REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DEL NORTE N°s 58 y 59 1
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<strong>REVISTA</strong> <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>UNIVERSIDAD</strong><br />
N°s <strong>58</strong> y <strong>59</strong><br />
<strong>DE</strong>L <strong>NORTE</strong><br />
CONSEJO <strong>DE</strong> DIRECCIÓN<br />
JESÚS FERRO BAYONA -Director<br />
VILMA GU11ÉRREZ <strong>DE</strong> PIÑERES -Editora<br />
CONTENIDO<br />
2 TAMBORA y FESTIVAL. INFLUENCIAS <strong>DE</strong>L FESTIVAL REGIONAL<br />
EN <strong>LA</strong>S pRACTICAS <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> MOSICA TRADICIONAL.<br />
Guillermo Carb6 Ronderos<br />
CONSEJO <strong>DE</strong> REDACCIÓN<br />
15 DINÁMICA <strong>DE</strong>L CARNAVAL <strong>DE</strong> BARRANQUIL<strong>LA</strong>.<br />
Balseir Guzmán Baena<br />
ALFREDO MARcos M. -Editor<br />
RAMÓN IL<strong>LA</strong>N BACCA<br />
ALBERTO ROA V ARELO<br />
MARtA C<strong>LA</strong>RA EscoBAR<br />
RUBÉN MALDONADO ORTEGA<br />
PAME<strong>LA</strong> FLORES PRIETO<br />
ZoI<strong>LA</strong> SOTOMAYOR OLIVEROS<br />
MARtA AMARIs MAc!AS<br />
ALEKSEY HERRERA ROBLES<br />
JORGE VIL<strong>LA</strong>LÓN<br />
20 BARRANQUIL<strong>LA</strong> y LOS ORIGENES <strong>DE</strong> <strong>LA</strong>S EMPRESAS PÜBLICAS<br />
MUNICIPALES. Ever González Ch.<br />
32 CRn'ERIOS <strong>DE</strong>L CANON EN <strong>LA</strong> Ln"ERATURA COLOMBIANA<br />
<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> SEGUNDA MITAD <strong>DE</strong>L SIGLO XX.<br />
Patrlcia Aristizábal Montes<br />
37 EL HAIKÚ: FUENTE ORIENTAL <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> POESfA <strong>DE</strong> OCTAVIO PAZ.<br />
Juan Manuel Cuartas Restrepo<br />
45 <strong>DE</strong>SCARTES. <strong>LA</strong> CERTEZA CONTRA <strong>LA</strong> HISTORIA.<br />
Jean-Paul<br />
Margot<br />
51 FREUD: SUEÑOS. VIOLENCIA y EDUCACIÓN.<br />
Carmen Elisa Escobar María<br />
64 VISIÓN HUMORfS11CA (y OCIOSA)<br />
SOBRE LOS HOMBRES y EL TRABAJO.<br />
Henry Stein<br />
70 <strong>LA</strong> <strong>DE</strong>VOCIÓN POR <strong>LA</strong> BELLEZA EN <strong>LA</strong> POESIA<br />
<strong>DE</strong> MElRA <strong>DE</strong>LMAR. María Mercedes Jaramillo<br />
79 PoEStAS. Renata Pallottini<br />
81 REVIVE NoÉ LEÓN. Claudine Bancelin<br />
86 VEINTICINCO CUENTOS BARRANQUILLEROS: EsPEJO <strong>DE</strong> PASO<br />
AL PAfs <strong>DE</strong> <strong>LA</strong>S MARAVIL<strong>LA</strong>S. SUvio Martínez Palau<br />
89 RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS.<br />
Adolfo González Henríquez. Fabio Jurado Valencia.<br />
Adriana Lozano<br />
Ilustración de la portada:<br />
Paisaje tropical<br />
de NoÉ LEÓN<br />
(1977, óleo sobre madera 30 x 35 cm,<br />
colección partlcularl<br />
Todas las ilustraciones de Noé León<br />
que aparecen en esta edición fueron<br />
tomadas del libro Noé Le6n, edición<br />
auspiciada por Seguros Bolívar. Bogotá,<br />
El Sello Editorial, 1999.<br />
HUEL<strong>LA</strong>S es una publicación de la Universidad del Norte que pone al<br />
alcance de la comunidad nuevas perspectivas y potencialidades de la Costa<br />
Atlántica. Se autoriza la reproducción total o parcial de su contenido<br />
citando la fuente. La Universidad no se hace responsable por los conceptos<br />
emitidos por los colaboradores. Licencia del Ministerio de Gobierno N°<br />
001464. ISSN 0120-2537. Apartado Aéreo 1569. Barranquilla. Colombia.<br />
E. MaU: huellas@guayacan.uninorte.edu.co<br />
Impresión: Gráficas Lourdes Ltda.. Barranquilla.<br />
Meses de aparición: Abril (04) -Agosto (08) -Diciembre (12).<br />
Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Uninorte. Barranquilla<br />
pp. 1-92. 04-08/MM. ISSN 0120-2537<br />
1
T AMBORA y FESTIV AL<br />
Influencias del Festival regional<br />
en las prácticas de la música tradicional<br />
Guillermo<br />
Carbó Ronderos'<br />
La música es un fenómeno social y, como tal, está<br />
sujeta a los cambios ya las transformaciones de la<br />
sociedad en la cual se practica.1 Actualmente, para<br />
el actor -y el investigador- de las diferentes<br />
tradiciones musicales de Colombia, es casi inevitable<br />
encontrar un nuevo marco de presentación:<br />
el Festival,2 entidad relativamente reciente cuyo<br />
número parece incrementar cada día. Esta nueva<br />
institución cultural juega un papel muy importante<br />
en el proceso de cambio de la música y la danza<br />
tradicional, ya que reúne, conserva y difunde -y en<br />
algunos casos de manera exclusiva- las prácticas<br />
musicales del país. Entre los Festivales regionales<br />
de música existen numerosas similitudes; sin embargo,<br />
cada uno de ellos posee sus propias características,<br />
sus actores y protagonistas, su propia<br />
razón de ser, su historia. Además, las influencias<br />
de significativa envergadura que con frecuencia<br />
estos Festivales generan, y que muchas veces van<br />
más allá de las prácticas musicales mismas. no<br />
dejan de sentirse. Por ello. su estudio detallado y<br />
muchos otros aspectos del Festival favorece a una<br />
mejor comprensión sobre los elementos cambiantes<br />
de la música y la danza tradicional hoy en día.<br />
Así, el presente artículo sólo puede considerarse<br />
como los prolegómenos al estudio sobre las<br />
influencias que el Festival regional ejerce en las<br />
.Estúdió música en el Conservatorio Nacional. Bogotá. y<br />
composición en Berklee College of Music. Boston. Magister en<br />
musicologia y doctor en etnomusicología de la Universidad París<br />
IV -Sorbona. Este artículo fue cedido por su autor especialmente<br />
para Huellas.<br />
prácticas musicales, tomando exclusivamente como<br />
ejemplo dos Festivales de un mismo género musical<br />
proveniente de algunas poblaciones del curso<br />
medio del río Magdalena en la denominada deprestón<br />
momposina:3 la Tambora. Por eso, primero que<br />
todo se resumen los antecedentes que dieron lugar<br />
a la creación de estos Festivales de Tambora. resaltando<br />
el papel de sus protagonistas, sus criterios y<br />
formas de funcionamiento respectivos, para después<br />
tratar sobre las influencias más significativas<br />
de estos Festivales en las prácticas actuales, y concluir<br />
con una breve reflexión sobre la problemática<br />
expuesta.<br />
Pero antes. es indispensable esclarecer. así sea<br />
brevemente. las diferentes acepciones de Tambora,<br />
ya que, en el contexto sociocultural que nos concierne.<br />
es una palabra que posee distintos significados.<br />
lo que genera una polisemia que da lugar a<br />
cierta confusión. En efecto. para los pobladores de<br />
la depresión momposina. y en particular los de la<br />
subregión de Loba. la palabra Tambora se utiliza<br />
para designar indistintamente: una fiesta celebrada<br />
en la víspera de ciertas festividades religiosas en<br />
torno a la Navidad y al mes de diciembre. y que se<br />
ha venido secularizando; también. la música y la<br />
danza interpretada durante la celebración de esta<br />
fiesta; a la vez. el grupo instrumental u orquesta de<br />
percusión y voces que ejecuta esta música; además.<br />
el más común de los distintos ritmos que acompañan<br />
los bailes y cantos; y, finalmente. uno de los<br />
instrumentos de percusión de la orquesta (tambor<br />
cilíndrico de doble membrana. igualmente de uso<br />
en otros géneros musicales y regiones de Colom-<br />
2 Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Uninorte. Barranquilla<br />
00.2-14. 04-08/MM. ISSN 0120-2537
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Tambora de Santa Rosa de Arenal (Bolívar). San Martín de Loba. 12 de noviembre de 1994,<br />
bia) que muy probablemente ha dado origen a las<br />
demás acepciones de ella: la tambora.4<br />
Fiesta, música. danza. orquesta. ritmo. e instrumento...,<br />
la Tambora hace hoy parte del legado cultural<br />
de los momposinos. pero. como muchos otras<br />
tradiciones del Caribe colombiano, fue víctima de<br />
los profundos cambios y transformaciones sociales<br />
que afectaron la región. particularmente a través<br />
de los avances tecnológicos como la radio. la televisión<br />
y las diferentes formas de reproducción de<br />
música. como el pic6,5 el cual afectó notoriamente<br />
las costumbres musicales de los pueblos costeños.6<br />
Los bailes de Tambora también fueron remplazados<br />
por los bailes de pic6, y las fiestas tradicionales con<br />
cierto fervor religioso fueron siendo poco a poco<br />
ignoradas, menospreciadas y olvidadas por las nuevas<br />
generaciones. que asimilaban otra cultura musical,<br />
ajena a sus raíces históricas. Es precisamente<br />
en este contexto y hacia finales de los años sesenta<br />
cuando comienzan a aparecer en la región caribe<br />
numerosos Festivales de música tradicional: en<br />
1968 el Festival Vallenato en Valledupar,7 en 1970<br />
el Festival de la Cumbia en El Bancos o. algunos<br />
años más tarde, en 1977 el Festival del Porro en<br />
San Pelayo,9 entre los más conocidos.<br />
I. FESTIVALES <strong>DE</strong> TAMBORA<br />
Los dos Festivales deTambora más importantes<br />
fueron creados en circunstancias similares, sin que<br />
inicialmente el uno supiera de la existencia del otro.<br />
Ambos se produjeron por primera vez casi al mismo<br />
tiempo (finales de los años setenta, principios de<br />
los ochenta), prácticamente por las mismas razones<br />
( con el fin de preservar una tradición que parecía<br />
encontrarse en el ocaso), y gracias a la iniciativa y<br />
el entusiasmo de dos jóvenes personajes que, sin<br />
conocerse, tenían ciertos aspectos en común: Alvaro<br />
Mier y Diógenes Armando Pino Avila, oriundos de<br />
San Martín de Loba (Bolívar) y de Tamalameque<br />
(Cesar), respectivamente, lugares que se distancian<br />
unos cuarenta kilómetros, y donde se celebran los<br />
dos Festivales de los cuales se tratará en adelante.<br />
Estos personajes son muy importantes para la<br />
Tambora, sin que ninguno haya acostumbrado participar<br />
en ella. Sin embargo, los actores de todos<br />
los pueblos aledaños reconocen su importancia y<br />
les están abiertamente agradecidos por ello. De<br />
cierta manera, Alvaro Mier y Diógenes A. Pino son<br />
quienes en los últimos años, ya través del Festival,<br />
han jugado el papel de «cabeza de Tambora. de otros<br />
tiempos,10 ya que a ellos se les debe la existencia<br />
del Festival. Por eso, para hablar de la historia de<br />
los Festivales de Tambora es indispensable también<br />
3
hablar de estos dos personajes. precursores de este<br />
evento en sus pueblos respectivos.<br />
a. SAN MARTÍN <strong>DE</strong> LoBA<br />
Alvaro Mier nació en San Martín de Loba en 1948.<br />
Ni sus padres (múSicoS aficionados en la banda del<br />
pueblo y en el Coro de la iglesia) ni tampoco sus<br />
antepaSadoS fueron actores de la Tambora. A loS<br />
veinte años de edad. y ya de bachiller. se fue a trabajar<br />
a El Banco. donde permaneció por cerca de<br />
diez años. y llegó a ser jefe de redacción del «Noticiero<br />
Regional» de la estación de radio «La VoZ de El<br />
Banco». Al mismo tiempo. trabajaba como profesor<br />
en el Colegio Nacional Mixto. y mantenía relaciones<br />
e intercambioS con el Colegio Cooperativo de San<br />
Martín de Loba. institución donde a partir de 1978<br />
ejercería como profesor. Sus permanentes contactos<br />
con el mundo exterior. a través del ejercicio del<br />
periodismo y de loS innumerables viajes entre El<br />
Banco y San Martín de Loba. le hicieron constatar<br />
ciertos cambios en las distintas tradiciones de su<br />
pueblo. Así es como lo cuenta :<br />
(...) noté que (...) se estaban perdiendo algunas<br />
tradiciones que hacían parte de la cultura del<br />
pueblo. (...) Por ejemplo, lo de las Tamboras (...),<br />
porque comenzaron a llegar entonces los picós y<br />
la influencia de. ..otro tipo de música. la música<br />
foránea. (...) En la década del setenta comencé a<br />
notar eso. De pronto, antes ya se venía dando.<br />
pero tal vez fui consciente en ese momento (...) A<br />
partir de entonces comenzamos un trabajo de<br />
rescate, de recuperación de esas tradiciones (. ..)11<br />
Alvaro Mier y otros educadores. con el acuerdo<br />
de la municipalidad. promovieron algunas<br />
tradiciones del pueblo durante la «semana cultural»<br />
del Colegio Cooperativo. contratando algunos músicos<br />
y bailarines como Vicente Serpa. Nicanor<br />
Agudelo y Casildo Gil. para que transmitieran sus<br />
conocimientos a las nuevas generaciones.12 Esta<br />
iniciativa no duró mucho tiempo, pero permitió a<br />
actores y aprendices presentar diferentes danzas<br />
en la «semana cultural», como también en el Festival<br />
de la Cumbia de El Banco. evento que hizo pensar<br />
a Alvaro Mier en realizar en San Martín de Loba<br />
un Festival similar. únicamente con Tambora. No<br />
obstante, entraron en juego otros factores, y no fue<br />
sino hasta 1984 cuando Oscar Centeno (presidente<br />
en ese momento del comité organizador de las fiestas<br />
de San Martín y futuro alcalde) le pidió a Délmides<br />
Navarro (antiguo colega de Alvaro Mier en El<br />
Banco) transmitir para «Radio Sutatenza» de<br />
Barranquilla. y en directo. las fiestas del 11 de No-<br />
viembre. día de San Martín. patrono del pueblo.<br />
Sin embargo. Délmides Navarro consideraba sin<br />
interés para la emisora la música de picó. los bailes<br />
de caseta y las corralejas. principales acontecimientos<br />
de estas fiestas. y propuso acoger la propuesta<br />
de Alvaro Mier: realizar un Festival de Tambora. lo<br />
que sí valdría lq pena transmitir por radio. ya que<br />
la Tambora hacía parte de las tradiciones del pueblo.<br />
De esta maner~. con muchas dificultades pero<br />
con el apoyo del comité organizador y la colaboración<br />
de amigos y colegas. Alvaro Mier organizó el<br />
primer Festival de Tambora de su pueblo. que se<br />
llevó a cabo el11 de noviembre de 1984.<br />
El<br />
Festival<br />
Desde sus inicios. este Festival es celebrado anualmente<br />
durante las fiestas de San Martín para evitar<br />
confundirlo. según Alvaro Mier. con las tradicionales<br />
Tamboras del mes de diciembre. El Festival se<br />
realiza en torno a un cierto número de concursos<br />
que le dan un carácter competitivo. En los tres primeros<br />
Festivales se presentaron dos concursos -<br />
baile y canto tradicional-. en dos categorías diferentes:<br />
«veteranos» para los más antiguos e «iniciados»<br />
para los demás. A partir de11lIer Festival en<br />
1986. apareció la categoría «infantil» para el concurso<br />
de baile. y en ellV..o Festival. en 1988. tres<br />
nuevos concursos se crearon: «canto inédito». «riqueza<br />
folclórica» y «piqueria»,13 Dos años más tarde<br />
apareció la categoría «juvenil» y a partir del VIIIo<br />
Festival. en 1992. otros dos concursos se sumaron<br />
a la lista: «mejor intérprete de currulao"14 y «mejor<br />
intérprete de tambora». Si año tras año el número<br />
de concursos iba en aumento. en parte se debía al<br />
número creciente de participantes.<br />
En el primer Festival participaron los mismos<br />
actores del pueblo, quienes acostumbraban reunirse<br />
en las calles durante las tradicionales Tamboras<br />
de diciembre, las cuales contaban con una<br />
importante participación -indefinida e ilimitada- de<br />
la comunidad en general. Como consecuencia del<br />
primer Festival, se formaron poco a poco lo que<br />
pronto se llamó «grupOS» de Tambora, concepto que<br />
desde entonces se ha difundido en la zona. Según<br />
Alvaro Mier, esta noción de «grupo» surgió con el<br />
Festival, ya que las tradicionales orquestas de Tambora<br />
debían ahora contar con un número definido<br />
y limitado de personas para poder participar. En<br />
San Martín de Loba se conformaron cuatro grupos<br />
principales: el de la calle del Mango, con Petrona<br />
Centeno (una de las más antiguas cantadoras), sus<br />
hijas y el compositor y cantador Alberto González,<br />
grupo que tomaría el nombre «16de Diciembre»15;<br />
4
el de la calle de Bolívar, con diferentes miembros<br />
de la familia Ardila, que se llamaría «Dinastía y folclor»;16<br />
el de la familia de Cayetano Camargo,<br />
antiguo cantador y actual compositor de los cantos<br />
que hacen parte de su repertorio (mayormente interpretado<br />
por su hija Martina Teresa Camargo), y que<br />
se llamaría «Aires de San Martín», y , finalmente, el<br />
de Casildo Gil (compositor e intérprete del currulao),<br />
que se conocería como «Riquezas de San Martín».<br />
También, es importante resaltar el protagonismo<br />
de Nicanor Agudelo y Vicente Serpa, quienes, el<br />
primero con el currulao y el segundo con la tambora,<br />
han acompañado en múltiples ocasiones a la mayoría<br />
de los grupos, cantadores y bailarines del pueblo.<br />
A partir del segundo Festival, algunas poblaciones<br />
vecinas se adhirieron, y entre la séptima y<br />
octava edición (1991 y 1992), ya eran varios los pueblos<br />
representados en este evento: Hatillo de Loba,<br />
Barranco de Loba, Chimí, La Victoria, El Peñón y<br />
Tamalameque.<br />
Los ganadores de los diferentes concursos son<br />
seleccionados por un jurado compuesto de tres personas.<br />
Generalmente, los miembros del jurado ejercen<br />
profesiones relacionadas con diferentes aspectos<br />
de la música y de la danza tradicional del caribe<br />
colombiano, pero ninguno ha sido actor propiamente<br />
dicho de la Tambora. 17 Entre los miembros<br />
del jurado se pueden entonces encontrar sociólogos,<br />
historiadores o antropólogos, profesores, escritores<br />
o poetas, compositores, bailarines y coreógrafos,<br />
músicos o folclorólogos, como lo han sido por ejemplo<br />
Orlando Fals Borda, Edgar Rey Sinning, Miguel<br />
Chajín, Teobaldo Cervantes, Trino Flórez, Alvaro<br />
Padilla Torres, José Benito Barros, Carlos Franco,<br />
Fernel Matute o Jaime E. Rojas, entre muchos otros.<br />
Los concursos se realizan durante tres días,<br />
aproximadamente, sobre un escenario de madera<br />
desmontable, ubicado generalmente en un extremo<br />
de la calle de Bolívar. Los concursantes suben al<br />
escenario mientras los miembros del jurado observan,<br />
anotan y escogen a los futuros ganadores. En<br />
el fragmento del «Acta de Jurado N° 008. del VIIIo<br />
Festival ( 1992) presentado a continuación,IB se pueden<br />
observar algunos de los criterios básicos para<br />
la repartición de todos los premios (principalmente<br />
en forma de trofeos), y según los cuales se designa<br />
a los futuros ganadores :<br />
Baile tradicional: 1) Expreswn de los movimientos.<br />
2) Autenticidad folclórica. 3) Presentación de<br />
uniformes<br />
típicos.<br />
Canto tradicional: 1) La tradicionalidad del canto.<br />
2) Afinación y vocalización. 3) Autenticidad<br />
folclórica. 4) Melodía musical.<br />
Canto inédito: 1) Melodía. 2) Tema. 3) Letra. 4)<br />
Poesía. 5) Verso. 6) Autenticidad folcl6rica.<br />
fi'lueria: 1) Rima de los versos. 2) Secuencia del<br />
tema.19<br />
Riqueza-folclórica: 1) Autenticidadfolclórica. 2)<br />
Intelpretación del mayor número de aires. 3) Tema<br />
del canto. 4) Melodía musical. 5) Afinación y<br />
vocalización. 6) Letra. 7) Presentación del grupo<br />
y destreza en el baile de cada uno de los aires. 8)<br />
El grupo debe intelpretar el canto y bailar cada<br />
uno de los cuatro ritmos estipulados (tambora,<br />
berroche, guacherna y chandé ). 9) Antes de<br />
comenzar la intelpretación de cada ritmo en grupo.<br />
el currulao y la tambora deben separadamente<br />
hacer una breve demostración de la ejecución del<br />
aire mencionado.20<br />
M~ior currulao y m~ior tambora: 1) Intelpretación<br />
de la mayor cantidad de ritmos. 2) Habilidad en<br />
la ejecución<br />
del instrumento.<br />
Rosalía Urrutia y Dagoberto Deal de Altos del Rosario en<br />
tarima. San Martín de Loba. 12 de noviembre de 1995.<br />
Como se podrá observar más adelante, los concursos<br />
«canto inédito», «riqueza folcl6rica» y<br />
5
«piquerta» van a influenciar notablemente alos participantes<br />
en las prácticas musicales y en su manera<br />
de percibir esta tradición.<br />
b. TAMA<strong>LA</strong>MEQUE<br />
Diógenes Armando Pino Avila nació en Tamalameque,<br />
en 1953. en el seno de una familia sin nexos<br />
directos aparentes con la Tambora. Vivió la mayor<br />
parte de su vida en su pueblo, excepto seis años<br />
mientras preparaba el bachillerato en Cartagena y<br />
trabajaba en Valledupar. Desde su regreso a Tamalameque<br />
obtuvo un puesto como profesor al tiempo<br />
que incursionaba en la polít1ca: en 1978 fue elegido<br />
al concejo municipal. y en 1982 y 1993 fue nombrado<br />
alcalde, la primera vez por decreto, la segunda<br />
por elección popular. Ha publicado varios libros,<br />
entre los cuales uno sobre la historia de Tamalameque21<br />
y otro. La Tambora: universo mágtco,22 el<br />
único editado y consagrado exclusivamente a esta<br />
tradición.<br />
Para Diógenes A. Pino emigrar algunos años de<br />
Tamalameque significó tomar conciencia de la<br />
pérdida de valores tradicionales y de cambios en<br />
las costumbres de su pueblo:<br />
(...) Noté quefaltaba algo muy nuestro. (...) Ya<br />
desde ese entonces, se estaba manejando la<br />
carreta de la búsqueda de la propia identidad de<br />
los pueblos y venía afectado por una corriente<br />
cultural del momento (...) Los jóvenes (...) le<br />
perdieron el interés a lo que hacían los abuelos<br />
(...) bailaban otra música, cantaban otras cosas ...<br />
incluso, en la misma tradición oral hubo una<br />
pérdida enorme, ya los cuenteros empezaron a<br />
desaparecer; (...) Ya no erafáctljugar en la calle<br />
al «cacho«, a la «libertad- (...), a los juegos que se<br />
hacían en la infancia (...) La televisión llegó en<br />
los años... sesenta Y... cinco, más o menos (...).<br />
Yo recuerdo... había un programa de Los Monkeys<br />
(...) y otro programa que nos gustaba mucho<br />
en ese entonces y era Perdidos en el espacio (...).<br />
Y bueno, entonces pues le perdimos casi que el<br />
sabor a las historias del «110 conejo-, «1Yo tigre-, a<br />
los cuentos de tradición ya las noches de<br />
adivinanza que se hacían cuando niños, que los<br />
viejos se ponían a contar (...) y uno a tratar de<br />
interpretarlas (...) Era una diversión sanísima iY<br />
se perdió! (...) Y después nos invadieron con<br />
paquitos de Tarzán, de Batman, de Supermán Y<br />
empezamos a cambiar (...) Y llegó un momento<br />
en que los ídolos nuestros, locales, pues,<br />
perdieron un valor frente a esa cantidad de<br />
simbología que nos trajeron de afuera (...)23<br />
Foto de Manuel Mler<br />
Esta toma de conciencia acentuó el deseo de<br />
Diógenes A. Pino por ir en busca de la propia<br />
identidad de su pueblo. por lo que participó como<br />
miembro del comité organizador de las fiestas del<br />
14 de septiembre. día del Santísimo Cristo. En<br />
Valledupar ya había conocido el Festival Vallenato,<br />
y por la proximidad de Tamalameque a El Banco<br />
también el Festival de la Cumbia. Entonces, para<br />
la edición de 1979. y aparte de las tradicionales<br />
fiestas de corraleja del 14 de septiembre. Diógenes<br />
A. Pino propuso un encuentro entre los tamboreros<br />
y cantadoras del pueblo, y creó así una especie de<br />
Festival de Tambora. De esta manera, miembros de<br />
las familias Ramírez y Carmona. con un grupo de<br />
jóvenes encabezados por Luis Eugenio Imbtechts<br />
(nacido en 1962), participaron en lo que se llamó el<br />
«Primer Festival de la Tambora¡¡ de Tamalameque,<br />
que posteriormente sería considerado un fracaso y<br />
recibiría severas críticas en su contra por las deudas<br />
que dejó. Además, con la Tambora las acostumbradas<br />
corralejas perdieron importancia. lo que<br />
desagradó a muchos lugareños. Por esto, habría<br />
que esperar siete años más para realizar un nuevo<br />
Festival. Esta vez -según Diógenes A. Pino- para<br />
dejar Tamboras por "¡cien años más!"<br />
El<br />
Festival<br />
El primer Festival de Tambora de Tamalameque fue<br />
entonces un encuentro entre loS diferentes actores<br />
del pueblo. tal y como lo fue en San Martín de Loba.<br />
6
(I) Pareja de baile del grupo<br />
"Vacambú". Canta Gumercindo<br />
Palencia, San Martín de Loba, 12 de<br />
noviembre de 1995.<br />
(D) Tambora "Los Chimilas" en la<br />
tarima "Pacha Gamboa". Canta<br />
Mariano Caro. Tamalameque,<br />
diciembre de 1991.<br />
FC;t;:;dC;G;;¡¡íC;rmC;Ca~bó'R;:;~dC;;:C;;;<br />
Pero si en este último pueblo la Tambora se mantenía<br />
viva, en Tamalameque por el contrario prácticamente<br />
había desaparecido, ya que los pocos<br />
cantadores y tamboreros abandonaron casi por<br />
completo su práctica. Luis Eugenio Imbrechts,<br />
llamado «Geño)l, dice jamás haber vivido en ese<br />
entonces una Tambora como aquellas de otra época,<br />
y haber aprendido a interpretar esta música<br />
principalmente a través del mismo Festival. Por esta<br />
razón, en la primera edición del Festival, Geño no<br />
participó con música de Tambora sino con un grupo<br />
de música vallenata, ganando inclusive el concurso<br />
«canto inédito)l con una canción vallenata.<br />
Después del fracaso del primer Festival. las<br />
Tamboras de Tamalameque desaparecieron muchos<br />
años. Geño y un grupo de jóvenes crearon el<br />
«Club Juvenil» con el propósito de interpretar mÚsica<br />
y danza tradicional, pero sin Tambora. Entre<br />
tanto, Diógenes A. Pino, que se había convertido en<br />
una importante personalidad en la vida política y<br />
cultural de Tamalameque, le exigió a este grupo de<br />
jóvenes trabajar en torno a la Tambora, condición<br />
sin la cual el Club Juvenil no recibiría apoyo de la<br />
municipalidad. que consideraba imperativo hacer<br />
revivir entre los jóvenes esta vieja tradición. prácticamente<br />
desaparecida en su pueblo. De la misma<br />
manera, en las diferentes manifestaciones culturales<br />
que se organizaban en la región (Aguachica,<br />
Chimichagua. La Gloria. Barrancabermeja...), el<br />
Club Juvenil recibía a menudo la crítica de no<br />
interpretar música de Tamalameque. Por ello. estos<br />
jóvenes tuvieron que cambiar radicalmente la<br />
orientación del grupo, como lo expresa Geño:<br />
( ...) vimos la necesidad de llevar algo que Juera<br />
nuestro. que nos diera una identidad cultural.<br />
Entonces ( ...) en compañía de Diógenes<br />
prácticamente acordamos hacer un «pare» en lo<br />
que veníamos haciendo para dedicarnos de lleno<br />
a la Tambora. Nosotros tuvimos un receso de<br />
dos o tres meses (...) para aprender bien lo que<br />
es Tambora: primero, antes de bailar; investigamos<br />
cómo se bailaba, cómo eran los cantos,<br />
quiénes fueron los máximos exponentes ( ...), el<br />
porqué se bailó, la coriformación de la Tambora,<br />
el vestuario, sus ritmos, sus aires, en fin todo<br />
eso (...)24<br />
En 1986 Geño tuvo un encuentro decisivo en<br />
Chimichagua con Venancia Barriosnuevo, de Hatillo<br />
de Loba (1924-1995), una de las cantadoras más<br />
importantes y conocidas de toda la región. Este encuentro<br />
fue igualmente una de las primeras veces<br />
que él recuerde haber sido testigo de una Tambora<br />
de verdad. Ese mismo año, Diógenes A. Pino era el<br />
director de la Casa de la Cultura de Tamalameque<br />
y aprovechando ese contexto, más el apoyo de personas<br />
que colaboraron en el primer Festival, se realizó<br />
la segunda edición del Festival de Tambora con<br />
la participación de Hatillo de Loba, Río Viejo y Talaigua<br />
Viejo. Desde entonces, este Festival se realiza<br />
todos los años generalmente en el mes de diciembre,25<br />
igual a cuando originalmente se festejaba la<br />
Navidad con Tambora, aunque en un contexto completamente<br />
diferente.<br />
Contrariamente al de San Martín de Loba. el Festival<br />
de Tambora de Tamalameque conoció rápidamente<br />
un éxito inesperado. y se consideró posteriormente<br />
como un Festival nacional. mientras que<br />
el primero ha mantenido un carácter regional. Esto<br />
se debe principalmente a su localidad de mayor<br />
facilidad de acceso ( 15 kilómetros de la carretera<br />
7
entre Bucaramanga y la Costa), y por acoger participantes<br />
procedentes de lugares donde esta música<br />
se practica desde hace relativamente poco tiempo,<br />
como Barrancabermeja (donde existe una importante<br />
comunidad oriunda de esta zona), y algunas<br />
ciudades con instituciones que promueven el estudio<br />
de las tradiciones populares, como la Universidad<br />
Tecnológica del Magdalena, en Santa Marta,<br />
y la Universidad Industrial de Santander, en Bucaramanga.<br />
De esta manera, el número de participantes<br />
en este Festival creció considerablemente y<br />
su popularidad alcanzó un nivel sin precedentes:<br />
por primera vez asistió el Estado con representantes<br />
de Colcultura, apareció en el libro Las ftestas y el<br />
folclor de Colombia26 y finalmente la televisión belga<br />
-en coproducción con Audiovisuales- realizó un<br />
documental sobre Tamalameque, que resalta su<br />
Festival.27 La gran afluencia a este Festival se puede<br />
observar con la lista de los grupos que participaron<br />
en el IXo Festival en 1994, y la lista de los grupos<br />
igualmente invitados pero ausentes ese mismo año:<br />
IX Festival de Tambora de Tamalameque<br />
Nombre<br />
1. Alegres de Brisas<br />
2. Colonia de Tamalameque<br />
3. Denls María y su grupo<br />
4. El Chandé<br />
5. El Retén<br />
6. Korron Kalro<br />
7. La Llorona<br />
8. La Original<br />
9. Los Chlmllas<br />
10. Los HIJos de Chaulo<br />
11. Los Mallbúes<br />
12. Marchegua<br />
13. Paleolo Carabalí<br />
14. Roca<br />
15. 13 de Junio<br />
16. Yacambú<br />
Nombre<br />
Grupos participantes<br />
Grupos ausentes<br />
Lugar de origen<br />
Brisas (Cesar)<br />
Barrancabermeja (Santander)<br />
Hatillo de Loba (Bolivar)<br />
Gamarra (Cesar)<br />
El Retén (Magdalena)<br />
Curumani (Cesar)<br />
Tamalameque (Cesar)<br />
San Bernardo (Cesar)<br />
Chimi (Bolívar)<br />
Tamalameque (Cesar)<br />
Chimi (Bolívar)<br />
Hatillo de Loba (Bolívar)<br />
El Paso (Cesar)<br />
Chimichagua (Cesar)<br />
El Peñón (Bolívar)<br />
Hatillo de Loba (Bolívar)<br />
Lugar de origen<br />
1. Santa Rosa de Arenal Arenal (Bolívar)<br />
2. La Candelaria Río Viejo (Bolívar)<br />
3. Tam-bam Barranco de Loba (Bolívar)<br />
4. Sí se puede Alto del Rosario (Bolívar)<br />
5. Tambora de la Slerrita Chlriguaná (Cesar)<br />
6. Grupo Folclórico de La Gloria La Gloria (Cesar)<br />
7. Colonia de Tamalameque N° 2 Barrancabermeja (Santand.)<br />
8. Tambora de la U.I.S. Bucaramanga (Santander)<br />
9. Slpote Vaina Costillas (Cesar)<br />
10. Dinastía y Folclor San Martín de Loba (Bolívar)<br />
El Festival de Tambora de Tamalameque se organiza<br />
en torno a un cierto número de concursos.<br />
que le dan, como al de San Martín de Loba. un<br />
carácter competitivo. La fase final de los concursos<br />
se lleva a cabo en una gran tarima de concreto,<br />
situada en la plaza enfrente de la iglesia. y llamada<br />
«Facha Gamboall. célebre bailadora. Los jurados se<br />
alternan para escoger los ganadores de todos los<br />
concursos. y las reglas de participación y los<br />
criterios de selección son muy similares a los de<br />
San Martín de Loba, como se observa en el fragmento<br />
de la carta de invitación al IXo Festival de<br />
Tambora de Tamalameque presentado a continuación:28<br />
Modalidades<br />
Grupo de Tambora<br />
Parejas de baile<br />
Cantos inéditos<br />
Voz intélprete<br />
Percusión<br />
Categorías<br />
Mayores. juveniles. tnjanttles.<br />
Mayores. juveniles. tnjantUes.<br />
Mayores. juveniles.<br />
Mayores. juveniles.<br />
Mayores. juveniles.<br />
Bases del Concurso<br />
1. Todas las modalidades participarán Únicamente<br />
en aires de Tambora ( chandé, guacherna,<br />
berroche y tambora tambora).<br />
2. Los instrumentos que usarán los participantes<br />
deben ser los típicos: tambora de dos parches<br />
(hembra), (...) currulao (macho) (...) y las palmas de<br />
las manos.<br />
3. Cada grupo estará integrado por catorce (14)<br />
personas, máximo.<br />
4. Los grupos se ataviarán con vestidos típicos<br />
de su región, o de la Costa Atlántica, en el momento<br />
de actual:<br />
5. Canción inédita (...)<br />
6. Tiempo para las diferentes modalidades:<br />
-Grupo de Tambora: 10 minutos<br />
-Pareja individual (...): 5 minutos<br />
-Canto inédito: 4 minutos<br />
7. (...)<br />
8. Los participantes en todas las modalidades<br />
deben dominar mínimo tres (3) de los cuatro aires de<br />
la tambora exigidos. (...)<br />
II. Tambora<br />
y Festival<br />
Anteriormente se expuso cómo estos Festivales fueron<br />
en gran parte creados con el fin de rescatar las<br />
tradiciones que poco a poco caían en el olvido. En<br />
este sentido, dicha iniciativa fue un verdadero acierto,<br />
ya que en Tamalameque, por ejemplo, los jóvenes,<br />
que en un principio menospreciaban la Tam-<br />
8
ora. a través del Festival la revaloraron. y los viejos<br />
actores encontraron un reconocimiento casi inmediato.<br />
No obstante, simultaneamente aparecía un<br />
nuevo contexto, tomando por sorpresa a los mismos<br />
organizadores, quienes no se daban cuenta de este<br />
hecho, como lo expresa Diógenes A. Pino:<br />
(...) la organización del FestivallO-hizo gente que<br />
nunca había tocado Tambora (...) Nosotros<br />
mirábamos las cosas bajo otro lente yeso fue lo<br />
que nos llevó (...) a que nos estrelláramos con<br />
una cantidad de cosas (...), los tamboreros lo<br />
están diciendo: «no, eso no lo hacemos, eso no lo<br />
sabemos hacel; nunca lo hemos hecho, ilos viejos<br />
nunca han hecho esto...!. Nosotros de pronto<br />
quisimos estereotipar un poco la cosa (...) Errores<br />
que yo reconozco, habrá otros que no los recuerdo<br />
o no soy consciente de ellos (...)29<br />
Actualmente, la mayoría de los actores, y en particular<br />
aquellos nacidos después de 1950, asocian<br />
la Tambora al escenario, a los concursos, a los trofeos,<br />
en fin, al Festival. Evocar la Tambora en su<br />
contexto de origen significa casi siempre evocar el<br />
pasado, aunque en algunos lugares ella aún subsista<br />
en un entorno similar al de sus orígenes. Así,<br />
músicos y bailarines consideran hoy el Festival<br />
como un acontecimiento importante, tanto para la<br />
Tambora como para ellos mismos,3o ya que les permite<br />
volver a ver viejos amigos, conocer gente y actores<br />
de otros pueblos, compartir el placer de revivir<br />
sus tradiciones, demostrar sus capacidades artísticas,<br />
y hasta competir para ganar reconocimiento,<br />
trofeos y dinero. Aún, subir al escenario y cantar<br />
con un micrófono frente al público es para ellos<br />
una referencia más cercana a la cultura «televisiva»<br />
de hoy y en la cual viven, que a aquella inspirada<br />
en festejar en la calle el nacimiento del Niño Dios, o<br />
en una ofrenda a algún santo de la iglesia, según<br />
era la costumbre en otros tiempos.<br />
Es así como el renacer de la Tambora en forma<br />
de Festival introdujo características propias a otro<br />
tipo de contexto. y generó cambios en el medio -o<br />
marco de presentación- como también en las prácticas<br />
mismas de esta tradición. En cuanto a los<br />
cambios en el medio se pueden señalar los siguientes<br />
aspectos: la Tambora ha sido transplantada de<br />
la calle. donde normalmente se producía. al escenario<br />
en forma de espectáculo; también. dejó de<br />
interpretarse principalmente durante la noche como<br />
era la costumbre. para serIo. sobre todo. en el día.<br />
debido a la cantidad de concursos y participantes;<br />
además. la asistencia pasó de jugar un papel activo<br />
y de primer orden. a uno pasivo y como espectadora;<br />
por consiguiente, el número de actores en la Tambora<br />
se redujo en favor a la formación de «grupos»<br />
limitados.<br />
En cuanto a los cambios en las prácticas de la<br />
Tambora se pueden resaltar: la «oficialización. de<br />
cuatro modalidades o variantes rítmicas; la<br />
instauración de conceptos como «solo. y «piqueria.,<br />
y finalmente el «canto inédito.. En primer lugar. los<br />
dos Festivales «oficializaron. cuatro ritmos en la<br />
Tambora: tambora, berroche, guacherna y chandé.31<br />
Sin embargo. no todos estos ritmos eran conocidos<br />
en los pueblos. Por ejemplo, los actores más viejos<br />
de Hatillo de Loba interpretaban el berroche, la<br />
tambora y el chandé, mientras que en San Martín<br />
de Loba, principalmente, la tambora y la guacherna.32<br />
De igual forma. los actores más jóvenes ignoraban<br />
algunos de estos ritmos ya que, no habiéndolos<br />
heredado de sus padres ni abuelos. no hacían<br />
parte de su tradición. Así lo manifiesta -entre muchos<br />
otros testimonios- Alejandro Villalobos (nacido<br />
en Hatillo de Loba en 1975), nieto de Venancia Barriosnuevo<br />
e hijo de Delmina Muñoz. quien afirma<br />
haber conocido la guacherna a través del Festival<br />
de Tamalameque:<br />
(...)fuimos a unfesttval allá en Tamalameque. y<br />
dijeron; «(...) tienen que tocá la guacherna».<br />
Primero subió e[ grupo de Tamalameque y ( ...) le<br />
pusimos cuidado (...) Nosotros en seguida<br />
ensayamos (...) lo que estaban tocando ellos (...)<br />
y de ahí le cogimos el son.33<br />
Los actores desconocían algunos ritmos exigidos<br />
tanto en uno como en otro Festival, como también<br />
se puede observar en el fragmento presentado a<br />
continuación de la entrevista entre Alberto González<br />
-nacido en San Martín de Loba en 1955- y<br />
Guillermo Carbó -autor de este escrito- sobre el<br />
berroche y el chandé:<br />
Guillermo Carbó (G): ¿Yel berroche. lo tocaban?<br />
Alberto González (A): No.<br />
G: ¿A partir de cuándo ( ...) empezaste a escuchar<br />
berroche (...)?<br />
A: Berroche... vea, yo lo escuché (...) aquí en<br />
Loba. pues. ( ...) porque pusieron que participar con<br />
tambora. guacherna y berroche. ..Y en Tamala -<br />
meque que también son tambora. guacherna,<br />
berroche y chandé. ..<br />
G: ¿Tú antes no habías oído hablar del berroche?<br />
A: No. yo no había oído hablar del... [berrochel.<br />
G: ¿Y dónde lo oíste tocar...?<br />
A: Ah. el berroche pues. ..lo escuché una vez ahí<br />
que (...) dijeron que era berroche los de Tama-<br />
9
Pareja de veteranos (Venancia Barriosnuevo y<br />
Félix Barriosnuevo) de Hatillo de Loba. San<br />
Martín de Loba. 12 de noviembre de 1994.<br />
lameque y. ..ahí en el Festival fue que lo escuché.<br />
G: ¿Fue a raíz del festival?<br />
A: Sí, fue a raíz del Festival, (...) porque... llegó<br />
la invitación de Tamalameque (...) entonces decían<br />
que teníamos que... cuatro temas: tambora,<br />
guacherna, berroche y chandé. Pues entonces yo<br />
averiguando con personas por ahí cómo era el golpe<br />
del chandé(...) y ahí le pusimos el ritmo de chandé<br />
.y también vi una grabación que había de «Joselito»<br />
y dice «Chandé», entonces me puse a escuchar esa<br />
grabación.<br />
G: ¿En dónde?<br />
A: En un disco... bueno, entonces decía esto<br />
«Chandé»;«Joselito el borrachón l...], Joselito el<br />
borrachón...» jAhí dice qu'es chandé!<br />
G: ¿(...) antes de ir al Festival, no sabían qué era<br />
chandé?<br />
A: No (...). Cuando llegó la invitación de Tamalameque,<br />
yo me puse a investigar, no te digO.., un<br />
chandé , sí. y me puse a averiguar y tal y. ..encontré<br />
ese long-play allá donde Nelba y... «vea, aquí está<br />
un chandé», y lo escuchamos(...)34 (Fin del<br />
fragmento.)35<br />
En segundo lugar y en cuanto a los «solos» se<br />
refiere, los tamboreros deben demostrar sus<br />
capacidades de interpretación instrumentales. Es<br />
importante tener en cuenta que si las prácticas de<br />
improvisación y de ornamentación -tanto en la<br />
interpretación de la tambora como principalmente<br />
en la del currulao- siempre han existido en esta<br />
música, sin embargo esto no sucedía en el marco<br />
de un «solo», sino dentro del conjunto orquestal mismo.<br />
Es decir, en la Tambora po se acostumbraba<br />
interpretar, solo, ningún instrumento para demostrar<br />
capacidad alguna, aun cuando por supuesto<br />
ésta podía resaltar del talento innato del intérprete,<br />
pero sin disociarse de la sonoridad del conjunto.<br />
Tal es el caso por ejemplo del legendario tamborero<br />
David Escobar (1895-1992) de San Martín de Loba,<br />
reconocido por los nativos de este pueblo como un<br />
verdadero «maestro» del currulao.<br />
A su vez. la piqueria es muy probablemente una<br />
influencia reciente de la música vallenata. Al menos<br />
así piensan algunos cantadores de Tambora, como<br />
Foto de Manuel Mler<br />
Ismael Ardila. para quien: I« ...) la piqueria es<br />
vallenata. "36 En el vallenato la piqueria es un duelo<br />
entre dos o más cantantes solistas quienes demuestran<br />
su habilidad para improvisar versos en forma<br />
de justa poética, alternando y respondiendo varias<br />
veces a las pullas de su adversario. Según Consuelo<br />
Araújo esta práctica «(...) ha constituído una de las<br />
características más típicas y destacadas (...)II de la<br />
música vallenata.37 Sin embargo. y aunque en la<br />
Tambora también puedan alternar diferentes voces<br />
solistas en el curso de un mismo canto. esto no se<br />
efectúa con la misma intención que en la piqueria<br />
vallenata.ya que en la Tambora no hay adversarios.<br />
En efecto. más bien existe lo que Eleuterio Ardila38<br />
describiría con sus propias palabras como «contrapunto»:<br />
después de cantar varias estrofas y durante<br />
un tiempo relativamente largo, los cantadores<br />
pueden eventualmente remplazarse entre sí, con el<br />
fin de descansar, o simplemente porque uno u otro<br />
desea interpretar el mismo canto. Por supuesto, esto<br />
no implica que de vez en cuando en la Tambora<br />
existan sátiras entre los mismos actores. pero curiosamente<br />
éstas son mucho más frecuentes en relaciÓn<br />
a la pareja de baile que entre cantadores. La<br />
Tambora es efectivamente un I
Pareja de baile<br />
(Efraín Hernández<br />
y Adelaida Trespalacios)<br />
de Altos del Rosario, San Martír<br />
Loba, 12 de noviembre de 1994<br />
de<br />
de San Martín de Loba, y Dagoberto Deal. de Altos<br />
del Rosario- se pueden contar alrededor de treinta<br />
«cantos inéditos-. siendo posible suponer la<br />
existencia de más de doscientos nuevos cantos de<br />
Tambora, productos del Festival. Pero las consecuencias<br />
de este concurso van más allá de la renovaciÓn<br />
del repertorio en esta música, renovación que<br />
surge a partir de un principio muy distinto al de la<br />
inspiración de la Tambora de otros tiempos. donde<br />
el concepto mismo de «autoría- no existía. aun<br />
cuando muy probablemente algunos de los hoy llamados<br />
«cantos tradicionales» hayan sido el fruto de<br />
la inspiración de una sola persona.4o Estos cantos<br />
tradicionales nacían en circunstancias completamente<br />
distintas a los «inéditos- de hoy en día. y<br />
eran los mismos actores quienes inconscientemente<br />
transmitían de padres a hijos aquellos que iban a<br />
quedar en la memoria colectiva de la comunidad.<br />
La noción de «propiedad intelectual- ha generado<br />
conflictos en este medio, como aquel de atribuirse<br />
la autoría de una copla o canto que hace parte del<br />
«(...) reino comunal de la tradición oral (...).. como lo<br />
expresa García Usta.41 Analizar esa problemática<br />
se sale de los objetivos de este artículo. Sin embargo,<br />
es importante señalar que, curiosamente,<br />
muchos «cantos inéditos» ya se han incorporado a<br />
las costumbres musicales de estos pueblos, como<br />
algunas composiciones de Cayetano Camargo y<br />
Casildo Gil, entre otros, escuchadas con frecuencia<br />
en las calles de San Martín de Loba durante las<br />
Tamboras decembrinas. Como era de esperarse.<br />
con el concurso «canto inédito- se han infiltrado<br />
igualmente criterios estilísticos en la composición<br />
poética del texto que no dejan de influenciar y limitar<br />
a los nuevos compositores. Así, se recomienda que<br />
el número de estrofas se limite a seis o siete por<br />
canto, de manera que éste dure alrededor de tres<br />
minutos, o también que el texto tenga relación temática<br />
entre las estrofas y el estribillo. por ejemplo.<br />
Sin embargo, algunas consignas no serán siempre<br />
acatadas por los nuevos compositores, quienes con<br />
mucha sutileza contornan obstáculos composicionales,<br />
ya que no siempre comprenden tales exigencias<br />
técnicas, como métrica, rima, temática. ..,<br />
y en muchos casos, los más prolíficos compositores<br />
son iletrados y deben recurrir a terceras personas<br />
para escribir sus cantos y poder así participar en el<br />
Festival.<br />
Para finalizar, es muy importante resaltar el papel<br />
que hajugado el jurado en este nuevo marco de<br />
presentación de la Tambora en el Festival. Compuesto<br />
generalmente por intelectuales exógenos de<br />
esta tradición, a los diferentes miembros del jurado<br />
se les deben algunos de los criterios de calificación<br />
en los concursos del Festival, como lo expresa Alvaro<br />
Mier:<br />
( ...) esas pautas se fueron estableciendo por<br />
sugerencia de los mismos jurados. La verdad fue<br />
que cuando nosotros armamos el Festival, dijimos<br />
simplemente: «bueno, vamos a califICar ( ...) el que<br />
mejor cante y el que mejor baile., pero sin tener<br />
en cuenta ( ...) qué es lo que pueda ser posible en<br />
esa ( ...) clas.iflcacwn. Entonces ya en la práctica<br />
pues los mismos jurados fueron haciendo sus<br />
anotaciones (...) De ahí en adelante (...) hemos<br />
mantenido eso, que se respeten esos criterios<br />
(...)42<br />
La opinión de los miembros del jurado ha tenido<br />
una influencia significativa en las prácticas de la<br />
Tambora. Un ejemplo concreto de esto se puede<br />
observar con el hoy famoso canto «La Pava», originalmente<br />
unjuego coreográfico en ronda ejecutado<br />
durante los velorios de niños. En un Festival de<br />
danza en Chimichagua,43 los miembros del jurado<br />
sugirieron a los participantes ejecutar danzas a las<br />
que se les pudiera demostrar su origen y sus «fundamentos»,<br />
según la expresión de Delmina Muñoz<br />
(nacida en 1944), bailadora del grupo «Marchegua».<br />
Por ello, y para esa ocasión, Delmina Muñoz y Gumercindo<br />
Palencia (cantador y compositor del grupo)
adaptaron el canto de este antiguo juego, «La Pava»,<br />
acompañándolo con una variante rítmica de la Tambora<br />
en Hatillo de Loba !1amada tambora alegre-44<br />
En el momento de la presentación, pusieron en medio<br />
del escenario un nido hecho con hojas secas de<br />
plátano y cabuya. Así, Delmina Muñoz bailó con<br />
Juan Arias quien la seguía de muy cerca, ambos<br />
imitando el acoplamiento entre la pava y el pavo,<br />
culminando con la puesta de huevos en el nido que<br />
se encontraba en la tarima. Esta danza tuvo así un<br />
éxito inmediato, que le permitió al grupo «Marchegua»<br />
ganar veinticinco mil pesos y un trofeo.<br />
La simple sugerencia de un jurado puede entonces<br />
influir de manera signiflcativa en las prácticas<br />
de una tradición, incitando en este caso a una bailarina<br />
de Tambora expresar: ii( ...) vamos a montar<br />
esta noche el baile de «La Pavall pa' ver si nosotros<br />
con ese baile ganamos ( ...) ", 45 motivada por el ánimo<br />
de competir y de ganar. Este canto y su danza<br />
respectiva son actualmente uno de los más conocidos<br />
e interpretados en<br />
todos los pueblos circunvecinos<br />
de la región.<br />
***<br />
Las influencias de los<br />
Festivales en la Tambora<br />
son muy significativas y<br />
van más allá de los diferentes<br />
aspectos aquí señalados,<br />
los cuales apenas<br />
alcanzan a esbozar la<br />
problemática del proceso<br />
de cambio en las tradiciones<br />
regionales. En efecto,<br />
los Festivales de Tambora<br />
ocupan un lugar preponderante<br />
en las prácticas musicales actuales, y para<br />
muchas poblaciones son su único marco de<br />
presentación, sustituyendo progresivamente el<br />
contexto en el cual se perpetuaba originalmente esta<br />
tradición, generación tras generación. Además, la<br />
importancia de estos Festivales es tal, que muy<br />
posiblemente sin su apoyo la Tambora hubiese caído<br />
en el olvido, y hoy se ignoraría la existencia de esta<br />
riqueza musical de los pueblos momposinos.<br />
No obstante, ya través del Festival, se han<br />
operado cambios importantes. En ocasiones son los<br />
mismos actores quienes manifiestan de algún modo<br />
su inconformismo respecto a ciertas pautas de participación<br />
en el Festival. señalando entre otras cosas<br />
lo arbitrario que es sugerirles -o exigirles- a can-<br />
12<br />
Pareja de baile de San Martín de Loba. Tamalameque<br />
diciembre de 1991. (G.C.R.)<br />
tadoras, tamboreros o bailarínes, cómo interpretar<br />
sus cantos. sus ritmos, su danza, aquello que espontáneamente<br />
aprendieron de sus antepasados.<br />
De esta manera, la estética que --consiente o inconscientemente,<br />
directa o indirectamente- el jurado y<br />
el Festival transmiten a los participantes de este<br />
evento. dentro de un contexto de «concurso», de<br />
«premio» y de «ganador», no siempre está en acuerdo<br />
con los deseos más profundos de quienes son los<br />
actores legítimos, herederos de esta tradición. Es<br />
fácil constatar la frecuencia cada vez menos importante<br />
de Tamboras callejeras y espontáneas -realizadas<br />
con el propósito de pasar un buen momento<br />
y de divertirse. y aún en ciertos casos con sentido<br />
devocional- en favor de una participación masiva<br />
en los concursos del Festival, con el ánimo de competir<br />
y de ganar. A su vez, no es raro que los mismos<br />
actores manifiesten desear un Festival en forma de<br />
«encuentro». donde entren en juego otros factores y<br />
conceptos más en común acuerdo con las propias<br />
costuwbres de sus pueblos.<br />
Transponer las prácticas<br />
de la música tradicional<br />
hacia otros planos.<br />
sin considerar su<br />
contexto de origen. puede<br />
ser nocivo para su<br />
preservación. Por elcontrario.<br />
si se tiene inicialmente<br />
en cuenta la culturaen<br />
la cual la música<br />
: se practica. siendo fiel a<br />
¡ la realidad misma del<br />
actor. de su entorno y de<br />
sus costumbres. es posi-<br />
-~- -," ble preservar la conti-<br />
--~-~, nuidad de una tradición<br />
musical, vehiculando al<br />
mismo tiempo los profundos cambios de nuestra<br />
sociedad contemporánea. Un ejemplo de ello es lo<br />
que aconteció en 1940 en San Martín de Loba,46<br />
cuando a la celebración de la Tambora callejera -<br />
COQtodo y su carácter devocional- se adjuntó la<br />
novena de Navidad. lo que permitió que la Tambora<br />
se mantuviera viva dentro de un contexto muy<br />
próximq al de sus orígenes, arraigándose aún más<br />
en las costumbres de este pueblo.47 Entre tanto. en<br />
otros lugares. la Tambora ha dejado poco a poco de<br />
existir. surgiendo la necesidad de rescatarla con un<br />
Festival y haciéndola renacer dentro de un nuevo<br />
contexto, ajeno de su propia tradición.<br />
El festival constituye así un paso necesario para<br />
el estudio de los elementos cambiantes tanto del
medio como de las prácticas mismas de esta música<br />
tradicional. e igualmente para llegar a una comprensión<br />
más profurida de la cultur~ anfibia del<br />
hombre ribereño. a través de lo que acertadamente<br />
Diógenes A. Pino llamó el «Universo Mágico» de la<br />
Tambora.<br />
NOTAS<br />
lSILBERMANN (Alphons): Les príncipes de la sociologie de la<br />
mus!que, Ginebra, Llbrairie Droz, 1968, p. 87.<br />
2Con mayúscula, ya que se usa como nombre propio de un<br />
evento dado.<br />
3Cf. PINO AVI<strong>LA</strong> (Diógenes Armando): Lc). Tambora: Universo<br />
Mágico, Tamalameque, Casa de la Cultura. 1990,44 p.<br />
4Tambora se escribe con mayúscula cuando se utilIza en<br />
un sentido amplio, refiriéndose principalmente a las cuatro<br />
primeras definiciones enunciadas arriba; tambora se escribe<br />
con minúscula cuando se refiere a algo en particular: al ritmo o<br />
al instrumento. Cf. CARf!Ó RON<strong>DE</strong>ROS (Guillermo): Lc). Tambora :<br />
musique de tradition orale en Colombie, Tesis de Doctorado. UniversIdad<br />
de La Sorbona (París- IV). 1998, p. 111 a 115.<br />
5Del inglés «pick-up». Ver LIST (George): MúSica y poesía en<br />
un pueblo colombiano, Santafé de Bogotá., Patronato Colombiano<br />
de Artes y Ciencias, 1994, p. 142.<br />
6Ver testimonio de Euseblo Feria sobre el fandango en<br />
CANTERO PÉREZ (Margarita) y DiAZ BRAVO (Carlos E.): Elfandango<br />
sinuano, Montería, Gráficas Corsa. 1988. p. 12; también, el de<br />
Edelmira Pérez sobre el chandé en CARBÓ RON<strong>DE</strong>ROS (Guillermo):<br />
op.cit., p. 166-167.<br />
7 GUTIÉRREZ HINAJOSA (Tomá.s D.): CUltura vallenata: Origen,<br />
teoría y pruebas, Santafé de Bogotá., Plaza & Janés, 1992, p.<br />
564.<br />
8pÉREZ COGOLLO (Nlcanor) y CAAMAÑO B<strong>LA</strong>NQUICET (Miguel):<br />
Breves Notas Hist6ricas de El Banco, Bucaramanga, Multlpapeles.<br />
1994, p. 96.<br />
9Este evento tuvo como antecedente el Festival del Río, creado<br />
en 1970. Ver FORTICH DiAZ (Willlam): Con bombos y platillos, Montería,<br />
Domus Llbrl, 1994, p. 147-148.<br />
10La «cabeza de Tambora « (o «jefe», por lo general, mujer y<br />
actriz de esta tradición) es quien organiza y pone una Tambora,<br />
a menudo con á.nimo devocional. Pino Avila también describe<br />
«cabezas» de cierto poder económico y sin á.nlmo devoclonal. Cf.<br />
PINoAVI<strong>LA</strong> (Diógenes Armando) : op. cit., p. 20 a 21; CARBÓ RON<strong>DE</strong>ROS<br />
(Gulllermo): op. cit., p. 131 a 135.<br />
llAlvaro Mler, San Martin de Loba, 20 de enero de 1995.<br />
12Ver el video YURUPARi: PUanderas.farotas y tamboras (textos<br />
de Gloria Trlana), Bogotá., Audlovisuales, 1986. en donde se pueden<br />
observar algunos fragmentos de este aprendIzaje.<br />
13En 1987 no hubo Festival por falta de recursos.<br />
14EI currulao es un tambor cónico interpretado con las palmas<br />
de las manos. Algunas veces se le llama «macho» o sImplemente<br />
«tambor». Cf. CARBÓ RON<strong>DE</strong>ROS (Guillermo ): Al ritmo de...<br />
tambora-tambora, en Huellas, N" 39. Barranquilla, Universidad<br />
del Norte, 1993, p. 29.<br />
15y que hace alusión al día que le corresponde celebrar la<br />
novena de Navidad a esta calle.<br />
16y que hace alusión a la rica tradición musical de sus mIembros.<br />
17Existe una sola excepción: la partlclpaelón como jurado<br />
de Aminta Marín, la «Reina de la Tambora» de San Martín de<br />
Loba, en el II" Festival de Tambora en 1985.<br />
1 By que se encuentran en los archivos de la Biblioteca Mu-<br />
Tarima y pancarta del "Festival de Tambora" en la calle de<br />
Bolívar, San Martín de Loba, 13 de noviembre de 1994. (M.M<br />
nici~al de San Martín de Loba.<br />
9El tema central en este Festival era: .Octavo Festival de la<br />
Tambora y la violencia..<br />
2°Los puntos 8 y 9 se encuentran en la hoja de inscripción<br />
para este concurso en los años subsiguientes. Alvaro Mler afirma<br />
que los grupos participantes sólo están en la obligación de interpretar<br />
tres de los cuatro ritmos mencionados.<br />
21 PINO AVI<strong>LA</strong> (Diógenes A. ): Tamalameque. htstolia y leyenda.<br />
Bucaramanga. Funprocep. 1991. 179 p.<br />
22PINO AVI<strong>LA</strong> (Diógenes A.): La Tambora: Universo Mágico.<br />
Tamalameque. Casa de la Cultura. 1990.44 p.<br />
23Dlógenes Armando Pino. Tamalameque. 18 de diciembre<br />
de 1995.<br />
24LuIS Eugenlo Imbrechts. Tamalameque.12 de diciembre<br />
de 1995.<br />
25Excepto en el año 1995. cuando se realizó en torno a las<br />
fiestas del Santísimo Cristo.<br />
26OCAMPO LóPEZ (Javier): Lasjlestas y elJoiclor en ColombIa.<br />
Bogotá. El Áncora. 1985. p. 210.<br />
27RENDÓN (Carlos): Tamalameque. Audlovisuales. 1991. 20<br />
min.<br />
28Anexo de la invitación al .IXo Festival de la Tambora y la<br />
Guacherna.. enviada al grupo .Marchegua. de Hatillo de Loba<br />
por la .Casa de la Cultura de Tamalameque. el 6 de octubre de<br />
1994.<br />
29Diógenes Armando Pino. Tamalameque. 18 de diciembre<br />
de 1995.<br />
30Según las respuestas afirmativas de todos los actores 1nterrogados<br />
(un total de 48 personas. nacidas entre 1908 y 1975.<br />
provenientes de Altos del Rosario. Hatillo de Loba. San Martin<br />
de Loba y Tamalameque) a las preguntas siguientes: r¿Considera<br />
el Festival de Tambora importante para la Tambora en general?,.<br />
y r¿Considera el Festival de Tambora importante para usted<br />
mIsmo en particular?,<br />
31 En Tamalameque al ritmo de tambora también se le llama<br />
.tambora-tambora ..Cf. CARBÓ RoN<strong>DE</strong>Ros (Guillermo) : "Al ritmo<br />
de ...tambora-tambora". op. cit.. p. 27.<br />
32CARBÓ RoN<strong>DE</strong>Ros (Guillermo): "La Tambora: muslque de<br />
tradition orale en Colombte". op. cit.. p. 405.<br />
33 Alejandro Villalobos. Hatillo de Loba. 9 de enero de 1996.<br />
34Desafortunadamente no nos fue posible encontrar el<br />
mencionado disco en la casa de Nelba Centeno. Es importante.<br />
sin embargo. señalar que no es raro encontrar informac16n<br />
13
equivocada en las carátulas de los discos de música costeña.<br />
Por ejemplo. la célebre composición de Antonio María Peñaloza<br />
«Tc o)Yidé». himno del Carnaval de Barranquilla. es conocido<br />
como un chandé (ver CAMARGO FRANco (Jaime Eduardo): "Chandé.<br />
Ritmo de carnavales". en MúsIca TropIcal !I Salsa en Colombia.<br />
Medellín. Ediciones Fuentes. 1992. p. 147 a 171). No obstante.<br />
el ritmo de esta composición proviene de la danza del garabato<br />
(cf. CAN<strong>DE</strong><strong>LA</strong> (Mariano): Tertulias musIcales del Caribe colombiano.<br />
Barranquilla. Universidad del Atlántico. 1998. p. 50). y rítmicamente<br />
hablando no se asemeja con el chandé de la región de<br />
la depresión momposina. y en particular de poblaciones como<br />
Talaigua Viejo. En efecto. si el primero es un ritmo esencialmente<br />
binario. el segundo tiende a ser ternario. Además. según<br />
mi conocimiento. grabaciones comerciales en disco de vinilo de<br />
chandé ribereño. eran inexistentes en la época. Por ello. el chandé<br />
«Joselito el borrachón» tomado como referencia por Alberto<br />
González. es muy probablemente distinto de aquel interpretado<br />
por sus propios vecinos momposinos.<br />
35San Martín de Loba. 23 de enero de 1995.<br />
36Ismael Ardila. nacido en 1951. es uno de los más importantes<br />
cantadores de San Martín de Loba y del grupo «Dinastía<br />
y Folclor». Él ha hecho mezclas entre la música vallenata y Tambora.<br />
dando lugar a lo que él llama «Tambora vaUenata».<br />
37 ARAOJO (Consuelo): Vallenatología. Orígenes !lfundamentos<br />
de la músIca vaUenata. Bogotá. Tercer Mundo. 1973. p. 84.<br />
38Bailarín. tamborero y artesano. constructor de instrumentos<br />
de percusión. nacido en San Martín de Loba en 1928.<br />
39FRANco MEDINA (Carlos Arturo): "Bailes cantados en la Costa<br />
Atlántica". en Nueva Revista Colombiana de Folclor. Vol. 1. N° 2.<br />
Bogotá. 1987. p. 53 a 72.<br />
40Cf. MYERS (Helen): "Mustque traditlonnelle". en Dictlonnaire<br />
Enc!lclopédtque de la Mustque. Universidad de Oxford. Traducción<br />
francesa. Éditions Robert Laffont. París. 1988. p. 231.<br />
41GARCIA USTA (Jorge): "Toño Fernández. un hombre que era<br />
más que todo el mundo". en Diezjuglares en su patio. Bogotá.<br />
Litofrafia Hermedin. 1991. p. 131.<br />
2Alvaro Mier. San Martín de Loba. 20 de enero de 1995.<br />
43Durante las fiestas de san Pedro y san Pablo. el 29 de<br />
junio hacia el año de 1988.<br />
44Igualmente conocida como tambora corrida .<br />
45Dilmina Muñoz. Hatillo de Loba. 9 de enero de 1996.<br />
46y gracias a la iniciativa del padre javeriano Luis<br />
Eduardo García .<br />
47 CARBÓ RON<strong>DE</strong>ROS (Guillermo): op. cit.. p. 177.<br />
48-rodos los testimonios aquí presentados han sido reunidos<br />
por el autor durante trabajos de campo realizados entre 1990 y<br />
1996.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
ARAúJO (Consuelo): Vallenatología. Orígenes yjundamentos de la<br />
músIca vallenata. Bogotá. Ediciones Tercer Mundo, 1973.<br />
162p.<br />
CAMARGO FRANco (Jaime Eduardo): "Chandé. Ritmo de carnavales"'<br />
en MúsIca tropIcal y salsa en Colombia. Medellín, EdIcIones<br />
Fuentes, 1992. pp. 147 a 171.<br />
CAN<strong>DE</strong><strong>LA</strong> (Marlano): Tertulias musIcales del Caribe colombiano.<br />
Barranquilla, Universidad del Atlántlco, 1998, 182 p.<br />
CANTERO PtREZ (Margarita) y DIAZ BRAVO (Carlos E.): Eljandango<br />
stnuano, Montería, Gráficas Corsa. 1988. 68 p.<br />
CARBÓ RON<strong>DE</strong>ROS (Guillermo ): "Al ritmo de... tambora-tambora",<br />
en Huellas. N° 39, Barranquilla, Universidad del Norte, 1993,<br />
p. 27 a <strong>58</strong>.<br />
CARBÓ RON<strong>DE</strong>ROS (Guillermo): La Tambora: musique de traditton<br />
orale en Colombie, Tesis de Doctorado. Universidad de La<br />
Sorbona (París- IV), 1998, 732 p.<br />
FORTICH DIAZ (Willlam): Con bombos y platillos. Montería, Domus<br />
Llbrl, 1994, 208 p.<br />
FRANCO MEDINA (Carlos Arturo): "Bailes cantados en la Costa<br />
Atlántlca". en Nueva Revista Colombiana de Folclor; Vol. 1.<br />
N° 2, Bogotá. 1987, p. 53 a 72.<br />
GARCiA USTA (Jorge): "Toño Fernández. un hombre que era más<br />
que todo el mundo", en Diezjuglares en su patlo, Bogotá,<br />
Lltografia Hermedin, 1991. p. 131.<br />
GUTIÉRREZ HINAJOSA (Tomás D.): Cultura vallenata: Origen, teoría<br />
y pruebas. Santafé de Bogotá, Plaza & Janés, 1992, 608 p.<br />
LIST ( George ): MúsIca y Poesía en un pueblo colombiano, Santafé<br />
de Bogotá. Patronato Colombiano de Artes y Ciencias. 1994,<br />
600p.<br />
MYERS (Helen): "Muslque tradltlonnelle". en Dlctlonnaire Encyclopédique<br />
de la Musique. Universidad de Oxford. Traducción<br />
francesa, Édltlons Robert Laffont, París. 1988. p. 231.<br />
OCAMPO LóPEZ (Javier): Lasf1estas y eljolclor en Colombia, Bogotá.<br />
El Ancora. 1985, 273 p.<br />
PtREZ COGOLLO (Nlcanor) y CAAMAÑo B<strong>LA</strong>NQVICET (Miguel): Breves<br />
notas hist6rtcas de El Banco. Bucaramanga, Multlpapeles,<br />
1994, 134 p.<br />
PINO AVI<strong>LA</strong> (Dlógenes A. ): Tamalameque. historta y leyenda. Bucaramanga,<br />
Funprocep, 1991, 179 p.<br />
PINO AVI<strong>LA</strong> (Dlógenes A.): La Tambora: Universo Mágico, Tamalameque.<br />
Casa de la Cultura, 1990, 44 p.<br />
RENDÓN (Carlos): Tamalameque, Audlovisuales, 1991, 20 min.<br />
SILBERMANN (Alphons): Les prtnctpes de la soclologie de la musique,<br />
Ginebra, Llbralrle Droz, 1968, p. 87.<br />
YuRuPAR1: PUanderas,jarotas y tamboras (textos de Gloria<br />
Trlana), Bogotá. Audlovisuales, 1986.<br />
14
Dinámica del carnaval de Barranquilla<br />
Balseir Guzmán<br />
Baena*<br />
Viva CecUia 1 a de Noé León (óleo sobre madera 60 x 90 cm. colección particular. Bogotá).<br />
El carnaval de Barranquilla es un proceso dinámico.<br />
lo que permite su análisis desde diferentes disciplinas.<br />
tales como la historia. la antropología. la<br />
sociología. la economía. la sicología y otras más.<br />
considerándolo en todo su movimiento. esto es.<br />
desde sus orígenes hasta el momento actual. y mostrando<br />
las diversas interrelaciones que se dan entre<br />
los actores. las instituciones y la sociedad en<br />
general.<br />
Para referirnos al origen del carnaval dé Barranquilla,<br />
debemos remontarnos a las festividadesrea-<br />
.Magíster en Clepclas, especialidad en Matemáticas, del Instltuto<br />
Politécnico Nacional de México, IPN, Ha sido catedrático<br />
de la Universidad del Norte, Profesor de la Universidad del<br />
Atlántico,<br />
lizadas en la Grecia Antigua, con motivo de agradecer<br />
al dios Cronos los buenos resultados de las cosechas<br />
y la fecundidad de hombres y mujeres.<br />
Luego, al decaer el imperio griego y ser sustituido<br />
por el romano, también se transforman, o mejor,<br />
se asimilan, los dioses griegos por parte del<br />
pueblo de Roma -Cronos es ahora Saturno-, y se<br />
establecen o continúan tales festividades, en este<br />
caso la denominadas Satumales, con el mismo objeto<br />
que las griegas.<br />
Además, a la par de estas festiVidades, coeXistían<br />
otras que se relacionaban de alguna manera<br />
con las anteriores, tales como las bacanales en honor<br />
de Baco, el dios del Vino.<br />
Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Unlnorte. Barranquilla<br />
pp. 15-19. 04-08/MM. ISSN 0120-2537<br />
15
A la caída del Imperio Romano y Su sustitución<br />
por el cristianismo. la Iglesia en su lucha por cambiar<br />
la ideología de los pueblos y en particular desterrar<br />
el paganismo de las mentes de los hombres<br />
dominados por la nueva ideología. intentó en vano.<br />
y con todo su poder. evitar y terminar con este tipo<br />
de festividades. Pero pudo más el deseo y el poder<br />
del pueblo. teniendo que renunciar los santos pa-<br />
-dres a sus pretensiones. para terminar dándole su<br />
bendición a la fiesta carnestoléndica. no sin antes<br />
haber buscado una justificación ideológica. relacionándola<br />
con sus prácticas religiosas.<br />
Lo anterior condujo a que en el concilio de Benevento,<br />
en el siglo XII, se oficializara el carnaval fijando<br />
como día último de la fiesta el miércoles de<br />
ceniza.<br />
Una vez terminadas las festividades. el pueblo<br />
debería someterse a un proceso de penitencia. consistente<br />
en abstinencias de todo tipo durante 40<br />
días. período que denominaron cuaresma. para inmediatamente<br />
después entrar a celebrar la semana<br />
santa.<br />
Parece ser que la cuaresma tuvo su origen en la<br />
recordación de los cuarenta días que según los evangelios<br />
pasó Jesús en el desierto luchando contra<br />
Satanás. símbolo del mundo y la carne.<br />
El carnaval más famoso en la Europa cristiana<br />
fue y sigue siendo el de Venecia, en Italia. Durante<br />
su celebración se nombra un rey que reinará Únicamente<br />
en esas festividades. De manera similar,<br />
pero de diferente sexo, en el de Barranquilla se elige<br />
reina del carnaval, acompañada por el rey Momo.<br />
A propósito de lo mencionado, esas fusiones de<br />
dioses, santos e ídolos es una constante en todo<br />
proceso de dominación d~ un pueblo por otro. De<br />
esta manera, por ejemplo, los españoles construyeron<br />
sus templos cristianos sobre los altares de<br />
sacrificio y de prácticas religiosas de los mayas y<br />
de los aztecas en México, así como sobre las de los<br />
incas en el Perú. Por otra parte, los negros africanos<br />
traídos a América, en la época de la colonización,<br />
asimilaron sus dioses a los santos cristianos,<br />
logrando de esta forma preservar sus cultos y festividades,<br />
dando como resultado fenómenos tan interesantes<br />
como la "santería" en varios países del<br />
Caribe y en el Brasil.<br />
Con relación a la carne, esto es, a la sensualidad.<br />
la sexualidad y el erotismo, el carnaval, en<br />
italiano carnevale. significa licencia concedida para<br />
que el hombre desarrolle toda su capacidad amatoria<br />
sin cortapisas o, como expresa Javier COVO.<br />
"el gozo sabroso en el placer de los sentidos."<br />
Los participantes en el carnaval. optaron por disfrazarse.<br />
como una manera de extrovertir sus deseos<br />
de ser alguien distinto a su vida común y. en<br />
buena parte. para no ser identificados por sus conocidos<br />
y por sus amantes de ocasión. una vez terminara<br />
el carnaval. De esta manera el carnaval pudo<br />
continuar en Europa durante el dominio del cristianismo.<br />
Con el "descubrimiento y conquista", nos llegó a<br />
América en las barcas de los españoles. En España<br />
estas celebraciones se caracterizaban, en el siglo<br />
XVII, por dos tipos de fiestas: una, la de los ricos,<br />
muy parecida al carnaval de Venecia, con desfiles<br />
pomposos, cabalgatas fastuosas y farras interminables,<br />
muestra de su poderío económico, y otra,<br />
la de los pobres en el campo, marcada por sus símbolos<br />
religiosos tradicionales, utilizando máscaras,<br />
harina, agua y hasta el entierro de un muñeco, origen<br />
de Joselito Carnaval, para indicar el final de la<br />
sagrada ceremonia.<br />
En cada pueblo que fundaron los españoles en<br />
América, y que no fueron pocos, ellos introdujeron<br />
esos dos tipos de fiestas.<br />
En las ciudades coloniales del Caribe colombia -<br />
no, lagente se agasajaba con unos festejos que tenían<br />
mucho del carnaval tradicional europeo: entre<br />
máscaras y harina se gozaba del arrumaco a los<br />
sones del minué y la contradanza.<br />
En las zonas rurales. las fiestas tenían que ver<br />
con los ritos de los indígenas y de los negros esclavos.<br />
ritos y dioses que se fueron colando entre el<br />
fragor de las solemnes festividades cristianas.<br />
Durante la colonia, en ciudades como Cartagena,<br />
los españoles establecieron las fiestas religiosas de<br />
san Sebastián y de la Virgen de la Candelaria, los<br />
días 20 de enero y 2 de febrero, respectivamente,<br />
con el objeto de que los esclavos se "liberaran" de<br />
la opresión a la cual se hallaban sometidos, lo que<br />
ala postre terminó en que los españoles compartieron<br />
con ellos, y se prolongaran estas festividades<br />
hasta el carnaval.<br />
Esta situación o complicidad entre españoles y<br />
negros, llegó a tal punto que el cabildo de Cartagena<br />
le dirigió una carta al virrey Ezpeleta en 1791. en<br />
forma de queja. en la que, entre otras cosas, mani-<br />
16
festaba que el carnaval constituía una<br />
ofensa a Dios. La moral y las buenas costumbres<br />
se hallaban en peligro debido a<br />
la participación de los jóvenes y mujeres<br />
españolas en los eventos relacionados con<br />
estas fiestas, junto con los esclavos negros,<br />
llegando al extremo de abandonar<br />
sus trabajos y obligaciones.<br />
En América los carnavales de más renombre<br />
son: el de Nueva Orleans en Estados<br />
Unidos, el de Río de Janeiro en Brasil,<br />
caracterizados ambos por la fuerte<br />
influencia negra, y el Carnaval de Barranquilla,<br />
que como veremos un poco más<br />
adelante, se caracteriza por un sincretismo<br />
triétnico de blancos, negros e indígenas.<br />
En 1851 Barranquilla contaba con<br />
aproximadamente 6.000 habitantes yestaba<br />
constituida como la Villa Capital del<br />
Cantón de la Provincia de Sabanilla, ubicada<br />
sobre la ribera del río Magdalena y<br />
cercana al puerto marítimo de Sabanilla,<br />
por donde entraron los inmigrantes de<br />
Europa, Asia y M rica, trayendo mercancías<br />
para la venta.<br />
Gracias a estos inmigrantes. Barranquilla<br />
logró un rápido crecimiento. convirtiéndose<br />
en 1869 en el puerto más importante<br />
del Caribe colombiano.<br />
En la década de 1870, Barranquilla ya<br />
contaba con cerca de 18.000 habitantes,<br />
habiéndose triplicado su población en un<br />
período inferior a tres décadas. Su importante<br />
desarrollo comercial trajo consigo<br />
los primeros tranvías tirados por caballos'<br />
el primer teatro, el primer club de<br />
danza y, en 1876, el primer bando que<br />
dio inicio oficial a las fiestas de carnaval<br />
de Barranquilla.<br />
Desde el comienzo del carnaval. hubo una confluencia<br />
triétnica. Por el río de la Magdalena bajaron<br />
los pobladores rurales de sus riberas cargados<br />
de disfraces autóctonos de tradiciones indígenas. y<br />
por los caminos llegaron los negros de los palenques<br />
con sus tradiciones musicales y sus danzas.<br />
para encontrarse con los pobladores de Barranquilla<br />
y de esta forma hacer de este carnaval uno de<br />
los más importantes en el nivel nacional e internacional.<br />
Fotos de<br />
Dtego Samper Martlnez:<br />
Carnaval Caribe. 1994.<br />
Lo anterior ha permitido que el carnaval<br />
de Barranquilla se halla constituido<br />
en un fenómeno tan complejo, para cuya<br />
total comprensión y desarrollo, se precisa<br />
de los esfuerzos y de la participación<br />
de antropólogos. sociólogos. historiadores,<br />
artistas de todas las expresiones culturales,<br />
sicólogos, economistas y planificadores.<br />
En las primeras décadas del siglo XX,<br />
el carnaval fue el tinglado donde los sectores<br />
pudientes reafirmaban su papel en<br />
la sociedad. La gente se conocía y se relacionaba<br />
a ritmo de cumbia. participando<br />
en las comparsas de los clubes como el<br />
Barranquilla, el Carib. el ABC o el Alemán.<br />
Eran unos carnavales acaparados por<br />
los grupos sociales que manejaban la actividad<br />
comercial, financiaban las carrozas<br />
y colocaban las reinas. No había desfiles,<br />
ni "gran parada" y mucho menos<br />
cumbiambas en las calles.<br />
Sin embargo. a la par de esta aristocracia<br />
que hacia el carnaval en los clubes<br />
sociales. el pueblo raso barranquillero desarrollaba<br />
sus actividades en los llamados<br />
"salones burreros". que eran lmprovisadas<br />
pistas de baile. donde las gentes<br />
de Galapa. Soledad y La Playa llegaban<br />
disfrazados de tigres. toritos y diablos<br />
para involucrarse en la paranoia colectiva<br />
y bailar sus ritmos africanos y aborígenes<br />
al sonido de tamboras y papayeras.<br />
Al paso del tiempo. las cosas fueron<br />
cambiando hasta que se democratizó el<br />
Carnaval. Es así como empezaron a<br />
bailarse en los clubes soCiales la cumbia<br />
y la danza del garabato con disfraces de<br />
tigres y de diablos sacados de la más exquisita<br />
inspiración popular.<br />
En este proceso, jugó papel fundamental el barrio<br />
de Rebolo, en donde nacieron las danzas del<br />
Toro Grande, el Torito, los Páj'aros, la Danza de<br />
Barranquilla y el Garabato. Gracias a este barrio,<br />
el carnaval es lo que es hoy en día, como dice Covo,<br />
un tremendo parrandón popular.<br />
En 1943, la Asamblea Departamental es la encargada<br />
de elegir a la junta organizadora del car-<br />
17
naval. habiendo éste adquirido status en el esta<br />
blecimiento.<br />
Gracias a la gestión del escritor Alfredo de la<br />
Espriella, se creó el reinado popular en los barrios,<br />
lo cual le dio un gran impulso a las festividades<br />
carnestoléndicas.<br />
El barranquilllero no tiene una tipología definida.<br />
como otros pobladores de nuestro país. tales<br />
como elcundinamarqués. el boyacense. el paisa. el<br />
llanero o el tolimense. Sin embargo. se caracteriza<br />
por otras virtudes diferentes a la raza o al abolengo.<br />
lo cual lo hace diferente del resto de colombianos.<br />
y aun de otros pobladores del Caribe colombiano<br />
tales como el cartagenero y el samario. Los<br />
inmigrantes que se quedan en Barranquilla. una<br />
vez asimilan el modo de ser de sus habitantes. terminan<br />
anteponiendo a su propio gentilicio el de<br />
barranquillero.<br />
Lo anterior se debe en gran parte a que Barranquillano<br />
fue fundada por los espafioles, como bien<br />
lo expresaba Alvaro Cepeda Samudio, cuando afirmaba<br />
que "... ni tuvo la fortuna de que sus arenales<br />
fueran hollados por las gastadas botas de un<br />
barbudo conquistador espafiol", ni tampoco por los<br />
paisas que a ritmo de tiple, machete y hacha. fundaron<br />
pueblos y colonizaron casi medio país.<br />
Nuestra ciudad surgió como mezcla de inmtgrantes<br />
europeos y asiáticos. de negros palenqueros. de<br />
indígenas de las riberas del río de la Magdalena. y<br />
de exiliados de diferentes partes del país. En últimas,<br />
nuestra ciudad es producto de una mezcla<br />
muy variada de gentes diversas.<br />
Esta última observación ha hecho del barranquillero<br />
un ser receptivo, abierto, extrovertido y<br />
hedonista por excelencia, muchas veces irreverente,<br />
pero con un magnífico buen humor, característica<br />
esta última que se conoce como magallismo en<br />
el argot popular.<br />
En gran medida el carnaval es responsable de<br />
esta forma de ser del barranquillero: la violencia<br />
que ha sido una cruel constante en nuestro país.<br />
no ha podido enseñorearse de la ciudad.<br />
Gloria Triana, antropóloga de la Universidad<br />
Nacional de Colombia y una de las investigadoras<br />
más conocedora del fenómeno del carnaval, opina<br />
que éste constituye una terapia colectiva.<br />
En el carnaval han existido intervenciones tanto<br />
positivas como negativas, y siempre se podrá<br />
intervenir positivamente en el proceso.<br />
Una de las intervenciones negativas consiste en<br />
tratar de entrometer la politiquería en el evento, tal<br />
como ocurrió en la década del 60, cuando se<br />
implementó la compra de votos en la elección de<br />
las reinas populares. los auxilios parlamentarios y<br />
los premios de disfraces y danzas. realizados por<br />
los políticos regionales.<br />
Entre las intervenciones positivas. está la conformación<br />
de la Corporación Autónoma del Carnaval'<br />
que lo organizó a mediados de la década de los<br />
70, con métodos distintos a los oficiales. Otra, ha<br />
sido el impulso dado al carnaval por parte de algunos<br />
intelectuales barranquilleros que decidieron,<br />
además de investigar acerca del carnaval, rescatar<br />
disfraces y danzas tradicionales que estaban desapareciendo<br />
del evento. como el maestro Carlos<br />
Franco. ya desaparecido. con su escuela de danzas<br />
folclóricas. y como todos aquellos que con un fin<br />
similar. que incluye el gozo del carnaval. conformaron<br />
la comparsa "Disfrázate como quieras", la<br />
cual es ya tradicional en el desfile de la Batalla de<br />
Flores.<br />
Los actores fundamentales del carnaval son los<br />
pobladores de Barranquilla. Es en realidad una fiesta<br />
popular donde toda la población se integra sin<br />
distingo de clases sociales. ni de razas, ni de ideologías.<br />
como se enuncia en el bando leído por la<br />
reina del Carnaval. el día 20 de enero de ca:da año.<br />
La única licencia que tiene el barranquillero es<br />
la de rumbear durante cuatro días sin parar. que<br />
empiezan el sábado de la batalla de flores y terminan<br />
el martes anterior al miércoles de ceniza. con<br />
el entierro de Joselito Carnaval. que renacerá. cual<br />
ave fénix. en el siguiente carnaval. ,<br />
Desde el punto de vista socioeconómico, el carnaval<br />
mueve a la sociedad al incremento ya la producción<br />
de bienes y servicios, tanto económicos<br />
como culturales. tales como aquellos relacionados<br />
con el turismo. la producción de disfraces y carrozas.<br />
el mantenimiento y creación de grupos de danzasy<br />
comparsas. la producción musical, etc.. además<br />
del aumento en el consumo de licores y ciga -<br />
rrillos, renta funda~enta1 del departamento.<br />
La duración del carnaval es una incógnita dificil<br />
de despejar. Algunos piensan que comienza donde<br />
termina el anterior, otros que empieza con los en-<br />
18
~<br />
sayos de las cumbiambas y<br />
grupos de danzas folclóricas<br />
antes de la lectura del bando<br />
el 20 de enero, otros consideran<br />
que este día es el inicio<br />
del Carnaval, otros que<br />
empieza en la noche de Guacherna<br />
una semana antes de<br />
la batalla de flores, mientras<br />
que otros consideran que<br />
consiste en los cuatro días<br />
oficiales que van del sábado<br />
de la Batalla de Flores pasando<br />
por el domingo, con el majestuoso<br />
desfile de la Gran<br />
Parada, hasta el martes con<br />
el entierro de Joselito. Personalmente,<br />
creo que todos tlenen<br />
la razón.<br />
Aunque el Carnaval se sigue<br />
por una regla general,<br />
que es precisamente la "carencia<br />
total de reglas", es un<br />
desorden organizado.<br />
Los espectadores son actores<br />
y viceversa, el índice de<br />
criminalidad durante el evento,<br />
disminuye considerablemente<br />
en relación con lo "normal". La unidad del<br />
pueblo barranquillero durante estos días de<br />
sabrosura, es realmente admirable. Es interesante<br />
mencionar que aunque todos estén disfrutando de<br />
las fiestas carnestoléndicas, el pueblo no pierde<br />
oportunidad para realizar la crítica social y aprovecha<br />
las festividades para representar y caricaturizar<br />
los hechos más relevantes de la actividad de los<br />
dirigentes del país, la región y la ciudad, mediante<br />
la conformación de comparsas con motivos políticos<br />
y la recitación de letanías.<br />
De lo antes expuesto. se puede concluir que el<br />
Entierro de Joselito.<br />
carnaval de Barranquilla es<br />
de gran importancia no<br />
sólo para los pobladores de<br />
esta mágica ciudad. sino<br />
para todo el país, para el<br />
Caribe latinoamericano y.<br />
en general, para el mundo<br />
cristiano u occidental. En<br />
él se conservan las antiguas<br />
tradiciones griegas.<br />
romanas y cristianas. se<br />
recogen las manifestaciones<br />
culturales y folclóricas<br />
de los primeros pobladores<br />
de América, y de los pueblos<br />
africanos que fueron<br />
sacados de sus territorios.<br />
ultrajados, maltratados y<br />
vendidos a los colonizadores<br />
de nuestro continente.<br />
Además de constituir un<br />
paliativo terapéutico, aunque<br />
mínimo, para el cáncer<br />
social de la violencia que<br />
nos está corroyendo incansablemente.<br />
producto de<br />
los odios engendrados por<br />
la injusticia y la intolerancia<br />
en nuestro país.<br />
BmLIOGRAFÍA<br />
Covo. Javier. Carnaval de Barranquilla. Texto Ilustrado.<br />
Asociación Carbocol- Intercor. 1988.<br />
ABELW. Margarita; BUELVAS. Mirta y CABALLERO. Antonio. "Carnaval<br />
de Barranquilla; Gajos de Corozo. Flores de La Habana".<br />
Suplemento del Caribe. Febrero 18 de 1979.<br />
CEPEDA S.. Alvaro. "Barranquilla y la historia". Huellas 51-52-<br />
53. Uninorte. 1998.<br />
SAMPER. Diego; BUELVAS. Mirta. Carnaval Caribe. Andes Editores.<br />
Bogotá. 1994.<br />
<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> ESPRIEL<strong>LA</strong>. Alfredo. "Así era nuestro Carnaval". Revista<br />
Carnaval de BarranquUla. 1967.<br />
MALDONADO. Luis. Religiosidad popular: Nostalgia de lo mágico.<br />
Ediciones Cristiandad. Madrid. 1975.<br />
19
Extranjeros ilegales en el siglo XVII:<br />
LOS CRISTIANOS NUEVOS <strong>DE</strong> CARTAGENA<br />
María Cristina<br />
Navarrete*<br />
En las últimas décadas del siglo XVI y la primera<br />
mitad del siglo XVII habitó en Cartagena un número<br />
significativo de cristianos nuevosl portugueses situados<br />
en distintos estamentos de la sociedad. Algunos<br />
de ellos. sobresalieron por su fortuna. posición<br />
social y poder político; otros. se desempeñaron en<br />
distintas ramas de la actividad artesanal. Sin embargo.<br />
a pesar de su aparente estabilidadresidencial.<br />
el status de extranjeros y sobre todo la sospecha<br />
de ser descendientes de judíos conversos. es<br />
decir. cristianos nuevos. los puso en la mira de las<br />
autoridades civiles y eclesiásticas.<br />
ILEGALES EN <strong>LA</strong>S INDIAS<br />
Cuando Cristóbal Colón realizó su hazaña. la hizo<br />
a nombre de Castilla. Desde ese entonces, la entrada<br />
de ciudadanos a los territorios de las Indias procedentes<br />
de otros reinos, aun los unidos a CasUlla.<br />
estuvo vedada. Si bien la prohibición existía, ésta<br />
no fue óbice para que muchos extranjeros con<br />
deseos de establecerse en el Nuevo Mundo lo lograran.<br />
Para ello, había algunas posibilidades de legalizar<br />
la situación.<br />
Por una parte. estaban las "cartas de naturaleza"<br />
que consistían en permisos concedidos por la Corona<br />
para residir en las Indias, bajo ciertas condiciones<br />
como estar casado con mujer natural del<br />
reino de Castllla, la posesión de bienes raíces y la<br />
residencia previa en las Indias españolas por un<br />
determinado número de años.<br />
Además de las naturalizaciones. hubo otros procedimientos<br />
que habilitaron a los extranjeros la permanencia<br />
en la América española como las "licen-<br />
* Historiadora de la Universidad del Valle.<br />
cias" y las "composiciones". Las licencias eran permisos<br />
individuales concedidos a personas con cualidades<br />
especiales como ciertos oficios o profesiones.<br />
por ejemplo, Manuel Pérez, de nacionalidad portuguesa,<br />
casado con María Pérez. nacida en Pasto. se<br />
encontraba viviendo en Cartagena, en 1630, en virtud<br />
de la licencia que tenía de su majestad para<br />
residir en estas partes y ejercer el oficio de panadero,<br />
con la condición de no tratar ni contratar en otras<br />
cosas que no fuesen del oficio de panadero.2<br />
Las composiciones consistían en el pago de cierta<br />
cantidad de dinero a cambio de la legitimación de<br />
la situación de hecho. Para acceder a la composición<br />
y obtener carta de naturaleza se debía ser persona<br />
prestante y de caudal. Algunos oficios. como el de<br />
labrador, boticario o cirujano, eran particularmente<br />
"útiles a la república" y ameritaban la composición<br />
de quienes los desempeñaban como personas de<br />
bien.<br />
Con el propósito de hacer relación y de componer<br />
a los extranjeros habilitados para ello, llegó a la<br />
ciudad de Cartagena. en 1630. el doctor Antonio<br />
Rodríguez de San Isidro Manrique, visitador general<br />
del Nuevo Reino de Granada. Este funcionario<br />
real inició labores después de mandar a hacer pregones<br />
en diferentes "tiempos", invitando a los extranjeros<br />
para que se presentasen, tomándoles<br />
declaraciones individuales, averiguando la fecha de<br />
entrada en las Indias, el tipo de licencia con que se<br />
encontraban, los negocios que habían realizado y<br />
el monto de sus caudales.3<br />
La Corona estableció prohibiciones para la<br />
entrada a las Indias no sólo de extranjeros sino de<br />
otros personajes nacionales que consideraba<br />
perniciosos para el bienestar de los habitantes de<br />
20 Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Unlnorte. Barranquilla<br />
DD. 20-25. 04-08/MM. lSSN 0120-2537
los territorios recién poblados. Fue así como el<br />
emperador Carlos Vordenó en 1522 que ningún<br />
moro. judío. ni sus hijos. recién convertidos a la fe<br />
cristiana pudieran pasar a las Indias sin licencia<br />
expresa. En 1539. la prohibición fue reiterada y<br />
ningún reconciliado por la Inquisición ni sus<br />
descendientes podían trasladarse al Nuevo Mundo.<br />
La ineficacia de estas disposiciones fue limitada<br />
puesto que todos los que se impusieron atravesar<br />
el océano lo consiguieron por diversos medios :<br />
falsificando pruebas de limpieza de sangre.<br />
sobornando a las autoridades de la Casa de<br />
Contratación o comprando permisos falsificados de<br />
embarque. que solían venderse en Sevilla a precios<br />
asequibles. Los escasos de fortuna optaron por otros<br />
procedimientos como enrolarse de marineros y<br />
soldados. y una vez llegados a América. desertar o<br />
perderse; o buscar en Sevilla un caballero que quisiese<br />
traerlos como pajes o criados personales.<br />
Para la corona española. los portugueses siempre<br />
tuvieron el carácter de extranjeros, incluso durante<br />
el tiempo en que las monarquías estuvieron unidas<br />
(1<strong>58</strong>0-1640). Como un número elevado de los portugueses<br />
que se trasladó a las Indias españolas era<br />
descendiente de judíos conversos, muchos de ellos<br />
procesados por la Inquisición, el término portugués<br />
se consideró sinónimo de judaizante, por aquella<br />
época en el Nuevo Mundo.<br />
A pesar de la doble ilegalidad, gran número de<br />
cristianos nuevos portugueses pasó a las Indias,<br />
especialmente, en el período de unión de las coronas;<br />
algunos. con autorizaciones legalmente obtenidas.<br />
pero la gran mayoría por medio de la inrnigración<br />
clandestina; amparados en el comercio de<br />
negros que estaba en manos de asentistas portugueses.<br />
muchos de ellos cristianos nuevos judaizantes.<br />
Cristianos nuevos portugueses<br />
en el tráfico de esclavos<br />
El puerto de Cartagena fue uno de los puntos claves<br />
de inmigración portuguesa, por ser una de las<br />
paradas obligadas de la flota de Tierra Firme en<br />
sus viajes de ida y regreso a la Península, y centro<br />
autorizado para la recepción de los navíos negreros.<br />
Por este motivo, allí se organizaban ferias a las que<br />
afluían mercaderes de la región y del Nuevo Reino<br />
para la compra y recibimiento de mercancías de la<br />
metrópoli y de los negros de África. En las últimas<br />
décadas del siglo XVI y primeras del siglo XVII,<br />
Cartagena tenía una gran población flotante y unos<br />
mil quinientos vecinos. Hacia 1630, los portugueses<br />
constituían aproxjmadamente el diez por ciento de<br />
la población peninsular.<br />
Los barcos de negros. es decir. las armazones<br />
del registro de esclavos procedentes de África, espe-<br />
21
cíficamente, de los ríos de Guinea,. Angola, San<br />
Tomé, las islas de Cabo Verde. fueron la forma más<br />
expedita para el traslado de portugueses a las Indias<br />
españolas. Algunos venían como pajes. marineros,<br />
grumetes. escribanos de servicio, médicos, cirujanos.<br />
boticarios. incluidos en el registro de la nave,<br />
lo que les habilitaba para trasladarse en forma legítima.<br />
Esto no quería decir que estuvieran habilitados<br />
para establecerse en forma definitiva en los<br />
puertos a donde arribaban; pero muchos de ellos<br />
se quedaban sin licencia como pobladores regulares.<br />
Otros. sencillamente, venían como pasajeros<br />
a quienes los capitanes de los barcos traían con o<br />
sin licencia de las autoridades peninsulares.<br />
La opción de ejercer el tráfico de negros como<br />
representantes de los grandes propietarios o<br />
acompañantes de un lote de esclavos. les permitió<br />
la posibilidad de trasladarse en estos barcos yafincarse<br />
en el Nuevo Mundo. La carga de una armazón<br />
no pertenecía a un solo propietario. Los capitanes.<br />
pilotos. marineros. escribanos. cirujanos al servicio<br />
de la nave y los pasajeros traían por cuenta propia.<br />
o de otros. varios esclavos como parte de la<br />
armazón.<br />
En carta del 30 de agosto de 1630, escrita por el<br />
visitador real doctor Antonio Rodríguez de San<br />
Isidro, dirigida a su majestad, se explicaban las<br />
causas por las cuales había tantos portugueses sin<br />
licencia, particularmente en la ciudad de Carta -<br />
gena. Según él, se debía a que se trasladaban en<br />
los navíos que venían con registro de negros de los<br />
ríos de Guinea, despachados por la Casa de contrataciÓn<br />
de Sevilla o de Lisboa. A pesar de que la<br />
gente de mar y otras personas que viajaban en tales<br />
barcos debían volver a los puertos desde donde<br />
salían, gran parte de estos navíos se quedaba en<br />
las Indias. o era vendida. Asimismo, era raro que<br />
alguno de los marineros y personas que arribaban<br />
en las naves regresasen a su lugar de origen.<br />
Según las ordenanzas del asiento para el tráfico<br />
de negros. ningún navío podía traer más de dos<br />
personas para el beneficio y venta de los esclavos;<br />
sin embargo. eran muchos los que venían bajo este<br />
título. Por otra parte. además de los anteriores y<br />
de la gente de mar. llegaban en las naves más de<br />
veinte personas que argumentaban traer negros de<br />
registro y pretendían tener derecho para permanecer<br />
en estos territorios por tres años. conforme a<br />
las reglas del asiento: "Con que parece que esta<br />
tierra brota a montones portugueses y de aquí se<br />
esparcen a otras muchas partes sin que parezca<br />
hay remedio para estorbarlo...", como<br />
textualmente el visitador en su carta.<br />
decía<br />
Un buen número de cristianos nuevos portugueses,<br />
radicados en Cartagena, tuvo que ver de una<br />
manera u otra con el tráfico de esclavos. Algunos.<br />
eran representantes directos de los asientos o<br />
contratos firmados por el rey con el asentista o propietario<br />
del asiento, es decir, con el gran comerciante<br />
de esclavos que monopolizaba la trata por un tiempo<br />
determinado.<br />
En la relación de extranjeros realizada en Cartagena<br />
en 1630. figuraba Francisco Rodríguez de Solís.<br />
nacido en Lisboa, por esa época de cuarenta años<br />
de edad, quien había pasado a Cartagena hacía ocho<br />
años con el cargo de administrador del asiento de<br />
negros, que su cuñado Antonio Fernández Delvás<br />
había firmado con su majestad. Gracias a que su<br />
caudal era de seis mil pesos y de que se comprobó<br />
persona quieta y pacífica fue admitido a composición<br />
y se le otorgó carta de naturaleza. después de pagar<br />
mil pesos para conseguirla.<br />
En circunstancias parecidas residía en Cartagena<br />
Fernando López de Acosta. originario de Lisboa, con<br />
cincuenta años de edad. quien se desempeñaba<br />
como factor del asiento de Manuel Rodríguez Lamego.<br />
En 1624. la Corona le había expedido licencia<br />
para permanecer en las Indias.5<br />
Uno de los cristianos nuevos portugueses a quien<br />
se le concedió el favor de la composición y se le<br />
otorgó carta de naturaleza en virtud del "oficio<br />
menesteroso" que practicaba en favor de la<br />
ciudadanía cartagenera, fue BIas de Paz Pinto. Este<br />
cirujano natural de Evora llegó de Angola en los<br />
años veinte de 1600 en un barco que traía registro<br />
de esclavos; en el navío se desempeñaba como cirujano.<br />
Asimismo, traía algunos negros de cuenta<br />
propia y de cuenta de otras personas. Por habérsele<br />
muerto la mayoría de los esclavos, se empobreció y<br />
tuvo que quedarse en Cartagena. En esta ciudad se<br />
dedicaba al ejercicio de la cirugía ya "comprar<br />
negros enfermos y de deshecho... que sanando los<br />
volvía a vender..."6<br />
En conclusión, puede afirmarse que uno de los<br />
grandes ramos de la actividad comercial de la<br />
provincia de Cartagena fue la trata negrera. Durante<br />
el siglo XVII, Cartagena fue junto con Veracruz<br />
uno de los principales puertos habilitados para el<br />
desembarque y distribución de esclavos. Portugal<br />
se había constituido en la dueña de los mares de<br />
22
África occidental y por lo tanto del tráfico de esclavos<br />
negros. Involucrados en este negocio estaban los<br />
judíos conversos portugueses residenciados en<br />
Sevilla, Lisboa y sus agentes en la costa africana y<br />
en Cartagena.<br />
"Es indudable -dice Enriqueta Vila Vilar- que<br />
muchos mercaderes portugueses aparecen en<br />
América en relación directa con el tráfico de<br />
esclavos... muchos de ellos se enriquecieron precisamente<br />
con este comercio..."7<br />
Los<br />
CRISTIANOS NUEVOS<br />
EN <strong>LA</strong> SOCIEDAD<br />
CARTAGENERA<br />
~ntrado el siglo XVII, la<br />
población de la ciudad de<br />
Cartagena y en general de<br />
la provincia de este nombre,<br />
estaba constituida<br />
por un conglomerado heterogéneo<br />
en el aspecto<br />
étnico. Había españoles<br />
peninsulares y criollos, de<br />
alto y bajo rango; un número<br />
considerable de negros,<br />
esclavos y libres;<br />
una cifra reducida de indígenas<br />
en el área urbana y<br />
diversas poblaciones de<br />
indios en el área rural, y<br />
una gama en ascenso de<br />
gente de castas de color<br />
variopinto, entre los que<br />
sobresalían mulatos, mestizos<br />
y zambos. Entre los<br />
mil quinientos vecinos<br />
peninsulares, habitantes<br />
de la ciudad, un diez por<br />
ciento era portugués, como<br />
ya se dijo previamente.<br />
estuvieran pendientes de sus acciones debido a las<br />
pérdidas que ocasionaban a las arcas reales.<br />
La magnitud del problema quedó reflejada en<br />
un informe enviado por la Casa de Contratación de<br />
Sevilla al Consejo de las Indias. el 15 de junio de<br />
1610. Entre los datos que incluye hacía énfasis en<br />
el gran número de portugueses ricos y poderosos<br />
que había en Cartagena y en las Indias; de cómo<br />
dominaban las voluntades de los gobernadores y<br />
ministros y de las pérdidas que causaban a los<br />
vasallos de la corona de<br />
Castilla. al comercio ya<br />
la hacienda real. Según<br />
el informe. mandaban<br />
con absoluto poder y<br />
particularmente en Cartagena<br />
eran regidores.<br />
alcaldes ordinarios.<br />
alguaciles mayores y<br />
menores y depositarios.<br />
Venían en navíos de negros<br />
o directamente de<br />
Portugal y volvían a este<br />
reino llevando avisos de<br />
todo cuanto ocurría en<br />
España y en las Indias.<br />
Los portugueses. además<br />
de tener en sus manos<br />
el comercio de negros.<br />
poseían el de todas<br />
las granjerías sin escapárseles<br />
ninguna y sin<br />
pagar derechos en muchos<br />
casos; situación<br />
que se agravaba al sacar<br />
todo el dinero en navíos<br />
particulares y llevarlo a<br />
Portugal. 8<br />
Había entre los cristianos<br />
nuevos portugueses<br />
algunos muy ricos,<br />
Los portugueses de<br />
Foto de Andrés Lejona: As{ es Carlagena; 1998. dueños de tierras que<br />
Cartagena eran gente de<br />
tenían en su poder la<br />
diverso orden social y<br />
masa de los negocios,<br />
económico. Sobresalían por su importancia los sin que hubiese contratación y granjería de<br />
comerciantes de negros y de variados productos, importancia que no corriese por sus manos; poseían<br />
que a su vez eran dueños de estancias. El hecho de fragatas que navegaban a todos los puertos de las<br />
poseer fortuna, de ser sospechosos de profesar el costas de la región y las de México y España llevando<br />
judaísmo, de haber llegado clandestina e ilegalmente,<br />
en muchos casos, pero, sobre todo, por mercaderías. Entre ellos. los había que<br />
y trayendo todo género de frutos de la tierra y<br />
poseían<br />
dedicarse a las actividades fraudulentas del<br />
contrabando, hizo que las autoridades peninsulares<br />
carta de naturaleza para permanecer en las Indias,<br />
concedida por la Corona.9<br />
23
A finales del siglo XVI y comienzos del XVII,<br />
descolló por su caudal y su participación en la<br />
sociedad cartagenera Antonio Núñez Gramajo.<br />
quien debió llegar a Cartagena a raíz de la unión<br />
dinástica; al poco tiempo tenía acaparado el comercio<br />
de esclavos y se envolvía en toda suerte de negocios<br />
como el envío de tabaco y plata. Poseía varias<br />
estancias en las afueras de la ciudad y fue factor<br />
de Pedro Gómez Reynel y de los Coutiños, como<br />
quien dice, hacía las veces de agente y representante<br />
legal en las transacciones del asiento de negros en<br />
Cartagena. Mantenía negocios con Lisboa, Flandes,<br />
España y puertos africanos. Actuó como un verdadero<br />
benefactor en las urgencias y necesidades de<br />
la provincia: ayudó en la defensa cuando el ataque<br />
de Drake; sostuvo hospitales y conventos instituyendo<br />
capellanías; activó la construcción de edificios.<br />
Fue amigo personal del presidente de la Audiencia<br />
de Santa Fe y de los obispos de Cartagena<br />
y Popayán. Dejó como heredero de sus bienes a su<br />
sobrino Antonio Núñez Gramajo. Su testamento evidenció<br />
su gran fortuna, basada en los tres elementos<br />
que constituían la riqueza del momento: tierras,<br />
casas yesclavos.l0<br />
Sin embargo, no todos los portugueses gozaban<br />
de los mismos bienes de fortuna; los había de<br />
mediano caudal, entretenidos en los oficios profesionales<br />
como la medicina, la cirugía y la farmacia<br />
y en algunas actividades artes anales de alto rango<br />
como la platería. Los más eran "de poco fruto y substancia<br />
en cuanto a caudal." Al respecto, decía el<br />
visitador Antonio Rodríguez de San Isidro Manrique:<br />
"aunque ay algunos con razonable hacienda y caudal'<br />
los pobres y miserables son muchos..." La<br />
mayor parte era gente miserable -afirmaba en otra<br />
misiva el visitador- de oficio pulperos, arráez, marineros,<br />
zapateros o sastres y, otros, sin más ocupación<br />
que vagar de una parte a otra careciendo de<br />
lugar y morada cierta.11<br />
Un personaje de capital importancia en la<br />
comunidad de cristianos nuevos de Cartagena fue<br />
el cirujano BIas de Paz Pinto, quien servía con su<br />
oficio a la sociedad cartagenera y curaba negros<br />
para venderlos. Era tenido por sus cofrades como<br />
hombre docto y entendido en la fe de Moisés, cumplía<br />
las veces de maestro de ceremonias en las reuniones<br />
de sinagoga que se celebraban en su casa.<br />
La Inquisición lo acusó de haber realizado las funciones<br />
de rabino y profesor de la ley de Moisés. A<br />
las juntas que se realizaban en su casa asistía buen<br />
número de cristianos nuevos portugueses para<br />
celebrar ritos mosaicos.<br />
Foto de Andrés LeJona: As( es Cartagena. 1998.<br />
Este dirigente natural de la comunidad criptojudía<br />
12 de Cartagena compartía sus conocimientos<br />
con sus correligionarios menos entendidos en<br />
asuntos de fe o menos dedicados a la observancia y<br />
conservación de las creencias y rituales pero<br />
deseosos de mantenerse en la fe y la práctica del<br />
judaísmo. Tenía entre sus pertenencias libros<br />
impresos, entre ellos una Biblia y un libro de oraciones<br />
de los cuales leía en las reuniones que celebraba<br />
en su casa.<br />
En las juntas de sipagoga, se explicaba cómo se<br />
debía ayunar los viernes y guardar los sábados como<br />
fiesta religiosa. Unas veces. antes de la oración, los<br />
asistentes jugaban a las cartas y después del juego<br />
hablaban sobre el cumplimiento del judaísmo y sus<br />
bondades. Uno de los asistentes, entre los más<br />
doctos. hacía algunas pláticas sobre la observancia<br />
de la fe mosaica.<br />
Un buen número de cristianos nuevos judaizantes<br />
de la región cayeron en manos de la Inqui-<br />
24
consecuencia de los tormentos y la mayoría sufrió<br />
la pérdida de sus bienes y el destierro de las Indias<br />
españolas.<br />
NOTAS<br />
Foto de Andrés LeJona: Así es Cartagena. 1998.<br />
sición. instalada en Cartagena. especialmente en<br />
la década de 1630. Se los acusó de participar en<br />
una gran conjuración contra el monarca español y<br />
la fe cristiana y de estar relacionados con una<br />
conjuración semejante que tuvo lugar en Lima. por<br />
esa misma época. Para la Inquisición eran falsos<br />
conversos que habían caído en el delito de herejía.<br />
Sufrieron los tormentos y castigos infringidos por<br />
el tribunal del Santo Oficio. algunos murieron a<br />
I El término cristiano nuevo es equivalente a converso. Designa<br />
a los judíos de origen peninsular ya sus descendientes<br />
que adoptaron la religión cristiana por la razón o la fuerza. Los<br />
documentos coloniales usan preferentemente el término cristIano<br />
nuevo para referirse a los portugueses descendientes de<br />
judíos conversos.<br />
2 Archivo General de Indias. En adelante AGI. Relación de<br />
los extranjeros que se hallaron en la ciudad de Cartagena en<br />
1630. Santa Fe 568.<br />
3AGI. Carta del doctor Antonio Rodríguez de San Isidro<br />
Manrique a la Corona. Santa Fe 568, N° 67.<br />
4 AG1. Carta del doctor Antonio Rodríguez de San Isidro<br />
Manrique a la Corona. Santa Fe 568, N° 66.<br />
5 AGI. Relación de los extranjeros que se hallaron en la ciudad<br />
de Cartagena en 1630. Santa Fe 568. Folios 24 y 31.<br />
6 Ibid. Folios 15-16.<br />
7 Enriqueta V!1a V!1ar. HtspalWamélica y el Comercio de Esclavos.<br />
Sevilla: Escuela de Estudios Hispano-americanos, p. 99.<br />
8 Huguette y Pierre Chaunu. SevUle et l'Atlanttque (1504-<br />
1650). T IV. París: Librairie Armand Colin. 1956. p. 314-315.<br />
9 AGI. Carta del doctor Antonio Rodríguez de San Isidro<br />
Manrique. Santa Fe 568, N° 67.<br />
lO Enriqueta V!1a V!1ar. Htspanoamélica y el Comercio de<br />
Esclavos, p. 121-122.<br />
11 AGI. Cartas del doctor Antonio Rodríguez de San Isidro<br />
Manrique. Santa Fe 568, N°S 66 y 67.<br />
12 El término criptojudío hace referencia a los bautizados<br />
como católicos que vivían socialmente como tales, pero secretamente<br />
practicaban ritos y costumbres judías.<br />
25
Ever González Ch.*<br />
La crisis mundial que llegaría a su mayor nivel ep<br />
1930, estaba en realidad gestándose desde muchos<br />
años atrás. En efecto, a partir de 1925, el precio<br />
del café empezó a experimentar un incontrolable<br />
descenso, 1 lo cual se refleja en algunos sectores de<br />
la economía colombiana, muy especialmente en la<br />
agricultura, el comercio y la industria. A este factor<br />
se suma la suspensión de los empréstitos extranjeros<br />
que paralizó las obras públicas y provocó el<br />
estrechamiento del mer
les, por la vía de sustitución de importaciones. En<br />
efecto, la tasa de crecimiento anual del producto<br />
industrial entre 1931 y 1939 fue en promedio del<br />
12.4%. siendo no sólo "la más alta de América Latina<br />
en la década de los treinta, sino también la más<br />
elevada de la historia industrial colombiana. "8 Evidentemente.<br />
esto provocó un crecimiento en sus<br />
cascos urbanos, que demandó una variedad de<br />
transformaciones en los servicios públicos.<br />
Bajo este panorama universal, se crearon ciertas<br />
condiciones políticas y socio-económicas que<br />
permitieron el surgimiento de las Empresas<br />
Públicas Municipales<br />
de Barranquilla, las r<br />
que a su vez se encuentran<br />
estrechamente<br />
ligadas con el<br />
inicio de la construcciÓn<br />
de la primera<br />
planta moderna de<br />
tratamiento de agua.<br />
La entidad fue organizada<br />
a partir de<br />
1925 mediante los<br />
acuerdos N° 14, 16,<br />
44 y 46. La ampliaciÓn<br />
de la empresa se<br />
realizó a través de los<br />
convenios N° 1 de<br />
1927 y N° 2 de 1928.<br />
La implementación de<br />
nuevas técnicas de<br />
filtración se realizó<br />
mediante los acuerdos N° 28 de 1929, N° 8 de 1930,<br />
N° 48 de 1932, N° lO de 1933 y N° 18 de 1939,<br />
constituida como una "empresa autónoma, descentralizada,<br />
con personería jurídica y patrimonio<br />
propio. "9<br />
El carácter de ciudad que adquiere Barranquilla<br />
en los años veinte se encuentra estrechamente<br />
ligado con el esquema auspiciado por la escuela de<br />
Howard (ciudad Jardín) encabezado por Robert<br />
Park. Dicho esquema se caracterizaba por analizar<br />
la estructura urbana desde el punto de vista de la<br />
evolución. Según esta teoría. el aumento de la<br />
densidad de población conduce inevitablemente al<br />
surgimiento de nuevas necesidades sociales. Se<br />
infiere entonces que no es casual que el estadounidense<br />
Karl Parrish y un equipo de constructores<br />
privados y públicos, hayan sido quienes lideraron<br />
el empréstito ante los banqueros de Chicago con el<br />
propósito de modernizar la ciudad para el futuro<br />
bajo aquel modelo. En efecto. para garantizar el<br />
buen manejo financiero. la Central Trust Company<br />
de l1linois exigió como garantía para la administraciÓn<br />
de la empresa que se nombrara al ingeniero<br />
civil Samuel Hollopeter.1o Barranquilla era el<br />
símbolo de todo un mundo. Era el punto de partida<br />
de todo lo que tuviera que ver con la civilización. La<br />
miscelánea cultural de la que fue objeto no la<br />
experimentaron las demás ciudades de Colombia.<br />
Ciudad Alejandrina. la llamaría el filósofo Julio<br />
Enrique Blanco años después.<br />
Acueducto de Barranquilla<br />
Es bajo estas parodias de progreso y aires de<br />
modernidad que el sueño de los barranquilleros se<br />
convirtiera en realidad:<br />
la inauguración<br />
del moderno acueducto.<br />
Este servicio<br />
"vio la luz" el 20 de<br />
julio de 1929. La construcción<br />
de la planta<br />
fue diseñada en 1926<br />
por la firma norteamericana<br />
Greeley<br />
Hanssen de Chicago.<br />
En una entrevista,<br />
el controvertido político<br />
y ex-gobernador<br />
del Atlántico, general<br />
I Eparquio González,<br />
! manifestaba que "la<br />
nueva planta impedía<br />
al pueblo de Barranquilla<br />
ingurgitar el<br />
veneno que le suministraba el viejo acueducto,"ll<br />
La ciudad a partir de estos momentos se congratulaba<br />
con ser, "cuna" de los servicios públicos en<br />
Colombia y tener uno de los mejores de Latinoamérica.<br />
Inclusive, según informes realizados por<br />
los periódicos de la época, el agua clorinizada por<br />
este servicio no envidiaba el líquido que consumían<br />
los habitantes del estado de Nueva York. El dicho<br />
de que la ciudad es el punto de partida de lo que<br />
denominamos civilización, se cumplía.<br />
La población barranquillera, a los pocos años<br />
de puesta en marcha el nuevo acueducto sentía el<br />
cambio hacia una era de prosperidad. "Los<br />
ciudadanos en las calles, en las esquinas, en las<br />
tiendas y almacenes, solían hablar sólo del buen<br />
servicio que prestaba las Empresas Públicas<br />
Municipales, ...en los colegios se hacían poemas.<br />
canciones y otros actos culturales, referentes al<br />
novedoso suceso."12 Por supuesto, este hecho fue<br />
dándole a la ciudad una nueva imagen, no sola-<br />
27
mente a nivel local. regional y nacional. sino también.<br />
internacional. En los inicios "su capacidad<br />
diaria era de unos 8 millones de galones (0.35<br />
metros cúbicos poor segundo"13 insuficientes para<br />
satisfacer las demandas de toda la población.<br />
En efecto, el crecimiento demográfico y la<br />
expansión urbana de Barranquilla, desbordaron<br />
cualquier pronóstico proyectado por las Empresas<br />
Públicas Municipales. Para los años 30 la ciudad<br />
contaba con una infraestructura urbana considerablemente<br />
compleja y diferenciada. La planta N°<br />
1, cuya construcción se había iniciado en 1928 y<br />
que fue diseñada para 30.300 metros cúbicos/ días.<br />
tuvo que ser ampliada y mejorada a 60.600 metros<br />
cúbicos/días en 1940.14<br />
Antes de su inauguración, la planta contaba<br />
sólo con aireadores del tipo de boquilla aspersora,<br />
colocados sobre unidades de sedimentación con el<br />
propósito de mantener salobre el líquido. Presentaba<br />
facilidades para la aplicación del alhumbre. cal y<br />
cloro por medio de dosificadores volumétricos y<br />
gravimétricos, aplicación del cloruro férrico. a través<br />
de dosificadores volumétricos en solución y aplicación<br />
del cloro (postcloración) con dosificadores<br />
en solución.15<br />
CUADRO I<br />
Mortalidad infantil por sexo en Barranquilla<br />
1929-1930<br />
Meses 1929<br />
Hom,<br />
Muj. ~om. Muj.<br />
1930 1929-1930<br />
TOTALES<br />
Hom.-Muj.<br />
Enero 32 24 14 15 46 39<br />
Febrero 24 22 10 18 34 40<br />
Marzo 30 37 28 19 <strong>58</strong> 56<br />
Abril 31 30 42 28 73 <strong>58</strong><br />
Mayo 46 60 35 26 81 86<br />
Junio 61 35 50 25 111 60<br />
Julio 60 26 <strong>59</strong> 39 119 65<br />
Agosto 46 32 29 19 75 51<br />
Septiembre 26 33 27 20 55 53<br />
Octubre 50 28 31 39 81 67<br />
Noviembre 48 55 39 37 87 92<br />
Diciembre 41 29 15 26 56 55<br />
TOTALES 497 411 379 311 876 722<br />
Fuente: Boletln de Estadística Mun1ctpal. Barranquilla. febrero 20 de 1931. N° 2.<br />
Como puede apreciarse en el cuadro I. hay una dismtnución<br />
considerable de la mortalidad infantil producto de la depuración<br />
del agua por la moderna tnstalación del acueducto. También se<br />
observa que en julio hubo 1 19 defunciones y ya en los meses<br />
subsiguientes. este número bajó considerablemente hasta llegar<br />
a 75 en agosto y 55 en septiembre.<br />
El sistema mediante el cual se procesaba el<br />
cloruro férrico. era a través de un tanque de disolución<br />
que se encontraba en pésimas condiciones. 16<br />
una bomba de transferencia a dos tanques de<br />
cabeza constante y dos dosificadores de tipo<br />
volumétrico con capacidad cada uno para 1.800<br />
galones por hora de solución. Igualmente. se<br />
contaba con unidades de floculación convencionales<br />
de agitación mecánica y vertical.<br />
En el balance estadístico que realizó las<br />
Empresas Públicas Municipales, las características<br />
que presentaban los tanquesl7 son como sigue:<br />
Número de unidades. 2<br />
Compartimientos por unidad, 2<br />
Volumen útil por unidad, 500 m3<br />
Volumen útil por compartimiento. 2503<br />
Ancho. 7.01 m<br />
Largo. 7.19 m<br />
Profundidad total, 5.26 m<br />
Profundidad útil, 4.96 m<br />
Estos aires de prosperidad se reflejaban en cada<br />
uno de los sectores de la vida social y política de<br />
Barranquilla. Muestra de ello fue la disminución<br />
del índice de mortalidad de la población infantil.<br />
CUADRO II<br />
Mortalidad infantil en Barranquilla<br />
1928-1932<br />
MESES 1928 1929 1930 1931 1932<br />
Enero 56 46 39<br />
Febrero 43 34 40<br />
Marzo 56 <strong>58</strong> 56<br />
Abril 63 73 <strong>58</strong><br />
Mayo 65 81 86<br />
Junio 114 111 60<br />
Julio 64 119 65<br />
Agosto 48 75 51<br />
Septiembre 48 55 53<br />
Octubre 55 81 67<br />
Noviembre 67 87 92<br />
Diciembre 50 56 55<br />
TOTAL 729 876 722<br />
Fuente: Boletín de Estadística Municipal. Barranqullla. 1 'Yo 20 de 19:<br />
46<br />
48<br />
65<br />
78<br />
89<br />
81<br />
67<br />
62<br />
56<br />
55<br />
42<br />
38<br />
727<br />
39<br />
26<br />
62<br />
49<br />
72<br />
<strong>59</strong><br />
41<br />
36<br />
26<br />
44<br />
53<br />
45<br />
552<br />
N' II.<br />
El cuadro II permite apreciar las variaciones de la mortalidad<br />
infantil en los años de 1928 y 1932. Es indudable que el nuevo<br />
acueducto redujo grandemente la mortalidad infantil si la<br />
comparamos con los años anteriores a su inauguración. El<br />
análisis de las curvas permite establecer que existen dos períodos<br />
culminantes. uno en junio y otro en noviembre de 1928. así<br />
como también se observa una declinación en los meses de febrero<br />
y septiembre de ambos años. La mortalidad infantil en 1928<br />
subió a 729 r la de 1932. ape~as a 552 niños.<br />
28
El nuevo acueducto, considerado el más potente<br />
y moderno de Colombia. cuyo costo ascendía a los<br />
$3'500.000, garantizaba un eficiente e higiénico<br />
servicio.1B La moderna planta purificadora tenía una<br />
capacidad de 8 millones de galones diarios (5.555<br />
por minuto), determinada para que a cada hora se<br />
hicieran los respectivos análisis químicos y<br />
bacteriológicos del agua. Se contaba, asimismo, con<br />
una planta de filtración que cubría un área de<br />
41.000 pies cuadrados, un tanque de aireación de<br />
110 pies de largo por 38 pies de ancho; dos tanques<br />
de sedimentación con 285.500 pies cúbicos de<br />
capacidad. El reservorio era de 3 millones de galones<br />
de agua. que se distribuían por medio de 320.000<br />
pies de tubería de hierro fundido, después de haber<br />
sido filtrada y clorinizada.1g Los dirigentes locales<br />
manifestaban que en "Barranquilla. pueden estar<br />
absolutamente seguros de consumir el líquido más<br />
puro de Colombia, que sólo puede ser superado por<br />
la que consumen los 7 millones de habitantes de la<br />
ciudad de New York."<br />
Defmitivamente. hacia la década de los treinta,<br />
se tenía la sensación de que Barranquilla era la<br />
ciudad del futuro: modernización de los servicios<br />
públicos. principal puerto marítimo. fluvial y aéreo.<br />
y liderazgo de las e~ortaciones e importaciones.<br />
Sin embargo, el acueducto no alcanzó a cubrir<br />
todo el casco urbano y, por lo tanto, no satisfacía<br />
todas las necesidades que realmente demandaban<br />
sus habitantes. Para entonces. el área aproximada<br />
era de 1.550 hectáreas que comprendía 80 calles y<br />
50 carreras, sin incluir las nuevas<br />
urbanizaciones y vías que alcanza- ,~v);c; ;;;!i::",<br />
ban una longitud de 278 kilóme:. J<br />
tros.2o<br />
En lo referente a la distribución<br />
social del líquido, el servicio se<br />
centraba principalmente hacia los<br />
barrios residenciales de la élite barranquillera,<br />
que debido al vertiginoso<br />
crecimiento que experimentaba<br />
la ciudad, se fue movilizando<br />
hacia la parte norte. Mientras, hacia<br />
el sur, el sur-occidente y el suroriente,<br />
el servicio era muy deficiente,<br />
e, incluso, en muchos sectores<br />
brillaba por su ausencia.21<br />
Esta problemática, que se ha<br />
convertido en un asunto común en<br />
toda la historia, tiene sus razones<br />
en el divorcio que ha existido entre<br />
el sector público y privado. El presupuesto municipal<br />
era tan bajo que impedía a la administración<br />
comprometerse de manera aislada de la inversión<br />
privada. Era una necesidad que Barranquilla<br />
recurriera a los recursos financieros externos para<br />
poder acometer una obra de tal magnitud. No obstante.<br />
hay que abonarle a la dirección municipal el<br />
esfuerzo que hicieron para aumentar el presupuesto<br />
antes de la modernización del acueducto. Pero eran<br />
esfuerzos inútiles. Los últimos cuatro presupuestos<br />
anuales del municipio, que se presentan a continuación,<br />
reflejan su pauperización.<br />
Para finales de la tercera y cuarta décadas. dos<br />
hechos globalizantes afectarán la economía mundial:<br />
la crisis de la bolsa de Nueva York y la segunda<br />
Presupuesto de Barranquilla<br />
1925-1928<br />
Años*<br />
1925<br />
1926<br />
1927<br />
1928<br />
.De 1° de enero a 31 de diciembre.<br />
Fuente: A.F.R., op. clt., p. 191.<br />
$<br />
Valor<br />
total<br />
819.704.44<br />
868.730.00<br />
1'471.857.50<br />
1'731.<strong>59</strong>0.00<br />
confrontación mundial. Todo este desequilibrio<br />
económico internacional se reflejó en la gran mayoría<br />
de las ciudades del país y, por supuesto,<br />
Barranquilla no fue ajena a este proceso. A fines de<br />
los cuarenta, nuestra urbe empieza<br />
a perder su liderazgo portuario<br />
con respecto a Buenaventura,22 lo<br />
que se reflejó en su estancamiento<br />
industrial y comercial.<br />
Instalaci6n de tubería madre del<br />
Acueducto de barraquilla<br />
Analistas de reconocida trayectoria<br />
de la historia local y regionalcoinciden<br />
en que. en los albores<br />
de la segunda guerra mundial,<br />
se nota ya un eminente descenso<br />
de la actividad comercial en<br />
la ciudad. producto que. a diferencia<br />
de otras capitales de Colombia,<br />
no contaba con un amplio<br />
mercado regional. siendo más vulnerable<br />
a los ciclos de la economía<br />
mundial.<br />
Es así como "comenzó a<br />
decaer en forma sostenida hasta<br />
el día de hoy debido princi-<br />
~~
CUADRO III<br />
Exportación total por aduana de Barranquilla<br />
1923-1932<br />
(Toneladas métricas)<br />
Años Exp. total Exp. BAQ<br />
% de BAQ.<br />
Exp.<br />
total<br />
1923<br />
1924<br />
1925<br />
1926<br />
1927<br />
1928<br />
1929<br />
1930<br />
1931<br />
1932<br />
1<strong>59</strong>.521<br />
168.448<br />
151.641<br />
169.851<br />
166.383<br />
181.223<br />
194.961<br />
212.246<br />
197.306<br />
79.794<br />
78.085<br />
69.631<br />
82.106<br />
80.997<br />
74.407<br />
69.984<br />
80.402<br />
77.915<br />
72.275<br />
50. 02<br />
46. 36<br />
45. 90<br />
48. 40<br />
48. 68<br />
41. 06<br />
35. 90<br />
37. 90<br />
30. 49<br />
FuenteLiga del Comercio de Barranqullla, Barranqullla, mayo de 1933. N° 13, Vol.<br />
II; y marzo 31 de 1938 N° 72. Vol. VlII. Boletln de Estadística Municipal, varios números<br />
a partIr de 1932. González, Ever: "La aduana de Barranqullla: Su orIgen e Importancia<br />
en el progreso de Colombia 1878-1930", en Revista Amauta, N° 10, Barranqullla,<br />
octubre, 1996. pp. 48-49.<br />
Una particularidad que se nota en este cuadro. es el descenso<br />
en las exportaciones que se realizaron por el puerto de<br />
Barranqu1lla: mientras que en 1923 representaba el 50%; al<br />
final del período tan sólo llegó al 30.40%.<br />
palmente a que nació como un enclave sin vincu -<br />
laciones con la economía de su entorno natural. "23<br />
El descuido oficial fue también responsable de la<br />
crisis, pues, no estimuló suficientemente el cultivo<br />
del algodón por favorecer su importación, y no<br />
prestó adecuado mantenimiento al río ya las dotaciones<br />
portuarias."24<br />
Paradójicamente. Barranquilla era la modelo de<br />
los servicios públicos. Según un boletín de la época.25<br />
presentaba el menor índice de mortalidad<br />
infantil un alto índice de higiene pública y de higiene<br />
pública. Igualmente. las exportaciones e importaciones<br />
que se realizaban por este puerto del Caribe<br />
colombiano se mantuvieron a pesar de la crisis,<br />
incluso el porcentaje que le correspondió a la ciudad<br />
sobre el total de las exportaciones, no fue tan distante<br />
con respecto a los de otros puertos de Colombia.<br />
Además. los derechos que la nación debía cobrar<br />
por razón de tales importaciones y los recaudos<br />
de la Caja de Aduana. seguían siendo una de los<br />
principales sistemas rentísticos del país.26 (Ver<br />
cuadro III).<br />
Lastimosamente y para mal de la ciudad, los<br />
encargados de planificar el futuro de la urbe no<br />
estuvieron a la altura de las exigencias de su<br />
dinámica comercial y demográfica. Hoy solamente<br />
quedan los recuerdos de haber tenido el más<br />
Acueducto de Barranqullla<br />
completo y moderno acueducto. Como en Macondo,<br />
Melquíades aún espera un milagro.<br />
NOTAS<br />
1 Un Informe más amplio sobre la crisis cafetera, véase en<br />
José A. OCAMPO y Santiago MONI'ENEGRO: CrisIs Mundial, ProteccIón<br />
e IndustrializacIón. Bogotá. 1984. Cerec. Caps. I y II. Sobre el<br />
comportamiento de los precios cafeteros para el período, ver<br />
Marco PA<strong>LA</strong>CIOS. El Café en Colombia: Una hIstoria económica y<br />
social. Bogotá. Presencia, 1979.<br />
2 Los flujos de capital externo para la época son analizados<br />
por Alfonso PA11&O ROSSELI. La prosperidad a depe y la Gmn crlsls,<br />
1925-1935. Banrepública. Bogotá. 1981.<br />
3 OSPINA VAsgUEZ. Industria y ProteccIón en Colombia. Faes.<br />
Medellín. 1955. También, véase el trabajo de OCAMPO y<br />
MONTENEGRO, "Historia Económica de Colombia", en: Nueva<br />
HIstoria de Colombia. Procultura. Bogotá. 1984.<br />
4 BEJARANo, Jesús. "La economía en el siglo XX". en: Nueva<br />
HIstoria de Colombia. 2a ed. Tomo III. Procultura. Bogotá, 1982.<br />
Para Halperin Donghui, después de la segunda guerra mundial,<br />
este modelo se estancó en la gran mayoría de los países de<br />
América Latina, exceptuando a México y Brasil. Ver, Halperin<br />
DONGHUI. HIstoria Contemporánea de América Latina. Alianza<br />
Editorial. 13a ed., Madrid. 1990. pp. 371-439.<br />
5 TovAR. Bernardo. La economía colombtana. 1866-1922. p.<br />
61.<br />
6 Un informe más detallado, véase en PA11~O ROSSELLI, op.<br />
ctt. Fluharty Vemon LEE. op. ctt. OCAMPO y MONTENEGRO, Op. ctt. p.<br />
78; y Oscar RODR1GUEZ. Op. cit.<br />
7 ARANGo, Silvia. Historia de la Arquitectura en Colombia.<br />
Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, 1990, p. 177.<br />
6 OCAMPO y MONTENEGRO. "La crisis mundial de los años treinta<br />
en Colombia", en Desarrollo y Sociedad. N° 7. Bogotá. Uniandes.<br />
Cede, 1982. p. 76. EcHAvARR1A. Juan: "Los factores determinantes<br />
de la industrialización colombiana entre 1920-1950", en<br />
Coyuntura Económica, Fedesarrollo. Vol. XIV. N° 1. Bogotá, 1984.<br />
POVEDA RAMOS, Políticas econ6micas, desarrollo industrial y<br />
tecnolog{a en Colombia 1925-1975. Bogotá. Colciencias, 1976.<br />
9 A.C.M.B.. Folios sin numerar. Barranquilla. mayo 23 de<br />
1960. Archivo de la Familia Roca. Barranquilla. 1928, p. 188.<br />
10 Archivo de la Familia Roca. Barranquilla. Memorias 1920-<br />
1928. Plan socto-económico para el Atlántico. Lauchlin CURRJE.<br />
Imprenta Nacional, 1995, p. 131-132. A.F.R. p. 188.<br />
II La Prensa, Barranquilla. enero 14 de 1931.<br />
12 Entrevista al señor Eduardo Mejía, quien laboró durante<br />
30
la adm1n1stracI6n de Hollopeter como trabajador del Acueducto<br />
en la seccI6n de hIgIene. Barranqui1la. noviembre 12 de 1995.<br />
13 BERNAL, Pedro. "La crtsIs de los servicIos de acueducto y<br />
alcantarillado de Barranqui1la". en: Agua: pasado y presente.<br />
EdItorial Antropos. Bogotá. abril, 1991. N° 164 y 165. pp. 41-<br />
45.<br />
14 E.P.M.B., Ampliación del Acueducto y Alcantarillado de<br />
Barranquilla. Informe 6c-139.20.20.82. Barranquilla, noviembre<br />
de 1975.<br />
15 Ib!d., p. 4.<br />
16 Informe del Sr. Eduardo Mejía.<br />
17 E.P.M.B.. op. ctt. p. 7.<br />
16 Liga del Comercio de Barranquilla. Barranquilla, mayo<br />
13 de 1933. N° 13. Vol. II.<br />
19 E.P.M.B.. folios sin numerar. Barranquilla, 1933. Liga<br />
del Comercio de Barranquilla. Barranquilla. 1933. Vol. II. B.E.M.<br />
Barranquilla. mayo 20 de 1933. N° 11.<br />
20 E.P.M.B., op. clt. Liga del Comercio de Barranquilla.<br />
Barranquilla. mayo de 1933. N° 13. Vol. II.<br />
21 ARCHll.A, Maurtc1o. Cultume identtdadobrera: 1910-1945.<br />
Cinep. Bogotá, sf. p. 64.<br />
22 Jlménez, Margarita y SI<strong>DE</strong>RI, Sandro. HIstoria del desamJUo<br />
regtonalenColombla. Cerec-Cider. Bogotá, 1985. p. 194. Posada,<br />
Eduardo. "Progreso y estancamiento, 1850-1950", en: HIstoria<br />
Econ6mú:a y Social del Caribe ColombIano. Adolfo Meisel (editor),<br />
Barranqu1lla, Uninorte, 1994, p. 246.<br />
23 Bell, Lemus y Villalón, Jorge. "El período del Frente<br />
nacional y la crisis de los años setenta (1955/<strong>58</strong>- 1974/75)",<br />
en: Ensayos de Economía, Universidad del Atlántico.<br />
Barranqu1lla. 1993. Vol. III. p. 76. POSADA, Eduardo, op. ctt pp.<br />
248-263.<br />
24 Meisel, Adolfo. "¿Por qué se disipó el dinamismo industrtal<br />
de Barranqu1lla?", en: Lecturas de Economfa. N° 23. 1987.<br />
pp. 71-73. NICHOLS, Theodore. Tres Puertos de Colombia.<br />
Banpopular. Bogotá, 1973.<br />
25 La Prensa, Barranqu1lla, enero, sf., 1931.<br />
26 GoNzALEz, Ever. "La aduana de Barranqu1lla: su origen e<br />
Importancia en el progreso de Colombia, 1878-1939", en: RevIsta<br />
Amauta. N° 10. Barranquilla, octubre 1996, p. 49,<br />
31
Criterios del canon en la literatura colombiana<br />
de la segunda<br />
mitad del siglo XX<br />
Patricia Aristizábal Montes'<br />
La preocupación por el canon ha sido tema de<br />
discusión en diversas disciplinas. En el caso de la<br />
literatura. los estudiosos se preguntan: ¿cuál o<br />
cuáles han sido los cánones desde los cuales se<br />
deben considerar las obras literarias? , ¿o si por el<br />
contrario se deben mirar independientemente?;<br />
ambas posiciones han tenido fervientes seguidores.<br />
El presente ensayo no pretende, en uno o en otro<br />
sentido. hacer una presentación detallada sobre el<br />
canon. sino mostrar brevemente lo que algunos<br />
críticos han considerado al respecto, así como lo<br />
que ha sido propiamente el canon para algunos<br />
escritores colombianos de las últimas décadas del<br />
siglo XX.<br />
El término "canon" procede del latín canonem,<br />
que significa "regla, precepto o norma ", indicando<br />
en este sentido el catálogo o lista de libros que las<br />
distintas religiones consideran como 'sagrados'.<br />
Visto en estos términos, el canon es normativo y<br />
cerrado, acercándose a lo que algunos críticos han<br />
considerado como: "una preceptiva"; en El canon<br />
occidental, la escuela y los libros de todas las épocas,<br />
Harold Bloom entiende el 'canon' como: "Una elección<br />
entre textos que compiten para sobrevivir; ya se<br />
interprete esa elección como realizada por grupos Sociales<br />
dominantes, instituciones educativas, tradtciones<br />
críticas o, como hago yo, por autores de apa -<br />
rtción posterior que se sienten elegidos por figuras<br />
anteriores concretas. "1 Como lo expone Bloom, el<br />
* Magíster en literatura hispanoamericana del Instituto Caro<br />
y Cuervo. Candldata al doctorado en literatura hispanoamericana<br />
de la Universidad de Salamanca. Profesora de la Universidad<br />
del Valle. y de la maestría en filosofia. Universidad del Norte -<br />
UnIversIdad del Valle.<br />
canon es abierto y está determinado por los artistas<br />
de las distintas épocas que se convierten en modelos<br />
para las generaciones subsecuentes; para Bloom,<br />
si se le permitiese elegir un canon universal en<br />
literatura, éste sería la obra de William Shakespeare.<br />
por ser multicultural (representada y leída en todas<br />
las culturas).<br />
El canon literario que establece Harold Bloom<br />
tiene su fundamento en la lectura, pues las obras<br />
literarias nacen como respuesta a otras obras<br />
anteriores (poemas, novelas, relatos, piezas de teatroj;<br />
tal respuesta surge del acto conjunto de la lectura<br />
y la interpretación, sin importar el lugar ni la<br />
condición de los escritores posteriores. Visto de este<br />
modo, la polémica en torno a las influencias literarias<br />
de autores canónicos, constituye sin duda un<br />
proceso necesario e innegable para la formación de<br />
escritores nuevos. Otro elemento importante en la<br />
existencia del canon es la "memoria", la cual juega<br />
un papel en el acto mismo de cognición despertado<br />
por el ejercicio de la lectura; es con base en la memoria<br />
que se puede hablar precisamente de un pensamiento<br />
cultural, al mismo tiempo que se puede,<br />
como lo hace Bloom, dar orden y legitimidad al<br />
canon.<br />
En el criterio de Bloom acerca del canon, debe<br />
incluirse a los mejores escritores, sin tener en cuenta<br />
que sean europeos, americanos, chicanos, hispanos,<br />
asiáticos, negros, judíos, hombres, mujeres,<br />
etc. ; Bloom se manifiesta así en contra de lo que<br />
llama "las seis normas de la Escuela del Resentimiento":<br />
feministas, marxistas, lacanianos, de<br />
construccionistas, neohistoricistas y semióticos,<br />
privilegiando, por encima de estos movimientos, el<br />
32 Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Unlnorte. Barranqul11a<br />
pp. 32-36. 04-08/MM. ISSN 0120-2537
Pietro Crespi<br />
lee mientras<br />
Amaranta borda<br />
de Luis Fonseca,<br />
valor estético de las<br />
obras literarias de no<br />
importa qué época, ni<br />
qué características,<br />
pues es el resultado<br />
estético y su vincula -<br />
ción con una descripción<br />
particular de la<br />
vida humana, el que<br />
perdura en el tiempo.<br />
Para Bloom, los escritores<br />
canónicos son<br />
entonces influencias<br />
ineludibles, y dentro<br />
de estos cita a escritores<br />
latinoamericanos<br />
como: Jorge<br />
Luis Borges, Alejo<br />
Carpentier, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez,<br />
Carlos Fuentes, quienes han ejercido gran influencia<br />
entre los escritores colombianos y latinoamericanos<br />
de la segunda mitad del siglo XX.<br />
Desde otro punto de vista, Alvaro Pineda Botero<br />
en la introducción a su libro LaJábula y el desastre,<br />
estudios críticos sobre la novela colombiana 1650-<br />
1931, entiende el canon como: "Una gran estructura<br />
racionaljerarquizada, generalmente impuesta por un<br />
centro de poder; en la que todas las categoríasJuncionan<br />
bajo una lógica rigurosa. Dentro de esta estructura,<br />
cada obra ocupa una posición rígida e<br />
inmodiflCable. El objeto es probar una "verdad" a la<br />
cual se le otorgan pretensiones cientiflCas, de objetividad.<br />
Además, el canon moderno lleva implícitos<br />
los valores morales que se quieren imponer en la sociedad,<br />
y las obras que se seleccionan no tienen otra<br />
razón que la de respaldar y ejemplificar el canon. "2<br />
Pineda renuncia a las clasificaciones de las obras<br />
literarias de acuerdo a escuelas, generaciones, o<br />
movimientos como el costumbrismo, el indigenismo,<br />
el romanticismo, el realismo, etc., y prefiere hablar<br />
de "cánones sueltos" que serían elaborados por los<br />
lectores o los críticos,<br />
sin que les sean<br />
dados como una imposición.<br />
Pineda se<br />
acerca, finalmente,<br />
a la posición de<br />
Harold Bloom cuando<br />
privilegia el gusto<br />
estético de la obra,<br />
y anota que el lector<br />
tiene la oportunidad<br />
de elegir el<br />
punto de vista desde<br />
el cual considerará<br />
la obra literaria a la<br />
cual se enfrenta.<br />
En el presente<br />
ensayo seguiré, sin incurrir en polémicas en torno<br />
a la pertinencia o impertinencia de la noción de<br />
"canon", los lineamientos que da Harold Bloom con<br />
respecto a éste, entendido como la precedencia en<br />
términos de autoridad literaria y estética de unos<br />
autores en relación con otros; ya por influencias<br />
directas, ya por el universo literario de determinados<br />
autores abonado por la lectura y la crítica de generaciÓn<br />
en generación.<br />
En los anteriores términos. podemos pensar que<br />
algunos criterios del canon que participan en la<br />
literatura colombiana de la segunda mitad del siglo<br />
XX estarían fundados en escritores como: William<br />
Faulkner y Franz Kafka, de quienes se ve una clara<br />
influencia en novelistas como Gabriel García Márquez<br />
y Alvaro Cepeda Samudio; la crítica ha considerado<br />
particularmente La hojarasca ( 1955) de García<br />
Márquez como su novela de más clara influencia<br />
faulkneriana. por la cercana semejanza que guarda<br />
en el tratamiento del tema de la muerte con la novela<br />
Mientras agonizo ( 1930). de William Faulkner;<br />
asimismo en Cien años de soledad ( 1967) y en otros<br />
textos de García Márquez, la aldea de Macondo<br />
33
equivaldría al condado de Yoknapatawj>ha,presente<br />
en distintos textos de Faulkner.<br />
Raymond Williams en su libro Postmodernidades<br />
latinoamericanas, la novela postmoderna en Colom -<br />
bia. Venezuela, Ecuador; Perú y Bolivia, asegura que<br />
Jorge Luis Borges y Julio Cortázar se constituyen<br />
en los antecedentes para la narrativa postmoderna<br />
en Colombia, situando la aparición de ésta en 1968.<br />
cuando el escritor Alberto Duque López publica su<br />
obra Mateo eljlautista. dedicada al Rocamadour de<br />
Rayuela. y utilizando el seudónimo de Horacio Oliveira.<br />
todo esto en un claro homenaje a Julio Cortázar.<br />
De otro lado, aún antes de cualquier localización<br />
"postmoderna", autores como Manuel Mejía Vallejo<br />
dejaban entrever en sus relatos grandes afinidades<br />
con el uso del lenguaje y las atmósferas de la obra<br />
de Jorge Luis Borges; en este sentido, el escritor<br />
Rafael Humberto Moreno Durán. contando entre<br />
sus predecesores canónicos a Miguel de Cervantes<br />
Saavedra, Robert Musil, Pierre Klossowsky, Jorge<br />
Luis Borges y Julio Cortázar, ha anotado que: "Para<br />
un escritor; su memoria es la múltiple voz de quienes<br />
lo han precedido en la escritura. "3<br />
Gabriel García Márquez se convirtió a su vez en<br />
canon para algunos escritores de generaciones<br />
posteriores a él; los escritores de las décadas de los<br />
70s y los 80s fueron en Colombia los lectores de la<br />
literatura del 'boom', y por ende de la obra de García<br />
Márquez; entre 1970 y 1975 aparecieron novelas<br />
que demostraban claramente haber sido escritas a<br />
partir de su influencia, como Los cortejos del Diablo<br />
( 1970 ), de Germán Espinosa;<br />
,<br />
El bazar<br />
,<br />
de los idiotas<br />
(1974), de Gustavo Alvarez Gardeazabal, y Breve<br />
historia de todas las cosas (1975), de Marco Tulio<br />
Aguilera Garramuño; el éxito de estas obras radicaba<br />
fundamentalmente en la avidez de los lectores<br />
por recrearse en el lenguaje y en las imágenes que<br />
reflejaban en prospectiva el gran triunfo de Latinoamérica<br />
en su literatura. Es innegable entonces el<br />
hecho de que la narrativa de Gabriel García Márquez<br />
constituye un hito en la literatura colombiana desde<br />
mediados de los años 70s, fenómeno que para algunos<br />
significó una ventaja, pues vieron en el neoregionalismo<br />
o en el neo-colonialismo la clave que<br />
garantizaba el futuro de sus obras; pero para otros<br />
García Márquez significó más un obstáculo que una<br />
ventaja, pues debieron buscar otros caminos expresivos<br />
que los alejaran de su influjo.<br />
La precedencia de García Márquez. como la de<br />
Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Pablo Neruda y<br />
Juan Rulfo, entre otros. trascendió con creces los<br />
límites nacionales y continentales. como anota<br />
Carlos Rincón: "Es innegable que los textos de García<br />
Márquez han cambiado el mapa de la literatura<br />
en el mundo "4 ; el mismo Rincón cita al profesor indio<br />
Homi Bhabha, quien en el tiempo en que adelantaba<br />
estudios sobre el período colonial latinoamericano,<br />
comentaba: "El modelo de escritura introducido por<br />
los textos de García Márquez y designado como<br />
"realismo mágico" es el estilo de la literatura del mun -<br />
do post-colonial emergente. "5 El concierto de voces<br />
que desde un punto de vista u otro reconoce el mérito<br />
universalista de García Márquez. es asimismo<br />
universal. y va desde las facultades de literatura<br />
en los Estados Unidos hasta las conversaciones de<br />
café en las ciudades de los países orientales; es en<br />
este sentido en el que anotaba Raymond Federman<br />
hacia 1983. que hay escritores como Gabriel García<br />
Márquez "que han renovado para nosotros el mundo,<br />
dotándonos de nuevas posibilidades, que cada quien<br />
puede emplear: "<br />
Carlos Rincón afirma a su vez que, en términos<br />
concretos, la influencia de García Márquez en escritores<br />
postmodernistas como Robert Coover, John<br />
Delillo, John Burth, es decisiva, y ¿qué no tendríamos<br />
para acotar al respecto en relación con escritores<br />
latinoamericanos de los 80s como Manuel<br />
Scorza, Flor Romero e Isabel Allende, para citar sola -<br />
mente tres de los más ajustados al modelo garciamarquiano?<br />
Desde el concepto de "canon", como hemos apuntado,<br />
la obra del escritor consagrado toca a la universalidad<br />
y va mucho más allá de los límites de la<br />
lengua en que escribe: "Nadie, por ejemplo, -anota<br />
Carlos Fuentes- lee a García Márquez o a Kundera<br />
en virtud de sus nacionalidades, sino en razón de la<br />
comunicabilidad de sus lenguajes y de la calidad<br />
de sus imaginaciones. "6 Luego el escritor joven crea<br />
su propio lenguaje a partir de su auto-representación<br />
de otros lenguajes que le operan de canon.<br />
En este sentido, los escritores jóvenes advirtieron<br />
que en la obra de García Márquez la realidad se<br />
mitifica, que es un mundo construido a partir de<br />
las historias narradas por el abuelo en una casa en<br />
la que "en cada rincón vivía un espanto"; o para<br />
decirlo brevemente, que la literatura de García Márquez<br />
es, como el mestizaje de su tierra, el reencuentro<br />
con la historia en las tierras caribeñas,<br />
cuando cada raza dio de sí para formar un mundo<br />
nuevo.<br />
La realidad multicultural está entonces. como<br />
afirma Harold Bloom. presente en la obra de todo<br />
autor canónico. inmersa en su lenguaje. en la situación<br />
de sus personajes. en su estética. que para el<br />
34
caso de García Márquez realiza la 'conversión de un<br />
mundo mestizo en una multiplicidad de metáforas<br />
que han dado )ugar a ~na nueva literatura para el<br />
m~ndo; literatura que procede asu vez de la creación<br />
de un lenguaje nuevo y de una nueva manera<br />
de narrar que abrió a )os lectores del mundo entero<br />
una realidad desconocida y oculta.<br />
La publicación de Cien años de soledad en 1967<br />
significó para la literatura colombiana el surgimiento<br />
de una nueva manera de narrar "en la que<br />
el remo de la oralidad sesupe1pone ál de la escritura<br />
y construye un universo épico que está en íntima<br />
relación con las sociedades populares"7; y así, a<br />
partir de esta obra puede decirse que se da inicio<br />
en Colombia al canon garciamarquiano que<br />
privilegia la estructura de nivel oral y mítico. Pero<br />
la historia de la literatura colombiana de la segunda<br />
mitad del siglo XX. aunque dividida en dos a partir<br />
de la publicación de Cien años de soledad, cuenta<br />
sin embargo con un buen número de escritores de<br />
reconocida trayectoria como: Alvaro Mutis. Germán<br />
Espinosa. Héctor Rojas Herazo. Manuel Mejía<br />
Vallejo. Pedro Gómez Valderrama. Alvaro Cepeda<br />
Samudio. Manuel Zapata Olivella. Elisa Mujica,<br />
Gustavo Alvarez Gardeazábal.Fanny Buitrago, etc. .<br />
poseedores de una personalidad literaria propia;<br />
unos atentos y otros ajenos al influjo literario del<br />
naciente canon de Gabriel García Márquez.<br />
De manera particular, para la crítica colombiana<br />
Helena Araújo, la influen cia de García Márquez en<br />
un grupo de escritoras latinoamericanas es evi-<br />
dente; entre ellas:<br />
Isabel Allende,<br />
Ángeles Mastreta,<br />
Laura Esquivel y<br />
Laura Restrepo,<br />
dejando aparte a<br />
la Márvel Moreno<br />
de los últimos relatos,<br />
donde la escritora<br />
barranquillera<br />
logra un<br />
trabajo de expresiÓn<br />
muy personal.<br />
A estas escritoras<br />
Araújo las<br />
llama "las Gabistas"<br />
y las acusa de<br />
copiarse la fÓrmula<br />
de la "alquimia<br />
macondiana",<br />
que consistiría<br />
en: "Primero que<br />
todo süuar la narración,entre la ,¿alidad y lafantasía.<br />
haciendo de lo insólito centro de la semántica<br />
textual. Luego. concentrarse en el regionalismo novelesco<br />
de un caserío. una aldea. una provincia donde<br />
dos grupos de familia se pelean por el poder durante<br />
una o varias generaciones. "8 La exposición de Araújo<br />
agrega otros elementos como: mujeres deslumbrantes.<br />
jefes necesitados de amor y condenados a<br />
la soledad.<br />
A$i planteado. la fórmula parece acomodarse a<br />
la novela de Laura Restrepo El leopardo al sol ( 1993 ).<br />
donde se narra la historia de dos familias; los Monsalve<br />
y los Barragán. que se dedican al tráfico de<br />
drogas. y que se enfrentan a muerte a pesar de sus<br />
lazos de consanguinidad. La mujer deslumbrante<br />
sería Alina Jericó. exvirreina de belleza. esposa del<br />
Mani Monsalve. quien pretende lograr que su esposo<br />
deje la vida que lleva por amor a ella. El per-<br />
$onaje condenado ala soledad sería Nando Barragán.<br />
jefe de la familia. quien sentado a la puerta de<br />
su casa ve pasar a la muerte en un desfile de carnaval<br />
(y los hermanos Monsalve. disfrazados de esqueletos<br />
como una comparsa más del desfile. son<br />
la muerte); y precisamente la muerte del carnaval<br />
se lo lleva mientras tiene en mente la imagen de<br />
"un desierto amarillo. manchado por la sombra de<br />
las piedras. sobre el cual y~e la muerte como un<br />
leopardo al sol. "9 Esa fue su vida. una eterna preocupación<br />
por la muerte.<br />
Jorge Isaacs escribiendo la María de Marco Tulio Villalobos.<br />
Al final de la novela El leopardo al sol hay una<br />
página de agradecimientos donde la autora nombra<br />
a todas las personasquecontribuyeron<br />
a la escritura<br />
de la obra; el último<br />
que aparece en la<br />
lista es Gabriel García<br />
Márquez. de<br />
quien Laura Restrepo<br />
dice tener "viejos<br />
motivos de gratitud"<br />
porque "su genio<br />
medio nos aplasta.<br />
medio nos ilumina.<br />
"10 Restrepo reconoce<br />
entonces la<br />
influencia del canon<br />
garciamarquiano<br />
que se hace evidente<br />
en esta obra.<br />
influencia que no<br />
será sin embargo<br />
tan ostensible en<br />
35
sus siguientes novelas. DulcecompañíQ (1996) y La<br />
novia oscura (1999).<br />
Otra escritora colombiana en quien encontramos<br />
un ascendiente del canon garciamarquiano, es la<br />
cundinamarquesa Flor Romero. fundamentalmente<br />
en su novela TJiquttraques del trópico (1972), donde<br />
presenta un pueblo de veinte casas llamado Calamoima,<br />
que nos recuerda al Macondo de García<br />
Márquez, y una pareja conformada por Sandalio y<br />
Lastenia Conejero. que participan en la fundación<br />
del pueblo. La novela abarca la historia de por lo<br />
menos tres generaciones, pero el lector se confunde<br />
al tratar de establecer la genealogía y los miembros<br />
de cada familia. rasgo que la hace similar a la familla<br />
Buendía de Cien años de soledad. No obstante,<br />
como en el caso de Laura Restrepo, en las dos últimas<br />
novelas de Flor Romero. ambas de corte histórico,<br />
Yo Policalpa (1995), y Maltntztn. laprtncesa<br />
regalada (1999), no es tan evidente la influencia<br />
del nobel colombiano.<br />
Considerada desde el punto de vista del canon.<br />
la influencia de Gabriel García Márquez en escritores<br />
y escritoras colombianos de la segunda mitad<br />
del siglo XX. se puede admitir en sí misma como<br />
un fenómeno válido en las primeras obras de algunos<br />
escritores. pero va siendo asimilada de manera<br />
diferente en obras posteriores. que demuestran ya<br />
la madurez y libertad literaria de los autores en<br />
relación con este canon. Este comentario ilustra<br />
como colofón nuestra propia consideración del<br />
canon literario, más como un fenómeno dependiente<br />
de la efectiva lectura de la literatura clásica o<br />
contemporánea, cualquiera que ella sea, que como<br />
tributo automático y continuado de una generación<br />
en relación con sus maestros.<br />
NOTAS<br />
1 BLOOM, Harold. El canon occidental, la escuela y los libros<br />
de todas las épocas. Edltortal Anagrama, Barcelona. 1995, pág.<br />
30.<br />
2 PINEDA BOTERO. Alvaro. LaJábula y el desastre. estudios<br />
críticos sobre la novela colomblana 1650-1931 .Fondo Editorial<br />
Universidad Eaflt. Medellín. 1999. pág. 15.<br />
3 Citado por Raymond Wllllams. Postmoderntdades lattnoamelicanas.<br />
la novela postmoderna en Colombla. Venezuela. Ecua -<br />
dol; Penl y Bolivia. Ediciones Fundación Universidad Central.<br />
Santafé de Bogotá. 1998. pág. 57.<br />
4 RJNCÓN. Carlos. Revista Dominical El Espectador. 18 de ju-<br />
110 de 1993.<br />
5 lb Id.<br />
6 FUENTES. Carlos. Geogrl:!fia de la novela. Fondo de Cultura<br />
Económica. México. 1993. pág. 19.<br />
7 GlRALDO B.. Luz Mery. "Prólogo". en VARIOS AUTORES. La novela<br />
colombiana ante la crítica. 1975-1990. Editorial Facultad de<br />
Humanidades. Universidad del Valle -Centro Editorial Javeriano.<br />
Santiago de Call. 1994. pág. II.<br />
8 ARAOJo. Helena. "El «Gablsmo> en femenino. ¿contagio saludable?".<br />
en Magazín Dominical El Espectador. N° 696. 15 de<br />
septiembre de 1996. Santafé de Bogotá.<br />
9 RESTREPO. Laura. El leopardo al sol. Editorial Planeta.<br />
Santafé de Bogotá. 1993. pág. 390.<br />
lO lb Id.. pág. 392.<br />
36
, fuente oriental de la poesía<br />
de Octavio Paz<br />
Juan Manuel Cuartas Restrepo'<br />
La fascinación de Octavio Paz por la cultura japonesa<br />
puede decirse que fue a un tiempo espiritual<br />
y estética, dirigida al estudio de la tradición e<br />
influencia ffioSófico-religioSa del budismo zen1, cuya<br />
práctica propició en el Japón gran parte de la fuerte<br />
identidad cultural que ConoCemoS hoy. El budismo,<br />
que procedía de la India; se<br />
proyectó hacia la China, donde<br />
la corriente filosófica más<br />
cercana que halló fue el taoísmo<br />
(o 'doctrina sin palabras'), que<br />
hacía hincapié en la armoniza -<br />
ción del tao (o camino de la vida).<br />
De claves estéticas taoístas<br />
como la empatía, la resonancia<br />
y la armonía, el ritmo vital, la<br />
reticencia, la sugestión y la<br />
soledad sonora, en sincretismo<br />
con el budismo hindú, nació el<br />
budismo zen, que cultivó durante<br />
sigloS la integración de la<br />
experiencia humana a las inefables<br />
verdades y designios de<br />
la naturaleza. Bajo estos presupuestos<br />
la esencia del zen se<br />
capta con toda claridad en el<br />
mensaje de Bodhidharma (siglo<br />
IV), patriarca y fundador en la<br />
China de la secta Chan (o zen),<br />
que dice:<br />
* Profesor del Departamento de Filosofia de la Facultad de<br />
Humanidades de la Universidad del Valle. Profesor Invitado de<br />
la maestría en filosofia de la Universidad del Norte -Universidad<br />
del Valle.<br />
Quetzalcóatl<br />
Transmisión de corazón a corazónjuera de las<br />
escrituras.<br />
Independencia de palabra y letras.<br />
Indicación directa del espíritu -corazón del hombre.<br />
Intuición de la propia naturaleza y logro del estado<br />
búdico.2<br />
El zen desconfía de la razón<br />
humana, posición que supone<br />
un contraste con la filosofía<br />
griega; mientras en el dintel de<br />
la Academia de Platón se<br />
advertía: "No entre aquí quien<br />
no sepa geometría ", en el dintel<br />
de algunos templos zen se advierte:<br />
"No entre quIen no abandone<br />
la razón. " El zen no predica<br />
entonces doctrina alguna,<br />
y considera paradójicamente<br />
que en ello radica la predicación<br />
efectiva de la verdadera<br />
doctrina; lo único que importa<br />
es conocer 'directamente' y por<br />
el propio esfuerzo la auténtica<br />
naturaleza de sí mismo, conocimiento<br />
para el que no sirven<br />
ni la erudición ni la lógica, y<br />
menos aún las doctrinas.<br />
Desde la pintura y la poesía<br />
hasta el teatro y la música, las expresiones estéticas<br />
del zen dejan sintomáticamente espacios en blanco<br />
para que la mente los ocupe. En efecto, el precepto<br />
estético zen implicado en la máxima: "Mínima representaciÓn<br />
con un máximo de sugerencia ", puede<br />
~<br />
Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Unlnorte. Barranqullla<br />
pp. 37-44. 04-08/MM. ISSN 0120-2537<br />
37
apreciarse no sólo en el haikú, que consagra en poesía<br />
la exaltación de lo súbito y breve de la naturaleza<br />
como representación de la complejidad espiritual<br />
del hombre, sino también en la decoración con unas<br />
pocas flores y en la pintura trazada con mínimas<br />
pinceladas, siguiendo los movimientos libres y e-<br />
pontáneos de la mano.<br />
<strong>LA</strong> SUSPENSIÓN <strong>DE</strong>L HAIKÚ<br />
Un camino expedito para aproximarnos a la<br />
valoración que Octavio Paz realizó del haikú japonés<br />
puede consistir en observar cómo interpretó la persona<br />
y la obra de Matsuo Munefusa Bashó. Paz<br />
había conocido el haikú a través de su compatriota<br />
José Juan Tablada, pero su verdadera pasión por<br />
la poesía minimalista japonesa se revelaría en la<br />
admiración que profesaría por aquel monje budista<br />
del siglo XVII, a quien consagraría varios ensayos y<br />
de cuya obra realizaría, en compañía del hispanista<br />
Eikichi Hayashiya, la bien conocida traducción al<br />
español del diario de viaje "Oku-No-Hosomtchi", bajo<br />
el título Sendas de Oku, (Editorial Universidad<br />
Autónoma de México, 1957). La reconstrucción del<br />
aprendizaje de Octavio Paz en su peregrinación intelectual<br />
por el Japón, podría iniciarse entonces a<br />
partir del recuerdo de su visita a BashO An (la choza<br />
del maestro Bashó);<br />
Los tres minutos de recogimiento en Basho An, la<br />
diminuta choza sobre la colina de pinos y rocas<br />
en las inmediaciones del templo Kampuji, cerca<br />
de Kioto, en donde vivió Basho una temporada,<br />
reconstruida un siglo después por Buson -al verla<br />
me dije: "no es más grande que un haikú" y<br />
compuse estas líneas que clavé mentalmente en<br />
uno de los pilares:<br />
El mundo cabe<br />
En diecisiete sl1abas,<br />
Tú en esta choza.3<br />
Una versión ampliada de este poema aparecerá<br />
recogida posteriormente en el poemario Árbol adentro<br />
(1987), pero en esta ocasión, como podremos<br />
observar, cada tríptico (a su turno un haikú) quiere<br />
recrear la misma fascinación que le produjo a Paz<br />
imaginar a un gran poeta recogido en el espacio<br />
mínimo de su choza, como si habitara simultáneamente<br />
en el nicho de los tres versos de un haikú:<br />
El mundo cabe<br />
Endiectsiete sl1abas,<br />
1Ü en esta choza.<br />
Basho<br />
Troncos y paja:<br />
Por las rendijas entran<br />
Budas e insectos.<br />
Hecho de aire<br />
Entre pinos y rocas<br />
Brota el poema.<br />
An<br />
Entretejidas<br />
vocales. consonantes,<br />
Casa del mundo.<br />
Huesos de siglos,<br />
penas ya pañas, montes,<br />
Aquí no pesan.<br />
Esto que digo<br />
son apenas tres líneas ,<br />
Choza de saabas .4<br />
El verso japonés. carente de acento tónico. prácticamente<br />
no tiene rimas. lo que exige que las diferentes<br />
formas poéticas se distingan normalmente<br />
por el cómputo de las sílabas. El antiguo poema<br />
clásico tanka. compuesto de cinco versos divididos<br />
en dos estrofas. una de tres y otra de dos versos de<br />
5/7/5 / 7/7 sílabas. presentaba ya el esquema<br />
dentro del cual se hallarán las variantes de casi<br />
todo lo que los japoneses consideran como poesía.<br />
Aproximadamente a mediados del siglo XII. en la<br />
poesía cortesana japonesa primaba el uso del tanka.<br />
que. como pasatiempo favorito de la corte. empezó<br />
a evolucionar hacia usos encadenados de versos<br />
de dos o más autores. En adelante. la estrofa encadenada<br />
(renga. o tanka compuesto entre dos personas).<br />
pasará a ser la forma más sencilla. Sin embargo.<br />
el paso más importante en la evolución de<br />
las estrofas encadenadas lo constituyó la adición<br />
de un tercer grupo de versos de 5/7/5 sílabas. procedimiento<br />
que dio la posibilidad de implementar<br />
otras formas poéticas. y que puso fin a las limitaciones<br />
impuestas por la forma tradicional de cinco<br />
versos. Con el tiempo. en la composición del renga<br />
se prescribieron gran número de complicadas reglas<br />
que dieron paso a la creación de otras modalidades<br />
de versificación más sencillas; una de esas formas<br />
nuevas fue el haikai no renga. oestrofa encadenada<br />
libre de los siglos XV y XVI. propiciadora a su vez<br />
de la libertad de temas. de los apuntes humorísticos.<br />
ingeniosos. satíricos y coloquiales.<br />
A la estrofa inicial del haikai no renga. compuesta<br />
por tres versos de 5/7/5 sílabas. se le dio el nombre<br />
de hokku. que ante la falta de normatividad de la<br />
38
antigua forma encadenada.<br />
se convirtió paulatinamente<br />
en una nueva forma poética<br />
con unidad e independencia.<br />
Finalmente. hacia finales del<br />
siglo XIX. el poema suelto<br />
desprendido del haikai no<br />
renga empezó a llamarse<br />
haikú (palabra compuesta<br />
derivada de haikai y hokku).<br />
Hoy en día los tres términos:<br />
haikai. hokku y haikú suelen<br />
confundirse y son utilizados<br />
indistintamente para denominar<br />
el p~queño poema<br />
japonés de tres versos de 51<br />
7/5 sílabas.<br />
Entresacadas de la estética<br />
japonesa, ya su vez<br />
características del budismo<br />
zen, las dos lecciones que<br />
Octavio Paz resalta del haikú<br />
son: 'concentración' e 'imperfección'.<br />
De la crítica allenguaje,<br />
de la economía verbal<br />
y de la tentativa de silencio<br />
recogidas del zen, nacieron<br />
las dos creaciones verbales<br />
más altas de la cultura japonesa: el teatro No y el<br />
haikú. La poesía zen, de manera particular, residirá<br />
así no sólo en las palabras, sino también en los<br />
espacios dejados para que los complemente ellector,<br />
espacios de silencio que ayudarán a la mente a<br />
no pensar en el poema sino a sentir y evocar su<br />
resonancia. La originalidad del haikú se halla, precisamente,<br />
en su función de precursor de una explosiÓn<br />
infinita de sugerencias y emociones. Al respecto<br />
anota Paz:<br />
El haikú no sólo es poesía escrita -o. más exacta -<br />
mente. dibujada- sino poesía vivida. experiencia<br />
poética recreada. Con inmensa cortesía. Basho<br />
no nos dice todo: se limita a entregarnos unos<br />
cuantos elementos. los suflCientes para encender<br />
la chispa.5<br />
Este ideal de 'concentración' resulta supremamente<br />
significativo a los ojos de Paz, porque la tradición<br />
latina y española conoce. en general. la idea<br />
opuesta: la 'ampliación'. Además de la .concentración',<br />
existe en el haikú otra característica definitiva:<br />
la 'imperfección'.6 La estética japonesa juega<br />
en general con la idea de lo inacabado y ligeramente<br />
imperfecto. dejando siempre algo sin agregar, incon-<br />
Divinidad budista del rayo.<br />
C1USO. que en el caso de la<br />
poesía. se puede concebir<br />
retirando loS doS últimos versoS<br />
de loS cinco Con que contaba<br />
el tanka clásico. lo que<br />
dará como resultado tres<br />
verSoS. es decir. lo que corresponde<br />
a un haikú. lo que significa<br />
que el haikú es ya la forma<br />
inacabada de un tanka.<br />
Durante la época Muromachi<br />
del Japón, siglos XV y<br />
XVI, los poetas Arakida Moridake<br />
(1473-1549) y Yamazaki<br />
Sokán (1465-1553) promovieron<br />
la nueva corriente<br />
del haikai no renga popular y<br />
libre, que contrastaría con el<br />
renga tradicional regido por<br />
una preceptiva severa y<br />
aristocrática. El primero de<br />
ellos era sacerdote shintoísta,<br />
y el segundo samurai en su<br />
juventud y luego monje budista.<br />
Un haikú de Moridake será<br />
citado por el poeta norteamericano<br />
Ezra Pound al referirse<br />
a la poética de la superposiciÓn<br />
de imágenes en el haikú japonés:<br />
Rak-ka eda ni<br />
Kaeru to mireba<br />
Kochoo kana<br />
¿Unaflor caída<br />
volviendo a la rama?<br />
Era una mariposa.7<br />
La rama del budismo zen, particularmente, fue<br />
la que dominó la Vida cultural del período Muromachi,<br />
período en el que surgieron casi todas las<br />
manifestaciones culturales características del<br />
Japón; Paz comenta al respecto:<br />
El período Muromachi está impregnado de zen.<br />
Para los müitares. zen era el otro platülo de la<br />
balanza. En un extremo. el estilo de vida bushido.<br />
es decir; del guerrero vertido hacia el exterior; en<br />
elotro. la ceremonia del té. la decoraciánjloral.<br />
el teatro No y. sustento al mismo tiempo que cima<br />
de toda esta vida estética. cara al interior; la<br />
meditación zen.8<br />
Como otras formas búdicas. en su compenetración<br />
con la naturaleza el zen persigue la iluminación<br />
o despertar a la propia naturaleza real de lo uno. y<br />
a la realización de la naturaleza buddha (o satoli).<br />
"El estado satoli -argumenta Paz- implica no tanto<br />
39
un saber la verdad como un estar en ella y. en los<br />
casos supremos, un ser la verdad."9 Dicho estado<br />
puede resumirse según ocho epígrafes (o preceptos)<br />
que llevan, en su natural desenvolvimiento, al<br />
estado de profunda libertad interior (o ntrvdna); ellos<br />
son:<br />
irracionalidad<br />
penetraci6n intuitiva<br />
autoridad<br />
a.firmaci6n<br />
trascendencia<br />
impersonalidad<br />
exaltact6n<br />
momentaneidad<br />
Posteriormente, en la época de Edo<br />
(1600-1867) florecerá el haikú gracias<br />
a dos maestros: Matsunaga Teidoku<br />
(1571-1653), de la escuela Deimon, y<br />
Nishiyama Soin (1605-1682), de la<br />
escuela Danlin. En esta última escuela<br />
se formará como poeta Matsuo Munefusa<br />
Bashó (1644-1694), a quien se le<br />
considera el poeta más grande del<br />
Japón; con Bashó el haikú alcanzó el<br />
nivel artístico más alto, toda vez que<br />
su poesía capta el instante poético en<br />
el momento privilegiado de la unidad<br />
de los contrarios.<br />
Matsuo Munefusa Bashó había<br />
nacido en 1644 en Veno; 'bashó'. que significa<br />
~látano. fue su nombre literario. El padre de Bashó<br />
fue un samurai al servicio de las familias Todo y<br />
Kinkasu; a los nueve años Bashó fue paje del heredero<br />
de los Todo, en cuya casa estudió el arte de la<br />
poesía de Kitamura Kigin. discípulo de Matsunaga<br />
Teidoku. Cuando. a sus veinticuatro años. murió<br />
su señor. Bashó se dirigió a Kioto. capital de las<br />
artes en Japón. para seguir los pasos del poeta, y<br />
años después marchó a Edo (actual Tokio). donde<br />
conoció a Nishiyama Soin, con quien estudió en la<br />
escuela Danlin. Poco a poco el lenguaje de Bashó<br />
se afina. y con el estudio del budismo zen, bajo la<br />
dirección de su maestro Buccho (1643-1715). su<br />
poesía se compenetra del sabor y la sabiduría zen.<br />
En 1680 se instaló en Bashó-An (literalmente ennita<br />
del plátano). de donde recibió su nombre. En los<br />
siguientes años Bashó emprendió viajes y peregrinaciones<br />
como monje por el centro y norte del<br />
país. hasta que en un último viaje a Nara y Osaka<br />
cayó enfermo y murió el 12 de octubre de 1694.<br />
Lo que separa el hatkú de Bashó del hatkai-no.<br />
renga, la forma popular de su época en la que la<br />
versificación era casi una especie de juego y pasatiempo,<br />
es que Bashó transforma el sentido del haikú<br />
implicando en él la experiencia interior, pues<br />
como él mismo asegura: "No sigo el camino de los<br />
antiguos; busco lo que ellos buscaron. " Octavio Paz<br />
expone con claridad los móviles del cambio operado<br />
por Bashó en el haikú:<br />
A Basho le tocó convertir estos ejercicios de<br />
estética ingeniosa en experiencias espirituales.<br />
Al leer a Teitoku. sonreímos la sorprendente<br />
invención verbal; al leer a BashO. nuestra sonrisa<br />
es de comprensión y. no hay que tenerle miedo a<br />
la palabra. piedad. No la piedad cristiana sino<br />
ese sentimiento de universal simpática<br />
con todo lo que existe. esajraternidad<br />
en la impermanencia con hombres.<br />
animales y plantas. que es lo mejor que<br />
nos ha dado el budismo. Para Basho la<br />
poesía es un camino hacia una suerte<br />
de beatitud instantánea y que no<br />
excluye la ironía ni significa cerrar los<br />
ojos ante el mundo y sus horrores.1o<br />
Furo ike ya<br />
Kawazu tobi komu<br />
Mizu no oto.<br />
El sabor espiritual y la frescura del<br />
haikú de Basho son fruto de su comprensión<br />
de la 'otredad'; sus haikús son<br />
anotaciones de momentos privilegiados<br />
cargados de iluminación, momentos<br />
que pueden contener en sí todo el universo.<br />
El conocido haikú<br />
Un viejo estanque<br />
salta una rana<br />
Ruido de agua.<br />
expone con claridad uno de esos momentos<br />
excepcionales. Octavio Paz nos recrea su sentido:<br />
En la primera línea encontramos el elemento<br />
pasivo: el viejo estanque y su sUencio. En la segunda,<br />
la sorpresa del salto de la rana que rompe<br />
la quietud. Del encuentro de estos dos elementos<br />
debe brotar la iluminación poética. y esta<br />
iluminación consiste en volver al sUencio del que<br />
partió el poema, sólo que ahora cargado de significación.<br />
A la manera del agua que se extiende<br />
en círculos concéntricos, nuestra conciencia debe<br />
e-xtenderse en oleadas sucesivas de asociaciones.<br />
El pequeño haikú es un mundo de resonancias,<br />
ecos y correspondencias."]]<br />
La poética del haikú transmitida por Bashó puede<br />
interpretarse así según dos principios: el 'cam-<br />
40
io' y la 'permanencia'; el efecto "brota cuando se<br />
mezclan en el poema elementos alusivos tanto a lo<br />
momentáneo como a lo constante, de manera que<br />
la percepción poética corresponde a lo que podríamos<br />
llamar una 'iluminación súbita'. Como las anteriores,<br />
otras dos características del haikú: la 'brevedad'<br />
y la 'imperfección' son producto, en el fondo,<br />
de la influencia del budismo zen. Los siguientes<br />
son algunos ejemplos entresacados de la obra<br />
de Basho:<br />
Yoku mireba<br />
Nazuna hana saku<br />
Kakine kana<br />
Okiyo okiyo<br />
Waga tomoni sen<br />
N aro Kochó<br />
Semidare ni<br />
Kakureno mono ai<br />
Seta no jashi.<br />
A cada<br />
brisa<br />
La mariposa<br />
Se posa sin cesar en el sauce.<br />
piezas de haikú<br />
En el marco del budismo zen se considera que<br />
todos los problemas de la vida residen en nuestro<br />
kokoro, y que sólo podemos alcanzar el estado<br />
búdico si nos liberamos de la ignorancia (el placer)<br />
y de su producto (el dolor); algunas frases usadas<br />
como aforismos en las escuela zen, así lo conceden:<br />
"todo es un juego del kokoro", o "todos los sutras13<br />
son apenas notas alIado del kokoro. " Un episodio<br />
de la vida de Hui-neng (638-713), sexto patriarca<br />
zen, revela su importancia:<br />
Si miro con cuidado,<br />
en el seto veo<br />
jlorecer la nazuna.12 Fue en el Sur donde un día Hui-neng escuchó a<br />
Despierta, despierta<br />
y sé mi compañera<br />
mariposa que sueña.<br />
Lluvias de mayo. ..<br />
todo lo ocultan. menos<br />
El Puente Seta.<br />
Ando y ando<br />
Si he de caer; que sea<br />
Entre los tréboles.<br />
algunos monjes que discutían acerca de un<br />
gaUardete para establecer: a) si el viento lo hacía<br />
flamear; b) si realmente noflameaba, porque tanto<br />
el viento como el gaUardete son, en realidad, cosas<br />
inaminadas, c) si el flamear se debe a una combinación<br />
de todos los factores, o d) si es sólo el<br />
viento el que se mueve, Entonces Hui-neng dijo<br />
que no era el viento ni el gallardete, sino sus<br />
propias mentes (kokoros) las quejlameaban.14<br />
Leyendo -como anotamos-los haikús de Bashó,<br />
advertimos que en el fondo su poesía apunta a la<br />
descripción del kokoro humano. Veamos el siguiente<br />
haikú:<br />
Yase nagara<br />
Wari naki kiku no<br />
Tsubomi kana<br />
El crisantemo<br />
delgado y débil.<br />
ya tiene su capullo.<br />
Tristeza en el corazón.<br />
Cuando te oigo. cucú.<br />
Mi soledad es más profunda. Si yuxtaponemos la versión zen de kokoro.<br />
En sus reflexiones acerca de la lengua japonesa,<br />
Octavio Paz admira el singular contraste entre las<br />
acepciones de una misma palabra; una de ellas, la<br />
palabra kokoro, nombra el 'corazón', pero también<br />
la 'mente' y el 'espíritu', pues para el hombre japonés<br />
las vivencias de la inteligencia lo son también del<br />
sentimiento, y viceversa. En el espíritu-corazón<br />
(kokoro), está toda la verdad que necesitamos<br />
saber, y la revelación de un haikú,<br />
especialmente de Basho, consistirá en ver<br />
cara a cara nuestro espíritu-corazón. Paz<br />
reconoce que la poética de Basho está, en<br />
este sentido, orientada hacia la exaltación<br />
/ (I<br />
del kokoro, y, efectivamente, si leemos con<br />
atención sus haikús podemos sentir que ~ ~ .<br />
todo apunta en ellos a la conjunción del<br />
e-spíritu-corazón (kokoro), desde el cual el<br />
espíritu sensitivo se representa solidario con las<br />
cosas del mundo: una flor, un viejo estanque, una<br />
cigarra, etc., elementos propiciatorios de admirables<br />
identificándolo con uno u otro elemento nombrado<br />
en el haikú. tenemos:<br />
El crisantemo (mi kokoro)<br />
Delgado y débil,<br />
Ya tiene su capullo.<br />
El crisantemo<br />
Delgado y débil,<br />
Ya tiene su capullo (su kokoro),<br />
El efecto poético que produce este haikú<br />
\ está teñido de sabor zen; mostrándonos<br />
) un momento de percepción de la natura-<br />
)J leza captado directamente a través del ko-<br />
, ~ k oro del poeta, instante que revela su compenetración<br />
con las cosas de la naturaleza,<br />
instante de la plena identificación entre<br />
el movimiento interior del'espíritu-corazón' y el exterior<br />
(crisantemo-capullo). El haikú es así fruto de<br />
la observación, como objetivación de las cosas sin<br />
41
la intervención del 'yo', porque por regla general en<br />
los hatkús no aparece nunca la palabra 'yo', aunque<br />
apunten, sin embargo, a un 'yo' inadvertido o, más<br />
concretamente, hacia su 'espíritu-corazón' (kokoro).<br />
'CoMUNIÓN'<br />
<strong>DE</strong> PAZ CON EL HMKÚ<br />
En el breve juicio -léase 'análisis'- estético que<br />
hemos realizado acerca del hatkú japonés encontramos<br />
a su vez, y sin mayores sobresaltos, tres de<br />
las características de la poética del propio Octavio<br />
Paz: la disposición 'crítica' del lenguaje, la 'analogía'<br />
entre la naturaleza y el hombre, y la 'comunión'<br />
espiritual del signo poético. En este sentido, la intepretación<br />
que Paz hace de la poesía de Bashó, puede<br />
reducirse a lo siguiente: "el hatkú es poesía de<br />
comunión. " El hatkú de Bashó es entonces uno de<br />
esos sistemas poéticos que buscó Paz; poética que<br />
logra penetrar en el mundo con un mínimo de lenguaje;<br />
poesía que fija momentáneamente la temporalidad<br />
de la existencia, que es conocimiento de<br />
la verdadera realidad, que regresa al origen indicando<br />
el instante primordial; poesía que rompe cualquier<br />
forma de eternidad, exhibiendo a cambio el<br />
momento en que nacen el movimiento, la forma, el<br />
color, la vida, el reflejo; poesía que proclama la experiencia<br />
que sacude al alma, que dice que todo es<br />
único y que acaece por primera y última vez. En el<br />
hatkú cada momento es alba de la creación, y la<br />
poesía capta esos momentos en los que concilian<br />
los contrarios y se realiza la plena unidad del sujeto<br />
y el objeto.<br />
Octavio Paz dirá en una ocasión con respecto al<br />
haikú: "me cautivó la economía de las formas:<br />
mínimas y precisas construcciones hechas de unas<br />
pocas sílabas y capaces de contener un universo."<br />
No obstante, aunque Paz aprendió varias lecciones<br />
del haikú. él mismo escribió pocos poemas bajo esta<br />
modalidad; su fascinación fue entonces más intelectual<br />
que formal. y la influencia del haikú en su<br />
escritura no debe verse sólo en unos cuantos poemas<br />
cortos. sino en su reconocimiento de la importancia<br />
del uso de imágenes y de economías verbales.<br />
En su obra poética Paz cuenta con una serie de<br />
poemas que podríamos considerar efectivamente<br />
como haikus; Condición de nube (1944) recoge<br />
algunos poemas cortos que constituyen los primeros<br />
testimonios de su acercamiento al haikú, probablemente<br />
motivado por la lectura de su compatriota<br />
José Juan Tablada; el aparte "Apuntes del insomnio"<br />
presenta cuatro composiciones, de las que<br />
la primera y la tercera son aproximaciones al haikú;<br />
fueron escritos exactamente en la misma época del<br />
descubrimiento de la obra de Tablada, en Nueva<br />
York en 1944, aunque la forma y los temas coinciden<br />
también con Suite del insomnio de Xavier Villaurrutia.<br />
La primera de las cuatro composiciones expone<br />
el transcurrir del tiempo captado a partir de una<br />
gama de imágenes concisas e intensas:<br />
Roe el reloj<br />
Mi corazón,<br />
Buitre no, sino ratón.1s<br />
En este poema la sombra del Tablada de Eljarro<br />
dejlores (1922) es realmente próxima:<br />
Parece<br />
La medianoche<br />
El minutero<br />
roer el reZó<br />
y ser su eco<br />
del rat6n.16<br />
Después de Condición de nube los poemas cortos<br />
casi desaparecen de la poesía de Octavio Paz, y hay<br />
que esperar hasta el otoño de 1955, cuando inició<br />
su traducción de Sendas de Oku, para encontrar<br />
un epígrafe en Semillas para un himno ( 1950-1954 ),<br />
donde aparecerá uno de sus mejores haikús:<br />
El día abre la mano<br />
Tres nubes<br />
Y estas pocas palabras. 17<br />
Más adelante, en Piedras sueltas (1955), Paz<br />
reunirá varios poemas cortos en tres grupos:<br />
"Lección de las cosas", "Uxmal" y "Piedras sueltas",<br />
donde uno de sus temas más recurrentes, el mediodía<br />
será tratado magistralmente en un haikú:<br />
Mediodía<br />
La luz no parpadea,<br />
El tiempo se vacía de minutos,<br />
Se ha detenido un pájaro en el aire. 18<br />
El diagnóstico que hemos adelantado responde<br />
a la elección intertextual y canónica que en un<br />
42
momento determinado motivara el halkú japonés<br />
en la poesía de Octavio Paz. Las tres secuencias del<br />
poema "Mediodía" comportan una plenitud poética<br />
y una resolución de imágenes que las Vincula y<br />
diferencia entre sí; en cada una de ellas una palabra<br />
en particular participa, obedeciendo a los presupuestos<br />
del haikú, como intensificación de la experiencia<br />
estética de la escritura; ellas son: 'parpadea "<br />
'vacía', 'detenido'. Por supuesto, la Vinculación de<br />
sentido entre estas palabras, y entre otras no menos<br />
importantes del poema, como: 'luz', 'pájaro', 'tiempo',<br />
puede ser restituida de múltiples maneras, persiguiendo<br />
siempre la aspiración literaria de representar<br />
el 'mediodía'. La alusión final a 'un pájaro',<br />
trae a su turno la filiación del poema con la realidad<br />
natural, donde la detención de un elemento móvil,<br />
el pájaro, equivale a la diferencia entre la flecha<br />
detenida y la flecha en movimiento. Esta contradicción<br />
agrega la intuición que Vincula la idea de la<br />
suspensión del vuelo, o su equivalente, la 'serenidad<br />
en movimiento'; intuiciones propias del haikú, que<br />
resuelven en el poema de Paz los límites<br />
entre lo paradójico y efímero.<br />
En este hatkú. como en el no menos<br />
conocido de Jorge Luis Borges<br />
en el que se equipara una luciémaga<br />
a un imperio. el éxito poético de la<br />
paradoja propuesta va más allá de<br />
la efectiva apropiación de una manera<br />
de sentir oriental y propiamente<br />
zenista; ambos casos ilustran con<br />
claridad el tipo de apropiación de<br />
que ha sido objeto el haikú en<br />
Occidente, más como ejecución<br />
racionallógico-semántica vinculada<br />
con la escritura. o con lo que el maestro<br />
Bashó denominaba: "hatkús por<br />
la letra ", primer y dificil paso en la<br />
larga carrera por conseguir la<br />
espontaneidad y la naturalidad que exige la efectiva<br />
consecución de "hatkús por el espíritu ", en los que<br />
no prosperan las imágenes como analogías de<br />
profundos problemas de la historia y del hombre,<br />
sino como impresiones o emociones que enriquecen<br />
el momento mismo de la escritura.<br />
Exponer en estos términos los resultados del<br />
canon oriental en la poesía de Octavio Paz no<br />
significa desvirtuar, desarticular, o deconstruir su<br />
poesía, lo que exigiría por parte de la crítica mayor<br />
aplicación al tratamiento de otros tantos asuntos<br />
estéticos presentes a lo largo de una obra que expone<br />
directrices y señales que la vinculan con la mexicanidad,<br />
con los clásicos, la India, el erotismo, etc.,<br />
aspectos que recrean y amplían los intereses<br />
intertextuales que hemos intentado rastrear en<br />
estas páginas.<br />
NOTAS<br />
I Escuela budista de meditación introducida en el Japón<br />
hacia el Siglo XII. Basado en una vida sencilla vivida en estrecha<br />
relación con la naturaleza, el zen se propone acentuar la<br />
experiencia personal de la iluminación como proceso gradual y<br />
espontáneo.<br />
2 Cfr. WOOD, Ernest. Diccionario zen. Ediciones Paidós. Barcelona.<br />
1980, p. 27.<br />
3 PAZ, Octavio. Los prtvUegios de la vista, p. 30.<br />
4 PAZ, Octavio. Árbol adentro. Se ix Barral. Barcelona. 1989,<br />
p. 14-15.<br />
5 PAZ, Octavio. "La poesía de Matsuo Bashó". En BASHO,<br />
Matsuo. Sendas de Oku. Bernido. Kioto. 1992, p. 34.<br />
6 Para el taoísmo, sistema filosófico con el que entroncará el<br />
budismo a su llegada a la China, la 'perfección' significaba la<br />
llegada a la muerte, cuando las cosas degeneran después de su<br />
madurez, como quien alcanza la cima de la montaña y procede<br />
a descender.<br />
7 Cfr. MINER, Earl. The Japanese tradition in Brtttsh and<br />
Amertcan ltterature. Prtnceton University Press. Prtnceton. 19<strong>58</strong>,<br />
p.113.<br />
8 PAZ, Octavio. Las peras del olmo. Editorial<br />
La Oveja Negra. Bogotá. 1984, p. 112.<br />
9Ibid.,p.lll.<br />
lO PAZ, Octavio. ~La tradición del haikú".<br />
En BASHO, Matsuo. Sendas de Oku. Ed. cit., p.<br />
13. 11 PAZ, Octavio. "La poesía de Matsuo<br />
Bashó". En BASHO, Matsuo. Sendas de Oku.<br />
Ed. cit., pág. 32.<br />
12 Traducción de Javier Tafur González y<br />
Rodrtgo Escobar Holguín. "Para el corazón que<br />
no duda, antología bilingüe del haikú<br />
japonnés", en Revista Hispanoamertcana, N°<br />
22. Santiago de Cali. 1997.<br />
13 Textos sagrados de la tradición budista<br />
14 Cfr. WOOD, Emest. Diccionario zen. Ed.<br />
cit., pág. 69<br />
15 PAZ, Octavio. "Apuntes de insomnio I ",<br />
en Condict6n de nube [1944J, recogido en U-<br />
bertadbajo palabra, Obrapoética {1935-1957).<br />
Fondo de Cultura Económica. México. 1995,<br />
p.47. 16 TAB<strong>LA</strong>DA, José Juan. Obras I -Poesías. Centro de estudios<br />
literarios, UNAM. México. 1971, p. 240.<br />
17 PAZ, Octavio. Semillas para un húnno [950-19541. recogido<br />
en Libertad bajo palabra. Obra poética (1935-1957). Ed. cit..<br />
p.125.<br />
18 PAZ, Octavio. Piedras sueltas [1955]. Ibid., p. 143. Un<br />
excelente estudio sobre el motivo del mediodía en la poesía de<br />
Octavio Paz puede encontrarse en: BALMER, Pierre Maurice. "El<br />
mediodía en la poesía de Octavio Paz", en Thesavros. Boletín del<br />
Instituto Caro y Cuervo. Tomo XLVI. mayo-agosto de 1991. N°<br />
2. Bogotá. p. 245-289.<br />
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44
La certeza contra la historia<br />
Jean-Paul<br />
Margot*<br />
Por historia entiendo todo lo que ya ha sido descubierto<br />
y se encuentra en los libros. Pero por ciencia entiendo<br />
la habilidad para resolver todas las cuestiones y, así.<br />
descublir por su propia industria todo lo que. en esta<br />
ciencia, puede ser descubierto; y quien tiene esta<br />
ciencia, no desea en verdad nada más de los demás y.<br />
por tanto. puede ser propiamente llamado autarches.<br />
R. Descartes<br />
ta las opiniones de sus predeceso-<br />
res.7 Excepto en el caso del Organon.<br />
uno de los pensamientos que se le<br />
ocurrieron a Descartes durante el invierno 1619-<br />
1620 fue el de "considerar que no suele haber tanta<br />
perfección en las obras compuestas de muchas piezas.<br />
y hechas por las manos de diversos 'maestros,<br />
como en aquellas en las que ha trabajado uno solo."8<br />
Más vale un solo arquitecto. un solo urbanista, y<br />
un solo Dios que varios. "Y así pensaba -escribeque<br />
las ciencias de los libros. al menos aquellas<br />
cuyas razones no son sino probables y no tienen<br />
Ciertamente, la fuosofia cartesiana no es una '~roles<br />
sine matre creata "1 y podemos aplicarle lo que<br />
Kipling decía sobre Francia: "la primera en promover<br />
las verdades nuevas, la última en abandonar las<br />
viejas verdades." Descartes, sin embargo, está íntimamente<br />
convencido de haber descubierto<br />
algo nuevo, si bien es cierto que<br />
procede con extrema precaución. Prescribe,<br />
como primera regla de su moral<br />
de provisión {morale par provision),<br />
obedecer "las leyes y costumbres de<br />
mi país",2 y adoptar una actitud conformista<br />
-desde el punto de vista práctico-<br />
en política, y prudente en la empresa<br />
de reformar sus propios pensamientos.3<br />
Por tanto, podríamos esperar<br />
encontrar en él una aproximación<br />
histórica a la filosofía, que permita<br />
escoger entre varias opiniones las más<br />
moderadas y evitar de este modo<br />
cualquier exceso. Pero no es así. Con<br />
el fin de tratar las principales cues- ,' ;- René Descartes<br />
por Franz Hals.<br />
tiones -Dios y el alma- que deben ser<br />
demostradas por medio de las razones<br />
de la ffiosofia, dice no haber "reunido ( en las Meditaciones<br />
metafísicas) todas las diversas razones que<br />
podrían alegarse para servirle de prueba a nuestro<br />
* Licenciado y magíster en filosofia de la Universidad París I<br />
-Sorbona. se doctoró en la Universidad de Otawa. Director de la<br />
Escuela de Filosofia de la Universidad del Valle. Profesor de la<br />
maestría en mosofia de la Universidad del Norte -Universidad<br />
del Valle.<br />
asunto: pues nunca he creído que tal proceder fuese<br />
necesario. salvo cuando ninguna de las razones es<br />
cierta; ..."4 Si se tratara de actuar yo debería "ser lo<br />
más firme y lo más resuelto que pudiera en mis<br />
acciones y no seguir con menos constancia las<br />
opiniones más dudosas. una vez qpe<br />
me hubiera determinado a ellas, que<br />
si hubiesen sido muy seguras."5<br />
Pero, "puesto que ahora no se trata<br />
de actuar. sino sólo de meditar y<br />
conocer",6 la urgencia teórica no elegirá<br />
sino la certeza. la cual, según<br />
Descartes, excluye toda recuperación<br />
del pasado y de la autoridad. es decir,<br />
de la tradición. Certeza e historia<br />
nunca pudieron convivir en elfUósoJo<br />
de Touraine.<br />
En tanto que, para Aristóteles.<br />
quien quiera desbrozar un nuevo<br />
campo del saber debe tomar en cuen-<br />
~<br />
Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Uninorte. Barranquilla<br />
pp. 45-50. 04-08/MM. ISSN 0120-2537<br />
45
ninguna demostración, al haberse compuesto y<br />
aumentado poco a poco con las opiniones de muy<br />
diversas personas, no se acercan tanto a la verdad<br />
como los simples razonamientos que puede hacer<br />
naturalmente un hombre de buen sentido con respecto<br />
a las cosas que se le presentan. "9 Si poseyéramos<br />
desde nuestro nacimiento el uso entero de<br />
nuestra razón, nuestros juicios hubieran sido, y todavía<br />
serían, puros y sólidos. Pero no es así y el<br />
método es necesario. Allí donde Descartes busca<br />
"la roca o la arcilla", no encuentra sino "la tierra<br />
movediza y la arena", responsabilizando de esta situaciÓn<br />
a quienes creen, erróneamente, que hay<br />
más verdad en las opiniones de varios autores que<br />
en la opinión de uno solo. Ya en las Reglas para la<br />
dtrecci6n del espíritu escribía: "Y de nada serviría<br />
contar los votos para seguir la opinión que tuviera<br />
mayor número de partidarios entre los autores: pues<br />
si se trata de una cuestión difícil, es más verosímil<br />
que su verdad haya podido ser descubierta por<br />
pocos que por muchos. Pero aun cuando todos estuviesen<br />
de acuerdo entre sí, no por eso su doctrina<br />
nos bastaría:..."l o De cara a la autoridad, Descartes<br />
caracteriza al nuevo método por su capacidad de<br />
construir por sí mismo la verdad: "...nunca llegaremos<br />
a ser filósofos, aunque hayamos leído todos<br />
los razonamientos de Platón y Aristóteles, si no<br />
podemos emitir un juicio firme sobre las cuestiones<br />
propuestas: pues de este modo parecería que hemos<br />
aprendido no ciencias, sino historias (tta entm, non<br />
sctenttas videremur didtctsse, sed htstOrtas)".ll<br />
Al narrar, en la primera parte del Discurso del<br />
método, su biografia intelectual, Descartes nos dice<br />
que para convertirse en filósofo es necesario tomar<br />
un camino metodológico radicalm~nte diferente al<br />
camino tradicional. Aunque reconozca el valor educativo<br />
de la lectura de los "libros de los antiguos",<br />
señala, de todos modos, el gran peligro que supone<br />
una "lectura demasiado atenta de ellos".12 Veamos<br />
el alcance de sus consideraciones en la perspectiva<br />
de la sexta parte del Discurso del método y, más<br />
precisamente, del pasaje en el cual el filósofo del<br />
PoItou da las razones que lo llevaron a no publicar<br />
su Tratado del mundo y que nos informa sobre el<br />
orden que siguió en su búsqueda de los "principios,<br />
o primeras causas" de su Física. Ante la posibilidad<br />
de que se alegue que la publicación de ese Tratado<br />
podría suscItar objeciones tan útiles para su autor<br />
como para sus lectores, Descartes contesta que no<br />
hay mejor censor de sus opiniones que él mismo.1 3<br />
Teniendo como telón de fondo las objeciones de los<br />
peripatéticos de la época, aprovecha la ocasión para<br />
retomar sus ataques contra la manera de razonar<br />
de los escolásticos: "Y jamás he notado tampoco -<br />
escribe- que por medio de las disputas que se practican<br />
en las escuelas se haya descubierto alguna<br />
verdad que antes se ignorara; pues mientras cada<br />
uno trata de vencer, se ejercita más en hacer valer<br />
la verosimilitud que en sopesar las razones de una<br />
y otra parte; y los que durante mucho tiempo han<br />
sido buenos abogados no por esto son después jueces<br />
mejores ".14 Por otro lado, la publicación de su<br />
Tratado del mundo no sería más útil para los demás,<br />
pues "...no se podría concebir tan bien una cosa y<br />
apropiársela cuando se la aprende de otro que cuando<br />
uno mismo la descubre." El texto que sigue inmediatamente<br />
ofrece la ventaja de presentarnos una<br />
de las pocas referencias de Descartes a la htstorta<br />
de lafllosqfía. En primer lugar, no juzga que los<br />
pensamientos de los antiguos filósofos fueran muy<br />
insensatos, "sino sólo que se los transmitió mal".15<br />
En segundo lugar, le sorprende que sus secuaces<br />
nunca los hayan superado y que "Ios más apasionados<br />
entre quienes siguen hoya Aristóteles se<br />
creerían felices si tuvieran tanto conocimiento de<br />
la naturaleza como lo tuvo él, aun cuando fuera<br />
con la condición de que nunca llegaran a tener más.<br />
Son como la hiedra que tiende a trepar más alto<br />
que los árboles que la sostienen, e incluso vuelve a<br />
menudo a descender una vez llegada ala copa;..."<br />
En otros términos, los secuaces modernos del<br />
estagirita no hacen nada más que entregarse a una<br />
exégesis la cual, por una parte, no le agrega nada a<br />
lo que Aristóteles dijo y, por otra, implica la negación<br />
de los conocimientos de la modernidad en fisica:<br />
una ceguera tal sólo puede deberse a la ausencia<br />
de un método adecuado. Los peripatéticos modernos<br />
sólo se limitan a exponer ya explicar y, además, lo<br />
hacen mal porque "no contentos con saber todo lo<br />
que está inteligiblemente explicado en su autor,<br />
quieren, además de esto, encontrar allí la solución<br />
de muchas dificultades sobre las cuales no dice<br />
nada y en las cuales nunca pensó..."16<br />
¿Habría que decir, entonces, que Descartes se<br />
cuida de emitir juicios directamente negativos sobre<br />
la illosofia de Aristóteles y que sus críticas sólo<br />
recaen sobre los filósofos de la Escuela, quienes se<br />
han vuelto simios y loros? Algunos textos parecerían<br />
orientados hacia una respuesta afirmativa, No es<br />
Descartes quien escribe respecto a los Principios de<br />
lafllosoJía que no hay allí nada nuevo: "Pero deseo<br />
también hacer constar que, aunque haya intentado<br />
dar razón de todas las cosas materiales, sin embargo<br />
no me he servido de principio alguno que no haya<br />
sido aceptado y aprobado por Aristóteles y por cuantos<br />
fIlósofos han existido; de suerte que esta fIlosofia<br />
no es una filosofia nueva, sino la más antigua y la<br />
más común (vulgaire) que cabe recordar",17 En<br />
46
ealidad, esta declaración no puede sorprendernos<br />
para nada pues se ve en ella más habilidad que<br />
verdad. ¿Es lícito escribir con Alquié que "Descartes<br />
está convencido de que sus innovaciones. en fisica,<br />
consistieron en suprimir. de la escolástica. los principios<br />
inútiles, más que en descubrir nuevos"?18<br />
No lo creemos. Poseer, hoy en día, el saber que tenía<br />
Aristóteles de la naturaleza (physts) sólo serviría.<br />
en el mejor de los casos, para exponer la fisica aristotélica<br />
y, en el peor, para exponerla<br />
en detrimento de los descubrimientos<br />
científicos de la<br />
época moderna. "Filosofar" hoy<br />
en día como Aristóteles, o como<br />
cualquier otro antiguo, sería ser<br />
de nuevo Aristóteles; pero el<br />
estado actual del saber -el de<br />
Descartes- nos lo impide. En (<br />
este sentido, el presente excluye \ ~¡;~JI<br />
el pasado. el cual ofrece. a lo<br />
sumo, un campo teórico caduco<br />
para ejercitar el espíritu. Sin embargo,<br />
I<br />
como esta manera de \<br />
, \<br />
"mosofar" es muy cómoda para<br />
quienes tienen una inteligencia ,--- "<br />
París. 1ltografia.<br />
mediocre y porque sabe que<br />
puede correr la misma suerte<br />
que Galileo, Descartes prefiere<br />
abstenerse de publicar su Tratado del mundo. Por<br />
otra parte, esta autocensura no privará a los mejores<br />
espíritus. pues a falta de haber buscado la verdad<br />
en ellos mismos, no obtendrían nada más que la<br />
"verosimilitud". y no la certeza, que es el producto<br />
de lo que cada quien examina "con orden... buscando<br />
primero cosas fáciles y pasando poco a poco<br />
por grados a otras más dificiles. ..."19 Certeza e<br />
historia. decíamos. nunca pudieron convivir en Descartes.<br />
Y, de hecho. no lo podrían hacer porque la<br />
historia pertenece al campo de lo verosímil, de lo<br />
probable. Pero. afirmar que la verdad "sólo se descubre<br />
poco a poco" también quiere decir que no es<br />
suficiente querer liberarse de la autoridad del pasado;<br />
para que la liberación sea efectiva y produzca<br />
frutos nuevos. es indispensable seguir un orden.<br />
es decir, estar en posesión de un método que, gracias<br />
a sus reglas. nos permita descubrir nosotros mismos<br />
la verdad (inventre veritatem). Romper con la<br />
tradición mostrando que no nos ayuda en nada para<br />
"...dirigir el espíritu para que emita juicios sólidos<br />
y verdaderos sobre todo lo que se le presente"2 o es<br />
una etapa necesaria en el método. Pero es una etapa<br />
negativa que solamente consiste en identificar lo<br />
que no debe ser el método. Ahora hay que substituir<br />
el/los método(s) utilizado(s) en esa época por el método<br />
cartesiano. es decir. pasar del método de expo-~<br />
\ ,;:~~"\ '¿ I\ /<br />
'{./ -v<br />
~ -'i'tI\ J.~/' - ~<<br />
sición de la Escuela, al método del "descubrimiento"<br />
de la verdad en cada uno,21 Esto es realmente lo<br />
que Descartes pretende haber hecho: "Como estoy<br />
persuadido, por mi parte, de que si me hubieran<br />
enseñado desde mi juventud todas las verdades<br />
cuyas demostraciones he buscado después y no me<br />
hubiera costado ningún trabajo aprenderlas, tal vez<br />
no sabría hoy ninguna otra y por lo menos nunca<br />
hubiera adquirido la costumbre y la facilidad, que<br />
pienso tener, para encontrar<br />
siempre nuevas, a medida que<br />
"<br />
me aplico a buscarlarlas",22<br />
Los años que siguen al<br />
encuentro con Isaac Beeckman<br />
son extremadamente ricos para<br />
el joven Descartes. Su ociosidad<br />
y su pereza, las cuales, según<br />
'),<br />
su decir, parecen ser habituales,<br />
encuentran en su amigo<br />
I una reprobación que el filósofo<br />
.I de Poitou acepta de buen grado,<br />
puesto que lo empuja a dejar<br />
las cosas a las cuales se dedica<br />
T 1 L tr El ode . icto de en ese entonces, la pintura, la<br />
ou ouse- au ec: m rnoJu .<br />
arquitectura militar y el estudio<br />
del flamenco, ya ocuparse de<br />
"temas más elevados".23 Así,<br />
desde Breda, le puede escribir a su mentor el 26 de<br />
marzo de 1619: "Regresé aquí hace seis días, y he<br />
cultivado mis musas con más cuidado que nunca.<br />
En efecto, he encontrado, en este tiempo tan corto,<br />
cuatro notables demostraciones y enteramente<br />
nuevas, gracias a mi compás".24 Helo aquí lanzado<br />
en demostraciones que, así lo espera, pondrán un<br />
punto final a todos los descubrimientos en geometría.25<br />
y el Destino, al que Descartes pedía en<br />
esta misma carta concederle "el favor de una vida<br />
libre", los azares de la guerra, o su deseo de tranquilidad,<br />
le ofrecieron en los primeros días del mes<br />
de noviembre de 1619 la ocasión de concebir en<br />
sueños, que rápidamente interpretará,26 la unidad<br />
de la ciencia y el sentimiento de su misión. El ..proyecto<br />
increíblemente ambicioso" de construir, por<br />
medio de un solo y mismo método, el edificio entero<br />
de la geometría se ve ahora superado por la posibilidad<br />
de construir todas las ciencias por medio<br />
de este mismo método geométrico. "Las ciencias están<br />
ahora enmascaradas; quitadas las máscaras<br />
aparecerían hermosísimas. Al que vea íntegramente<br />
la cadena de las ciencias no le parecerá más dificil<br />
retenerlas en su espíritu que retener la serie de los<br />
números".27 La clave del saber es el orden que constituye<br />
el corazón del método.<br />
47
Pero, antes de seguir a Descartes en su descubrimiento<br />
del orden, debemos preguntarnos en qué<br />
se diferencia la universalidad del método cartesiano<br />
del "Arte supremo" o de la "Ciencia universal" con<br />
la cual soñaba la época. Nadie dudará de que Descartes<br />
haya albergado un proyecto tal, pero es dificil<br />
creer, junto a Rodis-Lewis, que quizá no estaba totalmente<br />
convencido, como ya lo estaba Beeckman,<br />
de la jactancia de los lulistas.28 Si bien es cierto<br />
que después de su encuentro con "un hombre sabio",<br />
que se vanagloriaba de poder discutir interminablemente<br />
sobre cualquier tema gracias a las<br />
reglas del Ars brevis, Descartes le pidió a su amigo<br />
que le escribiera, en el caso de que encontrara "algo<br />
ingenioso en ese famoso arte", también es cierto<br />
que se puede leer en esa misma carta el siguiente<br />
comentario: "Pero yo le pedía -al hombre sabio con<br />
quien conversó Descartes- que me dijera, con más<br />
exactitud, si ese arte no consistía en una especie<br />
de puesta en orden de las partes de la dialéctica de<br />
las cuales se sacan los argumentos. Lo reconoció,<br />
agregando sin embargo que ni Lulio ni Agrippa había<br />
entregado en sus obras algunas claves necesarias,<br />
a su parecer, para abrir los secretos de este arte. Y,<br />
seguramente, sospecho que haya dicho eso para<br />
atraerse la admiración de un ignorante más que<br />
para expresarse con verdad (Quod Ulum certe di.xisse<br />
suspicor; ut admirationem captaret ignorantis, poüus<br />
quam ut vere loqueretur)".29 De<br />
hecho, sería sorprendente que<br />
Descartes tampoco estuviera en<br />
busca de la clave que permite<br />
" ~J?;<br />
descifrar "la escritura del \ -<br />
universo". Sin embargo, no -"---.¡=<br />
---~<br />
encuentra esta clave en la gene- --.,, -,."':!; ---<br />
ralidad de la lógica, en "una ~ /<br />
especie de puesta en orden de --,<br />
la dialéctica", ni siquiera en la ~~<br />
fisica de Galileo o de Beeckman,<br />
pues le reprocha al primero lo ,- =:;-<br />
,..-,<br />
-,<br />
~~,<br />
'~,<br />
cantidad, tanto continua como discontinua. pero<br />
cada una según su naturaleza".31<br />
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I H. Bergson. "Laphtlosophie", enLasciencefrant;atse, París.<br />
Larousse. 1916, pp. 6-7; citado por J. Sirven. Les années d'<br />
apprentlssage de Descartes, Albi, lmpr1rnerie coopérative du sudouest.<br />
1928, p. 9.<br />
2 Discurso del método, 111, A. T. VI, 22-23. Todas las citas de<br />
Descartes se refieren a la edición: (Euvres de Descartes publicadas<br />
por Charles Adam & Paul Tannery ( 12 volúmenes. París,<br />
1897-1909). nueva edición. 13 volúmenes. París, Vrin. 1974-<br />
1983. Usamos las iniciales A.T. y señalamos el número del volumen<br />
(en caracteres romanos), seguido del número de la página<br />
y del número de la primera y la última línea (en caracteres<br />
arábigos). Utilizamos, a veces, la edición de Ferdinand Alquié.<br />
Descartes. (Euvres phtlosophiques. París. Garnier Freres, 1963-<br />
1973. 3 volúmenes. Usamos las iniciales F.A, y señalamos el<br />
número del volumen (en caracteres romanos), seguido del nÚmero<br />
de la página (en caracteres arábigos).<br />
3 Ibtd.. VI, A.T. VI. 61. 10-16: "Porque. en lo que atañe a las<br />
costumbres. cada cual está tan seguro en su modo de pensar<br />
que podrían encontrarse tantos reformadores como cabezas. si<br />
se les permitiera intentar cambiar algo en ellas a otros que aquellos<br />
a quienes Dios estableció como soberanos en sus pueblos, o<br />
bien aquellos a quienes les ha otorgado gracia y celo para ser<br />
profetas;..." Con respecto a las costumbres en política. véase la<br />
Carta a Elizabeth de septiembre de 1646: "Pero. sobre todo, (el<br />
príncipe) debe evitar el odio y el desprecio de sus otros súbditos;<br />
creo que puede conseguirlo siempre con tal de que haga exactamente<br />
justicia al modo de ellos (es decir. conforme a las leyes a<br />
las que están acostumbrados)...". A.T, IV, 489. 18-22. y la Carta<br />
a Elizabeth de noviembre de 1646, A. T, IV. 528-532. Este conformismo<br />
práctico no compromete<br />
para nada la adhesión del pensamiento<br />
a las costumbres recibidas y<br />
deja intacto el problema teórico de<br />
la verdad que le corresponde. Véase<br />
también Charron, De la sagesse.<br />
1601-1604, París, LibrairieArtheme<br />
,c'"j<br />
-' r' '"' .I phtlosophie Fayard. 1986. en ColpUS languefranfatse. des reuvres Li- de<br />
¡ " : f{-<br />
O'-.." ~' ., ' \ l<br />
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que podría reprocharle al.¡<br />
r;¡¡¡<br />
;;,;.~,<br />
segundo, a saber, haber )<br />
"construido sin fundamento",3o<br />
es decir, sin orden. La clave del ,- ~~ .-"<br />
universo es la noci6n de orden,<br />
., Toulouse-Lautrec: La borracha.<br />
la espma dorsal del metodo, y tinta. pluma. pincel y pastel.<br />
Descartes la busca en las<br />
matemáticas. En el entusiasmo<br />
de sus primeros descubrimientos matemáticos le<br />
escribía a Beeckman: "Y ciertamente, para revelarle<br />
simplemente el objeto de mi empresa, deseo darle<br />
al público no un Ars brevis de Lulio, sino una ciencia<br />
con fundamentos nuevos (scientiam penitus novam),<br />
que permita resolver en general todas las cuestiones<br />
que uno puede proponer en cualquier género de<br />
48<br />
) bro segundo, cap. 8, p. 496-501.<br />
1 Contrariamente a lo que afirma E.<br />
GUson, la religión -"...conservando<br />
constantemente la religión en la que<br />
Dios me concedió la gracia de ser ins-<br />
-.-c ~ truido desde mi infancia,...", A.T, VI,<br />
:.. --~<br />
23, 1-3- no es un caso particular del<br />
conformismo. ya que Descartes considera<br />
su religión como verdadera in-<br />
I ~<br />
f, .dependientemente<br />
de cualquier mo-<br />
tivación geográfica; el texto latino del<br />
Discurso del método añade: "quam<br />
optii1amjudicabam...". A.T, VI, 552.<br />
A los señores decano y doctores<br />
de la sagradafacultad de teolo-<br />
gía de París, A.T, IX-I, 6.<br />
5 DIscurso del método, 111, A.T, VI, 24, 18-22. Ver también<br />
lb Id., IV, A.T, VI, 31, 20-30: "Desde mucho antes había advertido<br />
que, en cuanto a las costumbres, era necesario seguir a veces<br />
opiniones que sabemos son muy inciertas, como si fueran<br />
indudables, tal como se dijo anteriormente -véase la segunda<br />
máXima de la moral de provisión-; pero como en aquel momento<br />
deseaba dedicarme solamente a la investigación de la verdad,<br />
pensaba que debía hacer todo lo contrario y rechazar como ab-
solutamente falso todo aquello en lo cu"aI pudiera imaginar la<br />
menor duda, con el propósito de ver si después de ello no quedaba<br />
algo en mi creencia que fuese enteramente indudable."<br />
6Medttaclónprlmera, A.T, IX-I, 17.<br />
7 Según Aristóteles la ffiosofia es una obra del tiempo y<br />
toda introducción a ella es inseparable de su historia. Arte de<br />
dialogar, es decir. arte del preguntar y del contestar. la dialéctica<br />
es el camino obligado para descubrir la verdad. Su empleo<br />
sistemático por parte del Estag1rita es una prueba<br />
suficiente de la Importancia que le atribuye:<br />
véanse, por ejemplo, Ffstca, I; Metaftstca, I, VII;<br />
Acerca de la generación y la corrupcIón. I, I y 2;<br />
Acerca del alma, I. 2-4; La política. II y Ética<br />
Nlcomaquea. VII. 1. 1145b2 y ss. Esta última<br />
obra muestra claramente el alcance de la dialéctica;<br />
ahí se lee. en efecto: "Pues decimos que<br />
una cosa es lo que le parece a todo el mundo...",<br />
x. 2, 1173al (trad. R.A. Gauthter y J.Y.<br />
Jolyf). Lo que a todos les parece es entonces la<br />
medida del Ser. No creemos que se pueda afIrmar<br />
con E. Gilson -quien remite explícltamente<br />
a la aproximación aristotélica de la verdad<br />
por medio de la historia en el libro A de la Meta]ísica-<br />
que "The historical approach to<br />
philosophy uses the history o] philosophy as a<br />
handmaid to philosophy", God andphilosophy,<br />
Yale University Press. 1979, p. X. Suscribimos<br />
más bien a lo que escribe P. Ricreur: "El mismo<br />
plan de Aristóteles en el libro A (de la Metqfisical<br />
es signtflcativo. Aristóteles no se dedica a la<br />
historia de la ffiosofia sin antes haber justIfIcado<br />
su destino. Su historia de la filosofia no es<br />
la de un puro historiador: la historia de la ffiosofia<br />
es inseparable de su proyecto mismo. Es un problema que<br />
se plantea primero en su madurez y recupera luego su propia<br />
Infancia. (Esto plantea. notémoslo de paso. todo el sentido de la<br />
historia de la ffiosofia que sólo puede ser una obra de ffiosofial".<br />
P;tre, essence et substance chez Platon et Aristote, París, Centre<br />
de documentation universltalre. pollcopiado de un curso dado<br />
en Strasbourg en 1953-1954. p. 91. En cuanto a la apreciación<br />
del valor de las opiniones en el campo de la verdad especulativa,<br />
Aristóteles y Descartes están muy alejados el uno del otro. No<br />
obstante, no hay que creer que el primero hace un buen uso y el<br />
segundo un mal uso de las opiniones. Explícita en Aristóteles,<br />
Implícita en Descartes, la historia de la ffiosofia no está por eso<br />
menos presente allí. Véase, Jean-Paul Margot, "Dialéctica<br />
aristotéllca e historia de la filosofia" en, Estudios de historia de<br />
laftlosofta, Cali. Ediciones de la Fundación para la promoción<br />
de la ffiosofia en Colombia. 1982, pp. 33-49.<br />
8 Discurso del método, II. A. T. VI. 11, 14-17. Notemos cómo<br />
la continuación de este texto insiste en las obras humanas que<br />
competen más directamente a la inserción social del hombre:<br />
arquitectura, urbanismo, legtslaclón, etc.<br />
9 Ibid., A.T. VI. 12, 25-13. 1. Muy temprano Descartes escribía:<br />
"Cuando era joven y ante descubrimientos ingeniosos<br />
me preguntaba si no podía descubrirlos por mí mismo, Incluso<br />
sin haberlos leído en un autor (quaerebam tpse per mi possemne<br />
lnvenlre. etlam non lecto auctore). A partir de aquí me dl cuenta<br />
poco a poco de que yo me servía de reglas determinadas (me<br />
certls regulis utl)... Cuando se han leído algunas líneas y mirado<br />
algunas figuras de la mayoría de los libros. se los conoce por<br />
completo; el resto sólo está allí para llenar el papel". Cogttattones<br />
prlvatre, A.T. 214. 1-3 y 6-8; véase también InvestigacIón de la<br />
verdad por la luz natural, A. T. X. 497, 22-498. 5. Con réspecto<br />
al "me certls regulis uti" notemos que a medida que Descartes<br />
va "descubriendo" por sí mismo. se da cuenta de que ciertas<br />
reglas rigen su espíritu (Úlgenluml o pensamiento y que. por lo<br />
tanto, el método cartesiano tiene una historia. a la que remite el<br />
principio de la Regla X de las Reglas para la dtrecci6n del espírttu.<br />
G. Rodis-LeWis observa. sIn embargo. que "Si leía poco después.<br />
reconoce en las Regulre. que cuando comenzaba a dedicarse<br />
al estudio de las matemáticas. primero leyó a casi todos<br />
los autores tradicionales en la materia". L 'reuvre de Descartes.<br />
París, Vrin, 1971. vol. I. p. 22.<br />
lO Regla III. A.T, X. 367, 10-16.<br />
11 Ibid., 16-23. Menos de un siglo después. N. Malebranche<br />
no dIrá otra cosa cuando Incluye a Descartes<br />
en las "Wstorlas". Criticando a quienes<br />
envejecen con los libros de Platón y<br />
Artstóteles. y no hacen mucho uso de su espírItu,<br />
escribe: "Así la ciencia y la ffiosofia<br />
que aprenden es propiamente una ciencia<br />
de espíritu (une sctence d'esprtt). No saben<br />
más que historias y hechos (des hlstoires et<br />
desJaits), y no verdades evidentes; y son más<br />
bien historiadores que verdaderos ffiósofos,<br />
hombres que no piensan. pero que pueden<br />
contar (raconter) los pensamientos de los demás".<br />
De la recherche de la vértté. París.<br />
Gallimard-La pléiade, 1979, Libro II, Ila parte,<br />
cap. IV, p. 215. Véase también el Libro<br />
VI. la parte. cap. I, p. <strong>59</strong>0: "...no basta para<br />
ser sabio filósofo haber leído a Platón,<br />
Artstóteles. Descartes. y saber de memoria<br />
todos sus sentimientos acerca de las cuestIones<br />
de ffiosofia. El conoc1miento de todas<br />
las opIniones y de todos los juicios de los<br />
demás hombres. filósofos o geómetras, no es<br />
tanto una ciencia como una historia:..."<br />
12 Regla III, A.T, X, 366, 21. Véase también<br />
Discurso del método, I, A.T, VI. 6, 17-<br />
19: "Pero creía haber dedicado ya suficiente tiempo a las lenguas<br />
e Incluso también a la lectura de los libros antiguos. ya<br />
sus historias, ya sus fábulas." "Que no se busque demasiado la<br />
palabra "historia" en Descartes donde guarda sobre todo, dice<br />
Y. Belaval, el sentido baconiano: descripción, colección de hechos<br />
pasados, presentes. o Incluso atemporales...", Leibntz crtttque<br />
de Descartes. París. Gallimard- Tel, 1978, p. 88. En la Carta<br />
a Beeckman del 17 de noviembre de 1630. Descartes se defiende<br />
de un Beeckman quien lo acusa de haber aprendido por medio<br />
de la enseñ.anza -por medio de otros, y concretamente por la<br />
lectura de sus propios trabajos-lo que sabe. Hay aquí una oposición<br />
muy marcada entre "la autoridad" y las "razones" personales<br />
de saber. las cuales son el producto del trabajo de un<br />
hombre solo. Respecto a ese problema. véase M. Gueroult,<br />
Hlstotre de l'hlstotre de la phUosophte. "L. excomunicatlon<br />
majeure: Descartes et le cartésianisme", París, Aubier. 1984.,<br />
pp.171-193.<br />
13 A. T. VI, 68-69. Es Interesante observar aquí que Descartes<br />
pretende "no esperar ningún beneficio" de las objeciones<br />
que se le puedan hacer. Será muy diferente en el "Prefacio al<br />
lector" (en latín) de las Meditaciones metqfistcas. A.T, VII. 10,<br />
14-23' donde ruega "encarecidamente a los lectores que no se<br />
formen ningún juicio de estas meditaciones. hasta no haber<br />
leído con atención todas esas objeciones y las correspondientes<br />
respuestas."<br />
14 En las Respuestas a las segundas objeciones, A.T, IX-I.<br />
123, escribe: "Pues, por el solo hecho de que alguien se prepare<br />
para impugnar la verdad, se vuelve menos apto para comprenderla.<br />
tanto más cuanto que aparta su espíritu de la consideraci6n<br />
de las razones que la persuaden, para aplicarlo a la búsqueda<br />
de aquéllas que la destruyen."<br />
15 "...pues no creo que lo que se nos refiere de ese anciano<br />
(Dem6crlto), quien probablemente fue un hombre de muy buen<br />
espíritu. sea verdadero, ni que haya tenido opiniones tan poco<br />
razonables como las que se le atribuyen;...". Carta de marzo de<br />
49
1638 a Huygens, A.T, II, 51, 18-22. .<br />
16 "Por tanto no conviene -escribe Alqu1é- buscar en<br />
Arlstóteles la soluc1ón de los problemas planteados por la c1enc1a<br />
moderna. Descartes quIzá rec1b1ó esa idea de algunos de<br />
sus maestros jesu1tas", F.A, I, 642, nota 1.<br />
17 PrtncipiosdelajUosojía, IV, art. 200,A.T,IX-2, 318: "Este<br />
tratado sólo contiene prlnc1p1os que, desde s1empre, han sido<br />
asumidos por todos; así pues, ésta no es una filosofia nueva,<br />
sino la más antigua y la más común". En el texto latino "hancque<br />
Philosophiam non esse novam. sed maxime antiquam et<br />
vulgarem", A.T, VI 11-1. 323.<br />
18 F.A, 111, 515, nota 1. En contra de la interpretac1ón de<br />
Alqu1é, quien parece decir que la fis1ca de Descartes sólo ha<br />
s1do, en lo que concierne a la escogenc1a de los prlnc1p1os, ante<br />
todo, una obra de "s1mpllficac1ón", conviene recordar que los<br />
prlnc1p1os de la metafis1ca son también los prlncip1os de la fisica.<br />
Es así como la distinción -metafis1ca- real del alma y del<br />
cuerpo tiene por efecto liberar la fisica de las iluSiones que la<br />
estorbaban (en cuanto a la acción recíproca de la metafisica y<br />
de la fisica, véase E. Gilson, Etudes sur le róle de la pensée<br />
médlévale dans laformation du systeme cartésten, París, Vrln,<br />
1975. pp. 143-168). Pero, dejémosle lapalabra a Descartes: "...y<br />
les diré, entre nosotros, que estas seis Meditaciones contienen<br />
todo el fundamento de mi fis1ca. Pero les ruego no menc1onarlo,<br />
pues quienes favorecen a Arlstóteles pondrían tal vez más dificultades<br />
en aprobarlas; y espero que quienes las lean, se acostumbren<br />
paulatinamente a mis prlnc1p1os y reconozcan su verdad<br />
antes de darse cuenta de que destruyen los de Arlstóteles",<br />
Carta a Mersenne del 28 de enero de 1641, A.T, 111, 297, 31-<br />
298,7.<br />
19 Discurso del método, VI, A. T, VI, 71, 30- 72, 6. Descartes<br />
piensa aquí en el tercer precepto tal como es enunciado en la<br />
se~nda parte del Discurso del método.<br />
20 Regla I. A.T, X, 3<strong>59</strong>, 5-7.<br />
21 La historla expone lo que ha sido encontrado; la ciencia<br />
busca encontrar: "Per Hlstoriam inteUtgo aLud omne quodjam<br />
inventum est, atque in Ubrls continetul: Per SciEntiam vero, perttiam<br />
qurestiones omnes resolvendt, atque adeo inveniEndi propria industria<br />
aLud omne quod ab humano ingenio in ea sciEntia potest<br />
inveniri; quam qui habet, non sane multum altena desiderat, atque<br />
vaide proprie autarches appeUatur", Carta a Hogelande del 8 de<br />
febrero de 1640, A.T, III. Supplément, 1-4, 722-723: véase la<br />
traducción en el epígrafe de este estudio. El uso constante del<br />
verbo "invenire", que traducimos por "descubrir" caracteriza al<br />
nuevo método por la capacidad que tiene el espíritu de construir<br />
o producir por sí mismo la verdad.<br />
22 DIscurso del método, VI. A.T, VI, 72, 8-15.<br />
23 Ver la Carta a Beeckmandel 24 de enero de 1619, A.T, X,<br />
151, 13-152, 1; también la del 23 de abril de 1619: "Pues usted<br />
es el único verdaderamente en haber sacudido m1tndolenc1a; ...<br />
81 entonces, por azar, sale de mí algo que no sea de despreciar<br />
podrá con todo derecho reclamarlo enteramente para usted",<br />
A.T, X, 162, 18-163, 5. Desde 1629, Descartes va a malquistarse<br />
con Beeckman; este último será entonces uno de aquellos<br />
que "tratan de adqu1r1r alguna reputac1ón con falsa stncerldad",<br />
Carta a Mersenne del 25 de mayo de 1637, A.T, I, 375, 21-22.<br />
24 Carta a Beeckmandel26 de marzo de 1619, A.T, x. 154,<br />
4-6.<br />
25 Ibid.. 157.<br />
26 Mucha tinta ha corrido con el fin de explicar los diversos<br />
textos de 1619 y 1620 que se refieren a "la ciencia admirable":<br />
uno en margen de los Olymplca (A.T. K. Inventatre. 7: "XI<br />
Novemblis crept tnteUtgere jimdamentum tnventt mtrabUts " el cual.<br />
según Baillet (A. T. K. 179). es "de la misma mano del autor"), el<br />
otro. en el margen del texto: "En el año de 1620 comencé a<br />
entender el fundamento de la invención admirable" de los Experimenta<br />
(A.T, K, Cogttationes prtvatre, 216: "Olymptca, X Nov.<br />
crept tntelllgere.fundamentum inventt mtrabilts") con una referencia<br />
al sueño de noviembre de 1619. Siguiendo en esto a A.T.<br />
K. 175. nos mantendremos en la primera fecha que aparece al<br />
comienzo de los Olymptca: "x. Novembrts 1619. cumplenusforem<br />
Enthoustasmo, et mirabilts sctenttrefUl1damentum repertrem etc. ",<br />
y haremos nuestra la interpretación de Gilson. Descartes.<br />
Dtscours de la méthode. Texte et commentatre, París, Vrin. 1976.<br />
p. 1<strong>58</strong> del texto paralelo del Discurso, II. ab initio: "Durante la<br />
noche del lO al II de noviembre, Descartes. quien se sentía<br />
lleno de entusiasmo porque estaba descubriendo (cum repertrem)<br />
los fundamentos de una ciencia admirable..." Parece, en efecto,<br />
que el texto de base señala inicialmente la fecha del 10 de noviembre<br />
de 1619 y que los demás textos son añadidos posteriores<br />
(respecto a la invención de 1620. véase. por ejemplo, Alquié,<br />
F.A, I, 49. nota 3). De hecho. las diferentes cartas a Beeckman<br />
de 1619 y el clima intelectual que denotan, nos inclinan a pensar<br />
que el entusiasmo de esa noche excepcional debe estar relacionado<br />
con el "proyecto increíblemente ambicioso" del cual informaba<br />
a su amigo el 26 de marzo de 1619. Los sueños de<br />
Descartes expresarían entonces la esperanza de ver todas las<br />
cosas entrelazarse al modo matemático: " Así, como lo escribe G .<br />
Rodis-Lewis, la clave del saber es el orden, el cual constituye el<br />
corazón del método: unidad de la ciencia, método. matemática<br />
universal. no son aquí invenciones particulares entre las cuales<br />
habría que escoger. Es la percepción de su correlación lo que es<br />
verdaderamente fundamental: ante 'el fundamento de la ciencia..<br />
Descartes se maravilla". op. ctt., vol. I. p. 47. Notemos, fInalmente,<br />
sin querer de ningún modo minimizar la importancia<br />
de los tres sueños, que estos fueron, según el relato de Baillet,<br />
posteriores al descubrimiento de la "ciencia admirable". Lo que<br />
importa es entonces la interpretación que hizo Descartes de sus<br />
sueños. Ahora bien, el descubrimiento de "la admirable ciencia"<br />
ciertamente no es el producto de la jornada de trabajo del 10 de<br />
noviembre de 1619, por intensa que hubiera sido, sino el resultado,<br />
todavía provisional, del camino seguido por Descartes y<br />
cuyos pasos están claramente enunciados en la correspondencia<br />
de 1619 con Beeckman.<br />
27"Lavartre nunc sctenttre sunt: qure, larvts sublatts,<br />
pulcherrimre apparerent. Catenam sctenttarum pervidentt. non<br />
d!fficiltus videbttur; eas animo rettnere, quam sertem numerorum "<br />
A. T, K, 215.1-4. Cogttationes prtvatre .Como bien lo señala Alquié,<br />
F.A, I, 46, nota 6. tenemos ahí la primera alusión al tema de la<br />
unidad de la ciencia.<br />
28 G. Rodis-Lewis. op. ctt., pp. 48-49.<br />
29 Carta a Beeckman del 29 de abril de 1619, A.T. K. 165,<br />
7-14. Sobre la respuesta de éste del 6 de mayo de 1619, véase<br />
A.T, K. 167-169. No se sabe si esta carta llegó a su destinatario.<br />
La interpretación de Rodis-Lewis es poco probable; Descartes,<br />
quien no tiene entre las manos el Ars brevts. simplemente le<br />
pide a Beeckman ir a "examinar ese punto". No obstante, y sin<br />
haberlo leído, el comentario que le hace a su amigo en la Carta<br />
del 26 de marzo de 1619 muestra que ya se ha formado de él<br />
una idea definitiva y negativa.<br />
30 Carta a Mersenne del11 de octubre de 1638. A. T. II. 380.<br />
16. Véase también E. Gilson, "Etudes", op. ctt.. pp. 176-177.<br />
31 Carta a Beeckmandel 26 de marzo de 1619, A.T. K, 156.<br />
7-157. 4. La traducción puede ser "una ciencia enteramente<br />
nueva". Pero creemos que se debe conservar aquí al adverbio<br />
penttus su sentido de "profundamente, hasta el fondo", es decir,<br />
hasta los fundamentos.<br />
50
FREUD<br />
Sueños, violencia y educación<br />
Carmen Elisa Escobar María*<br />
Cien años de La interpretación de los sueños:<br />
EL SUEÑO FLORECIENTE <strong>DE</strong> FREUD:<br />
UN RATÓN <strong>DE</strong> BIBLIOTECA<br />
Freud tuvo una suerte de arrepentimiento de haber<br />
tomado material sobre sí mismo para explicar,<br />
divulgar y transmitir sus descubrimientos<br />
sobre el inconsciente. En el<br />
período de máxima creación "leía" sue- /<br />
ños, lapsus, olvidos, chistes, síntomas,<br />
todo lo que se evidenciaba como tropiezo,<br />
y no sólo de sus pacientes, sino<br />
de familiares, amigos, textos literarios<br />
y por supuesto de sí mismo. Lo guiaba<br />
la búsqueda de un sentido para estas<br />
formaciones humanas tan insensatas<br />
y necias a los ojos de otros. A partir de<br />
1895, el sueño en general y sus sueños<br />
en particular, ocuparon un lugar<br />
central como vía regia de acceso al inconsciente.<br />
Uno de los pocos consejos que<br />
formuló dice no recomendarle a nadie poner a cielo<br />
abierto algo del terreno de su intimidad, porque de<br />
eso no se sale indemne, como efectivamente ocurrió.<br />
A partir de sus ejemplos personales en La intelpre-<br />
.Psicóloga clínica. Psicoanalista. Miembro fundador del Círculo<br />
de Estudios Pslcoanalítlcos del Litoral Caribe (1991), cuya<br />
presidencia ocupó en 1997-1999. Docente de Psicoanálisis de<br />
la Universidad Metropolitana (Barranqullla) desde 1986, y de la<br />
Fundación Psyché de Cartagena de Indias. Directora del Departamento<br />
de Psicoanálisis de la Universidad Metropolitana.<br />
tación de los sueños y en Psicopatología<br />
cotidiana. se ha dicho cualquier cosa.<br />
de la vida<br />
La interpretación de los sueños<br />
(terminada en 1899 y al parecer<br />
publicada en noviembre de ese año,<br />
pero con el deseo de "que pareciese del<br />
nuevo siglo ") tenía para Freud una<br />
significación especial: "Es que para mí<br />
elltbro posee otro stgn.iflcado, subjetivo,<br />
que sólo después de terminarlo pude<br />
comprender: Advertí que era parte de<br />
mi autoanáltsts, que era la reacción<br />
frente a la muerte de mi padre, vale<br />
decir; frente al acontecimiento más<br />
De Javier Covo Torres: sign.iftcativo y la pérdida más terrt<br />
Freud para inconscientes, ble en la vida de un hombre. Después<br />
1987. que lo hube reconocido, me sentf<br />
incapaz de borrar las buellas de esa<br />
1ntIuencla. "1 ( 1908) .<br />
Allí. en ese "ser incapaz de borrar las huellas de<br />
esa influencia" se amarra la estructura subjetiva<br />
de la formación de un analista: No borrar las huellas<br />
del sujeto. de su deseo. de sus impasses. de su verdad.<br />
El valor de Freud. nos permitió recibir una<br />
herencia incalculable. No sólo porque es a partir de<br />
esa valentía que se hizo posible el psicoanálisis. y<br />
la formación de los analistas. que cumplen una función<br />
importante en el mundo de hoy. sino que en<br />
Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Uninorte. Barranquilla<br />
pp. 51-63. 04-08/MM. ISSN 0120-253i<br />
51
general quien no se atreve ante sí ya pesar de sí. a<br />
hacerle frente y admitir lo enigmático. lo aparentemente<br />
absurdo. lo desagradable. lo doloroso. en últlmas<br />
algo de la verdad. pierde una oportunidad de<br />
poder hacer algo con eso. en vez de simplemente<br />
padecerlo.<br />
Pero también hay que escuchar el consejo, de la<br />
poca ganancia, de "tomarse uno mismo" como objeto<br />
y sujeto de investigación. Freud tuvo como interlocutor<br />
(con funciones de analista) a Wilhem Fliess,<br />
lo que lo libró, en parte, de callejones sin salida.<br />
Pero su imperiosa necesidad de dar a conocer sus<br />
descubrimientos hicieron que desestimara medidas<br />
de protección para su prestigio, y tomara la decisión<br />
de dar a la luz, además de los de sus pacientes,<br />
familiares, amigos, sus propios sueños. De nuestra<br />
parte le agradecemos este acto enormemente, y<br />
como muestra de ello recordamos uno de sus sueños<br />
al que llamó: "el sueño de la monografía botánica.<br />
"<br />
A<strong>LA</strong><br />
MANERA<br />
<strong>DE</strong> UN <strong>DE</strong>SCIFRAMIENTO FREUDIANO<br />
Fue soñado por Freud entre el 8 y 9 de marzo de<br />
1898; nos permitirá aproximarnos a su labor de<br />
interpretación, de desciframiento, o. si preferimos,<br />
de "lectura" y pescar algo del sujeto Freud implicado<br />
en el sueño:<br />
Tengo escrita una monografla sobre una cierta<br />
planta. El libro yace frente a mí. y estoy hojean -<br />
do una lámina en colores doblada. Acompaña a<br />
cada ejemplar un espécimen desecado<br />
de la planta. a la manera<br />
de un herbario.<br />
Ante este sueño Freud procede<br />
como con tantos otros: ¿Por qué "soñar"<br />
este sueño? y allí comienzan las<br />
asociaciones:<br />
Ese mismo día había visto en la<br />
mañana, en una librería, una monografia<br />
sobre el género ciclamen. Las<br />
ideas que afluyen lo llevan a relacionar<br />
que ciclamen es la "flor preferida"<br />
de su mujer, y se reprocha no<br />
llevarle flores con la frecuencia que<br />
ella desearía. Recuerda una pareja<br />
conocida en la que el marido olvida<br />
llevarle "un ramo de flores" a su mujer<br />
en el cumpleaños. Ella llora y no<br />
se deja consolar porque sabe que hay<br />
Mandragorajemina<br />
una intención secreta en el olvidadizo.<br />
Por otro lado. Freud relaciona "monografia" con<br />
la monografia que alguna vez hizo de la planta de<br />
la coca ( 1884 ). El conocido suceso de la cocaína. en<br />
el que faltó un "pelo" (el pelo lo puso Marta, novia<br />
de Freud, que lo requirió por esa fecha) para que<br />
fuese considerado el descubridor de los poderes<br />
anestésicos de la cocaína. En los días previos al<br />
sueño había tenido contacto con un libro conmemorativo<br />
en donde se mencionaba a Koller como<br />
quien había descubierto esta propiedad anestésica.<br />
Freud no se repuso fácilmente de la pérdida de este<br />
reconocimiento.<br />
Pero llega a esta asociación de su rivalidad enardecida.<br />
a partir del recuerdo de una conversación<br />
del día anterior con un amigo médico. en donde<br />
aparece el nombre de una paciente llamada Flora.<br />
Durante la conversación el profesor Gdrtner (jardinero.<br />
en alemán) llega con su joven mujer y Freud<br />
los encuentrajlorecientes. Es decir. seguimos en el<br />
terreno de metáforas botánicas (disciplina que nunca<br />
interesó especialmente a Freud. aunque una de<br />
sus aficiones favoritas eran las caminatas para recoger<br />
florecillas alpinas).<br />
El hecho de que apareciera en el sueño un espécimen<br />
desecado de la planta lo reconducirá a un<br />
herbario. Un recuerdo adolescente surge: revisión<br />
y limpieza del herbario del colegio, pues se habían<br />
descubierto polUlas (en alemán, «Wurm», «gusano»,<br />
y «Bücherwum», «polilla», pero también «gusano de<br />
biblioteca» ).2 La expresión equivalente para nosotros<br />
sería "ratón de biblioteca". Recuerda<br />
entonces suflor preJertda: "la<br />
\c;'<br />
alcachofa", con lo que se bromeaba<br />
) en familia.<br />
También en la cadena de pensamientos<br />
surge el deseo de ver terminada<br />
ante sí La interpretact6n de los<br />
sueños. y las láminas en colores. plegadas.<br />
lo retrotraen a ciertas burlas<br />
de compañeros del colegio por sus dibujos<br />
y una experiencia bellísima, vivida<br />
con relación a su padre, que<br />
marcará una de sus más profundas<br />
pasiones:<br />
Mi padre se divirtió cierta vez. dejándonos<br />
a mí ya la mayor de mis<br />
hermanas un libro con láminas en<br />
colores (descripción de un viaje a<br />
Persia) para que lo destrozáramos.
Pedagógicamentefue algo apenasjUStiflCable. Yo tenía<br />
entonces cinco años, y mi hermana. menos de<br />
tres; y la imagen que tengo de nosotros, niños, deshojando<br />
dichosos ese libro (hoja por hoja, como un<br />
alcaucil [alcachofa]. no puedo menos que decir) es<br />
casi la única que me ha quedado como recuerdo plástico<br />
de esa época de mi vida. Después, siendo estudiante.<br />
se desarrolló en mí una predilección franca<br />
por coleccionar y poseer libros (que. análogamente<br />
la tendencia a estudiar<br />
en monografías.<br />
era una cifición. como<br />
ocurre en los pensamientos<br />
del sueño<br />
con respecto al I.<br />
ciclamen y al alcaucil).<br />
Me convertí en un<br />
Desde<br />
gusano<br />
que<br />
de biblioteca.<br />
comencé a "--.<br />
¡ ~~-<br />
reflexionar sobre mí<br />
mismo. he reconducido<br />
siempre esa pri- 6<br />
--<br />
mera pasión de mi<br />
r~~<br />
vida a aquella impresión<br />
infantil; mejor<br />
dicho: he reconocido que esa escena infantil es un<br />
«recuerdo encubridor» de mi posterior bibliofilia.<br />
Esta pasión en la juventud lo lleva a contraer<br />
una deuda considerable a la que su padre responde<br />
sin grandes enojos. por tratarse precisamente<br />
de libros. que sabe ocupan para su hijo un lugar<br />
especial en su ambición de saber.<br />
Desecado lo invita a hacer la analogía con un<br />
campo de lucha, en donde yacen los cadáveres pero<br />
ya no hay el fragor de la batalla. Es decir, lo opuesto<br />
a los deseos que hierven tras este sueño.<br />
«Botánica», «monografía», «láminas de colores»,<br />
son para Freud puntos nodales en donde convergen<br />
numerosas ilaciones, que ilustran uno de los<br />
mecanismos básicos de la formación del sueño y el<br />
síntoma: la condensación:<br />
Nos encontramos aquí en medio de una Jáblica<br />
de pensamientos en la cual, como en la obra maestra<br />
del tejedor;<br />
« ...un golpe del pie mil hilos mueve,<br />
mientras vienen y van las lanzaderas<br />
y mil hilos discurren invisibles<br />
ya un solo golpe se entrelazan mUes.»3<br />
Todas estas ilaciones de pensamiento se producen<br />
a partir de la experiencia diurna de la librería y<br />
,<br />
,<br />
)<br />
---~~/I<br />
(<br />
de la charla con el Dr. Konigstein. oftalmólogo.<br />
amigo de Freud, quien operó a su padre. Pero a su<br />
comprensión sólo pudo acceder cuando hubo recorrido<br />
la madeja de hilos: la "flor" favorita de su<br />
mujer, que él no le da (¿un posible desamor? , ¿por<br />
culparla del descuido que le impidió ser reconocido<br />
con anticipación?); el señor Gartner Uardinero). su<br />
mujer "floreciente", la rivalidad entre colegas, su<br />
a pasión por los libros (gusano de biblioteca). Todos<br />
'c<br />
~"C,"c¿<br />
le muestran que este<br />
- ti 1<br />
sueno ene e caracter<br />
,<br />
~<br />
de una justifica-<br />
~ .~A~<strong>LA</strong> re<br />
ción, "de un alegato<br />
UNA vf..1. !<br />
hecho en mi dejensa<br />
"4 ". ..Hasta lajorma<br />
de expresión del<br />
~<br />
" "<br />
sueño.<br />
apariencia.<br />
indiferente<br />
cobra<br />
en<br />
cierto acento. Ahora<br />
.., :: I' J quiero declT ...«Soy el<br />
/; ./ hombre que tiene es-<br />
~ -~ -crito el valioso y exitoso<br />
tratado (sobre la<br />
cocaína»>. así como<br />
De Javier Covo TolTes: Freud para inconscIentes. 1987. entonces aduje para<br />
justificarme: «Soy un universitario capaz y apltcado»;<br />
en ambos casos. por tanto: «Tengo derecho a<br />
permitirme eso.»"5<br />
Freud no avanza en el trasfondo. Sin embargo<br />
da más puntadas en otro texto (Los recuerdos encubridores),<br />
en el que revela un recuerdo anterior, parapetado.<br />
tras estos otros. ajlora: Pauline. niña a la<br />
que Freud y otro niño le arrebatan un ramo de flores<br />
amarillas. Gisella Fluss. vestida de amarillo.<br />
amor de adolescencia. A Freud no se le escapa que<br />
arrebatar flores. es "desflorar". y sabemos lo que<br />
quiere decir desflorar a una mujer. Pauline y Gisella<br />
representan el deseo de desflorar. A Marta, su mujer,<br />
la deja sin las flores que tanto le gustan.<br />
Nos encontramos con dos enigmas freudianos,<br />
que en su magnífica obra, a pesar de dejar marcado<br />
el camino, quedaron rezagados por otras preguntas<br />
suyas. Podríamos decir, dos enigmas para<br />
descifrar: ¿Qué quiere una mujer? y ¿qué es un<br />
padre? Preguntas que, entre otras, han sido el motor<br />
del psicoanálisis después de Freud.<br />
Es una muestra del inconsciente freudiano. uNo<br />
es en absoluto el inconsciente romántico de la crea -<br />
ci6n imaginativa. No es el lugar de las divinidades<br />
de la noche"6 Esto nos indica que cierto deseo fue<br />
suspendido durante ese día (el del sueño), y cierta<br />
palabra no fue pronunciada, no podía ser pronun-<br />
53
ciada, palabra que llegaba al fondo de la confesión<br />
al fondo del ser, un ser que espera revelarse.7<br />
Podemos considerar este sueño como un testimonio<br />
de la ambición de Freud en el origen, una<br />
lucha por el reconocimiento, una pasión que se<br />
antepone a todo y tal vez el desamor; pero puestos<br />
sobre el tapete pueden ser leídos yeso hace una<br />
radical diferencia. Es volver a abrir el inconsciente<br />
que tiende a cerrarse tras su mensaje. Un deseo<br />
busca ser reconocido, este es el sentido de un sueño.<br />
Darle lugar: He ahí la valentía.<br />
NOTAS<br />
1 FREUD, Slgmund. Prólogo a la segunda edición de "La 1nterpretaclÓn<br />
de los sueños". Obras completas. Buenos AIres.<br />
Amorrortu Editores, 1979. Tomo IV, pág. 20.<br />
2 Ibtd.. pág. 188<br />
3 La cita es extraída por el mismo Freud del Fausto de<br />
Goethe. Parte I. escena IV.<br />
4 FREUD, op. cü.<br />
5 Ibtd., pág. 190.<br />
6 <strong>LA</strong>CAN, Jacques. Los cuatro conceptosjundamentales del<br />
PsIcoanálisis. Paldós. 1993. pág. 32.<br />
7 <strong>LA</strong>CAN, Jacques. Seminario 1. Los escritos técnicos de ¡¡)-eud.<br />
Paldós. 1953.<br />
***<br />
La violencia<br />
¿ QuÉ PUE<strong>DE</strong> <strong>DE</strong>CIRSE <strong>DE</strong>S<strong>DE</strong> EL PSICOANALISIS?<br />
Sigmund Freud, creador del psicoanálisis, y<br />
Jacques Lacan, su discípulo más importante -aunque<br />
no directo-, vivieron las dos cruentas guerras<br />
mundiales. Freud mur1ó en 1939, pero ya había<br />
vivido en carne propia los prolegómenos de la segunda<br />
guerra mundial, que concluyen con su exilio<br />
y muerte en Inglaterra a la edad de 83 años.<br />
El Interés de Freud por la agresividad y violencia<br />
humanas es anterior a las guerras. si bien en<br />
ellas tuvo ocasión de comprobar lo que por otras<br />
vías descubría acerca del hombre. y presenciar cómo<br />
caían ante sí mismo las ilusiones respecto a la fuerza<br />
integradora de la civilización. Su correspondencia<br />
con Einstein da cuenta de esto.<br />
Lacan, aún psiquiatra, se anexa al psicoanálisis<br />
a partir del enigma de la psicosis y la<br />
locura, pero con relación al crimen<br />
paranoico, a los intentos de crímenes<br />
ya crímenes escandalosos en la Fran- ¡<br />
cia de los años 30's, que tanto habían<br />
interesado también a los surrealistas.<br />
Su aporte primordial es que no se trata<br />
de "constitución biológica"; tanto la<br />
psicosis como el acto criminal están<br />
en el lenguaje, en el universo simbólico<br />
común a todos los hombres.<br />
se haya dicho? ¿Se trata acaso de decir algo nunca<br />
dicho?<br />
Hay que partir del hecho de que remitir cualquier<br />
manifestación violenta a la existencia de una<br />
pulsión de muerte no es lo único que el psicoanálisis<br />
puede decir. El psicoanalista colombiano Pío<br />
Sanmiguel dice: " ...Si el psicoanálisis no tuviera<br />
más que eso para decir (en el caso de quefuera eso<br />
lo que realmente dijera) no avanzaría mucho más<br />
que quien, no conociendo la explicaci6n de un<br />
fen6meno, convoca las fuerzas de la naturaleza. "I<br />
Es decir, estaríamos en la misma posición del que<br />
dice: -Eso es gen ético -queriendo decir inamovible,<br />
y cierra cualquier discusión.<br />
Nuestra inscripción en lo simbólico. en la cultu-<br />
Ubicándonos en el horror de lo que<br />
nos ocurre en Colombia, es inevitable<br />
preguntarse qué efectos puede tener<br />
decir algo desde el psicoanálisis sobre<br />
todo esto. ¿Acaso no se ha dicho suficiente?<br />
¿Podríamos decir algo que no La cosecha de los violentos de Alfonso Quljano.<br />
54
a. es violenta. en cuanto nos es impuesta. En ese<br />
sentido, la violencia es estructural y. por tanto, tal<br />
como lo dice Pío Sanmiguel, no es erradicable. Somos<br />
introducidos a la vida. Nos pusieron nombres.<br />
nacimos en una familia que no elegimos pero que<br />
debemos adoptar. nos bautizan en religiones. nos<br />
otorgan nacionalidades, etc. Quiere decir que nuestro<br />
origen está marcado por la violencia.<br />
sea la violencia de la palabra. y de lo que<br />
el Otro hace en nombre de "tu propio bien. "<br />
El múltiple e intenso interés por la violencia,<br />
expresado en el arte, la literatura,<br />
la filosofía, no siempre es movido por el<br />
amor al prójimo, que generalmente es lo<br />
que más se odia, sino porque a cada uno<br />
nos concierne, y no precisamente por haber<br />
sido "víctimas": torturados, violados;<br />
es decir, sometidos a lo que generalmente<br />
consideramos violento, sino porque nuestra<br />
constitución ha sido posible a partir<br />
de la palabra y el deseo del Otro, cuya imposición<br />
original es un acto violento, de donde nuestro advenimiento<br />
como sujetos, en el sentido de dejar de<br />
ser objeto para el Otro, no es sin dolor:<br />
Ahora bien. si decimos que la violencia es estructural.<br />
al mismo tiempo afirmamos que no es erradicable.<br />
Pero, ¿por qué la imposibilidad de erradicarIa?<br />
, ¿es que acaso la teoría psicoanalítica es una<br />
apología a la violencia o un culto al pesimismo?<br />
Ciertamente, no es una posición cómoda ir en<br />
contraposición con las teorías en boga del «optimismo»<br />
y del «todo se puede».<br />
Sobre todo tratándose de estos temas, es inevitable<br />
que nos cueste poner los pies en la tierra. El<br />
recurso a la idealización, tan propiamente humano,<br />
puede convertirse en obstáculo, nos aleja de actos<br />
consistentes. Recordemos las palabras de Freud<br />
cuando dice:<br />
Las Uusiones nos son gratas porque nos ahorran<br />
sentimientos displacientes y nos dejan, en<br />
cambio, gozar de satisfacciones. Pero entonces<br />
habremos de aceptar sin lamentarnos que alguna<br />
vez choquen con un trozo de realidad y se hagan<br />
pedazos. »2<br />
La violencia atraviesa los actos y decires humanos,<br />
y hasta puede ser pactada como en las guerras.<br />
Incluye las luchas fratricidas, bajo el pretexto de<br />
unas diferencias que a ojos ajenos no son tales,<br />
como pasa en las guerras étnicas y religiosas. Freud<br />
habló en varias ocasiones, precisamente, del<br />
"narcisismo de las pequeñas diferencias.<br />
Freud:<br />
" Dice<br />
En una ocasión me ocupé del fenómeno [en<br />
'Psicología de las masas y análisis del yo'] de que<br />
justamente comunidades vecinas, y aun muy<br />
próximas en todos los aspectos, se hostilizan y<br />
escarnecen: así, españoles y portugueses,<br />
alemanes del norte y del sur; ingleses y<br />
escoceses, etc. Le di el nombre de «narcisismo<br />
de las pequeñas diferencias», que<br />
no aclara mucho las cosas. Pues bien: ahí<br />
se discierne una satisfacción relativamente<br />
cómoda e inofensiva de la inclinación<br />
agresiva, por cuyo intermedio se<br />
facUita la cohesión de los miembros de la<br />
comunidad. "3<br />
Esta inofensiva inclinación agresiva,<br />
necesaria para la formación de grupos,<br />
Freud<br />
sabemos que puede derivar en el odio<br />
aniquilador más intenso.<br />
En psicoanálisis no nos sirve la teoría de un<br />
instinto criminal y menos aún animal. La violencia<br />
es muy humana, es difícil encontrar actos de<br />
carácter tan horroroso en un animal como los que<br />
un hombre puede llegar a hacer. Tampoco satisface<br />
la explicación de una lucha por la vida o de una<br />
respuesta a la frustración.<br />
La familia es una de nuestras instituciones.<br />
donde hemos centrado el recurso de una posible<br />
salvación. Esta estructura soporta una transmisión<br />
primordial de la cultura. Sería un error reducirla a<br />
una dimensión de lazo natural. biológico. La familia<br />
de hoy se ha reducido pero muestra una estructura<br />
sumamente compleja. marcada por los lazos imaginarios<br />
que la organizan. Es el lugar de donde<br />
adviene un sujeto. y es el lugar donde germina la<br />
violencia. El complejo de "intrusión "4 del que nos<br />
habla Lacan permite entender que desde el origen<br />
del yo hay en la relación con el otro una tensión<br />
agresiva inherente.<br />
Específicamente en Lafamilia, Lacan le otorga<br />
un lugar fundamental en la estructuración psíquica<br />
a los celos fraternos. En Las confesiones, san<br />
Agustín lo dice de una manera conmovedora:<br />
Vi con mis propios ojos y conocí bien a un<br />
pequeñuelo presa de los celos. No hablaba todavía<br />
y ya contemplaba todo pálido y con una mirada<br />
envenenada a su hermano de leche."5<br />
55
Luis<br />
Caballero:<br />
Sin<br />
título<br />
(1976, técnica mixta<br />
sobre papel, 55 x 75 cm,<br />
colección<br />
particular.<br />
Tomada de Luis Caballero,<br />
Bogotá,<br />
El Sello Editorial,<br />
1995.)<br />
Es en el otro en donde capto mi deseo, y es a<br />
partir del Otro que puedo captar mi propia imagen,<br />
al punto del transitivismo, donde no sé si es él o yo,<br />
ya veces es así: -o él o yo.<br />
Pero esta noción de agresividad como intención<br />
y como tendencia inherente a la relación con el otro,<br />
no nos basta para entender todo acto violento, pero<br />
no se puede dejar de lado. pues nos remite a la<br />
identificación como función psíquica fundamental,<br />
que determina el carácter pasional del yo humano<br />
que "no viene ni de la i~agen ni del individuo sino<br />
de la tensión instalada: entre los dos por la identificación.<br />
"6<br />
El hombre quedará marcado por una profunda<br />
pasión: la pasión narcisista de ser un hombre, a la<br />
que Lacan llamó la locura general del ser humano. 7<br />
Es decir, engañado por las imágenes con las que se<br />
identificó, y que lo dejan en una relación de ignorancia<br />
con su propio inconsciente: él cree que es lo<br />
que dice ser. Será necesaria la "apaciguante" inscripción<br />
simbólica (Edipo y castración), para que su<br />
"motor" no sea sólo la competencia y la rivalidad,<br />
sino algo de la realización de un deseo propio. Aún<br />
así, un cierto grado de agresividad, odio y narcisismo<br />
nos acompañará toda la vida; el acto altruista<br />
(cuando decimos que lo hacemos por el otro) es una<br />
muestra paradógica de esto.<br />
El sujeto siempre está en relación con una alteridad,<br />
pero cuando hablamos de "masa" o muchedumbre,<br />
son otras coordenadas las que entran en<br />
juego. No estamos hablando de una simple suma<br />
de sujetos. Freud dedica su texto de 1921 Psicología<br />
de las masas y análisis del yo, a abordar las raíces<br />
inconscientes de los lazos sociales. En este artículo<br />
indaga profundamente sobre el mecanismo sobre<br />
el cual se forman "masas", la función del líder, del<br />
Ideal del Yo, la identificación al rasgo.<br />
Aunque sobre esos fenómenos de masas el psicoanálisis<br />
arroja luz para su tratamiento, el método<br />
psicoanalítico, en sí mismo, no sirve. "También sería<br />
excesivo afirmar que todos los hechos sociales<br />
requieren la hipótesis del inconsciente para ser<br />
explicados "8 , pero no debe suceder que, porque no<br />
dé respuestas masivas, sea dejado de lado el psicoanálisis,<br />
puesto que éste toma como objeto lo que<br />
teorías sociológicas han desechado como un resto,<br />
y este resto es lo que "retorna para alimentar nuestra<br />
oscura pasión. 9 " Este es un punto importante. El<br />
psicoanálisis intenta restituir lo que en el hombre<br />
es un desecho, basura, nada, porque cuando esto<br />
es negado o rechazado las consecuencias se hacen<br />
sentir muchas v~ces de manera nefasta.<br />
Cuando nos enfrentamos a actos de horror, a la<br />
barbarie, a las masacres ¿No nos parece insuficiente<br />
lo que teorías sociales, económicas podrían explicar?<br />
¿No quedamos con la certeza de que hay algo<br />
que se escapa a ese ya todo razonamiento? Se preguntaba<br />
lo mismo Jacques Lacan, en su seminario<br />
de 1964: " ¿Qué teoría de la historia puede explicar<br />
el desencadenamiento de una barbarie por la promoción<br />
del odio racista tal como se present6 en el<br />
nazismo?"10 ¿Cómo explicar el horror de lo que nos<br />
ocurre? "Se trata de algo profundamente enmascarado<br />
en la críttca de la historia que hemos vivido.<br />
Se trata, presentificando las formas más monstruosas<br />
y pretendidamente superadas del holocausto,<br />
del drama del nazismo... Sostengo que<br />
ningún sentido de la historia, basado en las premisas<br />
hegeliano-marxtstas, es capaz de dar cuenta de ese<br />
56
"II<br />
resurgimiento . explicar ciertos fenómenos como, por ejemplo, el<br />
M. Zafiropoulos y P.L. Assoun (1995) retornan<br />
los efectos de lo que podríamos llamar, siguiendo a<br />
Lacan: oscura pasión del odio. ofrecimiento de un<br />
sacrificio a un dios oscuro. a través de interesantes<br />
trabajos de investigación acerca de lo social sin dejar<br />
de lado la hipótesis del inconsciente.<br />
Uno de los grandes mitos de la historia del odio<br />
es el mito bíblico, por el cual nacimos de un asesinato:<br />
el de Caín sobre su hermano Abel, provocado<br />
por la mirada preferente de Dios. Es casi siempre<br />
ante la mirada de un tercero,(por ejemplo, lafigura<br />
paterna de un colonizador} 'que esta separación<br />
entre dos fratrías encuentra el momento del desencadenamientoasesino.<br />
[Una muestra son los Tutsi<br />
y los Hutu en Rwanda, donde una ínfima diferencia<br />
se constituyó en la "novela nacional" que justificÓ<br />
el desencadenamiento del odio asesino]. La otra<br />
historia del odio es el de los hijos a un padre tiránico<br />
[el mito freudiano de Tótem y tabú, del parricidio<br />
primordial]. Esto demuestra que "el horror no escapa<br />
enteramente a la producción discursiva, al registro<br />
de la producción imaginario-simbólica que rige la<br />
formación de un grupo humano en comunidad nacional.<br />
"12 En donde Freud hablaba de "novela familiar<br />
del neurótico", podríamos hablar de "novela nacional".<br />
Es decir que además de los<br />
conceptos centrales para una<br />
investigación psicoanalítica que<br />
serían: la teoría del narcisismo<br />
(el narcisismo de las pequeñas<br />
diferencias), la teoría de las formaciones<br />
grupales: rasgo identificatorio<br />
en torno al que se agrupan<br />
las comunidades, rasgo diferencial<br />
con el que se marca al<br />
otro como extranjero que se debe<br />
excluir, estaría uno de los puntos<br />
esenciales para una investigación<br />
psicoanalítica sobre violencia:<br />
el complejo paterno, incluido<br />
su declinamiento, el desfallecimiento<br />
de la función paterna<br />
en la Modernidad, pero<br />
también los estragos de un padre<br />
idealizado (tema muy interesante,<br />
que escapa a la intenciÓn<br />
de este artículo. )<br />
El "narcisismo de las pequeñas<br />
diferencias" no basta para<br />
racismo. La psicoanalista francesa Colette Soler,<br />
refiriéndose al problema del racismo, una de las<br />
violencias ejercidas sobre el otro, lo dice así: "me<br />
parece que definir el raciSmo simplemente como el<br />
rechQZo de la d-iferencta no basta, el ráCiSmo de lbS<br />
diScursos en acción no se reduce a un puro problema<br />
de identificación, sino que conciertle a la que en el<br />
diScurso no es lenguaje: es decil; al goce..."13 ,<br />
El goce tiene que ver con el odio, esa pasión indestructible<br />
en el inconsciente. Odio productor de<br />
una satisfacción, pero de una satisfacción nociva,<br />
que puede llevar a la aniquilaciói1 del propio sujeto<br />
en esa pasión. Esta pasión del odio está estrechamente<br />
relacionada con formaciones yoicas y<br />
narcisistas, que son las que determinan 10 que es<br />
"propio y ajeno".<br />
En el hombre hay pulsiones, y estas pulsiones<br />
muchas veces encuentran satisfacción propinando<br />
daño al otro. Ya Freud. en su libro Malestar en la<br />
cultura. lo comenta del siguiente modo: "La verdad<br />
oculta tras de tOdo esto. que negaríamos de buen<br />
grado. es la de que el hombre no es una criatura<br />
tierna y necesitada de amor; que s6lo osaría dejen -<br />
derse si se le atacara. sino por el contrario. un ser<br />
entre cuyas disposiciones instintivas también debe<br />
incluirse una buena porci6n de<br />
agresividad. Por consiguiente, el<br />
pr6jimo no le representa<br />
únicamente un posible<br />
colaborador y objeto sexual. sino<br />
también un motivo de tentaci6n<br />
para satisfacer en él su<br />
agresividad. para explotar su<br />
capacidad de trabajo sin<br />
retribuirla. para aprovecharlo<br />
sexualmente sin su consentimiento,<br />
para apoderarse de<br />
sus bienes. para humillarlo,<br />
para ocasionarle sufrimientos,<br />
martirizarlo y matarlo.» El odio<br />
encuentra su objeto precisamente<br />
en lo más próximo. en el<br />
prójimo. en lo más semejante.<br />
Aquí tendríamos que decir que<br />
gran parte del odio al Otro es<br />
odio a uno mismo.<br />
Luis Caballero: SIn título ( 1977 ,litografia 44<br />
X 30 cm, colección particular. Tomada de Luis<br />
CabaUero, Bogotá, El Sello Editorial, 1995.)<br />
Por supuesto. también está<br />
el amor. esa otra pasión hu -<br />
mana. la otra cara de la misma<br />
moneda con su tendencia unificadora.<br />
en donde el prójimo se<br />
57
presenta como una de las puntadas con las que<br />
anudamos nuestra estructura. con la que soportamos<br />
la vida. pero a veces. tal vez muchas veces.<br />
es insuficiente para contraponerse al odio.<br />
Nuestra modernidad es portadora de paradojas:<br />
la expansión del discurso de la ciencia aparejada<br />
con un resurgimiento fuerte de las religiones: "La<br />
religión restaura el sentimiento de dignidad del hombre,<br />
estropeado por la conciencia de su impotencia<br />
frente a la naturaleza yjrente a su destino. "14 Pero<br />
su potencia también es insuficiente. La cultura con<br />
sus ideales y exigencias también empuja al desencadenamiento<br />
típico de las patologías de hoy: patologías<br />
depresivas. todo tipo de estrategias narcisistas<br />
para suplir las fallas que se soportan menos<br />
cada vez sin recurrir, por ejemplo. a los tóxicos.<br />
Lo anterior podría abrirnos una vía para construir<br />
palabras sobre la violencia, sin caer en facilismos<br />
engañosos, lo que es muy difícil en un país<br />
donde tanto se dice, sin que se pueda salir de ciertas<br />
expresiones estereotipadas [ de las que escapan<br />
como siempre una minoría) entre ellas las de la conmiseración,<br />
en donde se establece un culto por las<br />
víctimas, "víctimizando" a todos los «actores del conflicto»,<br />
lo que puede traer como consecuencia la noresponsabilización<br />
de los sujetos. Aquí cabe recordar<br />
el pedido de Althusser de no ser declarado inimputable<br />
(en este caso por enfermedad psiquiátrica)<br />
por el asesinato de su mujer, sino de ser juzgado<br />
como cualquiera. Es decir, es un alivio para el sujeto<br />
reponsabilizarse de sus actos.<br />
En todas las manifestaciones de la violencia. lo<br />
que es innegable es que hay un goce que tiende a<br />
perpetuarlas. Goce que no es sólo del que agrede<br />
sino del agredido. pero esto sólo puede ser esclarecido<br />
en el caso por caso. No todo lo relacionado<br />
con la violencia puede ser puesto en el mismo saco.<br />
Hay diferencias en la posición subjetiva. por<br />
ejemplo entre un torturado y un maltratado. El psicoanalista<br />
antioqueño Héctor Gallo. en su libro Usos<br />
y abusos del maltrato (1999). plantea estas diferencias.<br />
En la tortura. el torturado no tiene opción.<br />
en cambio en el maltrato sí; en el maltrato no existe<br />
esa obligación de confesar una «verdad». y en su<br />
misma condición podría oponerse al maltratante:<br />
«Si el maltratado no es un niño completamente desamparado<br />
o un anciano completamente indefenso.<br />
tiene oportunidad de oponerse a su condición de<br />
víctima. poniendo en cuestión su vínculo y haciendo<br />
valer sus derechos. "15<br />
"De nuestra posición de sl{jetos somos stem¡.;1 i:<br />
responsables. "16 y en esto el psic'..'~nálisis puede<br />
aportar mucho para una investigación sobre la violencia:<br />
"allí donde es llamado para poder decir algo<br />
sobre el sujeto, aquel que casi todos excluyen en<br />
defensa de los derechos individuales. en la protección<br />
del menor; en los de la mujer; en lo de los pobres.<br />
etc.17<br />
El discurso analítico opera sobre las construcciones<br />
fantasmáticas, imaginarias, lo que llamó<br />
Freud "novela familiar del neurótico": apunta a su<br />
atravesamtento, podríamos decir, a su caída. Esto<br />
es, está en condiciones de proponer alternativas<br />
(por sus efectos, más que por sus objetivos) a los<br />
aparentes callejones sin salida de los sujetos. Eso<br />
sí, uno por uno: ésa es su eficacia. No actúa sobre<br />
lo colectivo, no ofrece una alternativa política. Pero<br />
con su acción puede dar cabida a nuevas invenciones,<br />
contribuir para sacar a la luz el no querer<br />
saber de las estructuras colectivas estructuradas<br />
en las fantasmagorías neuróticas (a veces perversas<br />
y paranoicas),lB verdaderas "novelas nacionales."<br />
Aunque no tenemos respuesta para todo, como<br />
no las tuvo Freud, ni Lacan, estamos abocados a<br />
"bordear" ese real silencioso de la violencia, que no<br />
se puede sImbolizar ni imaginarizar completamente.<br />
"Bordear", también es un concepto pilar en el psicoanálisis.<br />
Es tomado de la topología. Alude a un rodeo<br />
necesario para lo que se presenta como incomprensible,<br />
inasible, inabordable; rodeo que es insuftciente<br />
pero deseamos que no sea impotente. Nuevamente,<br />
Sanmiguello dice de esta manera: «La violencia<br />
no nos interesa hoy en el vacío, sino en la<br />
medida en que nos acompaña aquí mismo, en todo<br />
momento, sentada a la mesa o en la menor correría.<br />
Es un amigo fiel, una sombra, es lo que intentamos<br />
bordear; abordar sin lograrlo hoy. A eso le llamaré lo<br />
real de la violencia, lo inabordable, lo que se nos<br />
queda en el tintero a pesar de tanta palabrería..19<br />
NOTAS<br />
1 SANMIGUEL, Pío. "Consideraciones previas al estudio de la<br />
violencia", en Revtsta Colombtanade Psicología, N° 2, 1993. Universidad<br />
Nacional de Colombia, p. 83.<br />
2 FREUD, Stgmund. "De guerra y muerte. Temas de actualidad."<br />
Obras Completas. Amorrortu Editores. Tomo XIV.<br />
s FREUD, Sigmund. El malestar en la cultura. Amorrortu Editores.<br />
Tomo XXI.<br />
4<strong>LA</strong>CAN, Jacques. LajamUta. Horno Sapiens. 1964.<br />
5 Cita traducida por José Diego Salazar, que difiere de las<br />
versiones castellana y francesa de LajamUta.<br />
6 SA<strong>LA</strong>ZAR, José Diego. Para una lectura de Jacques Lacan<br />
(documento interno), 1999, p. 83-84.<br />
<strong>58</strong>
7 <strong>LA</strong>CAN .Jacques. .Acerca de la causalidad psíquica. " Escri -<br />
tos 1. México. Siglo XXI. 1989. p. 177 -178.<br />
8 CEVASCO, Rithée; ZAFIROPOULOS, M. Odio y segregaci6n en<br />
«Freudlanw. Paidós. 1996. Escuela Europea de Psicoanálisis. po<br />
63. Investigadores del CNRS/Unlversldad de Picar die.<br />
9 Ibíd.. p. 70.<br />
1°ldem.<br />
11 <strong>LA</strong>CAN. Jacques. Cuatro conceptos fundamentales del pstcoanáltsts.<br />
Buenos Aires. Paidós. 1993. p. 282.<br />
12 CEVASCO y ZAFIROPOULOS, op. cit.. p. 66.<br />
13 SOLER, Colette. en Freudlana.<br />
14 MILLOT .Cathertne. Freud anttpedagogo. Paidós. 1982. p.<br />
130-31.<br />
15 GALLO. Héctor. Usos y abusos del maltrato: Una perspectiva<br />
psicoanalítica. Universidad de Antloquia. Departamento de<br />
Psicoanálisis. 1999.<br />
16 <strong>LA</strong>CAN .Jacques. "La Ciencia y la Verdad". Escritos II. Siglo<br />
XXI Editores.<br />
17 GALLO. Héctor. op. ctt.<br />
18 CEVASCO y ZAFIROPOULOS. op. cit.<br />
IgSANMIGUEL. Pío. Ibíd. p. 84.<br />
¿QuÉ<br />
Psicoanálisis<br />
y educación<br />
HAY <strong>DE</strong>(L) PSICOANÁLISIS EN <strong>LA</strong> EDUCACIÓN?<br />
Es explicable que se quisiera<br />
"hacer algo" en el<br />
sentido de la educación,<br />
con todo lo que el psicoanálisis<br />
descubría y ponía<br />
sobre el tapete en los<br />
comienzos del siglo XX.<br />
El planteamiento de<br />
Freud sobre la sexualidad<br />
infantil y su relación<br />
con el inconsciente, la<br />
importancia del esclarecimiento<br />
sexual del niño,<br />
lo traumático de 10 real<br />
del sexo, conllevaba a la<br />
siguiente pregunta: ¿cómo<br />
serían los adultos en<br />
los que de niños, en su<br />
educación, se hubiese tenido<br />
en cuenta su sexualidad,<br />
su curiosidad sexual?<br />
En últimas, ¿cómo<br />
sería un sujeto con menor represión? ¿Implicaría<br />
menor sufrimiento psíquico?<br />
Hubo intentos de muchos analistas, por ejemplo<br />
los del pastor protestante Pfister, hombre profundamente<br />
convencido de la importancia del psicoanálisis<br />
en la educación, y los de la propia hija<br />
de Freud, Ana, quien intentó un acercamiento del<br />
psicoanálisis a la pedagogía. El mismo Freud,<br />
experimentó al comienzo un entusiasmo por estas<br />
ideas. Reconoció en un comienzo "el mal" del niño,<br />
contrariamente a las teorías que proponían su ..bondad"<br />
natural, pero lejos de proponer una extirpación<br />
de las malas inclinaciones (indestructibles, de todas<br />
formas, puesto que "forzar" no conduce ni a su elimi-<br />
nación ni a su dominio ),<br />
propone dejarlas derivar<br />
hacia salidas socialmente<br />
aceptables, que es a lo<br />
que él llamó sublimación,<br />
pero sobre la que, sin embargo,<br />
no se puede poner<br />
demasiado optimismo,<br />
porque en ella no se<br />
puede mandar, ya que no<br />
es una cuestión de voluntad.<br />
En esta época ( 1907)<br />
ubica entre los factores<br />
que favorecen las neurosis<br />
una "severidad inoportuna<br />
e indiscrimina -<br />
da" sobre todo en lo con-<br />
Jean-Baptlste-Siméon<br />
maestra de escuela.<br />
Chardin<br />
Natlonal<br />
( 1699-1779):<br />
Gallery, Londres.<br />
Lajoven cerniente<br />
,<br />
a la sexualidad<br />
.<br />
que trata como consecuencia<br />
una pérdida de<br />
eficacia en el proceso de educación y en la capacidad<br />
de placer. Con ocasión del suicidio de un adolescente<br />
en la Viena de 1912, emprende una crítica<br />
severa a la escuela media: "La escuela media tiene<br />
que conseguir algo más que no empujar a sus<br />
alumnos al suicidio; debe instüarles el goce de vivir<br />
y proporcionarles apoyo, en una edad en que por<br />
las condiciones de su desarrollo se ven precisados a<br />
aflojar sus lazos con la casa paterna y lafamUia.<br />
Me parece indiscutible que no lo hace y que en mu -<br />
chos puntos no está a la altura de su misión de<br />
brindar un sustituto de lafamUia y despertar interés<br />
por la vida de afuera del mundo. No es este el lugar<br />
para emprender una critica de la escuela media en<br />
su conformación presente. Pero acaso estoy au-<br />
<strong>59</strong>
torizado a destacar un único jactol: La escuela no<br />
puede olvidar nunca que trata con individuos todavía<br />
inmaduros, a quienes no hay derecho a impedirles<br />
permanecer en ciertos estadios de desarrollo, aunque<br />
sean desagradables. No puede asumir el carácter<br />
implacable de la vida ni querer ser otra cosa que<br />
un juego o esceniñcación de la vida. ,,1<br />
En este mismo año dice: "La educación puede<br />
describirse, sin más vacUaciones, como incitación a<br />
vencer el principio de placer ya sustituirlo por el<br />
principio de realidad; por tanto, quiere acudir en<br />
auxUio de aquel proceso de desarrollo en que se ve<br />
envuelto el yo, y para estefln se sirve de los premios<br />
de amor por parte del educador; por eso fracasa<br />
cuando el niño mimado cree poseer ese amor de<br />
todos modos, y que no puede perderlo bajo ninguna<br />
circunstancia. ,;<br />
Otra idea central desprendida de sus estudios<br />
sobre la vida amorosa es que la condición para el<br />
deseo (entendido como la búsqueda humana incesante<br />
que se define por su propia imposibilidad de<br />
satisfacción plena) es la prohibición. a diferencia<br />
de la necesidad. y esto implica una pérdida fundamental.<br />
un defecto de origen en el goce humano.<br />
que siempre se experimentará como déficit. Este<br />
defecto. Freud lo achacará a la represión en la cultura.<br />
represión que después reconocerá ( 1930) no<br />
es algo que ocurre en una civilización enferma. sino<br />
que el defecto es de la estructura del sujeto humano<br />
por estar atravesado por lo simbólico. Pero esta<br />
conclusión sólo le será dada después de largos años<br />
de experiencia.<br />
Los avances de Freud. los años de vida y la experiencia<br />
clínica. traen como consecuencia que su ilusión<br />
inicial acerca de lo que se pudiere lograr con<br />
la educación en ciertos terrenos. fuera aminorándose.<br />
Esta disminución notoria de ilusiones<br />
pudiera ser ubicada. de manera un poco arbitraria.<br />
de 1927 en adelante, a partir de los textos fundamentales<br />
de esta época: El porvenir de una ilusión<br />
(1927), El malestar en la cultura (1930) y Análisis<br />
terminable e interminable (1937).<br />
Reflriéndose,en 1937, a lo que en otro tiempo<br />
( 1907) le pareciera una salida menos neurótica a lo<br />
real del sexo a partir del esclarecimiento sexual del<br />
niño como medida preventiva, dice:<br />
Lejos estoy de afirmar que sea este un proceder<br />
dañino o supeljluo, pero es evidente que se ha<br />
sobrestimado en mucho el efecto profiláctico de<br />
estas liberales prevenciones. Los niños saben<br />
ahora algo que antes ignoraban, pero no atinan<br />
3<br />
a nada con las nuevas noticias que les regalaron.<br />
Uno se convence de que ni siquiera están prontos<br />
a sacrifICar tan rápido aquellas teorías sexuales<br />
-uno diría: naturales- que ellos hanjormado en<br />
acuerdo con su organización libidinal impeifecta<br />
y en dependencia de ésta: el papel de la cigüeña.<br />
la naturaleza del comercio sexual. la manera en<br />
que los niños vienen al mundo. Todavía largo<br />
tiempo después de haber recibido el esclarecimiento<br />
sexual se comportan como los primitivos<br />
a quienes se les ha impuesto el cristianismo !4<br />
siguen venerando en secreto a sus viejos ídolos.<br />
Por otra parte. algo muy trabajado en el medio<br />
psicoanalítico. incluye a la Educación entre las lla-<br />
.5<br />
madas tres tareas o profesiones "imposibles"; las<br />
otras dos: psicoanalizar y gobernar. En esta especie<br />
de sentencia freudiana encontramos al menos tres<br />
acepciones al término "imposible". Por un lado. que<br />
se trata de esas tareas en las que los resultados<br />
que se obtienen en la práctica son insatisfactorios.<br />
es decir. la imperfección es la dominante. sobre todo<br />
cuando se han puesto expectativas exageradas de<br />
sus alcances; además. están acompañadas de un<br />
malestar constante: podríamos hablar de un malestar<br />
permanente en la educación. Por otro lado. también<br />
tiene el sentido de ser "irrealizable". porque<br />
no se termina de realizar. no son tareas fmitas: siempre<br />
estaremos inventando o reintentando algo que<br />
no terminará de completarse. y por último. porque<br />
alude al concepto de "real".<br />
6<br />
como lo que no podemos<br />
reducir. asir. domesticar.<br />
En el ser humano la sexualidad tiene en sí misma<br />
el germen de su dificultad esencial, que ningún<br />
conocimiento elimina. Erramos cuando creemoS que<br />
se trata de ConoCimiento. porque en la sexualidad<br />
(entendida Como el enigma del origen ¿de qué deseos<br />
venimos? , de nuestra filiación. la diferencia de loS<br />
sexos, el encuentro Con el otro, la muerte) Como en<br />
la vida psíquica en general, hay una dimensión de<br />
incomprensibllidad radical que es mejor no taponar.<br />
Hay algo que se resiste a ser educado, que noS pone<br />
en relación Con lo incurable. Héctor Gallo, pSiCoanalista<br />
antioqueño, lo dice de esta manera:<br />
Lo incurable es un malestar que en cualquier<br />
momento puede emerger o retornar. ..Se acude<br />
al significante educación reduciéndolo a una<br />
práctica injormattva porque se supone que los<br />
males se propagan por la ignorancia de la poblactón<br />
y no por la tnststencia<br />
en el ser humano. "7<br />
de algo indomable<br />
60
Si hay algo en común entre las tares de gobernar,<br />
psicoanalizar y educar es precisamente la ..imposibilidad",<br />
pero básicamente son tres tareas muy diferentes.<br />
Volvemos a Freud en su correspondencia<br />
con Pfister: "...naturalmente que debe haber una<br />
educación y hasta debe<br />
ser estricta. No le hará ningún<br />
daño que se apoye en <<br />
conocimientos<br />
psicoanalíticos, pero el<br />
psicoanálisis mismo<br />
8<br />
es<br />
algo diferente (...) Es<br />
verdad que cabe aquí la<br />
"7\<br />
~<br />
"<br />
"<br />
advertencia de no abusar "'<br />
del nuevo i11flujo. Por tentador<br />
~<br />
que pueda resultarle<br />
al analista convertirse en<br />
maestro, arquetipo e ideal ~ --~ ,.<br />
de otros, crear seres huma- \<br />
nos a su imagen y seme- + ~ ~'<br />
janza, no tiene permitido \@<br />
olvidar que no es esta su<br />
tarea en la relación analítica,<br />
e incluso sería infiel a ella si se dejara arrastrar<br />
por su inclinación. No haría entonces sino repetir un<br />
error de los padres, que con su i11flujo ahogaron la<br />
independencia del niño, !I sustituir aquel temprano<br />
vasallaje por uno nuevo. (1938).<br />
La pregunta que plantemos ahora es: ¿puede la<br />
educación. en general. prescindir de los descubrimientos<br />
y aportes del psicoanálisis, partiendo de<br />
que el psicoanálisis no es una pedagogía?<br />
Al arrojar luz sobre el desarrollo del niño, el<br />
psicoanálisis se halla en condiciones de revelar al<br />
educador los principios de su poder. Saber lo que<br />
está haciendo cuando educa. Pero los avances de<br />
Freud ponen otro problema sobre el tapete. La<br />
comunicación inconsciente demuestra ser fundamental<br />
en el modo de influencia sobre los niños de<br />
padres y educadores. "Lo esencial del proceso<br />
educativo, escapa así. al dominio de los educadores.<br />
en la medida en que éstos son gobernados por<br />
10<br />
motivaciones inconscientes." El inconsciente de<br />
los educadores puede considerarse más determInante<br />
que la acción educativa concertada: éstos<br />
pueden mostrarse de tal forma como si hubiesen<br />
olvidado las d1ficultades de su propia infancia, ident1ficados<br />
con sus propios padres.<br />
Plantear esto no nos pone en ventaja sobre el<br />
problema. En muchos terrenos el psicoanálisis tuvo<br />
una influencia que podríamos llamar positiva. Pero<br />
en otros, como la información sexual de los niños,<br />
resultó ser un fracaso, desde el punto de vista de lo<br />
que se esperaba. Los niños se aferran a sus teorías<br />
sexuales, el liberalismo de los padres no logra evitar<br />
la angustia del niño: a veces al contrario, al reducir<br />
el miedo que podían producir a su hijo, se ha comprobado<br />
que aumentaba el<br />
sentimiento de culpabi-<br />
Entre los trabajos que<br />
podríamos citar están los<br />
de Neill (Summerhill.<br />
I J<br />
1960). quien se propuso<br />
crear una escuela en la que<br />
f<br />
--<br />
no se prohibiera nada. lo<br />
< ~ esencial estribaba en el<br />
deseo del niño de aprender<br />
~<br />
y el método aplicado era lo<br />
de menos. Él partía del<br />
convencimiento de la bondad<br />
natural del niño, y las<br />
.,.I'\<br />
normas que surgían eran<br />
un pacto de convivencia<br />
creado por los mismos niños. Sin embargo el propio<br />
Neill se sorprendió de la mala interpretación que se<br />
hizo de su proyecto. que fue confundido con un<br />
laissezjaire. y de los resultados: no surgió ningún<br />
genio. pero en cambio al parecer sus alumnos<br />
fueron personas a las que les fue accesible una vida<br />
cercana a la dicha. En el análisis de su experiencia,<br />
Neill, mal filósofo y teórico.11 no supo extraer la importancia<br />
que su propio ser (gran educador) cumplió<br />
en la educación de esos niños. Catherine Millot<br />
( 1982), psicoanalista francesa, plantea las<br />
siguientes conclusiones de la experiencia<br />
Summerhill: a) Las lecciones de moral nunca<br />
hicieron virtuoso a nadie, en lo que acuerda con<br />
Neill. sin embargo no se puede partir de la idea de<br />
una bondad natural que por sí misma llevaría a<br />
buen destino; b) Se subestima la importancia de la<br />
angustia en la vida psíquica: es irreductible pero<br />
también es fecunda: "la angustia no es algo a<br />
desmerecel; que tal vez en algún momento de nuestra<br />
historia es la mejor que pudimos haber encontrado.<br />
es como un timbre que nos despierta y nos dice:<br />
jAtenci6n! Convendría que usted despierte";12 c) No<br />
se advierten los peligros de una libertad obligatoria.<br />
y se desemboca en un deseo obligatorio, que es la<br />
forma más insidiosa de volverlo imposible, mientras<br />
que una pedagogía basada en la disciplina -otra<br />
paradoja- le dará mayor oportunidad de constituirse.<br />
A la educación siempre la han movido los ideales.<br />
Ideales que en determinado momento crean una<br />
61
tensión cuando el sujeto no los puede alcanzar. Ideales<br />
que pueden constituirse en mortíferos. y en<br />
algún momento dificultan la asunción de la subjetividad.<br />
¿Cómo entender todo esto?<br />
Freud propone una ética basada en lo real, contrario<br />
a la ética tradicional basada en lo ideal, es<br />
decir, lo imaginario. Habla de una educación para<br />
la realidad. Esto lo entenderemos a partir de su<br />
concepto de que desde el nacimiento vamos en pos<br />
de reencontrar el objeto (seno materno), pero que<br />
en realidad siempre estuvo perdido, nos encontramos<br />
en la imposibilidad de un reencuentro porque<br />
nunca coincidirá el objeto buscado y el encontrado.<br />
En eso consiste el principio de realidad freudiano.<br />
Por eso es que Lacan vuelve a la noción de falta de<br />
objeto como noción central. Con Lacan podemos<br />
decir que cuando habla de realidad la toma desde<br />
tres vertientes: a) "mundo exterior" por oposición<br />
al mundo interior psíquico, y designa una realidad<br />
tejida por el lenguaje; b) realidad psíquica de los<br />
deseos y fantasmas, y c) como lo imposible de simbolizar'<br />
de soportar. Si seguimos a Freud (1927,<br />
1930) y aceptamos que "los valores de la civilización<br />
descansan sobre una ilusión, si la realidad social<br />
está tejida de ilusiones, entonces a lo que hay que<br />
adaptar al educado no puede ser a esa realidad<br />
13<br />
ilusoria. " En las reflexiones de Freud no se perfila<br />
ninguna armonía soñada entre el hombre y el mundo,<br />
en lo que hace hincapié es en la imposibilidad<br />
del hombre para satisfacerse. "La educación para<br />
la ilusión se afana en conformar a cada cual con<br />
ella mediante el recurso a la prohibición del pensar,<br />
donde Freud ve al mismo tiempo el fundamento y<br />
el fin de las prácticas educativas."14 Nos muestra el<br />
contraste entre el niño de inteligencia radiante y la<br />
macilenta imagen del educado. La tristeza, dice Lacan,<br />
es la sanción corriente de ese pecado contra el<br />
espíritu que constituye el rechazo del incons-<br />
15<br />
ciente."<br />
La educación revela ser funesta cuando mantiene<br />
el desconocimiento de los deseos y los conflictos<br />
entre éstos. Un alivio del malestar en la civilización<br />
podría pasar por el reconocimiento de ese Real de<br />
discordia que nuestros deseos constituyen. El niño<br />
no puede reconocerlos si el educador no quiere saber<br />
nada de ellos. De los últimos planteamientos<br />
freudianos se deduce a la educación como una<br />
cuestión de tacto, un justo medio, a encontrar en<br />
cada caso, entre la libertad y la coacción (1937).<br />
Concluyendo: sobre el inconsciente no se manda,<br />
no podemos dominar nuestra influencia sobre otro<br />
ser, ninguna pedagogía permite calcular los efectos<br />
Noé León: La cometa<br />
(h. 1963. óleo sobre madera. <strong>59</strong> x 29 cm. colección particular. Bogotá.)<br />
de los métodos que se ponen en práctica, porque lo<br />
que se interpone entre la medida pedagógica y los<br />
resultados obtenidos, es el Inconsciente del<br />
16<br />
pedagogo y el del educando. Cocteau dice: "Estos<br />
misterios nos superan. súnulemos ser sus autores. ..17<br />
No es tranquilizador saber que no todo es susceptible<br />
d~ pedagogizar.<br />
Sin embargo nos encontramos que saber cómo<br />
funciona el inconsciente es de escasa utilidad para<br />
62
aumentar su eficacia. Si el deseo del niño se encuentra<br />
alienado en el de sus padres. el educador,<br />
el padre o el pedagogo no pueden conducirse como<br />
"neutros", porque el niño con su lectura inconsciente<br />
descubriría la demanda implícita. Además<br />
ello imposibilitaría toda estructuración psíquica y<br />
le vedaría todo acceso al deseo mismo. Pero<br />
sabiendo el educador lo que representa para el niño,<br />
¿permite el educador al niño superar el registro<br />
imaginario del ideal? Para eso él mismo tendría que<br />
haberse despojado de esos espejismos. Cuando de<br />
estas cosas se trata. sólo la autenticidad es eficaz.<br />
Planteamos que un análisis personal es quizá la<br />
condición para abstenerse auténticamente de hacer<br />
cargar al estudiante exigencias superfluas y abusivas,<br />
en tanto puede encadenar al alumno a ofrecerse<br />
como Yo-ideal en donde él mismo se aliena.<br />
Pero un análisis para todo padre y educador también<br />
es un ideal inalcanzable.<br />
Para Freud el resorte principal de la educación<br />
es el amor. Para conservar su amor un niño propone<br />
al educador o al padre una imagen engañosa de<br />
sí mismo mediante la cual intenta satisfacer las exigencias<br />
del Ideal del Yo. El proceso educativo del<br />
niño descansa fundamentalmente sobre esta relación<br />
imaginaria, profundamente narcisista y alienante.<br />
La paradoja es: si la educación opera por<br />
esta vía, cómo pedirl~ al educador que renuncie a<br />
la clave de su poder sobre el educando. En todo<br />
caso la invitación de Freud es a la mesura. "Entonces,<br />
la educación tiene que buscar su senda entre<br />
la Escila de la permisión y la Caribdis de la denegación<br />
(frustración). Si esa tarea no es del todo insoluble,<br />
será preciso descubrir para la educación<br />
un optimum en g'sle consiga lo más posible y perjudique<br />
lo menos." Nadie, tampoco el psicoanalista,<br />
podrá decir cuál es esta medida. A lo sumo lo que<br />
haría es ponerse en guardia contra los abusos a los<br />
que su posición le haría fácilmente deslizarse. Lo<br />
que un pedagogo podría aprender por el análisis es<br />
saber poner límites a su acción: saber que no pertenece<br />
al orden de ninguna ciencia sino del arte.19<br />
El único progreso posible, desde el punto de vista<br />
del psicoanálisis, es transformar nuestra miseria<br />
o sufrimiento neurótico en miseria o sufrimiento<br />
normal, y así mismo transformar nuestra impotencia,<br />
bastante frecuente, en el reconocimiento de<br />
lo imposible, que no es sinónimo de resignación.<br />
NOTAS<br />
I FREUD. Sigmund. "Contribuciones a un debate sobre el<br />
suicidio", en Obras Completas, Buenos Aires, Amorrortu, 1976.<br />
Tomo XI, p. 231.<br />
2 FREUD. Sigmund. "Formulaciones sobre los dos principios<br />
del acaecer psíquiCO", en Obras Completas, Buenos Aires,<br />
Amorrortu. 1976. Tomo XII, p. 228.<br />
3 Las negrtllas son mías.<br />
4 FREUD. Sigmund. "Análisis terminable e interminable", en<br />
Obras Completas, Buenos Aires, Amorrortu, 1976. Tomo XXIII.<br />
p.236. 5 FREUD. Sigmund. "Prefacio al libro de Aichhorn Juventud<br />
abandonada", en Obras Completas, Buenos Aires, Amorrortu,<br />
1976. Tomo XIX. p. 296.<br />
6 Ver en MILLQT. Catherine. Freud anttpedagogo, Buenos Aires.<br />
Paidós. 1982. un profundo análisis de la relación y no-relación<br />
Psicoanálisis y Educación.<br />
7 GALLO, Héctor. Usos y abusos del maltrato. Una perspectivapsicoanal(tica,<br />
Medellín, Universidad de Antloquia, 1999, p.<br />
82. 8 Carta 61 del 25 de julio de 1922. Correspondencia 1909-<br />
1939, Sigmund Freud Oskar Pfister. México. Fondo de Cultura<br />
Económica, 1966.<br />
9 FREUD. Sigmund. "Esquema del psicoanálisis". en Obras<br />
Coll}l?letas, Buenos Aires. Amorrortu, 1976. Tomo XXIII, p. 176.<br />
MILLOT .Catherine, Op. ctt.<br />
II Porque no saca las consecuencias a las que su supuesta<br />
formación psicoanalítlca deberían conducirlo. Ver BETfELHEIM,<br />
Bruno. Educación y vida moderna en torno a Summerhtll, Grijalbo<br />
Mondadori. 1998.<br />
12 VEGA. Isidoro. Las tntervenctones del analista. V Encuentro<br />
Intemacional del Circulo de Estudios de Barranquilla.<br />
13 MILLQT. Catherine. op. ctt., p. 136.<br />
14 Ibid., p. 138.<br />
15 <strong>LA</strong>CAN. Televisión.<br />
16 MILLOT. Catherine, Op. ctt., p. 198.<br />
17 Idem.<br />
18 FREUD. Sigmund. "Nuevas Conferencias de introducción<br />
al Psicoanálisis", en Obras Completas. Buenos Aires. Amorrortu,<br />
1976. Tomo XXII. p. 138.<br />
19 MILLQT, Catherine. op. ctt., p. 205.<br />
63
Henry Stein*<br />
I<br />
Lafelicidad<br />
está en el ocio.<br />
Aristóteles<br />
El ideal de todo hombre que no sea un imbécil o un<br />
papanatas es tener la posibilidad de pasar todos<br />
sus años. meses. días. horas. minutos y segundos.<br />
en una palabra. toda su existencia,<br />
abandonado a la más absoluta y deliciosa<br />
holganza, a la contemplación<br />
del variado y llamativo espectáculo<br />
del universo, al disfrute de los más<br />
refinados placeres que pueda ofrecerle<br />
la vida, como un auténtico sibarita.<br />
y es que, según Schopenhauer,<br />
"Un hombre' rico en el interior<br />
no pide al mundo exterior más<br />
que un don negativo, a saber: ocio<br />
para poder perfeccionar y desarrollar<br />
las facultades de su espíritu y para<br />
poder disfrutar de sus riquezas mteriores",<br />
Pero como este tipo de hombre es<br />
sensato y sabe muy bien que muy<br />
.Nació en Cali en 1956. Ha dado a conocer su trabajo -<br />
crítica. ensayo y narrativa- en revistas y syplementos literarios<br />
del país. Ha publicado Viaje al domingo (relatos. 1986) y Sesgos<br />
(testos de humor. 1993) y Dentro de poco sonará el despertador<br />
(relatos. 2000). Dirige la publicación literaria esto. Es editor<br />
externo de Ediciones Uninorte.<br />
pocas veces puede darse ese lujo, que por desgracia<br />
e inevitablemente tiene que trabajar duro y sin descanso<br />
para ganarse el amargo pan de cada día -<br />
uno de los peores males que agobian al ser humano,<br />
entonces procura, en lo posible, ocuparse en algo<br />
que además de garantizarle el sustento le depare<br />
alguna satisfacción espiritual. Esto tiene mucha<br />
más importancia para él que una jugosa cantidad<br />
de dinero que le ofrezcan en un empleo<br />
en el que no se sienta completamente<br />
a gusto.<br />
De ahí. pues. que cuando por<br />
circunstancias ajenas a su voluntad.<br />
casi siempre de índole familiar. se ve<br />
en la apremiante necesidad de claudicar.<br />
de ocuparse en algo que no le<br />
complace en lo más mínimo. es decir.<br />
en cualquiera de las ordinarias tareas<br />
que impone el absurdo engranaje de<br />
la sociedad -que no repara en diferencias<br />
respecto a la sensibilidad de<br />
cada individuo-. su padecimiento<br />
suele ser conmovedor.<br />
y es que a pesar de que esté en<br />
juego nuestra propia subsistencia -<br />
y aunque esté escrito que debemos<br />
ganarnos el pan con el sudor de nuestra frente-,<br />
no todo el mundo, ciertamente, posee la misma<br />
fortaleza de espíritu para soportar con paciencia<br />
ocho horas consecutivas trabajando en lo que no le<br />
agrada. jOcho horas de trabajo forzado! Sin duda<br />
64 Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Uninorte. Barranquilla<br />
PP. 64-69. 04-081. MM. ISSN 0120-2537
alguna, se necesita más que un<br />
temperamento estoico y mucho<br />
más que buena voluntad para<br />
aguantar ese suplicio infernal<br />
sin desesperarse y sin sentirse<br />
desgraciado. William Faulkner<br />
se ha referido a esta penosa<br />
situación con las siguientes<br />
palabras: "(...) Una de las cosas<br />
más tristes es que lo único que<br />
un hombre puede hacer durante<br />
ocho horas, día a día. es<br />
trabajar. No se puede comer<br />
ocho horas. ni beber ocho horas,<br />
ni hacer el amor ocho horas...<br />
lo único que se puede hacer<br />
es trabajar. y ésa es la razón<br />
de que el hombre se haga tan<br />
desdichado a sí mismo ya todos<br />
los demás".<br />
Si por cualquiera de los<br />
terribles caprichos del destin:o, repit(), este hombre<br />
se ve obligado a emplearse en un fábrica ya<br />
permanecer en ella, por ejemplo, cin:co años -lo cual,<br />
si tenemos en cuenta su personalidad, se constituye<br />
en un hecho memorable-, es natural que pierda el<br />
optimismo, la fe, la esperanza, el sentido del humor,<br />
la sonrisa, el apetito y las ganas de vivir; que<br />
se sienta el ser más desventurado de la tierra; que<br />
maldiga, blasfeme y se queje en voz alta en presencia<br />
de sus res~ados compañeros de infortunio y esclavitud.<br />
y no es para menos.<br />
Es lógico. así mismo. que tan pronto como haya<br />
cumplido ese tormentoso lustro comience a preocuparse<br />
seriamente por su futuro. y máxime si tiene<br />
la certeza de que, para su mayor desesperación.<br />
desconcierto y pesadumbre. su patrón -indiViduo<br />
déspota-. se siente conforme con él. con su desempeño<br />
y con su manera de comportarse. jPrecisamente<br />
con él que trabaja a regañadientes y detesta<br />
con fervor esa clase de trabajo! ¿No es ésta acaso<br />
una cruel ironía del destino contra un trabajador<br />
renuente y vergonzante como él?<br />
Es razonable que este hombre bueno y sensible<br />
se preocupe seriamente por su suerte. pues según<br />
Luis Tejado -confeso holgazán<br />
e insigne apologista de las<br />
virtudes y beneficios del ocio-.<br />
las fábricas no sólo son lugares<br />
inhóspitos, sino también peligrosos<br />
e inhumanos. pues de<br />
ellas sales "las legiones de neuróticos,<br />
de miopes. de tuberculosos,<br />
de mancos, de locos, de<br />
raquíticos, de histéricos, etc.",<br />
que deambulan y se arrastran<br />
por las sucias y congestionadas<br />
aceras del mundo.<br />
Como su aspiración. a diferencia<br />
de la mayoría de sus semejantes,<br />
no consiste en entregar<br />
los mejores años de su vida<br />
a un fábrica a cambio de una<br />
pensión -que sin duda no compensa<br />
tanto sacrificio y tantas<br />
penalidades-. decide actuar<br />
con rapidez, antes de que sea idiotizado por esa<br />
cosa gris y letal llamada rutina, que narcotiza a los<br />
hombres. los vuelve conmovedoramente tristes y<br />
les hace caminar con la cabeza gacha. como quien<br />
ha perdido el interés por la vida y todas las ilusiones;<br />
antes. en fin, de que se convierta en un amargado<br />
más, en un neurótico o en un lisiado que incomode<br />
a su familia e inspire lástima o repulsión.<br />
En consecuencia, para poner las cosas a su favor,<br />
para recobrar su anhelada libertad, se ve forzado<br />
a quebrantar el draconiano reglamento de la<br />
prisión. Perdón, quise decir, de la fábrica. Comienza<br />
por llegar tarde, sin afeitarse, con la ropa sucia y<br />
ajada, con los zapatos sin lustrar y oliendo a un<br />
insoportable tufo de licor áspero y barato; hace<br />
bromas de mal gusto, refiere chistes subidos de tono<br />
y de color, y habla sin moderación en horas de<br />
trabajo.<br />
Si en consideración a que hasta ese momento<br />
su conducta había sido intachable. su patrón hace<br />
la vista gorda y determina -lo cual le produce una<br />
sorpresa gran sorpresa- que dichas acciones no<br />
ameritan una decisión drástica de su parte, es decir,<br />
que se le suspenda por el término de quince días o<br />
65
que se le despida de manera fulminante -justo lo<br />
que él está buscando con desesperación-, entonces<br />
incurre en otras de mayor significación: Le suelta<br />
un piropo de alto voltaje, arrabalero, con voz aguardentosa,<br />
a la agraciada muchachita que sirve los<br />
tintos, se queda dormido como un lirón -y, para<br />
colmo de la insolencia, roncando- en su puesto de<br />
trabajo o le agarra el trasero a la secretaria del gerente.<br />
Como quien dice, nada menos que jal más<br />
preciado tesoro de éste!<br />
Si aún después de estas graves faltas, y sobre<br />
todo después de haber sido sorprendido "con la<br />
mano en la masa" --0 mejor, con la mano derecha<br />
en cosa ajena-, su patrón persiste en su descocertante<br />
actitud de ser indulgente con su desafiante<br />
comportamiento, entonces no le queda otra opción<br />
que echar el resto, jugarse su última y definitiva<br />
carta, el dorado as que le permitirá finalmente ponerse<br />
a salvo de ese tormento dantesco, de esas<br />
ocho horas diarias de encierro, de obediencia, de<br />
apremio, de fatiga, y de embrutecimiento sistemático<br />
y sin pausa: Le rompe la cara-j con qué<br />
placer!- al jefe de personal. Consummatum est. Ahí<br />
termina por fin, y gracias a Dios, su larga y<br />
espantosa pesadilla.<br />
De nuevo en la calle, libre, liberado de ese terrible<br />
yugo, vuelve a recobrar el optimismo, la fe, la<br />
esperanza, el sentido del humor, la sonrisa, el apetito<br />
y las ganas de seguir viviendo. Después, sentado<br />
en una taberna, al aire libre, disfrutando de unas<br />
cervezas bien heladas, se dedica a observar con<br />
atención todo lo que se mueve a su alrededor, como<br />
alguien que acaba de salir de una mazmorra en la<br />
que estuvo recluido durante muchos años. jCuánto<br />
tiempo hacía que la inútil y perjudicial premura no<br />
le dejaba contemplar el cielo con detenimiento a<br />
esa hora de la mañana! Siente una desagradable<br />
impresión de que ha pasado una eternidad metido<br />
en un incómodo y oscuro subterráneo, como un<br />
topo. Transcurren los minutos y allí continúa<br />
sentado, bebiendo con avidez, mirándolo todo con<br />
una especie de deslumbramiento, hasta que llega<br />
la noche, y con ella se va calle abajo, ebrio, feliz,<br />
dispuesto a redescubrir los recovecos y los excitantes<br />
secretos de la ciudad.<br />
Sobra decir que el comportamiento de este<br />
hombre -y en contra de lo que puedan pensar los<br />
necios- merece comprensión, respeto y nuestra más<br />
fraternal y entusiasta simpatía, pues pese a lo que<br />
pregonan los patronos y los esclavistas, el trabajo<br />
forzado -el que debemos realizar a diario para<br />
procurarnos el sustento- no resulta placentero, ni<br />
gratificante, ni benéfico, ni dignifica al hombre en<br />
ningún sentido. Esa clase de trabajo rutinario sólo<br />
empobrece espiritualmente, enferma, neurotiza,<br />
mutila, produce muchas penas y mata. Además, a<br />
nadie que esté en sus cabales se le ocurriría pensar<br />
que una fábrica represente el arquetipo del paraíso.<br />
A lo que sí se parece, sin duda, es a una prisión y al<br />
purgatorio.<br />
II<br />
Les diría: iMirad! iMiraos a vosotros mismos! iUn<br />
hombro más alto que el otro. las piernas retorcidas. los<br />
pies destrozados! lA dónde habéis llegado con la<br />
mierda del trabajo? Os habéis destrozado. No haceJalta<br />
trabajar tanto. D.H. Lawrence<br />
Aunque parezca increíble, jno todos los hombres<br />
le tienen aversión al trabajo forzado! Hay muchos<br />
que han nacido con vocación de siervos y fortaleza<br />
de buey. De manera pues que todos los minutos de<br />
su existencia -de lunes a domingo y de enero a<br />
diciembre- se la pasan atareados, de aquí para allá,<br />
de afán en afán, de trajín en trajín. Lo suyo es,<br />
repito, trabajar duro y parejo, sin pausa y sin<br />
desmayar, porque, a diferencia de algunos de sus<br />
semejantes, para estos hombrecitos el trabajo no<br />
es un castigo insufrible que Dios ha impuesto a los<br />
hombres- ¿quién dijo semejante estupidez?- sino<br />
una suerte de sana diversión, que además honra y<br />
enaltece a este prepotente y belicoso horno nescius<br />
que llaman hombre. Para ellos, el ocio y el descanso<br />
no son más que pretextos y sofismas de individuos<br />
enclenques y perezosos, a quienes, por cierto, suelen<br />
mirar con inocultable desprecio y aire de<br />
superioridad, pues los consideran una vergüenza y<br />
un pésimo ejemplo para los demás miembros de la<br />
"pujante y gloriosa" especie humana.<br />
Convencidos de que vinieron a este espantoso<br />
66
valle de lágrimas a cumplir con su sagrada misión<br />
de vivir ocupados. y dichosos de su "honrosa "<br />
condición de sentirse muy especiales y dignos de<br />
ser imitados. estos industriosos hombrecitos no<br />
desaprovechan ninguna oportunidad para<br />
demostrarles a sus semejantes ~a sus mañosos.<br />
negligentes y holgazanes semejantes- que a ellos sí<br />
les encanta trabajar. en lo que sea y bajo cualquier<br />
circunstancia o condición. inclusive de balde. sin<br />
recibir ningún estipendio por su dedicación y<br />
descomunal esfuerzo.<br />
Así, pues, no sólo le demuestran<br />
a su patrón -iY de<br />
qué manera!- su exagerado<br />
amor por el trabajo, sino también<br />
a sus padres -de quienes,<br />
repiten con énfasis, heredaron<br />
la honestidad Y la enjundia-,<br />
a sus esposas, a sus hijos Y<br />
nietos -a quienes aleccionan<br />
para que sigan sus pasos-, a<br />
sus vecinos, a sus compañeros<br />
de labor -a quienes critican<br />
con dureza por su indolencia<br />
Y falta de aplicación-, a<br />
sus hermanos, a sus compadres,<br />
a sus ahijados, a sus padrinos,<br />
etc.<br />
y es que a estos hombrecitos,<br />
reitero, los mueve el<br />
firme convencimiento de que<br />
el trabajo, cualquiera que sea<br />
su índole y por muy penoso y<br />
degradante que resulte, dignifica<br />
por igual al hombre y<br />
constituye su rasgo más<br />
sobresaliente. Incluso consideran<br />
que es el trabajo lo que<br />
le ha convertido en un ser "superior"<br />
a las demás criaturas<br />
del cosmos.<br />
Nada ni nadie. sin ningún<br />
impedimento -sea echar un<br />
pie atrás a la hora de cumplir con sus actividades.<br />
Contra viento. marea. riesgos. fenómenos atmosféricos<br />
y enfermedades llevan a cabo sus numerosas<br />
y singulares obligaciones. y lo hacen sonrientes y<br />
con bríos. En efecto. laboran con sol. con lluvia.<br />
con frío. con calor. con tormenta. con eclipse de<br />
luna. con neblina. con sed. con hambre. con varicela.<br />
con sarampión y con dolor de muelas. Laboran<br />
en la mañana. en la tarde. en la noche y en la ma-<br />
drugada. No sólo laboran en los días ordinarios,<br />
sino también en los festivos, en los de asueto y durante<br />
las vacaciones. Laboran en Navidad, en los<br />
carnavales, en la cuaresma, en la Semana Santa,<br />
en el Domingo de Ramos, en el de Resurrección y<br />
en la pascua. Laboran en la primavera, en el verano,<br />
en el otoño y en el invierno.<br />
Pero a pesar de este febril ajetreo no consiguen<br />
saciar su voraz apetito de trabajo. De ahí que se<br />
vean en la imperiosa necesidad de trabajar horas<br />
extras durante toda su existencia.<br />
y no satisfechos con<br />
esta excesiva y dañina carga<br />
laboral que se imponen voluntariamente<br />
a sí mismos.<br />
como si fueran masoquistas<br />
-carga laboral que a cualquier<br />
otra persona le producirá<br />
estrés. una neurosis<br />
crónica. un severo cansancio<br />
o la muerte por agotamientoaún<br />
les sobra una suficiente<br />
reserva de fuerzas y de fogosidad<br />
como para promover<br />
campañas ecológicas encaminadas<br />
a preservar algunas<br />
especies de la fauna de su región;<br />
para organizar jornadas<br />
de limpieza y ornato de su<br />
amada ciudad; para participar<br />
en la junta comunal de<br />
su comunidad y hasta para<br />
formar parte del grupo de<br />
danza folclórica de su barrio.<br />
jCómo se lamentan de que el<br />
día "sólo" tenga venticuatro<br />
horas!<br />
Noé León: Paraíso (1969. óleo sobre madera,<br />
89 x 54 cm. colección particular, Bogotá.<br />
Durante su atareada existencia,<br />
reitero, estos extravagantes<br />
hombrecitos no<br />
conocen -no se conceden- un<br />
minuto de sosiego. Ni la vejez<br />
logra menguar su desmesurado<br />
fervor por el trabajo.<br />
La simple idea de guardar reposo. de pensar en el<br />
descanso. les causa terror y los enferma. pues lo<br />
consideran propio de seres inferiores y carentes de<br />
vigor. Es tan arraigada y obsesiva su pasión por el<br />
trabajo, que cuando por fuerza mayor se ven<br />
obligados a permanecer inactivos. se les nota tristes<br />
y desanimados. ya cada momento reniegan de su<br />
j"mala" suerte"!<br />
67
En cualquier empresa donde trabajen, estos enjundiosos<br />
hombrecitos siempre sobresalen por su<br />
eficiencia y su alto rendimiento. y además de ser<br />
excelentes e incansables trabajadores, son dóciles<br />
y sumamente comedidos, lo cual les granjea la animadversión<br />
de sus demás compañeros de labores,<br />
que ven en ellos la más viva y abominable representación<br />
del servilismo.<br />
¿Está mal ubicado un escritorio o un archivador?<br />
En el acto se ofrecen a encontrarles un sitio<br />
apropiado. ¿Su jefe necesita cambiar la cerradura<br />
de la puerta de su oficina o que le laven el carro?<br />
Con mucho gusto -con la inconfundible sonrisita y<br />
la presteza de los aduladores innatos- se brindan<br />
para éstas o para cualquier otra labor. inclusive<br />
para aquellas que merecen el calificativo de humillantes;<br />
aquellas que ni los esclavos. los desahuciados<br />
y los prisioneros condenados a cadena<br />
perpetua se animarían a realizar sin protestar. sin<br />
sentir un profundo odio y ganas de cortarle la cabeza<br />
a alguien.<br />
Ciertamente. ni afirmaciones rotundas como ésta<br />
del autor de Santuario: "En mi opinión, es una<br />
vergüenza que haya tanto trabajo en el mundo", ni<br />
las críticas de sus compañeros logran conmover o<br />
hacer dudar de su vocación a estos acuciosos hombrecitos.<br />
pues además ellos permanecen ..demasiado<br />
ocupados" -eso se nota- como para<br />
prestar atención a los "comentarios envidiosos<br />
y sin fundamento de individuos<br />
pusilánimes que trabajan de mala gana.<br />
refunfuñando, quejándose. y que<br />
sólo viven pendientes del día de la quincena".<br />
Yagregan. ufanos, seguros de su<br />
importancia, que esa clase de individuos<br />
carecen de autoridad moral para censurarles<br />
su conducta, que consideran<br />
irreprochable yejemplar, como corresponde<br />
a hombres íntegros, de buenas<br />
costumbres, orgullosos de su patria. de<br />
sus símbolos e instituciones, y dedicados<br />
en cuerpo y alma -las venticuatro<br />
horas y durante 365 días, con sus mañanas,<br />
tardes. noches y madrugadasal<br />
"bendito, necesario y provechoso"<br />
trabaio.<br />
y tal vez no les debe importar mucho<br />
lo que se dice en el Eclesiastés sobre<br />
este asunto: " ¿Qué provecho tiene el<br />
hombre de todo su trabajo con que se<br />
afana debajo del sol?" y a lo mejor tampoco les queda<br />
tiempo para leer lo que ha escrito al respecto<br />
Robert Louis Stevenson. espíritu refinado, amante<br />
de lo lúdico y lúcido defensor del ocio. acerca del<br />
cual dejó memorables páginas para la posteridad:<br />
"Como si el alma humana no fuera de por sí lo suficientemente<br />
pequeña (algunos hombres) han empequeñecido<br />
y estrechado las suyas. mediante una<br />
vida dedicada al trabajo y carente en absoluto de<br />
juego". y probablemente desdeñarían estas esclarecedoras<br />
palabras del humanista colombiano Ramón<br />
de Zubiría: "Una de las diferencias fundamentales<br />
entre barbarie y cultura consiste precisamente en<br />
que esta última es consecuencia de un equilibrio<br />
entre acción y reflexión. mejor aún. de actos gestados<br />
y determinados por la reflexión. en tanto que la<br />
barbarie siempre es fruto de la alocada actividad,<br />
de improvisado e irreflexivo activismo". y estamos<br />
seguros de que esta lapidaria frase de Luis Tejada<br />
-acérrrimo e ingenioso crítico del trabajo que degrada,<br />
esclaviza y embrutece- sólo podría suscitar en<br />
ellos una rotunda carcajada de desprecio e incredulidad:<br />
"El trabajo constituye el gran elemento<br />
degenerador de las razas". En realidad. como lo ha<br />
expresado acertadamente este mismo autor. "el<br />
hombre no debe perder el tiempo trabajando tanto".<br />
Después de haberle entregado sus mejores años<br />
a la fábrica, ya viejos. sin la misma energía con que<br />
se desempeñaban antes, pero con el mismo empeño<br />
y sentido de la responsabilidad que<br />
les caracteriza, llega un día -un infausto<br />
día- en que su desalmado patrón considera<br />
que ya no los necesita. y entonces.<br />
para deshacerse de ellos de una<br />
forma más o menos decorosa. según su<br />
pragmático modo de pensar. decide<br />
otorgarles -a manera de recompensa<br />
"por tantos años de servicio. de abnegación<br />
y lealtad"- una pensión cuya irrisoria<br />
suma sólo les servirá para malvivir<br />
durante los pocos años que les reste de<br />
vida. jAh. la execrable ingratitud humana!<br />
Pero tampoco esta novedad, su<br />
condición de jubilados -que durante los<br />
primeros días, mientras se acostumbran<br />
a su nueva situación, resulta desesperante<br />
y traumá.tica para ellos-<br />
Esc her<br />
logra modificar substancialmente su<br />
obstinada rutina. A pesar de que ya no<br />
están obligados a madrugar, y no obstante<br />
que muchos quedan mancos,<br />
cojos, miopes, ciegos, tuberculosos o sufriendo de<br />
artritis, de reumatismo y de dolor de espalda, ello<br />
68
Noé León:<br />
Paso delJerry<br />
(1969, óleo<br />
sobre madera.<br />
49 x 79.5 cm,<br />
colección<br />
particular,<br />
Bogotá).<br />
no representa ningún inconveniente para que se<br />
sigan levantando a la hora de costumbre a realizar<br />
cualquier labor doméstica, Por fortuna, la vida es<br />
benévola con ellos y siempre encuentran en casa<br />
algo que requiere reparación: La llave del baño o<br />
del lavadero, la cerradura de una puerta, un viejo<br />
ventilador, el enchufe de la licuadora o la plancha.<br />
Algunos, los más afortunados, logran emplearse<br />
como celadores en el colegio público de su barrio;<br />
otros, se deciden a poner una venta de frutas en la<br />
puerta de su humilde vivienda o improvisan una<br />
modesta zapatería en la salita o en el patio.<br />
De manera pues que todos los días se encuentran<br />
un buen pretexto para mantenerse ocupados<br />
hasta la hora de su muerte, la única contingencia<br />
que les obliga a guardar absoluto reposo, por siempre.<br />
y quien sabe si en el más allá también existen<br />
fábricas donde puedan continuar con su enfermiza<br />
y sorprendente laboriosidad.<br />
Estos esforzados hombrecitos son los mismos<br />
que todos los meses y durante toda su vida son<br />
elegidos y exaltados como los mejores trabajadores<br />
de su empresa. Los mismos que se ofrecen a trabajar<br />
voluntariamente cuando sus colegas deciden parar<br />
las actividades de la fábrica, pues, como se sabe,<br />
su compulsiva naturaleza no tolera que permanezcan<br />
inactivos ni un solo minuto. Estos bona-<br />
chones hombrecitos son los mismos que los los militares<br />
y los políticos suelen elogiar hasta el cansancio<br />
y poner como ejemplo de abnegación. de lealtad.<br />
de superación y responsabilidad a sus apáticos<br />
compañeros ya las nuevas generaciones de compatriotas.<br />
pues no cabe la menor duda de que los consideran<br />
emblemáticos y dignos de ser imitados. pues<br />
su linaje es motivo de orgullo para la patria y para<br />
la especie humana.<br />
Seguramente. cuando estos pintorescos hombrecitos<br />
eran niños se ofrecían de buena gana a realizar<br />
los quehaceres y mandados que sus hermanos<br />
y primos. sin excepción. rehusaban hacer -aunque<br />
se ganaran una tremenda paliza-. e incluso los<br />
mandados de los vecinos y de sus amigos.<br />
Estas asombrosas hormiguitas humanas no sólo<br />
tienen el suficiente temple para trabajar sin desfallecer<br />
durante veinte años consecutivos en un fábrica<br />
o en cualquier otro lugar igualmente detestable.<br />
sino que además lo hacen con un desbordante<br />
entusiasmo y tarareando la misma tonadilla insulsa<br />
que se les escuchó aquel remoto primer día de trabajo.<br />
como si nada grave hubiera sucedido desde<br />
entonces; como si el tiempo no hubiese transcurrido<br />
y dejado en ellos su negra resaca. sus dolorosas<br />
e imborrables huellas. irnOS mío!<br />
69
La devoción por la belleza<br />
en la poesía de Meira DelmarJ<br />
María Mercedes Jaramillo*<br />
Meira Delmar2 ha publicado siete breves y estilizados<br />
volúmenes de poesía donde se ha labrado<br />
un universo líriCo propio y un puesto destacado en<br />
el panorama de las letras nacionales. Su poesía tiene<br />
una armonía estilística que se funda en la belleza y<br />
en la armonía de la naturaleza, elementos que<br />
insinúan la perfección del universo y que la llevan<br />
a deleitarse en el paisaje que la rodea ya alabarlo<br />
en su canto. Esta concepción espiritual se manifiesta<br />
en las imágenes que atraviesan su obra poética<br />
y que emergen de la antigua filoSOfia sufi que<br />
ha influenciado la lírica y el misticismo español.<br />
En loS verSoS de Meira Delmar aparecen elementos<br />
del sufismo como la armonía de la Naturaleza que<br />
refleja el Bien y la Sabiduría divina, el Amor como<br />
profesión de la fe, y la Belleza como manifestación<br />
de lo divino. Sus refinados poemas nos trasmiten<br />
lo fundamental de la experiencia humana en imágenes<br />
que subliman el sufrimiento y despojan lo<br />
vivencial de loS afanes<br />
3<br />
cotidianos para adquirir un<br />
matiz de lo inefable.<br />
de mis ancestros árabes. El amor a la Naturaleza,<br />
la contemplaci6n de los árboles, del agua, eloído<br />
inclinado a recoger el rumor del viento que pasa,<br />
todas esas cosas que viven en el entorno que han<br />
marcado, sí, la sensibUidad del Oriente, como ha<br />
quedado latente en la herencia dejada en España,<br />
sea en la palabra, sea en losjardines yJuentes y<br />
palacios y torres que en ella alzan el vuelo. El<br />
árabe ama el verde en la palmera, el guiño del<br />
ojo del agua, elJrescor del arroyuelo, todo conjugado<br />
en algún oasis que alguna vez, en algún<br />
mUenio ido, pudo hallar tras largos meses de desierto.<br />
y que quedó grabado en la memoria del<br />
tiempo.<br />
Los poetas del stifismo aunaron al anhelo del<br />
ascenso espiritual el canto del amor en todas sus<br />
manifestaciones. Tal vez en la insistencia del<br />
amor en mi poesía radiquen las semejanzas que<br />
tú crees descubrir entre aquella escuela y lo mío.<br />
No sería extraño que existiera esa corriente subterránea<br />
entre ambas maneras de expresi6n.<br />
Entre las fuentes que nutren su lírica se pueden<br />
señalar: su admiración por Alfonsina Storni. Gabriela<br />
Mistral y Juana de Ibarbourou. y por los poetas<br />
clásicos españoles. y por supuesto su ancestro<br />
libanés. Respecto a esto último. Meira Delmar. en<br />
una carta personal del 5 de noviembre de 1992.<br />
dice:<br />
Campo Elías Romero ve también la influencia del<br />
siglo de oro español pero sobre todo de san Juan<br />
de la Cruz y de santa Teresa de Jesús y anota la<br />
diferencia con la estética sufi que se desborda hacia<br />
el mu.ndo natural al contrario de la hispánica que<br />
es introspectiva. ya que Meira Delmar se deleita en<br />
la naturaleza<br />
4<br />
y con el mundo que la rodea (ver la<br />
nota 3).<br />
Pienso, como tú, que necesariamente tiene que<br />
habe1; en mis versos, una huella muy perceptible Según Martin Lings en What is Sufism? ( 1977).<br />
el sufismo se fundamenta en la certeza y no en la<br />
opinión. Por eso, esta corriente espiritual se basa<br />
* Licenciada en Letras de la Universidad del Valle. Master y<br />
Ph.D. de la Universidad de Syracuse (New York). Autora y editora<br />
de numerosas publicaciones, es profesora de la Facultad de<br />
Humanidades de Ficthburg State College (Massachusetts).<br />
en lo inexorable ya que el misticismo es el único<br />
repertorio de la verdad en todo su sentido, donde<br />
se indaga lo absoluto, lo infinito y lo eterno (93). La<br />
poesía de la poetisa barranquillera se conecta con<br />
70<br />
Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Unlnorte. Barranquilla<br />
pp. 70-78. 04-08/MM. ISSN 0120-2537
~<br />
Meira Delmar<br />
(2000)<br />
el mundo de lo sublime y<br />
con una milenaria tradición<br />
mística islámica que busca<br />
la perfección al iluminar el<br />
espíritu y despertar los sentidos.<br />
Un acento espiritual<br />
dirige la mirada poética y<br />
enfoca los sentidos hacia<br />
una comunicación más sutil<br />
con el universo; lo que le<br />
permite definir un estilo auténtico<br />
y un arte poética<br />
propia que se caracteriza<br />
por versos estilizados, imágenes<br />
instantáneas. devociÓn<br />
por la belleza. Ramón<br />
Vinyes, en 1952. en una carta a Meira Delmar destacaba<br />
las cualidades de Secreta Isla ( 1951) que se<br />
distinguía por la carencia de afeites y por la desnudez<br />
pura de sus versos (Huellas, 86). Gabriel<br />
García Márquez, por la misma época. alababa su<br />
diafanidad verbal y la precisión de sus palabras<br />
(675-676). 5<br />
Los temas recurrentes en sus poemas son: la<br />
presencia humana en el paisaje, la soledad como<br />
condición del ser humano, la conciencia de la temporalidad<br />
del ser y el paso del tiempo, los imprevisibles<br />
juegos de la memoria y el olvido, el amor y la<br />
muerte. Estos conceptos son elaborados con<br />
símbolos que marcan su quehacer poético: la rosa<br />
señala la perfección divina, el mar es un elemento<br />
purificador, la presencia del ángel insinúa las<br />
facultades humanas innatas, los jazmines evocan<br />
a los ser.es queridos, el agua fluye como el tiempo.<br />
Ilustraremos con algunos poemas de diversas obras<br />
los temas arriba mencionados.<br />
..A<strong>LA</strong>BANZA <strong>DE</strong>L AGUA" :<br />
<strong>LA</strong> <strong>DE</strong>VOCIÓN POR <strong>LA</strong> BELLEZA<br />
Una de las características constantes de la poesía<br />
de Meira Oelmar es su devoción por la Belleza y su<br />
alabanza a la Naturaleza ya los fenómenos múl-<br />
tiples del cosmos. Esta ftlosofía<br />
coincide con el pensamiento<br />
árabe clásico que<br />
Ibn Arabi retornó para declarar<br />
que el universo era<br />
bello porque era una obra<br />
perfecta del Artífice y reafIrmaba<br />
la idea de al Gazali de<br />
que: Nada había en lo<br />
posible que fuera más bello<br />
que este mundo (Puerta<br />
Vílchez. 753). Los poemas<br />
de Meira Delmar al agua, al<br />
fuego. a las aves, al mar,<br />
son una cristalización de<br />
este concepto. El soneto<br />
"Alabanza del agua" recrea la complejidad del<br />
elemento vital y sintetiza su capacidad proteica a<br />
través de metáforas que revelan sus múltiples<br />
transformaciones y funciones.<br />
Alabanza del agua<br />
Presenciaflna, musical, tallada<br />
en leve transparencia melodiosa.<br />
Vestidurajugaz yjubUosa<br />
de la lluvia que huye desalada.<br />
En ti recoge el alba desvelada<br />
su primera vendimia luminosa.<br />
y. sombra de COlo1; la mariposa<br />
navega en tus cristales reflejada.<br />
Levantas en tus manos la dulzura<br />
del lirio. y en tus ojos crece pura.<br />
la sonrisa del cielo en el estío.<br />
Eres río de pájaros. y cabe<br />
tu hermosura, que nadie medir sabe,<br />
en la míntmaforma del rocío.<br />
(Verdad del sueño, 1946)<br />
Este poema es un soneto endecasílabo de rima<br />
consonante (ABAB CCD) que describe con tono
conceptista y una serie de metáforas ias diferentes<br />
formas del agua: la lluvia es una "vestidura fugaz y<br />
jubilosa", el rocío es una "vendimia luminosa" y el<br />
arco iris es "una sombra de color... En el primer<br />
terceto se recogen los atributos del agua con<br />
personificaciones que recrean la belleza del entorno<br />
y la importancia del elemento vital: "Levantas en<br />
tus manos la dulzura/ del lirio, y en tus ojos crece.<br />
pura./ la sonrisa del cielo en el estío." El agua con<br />
sus "manos" nutre la tierra y sus "ojos". como espejos,<br />
duplican la belleza del cielo.<br />
En el segundo cuarteto se describen el rocío y el<br />
arco iris en un lenguaje conceptista que proyecta<br />
la maleabilidad y belleza del agua. El alba cosecha<br />
en el rocío "una vendimia luminosa", metáfora que<br />
celebra esta transformación y fenómeno matutino.<br />
y con una paradoja se recrea el arco iris que cruza<br />
el cielo, como: "sombra de color. la mariposa/ navega<br />
en tus cristales reflej~da." Así. la mariposa al<br />
surcar el espacio navegando en los cristales forma<br />
el arco cuyos colores se han desplazado en su figura.<br />
El último tercet() se inicia con la imagen del río y<br />
se concluye con la del rocío para declarar: "que nadie<br />
medir sabe" la hermosura del agua cuya complejidad<br />
se hace presente "en la mínima forma del rocío"<br />
oen el rápido movimiento y ruido del río que se<br />
describen con el vuelo de los pájaros: "Eres río de<br />
pájaros," El río y el rocío son dos presencias opuestas<br />
del agua pues se diferencian en el tamaño. que<br />
nadie sabe medir y en el movimiento ruidoso del<br />
río y la quietud silenciosa de la gota de rocío; por<br />
eso el poema es una "alabanza" a las múltiples posibilidades<br />
del agua.<br />
El soneto recrea la presencia del agua que es<br />
fina y transparente y se revela a través de sus acciones:<br />
es musical como "río de pájaros", es luz que<br />
recoge los rayos del sol en una "vendimia luminosa,<br />
es una vestidura, es la mano que nutre y levanta el<br />
lirio, es el arco iris que condensa los colores y es el<br />
espejo que refleja la belleza y perfección del universo.<br />
"EL<br />
ÁNGEL ": <strong>LA</strong> VOZ POÉTICA.<br />
"El Ángel" elabora el tema de la creación y la inspiración<br />
artística. y los temores del poeta de perder<br />
su voz; se reGrea también la angustia ocasionada<br />
por el prolongado silencio poético que se contrapone<br />
al júbilo del "canto". El poema se inicia en un día<br />
en que se busca inútilmente la voz poética. luego<br />
se recuerda "el alba del canto" cuando era suya esa<br />
voz con la que se lograba sublimar el dolor y la<br />
Meira Delmar con el ministro de cultura<br />
Juan Luis Mejía Arango. 2000.<br />
muerte. para concluir en una noche en que la iluminación<br />
se aleja. Así. alba. día y noche. en un juego<br />
de luz y de sombras. muestran la iluminación poética<br />
por medio del ángel. cuya lámpara y resplandor<br />
posibilitan la creación y cuya ausencia deja al artista<br />
en el "más hondo silencio."<br />
El Angel<br />
Un día como este. como otros. un día<br />
desnudo de señales -la rosa en su comarca<br />
depeifume, los pinos en el azu~, en vano<br />
preguntas por el roce jamUiar de sus alas<br />
y alma adentro te pierdes buscando la dulzura<br />
de sus manos tranquUas. de su tranquUajrente.<br />
Dices su nombre, clamas en el vacío, cruzas<br />
tu corazón Uamándole. y sabes que está solo<br />
tu corazón y sabes<br />
que si vuelves el paso vas a mirar la ausencia<br />
y tienes miedo. miedo de encontrar sus espadas,<br />
Cuántos bosques de Jrio. cuánta secreta sombra<br />
iluminó su lámpara, recuerdas. cuando iba<br />
contigo y te llevaba por las oscuras rutas<br />
a descubrir eljúbilo más allá de tu llanto.<br />
Alguna vez la muerte halló por.fin tu casa<br />
y te llenó de espinas los ojos y los sueños,<br />
de rebeldes palabras la voz y de amargura<br />
el vaso de la antigua dulcedumbre; callado.<br />
el ángel no lloraba por ti, te sostenía<br />
contra su pecho claro de amor hasta la hora<br />
en que era tuya el alba del canto nuevamente.<br />
y con sus modos puros<br />
levantaba tu rostro a su célico beso.<br />
Que te ha dejado sientes porque te sangra ahora<br />
la soledad lo mismo que herida verdadera.<br />
y la angustia te roT:ldq con sus lobos hambrientos<br />
72
Con el director de la Biblioteca Nacional,<br />
Carlos José Reyes Posada. 2000.<br />
y nadie te acompaña sí a tu lado no hay nadie.<br />
Perdida estás. perdida, desterrada del tiempo<br />
mientras huyen y tornan los ardientes veranos,<br />
su ayuda se descubre el júbilo de la creación; pues<br />
"te sostenía contra su pecho claro de amor hasta la<br />
hora en que era tuya el alba del canto" y con el<br />
"célico beso" se recobra la inspiración anhelada que<br />
devuelve la voz poética.<br />
En la tercera estrofa, la dulzura y tranquilidad<br />
que se percibían con la presencia del ángel -la voz<br />
recobrada- se torna en angustia cuando ésta<br />
desaparece. El tiempo pasa como "los ardientes<br />
veranos" -de aridez artística- que consumen al "tú".<br />
Se estiliza la angustia del creador/a frustrado/a.<br />
"el tú" al que se dirige el poema. con "los lobos hambrientos"<br />
que le rondan. El poema fluctúa entre dos<br />
polos de oposición: ángel-lobos. inspiraciónfrustración.<br />
el canto -el silencio, el célico beso -la<br />
herida verdadera. que cristalizan los afanes dellaborar<br />
de la poetisa, sus temores de perder el camino<br />
y el júbilo con el poema logrado.<br />
mientras crecen hogueras que no ves. que no tocan<br />
tu heredad sollozante. La amargura, el dolor, la rebeldía generan<br />
"espinas en los ojos y los sueños" y la inspiración<br />
y es más hondo el silencio<br />
desaparece: "callado el ángel no lloraba por ti,..."<br />
si en La noche un lejano resplandor atraviesa<br />
Es sólo cuando se decantan estos sentimientos y<br />
lq celeste comarca.<br />
se subliman que regresa el ángel: "con sus modos<br />
puros I levantaba tu rostro a su célico beso. " El<br />
(Secreta Isla. 1951)<br />
artista con la creación sublima el sufrimiento, se<br />
La poesía empieza con una descripción del ambiente libera de los afanes cotidianos y trasciende la<br />
ideal para la creación poética: "la rosa en su comarcal<br />
de perfume, los pinos en el azul" crean el mo-<br />
lo que sostiene al "tú" en los momentos de amargura<br />
muerte. Es sólo el arte, yen este caso, la voz poética,<br />
mento ideal para el encuentro de la palabra. Esta y de dolor: cuando "la muerte halló por fin tu casal<br />
primera estrofa se ubica en un día carente de iluminación,<br />
a pesar de que "cruzas tu corazón llamán-<br />
rebeldes palabras la voz y de amargural el vaso de<br />
y te llenó de espinas los ojos y los sueños, I de<br />
dole,..." Luego se evoca la presencia del ángel, la la antigua dulcedumbre;..." Con el laborar poético<br />
inspiración poética, con imágenes que recrean la se da sentido a la existencia y coherencia a los<br />
calma del escritor prolífico: "el roce familiar de sus sentimientos humanos de dolor y de alegría, el júbilo<br />
alas"6 o "la dulzura de sus manos tranquilas". Como<br />
contraste, la ausencia de la voz poética se refleja el sufrimiento; por eso, la pérdida de esta capacidad<br />
de la creación artística hace soportable la muerte y<br />
en el silencio del ángel que no responde: "Dices su se compara con una "herida verdadera", con un destierro<br />
temporal y el ambiente ideal y espiritual se<br />
nombre, clamas en el vacío" y se llega, entonces, a<br />
la conciencia del abandono y de la soledad y sólo se torna en "heredad sollozante."<br />
siente el "miedo de encontrar sus espadas" -la<br />
infertilidad artística-. "SOLEDAD": <strong>LA</strong> PLENITUD EXISTENCIAL<br />
En la segunda estrofa la imagen del ángel, se<br />
asocia a la lámpara que ilumina las secretas sombras.<br />
las rutas oscuras o los bosques de frío y con<br />
En "Soledad" se agudiza la percepción que permite<br />
gozar el instante de perfecta armonía. El poema<br />
recoge el momento edénico. cuando el yo poético,<br />
73
inmerso en el silencio, se embelesa con la belleza<br />
del entorno y experimenta la plenitud existencial.<br />
Soledad<br />
Nada igual a esta dicha<br />
de sentirme tan sola<br />
en mitad de la tarde<br />
y en mitad del trigal;<br />
bajo el cielo de estío<br />
y en los brazos del viento.<br />
soy una espiga más.<br />
Nada tengo en el alma.<br />
Ni una pena pequeña<br />
ni un recuerdo lejano<br />
que me hictera soñar. ..<br />
8610 tengo esta dicha<br />
de estar sola en la tarde.<br />
jcon la tarde no más!<br />
Un sUencio muy largo<br />
va cayendo en el trigo,<br />
porque ya el sol se aleja<br />
y ya el viento se va;<br />
¡quien me diera por siempre<br />
esta dicha indecible<br />
de ser; sola y serena,<br />
un mUagro de paz!<br />
(Alba de olvido, 1942)<br />
Los elementos fundamentales: el sol que<br />
purifica. el aire que mueve las espigas. el trigo que<br />
nutre. ocasionan la paz espiritual y sugieren una<br />
presencia sobrenatural. La metáfora de la espiga<br />
señala la fragilidad e incidentalidad del ser que se<br />
contrapone al viento que pasa y al sol que se aleja;<br />
la respuesta poética es dilatar la vivencia y<br />
atesorarla para el recuerdo. El trigal y el sol de la<br />
tarde son las imágenes asociadas a este instante<br />
que se revive y que recrean un "locus amoenus"<br />
gratificante. El color dorado del sol y del trigo y el<br />
calor implícito del estío refuerzan la presencia de<br />
Dios en las imágenes de luz y de energía. La vía del<br />
Islam es la vía de una conducta que es innata al<br />
hombre desde la creación, desde el principio de la<br />
humanidad. La conciencia adánica surge paralela<br />
al conocimiento innato o al entendimiento de cómo<br />
conducirse en la existencia para evitar la confusión.<br />
Por lo general, la sociedad y los padres corrompen<br />
este estado de sumisión a la realidad natural<br />
(Fadhla1la Haeri, 55). Esta actitud permite disfrutar<br />
la plenitud y el presente. La hablante lírica aguza<br />
los sentidos para dilatar el paso del tiempo y<br />
enriquecer los recuerdos del porvenir con emociones<br />
teñidas de sensaciones.<br />
El paisaje recreado contiene la emoción del momento<br />
y forma parte del panorama espiritual, no<br />
es sólo un escenario de las acciones humanas, es<br />
el reflejo de la perfección divina y el complemento<br />
del ser. A través del paisaje se describen las emociones<br />
y se percibe el paso del tiempo. La naturaleza<br />
se personifica y comparte el destino del ser humano<br />
y es uno de los personajes centrales de la poesía.<br />
<strong>LA</strong> BELLEZA<br />
"CANCIÓN":<br />
y ARMONÍA<br />
COMO PERFECCIÓN<br />
DIVINA<br />
La perfección divina se manifiesta en la belleza del<br />
universo, haciéndola accesible al intelecto y permitiéndole<br />
al ser humano trascender lo cotidiano y<br />
participar de lo absoluto. Annemarie Schimmel en<br />
As Through a Veil: Mystical Poetry in Islam (1982)<br />
estudia la poesía mística islámica y encuentra que<br />
algunos conceptos religiosos islámicos pueden aparecer<br />
en imágenes puramente estéticas que revelan<br />
una tensión entre lo espiritual y lo intelectual, entre<br />
lo sensual y lo suprasensual, sin perder su origen<br />
religioso (4).<br />
Canción<br />
Uévame como una rosa<br />
sobre tu pecho.<br />
Por la tierra y el mar;<br />
74
el verano,<br />
el invierno,<br />
como una rosa, viva<br />
sobre<br />
tu pecho.<br />
Armadura de seda,<br />
breve escudo de sueño,<br />
en el día del canto,<br />
en la noche del miedo.<br />
No importa que una tarde<br />
me deshoje en el viento.<br />
Te quedará un peifume<br />
dentro del pecho.<br />
(Reencuentro. 1981 )<br />
En "Canción" se recrea el efecto de la belleza y<br />
de la perfección de las rosas, que a pesar de su<br />
fragilidad, dejan una huella indeleble en el ser que<br />
las percibe. La imagen de la rosa combina la vida<br />
emocional y la vida intelectual. "No importa que una<br />
tarde / me deshoje en el viento. / Te quedará un<br />
perfume/ dentro del pecho." La temática del poema<br />
surge de una depurada experiencia del entorno ( el<br />
jardín, las rosas, la noche, el día) y muestra una<br />
reflexión sobre lo primordial de la existencia, del<br />
momento presente, de lo transitorio y de la muerte;<br />
así, se recupera la sensación experimentada y se<br />
verifica lo inefable. Las imágenes que recorren el<br />
poema reflejan una profunda comunicación con la<br />
naturaleza y una conciencia del ser en el tiempo.<br />
Para Ibn Arabi, Dios no puede ser visto en una forma<br />
inmaterial (en Shah, 1<strong>58</strong>), por lo tanto, se manifiesta<br />
en la perfección de lo creado, en la Belleza, en la<br />
Verdad y en la Vida. El sufí al contemplar la perfección<br />
de lo creado puede adivinar y disfrutar de<br />
la presencia divina. El siguiente hadith 7 expresa<br />
este elemento de la filosofía de los su fíes: "Dios es<br />
bello y ama la Belleza ", y así la experiencia estética<br />
sufí busca la perfección, que como aclara Henry<br />
Corbin: "es una necesidad esencial del sufí, de<br />
(d)escribir el mundo en términos estéticos y de<br />
vivirlo también 'estéticamente'." (en Puertas Vilchez,<br />
745 ). Así, la rosa deshojada es la metáfora que<br />
anuncia estéticamente el momento final pero cuyo<br />
perfume trasciende a una vida espiritual y emocional<br />
ya que se niega a desaparecer y queda impregnado<br />
en el pecho del ser amado.8 La rosa. a pesar<br />
de su fragilidad. acompaña al amado en su viaje<br />
por la vida. en los momentos difíciles (la noche del<br />
miedo) y en los momentos felices (en el día del canto);<br />
el poema recrea de manera estilizada la experiencia<br />
de la vida. la temporalidad del ser y el trágico deseo<br />
de permanecer.<br />
"REGRESOS":<br />
<strong>LA</strong> TEMPORALmAD y LO TRANSITORIO<br />
<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> EXISTENCIA<br />
En "Regresos" el paso del tiemp09 y la persistencia<br />
de la memoria son dos elementos que guían a la<br />
autora y que le dan un tono existencial a las vivencias<br />
recuperadas ya los sentimientos cristalizados<br />
en el poema. La fugacidad de la experiencia humana<br />
crea un sentimiento de nostalgia que lleva a evocar<br />
los días de la infancia con un afán de dejar un testimonio<br />
de lo vivido y sentido.<br />
Regresos<br />
Quiero volver a la que un día<br />
llamamos todos nuestra casa.<br />
Subir las viejas escaleras,<br />
abrir las puertas, las ventanas.<br />
Quiero quedarme un rato. un rato.<br />
oyendo aquella misma Uuvia<br />
que nunca supe a ciencia cierta<br />
si era de agua o si era música.<br />
Quiero salir a los balcones<br />
donde una niña se asomaba<br />
a ver llegar las golondrinas<br />
que con diciembre regresaban.<br />
75
Tal vez la encuentre, todavía,<br />
jijos los ojos en el tiempo,<br />
con una llama de distancias<br />
en lapequeñajrente ardiendo.<br />
Quiero cruzar el patio übto<br />
de sol y rosas y cigarras.<br />
Tocar los muros encalados.<br />
el eco ausente de las jaulas.<br />
Acaso aún estén volando<br />
en torno suyo las palomas,<br />
y me señalen el camino<br />
que va borrándose en la sombra.<br />
Quiero saber si lo que busco<br />
queda en el sueño o en la infancia.<br />
Que voy perdida y he de hallarme<br />
en otro sitio, rostro y alma.<br />
(Reencuentro. 1981)<br />
Las vagas imágenes del pasado regresan con<br />
aromas, sonidos, colores, formas, que reviven anécdotas<br />
y sentimientos que han dejado huellas en la<br />
vida emocional y así, las vivencias del presente se<br />
ensanchan con las ya experimentadas: "Quiero cruzar<br />
el patio tibio/ de sol y rosas y cigarras. / Tocar<br />
los muros encalados,/ el eco ausente de la s jaulas".<br />
La disciplina sufi conecta el mundo real con una<br />
dimensión abstracta atópica pero experimentada<br />
en el interior del ser. Así, est~ imágenes poéticas<br />
materializan los conceptos de lo temporal y espacial<br />
a través de las sensaciones sonoras (ecos), táctiles<br />
(muros), visuales (el patio), olfativas (rosas), que le<br />
ayudan a recobrar la casa y las vivencias de la infancia.<br />
Shaykh Fadhlalla Haeri dice que los pensamientos<br />
abstractos y las emociones son consideradas<br />
como formas de conciencia más sutiles y<br />
superiores en la escala de las percepciones humanas<br />
(como son oír, "sentir", ver), estos atributos siguen<br />
un orden divino que permea los mecanismos<br />
que gobiernan la materia. No se puede hablar de la<br />
conciencia pura, debe ser experimentada. Es el estado<br />
del ser (60). Razón por la cual la mirada captura<br />
el paisaje dentro de un marco existencial: "Quiero<br />
volver a la que un día/ llamamos todos nuestra<br />
casa." El oído registra los sonidos en un pentagrama<br />
emocional: "Quiero quedarme un rato, un rato, /<br />
oyendo aquella misma lluvia/ que nunca supe a<br />
ciencia cierta/ si era de agua o si era música." y la<br />
memoria decanta la sensación y la convierte en material<br />
poético: "Quiero volver a la que un día/ llamamos<br />
todos nuestra casa. / Subir las viejas escaleras,/<br />
abrir las puertas, las ventanas."<br />
Meira Delmar con Ramiro Moreno Noriega (der.J. rector de la<br />
Corporación Universitaria de la Costa. en el homenaje que esta<br />
institución ofreció a la poetisa. Barranquilla. 2000.<br />
El poema sugiere el continuo retorno del ayer<br />
que vuelve en las intuiciones y en las emociones<br />
del ahora: "Quiero saber si lo que buscol queda en<br />
el sueño o en la infancia. I Que voy perdida y he de<br />
hallarme/ en otro sitio, rostro y alma." Un rostro<br />
evoca otro, una emoción se enriquece y se matiza<br />
con otras ya experimentadas. Se indaga en los<br />
vestigios del pasado, en los gestos y las actitudes<br />
de la infancia para encontrar rastros en el presente<br />
que permitan enlazar pasado, presente y futuro<br />
con puentes que establezcan conexiones intelectuales<br />
y emocionales en la memoria haciendo posible<br />
recordar el futuro y revivir el pasado. Estas sensaciones<br />
e imágenes son elementos que crean una<br />
continuidad en la experiencia humana y le dan coherencia<br />
y trascendencia a la vida emocional, dejando<br />
rastros de lo ya vivido y experimentado.<br />
"HUÉSPED<br />
SIN SOMBRA":<br />
<strong>LA</strong> MUERTE y EL OLVIDO<br />
La experiencia pasajera de la vida y la muerte como<br />
un viaje son los temas de "Huésped sin sombra",<br />
último poema de Reencuentro. El yo lírico se presenta<br />
como un huésped que al momento de la partida<br />
final solo se lleva "er~rostro en paz y el corazón<br />
en guerra". Con este oxímoron se expresa el continuo<br />
trajinar de la existencia, la satisfacción de lo<br />
vivido y la frustración por lo que no se llevó a cabo;<br />
la paz de la existencia vivida a plenitud y la inconformidad<br />
con la muerte que pronto llega; así. se<br />
reflejan ciertos aspectos del sufismo: "lo que se ha<br />
denominado el arte de vivir del sufi. la vida como<br />
arte interpretado primordialmente a través de la<br />
práctica de la escritura y del viaje, y en su doble<br />
76
tendencia estética y trágica" (Puertas Vilchez, 745 ).<br />
Huésped sin sombra<br />
Nada deja mi paso por la tierra.<br />
En el momento del callado viaje<br />
he de llevar lo que al nacer me traje:<br />
el rostro en paz y el coraz6n en guerra.<br />
Ninguna voz repetirá la mía.<br />
de nostálgico ardor yjiel asombro.<br />
La voz estremecida con que nombro<br />
el maJ; la rosa, la melancolía.<br />
No volverán mis ojos renacidos<br />
de la noche a la vida siempre Uesa.<br />
a beber como un vino la belleza<br />
de los mágicos cielos encendidos.<br />
Esta sangre sedienta de hermosura<br />
por otras venas no será cobrada.<br />
No habrá manos que tomen, de pasada,<br />
la viva antorcha que en mis manos dura.<br />
Nifrente que mi sueño mutilado<br />
recoja y cumpla victoriosamente.<br />
Conjuga mi existir tiempo presente<br />
sinfuturo después de su pasado.<br />
Término de mí misma, me rodeo<br />
con el anillo cegador del canto.<br />
Vana marea de pasión y llanto,<br />
en mí naufraga cuanto miro y creo.<br />
A nadie doy mi soledad. Conmigo<br />
vuelve a la orilla del paVO1; ignota.<br />
Mido en silencio lafmal derrota.<br />
Tiemblo<br />
del día. Pero no lo digo.<br />
(Reencuentro. 1981 )<br />
El verso con que se inicia el poema: "Nada deja<br />
mi paso por la tierra." tiene varias connotaciones<br />
que aluden a diferentes aspectos vivenciales que<br />
sintetizan la trayectoria vital del yo lírico en una<br />
doble vertiente material yespiritual. Su paso por el<br />
mundo es como el de una "sombra" que no deja<br />
huella visible por lo leve de su presencia, por el<br />
amor profesado al entorno: "el mar, la rosa" y "los<br />
cielos encendidos". Su quehacer poético ha sido<br />
algo propio y muy íntimo, idea que se expresa en el<br />
poema: "Ninguna voz repetirá la mía/ de nostálgico<br />
ardor y fiel asombro." Los otros temas primordiales<br />
son: la muerte, destino final, que aniquila la<br />
individualidad de cada ser: "en mí naufraga cuanto<br />
miro y creo"; la soledad como una condición vivencial<br />
ineludible: "A nadie doy mi soledad. Comnigo/<br />
vuelve a la orilla del pavor, ignota. / Mido en silencio<br />
la final derrota. / Tiemblo del día. Pero no lo digo";<br />
y el olvido que es otra forma de morir y de desaparecer<br />
sin dejar huella. Concepto que ya se cristaliza<br />
en la cuarta estrofa: "Esta sangre sedienta de<br />
hermosura/ por otras venas no será cobrada. / No<br />
habrá manos que tomen, de pasada, / la viva antorcha<br />
que en mis manos dura. " Este ardiente deseo<br />
de proyectarse en el futuro y de continuar la existencia<br />
en otros muestra un afán de conquistar la<br />
muerte y el olvido.<br />
El poema refleja un sentimiento dual: la plenitud<br />
de lo vivido y "la tristeza que surge por la sensación<br />
de desarraigo y de [la) caducidad inmediata de la<br />
condición humana (Puertas Vilchez, 763-764)<br />
experimentada en el suftsmo. El poema recoge los<br />
sentimientos y emociones más vitales que conmueven<br />
al ser humano: el amor a la vida, el temor a la<br />
muerte y el anhelo de trascender; temas que son<br />
fundamentales en la poesía de Meira Delmar. El<br />
amor, el paso del tiempo, la memoria, son los sentimientos<br />
esenciales que permean su creación y han<br />
sido una temática constante en su breve pero profunda<br />
y exquisita obra.<br />
NOTAS<br />
1 Muchas de las ideas de este artículo ya las había trabajado<br />
en el ensayo sobre Meira Delmar que se publicó en Nueva Gaceta.<br />
Bogotá, 2(2000).<br />
2 Es el seudónimo con el cual se dio a conocer O.ga Chams<br />
Eljach (Barranquilla, 1922) una de las más reconocidas autoras<br />
del país y una de las pocas mujeres que ha sido elegida como<br />
miembro correspondiente de la Academia ColombIana de la<br />
Lengua. Su labor poética se inició en los años cuarenta con<br />
Alba de olvido (ver bibliografia) obra que ya mostraba los temas<br />
y el estilo que iban a definir sus versos.<br />
3 En una visita a Barranquilla en agosto del 2000, discutía<br />
con Meira Delmar y Campo Elías Romero sobre las raíces de su<br />
poesía. Ella dijo que nunca había pensado en el sufismo hasta<br />
que leyó el artículo que escribí en Utemtum y diferencia en 1995.<br />
Campo Elías Romero también ve esta influencia y la analiza en<br />
su artículo: "La presencia del Angel o el ángel de la presencia",<br />
Barranquilla, marzo de 1999, (inédito). Llegamos a coincidir en<br />
su dedicación a la estética de lo bello, sin que por ello ignore el<br />
sufrimiento y la tragedia como lo prueba su poema a Raúl Gómez<br />
Jattin. Su continuo trabajo con su lírica y su afán por la perfección<br />
del verso se hizo evidente cuando recitó de memoria sus<br />
poemas:<br />
4 Deseo agradecer a Campo Elías Romero su generosa ayuda<br />
al proporcIonarme material para este artículo.<br />
5 La revista Semana, # 882 de 1999, destaca: "Los cIen libros<br />
colombIanos del siglo" y entre los elegidos está Alba de olvido<br />
(1942) de Meira Delmar; yen 1994, la Universidad de Antioquia<br />
consagró sus versos como "Ios mejores de la patria". Huellas:<br />
Revista de la Universidad del Norte, publicó "Dossier Meira<br />
Delmar", 47.48(1996):71-93, como homenaje a su obra y por<br />
haber sido elegida miembro de la AcademIa Colombiana de la<br />
'7'7
Lengua en 1995 con artículos de Dora<br />
Castellanos. Gabriel Alberto Ferrer Ruiz<br />
y Yolanda Rodríguez Cadena. El<br />
Instituto Caro y Cuervo publiCÓ en el<br />
año 2000 en su serie "La Granada<br />
Entreabierta" una antología de los<br />
poemas de la autora con un prólogo de<br />
Fernando Charry Lara y un estudio de<br />
Juan Gustavo Cobo Borda. También<br />
han estudiado la obra de esta autora:<br />
Javier Arango Ferrer y Campo Elías<br />
Romero Fuenmayor.<br />
6 Gilbert Durand en Las estructuras<br />
antropol6gtcas de lo tmagtnario analiza<br />
las imágenes ornttológtcas y encuentra<br />
"que remiten al deseo dinámico de<br />
elevación y de subl1mación" ( 123 ). Y cita<br />
a Gaston Bachelard quien esboza "una<br />
'ptereosicologia. donde convergen el ala.<br />
la elevación. la flecha. la pureza y la<br />
luz" (123).<br />
Po~da del disco comp<br />
7 Hadith es el térmIno que dan los de Metra<br />
musulmanes a una afirmación que<br />
creen contiene las prácticas y preceptos del Profeta (Ctiddon;<br />
398).<br />
8 Puertas Vilchez en Histolia del pensamiento árabe dice que:<br />
"La poética amorosa árabe se combIna con los textos sagrados<br />
y. viceversa. para transformarse ambos en pensamiento y<br />
experiencia vital. y convertir el discurso filosófico en puro<br />
lenguaje poético" (7<strong>58</strong>- 7<strong>59</strong>). Esta afirmación la podemos utilizar<br />
con la visión estética que permea la obra de Metra Delmar y que<br />
le crea un lugar único en el panorama literario nacional.<br />
9 Yolanda Rodriguez Cadena analiza este tema en "Ser y<br />
temporalidad en Laúd menwrioso" en Huellas. (1996):90-92.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
Obras de Meira Delmar<br />
Pasa el vIento: antología poética 1942-1998. Serie "La granada<br />
entreabierta", 88. Pról. Fernando Charry Lara. Bogotá.<br />
Instituto Caro y Cuervo. 2000<br />
-AlguIen pasa. Bogotá: Carlos Valencia Editores. 1998.<br />
-Laúd Memolioso. Bogotá: Carlos Valencia Editores, 1995.<br />
-Reencuentro. Bogotá: Carlos Valencia Editores, 1981.<br />
-Huésped sin sombra. (Antología del Instituto Colombiano<br />
de Cultura Hispánica. Int. Javier Arango Ferrer, Bogotá:<br />
Editorial Kelly. 1971.<br />
-.Poesía. Antología Bilingüe ltaliano-<br />
Espafiol, int. Javier Arango Ferrer, trad.<br />
Mario Vitale, Siena, Italia: Editorial<br />
Mala, 1962.<br />
-.Secreta Isla. Barranquilla: Editorial<br />
Arte, 1951.<br />
-.Verdad del sueño. Barranquilla:<br />
Editorial Arte, 1946.<br />
-.Sitio del amor: Barranquilla: Editorial<br />
Mejoras, 1944.<br />
-.Alba de olvido. Barranquilla: Editorial<br />
Mejoras, 1942.<br />
Obras citadas<br />
Cuddon, J.A. A Dtcttonary o] Uterary<br />
Terms and Uterary Theory. 3 ed., Oxford:<br />
Bas1l Blackwell, 1991.<br />
Durand, Gilbert. Las estructuras<br />
,acto Antología 'tica antropológtcas de lo tmagmario. Trad.<br />
D 1 poe Mauro Armiño. Madrid: Ediciones Taue<br />
mar.<br />
rus, 1981.<br />
Fadhlalla Haeri, Shaykh. The Elements<br />
o] Sujlsm. Nueva York: Barnes & Nobles, 1990.<br />
Ferrer Ruiz, Gabriel Alberto. "Los inmlgrantes en Meira Delmar".<br />
Huellas, Revista de la Universidad del Norte, ( 1996):87 -89.<br />
García Márquez, Gabriel. "Secreta isla " en Obra periodística. Textos<br />
costeños. Comp. y pról. Jacques G1lard. Barcelona: Bruguera,<br />
1(1981):675-676.<br />
Jaramillo, María Mercedes. "La poética amorosa de Meira Delmar".<br />
Literatura y di]erencia. Escritoras colombianas del siglo<br />
xx. Eds. María Mercedes Jaramillo, Betty Osorio y Angela<br />
Inés Robledo, Bogotá: Ediciones Uniandes, Medellín: Editorial<br />
Universidad de Antloquia, 1(1995):131-149.<br />
-."La influencia sufi en la obra de Meira Delmar." Revista de<br />
colombianistas. Bogotá: Tercer Mundo, 21(2000).<br />
-."Una ffiosofia esencial en la poesía de Meira Delmar". Bogotá,<br />
Nueva Gaceta, 2(2000).<br />
Lings, Martin. What Is Sujlsm? Berkeley: University of California<br />
Press, 1977.<br />
Puertas V1lchez, José Miguel. Historia del Pensamiento Estético<br />
Árabe. Madrid: Ed. Akal, 1997.<br />
Romero Fuenmayor, Campo Elías. "La presencia del Angel o el<br />
ángel de la presencia", Barranquilla, marzo de 1999 (inédito).<br />
Schimmel, Annemarie. As Through a Vea: Mystical Poetry in Islam.<br />
Nueva York: Columbia University Press, 1982.<br />
Shah, ldries. The Sujls. lntroductlon by Robert Graves, Nueva<br />
York: Anchor Books, 1964.<br />
78
LÍRICA<br />
Renata Pallottini*<br />
Fldel1na González**<br />
(traducción)<br />
AMOR<br />
COLUMNAS<br />
* Columnas.<br />
La alegría<br />
de ser.<br />
La alegría<br />
de no ser<br />
sola.<br />
Que son ningún ruido<br />
ningún resquicio.<br />
Simplemente columnas<br />
en línea.<br />
Tan simples.<br />
La alegría<br />
sola<br />
de ser<br />
alegría.<br />
*<br />
En el primer momento<br />
nunca se sabe.<br />
Sólo se sabe cuando ya es tarde.<br />
El primer momento es el descubrimiento,<br />
Sólo el segundo momento<br />
es el primer momento.<br />
y el primer momento<br />
es tan lleno de errores.<br />
Mal sabíamos que la vida<br />
era sólo eso mismo:<br />
todo el tiempo, todo el tiempo<br />
un primer momento.<br />
* Brasileña. Dramaturga. escritora. poetisa. Profesora de la<br />
Escuela de Arte Dramático y la Escuela de Comunicaciones y<br />
Artes. Sao Paulo. y de la Escuela Internacional de Cine y TV de<br />
San Antonio de los Baños. Cuba. Estas poesías fueron cedidas<br />
por su autora especialmente para Huellas.<br />
** Cubana. Dramaturga. Profesora de la Universidad de Sao<br />
Paulo y la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de<br />
los Baños.<br />
Unísonas.<br />
*<br />
Altas colinas.<br />
Astas blancas en lo azul<br />
Altas columnas.<br />
*<br />
Erecto se hace un hombre<br />
con la columna del cuello<br />
y el dorso recto.<br />
Luego, la columna del sexo,<br />
rehace ese proceso.<br />
*<br />
Cuatro columnas en el agua.<br />
¿Templo o<br />
pórtico o<br />
nave?<br />
Con la cabeza espumajeada<br />
cuatro columnas en el agua:<br />
un caballo.<br />
(Isla de Mykonos)<br />
Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Unlnorte. Barranquilla<br />
pp. 79-80. 04-08/MM. ISSN 0120-2537<br />
79
p ARA ABRIR <strong>LA</strong>S MAÑANAS<br />
En mi tierra todavía no es mañana<br />
en toda la tierra todavía no es mañana<br />
todavía no es mañana en el valle nublado<br />
donde las imágenes se diluyen en una tela<br />
todavía no duelen los ojos como si fuese mañana<br />
todavía no siento el gusto amargo, todavía no es mañana<br />
puedo fingir el ser como si fuese noche<br />
puedo fingir la inconsciencia, el sueño.<br />
Puedo ahondar en el sueño voluntariamente<br />
puedo soñar el beso. el encuentro. alguna sonrisa<br />
puedo fingir la calidez de los días<br />
todavía no es mañana y la vida no comenzó<br />
todavía no somos libres ni sabemos nada<br />
mi pueblo nada sabe, todavía no es mañana<br />
mi pueblo todavía piensa en juegos y riquezas<br />
mi pueblo todavía sueña soluciones<br />
todavía no es mañana, duermen mendIgos bajo los puentes<br />
bajo los elevados y en los portales<br />
todavía desfallecen nIños sin sentido<br />
todavía mIs sentidos palpan su dolor<br />
no es mañana, los perros no bostezan<br />
los gallos no cantaron su canto de denuncia<br />
el sol no me aparece con sus colores incontenidos<br />
todavía el sol no me calienta, todavía no es mañana<br />
todavía te amo inesperadamente<br />
todavía no partiste y yo no partí<br />
todavía no lloramos y mi pueblo no sabe nada<br />
en mi país todavía no es mañana<br />
tardará mucho tal vez, las horas son misterio<br />
tardará mucho todavía, la conciencia hiere<br />
se golpea mi ser, saber maltrata<br />
tardará mucho tal vez, todavía no es mañana.<br />
Mi vuelo va. mi vuelo determinado<br />
es hora de llorar. todavía no es mañana<br />
tardará mucho. tal vez. una palabra tuya<br />
un gesto tuyo<br />
para abrir las mañanas.<br />
* *<br />
80
Mercado público de BarranquUla<br />
(1965,óleo sobre madera, 24 x 97 cm, colección particular, Bogotá,)<br />
Claudine<br />
Bancelin<br />
Ve la luz el primer libro sobre la vida y obra de Noé<br />
León. un artIsta que vivió en Barranquilla. que alcanzÓ<br />
la fama en el ocaso de su vida y con ello se<br />
consagró como el padre de la pintura primitivista<br />
en Colombia.<br />
La publicación. hasta ahora de circulación pri-<br />
* Periodista de la Universidad Javeriana. Diplomada en<br />
Periodismo de la Universidad del Norte. Actualmente. estudIa<br />
literatura en la UniversIdad del Atlántico, y es bIbliotecaria del<br />
ColegIo Británico,<br />
vada y realizada por El Sello Editorial, viene precedida<br />
por tres premios entregados por la industria<br />
gráfica como el mejor libro ilustrado de 1999.<br />
Su producción estuvo a cargo de varios barranquilleros:<br />
José Antonio Carbonell, en la dirección<br />
editorial, Eduardo Serrano, en sus textos, Enrique<br />
Dávila, en la cronología, y Claudine Bancelin, en la<br />
investigación.<br />
Cuando se cumplen 22 años de su muerte y se<br />
I. El Juan B. Elbers (1965. óleo sobre madera.<br />
archivo fotográfico de la Bibiloteca Luis Angel Arango. Bogotá.)<br />
D. Titulo desconocido<br />
(1965. óleo sobre madera. 40.5 x 69 cm, colección particular. Bogo1á.)<br />
Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Uninorte. Barranquilla<br />
pp. 81-85. 04-08/MM. lSSN 0120-2537<br />
81
conmemoran 93 de su nacimiento, reaparece Noé<br />
León, con su nombre de diluvio y apellido de animal<br />
salvaje y su delirio por los perros del vecindario<br />
que desfilaban por su patio polvoriento en busca<br />
de sancocho y alkaseltzer. Un diario que llevaba<br />
sobre ellos marcaba el fin de cada día y el menú<br />
que había consumido cada uno, y que le valía el<br />
medicamento efervescente según los dictámenes de<br />
León.<br />
Noé León, un ecólogo antes de la ecología, un<br />
pintor de ingenuidades y reflexiones, un maestro<br />
de la vida, de la naturaleza, pintor de pueblos, de<br />
buses, de campos de animales.<br />
Alguna vez pintó en los patios de las casas que<br />
tenía. Por ello una niña barranquillera se escondía<br />
entre los matorrales del patio para observarlo en<br />
tremendo silencio mientras él pintaba a San Rafael<br />
como manda única para la enfermedad de su abuela,<br />
que lánguida y sudorosa se debatía entre los<br />
estertores de la muerte que resultaron inútiles, porque<br />
poco después se entregó a los oficios caseros<br />
como si nada hubiese pasado.<br />
Pero muchas veces no vendía nada, y entonces<br />
pagaba con cuadros que luego colgaban en las paredes<br />
mustias en reemplazo de calendarios de bombas<br />
de gasolina con mujeres con vestidos de baño<br />
de tigre y piernas fabulosas. Cuadros que seguramente<br />
yacen olvidados sin que sus dueños se hayan<br />
percatado nunca que esa obra de trazos coloridos<br />
reposa también en museos de Europa y América,<br />
en casa de grandes coleccionistas privados, de<br />
expresidentes del continente y de poetas desesperados<br />
de amor.<br />
Por ello mientras se gestaba este libro. siete cuadros<br />
de él cayeron en un tonel de basura después<br />
de que los aguaceros torrenciales de Barranquilla<br />
devastaran un tanto los colores encendidos, y su<br />
La niña. ahora es Rafaela Voss, quien dirige el<br />
Centro de Documentación para la Mujer de la Universidad<br />
del Atlántico y quien con sus recuerdos<br />
primeros ayudó a recrear algunas intimidades del<br />
artista para este proyecto editorial.<br />
Noé León. pegado a sus carnes flacas. recorría<br />
las calles barranquilleras con los cuadros aún olorosos<br />
a trementina hasta que vendía alguno de ellos.<br />
y entonces refrescaba su garganta reseca en las tiendas<br />
del barrio. con cervezas que animaban su espíritu<br />
y rompían el letargo de su miseria.<br />
ArrIba<br />
Adán y Eva<br />
(1964. archivo fotográfico<br />
de la Biblioteca LuIs Angel Arango. Bogotá.)<br />
Abajo<br />
Mtstonero comIdo por tigre<br />
óleo sobre madera, x 80 cm,<br />
(1967. 60<br />
colección particular. caU.)<br />
82
dueña decidiera que treinta años habían sido suficientes<br />
para la decoración de sus paredes.<br />
Una tarde de recorridos. Noé León atinó a pasar<br />
por una tienda de intelectuales llamada "La Cueva<br />
H donde en vez de sancocho cocinaban boullabaise.<br />
"Recuerdo perfectamente la figura que dobló la<br />
esquina de la calle <strong>59</strong> con el boulevard Roosevelt y<br />
se encaminó hacia el norte".l<br />
Una llamada que salió de allí cambiaría su vida<br />
para siempre.<br />
jOye. ven acá!<br />
¿Qué llevas ahí?<br />
Ajá. unos cuadros<br />
Deja ver, deja ver.<br />
Entonces lo rodearon Eduardo Vilá, José Gómez<br />
Sicre, Alvaro Cepeda. Alejandro Obregón, quien<br />
después le fue enseñando con sus trazos prodigiosos<br />
cómo podía pintar mejor sus inmensos lagartos<br />
que aún permanecen en reserva con los suyos<br />
entre las gavetas de una casa del Barrio Abajo.<br />
Meses después. la burguesía ostentaba en sus<br />
salas de gobelinos y tapetes persas, los cuadros de<br />
Noé León pintados en los patios de ciruelos y mangos<br />
que reverdecían en el barrio San Felipe.<br />
A los 54 años saltó de repente a la fama. Apareció<br />
en los periódicos del país y en otros países lejanos<br />
cuyo idioma de consonantes no entendía nadie<br />
en el barrio. Expuso en Baden-Baden. Se metió en<br />
los cuentos de Juana de Álvaro Cepeda Samudio.<br />
Fue secuestrado por años para que pintara prolífico<br />
y en silencio. Maravilló a presidentes y poetas.<br />
Trastocó mentes mercantiles. ya su alrededor se<br />
tejieron toda clase de quimeras.<br />
Llegó a la fama recorriendo las calles de Barranquilla.<br />
una ciudad inundada por la arena de sus<br />
playas y su río. engalanada de flores de matarratón.<br />
y cayenas que florecían perpetuamente desde muchos<br />
años antes que León hubiese llegado desde<br />
las montañas de la última cordillera. Calles que eran<br />
escenario de hombres que vendían butifarras y bollo<br />
de yuca. anunciadas por el golpe del cuchillo.<br />
de negras voluptuosas que cargaban cocadas y de<br />
muchachos de barrios que jugaban a la bola de tra-<br />
83
po al ritmo de los radios roncos de las cocinas de<br />
las casas de donde salía el son de La Pollera Colorá.<br />
Entró a la élite. Conoció los salones, alternó con<br />
los cultos. lo fotografiaron, lo embriagaron de fatuidad.<br />
y de pronto cometió la irreverencia. Creó<br />
su propio mundo cuando organizaba a los pintores<br />
en un tren de olvido, cuando el tigre saboreaba al<br />
cura. o cuando dibujaba el infierno con monjas y<br />
lechuzas.<br />
Atrás habían quedado los paisajes que copiaba<br />
de tarjetas postales nórdicas que nunca se vendían<br />
en los estantes y que él copiaba con riguroso tacto<br />
y las que después enmarcaba de repente alIado de<br />
algún recodo del trópico.<br />
Así. sin ninguna pretensión más que la intui-<br />
ción. sin ningún óleo más que las pinturas baratas<br />
de avisos de paredes de barrios populosos.<br />
Mientras tanto. se gestaba Macondo. los hippies<br />
se unían en Woodstok, el hombre llegaba a la Luna,<br />
los estudiantes se rebelaban en París y Vietnam<br />
estallaba en mil tragedias. La actividad de la Tierra<br />
estaba en completa ebullición y todos vivían momentos<br />
intensos. Noé León participaba de esa euforia.<br />
de esa irreverencia colectiva.<br />
Alguna vez uno de los intelectuales lo quiso probar.<br />
a él que venía de los barrios humildes de la<br />
ciudad y lo asemejaron con Rousseau, el aduanero.<br />
el famoso primitivista francés, el primero en<br />
manejar la pintura con una simplicidad fascinante<br />
y "a quien sin duda usted debe conocer y Noé contestÓ<br />
tragando saliva y en este orden. con una voz<br />
V(a Aracataca<br />
(1970, óJeo sobre madera,<br />
57.5 x 89 cm, coJecclón Banco de<br />
Crédito, Bogotá.)<br />
84
en la que se percibía el espíritu vivaz de los aguardientes;<br />
¿pintores? Solamente conozco tres:<br />
Obreg6n. Don Picasso y yo."<br />
Aunque no tuvo hijos, fue padre del primitivismo<br />
y de los gatos. los perros y los loros del vecindario.<br />
Se fue quedando ciego y cambió las tejas de su<br />
techo de eternit por una tejas transparentes que le<br />
bajaron del cielo las luces que ya no irradiaba de<br />
sus ojos.<br />
Con la ceguera, la tristeza y más achaques hasta<br />
la muerte, tuvo tiempo para pensar en sus pupilos'<br />
por eso antes de morir le dejó dicho a José Alherto<br />
Ruhiano "que se haga cargo de mis animales"'<br />
precisamente a él, que tanto fastidio le causahan.<br />
Murió y ya la gloria lo precedía pero a su entierro<br />
SÓlo fueron sus vecinos humildes. "y el verdadero<br />
entierro de Noé León. desolado y sórdido, efec-<br />
~uado el sábado en las horas de la tarde en loS Jarfines<br />
del Recuerdo, de ese imaginario cortejo fúne-<br />
)re SÓlo estuvo presente el cuerpo magro. enlutado<br />
te gris. de su anciana y muy enferma Rosita Casti-<br />
10."2<br />
"Delgada hasta el patetismo, triste, ausente,<br />
Rosita Castillo permanecía sentada sin pronunciar<br />
palabra alIado del modesto ataúd color caoba colocado<br />
en el centro de la sala."3<br />
Hoy con la obra de El Sello Editorial, para la<br />
cual colaboraron una gran cantidad de coleccionistas<br />
barranquilleros y de otras ciudades del país<br />
y del mundo, Noé León vuelve a vivir a través de su<br />
pintura naif, esa que inundó de colores, de animales,<br />
de tigres y de selvas, aquellas que contaban los<br />
contertulios de "La Cueva", quienes en su mayoría<br />
se dedicaban a la cacería.<br />
Sus obras se han vuelto a cotizar en las galerías<br />
y se ha vuelto a hablar de este hombre ocañero a<br />
quien el destino hizo barranquillero.<br />
NOTAS<br />
1 RIVERO, Mario. "Un primitivo". El Espectadol: MagazÚ1 Domtnical.<br />
Bogotá, agosto 7 de 1966.<br />
2 EMILIANI HEILBRON, OIga. "Noé León no podrá pintar su<br />
entierro" .El Heraldo. Barranquilla, noviembre 5, 1978.<br />
3 Idem.<br />
85
LIBROS ,<br />
Veinticinco cuentos barranquilleros<br />
Espejo de paso al país de las maravillas<br />
Silvio Martínez<br />
Palau*<br />
Si la antología. o selección. Veinticinco cuentos<br />
barranquUleros (Barranquilla: Ediciones Uninorte.<br />
2000) se hizo con la intención de ver el proceso del<br />
cuento en Barranquilla, como afirma el prologuista<br />
Ramón l11án Bacca, habría que decir que el proceso<br />
del cuento barranquillero es el proceso del cuento<br />
mundial. u occidental, para ser estrictos. También<br />
se podría decir que si hubo y hay cuento en Barranquilla,<br />
éste deriva en última<br />
instancia de literaturas que nunca<br />
se apercibieron de la presencia<br />
literaria latinoamericana, fuese<br />
ésta casi una imitación de las<br />
literaturas europeas o no. Sólo en<br />
las últimas décadas del siglo<br />
pasado, Europa y los Estados<br />
Unidos comenzaron a darse<br />
cuenta de nuestra literatura, a<br />
leerla, a través de las obras de<br />
Borges y García Márquez. En la<br />
pintura, desde Delacroix, pasando<br />
por Gauguin y Picasso, se dio<br />
un reconocimiento y una búsqueda<br />
de un mundo más allá del<br />
europeo. En la literatura sólo con<br />
G.G.M. Europa y EE.UU. se dieron<br />
cuenta de que en Latinoamérica<br />
había algo que leer y hasta imitar.<br />
Nuestras literaturas. pues,<br />
* (Colombia, 1954). Es profesor de secundaria en el sistema<br />
públiCO educativo de la ciudad de Nueva York. Escribe cuentos<br />
(Mude in USA, Ediciones del Norte. New Hampshire, 1986), teatro<br />
(The English Only Restaurant. Samuel French, London, 1992,<br />
Puerto Rican Traveling Theater / Kennedy Center, 1990; Our<br />
Wonderjul Theatre, L.A.T.E.A. Theater, 1995) y guiones<br />
cinematográficos (Celeste, Metropolis Productions, México/Los<br />
Angeles, 1999). Está elaborando en el momento una serie de<br />
televisión.<br />
sufrieron por largo tiempo el embate de un colo.<br />
nialismo cultural.<br />
Sin embargo -ya excepción de dos o tres instancias<br />
en las que no se ve un cuento sino a alguien<br />
queriendo pasar por escritor- Veinticinco cuentos<br />
barranquUleros brinda una muy buena lectura. A<br />
casi todos estos relatos los une la ciudad de Barranquilla<br />
y sus alrededores. no son<br />
cuentos de autores barranquilleros,<br />
pues hay varios cartageneros y del<br />
Magdalena y Sucre, uno de Cali y<br />
dos españoles. que, claro está, viven<br />
o vivieron en Barranqui.la. Tal vez<br />
la ausencia de García Márquez en<br />
esta selección se deba (y de esto no<br />
estoy seguro) a que el Nobel. por<br />
más que haya sido un impulsor del<br />
cuento en Barranquilla desde<br />
mediados del siglo pasado. nunca<br />
escribió un cuento con la ciudad<br />
como fondo. Esto hace de la<br />
antología más que un punto de<br />
estudio del desarrollo del cuento en<br />
Barranquilla, una selección de<br />
cuentos con ésta como fondo y<br />
escenario -una especie de<br />
homenaje a la ciudad. No estoy muy<br />
claro en los propósitos expresados<br />
por el prologuista.<br />
Pero la diversidad de personajes, situaciones,<br />
estilos y calidad hacen de esta colección un punto<br />
de entrada que podría ser la boca del Averno, en<br />
ocasiones, o el espejo de paso al país de las maravillas,<br />
en otras. De cualquier modo, a través de toda<br />
la lectura se hace sentir el ajetreo humano de una<br />
urbe que se evoca en lo inmediato, en el recuerdo o<br />
86 Huellas <strong>58</strong>-<strong>59</strong>. Uninorte. Barranqullla<br />
pp. 86-88. 04-08/MM. ISSN 0120-2537
Noé Leon:<br />
Mercado<br />
barrqnquillero<br />
(1969. óleo sobre madera.<br />
49 x 79.5 cm. colección<br />
particular. Bogotá.)<br />
en el sueño. No puede haber aquí costumbrismos<br />
campesinos sino vida citadina. Vemos en esta colección<br />
personajes provenientes de distintas vecindades<br />
de una ciudad que cuando no se nombra se<br />
la identifica con el mar, los trupillos, matarratones<br />
y otros distintivos de la Arenosa. Los personajes<br />
que aparecen provienen de todas las camadas<br />
sociales, de diversas profesiones, familias, oficinistas,<br />
conventos, hospitales, escuelas de muchachos,<br />
en total, vemos una ciudad que rezuma vida, con<br />
sus alegrías, deseos y dolores.<br />
y la calidad de estos cuentos. que es lo que realmente<br />
importa desde un punto de vista literario. es<br />
variada como afirmé anteriormente. El primero de<br />
ellos. "Ocaso". publicado en 1922 por Víctor Manuel<br />
García Herreros a sus veintiséis años. es un cuento<br />
que no por bueno no deja de mostrar unas influencias<br />
inglesas y españolas demasiado marcadas y<br />
que quizás fueron mejor digeridas en la producción<br />
posterior del autor. En este cuento vemos palpable<br />
la influencia de Oscar Wilde. con sus recintos y personajes<br />
pre-rafaelistas en pos del epigrama. y al<br />
Valle Inclán de los esperpentos. Pasa lo mismo con<br />
la segunda historia. "Una vivienda encantadora".<br />
de "Lydia Bole»a". publicada en 1926. en la que se<br />
ve más a un retratista español a la Azorín en Doña<br />
Inés que un ambiente caribeño. La historia que se<br />
cuece. una historia de amores prohibidos entre<br />
personajes demasiado cercanos. es cosa que España<br />
(La regenta) y Portugal (O primo BasUio) hicieron<br />
durante la época naturalista y Machado de Assis<br />
(Dom Casmurro) en Brasil. durante la realista. El<br />
catalán Ramón Vinyes. con su cuento "Un caballo<br />
en la alcoba". nos trae -también de Europa- el<br />
teatro del absurdo. En su prosa. sin embargo. se<br />
ve el desenfado que caracterizaría mucha de la prosa<br />
de García Márquez más tarde.<br />
Estos tres autores. con sus tres muy buenos relatos.<br />
tienen unos lazos muy íntimos con la producción<br />
literaria de la Europa de su tiempo. No pasa<br />
eso con el cuento de José Félix Fuenmayor. Muy<br />
parecido al de Carrasquilla en el que la muerte es<br />
atrapada en un árbol. "Un viejo cuento de escopeta..<br />
nos muestra una ciudad saliendo del ruralismo que<br />
hizo nacer este estilo de narrativa. Aquí es el diablo<br />
el personaje que inspira el miedo que se propone<br />
infundir en este tipo de historia. Sus personajes.<br />
su lenguaje y hasta su actitud nos muestran una<br />
historia de procedencia netamente latinoamericana.<br />
Aunque es heredera de la literatura europea medieval.<br />
se nota que ha nacido en América Latina. Este<br />
estilo nativista. con su intención de mostrar un lenguaje<br />
local yoral. tiene su apoteosis en la literatura<br />
moderna de Cien años de soledad.<br />
De este punto en adelante, los escritores, ya más<br />
cosmopolitas, comienzan a irse cada uno por su<br />
lado, parece como si la aumentada capacidad de<br />
comunicación atomizara la narrativa y cada escritor<br />
se revelara con gustos particulares, haciéndolo más<br />
parte de un grupo de autores regados por el orbe<br />
que de una misma ciudad. Se aprecia cómo los<br />
escritores de mitad del siglo XX en adelante ya<br />
pueden manejar su literatura sin miedo a parecer<br />
provincianos o europeizantes. En estos cuentos siguientes,<br />
los escritores son capaces de combinar<br />
sus lecturas de literatura local con las de libros<br />
extranjeros y son capaces de amalgamar estilos para<br />
crear literaturas propias, donde las influencias ya<br />
no son perniciosas, en el sentido de que por mejor<br />
que sea la historia, ésta no deja de ser foránea. A<br />
excepción de una historia demasiado a la Borges,<br />
encontramos entonces cuentos de un realismo puro,<br />
con su peso kafkiano sobre las espaldas de<br />
oficinistas en "El ocaso de un viudo" de Ramón Moli-<br />
87
nares Sarmiento o de seres nocturnos en busca de<br />
diversión como en "Historia de un hombre pequeño"<br />
de Guillermo Tedio. También entra en este estilo,<br />
con manejo magistral del ambiente de un hospital<br />
católico, la pintura goyesca que es "La sala del niño<br />
Jesús", de Márvel Moreno. Ejemplos de literatura<br />
fantástica encontramos en "Lo que decían los carteles"<br />
de Eduardo Arango Piñeres.<br />
En este grupo también está, casi al comienzo, el<br />
cuento "Desde que compró la cerbatana ya Juana<br />
no se aburre los domingos" de Alvaro Cepeda Samudio.<br />
Con su largo título que recuerda los del cuentista<br />
de los Estados Unidos Raymond Carver, este<br />
cuento al igual que todos los suyos, nos muestra<br />
su surrealismo seco que, con su lenguaje nada interesado<br />
en mostrarse culto, da a ver un escritor con<br />
su propia tabla de valores, la que le da a sus historias<br />
antenticidad. Se nota en Cepeda Samudio el<br />
mismo deseo de contar absurdos, como el cuento<br />
de Vinyes, pero su estilo, contrario al de éste, con<br />
su falta de emoción, lo lleva a crear más que un<br />
absurdo crítico de la situación social, una atmósfera<br />
surreal que lo aparta de quien tal vez influyó de<br />
una u otra forma en los escritores costeños por buen<br />
tiempo: Vinyes, el sabio catalán.<br />
En "Marsolaire", de Arnira de la Rosa, encontramos<br />
el acercamiento más serio al género del cuento<br />
en esta antología. Vemos a una autora consciente<br />
de la necesidad de casar el estilo con el tema. Es<br />
así que en la descripción de objetos inanimados, la<br />
autora elimina los verbos y hace una prosa a base<br />
de frases que se van acumulando para darnos el<br />
retrato del entorno. Más tarde, ya un ritmo escandaloso,<br />
Severo Sarduy construiría partes de sus<br />
novelas de esta manera. El mundo vegetal que rodea<br />
los eventos de "Marsolaire' se construye con ora-<br />
ciones que, o llevan los verbos "ser" o "estar", o son<br />
oraciones pasivas. Los diálogos van escritos con una<br />
escritura fonética que no causa molestia. Este<br />
cuento o noveleta es simplemente un gran logro<br />
formal.<br />
Otro autor con conciencia de la plasticidad de la<br />
prosa es Carlos Flores Sierra, cuyo cuento, "El baile"'<br />
es una danza fantasmagórica más duradera que<br />
la que presenciamos en R gato pardo.<br />
¿Cómo puede llamarse "Desolación" una historia<br />
con el carnaval de fondo? Olga Salcedo de Medina<br />
pone el dedo en la llaga lerda de tanta alegría por<br />
decreto, de tanta felicidad institucional, de tanto<br />
circo que a cualquiera, ya cualquier hora, se le<br />
vuelve despojo. Hay aquí un rechazo a las teorías<br />
de Bakhtin antes de Bakhtin. Muy parecido es este<br />
cuento al de Jaime Manrique, en el que el autor le<br />
quita el sol a Barranquilla y nos conduce a un ambiente<br />
claustrofóbico que emana colores, sin embargo,<br />
de la oscuridad creada: "En la región de la<br />
oscuridad".<br />
Si no se han mencionado varios de los cuentos,<br />
o no vale la pena hacerlo, o sí la vale, pero el espacio<br />
se me ha acabado. En este libro la ciudad se derrama<br />
bullanguera sobre lo concreto exterior, como ya<br />
vimos en varias de las historias, o se ensimisma en<br />
los personajes como en "Historia de Juan Torralbo",<br />
de "Henry Stein", y en el antes mencionado relato<br />
de Jaime Manrique. La antología termina con el<br />
cuento "Vedados de ilusiones" de Miguel Falquez.<br />
Escrita como reminiscencia en la que Falquez evoca<br />
la ciudad de su niñez y las complicaciones y sudores<br />
de esa etapa temprana de la vida, la historia termina<br />
en una nota grata para cerrar el libro.<br />
88
REsEÑAS BIBUOGRÁFICAS<br />
VIAJE <strong>DE</strong> o DRASIL<br />
"Pepe"<br />
BarranquUla, Ediciones' Gobernación del Atlántico,<br />
1994, 10Bp.<br />
irfAJ<br />
E nt:'OD 'n Arr<br />
L<br />
VlAf VL ' E\;f"\"I<br />
,<br />
~c.,<br />
Q,0()Gtr1iA&'.~tllAtN tltfN<br />
!!\Q~):A~~ Dil y~f~1;:1S
comunidades intelectuales que<br />
controlen la calidad de los conocimientos<br />
y de quienes los producen.<br />
Vida intelectual sin comunidad<br />
intelectual: ese es el sello<br />
de Barranquilla. de su individualismo<br />
a ultranza. de los sabios<br />
autoproclamados de que se quejaba<br />
Fray Candil. Finalmente<br />
algo que podemos aplaudir a más<br />
de un siglo de distancia: el reconocimiento<br />
económico al trabajo<br />
intelectual del hombre de letras<br />
visible en el hecho de que los periÓdicos<br />
pagaban colaboraciones,<br />
como en el caso de El Comercio<br />
dirigido por Clemente Salazar<br />
Mesura "pues Salazar no es de<br />
los directores que creen que debe<br />
sostenerse un periódico con la<br />
cooperación gratuita de los<br />
literatos amigos". jNo andaba mal<br />
Barranquilla en 1893!<br />
Adolfo González Henríquez<br />
Departamento<br />
Universidad<br />
de Sociología<br />
del Atlántico<br />
<strong>LA</strong>S FIGURACIONES ONÍRICAS<br />
EN <strong>LA</strong> ESCRITURA <strong>DE</strong> FREDA MOSQUERA<br />
Freda Mosquera<br />
Bogotá, Ediciones Sociedad de la Imaginación, 1997 ,<br />
La verosimilitud de los Cuentos<br />
de seda y de sangre de Freda<br />
Mosquera, está solventada en la<br />
recurrencia a las representaciones<br />
onÍricas. Por el modo de configurar<br />
las cosas y los personajes,<br />
es la fuerza de los sueños lo que<br />
parece empujar la escritura narrativa;<br />
son sueños, porque no de<br />
otro modo podríamos los lectores<br />
establecer el contrato con estas<br />
historias tan extrañas, en donde<br />
las manifes-taciones eróticas y<br />
las configuraciones laberínticas<br />
de los espacios son las que definen<br />
los efectos literarios. El erotismo,<br />
asunto tan difícil de lograr<br />
en la escritura liter~a, constituye<br />
el eje nuclear de casi todos los<br />
cuentos de Freda Mosquera, y es<br />
la expresión de una búsqueda<br />
que habrá de conducir a pasadizos,<br />
corredores, grietas, ventanas,<br />
umbrales y abismos: símbolos<br />
onÍricos por excelencia.<br />
El escritor es un amanuense,<br />
nos dice Borges en algunas de<br />
sus reflexiones sobre el arte de<br />
narrar cuentos; es un amanuense,<br />
porque lo que el escritor hace<br />
no es más que tomar los dictados<br />
de los sueños y del in-consciente;<br />
a lo cual agregaríamos que esta<br />
toma del dictado pasa por unos<br />
modos estilísticos que deter-<br />
minan en mucho la trascendencia<br />
o no de las narraciones. No<br />
todas las narraciones de un<br />
escritor alcanzan los efectos estéticos<br />
esperados, porque el pensamiento<br />
nunca es homogéneo, ni<br />
la escritura es una representación<br />
fiel del pensamiento y de<br />
la imaginación; la escritura es<br />
sólo una mediación hacia la<br />
manifestación de aquello que se<br />
quiere nombrar y por eso a veces<br />
logra sus efectos ya veces no los<br />
logra.<br />
El libro de Freda Mosquera<br />
está constituido por 18 cuentos,<br />
entre los cuales unos cinco merecen<br />
estar en una antología del<br />
cuento contemporáneo colombiano.<br />
El pIimero "La creación del<br />
hombre", sustenta su valor artístico<br />
en la recuperación maravillosa<br />
del mito prehispánico de<br />
Bachué, recreado a partir de los<br />
imaginarios y de los mundos<br />
posibles que acosan al escritor,<br />
al presentir que hay algo más por<br />
decir en estos mitos de origen. La<br />
escritora ha corrido el riesgo de<br />
complementar la historia, mostrando<br />
con intensidad el incesto<br />
y la placidez erótica de la transgresión:<br />
El hijo suspiró de placer; y Bachué<br />
lo besó. lo lamió. lo mordió sin<br />
compasión. se apropió de ese sexo<br />
que ella misma había dado a luz<br />
y lo hizo crecer entre sus labios.<br />
Luego lo atrajo a él con los brazos,<br />
le enseñó la forma para entrar<br />
siempre en ella y la eterna Ba -<br />
chué. la que se transformaba en<br />
lechuza por las noches y vivía en<br />
el día en la laguna. exhaló un<br />
largo y hondo gemido de placer;<br />
cerró los ojos con placer y se dejó<br />
hacer por su hijo, se dejó horadar<br />
hasta el infinüo, se dejófecundar<br />
para poblar la tierra (p. 10).<br />
Los relatos prehispánicos<br />
constitiyen un material de gran<br />
importancia para la producción<br />
literaria. Ya Carlos Fuentes había<br />
jugado con algunos mitos mexicas<br />
y mayas en su primer libro<br />
de cuentos, Los días enmascarados.<br />
Una doble intención atraViesa<br />
a estos ejercicios estéico-lite-<br />
AO
arios: la reivindicación de los mitos<br />
mismos y la desacralización<br />
carnavalesca que se puede hacer<br />
de ellos, en aras de las expectativas<br />
de los lectores del siglo xx.<br />
Freda Mosquera ha hecho el esfuerzo<br />
laborioso en esta perspectiva,<br />
afinando una tonalidad muy<br />
lírica en la escri-tura, y no cabe<br />
duda que lo ha logrado.<br />
De otro lado, con el cuento<br />
"Videogamia", nos reencontramos<br />
con aquellas historias de<br />
Bradbury, en las que el hombre,<br />
enajenado por las máquinas,<br />
desemboca siempre en la desolación<br />
y en la muerte. En este<br />
cuento hallamos la representación<br />
de las máquinas, inoftciosas<br />
y morbosas, en las que se pueden<br />
leer los sueños y los pensamientos<br />
a través de una pantalla. Se<br />
trata de un cuento en el que la<br />
autora hace realidad en la escritura<br />
el mundo de los imaginarios<br />
del hombre casado, quien se ftgura<br />
las relaciones eróticas de su<br />
esposa con otros hombres. En la<br />
pantalla, y mientras la mujer<br />
duerme, van apareciendo las escenas<br />
eróticas de su esposa con<br />
desconocidos en un vagón de<br />
tren. en una habitación de hotel,<br />
con sus compañeros de trabajo<br />
y con sus hermanos, "hasta que<br />
ya no pudo más y apagó la máquina".<br />
Luego, este hombre desarraígado<br />
de un país latinoamericano,<br />
no puede conciliar el sueño<br />
porque no soporta el viaje onírico<br />
de su mujer realizando el<br />
amor con tantos hombres. Vuelve<br />
a conectar la máquina y de nuevo<br />
aparecen las escenas eróticas;<br />
decide entonces matar a la esposa<br />
ahogándola con la almohada<br />
y mientras ella va muriendo va<br />
apareciendo en pantalla la realízación<br />
del amor entre él y su propía<br />
esposa:<br />
En ese último instante, entre<br />
la vida y la muerte, Ramón<br />
Montoya vio por primera vez su<br />
imagen en un sueño de Beatriz,<br />
se vió a sí mismo besándola en<br />
los labios, en los pezones de los<br />
senos y luego entrando en el<br />
cuerpo inerte de su esposa, hasta<br />
que la imagen se exttnguió en el<br />
monitor y Ramón Montoya supo<br />
que Beatriz se había quedado en<br />
el sueño para siempre. (p. 28)<br />
El final de este cuento res-<br />
ponde a esa redondez y cierre<br />
efectista que los poetólogos del<br />
género señalan como definitivo<br />
para alcanzar una audiencia.<br />
El minicuento "El Angel" constituye<br />
otro de los textos donde el<br />
erotismo se inscribe en los niveles<br />
de mundo posible de los sueños,<br />
aunque la recurrencia sea<br />
un lugar común: el ángel que<br />
llega y posee a la mujer. la que a<br />
su vez reme mora la iniciación<br />
sexual. El paradigma de este<br />
cuento, por oposición. lo constituye<br />
"El laberinto gris", en donde<br />
ya no es la placidez e intensidad<br />
sexual lo que orienta el<br />
desarrollo de la trama sino el<br />
desgarramiento. la tortura y la<br />
castración. En el universo extraño<br />
de este cuento parece insinuarse<br />
la alegoría al destino<br />
padeciente del hombre en una<br />
sociedad de monstruos humanos.<br />
Fabio Jurado Valencia<br />
Universidad Nacional<br />
de Colombia<br />
HUMANO AMOR HUMANA CIRCUNSTANCIA<br />
Alfonso Rodríguez M.<br />
Barranquilla, Ediciones Uninorte, 1999, 48 p.<br />
Entre el ayer y el mañana sólo el presente<br />
El título del poemario Humano<br />
amor Humana circunstancia de<br />
Alfonso Rodríguez, se anticipa<br />
como una clave para el desciframiento<br />
o quizá revelamiento de<br />
las imágenes que arroja la palabra<br />
nacida entre el sueño y la razÓn,<br />
estallido del sujeto y de su<br />
palabra.<br />
El testimonio encendido de<br />
esa especie de revelación que<br />
surge a través de la palabra, de<br />
ese salir a la superficie, a la luz y<br />
al aire, al asombro de la diaria<br />
novedad del hombre es lo que va<br />
definiendo los temas fundamentales<br />
de la poesía de Alfonso Rodríguez.<br />
Sus poemas, se dibujan<br />
a través de las circunstancias y<br />
el azar que rodean el destino humano<br />
-su destino-. Sus temas<br />
y obsesiones son indagados, a<br />
través de "un estado del alma"<br />
que piensa y contempla con la es-<br />
91
critura y también con el cuerpo.<br />
¿Cómo explicaJ; entonces.<br />
este rojo volcado desde el cielo<br />
un silencio posesionado entre<br />
nosotros<br />
obsesión común en la<br />
escritura?<br />
Cuerpo y escritura. razón y<br />
sueño, síntesis que hace que las<br />
dos actividades se refuercen mutuamente,<br />
las cosas e incluso el<br />
amor son tocadas. sentidas. pensadas<br />
desde estas presencias:<br />
corporeidad y signos, pensamiento<br />
y ensueño. Toda imagen<br />
y símbolo se reconcilian entre estos<br />
aparentes opuestos: imagen<br />
de la madre prodigando dones,<br />
de la mujer amante de un tiempo<br />
sin mañana. del olvido que el<br />
hastío busca. del signo que para<br />
ser fecundado necesita de la<br />
soledad y. del ser -su ser- que<br />
para ser nombrado necesita de<br />
la otredad.<br />
Todo lo que vive. piensa y siente<br />
el poeta lo hace desde un tiempo<br />
presente. no existe en sus poemas<br />
lo infinito. ni representación<br />
alguna entre lo temporal y lo eterno.<br />
Este tiempo se vive y se prolonga.<br />
abierto a instantes plenos<br />
y llenos de sentidos, el pasado es<br />
una suerte de hastío o de olvido<br />
que la insatisfacción busca. El<br />
tiempo pasado no merece ser evocado.<br />
La única razón para conocer el<br />
pasado:<br />
Devorarlo. digerirlo. vomitarlo.<br />
Estar hecho de presente. es<br />
para el poeta una necesidad de<br />
avanzar en un presente continuo:<br />
"Heme aquí. ahora avanzando".<br />
En el poema "IV" el tiempo presente<br />
se define como estar hecho<br />
de sentidos de materia palpable<br />
y de raíces. y esta defInición de<br />
tiempo logra bucear en la realidad<br />
de lo humano. cuando en el<br />
mismo poema Alfonso Rodríguez<br />
nos da respuesta de la esencia<br />
de lo humano. El hombre es también<br />
camIno. búsqueda de un lugar<br />
"más alto", es decir más íntimo.<br />
presencia del espíritu.<br />
Definir lo humano como se define<br />
al crepúsculo<br />
una lenta peregrinación hacia<br />
el alba.<br />
Las imágenes y expresiones<br />
que hablan de tiempo tienen una<br />
fuerza exclamatlva. fundiéndose<br />
con una benéfica intervención del<br />
azar, lejos de una certidumbre<br />
que la razón pueda conquistar, y<br />
es precisamente a partir de esta<br />
condensación Tiempo-Azar donde<br />
se corporeiza, por decirlo de<br />
alguna manera, la atmósfera y<br />
textura de su producción poética:<br />
El tiempo pleno y corpóreo,<br />
certidumbre de su existencia.<br />
Hablar del aquí y del ahora<br />
embriagoso azar. lúcida<br />
negrura.<br />
Todo lo llenas tú todo lo llenas<br />
abierto absoluto hermoso<br />
presente.<br />
Podemos decir que la poesía<br />
de Alfonso Rodríguez se tiñe de<br />
un barniz a crepúsculo; el tiempo<br />
abraza al tiempo en un presente<br />
que logra avanzar y que hace que<br />
el autor de estos versos nos diga:<br />
"el tiempo fue una alondra y fui<br />
voraz e irreflexivo y amoroso y fui<br />
feliz". El poeta entonces se confIgura<br />
y se define hecho de tiempo<br />
y de azar.<br />
Adrlana Lozano<br />
Catedrática de la<br />
Universidad del Norte<br />
92