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militar. Que solamente querían que estuvieran dispuestos a hacer su carrera como oficiales de
inteligencia.
Después de esto hizo el papel de un abuelo bondadoso y me dijo que iba a ver como resultaba
la investigación de seguridad. Me dio la mano y me dijo que le gustaría tenerme con ellos. ¡Me
aceptaron! pero parece demasiado fácil.
De regreso en la oficina de Ferguson, él siguió describiendo los programas. En ningún
momento tendré conexión pública con la compañía, tampoco debo decir a nadie, que estoy
siendo considerado por la CÍA para darme empleo. Asumiendo que la investigación en lo
referente a seguridad sea favorable, ellos harán los arreglos necesarios para que el
Departamento de las FF. AA., (efectivamente una unidad disfrazada de la Compañía), me de
empleo como civil a mi regreso a Washington. Unas pocas semanas después seré reclutado en
la Fuerza Aérea y recibiré el mismo trato que los otros reclutados y nadie sabrá de mi conexión
con la compañía. Guardar el secreto será parte de mi entrenamiento -aprendiendo a vivir mi
papel. Una violación de mi secreto podría resultar en mi expulsión del programa. Mis trabajos
posteriores serán determinados en parte por lo bien que yo oculte mi afiliación con la CÍA. Al
regresar a Florida debo mantener el secreto del plan, pero debo notificar a Ferguson si recibo
órdenes de la oficina de Conscripción.
Estoy empezando a sentir una especie de satisfacción en mantener los secretos y por estar a
punto de ingresar a un club exclusivo con muy selectos miembros. Aquí seré a mi manera un
snob. Dentro de la agencia seré una persona honesta y real. Para todos afuera tendré una
mentira secreta acerca de quien y qué soy. Mi vida secreta ha comenzado.
WASHINGTON DC
JULIO 1957
¡Me salvé! La investigación de seguridad se terminó antes de que me llamaran a hacer mi
servicio militar. Me trasladé a Washington cargado de libros, el estéreo, discos y el equipo de
tenis. Georgetown es el área de moda para vivir. Me mudé con unos compañeros de estudios
de Notre Dame que están haciendo trabajo de post-grado en la Universidad de Georgetown.
Estamos viviendo en una casa restaurada del tiempo de los federales que queda en Cherry Hill
Lane, una calle angosta de ladrillos entre la calle "M" y el canal de Chesapeake y Ohio. Me
siento muy bien ubicado. Estos amigos no saben que estoy empezando a trabajar para la CÍA,
ésta será mi primera prueba de vivir una doble vida.
En la oficina de JOT Ferguson me indicó para quien trabajaba, mi "Patrón " es el Departamento
de las Fuerzas Armadas, Comando Mayor, Sección de Investigación y Análisis, base de las FF.
AA., Bolling, Washington. El me dio nombres de mi comandante un coronel de las FF. AA. y de
mi supervisor inmediato, un mayor; ambos oficiales son ficticios. Tengo que memorizar todo
esto para poder contestar a personas que me preguntan sobre mi trabajo. El número de
teléfono que tengo para la base Bolling de las FF.AA. timbra en la Central de Encubrimiento de
la Compañía. Todas las mañanas dos operadores juegan a los dados para ver quien va a hacer
de coronel y quien de mayor.