación presente. Pero acaso estoy au-<br />

<strong>59</strong>


torizado a destacar un único jactol: La escuela no<br />

puede olvidar nunca que trata con individuos todavía<br />

inmaduros, a quienes no hay derecho a impedirles<br />

permanecer en ciertos estadios de desarrollo, aunque<br />

sean desagradables. No puede asumir el carácter<br />

implacable de la vida ni querer ser otra cosa que<br />

un juego o esceniñcación de la vida. ,,1<br />

En este mismo año dice: "La educación puede<br />

describirse, sin más vacUaciones, como incitación a<br />

vencer el principio de placer ya sustituirlo por el<br />

principio de realidad; por tanto, quiere acudir en<br />

auxUio de aquel proceso de desarrollo en que se ve<br />

envuelto el yo, y para estefln se sirve de los premios<br />

de amor por parte del educador; por eso fracasa<br />

cuando el niño mimado cree poseer ese amor de<br />

todos modos, y que no puede perderlo bajo ninguna<br />

circunstancia. ,;<br />

Otra idea central desprendida de sus estudios<br />

sobre la vida amorosa es que la condición para el<br />

deseo (entendido como la búsqueda humana incesante<br />

que se define por su propia imposibilidad de<br />

satisfacción plena) es la prohibición. a diferencia<br />

de la necesidad. y esto implica una pérdida fundamental.<br />

un defecto de origen en el goce humano.<br />

que siempre se experimentará como déficit. Este<br />

defecto. Freud lo achacará a la represión en la cultura.<br />

represión que después reconocerá ( 1930) no<br />

es algo que ocurre en una civilización enferma. sino<br />

que el defecto es de la estructura del sujeto humano<br />

por estar atravesado por lo simbólico. Pero esta<br />

conclusión sólo le será dada después de largos años<br />

de experiencia.<br />

Los avances de Freud. los años de vida y la experiencia<br />

clínica. traen como consecuencia que su ilusión<br />

inicial acerca de lo que se pudiere lograr con<br />

la educación en ciertos terrenos. fuera aminorándose.<br />

Esta disminución notoria de ilusiones<br />

pudiera ser ubicada. de manera un poco arbitraria.<br />

de 1927 en adelante, a partir de los textos fundamentales<br />

de esta época: El porvenir de una ilusión<br />

(1927), El malestar en la cultura (1930) y Análisis<br />

terminable e interminable (1937).<br />

Reflriéndose,en 1937, a lo que en otro tiempo<br />

( 1907) le pareciera una salida menos neurótica a lo<br />

real del sexo a partir del esclarecimiento sexual del<br />

niño como medida preventiva, dice:<br />

Lejos estoy de afirmar que sea este un proceder<br />

dañino o supeljluo, pero es evidente que se ha<br />

sobrestimado en mucho el efecto profiláctico de<br />

estas liberales prevenciones. Los niños saben<br />

ahora algo que antes ignoraban, pero no atinan<br />

3<br />

a nada con las nuevas noticias que les regalaron.<br />

Uno se convence de que ni siquiera están prontos<br />

a sacrifICar tan rápido aquellas teorías sexuales<br />

-uno diría: naturales- que ellos hanjormado en<br />

acuerdo con su organización libidinal impeifecta<br />

y en dependencia de ésta: el papel de la cigüeña.<br />

la naturaleza del comercio sexual. la manera en<br />

que los niños vienen al mundo. Todavía largo<br />

tiempo después de haber recibido el esclarecimiento<br />

sexual se comportan como los primitivos<br />

a quienes se les ha impuesto el cristianismo !4<br />

siguen venerando en secreto a sus viejos ídolos.<br />

Por otra parte. algo muy trabajado en el medio<br />

psicoanalítico. incluye a la Educación entre las lla-<br />

.5<br />

madas tres tareas o profesiones "imposibles"; las<br />

otras dos: psicoanalizar y gobernar. En esta especie<br />

de sentencia freudiana encontramos al menos tres<br />

acepciones al término "imposible". Por un lado. que<br />

se trata de esas tareas en las que los resultados<br />

que se obtienen en la práctica son insatisfactorios.<br />

es decir. la imperfección es la dominante. sobre todo<br />

cuando se han puesto expectativas exageradas de<br />

sus alcances; además. están acompañadas de un<br />

malestar constante: podríamos hablar de un malestar<br />

permanente en la educación. Por otro lado. también<br />

tiene el sentido de ser "irrealizable". porque<br />

no se termina de realizar. no son tareas fmitas: siempre<br />

estaremos inventando o reintentando algo que<br />

no terminará de completarse. y por último. porque<br />

alude al concepto de "real".<br />

6<br />

como lo que no podemos<br />

reducir. asir. domesticar.<br />

En el ser humano la sexualidad tiene en sí misma<br />

el germen de su dificultad esencial, que ningún<br />

conocimiento elimina. Erramos cuando creemoS que<br />

se trata de ConoCimiento. porque en la sexualidad<br />

(entendida Como el enigma del origen ¿de qué deseos<br />

venimos? , de nuestra filiación. la diferencia de loS<br />

sexos, el encuentro Con el otro, la muerte) Como en<br />

la vida psíquica en general, hay una dimensión de<br />

incomprensibllidad radical que es mejor no taponar.<br />

Hay algo que se resiste a ser educado, que noS pone<br />

en relación Con lo incurable. Héctor Gallo, pSiCoanalista<br />

antioqueño, lo dice de esta manera:<br />

Lo incurable es un malestar que en cualquier<br />

momento puede emerger o retornar. ..Se acude<br />

al significante educación reduciéndolo a una<br />

práctica injormattva porque se supone que los<br />

males se propagan por la ignorancia de la poblactón<br />

y no por la tnststencia<br />

en el ser humano. "7<br />

de algo indomable<br />

60


Si hay algo en común entre las tares de gobernar,<br />

psicoanalizar y educar es precisamente la ..imposibilidad",<br />

pero básicamente son tres tareas muy diferentes.<br />

Volvemos a Freud en su correspondencia<br />

con Pfister: "...naturalmente que debe haber una<br />

educación y hasta debe<br />

ser estricta. No le hará ningún<br />

daño que se apoye en <<br />

conocimientos<br />

psicoanalíticos, pero el<br />

psicoanálisis mismo<br />

8<br />

es<br />

algo diferente (...) Es<br />

verdad que cabe aquí la<br />

"7\<br />

~<br />

"<br />

"<br />

advertencia de no abusar "'<br />

del nuevo i11flujo. Por tentador<br />

~<br />

que pueda resultarle<br />

al analista convertirse en<br />

maestro, arquetipo e ideal ~ --~ ,.<br />

de otros, crear seres huma- \<br />

nos a su imagen y seme- + ~ ~'<br />

janza, no tiene permitido \@<br />

olvidar que no es esta su<br />

tarea en la relación analítica,<br />

e incluso sería infiel a ella si se dejara arrastrar<br />

por su inclinación. No haría entonces sino repetir un<br />

error de los padres, que con su i11flujo ahogaron la<br />

independencia del niño, !I sustituir aquel temprano<br />

vasallaje por uno nuevo. (1938).<br />

La pregunta que plantemos ahora es: ¿puede la<br />

educación. en general. prescindir de los descubrimientos<br />

y aportes del psicoanálisis, partiendo de<br />

que el psicoanálisis no es una pedagogía?<br />

Al arrojar luz sobre el desarrollo del niño, el<br />

psicoanálisis se halla en condiciones de revelar al<br />

educador los principios de su poder. Saber lo que<br />

está haciendo cuando educa. Pero los avances de<br />

Freud ponen otro problema sobre el tapete. La<br />

comunicación inconsciente demuestra ser fundamental<br />

en el modo de influencia sobre los niños de<br />

padres y educadores. "Lo esencial del proceso<br />

educativo, escapa así. al dominio de los educadores.<br />

en la medida en que éstos son gobernados por<br />

10<br />

motivaciones inconscientes." El inconsciente de<br />

los educadores puede considerarse más determInante<br />

que la acción educativa concertada: éstos<br />

pueden mostrarse de tal forma como si hubiesen<br />

olvidado las d1ficultades de su propia infancia, ident1ficados<br />

con sus propios padres.<br />

Plantear esto no nos pone en ventaja sobre el<br />

problema. En muchos terrenos el psicoanálisis tuvo<br />

una influencia que podríamos llamar positiva. Pero<br />

en otros, como la información sexual de los niños,<br />

resultó ser un fracaso, desde el punto de vista de lo<br />

que se esperaba. Los niños se aferran a sus teorías<br />

sexuales, el liberalismo de los padres no logra evitar<br />

la angustia del niño: a veces al contrario, al reducir<br />

el miedo que podían producir a su hijo, se ha comprobado<br />

que aumentaba el<br />

sentimiento de culpabi-<br />

Entre los trabajos que<br />

podríamos citar están los<br />

de Neill (Summerhill.<br />

I J<br />

1960). quien se propuso<br />

crear una escuela en la que<br />

f<br />

--<br />

no se prohibiera nada. lo<br />

< ~ esencial estribaba en el<br />

deseo del niño de aprender<br />

~<br />

y el método aplicado era lo<br />

de menos. Él partía del<br />

convencimiento de la bondad<br />

natural del niño, y las<br />

.,.I'\<br />

normas que surgían eran<br />

un pacto de convivencia<br />

creado por los mismos niños. Sin embargo el propio<br />

Neill se sorprendió de la mala interpretación que se<br />

hizo de su proyecto. que fue confundido con un<br />

laissezjaire. y de los resultados: no surgió ningún<br />

genio. pero en cambio al parecer sus alumnos<br />

fueron personas a las que les fue accesible una vida<br />

cercana a la dicha. En el análisis de su experiencia,<br />

Neill, mal filósofo y teórico.11 no supo extraer la importancia<br />

que su propio ser (gran educador) cumplió<br />

en la educación de esos niños. Catherine Millot<br />

( 1982), psicoanalista francesa, plantea las<br />

siguientes conclusiones de la experiencia<br />

Summerhill: a) Las lecciones de moral nunca<br />

hicieron virtuoso a nadie, en lo que acuerda con<br />

Neill. sin embargo no se puede partir de la idea de<br />

una bondad natural que por sí misma llevaría a<br />

buen destino; b) Se subestima la importancia de la<br />

angustia en la vida psíquica: es irreductible pero<br />

también es fecunda: "la angustia no es algo a<br />

desmerecel; que tal vez en algún momento de nuestra<br />

historia es la mejor que pudimos haber encontrado.<br />

es como un timbre que nos despierta y nos dice:<br />

jAtenci6n! Convendría que usted despierte";12 c) No<br />

se advierten los peligros de una libertad obligatoria.<br />

y se desemboca en un deseo obligatorio, que es la<br />

forma más insidiosa de volverlo imposible, mientras<br />

que una pedagogía basada en la disciplina -otra<br />

paradoja- le dará mayor oportunidad de constituirse.<br />

A la educación siempre la han movido los ideales.<br />

Ideales que en determinado momento crean una<br />

61


tensión cuando el sujeto no los puede alcanzar. Ideales<br />

que pueden constituirse en mortíferos. y en<br />

algún momento dificultan la asunción de la subjetividad.<br />

¿Cómo entender todo esto?<br />

Freud propone una ética basada en lo real, contrario<br />

a la ética tradicional basada en lo ideal, es<br />

decir, lo imaginario. Habla de una educación para<br />

la realidad. Esto lo entenderemos a partir de su<br />

concepto de que desde el nacimiento vamos en pos<br />

de reencontrar el objeto (seno materno), pero que<br />

en realidad siempre estuvo perdido, nos encontramos<br />

en la imposibilidad de un reencuentro porque<br />

nunca coincidirá el objeto buscado y el encontrado.<br />

En eso consiste el principio de realidad freudiano.<br />

Por eso es que Lacan vuelve a la noción de falta de<br />

objeto como noción central. Con Lacan podemos<br />

decir que cuando habla de realidad la toma desde<br />

tres vertientes: a) "mundo exterior" por oposición<br />

al mundo interior psíquico, y designa una realidad<br />

tejida por el lenguaje; b) realidad psíquica de los<br />

deseos y fantasmas, y c) como lo imposible de simbolizar'<br />

de soportar. Si seguimos a Freud (1927,<br />

1930) y aceptamos que "los valores de la civilización<br />

descansan sobre una ilusión, si la realidad social<br />

está tejida de ilusiones, entonces a lo que hay que<br />

adaptar al educado no puede ser a esa realidad<br />

13<br />

ilusoria. " En las reflexiones de Freud no se perfila<br />

ninguna armonía soñada entre el hombre y el mundo,<br />

en lo que hace hincapié es en la imposibilidad<br />

del hombre para satisfacerse. "La educación para<br />

la ilusión se afana en conformar a cada cual con<br />

ella mediante el recurso a la prohibición del pensar,<br />

donde Freud ve al mismo tiempo el fundamento y<br />

el fin de las prácticas educativas."14 Nos muestra el<br />

contraste entre el niño de inteligencia radiante y la<br />

macilenta imagen del educado. La tristeza, dice Lacan,<br />

es la sanción corriente de ese pecado contra el<br />

espíritu que constituye el rechazo del incons-<br />

15<br />

ciente."<br />

La educación revela ser funesta cuando mantiene<br />

el desconocimiento de los deseos y los conflictos<br />

entre éstos. Un alivio del malestar en la civilización<br />

podría pasar por el reconocimiento de ese Real de<br />

discordia que nuestros deseos constituyen. El niño<br />

no puede reconocerlos si el educador no quiere saber<br />

nada de ellos. De los últimos planteamientos<br />

freudianos se deduce a la educación como una<br />

cuestión de tacto, un justo medio, a encontrar en<br />

cada caso, entre la libertad y la coacción (1937).<br />

Concluyendo: sobre el inconsciente no se manda,<br />

no podemos dominar nuestra influencia sobre otro<br />

ser, ninguna pedagogía permite calcular los efectos<br />

Noé León: La cometa<br />

(h. 1963. óleo sobre madera. <strong>59</strong> x 29 cm. colección particular. Bogotá.)<br />

de los métodos que se ponen en práctica, porque lo<br />

que se interpone entre la medida pedagógica y los<br />

resultados obtenidos, es el Inconsciente del<br />

16<br />

pedagogo y el del educando. Cocteau dice: "Estos<br />

misterios nos superan. súnulemos ser sus autores. ..17<br />

No es tranquilizador saber que no todo es susceptible<br />

d~ pedagogizar.<br />

Sin embargo nos encontramos que saber cómo<br />

funciona el inconsciente es de escasa utilidad para<br />

62


aumentar su eficacia. Si el deseo del niño se encuentra<br />

alienado en el de sus padres. el educador,<br />

el padre o el pedagogo no pueden conducirse como<br />

"neutros", porque el niño con su lectura inconsciente<br />

descubriría la demanda implícita. Además<br />

ello imposibilitaría toda estructuración psíquica y<br />

le vedaría todo acceso al deseo mismo. Pero<br />

sabiendo el educador lo que representa para el niño,<br />

¿permite el educador al niño superar el registro<br />

imaginario del ideal? Para eso él mismo tendría que<br />

haberse despojado de esos espejismos. Cuando de<br />

estas cosas se trata. sólo la autenticidad es eficaz.<br />

Planteamos que un análisis personal es quizá la<br />

condición para abstenerse auténticamente de hacer<br />

cargar al estudiante exigencias superfluas y abusivas,<br />

en tanto puede encadenar al alumno a ofrecerse<br />

como Yo-ideal en donde él mismo se aliena.<br />

Pero un análisis para todo padre y educador también<br />

es un ideal inalcanzable.<br />

Para Freud el resorte principal de la educación<br />

es el amor. Para conservar su amor un niño propone<br />

al educador o al padre una imagen engañosa de<br />

sí mismo mediante la cual intenta satisfacer las exigencias<br />

del Ideal del Yo. El proceso educativo del<br />

niño descansa fundamentalmente sobre esta relación<br />

imaginaria, profundamente narcisista y alienante.<br />

La paradoja es: si la educación opera por<br />

esta vía, cómo pedirl~ al educador que renuncie a<br />

la clave de su poder sobre el educando. En todo<br />

caso la invitación de Freud es a la mesura. "Entonces,<br />

la educación tiene que buscar su senda entre<br />

la Escila de la permisión y la Caribdis de la denegación<br />

(frustración). Si esa tarea no es del todo insoluble,<br />

será preciso descubrir para la educación<br />

un optimum en g'sle consiga lo más posible y perjudique<br />

lo menos." Nadie, tampoco el psicoanalista,<br />

podrá decir cuál es esta medida. A lo sumo lo que<br />

haría es ponerse en guardia contra los abusos a los<br />

que su posición le haría fácilmente deslizarse. Lo<br />

que un pedagogo podría aprender por el análisis es<br />

saber poner límites a su acción: saber que no pertenece<br />

al orden de ninguna ciencia sino del arte.19<br />

El único progreso posible, desde el punto de vista<br />

del psicoanálisis, es transformar nuestra miseria<br />

o sufrimiento neurótico en miseria o sufrimiento<br />

normal, y así mismo transformar nuestra impotencia,<br />

bastante frecuente, en el reconocimiento de<br />

lo imposible, que no es sinónimo de resignación.<br />

NOTAS<br />

I FREUD. Sigmund. "Contribuciones a un debate sobre el<br />

suicidio", en Obras Completas, Buenos Aires, Amorrortu, 1976.<br />

Tomo XI, p. 231.<br />

2 FREUD. Sigmund. "Formulaciones sobre los dos principios<br />

del acaecer psíquiCO", en Obras Completas, Buenos Aires,<br />

Amorrortu. 1976. Tomo XII, p. 228.<br />

3 Las negrtllas son mías.<br />

4 FREUD. Sigmund. "Análisis terminable e interminable", en<br />

Obras Completas, Buenos Aires, Amorrortu, 1976. Tomo XXIII.<br />

p.236. 5 FREUD. Sigmund. "Prefacio al libro de Aichhorn Juventud<br />

abandonada", en Obras Completas, Buenos Aires, Amorrortu,<br />

1976. Tomo XIX. p. 296.<br />

6 Ver en MILLQT. Catherine. Freud anttpedagogo, Buenos Aires.<br />

Paidós. 1982. un profundo análisis de la relación y no-relación<br />

Psicoanálisis y Educación.<br />

7 GALLO, Héctor. Usos y abusos del maltrato. Una perspectivapsicoanal(tica,<br />

Medellín, Universidad de Antloquia, 1999, p.<br />

82. 8 Carta 61 del 25 de julio de 1922. Correspondencia 1909-<br />

1939, Sigmund Freud Oskar Pfister. México. Fondo de Cultura<br />

Económica, 1966.<br />

9 FREUD. Sigmund. "Esquema del psicoanálisis". en Obras<br />

Coll}l?letas, Buenos Aires. Amorrortu, 1976. Tomo XXIII, p. 176.<br />

MILLOT .Catherine, Op. ctt.<br />

II Porque no saca las consecuencias a las que su supuesta<br />

formación psicoanalítlca deberían conducirlo. Ver BETfELHEIM,<br />

Bruno. Educación y vida moderna en torno a Summerhtll, Grijalbo<br />

Mondadori. 1998.<br />

12 VEGA. Isidoro. Las tntervenctones del analista. V Encuentro<br />

Intemacional del Circulo de Estudios de Barranquilla.<br />

13 MILLQT. Catherine. op. ctt., p. 136.<br />

14 Ibid., p. 138.<br />

15 <strong>LA</strong>CAN. Televisión.<br />

16 MILLOT. Catherine, Op. ctt., p. 198.<br />

17 Idem.<br />

18 FREUD. Sigmund. "Nuevas Conferencias de introducción<br />

al Psicoanálisis", en Obras Completas. Buenos Aires. Amorrortu,<br />

1976. Tomo XXII. p. 138.<br />

19 MILLQT, Catherine. op. ctt., p. 205.<br />

63


Henry Stein*<br />

I<br />

Lafelicidad<br />

está en el ocio.<br />

Aristóteles<br />

El ideal de todo hombre que no sea un imbécil o un<br />

papanatas es tener la posibilidad de pasar todos<br />

sus años. meses. días. horas. minutos y segundos.<br />

en una palabra. toda su existencia,<br />

abandonado a la más absoluta y deliciosa<br />

holganza, a la contemplación<br />

del variado y llamativo espectáculo<br />

del universo, al disfrute de los más<br />

refinados placeres que pueda ofrecerle<br />

la vida, como un auténtico sibarita.<br />

y es que, según Schopenhauer,<br />

"Un hombre' rico en el interior<br />

no pide al mundo exterior más<br />

que un don negativo, a saber: ocio<br />

para poder perfeccionar y desarrollar<br />

las facultades de su espíritu y para<br />

poder disfrutar de sus riquezas mteriores",<br />

Pero como este tipo de hombre es<br />

sensato y sabe muy bien que muy<br />

.Nació en Cali en 1956. Ha dado a conocer su trabajo -<br />

crítica. ensayo y narrativa- en revistas y syplementos literarios<br />

del país. Ha publicado Viaje al domingo (relatos. 1986) y Sesgos<br />

(testos de humor. 1993) y Dentro de poco sonará el despertador<br />

(relatos. 2000). Dirige la publicación literaria esto. Es editor<br />

externo de Ediciones Uninorte.<br />

pocas veces puede darse ese lujo, que por desgracia<br />

e inevitablemente tiene que trabajar duro y sin descanso<br />

para ganarse el amargo pan de cada día -<br />

uno de los peores males que agobian al ser humano,<br />

entonces procura, en lo posible, ocuparse en algo<br />

que además de garantizarle el sustento le depare<br />

alguna satisfacción espiritual. Esto tiene mucha<br />

más importancia para él que una jugosa cantidad<br />

de dinero que le ofrezcan en un empleo<br />

en el que no se sienta completamente<br />

a gusto.<br />

De ahí. pues. que cuando por<br />

circunstancias ajenas a su voluntad.<br />

casi siempre de índole familiar. se ve<br />

en la apremiante necesidad de claudicar.<br />

de ocuparse en algo que no le<br />

complace en lo más mínimo. es decir.<br />

en cualquiera de las ordinarias tareas<br />

que impone el absurdo engranaje de<br />

la sociedad -que no repara en diferencias<br />

respecto a la sensibilidad de<br />

cada individuo-. su padecimiento<br />

suele ser conmovedor.<br />

y es que a pesar de que esté en<br />

juego nuestra propia subsistencia -<br />

y aunque esté escrito que debemos<br />

ganarnos el pan con el sudor de nuestra frente-,<br />

no todo el mundo, ciertamente, posee la misma<br />

fortaleza de espíritu para soportar con paciencia<br />

ocho horas consecutivas trabajando en lo que no le<br />

agrada. jOcho horas de trabajo forzado! Sin duda<br />

64 Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Uninorte. Barranquilla<br />

PP. 64-69. 04-081. MM. ISSN 0120-2537


alguna, se necesita más que un<br />

temperamento estoico y mucho<br />

más que buena voluntad para<br />

aguantar ese suplicio infernal<br />

sin desesperarse y sin sentirse<br />

desgraciado. William Faulkner<br />

se ha referido a esta penosa<br />

situación con las siguientes<br />

palabras: "(...) Una de las cosas<br />

más tristes es que lo único que<br />

un hombre puede hacer durante<br />

ocho horas, día a día. es<br />

trabajar. No se puede comer<br />

ocho horas. ni beber ocho horas,<br />

ni hacer el amor ocho horas...<br />

lo único que se puede hacer<br />

es trabajar. y ésa es la razón<br />

de que el hombre se haga tan<br />

desdichado a sí mismo ya todos<br />

los demás".<br />

Si por cualquiera de los<br />

terribles caprichos del destin:o, repit(), este hombre<br />

se ve obligado a emplearse en un fábrica ya<br />

permanecer en ella, por ejemplo, cin:co años -lo cual,<br />

si tenemos en cuenta su personalidad, se constituye<br />

en un hecho memorable-, es natural que pierda el<br />

optimismo, la fe, la esperanza, el sentido del humor,<br />

la sonrisa, el apetito y las ganas de vivir; que<br />

se sienta el ser más desventurado de la tierra; que<br />

maldiga, blasfeme y se queje en voz alta en presencia<br />

de sus res~ados compañeros de infortunio y esclavitud.<br />

y no es para menos.<br />

Es lógico. así mismo. que tan pronto como haya<br />

cumplido ese tormentoso lustro comience a preocuparse<br />

seriamente por su futuro. y máxime si tiene<br />

la certeza de que, para su mayor desesperación.<br />

desconcierto y pesadumbre. su patrón -indiViduo<br />

déspota-. se siente conforme con él. con su desempeño<br />

y con su manera de comportarse. jPrecisamente<br />

con él que trabaja a regañadientes y detesta<br />

con fervor esa clase de trabajo! ¿No es ésta acaso<br />

una cruel ironía del destino contra un trabajador<br />

renuente y vergonzante como él?<br />

Es razonable que este hombre bueno y sensible<br />

se preocupe seriamente por su suerte. pues según<br />

Luis Tejado -confeso holgazán<br />

e insigne apologista de las<br />

virtudes y beneficios del ocio-.<br />

las fábricas no sólo son lugares<br />

inhóspitos, sino también peligrosos<br />

e inhumanos. pues de<br />

ellas sales "las legiones de neuróticos,<br />

de miopes. de tuberculosos,<br />

de mancos, de locos, de<br />

raquíticos, de histéricos, etc.",<br />

que deambulan y se arrastran<br />

por las sucias y congestionadas<br />

aceras del mundo.<br />

Como su aspiración. a diferencia<br />

de la mayoría de sus semejantes,<br />

no consiste en entregar<br />

los mejores años de su vida<br />

a un fábrica a cambio de una<br />

pensión -que sin duda no compensa<br />

tanto sacrificio y tantas<br />

penalidades-. decide actuar<br />

con rapidez, antes de que sea idiotizado por esa<br />

cosa gris y letal llamada rutina, que narcotiza a los<br />

hombres. los vuelve conmovedoramente tristes y<br />

les hace caminar con la cabeza gacha. como quien<br />

ha perdido el interés por la vida y todas las ilusiones;<br />

antes. en fin, de que se convierta en un amargado<br />

más, en un neurótico o en un lisiado que incomode<br />

a su familia e inspire lástima o repulsión.<br />

En consecuencia, para poner las cosas a su favor,<br />

para recobrar su anhelada libertad, se ve forzado<br />

a quebrantar el draconiano reglamento de la<br />

prisión. Perdón, quise decir, de la fábrica. Comienza<br />

por llegar tarde, sin afeitarse, con la ropa sucia y<br />

ajada, con los zapatos sin lustrar y oliendo a un<br />

insoportable tufo de licor áspero y barato; hace<br />

bromas de mal gusto, refiere chistes subidos de tono<br />

y de color, y habla sin moderación en horas de<br />

trabajo.<br />

Si en consideración a que hasta ese momento<br />

su conducta había sido intachable. su patrón hace<br />

la vista gorda y determina -lo cual le produce una<br />

sorpresa gran sorpresa- que dichas acciones no<br />

ameritan una decisión drástica de su parte, es decir,<br />

que se le suspenda por el término de quince días o<br />

65


que se le despida de manera fulminante -justo lo<br />

que él está buscando con desesperación-, entonces<br />

incurre en otras de mayor significación: Le suelta<br />

un piropo de alto voltaje, arrabalero, con voz aguardentosa,<br />

a la agraciada muchachita que sirve los<br />

tintos, se queda dormido como un lirón -y, para<br />

colmo de la insolencia, roncando- en su puesto de<br />

trabajo o le agarra el trasero a la secretaria del gerente.<br />

Como quien dice, nada menos que jal más<br />

preciado tesoro de éste!<br />

Si aún después de estas graves faltas, y sobre<br />

todo después de haber sido sorprendido "con la<br />

mano en la masa" --0 mejor, con la mano derecha<br />

en cosa ajena-, su patrón persiste en su descocertante<br />

actitud de ser indulgente con su desafiante<br />

comportamiento, entonces no le queda otra opción<br />

que echar el resto, jugarse su última y definitiva<br />

carta, el dorado as que le permitirá finalmente ponerse<br />

a salvo de ese tormento dantesco, de esas<br />

ocho horas diarias de encierro, de obediencia, de<br />

apremio, de fatiga, y de embrutecimiento sistemático<br />

y sin pausa: Le rompe la cara-j con qué<br />

placer!- al jefe de personal. Consummatum est. Ahí<br />

termina por fin, y gracias a Dios, su larga y<br />

espantosa pesadilla.<br />

De nuevo en la calle, libre, liberado de ese terrible<br />

yugo, vuelve a recobrar el optimismo, la fe, la<br />

esperanza, el sentido del humor, la sonrisa, el apetito<br />

y las ganas de seguir viviendo. Después, sentado<br />

en una taberna, al aire libre, disfrutando de unas<br />

cervezas bien heladas, se dedica a observar con<br />

atención todo lo que se mueve a su alrededor, como<br />

alguien que acaba de salir de una mazmorra en la<br />

que estuvo recluido durante muchos años. jCuánto<br />

tiempo hacía que la inútil y perjudicial premura no<br />

le dejaba contemplar el cielo con detenimiento a<br />

esa hora de la mañana! Siente una desagradable<br />

impresión de que ha pasado una eternidad metido<br />

en un incómodo y oscuro subterráneo, como un<br />

topo. Transcurren los minutos y allí continúa<br />

sentado, bebiendo con avidez, mirándolo todo con<br />

una especie de deslumbramiento, hasta que llega<br />

la noche, y con ella se va calle abajo, ebrio, feliz,<br />

dispuesto a redescubrir los recovecos y los excitantes<br />

secretos de la ciudad.<br />

Sobra decir que el comportamiento de este<br />

hombre -y en contra de lo que puedan pensar los<br />

necios- merece comprensión, respeto y nuestra más<br />

fraternal y entusiasta simpatía, pues pese a lo que<br />

pregonan los patronos y los esclavistas, el trabajo<br />

forzado -el que debemos realizar a diario para<br />

procurarnos el sustento- no resulta placentero, ni<br />

gratificante, ni benéfico, ni dignifica al hombre en<br />

ningún sentido. Esa clase de trabajo rutinario sólo<br />

empobrece espiritualmente, enferma, neurotiza,<br />

mutila, produce muchas penas y mata. Además, a<br />

nadie que esté en sus cabales se le ocurriría pensar<br />

que una fábrica represente el arquetipo del paraíso.<br />

A lo que sí se parece, sin duda, es a una prisión y al<br />

purgatorio.<br />

II<br />

Les diría: iMirad! iMiraos a vosotros mismos! iUn<br />

hombro más alto que el otro. las piernas retorcidas. los<br />

pies destrozados! lA dónde habéis llegado con la<br />

mierda del trabajo? Os habéis destrozado. No haceJalta<br />

trabajar tanto. D.H. Lawrence<br />

Aunque parezca increíble, jno todos los hombres<br />

le tienen aversión al trabajo forzado! Hay muchos<br />

que han nacido con vocación de siervos y fortaleza<br />

de buey. De manera pues que todos los minutos de<br />

su existencia -de lunes a domingo y de enero a<br />

diciembre- se la pasan atareados, de aquí para allá,<br />

de afán en afán, de trajín en trajín. Lo suyo es,<br />

repito, trabajar duro y parejo, sin pausa y sin<br />

desmayar, porque, a diferencia de algunos de sus<br />

semejantes, para estos hombrecitos el trabajo no<br />

es un castigo insufrible que Dios ha impuesto a los<br />

hombres- ¿quién dijo semejante estupidez?- sino<br />

una suerte de sana diversión, que además honra y<br />

enaltece a este prepotente y belicoso horno nescius<br />

que llaman hombre. Para ellos, el ocio y el descanso<br />

no son más que pretextos y sofismas de individuos<br />

enclenques y perezosos, a quienes, por cierto, suelen<br />

mirar con inocultable desprecio y aire de<br />

superioridad, pues los consideran una vergüenza y<br />

un pésimo ejemplo para los demás miembros de la<br />

"pujante y gloriosa" especie humana.<br />

Convencidos de que vinieron a este espantoso<br />

66


valle de lágrimas a cumplir con su sagrada misión<br />

de vivir ocupados. y dichosos de su "honrosa "<br />

condición de sentirse muy especiales y dignos de<br />

ser imitados. estos industriosos hombrecitos no<br />

desaprovechan ninguna oportunidad para<br />

demostrarles a sus semejantes ~a sus mañosos.<br />

negligentes y holgazanes semejantes- que a ellos sí<br />

les encanta trabajar. en lo que sea y bajo cualquier<br />

circunstancia o condición. inclusive de balde. sin<br />

recibir ningún estipendio por su dedicación y<br />

descomunal esfuerzo.<br />

Así, pues, no sólo le demuestran<br />

a su patrón -iY de<br />

qué manera!- su exagerado<br />

amor por el trabajo, sino también<br />

a sus padres -de quienes,<br />

repiten con énfasis, heredaron<br />

la honestidad Y la enjundia-,<br />

a sus esposas, a sus hijos Y<br />

nietos -a quienes aleccionan<br />

para que sigan sus pasos-, a<br />

sus vecinos, a sus compañeros<br />

de labor -a quienes critican<br />

con dureza por su indolencia<br />

Y falta de aplicación-, a<br />

sus hermanos, a sus compadres,<br />

a sus ahijados, a sus padrinos,<br />

etc.<br />

y es que a estos hombrecitos,<br />

reitero, los mueve el<br />

firme convencimiento de que<br />

el trabajo, cualquiera que sea<br />

su índole y por muy penoso y<br />

degradante que resulte, dignifica<br />

por igual al hombre y<br />

constituye su rasgo más<br />

sobresaliente. Incluso consideran<br />

que es el trabajo lo que<br />

le ha convertido en un ser "superior"<br />

a las demás criaturas<br />

del cosmos.<br />

Nada ni nadie. sin ningún<br />

impedimento -sea echar un<br />

pie atrás a la hora de cumplir con sus actividades.<br />

Contra viento. marea. riesgos. fenómenos atmosféricos<br />

y enfermedades llevan a cabo sus numerosas<br />

y singulares obligaciones. y lo hacen sonrientes y<br />

con bríos. En efecto. laboran con sol. con lluvia.<br />

con frío. con calor. con tormenta. con eclipse de<br />

luna. con neblina. con sed. con hambre. con varicela.<br />

con sarampión y con dolor de muelas. Laboran<br />

en la mañana. en la tarde. en la noche y en la ma-<br />

drugada. No sólo laboran en los días ordinarios,<br />

sino también en los festivos, en los de asueto y durante<br />

las vacaciones. Laboran en Navidad, en los<br />

carnavales, en la cuaresma, en la Semana Santa,<br />

en el Domingo de Ramos, en el de Resurrección y<br />

en la pascua. Laboran en la primavera, en el verano,<br />

en el otoño y en el invierno.<br />

Pero a pesar de este febril ajetreo no consiguen<br />

saciar su voraz apetito de trabajo. De ahí que se<br />

vean en la imperiosa necesidad de trabajar horas<br />

extras durante toda su existencia.<br />

y no satisfechos con<br />

esta excesiva y dañina carga<br />

laboral que se imponen voluntariamente<br />

a sí mismos.<br />

como si fueran masoquistas<br />

-carga laboral que a cualquier<br />

otra persona le producirá<br />

estrés. una neurosis<br />

crónica. un severo cansancio<br />

o la muerte por agotamientoaún<br />

les sobra una suficiente<br />

reserva de fuerzas y de fogosidad<br />

como para promover<br />

campañas ecológicas encaminadas<br />

a preservar algunas<br />

especies de la fauna de su región;<br />

para organizar jornadas<br />

de limpieza y ornato de su<br />

amada ciudad; para participar<br />

en la junta comunal de<br />

su comunidad y hasta para<br />

formar parte del grupo de<br />

danza folclórica de su barrio.<br />

jCómo se lamentan de que el<br />

día "sólo" tenga venticuatro<br />

horas!<br />

Noé León: Paraíso (1969. óleo sobre madera,<br />

89 x 54 cm. colección particular, Bogotá.<br />

Durante su atareada existencia,<br />

reitero, estos extravagantes<br />

hombrecitos no<br />

conocen -no se conceden- un<br />

minuto de sosiego. Ni la vejez<br />

logra menguar su desmesurado<br />

fervor por el trabajo.<br />

La simple idea de guardar reposo. de pensar en el<br />

descanso. les causa terror y los enferma. pues lo<br />

consideran propio de seres inferiores y carentes de<br />

vigor. Es tan arraigada y obsesiva su pasión por el<br />

trabajo, que cuando por fuerza mayor se ven<br />

obligados a permanecer inactivos. se les nota tristes<br />

y desanimados. ya cada momento reniegan de su<br />

j"mala" suerte"!<br />

67


En cualquier empresa donde trabajen, estos enjundiosos<br />

hombrecitos siempre sobresalen por su<br />

eficiencia y su alto rendimiento. y además de ser<br />

excelentes e incansables trabajadores, son dóciles<br />

y sumamente comedidos, lo cual les granjea la animadversión<br />

de sus demás compañeros de labores,<br />

que ven en ellos la más viva y abominable representación<br />

del servilismo.<br />

¿Está mal ubicado un escritorio o un archivador?<br />

En el acto se ofrecen a encontrarles un sitio<br />

apropiado. ¿Su jefe necesita cambiar la cerradura<br />

de la puerta de su oficina o que le laven el carro?<br />

Con mucho gusto -con la inconfundible sonrisita y<br />

la presteza de los aduladores innatos- se brindan<br />

para éstas o para cualquier otra labor. inclusive<br />

para aquellas que merecen el calificativo de humillantes;<br />

aquellas que ni los esclavos. los desahuciados<br />

y los prisioneros condenados a cadena<br />

perpetua se animarían a realizar sin protestar. sin<br />

sentir un profundo odio y ganas de cortarle la cabeza<br />

a alguien.<br />

Ciertamente. ni afirmaciones rotundas como ésta<br />

del autor de Santuario: "En mi opinión, es una<br />

vergüenza que haya tanto trabajo en el mundo", ni<br />

las críticas de sus compañeros logran conmover o<br />

hacer dudar de su vocación a estos acuciosos hombrecitos.<br />

pues además ellos permanecen ..demasiado<br />

ocupados" -eso se nota- como para<br />

prestar atención a los "comentarios envidiosos<br />

y sin fundamento de individuos<br />

pusilánimes que trabajan de mala gana.<br />

refunfuñando, quejándose. y que<br />

sólo viven pendientes del día de la quincena".<br />

Yagregan. ufanos, seguros de su<br />

importancia, que esa clase de individuos<br />

carecen de autoridad moral para censurarles<br />

su conducta, que consideran<br />

irreprochable yejemplar, como corresponde<br />

a hombres íntegros, de buenas<br />

costumbres, orgullosos de su patria. de<br />

sus símbolos e instituciones, y dedicados<br />

en cuerpo y alma -las venticuatro<br />

horas y durante 365 días, con sus mañanas,<br />

tardes. noches y madrugadasal<br />

"bendito, necesario y provechoso"<br />

trabaio.<br />

y tal vez no les debe importar mucho<br />

lo que se dice en el Eclesiastés sobre<br />

este asunto: " ¿Qué provecho tiene el<br />

hombre de todo su trabajo con que se<br />

afana debajo del sol?" y a lo mejor tampoco les queda<br />

tiempo para leer lo que ha escrito al respecto<br />

Robert Louis Stevenson. espíritu refinado, amante<br />

de lo lúdico y lúcido defensor del ocio. acerca del<br />

cual dejó memorables páginas para la posteridad:<br />

"Como si el alma humana no fuera de por sí lo suficientemente<br />

pequeña (algunos hombres) han empequeñecido<br />

y estrechado las suyas. mediante una<br />

vida dedicada al trabajo y carente en absoluto de<br />

juego". y probablemente desdeñarían estas esclarecedoras<br />

palabras del humanista colombiano Ramón<br />

de Zubiría: "Una de las diferencias fundamentales<br />

entre barbarie y cultura consiste precisamente en<br />

que esta última es consecuencia de un equilibrio<br />

entre acción y reflexión. mejor aún. de actos gestados<br />

y determinados por la reflexión. en tanto que la<br />

barbarie siempre es fruto de la alocada actividad,<br />

de improvisado e irreflexivo activismo". y estamos<br />

seguros de que esta lapidaria frase de Luis Tejada<br />

-acérrrimo e ingenioso crítico del trabajo que degrada,<br />

esclaviza y embrutece- sólo podría suscitar en<br />

ellos una rotunda carcajada de desprecio e incredulidad:<br />

"El trabajo constituye el gran elemento<br />

degenerador de las razas". En realidad. como lo ha<br />

expresado acertadamente este mismo autor. "el<br />

hombre no debe perder el tiempo trabajando tanto".<br />

Después de haberle entregado sus mejores años<br />

a la fábrica, ya viejos. sin la misma energía con que<br />

se desempeñaban antes, pero con el mismo empeño<br />

y sentido de la responsabilidad que<br />

les caracteriza, llega un día -un infausto<br />

día- en que su desalmado patrón considera<br />

que ya no los necesita. y entonces.<br />

para deshacerse de ellos de una<br />

forma más o menos decorosa. según su<br />

pragmático modo de pensar. decide<br />

otorgarles -a manera de recompensa<br />

"por tantos años de servicio. de abnegación<br />

y lealtad"- una pensión cuya irrisoria<br />

suma sólo les servirá para malvivir<br />

durante los pocos años que les reste de<br />

vida. jAh. la execrable ingratitud humana!<br />

Pero tampoco esta novedad, su<br />

condición de jubilados -que durante los<br />

primeros días, mientras se acostumbran<br />

a su nueva situación, resulta desesperante<br />

y traumá.tica para ellos-<br />

Esc her<br />

logra modificar substancialmente su<br />

obstinada rutina. A pesar de que ya no<br />

están obligados a madrugar, y no obstante<br />

que muchos quedan mancos,<br />

cojos, miopes, ciegos, tuberculosos o sufriendo de<br />

artritis, de reumatismo y de dolor de espalda, ello<br />

68


Noé León:<br />

Paso delJerry<br />

(1969, óleo<br />

sobre madera.<br />

49 x 79.5 cm,<br />

colección<br />

particular,<br />

Bogotá).<br />

no representa ningún inconveniente para que se<br />

sigan levantando a la hora de costumbre a realizar<br />

cualquier labor doméstica, Por fortuna, la vida es<br />

benévola con ellos y siempre encuentran en casa<br />

algo que requiere reparación: La llave del baño o<br />

del lavadero, la cerradura de una puerta, un viejo<br />

ventilador, el enchufe de la licuadora o la plancha.<br />

Algunos, los más afortunados, logran emplearse<br />

como celadores en el colegio público de su barrio;<br />

otros, se deciden a poner una venta de frutas en la<br />

puerta de su humilde vivienda o improvisan una<br />

modesta zapatería en la salita o en el patio.<br />

De manera pues que todos los días se encuentran<br />

un buen pretexto para mantenerse ocupados<br />

hasta la hora de su muerte, la única contingencia<br />

que les obliga a guardar absoluto reposo, por siempre.<br />

y quien sabe si en el más allá también existen<br />

fábricas donde puedan continuar con su enfermiza<br />

y sorprendente laboriosidad.<br />

Estos esforzados hombrecitos son los mismos<br />

que todos los meses y durante toda su vida son<br />

elegidos y exaltados como los mejores trabajadores<br />

de su empresa. Los mismos que se ofrecen a trabajar<br />

voluntariamente cuando sus colegas deciden parar<br />

las actividades de la fábrica, pues, como se sabe,<br />

su compulsiva naturaleza no tolera que permanezcan<br />

inactivos ni un solo minuto. Estos bona-<br />

chones hombrecitos son los mismos que los los militares<br />

y los políticos suelen elogiar hasta el cansancio<br />

y poner como ejemplo de abnegación. de lealtad.<br />

de superación y responsabilidad a sus apáticos<br />

compañeros ya las nuevas generaciones de compatriotas.<br />

pues no cabe la menor duda de que los consideran<br />

emblemáticos y dignos de ser imitados. pues<br />

su linaje es motivo de orgullo para la patria y para<br />

la especie humana.<br />

Seguramente. cuando estos pintorescos hombrecitos<br />

eran niños se ofrecían de buena gana a realizar<br />

los quehaceres y mandados que sus hermanos<br />

y primos. sin excepción. rehusaban hacer -aunque<br />

se ganaran una tremenda paliza-. e incluso los<br />

mandados de los vecinos y de sus amigos.<br />

Estas asombrosas hormiguitas humanas no sólo<br />

tienen el suficiente temple para trabajar sin desfallecer<br />

durante veinte años consecutivos en un fábrica<br />

o en cualquier otro lugar igualmente detestable.<br />

sino que además lo hacen con un desbordante<br />

entusiasmo y tarareando la misma tonadilla insulsa<br />

que se les escuchó aquel remoto primer día de trabajo.<br />

como si nada grave hubiera sucedido desde<br />

entonces; como si el tiempo no hubiese transcurrido<br />

y dejado en ellos su negra resaca. sus dolorosas<br />

e imborrables huellas. irnOS mío!<br />

69


La devoción por la belleza<br />

en la poesía de Meira DelmarJ<br />

María Mercedes Jaramillo*<br />

Meira Delmar2 ha publicado siete breves y estilizados<br />

volúmenes de poesía donde se ha labrado<br />

un universo líriCo propio y un puesto destacado en<br />

el panorama de las letras nacionales. Su poesía tiene<br />

una armonía estilística que se funda en la belleza y<br />

en la armonía de la naturaleza, elementos que<br />

insinúan la perfección del universo y que la llevan<br />

a deleitarse en el paisaje que la rodea ya alabarlo<br />

en su canto. Esta concepción espiritual se manifiesta<br />

en las imágenes que atraviesan su obra poética<br />

y que emergen de la antigua filoSOfia sufi que<br />

ha influenciado la lírica y el misticismo español.<br />

En loS verSoS de Meira Delmar aparecen elementos<br />

del sufismo como la armonía de la Naturaleza que<br />

refleja el Bien y la Sabiduría divina, el Amor como<br />

profesión de la fe, y la Belleza como manifestación<br />

de lo divino. Sus refinados poemas nos trasmiten<br />

lo fundamental de la experiencia humana en imágenes<br />

que subliman el sufrimiento y despojan lo<br />

vivencial de loS afanes<br />

3<br />

cotidianos para adquirir un<br />

matiz de lo inefable.<br />

de mis ancestros árabes. El amor a la Naturaleza,<br />

la contemplaci6n de los árboles, del agua, eloído<br />

inclinado a recoger el rumor del viento que pasa,<br />

todas esas cosas que viven en el entorno que han<br />

marcado, sí, la sensibUidad del Oriente, como ha<br />

quedado latente en la herencia dejada en España,<br />

sea en la palabra, sea en losjardines yJuentes y<br />

palacios y torres que en ella alzan el vuelo. El<br />

árabe ama el verde en la palmera, el guiño del<br />

ojo del agua, elJrescor del arroyuelo, todo conjugado<br />

en algún oasis que alguna vez, en algún<br />

mUenio ido, pudo hallar tras largos meses de desierto.<br />

y que quedó grabado en la memoria del<br />

tiempo.<br />

Los poetas del stifismo aunaron al anhelo del<br />

ascenso espiritual el canto del amor en todas sus<br />

manifestaciones. Tal vez en la insistencia del<br />

amor en mi poesía radiquen las semejanzas que<br />

tú crees descubrir entre aquella escuela y lo mío.<br />

No sería extraño que existiera esa corriente subterránea<br />

entre ambas maneras de expresi6n.<br />

Entre las fuentes que nutren su lírica se pueden<br />

señalar: su admiración por Alfonsina Storni. Gabriela<br />

Mistral y Juana de Ibarbourou. y por los poetas<br />

clásicos españoles. y por supuesto su ancestro<br />

libanés. Respecto a esto último. Meira Delmar. en<br />

una carta personal del 5 de noviembre de 1992.<br />

dice:<br />

Campo Elías Romero ve también la influencia del<br />

siglo de oro español pero sobre todo de san Juan<br />

de la Cruz y de santa Teresa de Jesús y anota la<br />

diferencia con la estética sufi que se desborda hacia<br />

el mu.ndo natural al contrario de la hispánica que<br />

es introspectiva. ya que Meira Delmar se deleita en<br />

la naturaleza<br />

4<br />

y con el mundo que la rodea (ver la<br />

nota 3).<br />

Pienso, como tú, que necesariamente tiene que<br />

habe1; en mis versos, una huella muy perceptible Según Martin Lings en What is Sufism? ( 1977).<br />

el sufismo se fundamenta en la certeza y no en la<br />

opinión. Por eso, esta corriente espiritual se basa<br />

* Licenciada en Letras de la Universidad del Valle. Master y<br />

Ph.D. de la Universidad de Syracuse (New York). Autora y editora<br />

de numerosas publicaciones, es profesora de la Facultad de<br />

Humanidades de Ficthburg State College (Massachusetts).<br />

en lo inexorable ya que el misticismo es el único<br />

repertorio de la verdad en todo su sentido, donde<br />

se indaga lo absoluto, lo infinito y lo eterno (93). La<br />

poesía de la poetisa barranquillera se conecta con<br />

70<br />

Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Unlnorte. Barranquilla<br />

pp. 70-78. 04-08/MM. ISSN 0120-2537


~<br />

Meira Delmar<br />

(2000)<br />

el mundo de lo sublime y<br />

con una milenaria tradición<br />

mística islámica que busca<br />

la perfección al iluminar el<br />

espíritu y despertar los sentidos.<br />

Un acento espiritual<br />

dirige la mirada poética y<br />

enfoca los sentidos hacia<br />

una comunicación más sutil<br />

con el universo; lo que le<br />

permite definir un estilo auténtico<br />

y un arte poética<br />

propia que se caracteriza<br />

por versos estilizados, imágenes<br />

instantáneas. devociÓn<br />

por la belleza. Ramón<br />

Vinyes, en 1952. en una carta a Meira Delmar destacaba<br />

las cualidades de Secreta Isla ( 1951) que se<br />

distinguía por la carencia de afeites y por la desnudez<br />

pura de sus versos (Huellas, 86). Gabriel<br />

García Márquez, por la misma época. alababa su<br />

diafanidad verbal y la precisión de sus palabras<br />

(675-676). 5<br />

Los temas recurrentes en sus poemas son: la<br />

presencia humana en el paisaje, la soledad como<br />

condición del ser humano, la conciencia de la temporalidad<br />

del ser y el paso del tiempo, los imprevisibles<br />

juegos de la memoria y el olvido, el amor y la<br />

muerte. Estos conceptos son elaborados con<br />

símbolos que marcan su quehacer poético: la rosa<br />

señala la perfección divina, el mar es un elemento<br />

purificador, la presencia del ángel insinúa las<br />

facultades humanas innatas, los jazmines evocan<br />

a los ser.es queridos, el agua fluye como el tiempo.<br />

Ilustraremos con algunos poemas de diversas obras<br />

los temas arriba mencionados.<br />

..A<strong>LA</strong>BANZA <strong>DE</strong>L AGUA" :<br />

<strong>LA</strong> <strong>DE</strong>VOCIÓN POR <strong>LA</strong> BELLEZA<br />

Una de las características constantes de la poesía<br />

de Meira Oelmar es su devoción por la Belleza y su<br />

alabanza a la Naturaleza ya los fenómenos múl-<br />

tiples del cosmos. Esta ftlosofía<br />

coincide con el pensamiento<br />

árabe clásico que<br />

Ibn Arabi retornó para declarar<br />

que el universo era<br />

bello porque era una obra<br />

perfecta del Artífice y reafIrmaba<br />

la idea de al Gazali de<br />

que: Nada había en lo<br />

posible que fuera más bello<br />

que este mundo (Puerta<br />

Vílchez. 753). Los poemas<br />

de Meira Delmar al agua, al<br />

fuego. a las aves, al mar,<br />

son una cristalización de<br />

este concepto. El soneto<br />

"Alabanza del agua" recrea la complejidad del<br />

elemento vital y sintetiza su capacidad proteica a<br />

través de metáforas que revelan sus múltiples<br />

transformaciones y funciones.<br />

Alabanza del agua<br />

Presenciaflna, musical, tallada<br />

en leve transparencia melodiosa.<br />

Vestidurajugaz yjubUosa<br />

de la lluvia que huye desalada.<br />

En ti recoge el alba desvelada<br />

su primera vendimia luminosa.<br />

y. sombra de COlo1; la mariposa<br />

navega en tus cristales reflejada.<br />

Levantas en tus manos la dulzura<br />

del lirio. y en tus ojos crece pura.<br />

la sonrisa del cielo en el estío.<br />

Eres río de pájaros. y cabe<br />

tu hermosura, que nadie medir sabe,<br />

en la míntmaforma del rocío.<br />

(Verdad del sueño, 1946)<br />

Este poema es un soneto endecasílabo de rima<br />

consonante (ABAB CCD) que describe con tono


conceptista y una serie de metáforas ias diferentes<br />

formas del agua: la lluvia es una "vestidura fugaz y<br />

jubilosa", el rocío es una "vendimia luminosa" y el<br />

arco iris es "una sombra de color... En el primer<br />

terceto se recogen los atributos del agua con<br />

personificaciones que recrean la belleza del entorno<br />

y la importancia del elemento vital: "Levantas en<br />

tus manos la dulzura/ del lirio, y en tus ojos crece.<br />

pura./ la sonrisa del cielo en el estío." El agua con<br />

sus "manos" nutre la tierra y sus "ojos". como espejos,<br />

duplican la belleza del cielo.<br />

En el segundo cuarteto se describen el rocío y el<br />

arco iris en un lenguaje conceptista que proyecta<br />

la maleabilidad y belleza del agua. El alba cosecha<br />

en el rocío "una vendimia luminosa", metáfora que<br />

celebra esta transformación y fenómeno matutino.<br />

y con una paradoja se recrea el arco iris que cruza<br />

el cielo, como: "sombra de color. la mariposa/ navega<br />

en tus cristales reflej~da." Así. la mariposa al<br />

surcar el espacio navegando en los cristales forma<br />

el arco cuyos colores se han desplazado en su figura.<br />

El último tercet() se inicia con la imagen del río y<br />

se concluye con la del rocío para declarar: "que nadie<br />

medir sabe" la hermosura del agua cuya complejidad<br />

se hace presente "en la mínima forma del rocío"<br />

oen el rápido movimiento y ruido del río que se<br />

describen con el vuelo de los pájaros: "Eres río de<br />

pájaros," El río y el rocío son dos presencias opuestas<br />

del agua pues se diferencian en el tamaño. que<br />

nadie sabe medir y en el movimiento ruidoso del<br />

río y la quietud silenciosa de la gota de rocío; por<br />

eso el poema es una "alabanza" a las múltiples posibilidades<br />

del agua.<br />

El soneto recrea la presencia del agua que es<br />

fina y transparente y se revela a través de sus acciones:<br />

es musical como "río de pájaros", es luz que<br />

recoge los rayos del sol en una "vendimia luminosa,<br />

es una vestidura, es la mano que nutre y levanta el<br />

lirio, es el arco iris que condensa los colores y es el<br />

espejo que refleja la belleza y perfección del universo.<br />

"EL<br />

ÁNGEL ": <strong>LA</strong> VOZ POÉTICA.<br />

"El Ángel" elabora el tema de la creación y la inspiración<br />

artística. y los temores del poeta de perder<br />

su voz; se reGrea también la angustia ocasionada<br />

por el prolongado silencio poético que se contrapone<br />

al júbilo del "canto". El poema se inicia en un día<br />

en que se busca inútilmente la voz poética. luego<br />

se recuerda "el alba del canto" cuando era suya esa<br />

voz con la que se lograba sublimar el dolor y la<br />

Meira Delmar con el ministro de cultura<br />

Juan Luis Mejía Arango. 2000.<br />

muerte. para concluir en una noche en que la iluminación<br />

se aleja. Así. alba. día y noche. en un juego<br />

de luz y de sombras. muestran la iluminación poética<br />

por medio del ángel. cuya lámpara y resplandor<br />

posibilitan la creación y cuya ausencia deja al artista<br />

en el "más hondo silencio."<br />

El Angel<br />

Un día como este. como otros. un día<br />

desnudo de señales -la rosa en su comarca<br />

depeifume, los pinos en el azu~, en vano<br />

preguntas por el roce jamUiar de sus alas<br />

y alma adentro te pierdes buscando la dulzura<br />

de sus manos tranquUas. de su tranquUajrente.<br />

Dices su nombre, clamas en el vacío, cruzas<br />

tu corazón Uamándole. y sabes que está solo<br />

tu corazón y sabes<br />

que si vuelves el paso vas a mirar la ausencia<br />

y tienes miedo. miedo de encontrar sus espadas,<br />

Cuántos bosques de Jrio. cuánta secreta sombra<br />

iluminó su lámpara, recuerdas. cuando iba<br />

contigo y te llevaba por las oscuras rutas<br />

a descubrir eljúbilo más allá de tu llanto.<br />

Alguna vez la muerte halló por.fin tu casa<br />

y te llenó de espinas los ojos y los sueños,<br />

de rebeldes palabras la voz y de amargura<br />

el vaso de la antigua dulcedumbre; callado.<br />

el ángel no lloraba por ti, te sostenía<br />

contra su pecho claro de amor hasta la hora<br />

en que era tuya el alba del canto nuevamente.<br />

y con sus modos puros<br />

levantaba tu rostro a su célico beso.<br />

Que te ha dejado sientes porque te sangra ahora<br />

la soledad lo mismo que herida verdadera.<br />

y la angustia te roT:ldq con sus lobos hambrientos<br />

72


Con el director de la Biblioteca Nacional,<br />

Carlos José Reyes Posada. 2000.<br />

y nadie te acompaña sí a tu lado no hay nadie.<br />

Perdida estás. perdida, desterrada del tiempo<br />

mientras huyen y tornan los ardientes veranos,<br />

su ayuda se descubre el júbilo de la creación; pues<br />

"te sostenía contra su pecho claro de amor hasta la<br />

hora en que era tuya el alba del canto" y con el<br />

"célico beso" se recobra la inspiración anhelada que<br />

devuelve la voz poética.<br />

En la tercera estrofa, la dulzura y tranquilidad<br />

que se percibían con la presencia del ángel -la voz<br />

recobrada- se torna en angustia cuando ésta<br />

desaparece. El tiempo pasa como "los ardientes<br />

veranos" -de aridez artística- que consumen al "tú".<br />

Se estiliza la angustia del creador/a frustrado/a.<br />

"el tú" al que se dirige el poema. con "los lobos hambrientos"<br />

que le rondan. El poema fluctúa entre dos<br />

polos de oposición: ángel-lobos. inspiraciónfrustración.<br />

el canto -el silencio, el célico beso -la<br />

herida verdadera. que cristalizan los afanes dellaborar<br />

de la poetisa, sus temores de perder el camino<br />

y el júbilo con el poema logrado.<br />

mientras crecen hogueras que no ves. que no tocan<br />

tu heredad sollozante. La amargura, el dolor, la rebeldía generan<br />

"espinas en los ojos y los sueños" y la inspiración<br />

y es más hondo el silencio<br />

desaparece: "callado el ángel no lloraba por ti,..."<br />

si en La noche un lejano resplandor atraviesa<br />

Es sólo cuando se decantan estos sentimientos y<br />

lq celeste comarca.<br />

se subliman que regresa el ángel: "con sus modos<br />

puros I levantaba tu rostro a su célico beso. " El<br />

(Secreta Isla. 1951)<br />

artista con la creación sublima el sufrimiento, se<br />

La poesía empieza con una descripción del ambiente libera de los afanes cotidianos y trasciende la<br />

ideal para la creación poética: "la rosa en su comarcal<br />

de perfume, los pinos en el azul" crean el mo-<br />

lo que sostiene al "tú" en los momentos de amargura<br />

muerte. Es sólo el arte, yen este caso, la voz poética,<br />

mento ideal para el encuentro de la palabra. Esta y de dolor: cuando "la muerte halló por fin tu casal<br />

primera estrofa se ubica en un día carente de iluminación,<br />

a pesar de que "cruzas tu corazón llamán-<br />

rebeldes palabras la voz y de amargural el vaso de<br />

y te llenó de espinas los ojos y los sueños, I de<br />

dole,..." Luego se evoca la presencia del ángel, la la antigua dulcedumbre;..." Con el laborar poético<br />

inspiración poética, con imágenes que recrean la se da sentido a la existencia y coherencia a los<br />

calma del escritor prolífico: "el roce familiar de sus sentimientos humanos de dolor y de alegría, el júbilo<br />

alas"6 o "la dulzura de sus manos tranquilas". Como<br />

contraste, la ausencia de la voz poética se refleja el sufrimiento; por eso, la pérdida de esta capacidad<br />

de la creación artística hace soportable la muerte y<br />

en el silencio del ángel que no responde: "Dices su se compara con una "herida verdadera", con un destierro<br />

temporal y el ambiente ideal y espiritual se<br />

nombre, clamas en el vacío" y se llega, entonces, a<br />

la conciencia del abandono y de la soledad y sólo se torna en "heredad sollozante."<br />

siente el "miedo de encontrar sus espadas" -la<br />

infertilidad artística-. "SOLEDAD": <strong>LA</strong> PLENITUD EXISTENCIAL<br />

En la segunda estrofa la imagen del ángel, se<br />

asocia a la lámpara que ilumina las secretas sombras.<br />

las rutas oscuras o los bosques de frío y con<br />

En "Soledad" se agudiza la percepción que permite<br />

gozar el instante de perfecta armonía. El poema<br />

recoge el momento edénico. cuando el yo poético,<br />

73


inmerso en el silencio, se embelesa con la belleza<br />

del entorno y experimenta la plenitud existencial.<br />

Soledad<br />

Nada igual a esta dicha<br />

de sentirme tan sola<br />

en mitad de la tarde<br />

y en mitad del trigal;<br />

bajo el cielo de estío<br />

y en los brazos del viento.<br />

soy una espiga más.<br />

Nada tengo en el alma.<br />

Ni una pena pequeña<br />

ni un recuerdo lejano<br />

que me hictera soñar. ..<br />

8610 tengo esta dicha<br />

de estar sola en la tarde.<br />

jcon la tarde no más!<br />

Un sUencio muy largo<br />

va cayendo en el trigo,<br />

porque ya el sol se aleja<br />

y ya el viento se va;<br />

¡quien me diera por siempre<br />

esta dicha indecible<br />

de ser; sola y serena,<br />

un mUagro de paz!<br />

(Alba de olvido, 1942)<br />

Los elementos fundamentales: el sol que<br />

purifica. el aire que mueve las espigas. el trigo que<br />

nutre. ocasionan la paz espiritual y sugieren una<br />

presencia sobrenatural. La metáfora de la espiga<br />

señala la fragilidad e incidentalidad del ser que se<br />

contrapone al viento que pasa y al sol que se aleja;<br />

la respuesta poética es dilatar la vivencia y<br />

atesorarla para el recuerdo. El trigal y el sol de la<br />

tarde son las imágenes asociadas a este instante<br />

que se revive y que recrean un "locus amoenus"<br />

gratificante. El color dorado del sol y del trigo y el<br />

calor implícito del estío refuerzan la presencia de<br />

Dios en las imágenes de luz y de energía. La vía del<br />

Islam es la vía de una conducta que es innata al<br />

hombre desde la creación, desde el principio de la<br />

humanidad. La conciencia adánica surge paralela<br />

al conocimiento innato o al entendimiento de cómo<br />

conducirse en la existencia para evitar la confusión.<br />

Por lo general, la sociedad y los padres corrompen<br />

este estado de sumisión a la realidad natural<br />

(Fadhla1la Haeri, 55). Esta actitud permite disfrutar<br />

la plenitud y el presente. La hablante lírica aguza<br />

los sentidos para dilatar el paso del tiempo y<br />

enriquecer los recuerdos del porvenir con emociones<br />

teñidas de sensaciones.<br />

El paisaje recreado contiene la emoción del momento<br />

y forma parte del panorama espiritual, no<br />

es sólo un escenario de las acciones humanas, es<br />

el reflejo de la perfección divina y el complemento<br />

del ser. A través del paisaje se describen las emociones<br />

y se percibe el paso del tiempo. La naturaleza<br />

se personifica y comparte el destino del ser humano<br />

y es uno de los personajes centrales de la poesía.<br />

<strong>LA</strong> BELLEZA<br />

"CANCIÓN":<br />

y ARMONÍA<br />

COMO PERFECCIÓN<br />

DIVINA<br />

La perfección divina se manifiesta en la belleza del<br />

universo, haciéndola accesible al intelecto y permitiéndole<br />

al ser humano trascender lo cotidiano y<br />

participar de lo absoluto. Annemarie Schimmel en<br />

As Through a Veil: Mystical Poetry in Islam (1982)<br />

estudia la poesía mística islámica y encuentra que<br />

algunos conceptos religiosos islámicos pueden aparecer<br />

en imágenes puramente estéticas que revelan<br />

una tensión entre lo espiritual y lo intelectual, entre<br />

lo sensual y lo suprasensual, sin perder su origen<br />

religioso (4).<br />

Canción<br />

Uévame como una rosa<br />

sobre tu pecho.<br />

Por la tierra y el mar;<br />

74


el verano,<br />

el invierno,<br />

como una rosa, viva<br />

sobre<br />

tu pecho.<br />

Armadura de seda,<br />

breve escudo de sueño,<br />

en el día del canto,<br />

en la noche del miedo.<br />

No importa que una tarde<br />

me deshoje en el viento.<br />

Te quedará un peifume<br />

dentro del pecho.<br />

(Reencuentro. 1981 )<br />

En "Canción" se recrea el efecto de la belleza y<br />

de la perfección de las rosas, que a pesar de su<br />

fragilidad, dejan una huella indeleble en el ser que<br />

las percibe. La imagen de la rosa combina la vida<br />

emocional y la vida intelectual. "No importa que una<br />

tarde / me deshoje en el viento. / Te quedará un<br />

perfume/ dentro del pecho." La temática del poema<br />

surge de una depurada experiencia del entorno ( el<br />

jardín, las rosas, la noche, el día) y muestra una<br />

reflexión sobre lo primordial de la existencia, del<br />

momento presente, de lo transitorio y de la muerte;<br />

así, se recupera la sensación experimentada y se<br />

verifica lo inefable. Las imágenes que recorren el<br />

poema reflejan una profunda comunicación con la<br />

naturaleza y una conciencia del ser en el tiempo.<br />

Para Ibn Arabi, Dios no puede ser visto en una forma<br />

inmaterial (en Shah, 1<strong>58</strong>), por lo tanto, se manifiesta<br />

en la perfección de lo creado, en la Belleza, en la<br />

Verdad y en la Vida. El sufí al contemplar la perfección<br />

de lo creado puede adivinar y disfrutar de<br />

la presencia divina. El siguiente hadith 7 expresa<br />

este elemento de la filosofía de los su fíes: "Dios es<br />

bello y ama la Belleza ", y así la experiencia estética<br />

sufí busca la perfección, que como aclara Henry<br />

Corbin: "es una necesidad esencial del sufí, de<br />

(d)escribir el mundo en términos estéticos y de<br />

vivirlo también 'estéticamente'." (en Puertas Vilchez,<br />

745 ). Así, la rosa deshojada es la metáfora que<br />

anuncia estéticamente el momento final pero cuyo<br />

perfume trasciende a una vida espiritual y emocional<br />

ya que se niega a desaparecer y queda impregnado<br />

en el pecho del ser amado.8 La rosa. a pesar<br />

de su fragilidad. acompaña al amado en su viaje<br />

por la vida. en los momentos difíciles (la noche del<br />

miedo) y en los momentos felices (en el día del canto);<br />

el poema recrea de manera estilizada la experiencia<br />

de la vida. la temporalidad del ser y el trágico deseo<br />

de permanecer.<br />

"REGRESOS":<br />

<strong>LA</strong> TEMPORALmAD y LO TRANSITORIO<br />

<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> EXISTENCIA<br />

En "Regresos" el paso del tiemp09 y la persistencia<br />

de la memoria son dos elementos que guían a la<br />

autora y que le dan un tono existencial a las vivencias<br />

recuperadas ya los sentimientos cristalizados<br />

en el poema. La fugacidad de la experiencia humana<br />

crea un sentimiento de nostalgia que lleva a evocar<br />

los días de la infancia con un afán de dejar un testimonio<br />

de lo vivido y sentido.<br />

Regresos<br />

Quiero volver a la que un día<br />

llamamos todos nuestra casa.<br />

Subir las viejas escaleras,<br />

abrir las puertas, las ventanas.<br />

Quiero quedarme un rato. un rato.<br />

oyendo aquella misma Uuvia<br />

que nunca supe a ciencia cierta<br />

si era de agua o si era música.<br />

Quiero salir a los balcones<br />

donde una niña se asomaba<br />

a ver llegar las golondrinas<br />

que con diciembre regresaban.<br />

75


Tal vez la encuentre, todavía,<br />

jijos los ojos en el tiempo,<br />

con una llama de distancias<br />

en lapequeñajrente ardiendo.<br />

Quiero cruzar el patio übto<br />

de sol y rosas y cigarras.<br />

Tocar los muros encalados.<br />

el eco ausente de las jaulas.<br />

Acaso aún estén volando<br />

en torno suyo las palomas,<br />

y me señalen el camino<br />

que va borrándose en la sombra.<br />

Quiero saber si lo que busco<br />

queda en el sueño o en la infancia.<br />

Que voy perdida y he de hallarme<br />

en otro sitio, rostro y alma.<br />

(Reencuentro. 1981)<br />

Las vagas imágenes del pasado regresan con<br />

aromas, sonidos, colores, formas, que reviven anécdotas<br />

y sentimientos que han dejado huellas en la<br />

vida emocional y así, las vivencias del presente se<br />

ensanchan con las ya experimentadas: "Quiero cruzar<br />

el patio tibio/ de sol y rosas y cigarras. / Tocar<br />

los muros encalados,/ el eco ausente de la s jaulas".<br />

La disciplina sufi conecta el mundo real con una<br />

dimensión abstracta atópica pero experimentada<br />

en el interior del ser. Así, est~ imágenes poéticas<br />

materializan los conceptos de lo temporal y espacial<br />

a través de las sensaciones sonoras (ecos), táctiles<br />

(muros), visuales (el patio), olfativas (rosas), que le<br />

ayudan a recobrar la casa y las vivencias de la infancia.<br />

Shaykh Fadhlalla Haeri dice que los pensamientos<br />

abstractos y las emociones son consideradas<br />

como formas de conciencia más sutiles y<br />

superiores en la escala de las percepciones humanas<br />

(como son oír, "sentir", ver), estos atributos siguen<br />

un orden divino que permea los mecanismos<br />

que gobiernan la materia. No se puede hablar de la<br />

conciencia pura, debe ser experimentada. Es el estado<br />

del ser (60). Razón por la cual la mirada captura<br />

el paisaje dentro de un marco existencial: "Quiero<br />

volver a la que un día/ llamamos todos nuestra<br />

casa." El oído registra los sonidos en un pentagrama<br />

emocional: "Quiero quedarme un rato, un rato, /<br />

oyendo aquella misma lluvia/ que nunca supe a<br />

ciencia cierta/ si era de agua o si era música." y la<br />

memoria decanta la sensación y la convierte en material<br />

poético: "Quiero volver a la que un día/ llamamos<br />

todos nuestra casa. / Subir las viejas escaleras,/<br />

abrir las puertas, las ventanas."<br />

Meira Delmar con Ramiro Moreno Noriega (der.J. rector de la<br />

Corporación Universitaria de la Costa. en el homenaje que esta<br />

institución ofreció a la poetisa. Barranquilla. 2000.<br />

El poema sugiere el continuo retorno del ayer<br />

que vuelve en las intuiciones y en las emociones<br />

del ahora: "Quiero saber si lo que buscol queda en<br />

el sueño o en la infancia. I Que voy perdida y he de<br />

hallarme/ en otro sitio, rostro y alma." Un rostro<br />

evoca otro, una emoción se enriquece y se matiza<br />

con otras ya experimentadas. Se indaga en los<br />

vestigios del pasado, en los gestos y las actitudes<br />

de la infancia para encontrar rastros en el presente<br />

que permitan enlazar pasado, presente y futuro<br />

con puentes que establezcan conexiones intelectuales<br />

y emocionales en la memoria haciendo posible<br />

recordar el futuro y revivir el pasado. Estas sensaciones<br />

e imágenes son elementos que crean una<br />

continuidad en la experiencia humana y le dan coherencia<br />

y trascendencia a la vida emocional, dejando<br />

rastros de lo ya vivido y experimentado.<br />

"HUÉSPED<br />

SIN SOMBRA":<br />

<strong>LA</strong> MUERTE y EL OLVIDO<br />

La experiencia pasajera de la vida y la muerte como<br />

un viaje son los temas de "Huésped sin sombra",<br />

último poema de Reencuentro. El yo lírico se presenta<br />

como un huésped que al momento de la partida<br />

final solo se lleva "er~rostro en paz y el corazón<br />

en guerra". Con este oxímoron se expresa el continuo<br />

trajinar de la existencia, la satisfacción de lo<br />

vivido y la frustración por lo que no se llevó a cabo;<br />

la paz de la existencia vivida a plenitud y la inconformidad<br />

con la muerte que pronto llega; así. se<br />

reflejan ciertos aspectos del sufismo: "lo que se ha<br />

denominado el arte de vivir del sufi. la vida como<br />

arte interpretado primordialmente a través de la<br />

práctica de la escritura y del viaje, y en su doble<br />

76


tendencia estética y trágica" (Puertas Vilchez, 745 ).<br />

Huésped sin sombra<br />

Nada deja mi paso por la tierra.<br />

En el momento del callado viaje<br />

he de llevar lo que al nacer me traje:<br />

el rostro en paz y el coraz6n en guerra.<br />

Ninguna voz repetirá la mía.<br />

de nostálgico ardor yjiel asombro.<br />

La voz estremecida con que nombro<br />

el maJ; la rosa, la melancolía.<br />

No volverán mis ojos renacidos<br />

de la noche a la vida siempre Uesa.<br />

a beber como un vino la belleza<br />

de los mágicos cielos encendidos.<br />

Esta sangre sedienta de hermosura<br />

por otras venas no será cobrada.<br />

No habrá manos que tomen, de pasada,<br />

la viva antorcha que en mis manos dura.<br />

Nifrente que mi sueño mutilado<br />

recoja y cumpla victoriosamente.<br />

Conjuga mi existir tiempo presente<br />

sinfuturo después de su pasado.<br />

Término de mí misma, me rodeo<br />

con el anillo cegador del canto.<br />

Vana marea de pasión y llanto,<br />

en mí naufraga cuanto miro y creo.<br />

A nadie doy mi soledad. Conmigo<br />

vuelve a la orilla del paVO1; ignota.<br />

Mido en silencio lafmal derrota.<br />

Tiemblo<br />

del día. Pero no lo digo.<br />

(Reencuentro. 1981 )<br />

El verso con que se inicia el poema: "Nada deja<br />

mi paso por la tierra." tiene varias connotaciones<br />

que aluden a diferentes aspectos vivenciales que<br />

sintetizan la trayectoria vital del yo lírico en una<br />

doble vertiente material yespiritual. Su paso por el<br />

mundo es como el de una "sombra" que no deja<br />

huella visible por lo leve de su presencia, por el<br />

amor profesado al entorno: "el mar, la rosa" y "los<br />

cielos encendidos". Su quehacer poético ha sido<br />

algo propio y muy íntimo, idea que se expresa en el<br />

poema: "Ninguna voz repetirá la mía/ de nostálgico<br />

ardor y fiel asombro." Los otros temas primordiales<br />

son: la muerte, destino final, que aniquila la<br />

individualidad de cada ser: "en mí naufraga cuanto<br />

miro y creo"; la soledad como una condición vivencial<br />

ineludible: "A nadie doy mi soledad. Comnigo/<br />

vuelve a la orilla del pavor, ignota. / Mido en silencio<br />

la final derrota. / Tiemblo del día. Pero no lo digo";<br />

y el olvido que es otra forma de morir y de desaparecer<br />

sin dejar huella. Concepto que ya se cristaliza<br />

en la cuarta estrofa: "Esta sangre sedienta de<br />

hermosura/ por otras venas no será cobrada. / No<br />

habrá manos que tomen, de pasada, / la viva antorcha<br />

que en mis manos dura. " Este ardiente deseo<br />

de proyectarse en el futuro y de continuar la existencia<br />

en otros muestra un afán de conquistar la<br />

muerte y el olvido.<br />

El poema refleja un sentimiento dual: la plenitud<br />

de lo vivido y "la tristeza que surge por la sensación<br />

de desarraigo y de [la) caducidad inmediata de la<br />

condición humana (Puertas Vilchez, 763-764)<br />

experimentada en el suftsmo. El poema recoge los<br />

sentimientos y emociones más vitales que conmueven<br />

al ser humano: el amor a la vida, el temor a la<br />

muerte y el anhelo de trascender; temas que son<br />

fundamentales en la poesía de Meira Delmar. El<br />

amor, el paso del tiempo, la memoria, son los sentimientos<br />

esenciales que permean su creación y han<br />

sido una temática constante en su breve pero profunda<br />

y exquisita obra.<br />

NOTAS<br />

1 Muchas de las ideas de este artículo ya las había trabajado<br />

en el ensayo sobre Meira Delmar que se publicó en Nueva Gaceta.<br />

Bogotá, 2(2000).<br />

2 Es el seudónimo con el cual se dio a conocer O.ga Chams<br />

Eljach (Barranquilla, 1922) una de las más reconocidas autoras<br />

del país y una de las pocas mujeres que ha sido elegida como<br />

miembro correspondiente de la Academia ColombIana de la<br />

Lengua. Su labor poética se inició en los años cuarenta con<br />

Alba de olvido (ver bibliografia) obra que ya mostraba los temas<br />

y el estilo que iban a definir sus versos.<br />

3 En una visita a Barranquilla en agosto del 2000, discutía<br />

con Meira Delmar y Campo Elías Romero sobre las raíces de su<br />

poesía. Ella dijo que nunca había pensado en el sufismo hasta<br />

que leyó el artículo que escribí en Utemtum y diferencia en 1995.<br />

Campo Elías Romero también ve esta influencia y la analiza en<br />

su artículo: "La presencia del Angel o el ángel de la presencia",<br />

Barranquilla, marzo de 1999, (inédito). Llegamos a coincidir en<br />

su dedicación a la estética de lo bello, sin que por ello ignore el<br />

sufrimiento y la tragedia como lo prueba su poema a Raúl Gómez<br />

Jattin. Su continuo trabajo con su lírica y su afán por la perfección<br />

del verso se hizo evidente cuando recitó de memoria sus<br />

poemas:<br />

4 Deseo agradecer a Campo Elías Romero su generosa ayuda<br />

al proporcIonarme material para este artículo.<br />

5 La revista Semana, # 882 de 1999, destaca: "Los cIen libros<br />

colombIanos del siglo" y entre los elegidos está Alba de olvido<br />

(1942) de Meira Delmar; yen 1994, la Universidad de Antioquia<br />

consagró sus versos como "Ios mejores de la patria". Huellas:<br />

Revista de la Universidad del Norte, publicó "Dossier Meira<br />

Delmar", 47.48(1996):71-93, como homenaje a su obra y por<br />

haber sido elegida miembro de la AcademIa Colombiana de la<br />

'7'7


Lengua en 1995 con artículos de Dora<br />

Castellanos. Gabriel Alberto Ferrer Ruiz<br />

y Yolanda Rodríguez Cadena. El<br />

Instituto Caro y Cuervo publiCÓ en el<br />

año 2000 en su serie "La Granada<br />

Entreabierta" una antología de los<br />

poemas de la autora con un prólogo de<br />

Fernando Charry Lara y un estudio de<br />

Juan Gustavo Cobo Borda. También<br />

han estudiado la obra de esta autora:<br />

Javier Arango Ferrer y Campo Elías<br />

Romero Fuenmayor.<br />

6 Gilbert Durand en Las estructuras<br />

antropol6gtcas de lo tmagtnario analiza<br />

las imágenes ornttológtcas y encuentra<br />

"que remiten al deseo dinámico de<br />

elevación y de subl1mación" ( 123 ). Y cita<br />

a Gaston Bachelard quien esboza "una<br />

'ptereosicologia. donde convergen el ala.<br />

la elevación. la flecha. la pureza y la<br />

luz" (123).<br />

Po~da del disco comp<br />

7 Hadith es el térmIno que dan los de Metra<br />

musulmanes a una afirmación que<br />

creen contiene las prácticas y preceptos del Profeta (Ctiddon;<br />

398).<br />

8 Puertas Vilchez en Histolia del pensamiento árabe dice que:<br />

"La poética amorosa árabe se combIna con los textos sagrados<br />

y. viceversa. para transformarse ambos en pensamiento y<br />

experiencia vital. y convertir el discurso filosófico en puro<br />

lenguaje poético" (7<strong>58</strong>- 7<strong>59</strong>). Esta afirmación la podemos utilizar<br />

con la visión estética que permea la obra de Metra Delmar y que<br />

le crea un lugar único en el panorama literario nacional.<br />

9 Yolanda Rodriguez Cadena analiza este tema en "Ser y<br />

temporalidad en Laúd menwrioso" en Huellas. (1996):90-92.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

Obras de Meira Delmar<br />

Pasa el vIento: antología poética 1942-1998. Serie "La granada<br />

entreabierta", 88. Pról. Fernando Charry Lara. Bogotá.<br />

Instituto Caro y Cuervo. 2000<br />

-AlguIen pasa. Bogotá: Carlos Valencia Editores. 1998.<br />

-Laúd Memolioso. Bogotá: Carlos Valencia Editores, 1995.<br />

-Reencuentro. Bogotá: Carlos Valencia Editores, 1981.<br />

-Huésped sin sombra. (Antología del Instituto Colombiano<br />

de Cultura Hispánica. Int. Javier Arango Ferrer, Bogotá:<br />

Editorial Kelly. 1971.<br />

-.Poesía. Antología Bilingüe ltaliano-<br />

Espafiol, int. Javier Arango Ferrer, trad.<br />

Mario Vitale, Siena, Italia: Editorial<br />

Mala, 1962.<br />

-.Secreta Isla. Barranquilla: Editorial<br />

Arte, 1951.<br />

-.Verdad del sueño. Barranquilla:<br />

Editorial Arte, 1946.<br />

-.Sitio del amor: Barranquilla: Editorial<br />

Mejoras, 1944.<br />

-.Alba de olvido. Barranquilla: Editorial<br />

Mejoras, 1942.<br />

Obras citadas<br />

Cuddon, J.A. A Dtcttonary o] Uterary<br />

Terms and Uterary Theory. 3 ed., Oxford:<br />

Bas1l Blackwell, 1991.<br />

Durand, Gilbert. Las estructuras<br />

,acto Antología 'tica antropológtcas de lo tmagmario. Trad.<br />

D 1 poe Mauro Armiño. Madrid: Ediciones Taue<br />

mar.<br />

rus, 1981.<br />

Fadhlalla Haeri, Shaykh. The Elements<br />

o] Sujlsm. Nueva York: Barnes & Nobles, 1990.<br />

Ferrer Ruiz, Gabriel Alberto. "Los inmlgrantes en Meira Delmar".<br />

Huellas, Revista de la Universidad del Norte, ( 1996):87 -89.<br />

García Márquez, Gabriel. "Secreta isla " en Obra periodística. Textos<br />

costeños. Comp. y pról. Jacques G1lard. Barcelona: Bruguera,<br />

1(1981):675-676.<br />

Jaramillo, María Mercedes. "La poética amorosa de Meira Delmar".<br />

Literatura y di]erencia. Escritoras colombianas del siglo<br />

xx. Eds. María Mercedes Jaramillo, Betty Osorio y Angela<br />

Inés Robledo, Bogotá: Ediciones Uniandes, Medellín: Editorial<br />

Universidad de Antloquia, 1(1995):131-149.<br />

-."La influencia sufi en la obra de Meira Delmar." Revista de<br />

colombianistas. Bogotá: Tercer Mundo, 21(2000).<br />

-."Una ffiosofia esencial en la poesía de Meira Delmar". Bogotá,<br />

Nueva Gaceta, 2(2000).<br />

Lings, Martin. What Is Sujlsm? Berkeley: University of California<br />

Press, 1977.<br />

Puertas V1lchez, José Miguel. Historia del Pensamiento Estético<br />

Árabe. Madrid: Ed. Akal, 1997.<br />

Romero Fuenmayor, Campo Elías. "La presencia del Angel o el<br />

ángel de la presencia", Barranquilla, marzo de 1999 (inédito).<br />

Schimmel, Annemarie. As Through a Vea: Mystical Poetry in Islam.<br />

Nueva York: Columbia University Press, 1982.<br />

Shah, ldries. The Sujls. lntroductlon by Robert Graves, Nueva<br />

York: Anchor Books, 1964.<br />

78


LÍRICA<br />

Renata Pallottini*<br />

Fldel1na González**<br />

(traducción)<br />

AMOR<br />

COLUMNAS<br />

* Columnas.<br />

La alegría<br />

de ser.<br />

La alegría<br />

de no ser<br />

sola.<br />

Que son ningún ruido<br />

ningún resquicio.<br />

Simplemente columnas<br />

en línea.<br />

Tan simples.<br />

La alegría<br />

sola<br />

de ser<br />

alegría.<br />

*<br />

En el primer momento<br />

nunca se sabe.<br />

Sólo se sabe cuando ya es tarde.<br />

El primer momento es el descubrimiento,<br />

Sólo el segundo momento<br />

es el primer momento.<br />

y el primer momento<br />

es tan lleno de errores.<br />

Mal sabíamos que la vida<br />

era sólo eso mismo:<br />

todo el tiempo, todo el tiempo<br />

un primer momento.<br />

* Brasileña. Dramaturga. escritora. poetisa. Profesora de la<br />

Escuela de Arte Dramático y la Escuela de Comunicaciones y<br />

Artes. Sao Paulo. y de la Escuela Internacional de Cine y TV de<br />

San Antonio de los Baños. Cuba. Estas poesías fueron cedidas<br />

por su autora especialmente para Huellas.<br />

** Cubana. Dramaturga. Profesora de la Universidad de Sao<br />

Paulo y la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de<br />

los Baños.<br />

Unísonas.<br />

*<br />

Altas colinas.<br />

Astas blancas en lo azul<br />

Altas columnas.<br />

*<br />

Erecto se hace un hombre<br />

con la columna del cuello<br />

y el dorso recto.<br />

Luego, la columna del sexo,<br />

rehace ese proceso.<br />

*<br />

Cuatro columnas en el agua.<br />

¿Templo o<br />

pórtico o<br />

nave?<br />

Con la cabeza espumajeada<br />

cuatro columnas en el agua:<br />

un caballo.<br />

(Isla de Mykonos)<br />

Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Unlnorte. Barranquilla<br />

pp. 79-80. 04-08/MM. ISSN 0120-2537<br />

79


p ARA ABRIR <strong>LA</strong>S MAÑANAS<br />

En mi tierra todavía no es mañana<br />

en toda la tierra todavía no es mañana<br />

todavía no es mañana en el valle nublado<br />

donde las imágenes se diluyen en una tela<br />

todavía no duelen los ojos como si fuese mañana<br />

todavía no siento el gusto amargo, todavía no es mañana<br />

puedo fingir el ser como si fuese noche<br />

puedo fingir la inconsciencia, el sueño.<br />

Puedo ahondar en el sueño voluntariamente<br />

puedo soñar el beso. el encuentro. alguna sonrisa<br />

puedo fingir la calidez de los días<br />

todavía no es mañana y la vida no comenzó<br />

todavía no somos libres ni sabemos nada<br />

mi pueblo nada sabe, todavía no es mañana<br />

mi pueblo todavía piensa en juegos y riquezas<br />

mi pueblo todavía sueña soluciones<br />

todavía no es mañana, duermen mendIgos bajo los puentes<br />

bajo los elevados y en los portales<br />

todavía desfallecen nIños sin sentido<br />

todavía mIs sentidos palpan su dolor<br />

no es mañana, los perros no bostezan<br />

los gallos no cantaron su canto de denuncia<br />

el sol no me aparece con sus colores incontenidos<br />

todavía el sol no me calienta, todavía no es mañana<br />

todavía te amo inesperadamente<br />

todavía no partiste y yo no partí<br />

todavía no lloramos y mi pueblo no sabe nada<br />

en mi país todavía no es mañana<br />

tardará mucho tal vez, las horas son misterio<br />

tardará mucho todavía, la conciencia hiere<br />

se golpea mi ser, saber maltrata<br />

tardará mucho tal vez, todavía no es mañana.<br />

Mi vuelo va. mi vuelo determinado<br />

es hora de llorar. todavía no es mañana<br />

tardará mucho. tal vez. una palabra tuya<br />

un gesto tuyo<br />

para abrir las mañanas.<br />

* *<br />

80


Mercado público de BarranquUla<br />

(1965,óleo sobre madera, 24 x 97 cm, colección particular, Bogotá,)<br />

Claudine<br />

Bancelin<br />

Ve la luz el primer libro sobre la vida y obra de Noé<br />

León. un artIsta que vivió en Barranquilla. que alcanzÓ<br />

la fama en el ocaso de su vida y con ello se<br />

consagró como el padre de la pintura primitivista<br />

en Colombia.<br />

La publicación. hasta ahora de circulación pri-<br />

* Periodista de la Universidad Javeriana. Diplomada en<br />

Periodismo de la Universidad del Norte. Actualmente. estudIa<br />

literatura en la UniversIdad del Atlántico, y es bIbliotecaria del<br />

ColegIo Británico,<br />

vada y realizada por El Sello Editorial, viene precedida<br />

por tres premios entregados por la industria<br />

gráfica como el mejor libro ilustrado de 1999.<br />

Su producción estuvo a cargo de varios barranquilleros:<br />

José Antonio Carbonell, en la dirección<br />

editorial, Eduardo Serrano, en sus textos, Enrique<br />

Dávila, en la cronología, y Claudine Bancelin, en la<br />

investigación.<br />

Cuando se cumplen 22 años de su muerte y se<br />

I. El Juan B. Elbers (1965. óleo sobre madera.<br />

archivo fotográfico de la Bibiloteca Luis Angel Arango. Bogotá.)<br />

D. Titulo desconocido<br />

(1965. óleo sobre madera. 40.5 x 69 cm, colección particular. Bogo1á.)<br />

Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Uninorte. Barranquilla<br />

pp. 81-85. 04-08/MM. lSSN 0120-2537<br />

81


conmemoran 93 de su nacimiento, reaparece Noé<br />

León, con su nombre de diluvio y apellido de animal<br />

salvaje y su delirio por los perros del vecindario<br />

que desfilaban por su patio polvoriento en busca<br />

de sancocho y alkaseltzer. Un diario que llevaba<br />

sobre ellos marcaba el fin de cada día y el menú<br />

que había consumido cada uno, y que le valía el<br />

medicamento efervescente según los dictámenes de<br />

León.<br />

Noé León, un ecólogo antes de la ecología, un<br />

pintor de ingenuidades y reflexiones, un maestro<br />

de la vida, de la naturaleza, pintor de pueblos, de<br />

buses, de campos de animales.<br />

Alguna vez pintó en los patios de las casas que<br />

tenía. Por ello una niña barranquillera se escondía<br />

entre los matorrales del patio para observarlo en<br />

tremendo silencio mientras él pintaba a San Rafael<br />

como manda única para la enfermedad de su abuela,<br />

que lánguida y sudorosa se debatía entre los<br />

estertores de la muerte que resultaron inútiles, porque<br />

poco después se entregó a los oficios caseros<br />

como si nada hubiese pasado.<br />

Pero muchas veces no vendía nada, y entonces<br />

pagaba con cuadros que luego colgaban en las paredes<br />

mustias en reemplazo de calendarios de bombas<br />

de gasolina con mujeres con vestidos de baño<br />

de tigre y piernas fabulosas. Cuadros que seguramente<br />

yacen olvidados sin que sus dueños se hayan<br />

percatado nunca que esa obra de trazos coloridos<br />

reposa también en museos de Europa y América,<br />

en casa de grandes coleccionistas privados, de<br />

expresidentes del continente y de poetas desesperados<br />

de amor.<br />

Por ello mientras se gestaba este libro. siete cuadros<br />

de él cayeron en un tonel de basura después<br />

de que los aguaceros torrenciales de Barranquilla<br />

devastaran un tanto los colores encendidos, y su<br />

La niña. ahora es Rafaela Voss, quien dirige el<br />

Centro de Documentación para la Mujer de la Universidad<br />

del Atlántico y quien con sus recuerdos<br />

primeros ayudó a recrear algunas intimidades del<br />

artista para este proyecto editorial.<br />

Noé León. pegado a sus carnes flacas. recorría<br />

las calles barranquilleras con los cuadros aún olorosos<br />

a trementina hasta que vendía alguno de ellos.<br />

y entonces refrescaba su garganta reseca en las tiendas<br />

del barrio. con cervezas que animaban su espíritu<br />

y rompían el letargo de su miseria.<br />

ArrIba<br />

Adán y Eva<br />

(1964. archivo fotográfico<br />

de la Biblioteca LuIs Angel Arango. Bogotá.)<br />

Abajo<br />

Mtstonero comIdo por tigre<br />

óleo sobre madera, x 80 cm,<br />

(1967. 60<br />

colección particular. caU.)<br />

82


dueña decidiera que treinta años habían sido suficientes<br />

para la decoración de sus paredes.<br />

Una tarde de recorridos. Noé León atinó a pasar<br />

por una tienda de intelectuales llamada "La Cueva<br />

H donde en vez de sancocho cocinaban boullabaise.<br />

"Recuerdo perfectamente la figura que dobló la<br />

esquina de la calle <strong>59</strong> con el boulevard Roosevelt y<br />

se encaminó hacia el norte".l<br />

Una llamada que salió de allí cambiaría su vida<br />

para siempre.<br />

jOye. ven acá!<br />

¿Qué llevas ahí?<br />

Ajá. unos cuadros<br />

Deja ver, deja ver.<br />

Entonces lo rodearon Eduardo Vilá, José Gómez<br />

Sicre, Alvaro Cepeda. Alejandro Obregón, quien<br />

después le fue enseñando con sus trazos prodigiosos<br />

cómo podía pintar mejor sus inmensos lagartos<br />

que aún permanecen en reserva con los suyos<br />

entre las gavetas de una casa del Barrio Abajo.<br />

Meses después. la burguesía ostentaba en sus<br />

salas de gobelinos y tapetes persas, los cuadros de<br />

Noé León pintados en los patios de ciruelos y mangos<br />

que reverdecían en el barrio San Felipe.<br />

A los 54 años saltó de repente a la fama. Apareció<br />

en los periódicos del país y en otros países lejanos<br />

cuyo idioma de consonantes no entendía nadie<br />

en el barrio. Expuso en Baden-Baden. Se metió en<br />

los cuentos de Juana de Álvaro Cepeda Samudio.<br />

Fue secuestrado por años para que pintara prolífico<br />

y en silencio. Maravilló a presidentes y poetas.<br />

Trastocó mentes mercantiles. ya su alrededor se<br />

tejieron toda clase de quimeras.<br />

Llegó a la fama recorriendo las calles de Barranquilla.<br />

una ciudad inundada por la arena de sus<br />

playas y su río. engalanada de flores de matarratón.<br />

y cayenas que florecían perpetuamente desde muchos<br />

años antes que León hubiese llegado desde<br />

las montañas de la última cordillera. Calles que eran<br />

escenario de hombres que vendían butifarras y bollo<br />

de yuca. anunciadas por el golpe del cuchillo.<br />

de negras voluptuosas que cargaban cocadas y de<br />

muchachos de barrios que jugaban a la bola de tra-<br />

83


po al ritmo de los radios roncos de las cocinas de<br />

las casas de donde salía el son de La Pollera Colorá.<br />

Entró a la élite. Conoció los salones, alternó con<br />

los cultos. lo fotografiaron, lo embriagaron de fatuidad.<br />

y de pronto cometió la irreverencia. Creó<br />

su propio mundo cuando organizaba a los pintores<br />

en un tren de olvido, cuando el tigre saboreaba al<br />

cura. o cuando dibujaba el infierno con monjas y<br />

lechuzas.<br />

Atrás habían quedado los paisajes que copiaba<br />

de tarjetas postales nórdicas que nunca se vendían<br />

en los estantes y que él copiaba con riguroso tacto<br />

y las que después enmarcaba de repente alIado de<br />

algún recodo del trópico.<br />

Así. sin ninguna pretensión más que la intui-<br />

ción. sin ningún óleo más que las pinturas baratas<br />

de avisos de paredes de barrios populosos.<br />

Mientras tanto. se gestaba Macondo. los hippies<br />

se unían en Woodstok, el hombre llegaba a la Luna,<br />

los estudiantes se rebelaban en París y Vietnam<br />

estallaba en mil tragedias. La actividad de la Tierra<br />

estaba en completa ebullición y todos vivían momentos<br />

intensos. Noé León participaba de esa euforia.<br />

de esa irreverencia colectiva.<br />

Alguna vez uno de los intelectuales lo quiso probar.<br />

a él que venía de los barrios humildes de la<br />

ciudad y lo asemejaron con Rousseau, el aduanero.<br />

el famoso primitivista francés, el primero en<br />

manejar la pintura con una simplicidad fascinante<br />

y "a quien sin duda usted debe conocer y Noé contestÓ<br />

tragando saliva y en este orden. con una voz<br />

V(a Aracataca<br />

(1970, óJeo sobre madera,<br />

57.5 x 89 cm, coJecclón Banco de<br />

Crédito, Bogotá.)<br />

84


en la que se percibía el espíritu vivaz de los aguardientes;<br />

¿pintores? Solamente conozco tres:<br />

Obreg6n. Don Picasso y yo."<br />

Aunque no tuvo hijos, fue padre del primitivismo<br />

y de los gatos. los perros y los loros del vecindario.<br />

Se fue quedando ciego y cambió las tejas de su<br />

techo de eternit por una tejas transparentes que le<br />

bajaron del cielo las luces que ya no irradiaba de<br />

sus ojos.<br />

Con la ceguera, la tristeza y más achaques hasta<br />

la muerte, tuvo tiempo para pensar en sus pupilos'<br />

por eso antes de morir le dejó dicho a José Alherto<br />

Ruhiano "que se haga cargo de mis animales"'<br />

precisamente a él, que tanto fastidio le causahan.<br />

Murió y ya la gloria lo precedía pero a su entierro<br />

SÓlo fueron sus vecinos humildes. "y el verdadero<br />

entierro de Noé León. desolado y sórdido, efec-<br />

~uado el sábado en las horas de la tarde en loS Jarfines<br />

del Recuerdo, de ese imaginario cortejo fúne-<br />

)re SÓlo estuvo presente el cuerpo magro. enlutado<br />

te gris. de su anciana y muy enferma Rosita Casti-<br />

10."2<br />

"Delgada hasta el patetismo, triste, ausente,<br />

Rosita Castillo permanecía sentada sin pronunciar<br />

palabra alIado del modesto ataúd color caoba colocado<br />

en el centro de la sala."3<br />

Hoy con la obra de El Sello Editorial, para la<br />

cual colaboraron una gran cantidad de coleccionistas<br />

barranquilleros y de otras ciudades del país<br />

y del mundo, Noé León vuelve a vivir a través de su<br />

pintura naif, esa que inundó de colores, de animales,<br />

de tigres y de selvas, aquellas que contaban los<br />

contertulios de "La Cueva", quienes en su mayoría<br />

se dedicaban a la cacería.<br />

Sus obras se han vuelto a cotizar en las galerías<br />

y se ha vuelto a hablar de este hombre ocañero a<br />

quien el destino hizo barranquillero.<br />

NOTAS<br />

1 RIVERO, Mario. "Un primitivo". El Espectadol: MagazÚ1 Domtnical.<br />

Bogotá, agosto 7 de 1966.<br />

2 EMILIANI HEILBRON, OIga. "Noé León no podrá pintar su<br />

entierro" .El Heraldo. Barranquilla, noviembre 5, 1978.<br />

3 Idem.<br />

85


LIBROS ,<br />

Veinticinco cuentos barranquilleros<br />

Espejo de paso al país de las maravillas<br />

Silvio Martínez<br />

Palau*<br />

Si la antología. o selección. Veinticinco cuentos<br />

barranquUleros (Barranquilla: Ediciones Uninorte.<br />

2000) se hizo con la intención de ver el proceso del<br />

cuento en Barranquilla, como afirma el prologuista<br />

Ramón l11án Bacca, habría que decir que el proceso<br />

del cuento barranquillero es el proceso del cuento<br />

mundial. u occidental, para ser estrictos. También<br />

se podría decir que si hubo y hay cuento en Barranquilla,<br />

éste deriva en última<br />

instancia de literaturas que nunca<br />

se apercibieron de la presencia<br />

literaria latinoamericana, fuese<br />

ésta casi una imitación de las<br />

literaturas europeas o no. Sólo en<br />

las últimas décadas del siglo<br />

pasado, Europa y los Estados<br />

Unidos comenzaron a darse<br />

cuenta de nuestra literatura, a<br />

leerla, a través de las obras de<br />

Borges y García Márquez. En la<br />

pintura, desde Delacroix, pasando<br />

por Gauguin y Picasso, se dio<br />

un reconocimiento y una búsqueda<br />

de un mundo más allá del<br />

europeo. En la literatura sólo con<br />

G.G.M. Europa y EE.UU. se dieron<br />

cuenta de que en Latinoamérica<br />

había algo que leer y hasta imitar.<br />

Nuestras literaturas. pues,<br />

* (Colombia, 1954). Es profesor de secundaria en el sistema<br />

públiCO educativo de la ciudad de Nueva York. Escribe cuentos<br />

(Mude in USA, Ediciones del Norte. New Hampshire, 1986), teatro<br />

(The English Only Restaurant. Samuel French, London, 1992,<br />

Puerto Rican Traveling Theater / Kennedy Center, 1990; Our<br />

Wonderjul Theatre, L.A.T.E.A. Theater, 1995) y guiones<br />

cinematográficos (Celeste, Metropolis Productions, México/Los<br />

Angeles, 1999). Está elaborando en el momento una serie de<br />

televisión.<br />

sufrieron por largo tiempo el embate de un colo.<br />

nialismo cultural.<br />

Sin embargo -ya excepción de dos o tres instancias<br />

en las que no se ve un cuento sino a alguien<br />

queriendo pasar por escritor- Veinticinco cuentos<br />

barranquUleros brinda una muy buena lectura. A<br />

casi todos estos relatos los une la ciudad de Barranquilla<br />

y sus alrededores. no son<br />

cuentos de autores barranquilleros,<br />

pues hay varios cartageneros y del<br />

Magdalena y Sucre, uno de Cali y<br />

dos españoles. que, claro está, viven<br />

o vivieron en Barranqui.la. Tal vez<br />

la ausencia de García Márquez en<br />

esta selección se deba (y de esto no<br />

estoy seguro) a que el Nobel. por<br />

más que haya sido un impulsor del<br />

cuento en Barranquilla desde<br />

mediados del siglo pasado. nunca<br />

escribió un cuento con la ciudad<br />

como fondo. Esto hace de la<br />

antología más que un punto de<br />

estudio del desarrollo del cuento en<br />

Barranquilla, una selección de<br />

cuentos con ésta como fondo y<br />

escenario -una especie de<br />

homenaje a la ciudad. No estoy muy<br />

claro en los propósitos expresados<br />

por el prologuista.<br />

Pero la diversidad de personajes, situaciones,<br />

estilos y calidad hacen de esta colección un punto<br />

de entrada que podría ser la boca del Averno, en<br />

ocasiones, o el espejo de paso al país de las maravillas,<br />

en otras. De cualquier modo, a través de toda<br />

la lectura se hace sentir el ajetreo humano de una<br />

urbe que se evoca en lo inmediato, en el recuerdo o<br />

86 Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Uninorte. Barranqullla<br />

pp. 86-88. 04-08/MM. ISSN 0120-2537


Noé Leon:<br />

Mercado<br />

barrqnquillero<br />

(1969. óleo sobre madera.<br />

49 x 79.5 cm. colección<br />

particular. Bogotá.)<br />

en el sueño. No puede haber aquí costumbrismos<br />

campesinos sino vida citadina. Vemos en esta colección<br />

personajes provenientes de distintas vecindades<br />

de una ciudad que cuando no se nombra se<br />

la identifica con el mar, los trupillos, matarratones<br />

y otros distintivos de la Arenosa. Los personajes<br />

que aparecen provienen de todas las camadas<br />

sociales, de diversas profesiones, familias, oficinistas,<br />

conventos, hospitales, escuelas de muchachos,<br />

en total, vemos una ciudad que rezuma vida, con<br />

sus alegrías, deseos y dolores.<br />

y la calidad de estos cuentos. que es lo que realmente<br />

importa desde un punto de vista literario. es<br />

variada como afirmé anteriormente. El primero de<br />

ellos. "Ocaso". publicado en 1922 por Víctor Manuel<br />

García Herreros a sus veintiséis años. es un cuento<br />

que no por bueno no deja de mostrar unas influencias<br />

inglesas y españolas demasiado marcadas y<br />

que quizás fueron mejor digeridas en la producción<br />

posterior del autor. En este cuento vemos palpable<br />

la influencia de Oscar Wilde. con sus recintos y personajes<br />

pre-rafaelistas en pos del epigrama. y al<br />

Valle Inclán de los esperpentos. Pasa lo mismo con<br />

la segunda historia. "Una vivienda encantadora".<br />

de "Lydia Bole»a". publicada en 1926. en la que se<br />

ve más a un retratista español a la Azorín en Doña<br />

Inés que un ambiente caribeño. La historia que se<br />

cuece. una historia de amores prohibidos entre<br />

personajes demasiado cercanos. es cosa que España<br />

(La regenta) y Portugal (O primo BasUio) hicieron<br />

durante la época naturalista y Machado de Assis<br />

(Dom Casmurro) en Brasil. durante la realista. El<br />

catalán Ramón Vinyes. con su cuento "Un caballo<br />

en la alcoba". nos trae -también de Europa- el<br />

teatro del absurdo. En su prosa. sin embargo. se<br />

ve el desenfado que caracterizaría mucha de la prosa<br />

de García Márquez más tarde.<br />

Estos tres autores. con sus tres muy buenos relatos.<br />

tienen unos lazos muy íntimos con la producción<br />

literaria de la Europa de su tiempo. No pasa<br />

eso con el cuento de José Félix Fuenmayor. Muy<br />

parecido al de Carrasquilla en el que la muerte es<br />

atrapada en un árbol. "Un viejo cuento de escopeta..<br />

nos muestra una ciudad saliendo del ruralismo que<br />

hizo nacer este estilo de narrativa. Aquí es el diablo<br />

el personaje que inspira el miedo que se propone<br />

infundir en este tipo de historia. Sus personajes.<br />

su lenguaje y hasta su actitud nos muestran una<br />

historia de procedencia netamente latinoamericana.<br />

Aunque es heredera de la literatura europea medieval.<br />

se nota que ha nacido en América Latina. Este<br />

estilo nativista. con su intención de mostrar un lenguaje<br />

local yoral. tiene su apoteosis en la literatura<br />

moderna de Cien años de soledad.<br />

De este punto en adelante, los escritores, ya más<br />

cosmopolitas, comienzan a irse cada uno por su<br />

lado, parece como si la aumentada capacidad de<br />

comunicación atomizara la narrativa y cada escritor<br />

se revelara con gustos particulares, haciéndolo más<br />

parte de un grupo de autores regados por el orbe<br />

que de una misma ciudad. Se aprecia cómo los<br />

escritores de mitad del siglo XX en adelante ya<br />

pueden manejar su literatura sin miedo a parecer<br />

provincianos o europeizantes. En estos cuentos siguientes,<br />

los escritores son capaces de combinar<br />

sus lecturas de literatura local con las de libros<br />

extranjeros y son capaces de amalgamar estilos para<br />

crear literaturas propias, donde las influencias ya<br />

no son perniciosas, en el sentido de que por mejor<br />

que sea la historia, ésta no deja de ser foránea. A<br />

excepción de una historia demasiado a la Borges,<br />

encontramos entonces cuentos de un realismo puro,<br />

con su peso kafkiano sobre las espaldas de<br />

oficinistas en "El ocaso de un viudo" de Ramón Moli-<br />

87


nares Sarmiento o de seres nocturnos en busca de<br />

diversión como en "Historia de un hombre pequeño"<br />

de Guillermo Tedio. También entra en este estilo,<br />

con manejo magistral del ambiente de un hospital<br />

católico, la pintura goyesca que es "La sala del niño<br />

Jesús", de Márvel Moreno. Ejemplos de literatura<br />

fantástica encontramos en "Lo que decían los carteles"<br />

de Eduardo Arango Piñeres.<br />

En este grupo también está, casi al comienzo, el<br />

cuento "Desde que compró la cerbatana ya Juana<br />

no se aburre los domingos" de Alvaro Cepeda Samudio.<br />

Con su largo título que recuerda los del cuentista<br />

de los Estados Unidos Raymond Carver, este<br />

cuento al igual que todos los suyos, nos muestra<br />

su surrealismo seco que, con su lenguaje nada interesado<br />

en mostrarse culto, da a ver un escritor con<br />

su propia tabla de valores, la que le da a sus historias<br />

antenticidad. Se nota en Cepeda Samudio el<br />

mismo deseo de contar absurdos, como el cuento<br />

de Vinyes, pero su estilo, contrario al de éste, con<br />

su falta de emoción, lo lleva a crear más que un<br />

absurdo crítico de la situación social, una atmósfera<br />

surreal que lo aparta de quien tal vez influyó de<br />

una u otra forma en los escritores costeños por buen<br />

tiempo: Vinyes, el sabio catalán.<br />

En "Marsolaire", de Arnira de la Rosa, encontramos<br />

el acercamiento más serio al género del cuento<br />

en esta antología. Vemos a una autora consciente<br />

de la necesidad de casar el estilo con el tema. Es<br />

así que en la descripción de objetos inanimados, la<br />

autora elimina los verbos y hace una prosa a base<br />

de frases que se van acumulando para darnos el<br />

retrato del entorno. Más tarde, ya un ritmo escandaloso,<br />

Severo Sarduy construiría partes de sus<br />

novelas de esta manera. El mundo vegetal que rodea<br />

los eventos de "Marsolaire' se construye con ora-<br />

ciones que, o llevan los verbos "ser" o "estar", o son<br />

oraciones pasivas. Los diálogos van escritos con una<br />

escritura fonética que no causa molestia. Este<br />

cuento o noveleta es simplemente un gran logro<br />

formal.<br />

Otro autor con conciencia de la plasticidad de la<br />

prosa es Carlos Flores Sierra, cuyo cuento, "El baile"'<br />

es una danza fantasmagórica más duradera que<br />

la que presenciamos en R gato pardo.<br />

¿Cómo puede llamarse "Desolación" una historia<br />

con el carnaval de fondo? Olga Salcedo de Medina<br />

pone el dedo en la llaga lerda de tanta alegría por<br />

decreto, de tanta felicidad institucional, de tanto<br />

circo que a cualquiera, ya cualquier hora, se le<br />

vuelve despojo. Hay aquí un rechazo a las teorías<br />

de Bakhtin antes de Bakhtin. Muy parecido es este<br />

cuento al de Jaime Manrique, en el que el autor le<br />

quita el sol a Barranquilla y nos conduce a un ambiente<br />

claustrofóbico que emana colores, sin embargo,<br />

de la oscuridad creada: "En la región de la<br />

oscuridad".<br />

Si no se han mencionado varios de los cuentos,<br />

o no vale la pena hacerlo, o sí la vale, pero el espacio<br />

se me ha acabado. En este libro la ciudad se derrama<br />

bullanguera sobre lo concreto exterior, como ya<br />

vimos en varias de las historias, o se ensimisma en<br />

los personajes como en "Historia de Juan Torralbo",<br />

de "Henry Stein", y en el antes mencionado relato<br />

de Jaime Manrique. La antología termina con el<br />

cuento "Vedados de ilusiones" de Miguel Falquez.<br />

Escrita como reminiscencia en la que Falquez evoca<br />

la ciudad de su niñez y las complicaciones y sudores<br />

de esa etapa temprana de la vida, la historia termina<br />

en una nota grata para cerrar el libro.<br />

88


REsEÑAS BIBUOGRÁFICAS<br />

VIAJE <strong>DE</strong> o DRASIL<br />

"Pepe"<br />

BarranquUla, Ediciones' Gobernación del Atlántico,<br />

1994, 10Bp.<br />

irfAJ<br />

E nt:'OD 'n Arr<br />

L<br />

VlAf VL ' E\;f"\"I<br />

,<br />

~c.,<br />

Q,0()Gtr1iA&'.~tllAtN tltfN<br />

!!\Q~):A~~ Dil y~f~1;:1S


comunidades intelectuales que<br />

controlen la calidad de los conocimientos<br />

y de quienes los producen.<br />

Vida intelectual sin comunidad<br />

intelectual: ese es el sello<br />

de Barranquilla. de su individualismo<br />

a ultranza. de los sabios<br />

autoproclamados de que se quejaba<br />

Fray Candil. Finalmente<br />

algo que podemos aplaudir a más<br />

de un siglo de distancia: el reconocimiento<br />

económico al trabajo<br />

intelectual del hombre de letras<br />

visible en el hecho de que los periÓdicos<br />

pagaban colaboraciones,<br />

como en el caso de El Comercio<br />

dirigido por Clemente Salazar<br />

Mesura "pues Salazar no es de<br />

los directores que creen que debe<br />

sostenerse un periódico con la<br />

cooperación gratuita de los<br />

literatos amigos". jNo andaba mal<br />

Barranquilla en 1893!<br />

Adolfo González Henríquez<br />

Departamento<br />

Universidad<br />

de Sociología<br />

del Atlántico<br />

<strong>LA</strong>S FIGURACIONES ONÍRICAS<br />

EN <strong>LA</strong> ESCRITURA <strong>DE</strong> FREDA MOSQUERA<br />

Freda Mosquera<br />

Bogotá, Ediciones Sociedad de la Imaginación, 1997 ,<br />

La verosimilitud de los Cuentos<br />

de seda y de sangre de Freda<br />

Mosquera, está solventada en la<br />

recurrencia a las representaciones<br />

onÍricas. Por el modo de configurar<br />

las cosas y los personajes,<br />

es la fuerza de los sueños lo que<br />

parece empujar la escritura narrativa;<br />

son sueños, porque no de<br />

otro modo podríamos los lectores<br />

establecer el contrato con estas<br />

historias tan extrañas, en donde<br />

las manifes-taciones eróticas y<br />

las configuraciones laberínticas<br />

de los espacios son las que definen<br />

los efectos literarios. El erotismo,<br />

asunto tan difícil de lograr<br />

en la escritura liter~a, constituye<br />

el eje nuclear de casi todos los<br />

cuentos de Freda Mosquera, y es<br />

la expresión de una búsqueda<br />

que habrá de conducir a pasadizos,<br />

corredores, grietas, ventanas,<br />

umbrales y abismos: símbolos<br />

onÍricos por excelencia.<br />

El escritor es un amanuense,<br />

nos dice Borges en algunas de<br />

sus reflexiones sobre el arte de<br />

narrar cuentos; es un amanuense,<br />

porque lo que el escritor hace<br />

no es más que tomar los dictados<br />

de los sueños y del in-consciente;<br />

a lo cual agregaríamos que esta<br />

toma del dictado pasa por unos<br />

modos estilísticos que deter-<br />

minan en mucho la trascendencia<br />

o no de las narraciones. No<br />

todas las narraciones de un<br />

escritor alcanzan los efectos estéticos<br />

esperados, porque el pensamiento<br />

nunca es homogéneo, ni<br />

la escritura es una representación<br />

fiel del pensamiento y de<br />

la imaginación; la escritura es<br />

sólo una mediación hacia la<br />

manifestación de aquello que se<br />

quiere nombrar y por eso a veces<br />

logra sus efectos ya veces no los<br />

logra.<br />

El libro de Freda Mosquera<br />

está constituido por 18 cuentos,<br />

entre los cuales unos cinco merecen<br />

estar en una antología del<br />

cuento contemporáneo colombiano.<br />

El pIimero "La creación del<br />

hombre", sustenta su valor artístico<br />

en la recuperación maravillosa<br />

del mito prehispánico de<br />

Bachué, recreado a partir de los<br />

imaginarios y de los mundos<br />

posibles que acosan al escritor,<br />

al presentir que hay algo más por<br />

decir en estos mitos de origen. La<br />

escritora ha corrido el riesgo de<br />

complementar la historia, mostrando<br />

con intensidad el incesto<br />

y la placidez erótica de la transgresión:<br />

El hijo suspiró de placer; y Bachué<br />

lo besó. lo lamió. lo mordió sin<br />

compasión. se apropió de ese sexo<br />

que ella misma había dado a luz<br />

y lo hizo crecer entre sus labios.<br />

Luego lo atrajo a él con los brazos,<br />

le enseñó la forma para entrar<br />

siempre en ella y la eterna Ba -<br />

chué. la que se transformaba en<br />

lechuza por las noches y vivía en<br />

el día en la laguna. exhaló un<br />

largo y hondo gemido de placer;<br />

cerró los ojos con placer y se dejó<br />

hacer por su hijo, se dejó horadar<br />

hasta el infinüo, se dejófecundar<br />

para poblar la tierra (p. 10).<br />

Los relatos prehispánicos<br />

constitiyen un material de gran<br />

importancia para la producción<br />

literaria. Ya Carlos Fuentes había<br />

jugado con algunos mitos mexicas<br />

y mayas en su primer libro<br />

de cuentos, Los días enmascarados.<br />

Una doble intención atraViesa<br />

a estos ejercicios estéico-lite-<br />

AO


arios: la reivindicación de los mitos<br />

mismos y la desacralización<br />

carnavalesca que se puede hacer<br />

de ellos, en aras de las expectativas<br />

de los lectores del siglo xx.<br />

Freda Mosquera ha hecho el esfuerzo<br />

laborioso en esta perspectiva,<br />

afinando una tonalidad muy<br />

lírica en la escri-tura, y no cabe<br />

duda que lo ha logrado.<br />

De otro lado, con el cuento<br />

"Videogamia", nos reencontramos<br />

con aquellas historias de<br />

Bradbury, en las que el hombre,<br />

enajenado por las máquinas,<br />

desemboca siempre en la desolación<br />

y en la muerte. En este<br />

cuento hallamos la representación<br />

de las máquinas, inoftciosas<br />

y morbosas, en las que se pueden<br />

leer los sueños y los pensamientos<br />

a través de una pantalla. Se<br />

trata de un cuento en el que la<br />

autora hace realidad en la escritura<br />

el mundo de los imaginarios<br />

del hombre casado, quien se ftgura<br />

las relaciones eróticas de su<br />

esposa con otros hombres. En la<br />

pantalla, y mientras la mujer<br />

duerme, van apareciendo las escenas<br />

eróticas de su esposa con<br />

desconocidos en un vagón de<br />

tren. en una habitación de hotel,<br />

con sus compañeros de trabajo<br />

y con sus hermanos, "hasta que<br />

ya no pudo más y apagó la máquina".<br />

Luego, este hombre desarraígado<br />

de un país latinoamericano,<br />

no puede conciliar el sueño<br />

porque no soporta el viaje onírico<br />

de su mujer realizando el<br />

amor con tantos hombres. Vuelve<br />

a conectar la máquina y de nuevo<br />

aparecen las escenas eróticas;<br />

decide entonces matar a la esposa<br />

ahogándola con la almohada<br />

y mientras ella va muriendo va<br />

apareciendo en pantalla la realízación<br />

del amor entre él y su propía<br />

esposa:<br />

En ese último instante, entre<br />

la vida y la muerte, Ramón<br />

Montoya vio por primera vez su<br />

imagen en un sueño de Beatriz,<br />

se vió a sí mismo besándola en<br />

los labios, en los pezones de los<br />

senos y luego entrando en el<br />

cuerpo inerte de su esposa, hasta<br />

que la imagen se exttnguió en el<br />

monitor y Ramón Montoya supo<br />

que Beatriz se había quedado en<br />

el sueño para siempre. (p. 28)<br />

El final de este cuento res-<br />

ponde a esa redondez y cierre<br />

efectista que los poetólogos del<br />

género señalan como definitivo<br />

para alcanzar una audiencia.<br />

El minicuento "El Angel" constituye<br />

otro de los textos donde el<br />

erotismo se inscribe en los niveles<br />

de mundo posible de los sueños,<br />

aunque la recurrencia sea<br />

un lugar común: el ángel que<br />

llega y posee a la mujer. la que a<br />

su vez reme mora la iniciación<br />

sexual. El paradigma de este<br />

cuento, por oposición. lo constituye<br />

"El laberinto gris", en donde<br />

ya no es la placidez e intensidad<br />

sexual lo que orienta el<br />

desarrollo de la trama sino el<br />

desgarramiento. la tortura y la<br />

castración. En el universo extraño<br />

de este cuento parece insinuarse<br />

la alegoría al destino<br />

padeciente del hombre en una<br />

sociedad de monstruos humanos.<br />

Fabio Jurado Valencia<br />

Universidad Nacional<br />

de Colombia<br />

HUMANO AMOR HUMANA CIRCUNSTANCIA<br />

Alfonso Rodríguez M.<br />

Barranquilla, Ediciones Uninorte, 1999, 48 p.<br />

Entre el ayer y el mañana sólo el presente<br />

El título del poemario Humano<br />

amor Humana circunstancia de<br />

Alfonso Rodríguez, se anticipa<br />

como una clave para el desciframiento<br />

o quizá revelamiento de<br />

las imágenes que arroja la palabra<br />

nacida entre el sueño y la razÓn,<br />

estallido del sujeto y de su<br />

palabra.<br />

El testimonio encendido de<br />

esa especie de revelación que<br />

surge a través de la palabra, de<br />

ese salir a la superficie, a la luz y<br />

al aire, al asombro de la diaria<br />

novedad del hombre es lo que va<br />

definiendo los temas fundamentales<br />

de la poesía de Alfonso Rodríguez.<br />

Sus poemas, se dibujan<br />

a través de las circunstancias y<br />

el azar que rodean el destino humano<br />

-su destino-. Sus temas<br />

y obsesiones son indagados, a<br />

través de "un estado del alma"<br />

que piensa y contempla con la es-<br />

91


critura y también con el cuerpo.<br />

¿Cómo explicaJ; entonces.<br />

este rojo volcado desde el cielo<br />

un silencio posesionado entre<br />

nosotros<br />

obsesión común en la<br />

escritura?<br />

Cuerpo y escritura. razón y<br />

sueño, síntesis que hace que las<br />

dos actividades se refuercen mutuamente,<br />

las cosas e incluso el<br />

amor son tocadas. sentidas. pensadas<br />

desde estas presencias:<br />

corporeidad y signos, pensamiento<br />

y ensueño. Toda imagen<br />

y símbolo se reconcilian entre estos<br />

aparentes opuestos: imagen<br />

de la madre prodigando dones,<br />

de la mujer amante de un tiempo<br />

sin mañana. del olvido que el<br />

hastío busca. del signo que para<br />

ser fecundado necesita de la<br />

soledad y. del ser -su ser- que<br />

para ser nombrado necesita de<br />

la otredad.<br />

Todo lo que vive. piensa y siente<br />

el poeta lo hace desde un tiempo<br />

presente. no existe en sus poemas<br />

lo infinito. ni representación<br />

alguna entre lo temporal y lo eterno.<br />

Este tiempo se vive y se prolonga.<br />

abierto a instantes plenos<br />

y llenos de sentidos, el pasado es<br />

una suerte de hastío o de olvido<br />

que la insatisfacción busca. El<br />

tiempo pasado no merece ser evocado.<br />

La única razón para conocer el<br />

pasado:<br />

Devorarlo. digerirlo. vomitarlo.<br />

Estar hecho de presente. es<br />

para el poeta una necesidad de<br />

avanzar en un presente continuo:<br />

"Heme aquí. ahora avanzando".<br />

En el poema "IV" el tiempo presente<br />

se define como estar hecho<br />

de sentidos de materia palpable<br />

y de raíces. y esta defInición de<br />

tiempo logra bucear en la realidad<br />

de lo humano. cuando en el<br />

mismo poema Alfonso Rodríguez<br />

nos da respuesta de la esencia<br />

de lo humano. El hombre es también<br />

camIno. búsqueda de un lugar<br />

"más alto", es decir más íntimo.<br />

presencia del espíritu.<br />

Definir lo humano como se define<br />

al crepúsculo<br />

una lenta peregrinación hacia<br />

el alba.<br />

Las imágenes y expresiones<br />

que hablan de tiempo tienen una<br />

fuerza exclamatlva. fundiéndose<br />

con una benéfica intervención del<br />

azar, lejos de una certidumbre<br />

que la razón pueda conquistar, y<br />

es precisamente a partir de esta<br />

condensación Tiempo-Azar donde<br />

se corporeiza, por decirlo de<br />

alguna manera, la atmósfera y<br />

textura de su producción poética:<br />

El tiempo pleno y corpóreo,<br />

certidumbre de su existencia.<br />

Hablar del aquí y del ahora<br />

embriagoso azar. lúcida<br />

negrura.<br />

Todo lo llenas tú todo lo llenas<br />

abierto absoluto hermoso<br />

presente.<br />

Podemos decir que la poesía<br />

de Alfonso Rodríguez se tiñe de<br />

un barniz a crepúsculo; el tiempo<br />

abraza al tiempo en un presente<br />

que logra avanzar y que hace que<br />

el autor de estos versos nos diga:<br />

"el tiempo fue una alondra y fui<br />

voraz e irreflexivo y amoroso y fui<br />

feliz". El poeta entonces se confIgura<br />

y se define hecho de tiempo<br />

y de azar.<br />

Adrlana Lozano<br />

Catedrática de la<br />

Universidad del Norte<br />

92

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