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Aparte del viaje de Roura, estamos controlando el regreso de Araujo. El está en Cuba, en este
momento, y tal vez traiga dinero también, aunque no es tan seguro que ambos sean tan
descuidados para traer el dinero consigo.
Para poder obtener información a tiempo, he hecho venir de Guayaquil a Zambianco de nuevo,
para que le entregue a Jaramillo un nuevo enlace, Jorge Andino, dueño de un hotel y el mejor
jugador de polo ecuatoriano. Andino es un viejo conocido desde mi llegada y se mostró
siempre ansioso de cooperar. Recibirá los informes en el hotel y luego me los entregará en otro
de sus negocios, a un par de cuadras de distancia. Uno de los misterios que estamos tratando
de resolver ahora es si existe una conexión entre los grupos de Araujo y Echeverría, ya que
este último ha entregado bastantes pruebas de estar en contacto con los cubanos.
Medardo Toro, el pistolero velasquista que Noland recogió el año pasado, está informando
ahora en forma regular. Deán me dijo que lo integrara a la rutina, así es que le pedí a
Zambianco hacer un arreglo similar al que utilizamos con Jaime Jaramillo dos meses atrás.
Hasta conseguir un buen enlace para Toro, tendremos que mantenerlo con Zambianco.
Principalmente queremos mantenernos al tanto de los planes de regreso de Velasco para las
elecciones del próximo año. Mala suerte que Toro esté tan lejos del grupo de Araujo.
QUITO
14 DE ABRIL DE 1963
Todos los días, al parecer, una nueva ola de rumores se extiende sobre el país señalando un
estallido inminente de guerrilla y terrorismo. Estos reflejan, en parte, nuestra continua campaña
propagandística en términos de enfocar la atención sobre el comunismo para poder provocar
un resquebrajamiento serio del gobierno. Pero en parte también, está basado en casos reales,
tales como la captura de propaganda por la policía en Guayaquil, del Coronel Lugo, y la
salvación de la muerte de un terrorista a quien le explotó una bomba durante una sesión de
entrenamiento. Nuestra preocupación es que la Policía y el Ejército ecuatorianos no podrían
controlar un movimiento guerrillero ya desatado.
Un incidente reciente subraya nuestras dudas. Dos noches atrás, un barco logístico de la
Marina volvía de las Islas Galápagos con un grupo de estudiantes universitarios que habían
estado en las Islas para una excursión. Una patrulla costera de la Marina estaba buscando, en
la oscuridad, una nave contrabandista. La patrulla confundió al barco logístico con la nave
contrabandista, y la batalla a tiros duró dos horas. Finalmente llamó por radio a Guayaquil
pidiendo ayuda, y el Centro de Comunicaciones de la Marina ordenó parar el combate. Lo pero
fue que los disparos eran tan malos que no hicieron ningún daño serio y sólo un marino fue
herido. Luego de llegar a Guayaquil los estudiantes publicaron la historia, pero la Marina no
está haciendo comentarios.
Cuando Deán supo de esto me pidió que me moviera más rápido sobre las nuevas operaciones
técnicas. Señaló que la Jefatura nos caerá a todos por encima si somos sorprendidos por
Araujo, Echeverría u otros ya que los movimientos guerrilleros ya están operando en Perú,
Venezuela, Guatemala y Brasil se nos escapa bajo Goulart.